Revista Ámbito Cívico Militar - Edición 56
Revista especializada en doctrina militar, histórica y sociocultural para la Unión Cívico-Militar y Defensa Integral de la Nación del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. La edición N° 56 resalta las actividades del 14 Aniversario del CEOFANB, trae una novedosa sección llamada Léxico Cívico-Militar donde se indica las diferencias entre las palabras Liberador, Libertario y Libertador. Ademas puedes leer nuestro nuevo artículo "Aproximación Teórica hacia la Venezuela Potencia". Revista especializada en doctrina militar, histórica y sociocultural para la Unión Cívico-Militar y Defensa Integral de la Nación del Comando Estratégico Operacional de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. La edición N° 56 resalta las actividades del 14 Aniversario del CEOFANB, trae una novedosa sección llamada Léxico Cívico-Militar donde se indica las diferencias entre las palabras Liberador, Libertario y Libertador. Ademas puedes leer nuestro nuevo artículo "Aproximación Teórica hacia la Venezuela Potencia".
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Afiche ganador para el Aniversario XIV del CEOFANB
Directorio
EDITOR:
• AJ Remigio Ceballos Ichaso
DIRECTOR:
• G/B Rubén Díaz Marcano
SUB-DIRECTOR:
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• A/J Remigio Ceballos Ichaso
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FOTÓGRAFO Y ARCHIVO FOTOGRÁFICO:
• TSU. Engers Rodríguez
SALA DE DISEÑO GRÁFICO Y DIAGRAMACIÓN:
• TSU. Engers Rodríguez
• TSU. Stefany Echeverri
• TSU. Duiliana A. Medero Cornejo
COORDINADOR SALA DE ARCHIVO, BIBLIOTECA E HISTORIA:
• Lcdo. Duilio Medero B.
COORDINADOR ATENCIÓN ÁMBITO MILITAR:
• G/B Rubén Díaz Marcano
COORDINADORA DE VENTAS:
• Isabel Karina Araujo Paredes
COLABORADORES EN ESTE NÚMERO:
• Prensa CEOFANB
• Cap. Manuel Eduardo Skias Pino
• TN Moisés Chocrón Fernández (R)
• Ricardo Sanoja
• Javier José Marcano Tábata
• SM2 Rogers Ramírez Boffil
• Néstor Rivero
• Javier Marcano Tabata
PROMOCIÓN:
• May. Mercedes Nathaly Salazar
• Isabel Karina Araujo Paredes
DISTRIBUCIÓN:
• CEOFANB
Revista Ámbito Cívico Militar. Órgano Divulgativo del CEOFANB. Sede
principal: Piso 1 del Edificio Nº 2, Comando Estratégico Operacional,
CEO. Complejo del Ministerio del Poder Popular para la Defensa. Fuerte
Tiuna, Caracas, DC. Venezuela. Web site: www.ceofanb.mil.ve
http:/adolfoalfonzo.blogspot.com
Correo electrónico: revistacivicomilitarfanb@gmail.com
contacto.racm@gmail.com
Teléfono: 0424-227.23.87
Tema de portada:
- Diseño conmemorativo al XIV Aniversario del CEOFANB. El acontecimiento
motivó convocar un concurso de afiches, cuyo diseño
ganador, realizado por el CODAI, se exhibe en la contraportada.
Editorial
Almirante en Jefe
Remigio Ceballos Ichaso
Comandante Estratégico Operacional
En el enfrentamiento que se da
en Venezuela, en particular desde
2013, se ha ido escalando en intensidad
y en empeño de las voluntades,
tanto las agresoras contra el
orden constitucional y la soberanía
nacionales, como las que tienen el
deber absoluto de preservarlos.
En este escenario entramos en el
XIV Aniversario del CEOFANB, coincidente
con la «Operación Venezuela
Soberanía y Paz 2019», ante una
plena guerra de amplio espectro,.
multiforme, la cual ha derivado hacia
extremos, no sólo en lo político,
sino en los factores intervinientes,
operativos y estratégicos, y en las
dimensiones humanas que subyacen.
En tal sentido, la ciudadanía,
en su esfuerzo, tesón y entereza
con que ha sobrellevado tanta beligerancia,
conjuga admirablemente
lo cívico-militar, y ha llegado a una
cúspide al resistir toda clase de castigos,
siendo el último los sabotajes
y daños en gran escala al servicio
eléctrico nacional. Por su parte, la
FANB, inquebrantable, no ceja en
determinación, en su ética, moral,
lealtad a sus mandos y a su misión
natural de velar por la defensa de
la Patria. Todos, soldados y pueblo,
conforman una condición superior
que es capaz de resistir cuanta perversa
ocurrencia se ensaya para
dañarnos, desmoralizar, traer violencia
interna y agredir desde el exterior.
Esto es expresión de un cruel
conflicto híbrido en que el país ya
pasó del asedio a ser objeto de ataques
bien orquestados, incluyendo
un bloqueo criminal, para despojarlo
de su patrimonio, buscando así
la parálisis sistémica y el colapso
del gobierno nacional, arrastrando
con ello la voluntad de impedir la
entrega de la nación venezolana y
sus ingentes riquezas a un imperio
cuya rapiña ya es su única forma de
supervivencia.
La fórmula del enemigo, que la
vocifera para amedrentar, revistiéndola
de odioso engreimiento es
«todas las opciones están sobre la
mesa»; la nuestra, proclamada sin
aspavientos con la dignidad propia
de la estirpe libertadora que nos es
propia, no puede ser otra que resistir
para vencer y la suprema entrega
al ideal de persistir en toda clase
de reivindicaciones y sacrificios por
la restauración del Derecho Internacional,
las mejores cualidades del
Estado-Nación y la esperanza en las
luchas liberadoras de los pueblos.
