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Ready Player One - Ernest Cline

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El periodista soltó una risita nerviosa.

—Ah, señor Morrow, no creo que sea apropiado…

Morrow se encogió de hombros.

—Lástima. Yo sí lo creo.

El periodista volvió a carraspear.

—Bien, cambiando de tema… ¿Aventura usted alguna predicción sobre los

cambios que pueda experimentar La Tabla en las próximas semanas?

—Apuesto a que los ocho espacios libres no tardarán mucho en llenarse.

—¿Qué le lleva a pensarlo?

—Una persona puede guardar un secreto, pero dos no —respondió, mirando

directamente a la cámara una vez más—. No lo sé. Tal vez me equivoque, pero de

una cosa sí estoy seguro. Los sixers van a usar todo el juego sucio que puedan para

descubrir la ubicación de la Llave de Cobre y la Primera Puerta.

—¿Se refiere a los empleados de Innovative Online Industries?

—Sí, de IOI. Los sixers. Su único propósito es explotar los vacíos legales en las

reglas del concurso y subvertir la intención del testamento de Jim. Aquí lo que está en

juego es el alma misma de Oasis. Lo último que habría querido Jim es que su

creación cayera en manos de un conglomerado multinacional fascista como IOI.

—Señor Morrow. IOI es la propietaria de esta cadena…

—¡Lo sé muy bien! —exclamó Morrow, triunfante—. ¡IOI es la propietaria de

prácticamente todo! Incluido usted, jovencito. No sé si le tatuaron un código de

barras en el culo cuando le contrataron, porque lo cierto es que no deja de vomitar su

propaganda empresarial…

El periodista empezó a tartamudear, mirando nervioso a un punto que quedaba

más allá de la cámara.

—Eso, eso, deprisa, corten antes de que diga algo más.

Y Morrow estalló en carcajadas un instante antes de que se interrumpiera su

conexión vía satélite.

El periodista tardó unos segundos en recobrar la compostura, y entonces dijo:

—Gracias una vez más por recibirnos hoy, señor Morrow. Por desgracia no

tenemos más tiempo para conversar con él. Y ahora pasamos la conexión a Judy, que

se ha reunido con una mesa de prestigiosos expertos en Halliday…

Sonreí y apagué el canal de vídeo, valorando el consejo que acababa de ofrecerme

Morrow. Siempre había sospechado que aquel hombre ya mayor sabía más sobre la

competición de lo que aparentaba.

Morrow y Halliday se habían criado juntos, habían fundado juntos una empresa y

habían cambiado el mundo juntos. Pero Morrow llevaba una vida muy distinta de la

de su socio, una vida que implicaba una relación mucho mayor con la humanidad. Y

www.lectulandia.com - Página 113

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