Mónica Bruder entrevista - Amistad epistolar (entrevista a Alberto)

MÓNICA L. BRUDER
Amistad epistolar
Entrevista a Alberto

“Cuando escribimos, liberamos
lo que llevamos dentro . Hay un
desbloqueo emocional intenso,
en el que se comprometen el pensamiento,
la emoción y la palabra
escrita. Así, descubrimos lo inconsciente,
revertimos miedos, descubrimos
las causas de tantos dolores,
sufrimiento y limitaciones”.

ENTREVISTA A ALBERTO
(5 de julio de 2003, Buenos Aires, Argentina).
Pre entrevista telefónica
Mónica: Me llamo Mónica Bruder; estoy finalizando el armado de
una tesis doctoral en Psicología y al ver publicada la entrevista que
le hicieron en el Diario La Nación hace pocos días decidí ponerme
en contacto con la periodista que le hizo la nota, ya que tengo
interés en conocer más detalladamente su historia para que su
testimonio sea incluido.
Alberto: ¿Dónde le vendría bien tener la charla?
M: Adónde le resulte a usted más cómodo: puede ser en su casa o
en mi consultorio.
A: La espero entonces en mi casa el próximo viernes a las 16 horas.
Anote la dirección...
ENTREVISTA: (se realiza conjuntamente con Nela, su mujer)
M: Me llamó la atención al leer la nota en el diario su historia
en relación a la escritura de cartas ya que en la tesis que
presentaré estoy profundizando el valor que tiene la escritura,
en mi caso la escritura de cuentos. ¿Cómo empezó a escribir
cartas?
A: Empecé a escribir a partir de una enfermedad que tuve en la
juventud. Actualmente tengo 73 años. De muy chico sufría de
crisis asmáticas. Estas crisis derivaron a la edad de 20 años en un
problema alérgico en la piel muy serio. En esa época trabajaba
junto con mis padres y mis hermanos en una empresa familiar:
una panadería y confitería. Debido a la enfermedad de piel, me
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quedé muchísimo tiempo recluido en mi casa. Es así como empecé
primero a coleccionar primero estampillas y como me gustaba
recibir cartas y además en esa época leía mucho, me conecté con
una revista: Rojinegro, en la que había una sección especial de
mensajes por correo con personas de todo el mundo. Es decir
primero fueron la colección de estampillas, luego las postales, más
adelante fotografías y finalmente la correspondencia amistosa.
M: ¿Es así como conoce por carta a Amparo hace 49 años, su
amiga epistolar y a quien vieron personalmente por primera
vez hace dos semanas?
N (esposa): Sí así fue.
M: ¿Cómo fue ese encuentro con Amparo?
A: En realidad es como si la hubiese conocido de siempre: teníamos
fotos actualizadas y cuando la ví en el aeropuerto enseguida nos
reconocimos.
M: ¿En qué lo ayudó la escritura de cartas todos estos años en
relación con su enfermedad en la piel?
A: Muchísimo, yo quería conectarme con el mundo pero con mi
problema no podía. Era muy tímido.
N: A través de la escritura se armó un mundo propio.
A: Algunas personas pensaban que no tenía los pies sobre la
tierra. En realidad a través de la escritura de cartas después podía
y puedo conectarme mejor con el mundo de la realidad.
N: Le cuento algo, quizá él no lo recuerde. En la semana que nos
casábamos, estamos casados hace 41 años, en el día del civil
recibo la primera carta de amor como esposa escrita por Alberto
aunque aún no estábamos casados.
M: ¿Siente qué cuando comenzó la escritura de cartas sus
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síntomas físicos mejoraron?
A: Y por ejemplo tenía menos picazón.
N: En realidad, la escritura lo distraía de la picazón.
A: La escritura de cartas me permitió y me permite tener amigos
en todas partes del mundo. Para mí es una forma de terapia.
N: Le cuento algo que pasó hoy, antes que usted llegue. Nosotros
tenemos una amiga que está muy mal, especialmente desde que
falleció su esposo. Como Alberto recibió una carta muy triste
por parte de ella esto lo puse a él también muy triste. Decidió
mandarle un respuesta Esa carta me la leyó hace un rato y después
de escribirla se sitió mucho mejor.
A: Puedo estar entre dos y tres horas escribiendo cartas...
M: ¿Hoy cómo está su enfermedad de piel?
A: Hace muchos años que estoy curado.
M: ¿Cómo se curó?
A: A través de ciertas medicaciones y también en esto me ayudó
la escritura.
M: ¿Recuerda algún hecho personal más reciente en el que la
escritura también le resultó una forma de terapia?
A: Otro hecho difícil aparte de la enfermedad de piel que me tocó
vivir y en el que la escritura de cartas me ayudó fue que hace
10 años quebró la empresa en la que había trabajado por más
de 30 años. En ese entonces ya tenía 60 años. Muchos de mis
compañeros cayeron en depresiones, algunos se enfermaron
gravemente. La escritura de cartas para mí en esa época fue mi
salvación. Yo iba como todos mis compañeros todos los días a la
oficina pero como no había nada para hacer las horas no pasaban
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más. Entonces es cuando decidí usar ese tiempo en responder
las cartas de mis amigos epistolares y así se pasaban las horas,
“olvidándome” de lo que pasaba a mi alrededor...
Evidentemente las cartas también me ayudaron en ese momento
límite. A todas las personas que conozco les recomiendo escribir
cartas.
M: ¿Es como un remedio?
A: Claro.
M: O quizá mejor, es mucho más económico.
A: A través de las cartas fui conociendo distintas culturas. A lo largo
de todos estos años me di cuenta que a través de este intercambio
epistolar además uno también puede ir conociendo cómo son las
personas.
N: Sabe algunos de nuestros amigos jamás escriben a lo largo
de todos estos años nada sobre su familia, de su pareja, aunque
convivan con ellos...
M: ¿Cómo se decidió a hacer pública su historia?
A: En realidad un día y con mucha bronca por lo que pasaba en
el país decidí escribir una carta a la suscripción de lectores del
diario La Nación. Nunca pensé que tan rápido la iban a publicar
¿La leyó?...
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Doctora Mónica Bruder (Ph.D)
Dra. en Psicología
Buenos Aires, Argentina
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