¡Independencia, Soberanía
e Integridad!
1
Índice
1
3
4
8
12
18
20
24
28
32
38
44
Editorial
II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz 2019»
Presentación del AJ Remigio Ceballos Ichaso
en el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y Paz»
Aproximación teórica hacia la Venezuela potencia
Las Nuevas Guerras, una mirada a través del lente de Mary Kaldor
Los Objetivos Nacionales y la Seguridad de la Nación:
Importancia de la Unión Cívico-Militar (Pueblo-Fuerza Armada)
XIV Aniversario del CEOFANB. A la medida de guerras de cualquier índole
De la resistencia indígena a un sistema de pensamiento
estratégico. Cuatro momentos históricos: Una idea, la misma batalla
Hacia una soberanía de la conciencia en la Nación Bolivariana
Léxico Cívico Militar
Algunos conceptos de guerra en el mundo del siglo XXI
Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras de la Intervención
(El Trasfondo) (Parte II, y final)
El Comando Estratégico Operacional
es Garantía de Independencia
y Soberanía, a través de la Defensa
Integral de la Nación
2
General en Jefe Vladimir Padrino López
Dr. Hermán Escarrá, autoridad en Derecho
Constitucional y Diputado de la ANC
A 14 años de la creación del CEOFANB
II Foro Antiimperialista
«Venezuela Soberanía y Paz 2019»
Daniel Estulin, escritor de renombre internacional
Texto: Prensa CEOFANB
Fotos: Prensa CEOFANB
Con un video institucional inició el II Foro Antiimperialista
«Venezuela Soberanía y Paz 2019», donde la gloriosa
Fuerza Armada Nacional Bolivariana demostró una vez
más su gran poderío militar, la cual está en constante capacitación
y adiestramiento para la Defensa Integral de la Nación.
Esta actividad se realizó en el Teatro de la Academia Militar
del Ejército Bolivariano, a propósito del decimocuarto
aniversario del CEOFANB, presidida por el Almirante en Jefe
Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional
de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana.
Se contó con la participación de destacados ponentes:
el General en Jefe Vladimir Padrino López, Vicepresidente
Sectorial de Soberanía Política, Seguridad y Paz, Ministro del
Poder Popular para la Defensa; el Coronel Superior Liu Yulai,
Agregado Militar de la Embajada de China; el Dr. Hermann
Escarrá, Diputado de la Asamblea Nacional Constituyente;
el escritor Daniel Estulin y demás distinguidas autoridades
especialmente invitadas.
En las palabras de presentación al Foro, el AJ Remigio
Ceballos Ichaso ofreció un breve y significativo pasaje de la
historia del CEOFANB, resaltando que el mismo es una creación
magistral del Comandante Supremo Hugo Rafael Chávez
Frías, por lo que «desde 2005 comienza ese empuje y
esa fuerza para la conducción de la FANB; gracias al Comando
Estratégico Operacional se logró unificar su accionar».
En este orden de ideas, explicó que la FANB ha preservado
la soberanía, la seguridad geopolítica, la posición geoestratégica
y primordialmente al pueblo venezolano, siguiendo
el legado Bolivariano y antiimperialista, y acentuó que
«somos venezolanos, sentimos profunda solidaridad con el
mundo porque son principios básicos socialistas, antiimperialistas
y anticolonialistas, somos soberanos por esencia y
herencia de nuestro Libertador Simón Bolívar».
En cuanto a la Operación «Venezuela Soberanía y Paz
2019», la cual se está llevando a cabo en todo el territorio
nacional desde el pasado 10 de septiembre, el AJ Ceballos
Ichaso, Comandante del CEOFANB extendió unas palabras de
felicitación a los integrantes de la FANB, expresando que en
dicha Operación Militar: «Hemos ejecutado acciones inéditas,
una gran maniobra estratégica que nos ha permitido fortalecer
nuestra integridad territorial en todos los aspectos».
Posteriormente, el GJ Vladimir Padrino López expuso sobre
la coyuntura actual de nuestra nación, asegurando: «Yo
creo que nosotros tenemos que armarnos de una voluntad
infinita para siempre, sentar posición en nuestro carácter
antiimperialista, porque somos Bolivarianos y de eso que no
quepa duda».
Al concluir el importante encuentro, el AJ Ceballos Ichaso
hizo entrega de un presente institucional a los distinguidos
ponentes de este II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía
y Paz 2019», quienes participaron con gran honor, profundizando
en nuestras raíces Bolivarianas y antiimperialistas,
«permitiendo expandir nuestro conocimiento y fortalecer a
nuestra Nación e ideario de Soberanía e Independencia».
3
Presentación del
AJ Remigio Ceballos Ichaso
en el II Foro Antiimperialista
«Venezuela Soberanía y Paz 2019»
MPPD, Septiembre 2019
4
Texto: AJ Remigio Ceballos Ichaso
Fotos: Prensa CEOFANB
Vamos a dar inicio a este Foro Antiimperialista. «Venezuela
Independiente y Soberana». Como siempre
debemos estar después del legado de nuestro Libertador
Simón Bolívar. Después de las orientaciones,
enseñanzas y el legado del Comandante Supremo Hugo
Chávez Frías. Bajo la dirección de nuestro Comandante
en Jefe Nicolás Maduro Moros, Presidente constitucional
de la República Bolivariana de Venezuela, Jefe del Estado,
Jefe de Gobierno.
Ciudadano General en Jefe Vladimir Padrino López,
Ministro del Poder Popular para la Defensa, Vicepresidente
Sectorial de Política, Ciudadanía, Soberanía y Paz.
Ciudadano Doctor Hermán Escarrá, Diputado de nuestra
magna Asamblea Nacional Constituyente.
También nos acompañan los ciudadanos Dra. Carmen
Zuleta de Merchán y el Doctor Calixto Ortega, ambos integrantes
de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia. Nuestro agradecimiento profundo por su presencia
acá en este acto.
Igualmente la presencia de Daniel Estulin, escritor,
analista, visionario. Varias obras tiene allí del análisis
internacional, que grandes recomendaciones surgen
de esa visión de la transhumanidad y de la visión de la
política del espectro de la periferia mundial de nuestra
geopolítica internacional. Igualmente el Coronel Superior
Liu Yulai, quien es el Agregado Militar de la República Popular
China. Él nos va a dar también algunos mensajes.
Así que pido un fuerte aplauso para los ponentes aquí
presentes, que elevan en magnitud un evento para celebrar
los 14 años del Aniversario del Comando Estratégico
Operacional.
Ciudadano Mayor General Jesús Mantilla Oliveros, segundo
Comandante Estratégico Operacional, Jefe de Estado
Mayor Conjunto.
Ciudadanos Oficiales Generales y Almirantes integrantes
del Estado Mayor Superior de la Fuerza Armada
Nacional Bolivariana.
Señores Generales y Almirantes.
Oficiales Superiores, Oficiales Subalternos. Tropas
profesionales. Invitados especiales, personal civil. Bienvenidos
todos a esta actividad.
Distinguidos periodistas, camarógrafos. Amigos todos.
El Comando Estratégico Operacional, desde 1965
existía el Comando de Operaciones Conjuntas, una manera
de integrar todas esas actividades operacionales
que se realizaban en la República Bolivariana de Vene-
zuela. Hasta 1975. De allí se estructuró el Grupo Operacional
N° 1, y hasta 1986 funcionó al crearse el Comando
Unificado de la Fuerza Armada Bolivariana.
Hubo un período de transición entre el 2005 y 2007, en
que el General Wilfredo Silva ejercía el mando del CUFAN
(el Comando Unificado). Ese período de transición, viene
entonces el momento de la creación del Comando Estratégico
Operacional por orden de nuestro Comandante
Supremo Hugo Chávez, y desde el 2005 comienza
ese empuje, esa fuerza para la conducción de las operaciones
de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana. Y los
Componentes pasan con fuerza también al desarrollo del
Componente, para el equipamiento, la capacitación, la
formación, el adiestramiento, la organización. De manera,
pues, que a través del Comando Estratégico Operacional,
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana logró unificar
su accionar, como se ha demostrado hasta el presente,
luego de tantas crisis de las que hemos avanzado, de las
que hemos salido airosos. Es interesante todo ese proceso
de transformación que nosotros hemos vivido. ¿Y qué
mejor que este mar tempestuoso que hemos surcado durante
tanto tiempo?
Yo quise traer una sola lámina para explicar y ponernos
en contexto y poder permitir que avancemos, para
escuchar a nuestro ponente, nuestro Ministro de la Defensa,
con sus orientaciones, sus conocimientos, su visión
política y geoestratégica del mundo y de nuestra
nación. Y también conocedor del rumbo que lleva nuestra
Fuerza Armada. Y brazo ejecutor, pues, del accionar
desde las órdenes de nuestro Comandante en Jefe, para
que nosotros podamos desarrollarnos.
Fíjense, Venezuela, si la ubicamos en el centro geoestratégicamente
como debe ser, porque es nuestra nación,
aquí vivimos, y no como nos lo han mostrado siempre
con los mapas eurocéntricos poniendo a Europa en
el centro y a los Estados Unidos al frente. No. Nosotros
somos venezolanos y vivimos aquí en esta nación. Y no
nos sentimos superiores a nadie. Por el contrario, sentimos
una profunda solidaridad con el mundo. Porque son
principios básicos socialistas, antiimperialistas, somos
independientes y anticolonialistas, soberanos, por esencia,
por la herencia que nosotros tenemos de nuestros
libertadores, en tantas batallas. Ahí pudimos ver en ese
video, hicimos un trabajo arduo para lograr esas imágenes,
ese monumento allá en el Pantano de Vargas. Para
que nosotros entendamos la historia. Nuestro Ejército Libertador
fue a liberar Nueva Granada. Y allí está como
hecho factible, hecho claro, ese esfuerzo de nuestros
próceres.
Entonces a Venezuela —ustedes ven allí—, nos trataron
de aislar, pero hemos demostrado hasta el momento,
con todos los aspectos coyunturales que hemos pasado,
ese cerco —esa línea azul que se observa—, es precisamente
la estrategia que se planteó la oposición política
apátrida, vendepatria venezolana. Ellos se plantearon comenzar
desde el exterior porque aquí no pudieron lograr
5
6
su objetivo. Para eso formaron el Grupo de Lima. Trataron de
violar nuestra frontera desde Colombia, allá en el Puente de
Tienditas. Invocaron el TIAR. Y desde la OEA todas las estratagemas
posibles para tratar de destruir al Estado Venezolano.
Ellos ejercieron lo que yo denomino una irrupción dinámica
desde el punto de vista estratégico; en eso se basó su
estrategia. Una irrupción dinámica desde el exterior porque
aquí no pudieron hacer nada. Entonces ahora cambiaron su
estrategia y se fueron al exterior y trataron de generarnos un
cerco como aparece allí —ese cerco que observan en azul.
Pero gracias a la política del Gobierno Bolivariano liderado
por nuestro Presidente, gracias al legado de nuestro Comandante
Supremo Hugo Chávez que pasó el Pacífico— esas largas
líneas— a China, a buscar amigos, nuestros amigos, a
Rusia y a otros países, y rompimos el cerco.
Vean qué gran estrategia, hermanos. ¡Qué grande!
La oposición sólo buscó acciones diplomáticas en la ofensiva,
a través de la mentira, la mentira para lograr su objetivo,
paramilitarismo, para tratar de apoderarse de regiones
fronterizas y crear zonas autónomas allí.
Y nuestra Fuerza Armada, con los Comandantes de Regiones
luchando, combatiendo; los Comandantes de Componentes
poniendo a tono todas las unidades y componentes
militares y nosotros garantizando la lucha contra todas las
amenazas. El sabotaje, la desestabilización interna, el ataque
económico son elementos fundamentales. Entonces todos
estos elementos nos colocan en un contexto, el contexto
ideal para nosotros poder escuchar los aspectos del ámbito
militar, del ámbito político nacional, internacional, jurídico,
para conocer los elementos de la política internacional financiera,
y también para conocer muy detenidamente la
cooperación militar de la perspectiva de la nación oriental,
de la República Popular China.
Qué mejor escenario para nosotros poder escuchar a este
selecto panel de autoridades que nos va a permitir abrir, expandir
nuestros conocimientos, y por sobre todo fortalecer
los aspectos socio-simbólicos que le dan fortaleza a nuestra
nación. Fortalecer nuestro ideario de soberanía e independencia
legada de nuestros próceres libertadores, de nuestro
prócer Libertador General en Jefe Simón Bolívar. Qué mejor
escenario para dar continuidad a todo este proceso, en este
mes aniversario, que el 26 de septiembre, día especial del
aniversario, nosotros decidimos con la autorización de nuestro
Comandante en Jefe, previa petición, hacer todo un mes
de eventos enmarcados dentro de esta Operación «Venezuela
Soberanía y Paz», que amplios resultados nos ha dado.
Quiero dar la palabra a nuestros ponentes no sin antes
felicitar, de verdad, desde lo profundo de mi corazón a toda
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana en esta actividad
operacional. Hemos hecho acciones inéditas y nunca antes
podríamos retomarlas y hacerlas con mayor fortaleza. Una
gran maniobra estratégica que nos ha permitido fortalecer
nuestras fronteras sin descuidar a lo interno Venezuela. Pero
más allá de eso, con todos los ataques y las dificultades que
estamos siempre pasando, victoriosos. No sin demostrar
que en el talento humano de los hombres y mujeres de la
Fuerza Armada Nacional Bolivariana es donde radica la mayor
fortaleza de la nación venezolana.
De manera, pues, que pido un fuerte aplauso para los
expositores, y vamos a dar inicio a este Foro.
7
Aproximación Teórica
hacia la
Venezuela Potencia *
TEXTO: AJ Remigio Ceballos Ichaso
Fotos: CEOFANB
La República Bolivariana de Venezuela posee un gran
potencial nacional, el cual le ha permitido avanzar
ante las dificultades más controversiales ejercidas por
grandes centros de poder mundial, liderado por el enemigo
histórico de la Revolución Bolivariana desde las luchas independentistas
hasta nuestros días, como lo es el gobierno de
los Estados Unidos de Norteamérica. Esto queda demostrado
mediante las declaraciones de su actual presidente Donald
Trump (2016-2020), hecho público y notorio visto por
el mundo entero a través de los medios de comunicación.
Es necesario hacer la salvedad de que el pueblo venezolano
es amigo de todos los pueblos del mundo que propugnan la
paz y el respeto a las leyes internacionales que garantizan el
Derecho Público Internacional, y en especial el cumplimiento
de los derechos humanos desde sus respectivos Estados.
Es por ello que respetamos y admiramos profundamente al
pueblo de los Estados Unidos.
No obstante, somos un objetivo apetecible para los gobiernos
imperialistas, a la cabeza EE.UU., fundamentalmente
por el privilegio de poseer nuestra nación un cúmulo
de fortalezas que la hacen atractiva para los intereses
codiciosos y para nada ocultos de los
gendarmes del mundo. Rica y poderosa
en lo que a recursos naturales,
Venezuela es dueña de un legado libertador único en el
mundo, con un pueblo históricamente consciente, amoroso
y cálido, organizado y con poder, portador de potencial
descolonizador.
Caracterización de las amenazas presentes y futuras
La República Bolivariana de Venezuela está dotada de
una voluntad patriótica que rechaza el pasado oprobioso
y condena la violencia hegemónica. Terminó el tiempo del
dualismo perverso, desestabilizador que aplica mecanismos
ambiguos que alientan y practican la violencia como arma
política. La Fuerza Armada, luego de la llegada de Chávez se
convirtió en un semillero de ideas novedosas, se integró
a la política de cambio social, económico y
político. Situación que asumió toda
la institución castrense
venezolana
La Revolución Bolivariana ha significado una adecuación defensiva
impostergable, tanto en lo doctrinario como tecnológico, lo que
le ha permitido ponerse a tono con las exigencias de los equipos
militares más avanzados.
8
Las inmensas riquezas naturales y energéticas de nuestra patria, son codiciadas por toda clase de poderes imperialistas. Para impedirlo
se requiere una plena capacidad defensiva en todos los escenarios de conflicto: social, diplomático, bursátil, económico, militar...
y es uno de los más importantes legados del Comandante
Supremo. Hoy en día cuenta con amplio respaldo de la
población venezolana, a través de la novísima Unión Cívico
Militar, rescatada y redefinida desde la historia patria, a la
luz de los nuevos tiempos.
En la actualidad existen diversos enfoques para definir
los fenómenos polemológicos internacionales y la forma
en que los Estados poderosos como actores principales
dependientes de las grandes corporaciones financieras
mundiales, actúan para satisfacer
sus intereses, por encima del Derecho
Nacional o violando el Derecho
Internacional. En este sentido, existe
diversidad de conceptos para caracterizar
la fenomenología de los conflictos
internacionales, algunos de
ellos similares al contexto venezolano
y otros muy específicos de nuestras
realidades, que ocurren como
consecuencia del empleo de nuevas
formas de injerencia y dominación extranjera mediante el
apoyo a los actores internos que, como aliados de esos factores
externos, contribuyen para usurpar el poder nacional
más allá de la legalidad y con el fin último de adueñarse de
las riquezas existentes.
Estas nuevas formas intervencionistas poseen una caracterización
propia en la coyuntura nacional bolivariana
y mantienen también elementos comunes injerencistas
aplicados en lo internacional. Por ello es necesario identificar
y consolidar una doctrina endógena que garantice
a las generaciones futuras los niveles de comprensión de
los fenómenos del conflicto venezolano, el fortalecimiento
de la conciencia patria, la orientación axiológica desde la
perspectiva del Poder Nacional a la luz del Concepto Estratégico
Militar para la Defensa Integral de la Nación y del
Plan de la Patria.
Un país-potencia es
impensable sin un alto
desarrollo industrial,
cognoscitivo, tecnológico y
productivo, a la par de un
adecuado sistema militar
defensivo
De igual manera, en el plano metodológico, es preciso incorporar
el estudio de valores matemáticos en la periodización
y surgimiento del conflicto, de manera que se facilite el estudio
prospectivo para conocer y construir escenarios futuros
con alto grado de probabilidad, basado en criterios e indicadores
precisos, brindar aportes importantes en el proceso de
análisis cualitativos y cuantitativos, en la toma de decisiones
estratégicas en el más alto nivel de conducción de la guerra.
Los enemigos externos e internos de la Patria Bolivariana,
ejercen presiones sobre la nación
venezolana mediante la aplicación
de una estrategia, la cual denomino:
Fragmentación Multidimensional dirigida
contra el Estado venezolano y
requiere de la implementación de lo
que designo como estrategias de Ruptura
Dinámica, estructuradas en algunos
casos, de igual forma y proporción
multidimensional a las amenazas y
ataques, y en otros casos, bajo el criterio
de la Superioridad Relativa, de carácter asimétrico que
permite enfrentar enemigos en poderío militar mas no moral.
Estos elementos brindan además Poder Estabilizador
a la Seguridad de la Nación, dotándola de múltiples dimensiones
para garantizar la soberanía e independencia,
abriendo paso a una Seguridad Múltiple o Multidimensional,
y a su vez requiere en toda su extensión de la Defensa
Integral de la Nación para garantizar el esfuerzo del Estado
venezolano desde la lucha no armada incluyendo el
espacio no lineal, con iniciativa y desde todos los ámbitos
del poder, garantizando capacidad para elevar y mantener
el apresto operacional de la FANB y vencer los intentos
de ruptura dinámica permitiendo el éxito, cuando se
requiere emplear la lucha armada apalancándose en la
Unión Cívico Militar como garantía de superioridad relativa
para que en el enfrentamiento asimétrico se logre el éxito.
9
Una propuesta concreta
Es necesario rediseñar el Plan de Desarrollo de la FANB
y brindarle mayor espacio-tiempo hasta el 2030 y más allá,
para garantizar el desarrollo armónico y ajustado a las realidades
presentes y los cambios que surjan. Como aporte
a la soberanía e independencia de la patria se recomienda
elevar esta propuesta al Consejo de Defensa de la Nación,
para la adaptación y modernización del Concepto Estratégico
Militar para la Defensa Integral de la Nación.
Finalmente, para garantizar el logro de los objetivos
planteados en el Plan de la Patria, y encontrarnos con la
Venezuela Potencia, es necesario apreciar las amenazas y
diseñar la Ofensiva Estratégica Dinámica como concepto de
movimiento ofensivo, defensivo, temporal, multidimensional,
de aproximación a las amenazas para su neutralización
y destrucción, sin astigmatismos estratégicos, que permitan
la aplicación de estrategias complementarias para garantizar
la integridad, soberanía e independencia, por lo que el
desarrollo de todas las Regiones del país —incluyendo el mar
desde la Región Estratégica de Defensa Integral Marítima Insular—
es vital para la nación y por sí mismo, para el pueblo
venezolano.
Nuestro pueblo para sobrevivir a los ataques inclementes
producto del injerencismo extranjero y las ansias por apoderarse
de nuestros recursos naturales y del poder económico
financiero de crecimiento de la Patria Bolivariana, así
como por su ubicación geoestratégica mundial, de altísima
ventaja, necesita una Fuerza Armada Nacional Bolivariana,
cohesionada y fuerte y, sobre todo, con conciencia de su rol
histórico para convertirse en garante de la Seguridad de la
Nación venezolana.
* Este texto proviene de la tesis doctoral del AJ Remigio Ceballos
Ichaso, presentada al IASEN. El título original es: «Aproximación
teórica hacia la Venezuela potencia a la luz de las amenazas presentes
y futuras como estrategia complementaria para la Seguridad
de la Nación».
10
Vocación libertadora y capacidad defensiva se concilian de manera férrea y decidida,
garantizando así la plena preservación de la soberanía venezolana. Expresión
de las múltiples funciones que implica hoy la Defensa Integral de la Nación,
el AJ Remigio Ceballos Ichaso, Comandante Estratégico Operacional, en arenga a
efectivos del CONAS.
11
Las Nuevas Guerras,
una mirada a través del lentE de
Mary Kaldor
Mary Kaldor
12
Texto: Cap. Manuel Eduardo Skias Pino *
Fotos: Archivos ACM
E
s probable que asistamos a una nueva morfología en
los conflictos armados. De ser así, ¿qué indicadores
permiten señalar que ha existido una transformación
de la guerra en contraposición con los preceptos teóricos
planteados por Clausewitz? En este sentido, se analizará
cómo los paradigmas clausewitziano y el westfaliano se han
ido erosionando, como resultado de un proceso complejo de
globalización, que ha hecho que todos los conceptos relacionados
con seguridad, soberanía, entre otros, se replanteen;
la guerra no escapó de sus efectos. En torno a la obra
de Mary Kaldor, se basarán la mayoría de los argumentos
aquí planteados, pues considero que es la figura teórica más
representativa en este tema y quien acuñó el término de
«Nuevas Guerras».
Las respuestas a las interrogantes que se señalan a continuación,
son la base para disertar sobre un tema que aún
sigue ordenando la agenda de la seguridad internacional, y
es el referido a la guerra o empleo del instrumento militar.
¿Existe una nueva forma de hacer la guerra? ¿Aún las
guerras actuales se conciben como lo señalara Clausewitz?
El Estado tal y como lo conocemos es el actor con mayor
importancia en el sistema internacional, pero… ¿existe una
erosión de este paradigma? ¿Qué papel ha jugado la globalización?
¿Es probable que seamos testigos de una nueva
forma de violencia política, una nueva forma de guerra?
Con respecto a la guerra, tomaremos como referente a
Clausewitz ya que el mismo ha definido la forma de hacer la
guerra de los últimos tiempos, desde la creación de lo que
conocemos como Estado moderno, en esta era westfaliana
concebida desde las diferentes teorías contractuales, como
son las de Rousseau, Hobbes, Locke.
Carl von Clausewitz, en su obra De la Guerra señala los
principales cánones a través de los cuales se desarrolla la
guerra, exponiendo lo que actualmente se conoce como
la trinidad clausewitziana (gobierno, fuerza armada y población);
de allí que se le dé la denominación de guerras
trinitarias, entre otras consideraciones. Es el teórico más
representativo de las viejas guerras, como lo señala Mary
Kaldor en su artículo de investigación titulado «En defensa
de nuevas guerras» (Kaldor, 2013).
Clausewitz, hace mención a que el empleo del instrumento
militar es de uso exclusivo del Estado y persigue los
fines políticos del mismo, como ya es conocida su célebre
frase «la guerra es la continuación de la política por otros
medios».
Van Creveld, en
su libro La Transformación
de la
guerra (1991),
demuestra que la
forma tradicional
de hacer la guerra
ha cambiado,
y esto es ocasionado
no sólo por
la multiplicidad
de actores sino
por el empleo de
la tecnología. Estas
reflexiones las
hace en la observación
del enfrentamiento
de 1980
a 1988 entre Irán
Carl von Clausewitz
e Irak, donde los
métodos convencionales se hicieron inútiles. Él acuña lo
que hoy se conoce como guerras de baja intensidad, en
las cuales intervienen fuerzas de carácter irregular, y que
a criterio de ese autor, constituyen el conflicto del futuro,
además de vaticinar que en el plano político-institucional, el
Estado ha dejado de ser el sujeto central de las Relaciones
Internacionales.
Tomando en cuenta que esta tesis se presentó durante
los primeros años de la década de 1990, muchas de las
consideraciones fueron acertadas, pero otras no tanto. La
propuesta presentada no era suficiente para entender las
nuevas formas de violencia que se estaban dando en el
plano internacional durante ese período histórico.
Aún el Estado moderno sigue siendo el actor principal
del escenario internacional, como lo expuso Samuel Huntington
en su artículo «¿Choque de civilizaciones?» (Huntington,
1993, p. 1) o como indicaron Rosenau y Durfee, al
expresar que «…discernir un declive en la capacidad de los
Estados, por lo tanto, no sugiere o implica de manera alguna
que ya ellos no son actores relevantes en el escenario
global» (James Rosenau y Mary Durfee: «El Postinternacionalismo
en un Mundo Turbulento», p. 19).
Con respecto al Estado, tomaremos la definición de Max
Weber, entendiendo que es una organización que «conserva
el monopolio de la violencia organizada legítima».
Resulta relevante lo aquí señalado, porque desde los
años de 1970 se empiezan a presenciar fenómenos relacionados
con la erosión del Estado, producto de múltiples
factores.
Por consecuencia, el debilitamiento de los paradigmas
westfaliano y clausewitziano, va de la mano, siguiendo lo
señalado por Mariano Bartolomé, quien menciona en su
libro La Seguridad Internacional en el siglo XXI, más allá de
Westfalia y Clausewitz (Bartolomé, 2006, p. 33), que estos
paradigmas comienzan a erosionarse a inicios de la década
de 1970, marcando como hito la publicación del trabajo
de Keohane y Nye (Robert Keohane y Joseph Nye,1971,
p. 332), donde señalan que transnacional es todo «movimiento
de elementos tangibles o intangibles a través de las
fronteras estatales, en el cual al menos uno de los actores
involucrados no pertenece a gobierno u organismo internacional
alguno».
Priorizaremos el enfoque relacionado con la seguridad
internacional, ya que en el marco del postmodernismo
aparecen términos que se conocen como «interméstico»,
«áreas grises», «áreas sin ley» (Bartolomé, 2006, p. 27). El
mínimo común denominador en estos tres conceptos citados
por Bartolomé, es que se trasciende la tradicional
concepción de soberanía, donde el Estado no ejerce el monopolio
de las armas.
Hasta ahora hemos realizado una breve síntesis de
temas relacionados con la forma de concebir la guerra
de von Clausewitz y van Creveld, el concepto de Estado y
aquello desde donde comienza a erosionarse los paradigmas
westfaliano y clausewitziano. Pero hay un elemento
que terminará de completar el abordaje a una nueva forma
de conflicto: el fenómeno conocido como globalización.
Siguiendo a Bartolomé (2013) y a Nahím (2006) la globalización
es un potenciador de actividades positivas y negativas.
Para Zigmunt Bauman, la globalización ha generado
Jean-Jacques Rousseau
Thomas Hobbes
John Locke
13
14
una especie de interdependencia entre
los individuos e introduce el término de
Globalización negativa, esto es:
«…una globalización altamente selectiva
del comercio y el capital, la vigilancia
y la información, la coacción
y el armamento, la delincuencia y el
terrorismo, todos ellos elementos
que rechazan de plano el principio
de soberanía territorial y no respetan
ninguna forma estatal». (Bauman,
2007, p. 15).
Continúa el mismo autor señalando:
«…uno de los efectos más siniestros
de la globalización es la desregulación
de las guerras…la mayoría
de las acciones bélicas, y las más
crueles y sangrientas, las llevan a
cabo entidades no estatales, no
sometidas a una legislación estatal
o semiestatal ni a convenios internacionales. Son, al mismo
tiempo, el resultado y las causas, auxiliares pero poderosas,
de la continua erosión de la soberanía estatal y de las permanentes
condiciones de zona fronteriza del espacio global
“supraestatal”… los antagonismos intertribales irrumpen en
el espacio abierto gracias al debilitamiento del brazo del Estado».
(Ibid., p. 114).
Mary Kaldor, hace diferentes señalamientos sobre la globalización,
que se pueden compilar de la siguiente forma:
1.«…la intensificación de las interconexiones políticas,
económicas, militares y culturales a escala mundial…» (Kaldor,
2001, pp. 17-18);
2.«…la globalización incluye también la transnacionalización
y la regionalización de la gobernanza» (Ibid., p. 97), y
3.«…la globalización es un proceso que implica la integración
y la inclusión, además de la fragmentación y el exclusivismo…»
(Ibid., 2001, p. 178).
Siguiendo a Holm y Sorensen,
en su obra ¿El orden mundial
de quién?, éstos expresan
que la globalización es
«…la intensificación de
las relaciones económicas,
políticas, sociales
y culturales por
encima de las fronteras.
El proceso es
desigual en términos
de la intensidad
transnacional, el ámbito
geográfico y la
profundidad nacional
y local». (Hans-Henrik
Holm y Georg Sorensen,
1995, p. 6).
El enfoque de Mary Kaldor
A Mary Kaldor se le atribuye
el término de «Nuevas Guerras»,
quien en 1999 publica su libro
New and Old Wars. Organised
violence in a global era (Kaldor,
2001). Desde el momento
de su publicación numerosos
estudiosos de la guerra han debatido
y publicado sus trabajos,
enmarcándose como defensores
o detractores de los preceptos
expuestos por esta investigadora
de la seguridad (Bados Nieto
y Duran Cenit, 2015), que aborda
estos temas desde el lente de la
seguridad humana (Fuentes y Rojas
Aravena, 2005).
Esta obra fue realizada, teniendo
como objeto de estudio la Guerra
de Bosnia-Herzegovina (1992-
1995), la propuesta se constituye
en un abordaje orienta- do en primera instancia al respeto
a los derechos humanos, la instauración de una autoridad
política legítima, tratar de actuar en el conflicto en contextos
multilaterales, abordar el conflicto de forma multilateral en
lo que ella denomina una visión cosmopolita y que de esta
forma se evitaría la propensión al neocolonialismo. Este tipo
de guerra, señala que son guerras propias de la globalización.
Pero quizás lo que más ha dado de qué hablar, son los
indicadores que emplea para realizar la distinción entre «las
viejas guerras» y las «nuevas guerras».
En este aspecto es imprescindible hacer mención a
la justificación que Kaldor da para emplear cada uno de
los términos, el porqué emplea el término de «nuevas» y
el término de «guerras», éste es un rasgo distintivo que se
aprecia en todo su trabajo (Kaldor, 2001) para explicarle al
lector el origen de sus argumentos.
Por consiguiente, la autora emplea el término «nuevas»
con la finalidad de «…distinguir estas percepciones de las
percepciones más comunes sobre la guerra de una época
anterior» y «guerra» señala que es «para subrayar
el carácter político de este nuevo tipo
de violencia».
En el año 2013, producto de las críticas
que le hicieren a los términos empleados,
Kaldor publica In Defence of
New Wars (2013) donde menciona
que el término «nuevas» está orientado
a «…una forma de excluir las
suposiciones “antiguas” sobre
la naturaleza de la guerra y de
proporcionar la base para una
nueva metodología de investigación»
(Kaldor, 2013, p. 3).
Continúa desarrollando su
argumento y expone que:
« …el punto del adjetivo
‘nuevo’ no tiene que ver
con ninguna caracte-
rística particular de los conflictos contemporáneos ni con qué
tan bien se asemeja a nuestras suposiciones sobre la realidad,
sino que tiene que ver con el modelo de guerra y cómo el modelo
que explico es diferente de los modelos prevalecientes
que sustentan tanto la política como la erudición. Es un modelo
que implica una lógica política, económica y militar específica».
(Kaldor, 2013, pp. 4-5)
Así las cosas, procederemos a parafrasear lo que la autora
señala como «Nuevas Guerras»: las características de
este nuevo fenómeno radican en que existe un desdibujamiento
entre las distinciones existentes entre guerra, crimen
organizado y violaciones a gran escala de los DD.HH. No es
visible la distinción entre lo interno y lo externo, lo policial
y lo militar, lo público y privado, los motivos económicos o
políticos, combatientes y no combatientes.
En este contexto es que desarrolla su tesis explicando
que existen ciertas características que permiten señalar
que se está ante una nueva forma de violencia, una «nueva
guerra», a saber: «…sus objetivos, sus métodos de lucha y
sus modos de financiación» (Kaldor, 2001, p. 21). También
indica que existe una proliferación de actores estatales y no
estatales. Dichas características son:
Los Actores: Mientras que en las viejas guerras, el
único actor que prevalecía era el Estado y por antonomasia
los que la realizaban eran las fuerzas armadas de
los mismos, es decir combatientes plenamente identificados,
con códigos éticos y morales sustentados por la
normativa internacional vigente, lo que se refiere al Derecho
de la Guerra, el Derecho Internacional, convenios
de Ginebra y sus respectivos protocolos, en esta nueva
forma de violencia política se «…incluye a todo un “ejército”
internacional que va desde periodistas extranjeros,
soldados mercenarios y asesores militares, expatriados
voluntarios, ONG, instituciones internacionales, como la
ACNUR, la UE, UNICEF, la OSCE y la propia ONU» (Bados
Nieto y Duran Cenit, 2015), a los que se les suma las
organizaciones criminales, contratistas de seguridad privada,
yihadistas, caudillos, paramilitares, etc.
De este último grupo, la gran mayoría de los
señalados o no tienen ninguna res- ponsabilidad
penal por los actos cometidos,
por no ser sujetos jurídicos de las
diferentes normativas del Derecho
Internacional Público, como es el
caso de las contratistas de seguridad
privada, o simplemente son
desafiantes de estas normativas,
como lo hacen las organizaciones
criminales, paramilitares,
lo que ha despertado la necesidad
de realizar un abordaje
más integral en temas de seguridad
internacional.
Los métodos de lucha: En
las viejas guerras, la guerra
convencional o regular, el objetivo
es la captura de territorio,
donde las batallas son los
enfrentamientos decisivos;
es decir, el instrumento mili-
Tutsi Hutu Twa
tar de dos Estados que se enfrentan hasta consolidar los
objetivos políticos. Las guerras de guerrillas se establecieron
bajo la premisa de ganarse a la población para poder
operar libremente en el territorio; esto sería lo mismo que
señalar la captura de territorio a través del control político
de la población. Esta forma de hacer la guerra surgió como
una forma de enfrentar a un ejército convencional con una
concentración de masa (hombres, poder de fuego) según
los términos clausewitzianos, superior, por lo tanto para
hacerle frente directamente, significa irremediablemente
la no consumación de los objetivos, y por ende se hace
necesario diseñar una vía alterna; se traza una estrategia
orientada a evitar la confrontación directa en una batalla e
ir dando golpes mínimos haciendo un uso eficiente de las
fuerzas con las que se cuentan, con un amplio conocimiento
del terreno donde se opera e influir en la moral del adversario,
al menos así lo señalaba Mao Tse-Tung: moverse
en el terreno «como un pez en el agua». En contraposición
con lo señalado anteriormente, las nuevas guerras toman
de la guerra de guerrillas el control político, pero hacen gala
de unas armas que actúan sobre la psiquis del ser humano:
«el miedo y el odio».
En ellas ya no cuenta ganarse a la población y operar
sumergido en ellas, sino que «El objetivo es expulsar a la
población mediante diversos métodos, como las matanzas
masivas, los reasentamientos forzosos y una serie de
técnicas políticas, psicológicas y económicas de intimidación…»
(Kaldor, 2001, p. 23).
En estos términos se infiere que la violencia se dirige
hacia los civiles y no contra las fuerzas enemigas como
una forma de controlar territorio. Vale acotar que en esta
concepción de las Nuevas Guerras las batallas son raras.
Entre los métodos identificados por Kaldor se señalan
los siguientes: el asesinato sistemático de los que se adhieren
a otras etiquetas (caso los hutus y los tutsis, en África),
la limpieza étnica (Bosnia-Herzegovina, los Balcanes),
hacer inhabitable una zona. La destrucción de la cultura y
la historia, eliminando iconos que determinan el entorno
cultural de un grupo de personas. Otro método de profanación
son los abusos sistemáticos y violaciones masivas,
todas estas modalidades están comprendidas en la definición
de genocidio, prevista en el Art. 2° de la Convención
de Ginebra de 1948. En definitiva, los métodos
empleados rechazan todas las normativas de la
guerra.
La forma de financiamiento de la guerra:
Mientras que las viejas guerras manejaban
el concepto de economía de
guerra, referido a un régimen autárquico,
donde los medios financieros
para respaldar a la fuerza
armada del Estado se conseguían
a través del incremento de los impuestos
y políticas públicas de
austeridad, orientadas para atender
la contingencia o a través de
potencias que brindaban su apoyo
económico directo al gobierno de
alguno de los actores estatales en
conflicto, lo que se observa en las
15
16
nuevas guerras es lo que la autora denomina una economía
de guerra globalizada (Kaldor, 2001, p. 24).
Esta economía de guerra tiene como rasgos particulares
que se sirven del saqueo, de la venta en el mercado negro
de: petróleo, piedras preciosas (oro, diamantes) y minerales
estratégicos; también se obtienen apoyos a través de
los recursos enviados por una diáspora movilizada y activa,
así como también por la ayuda humanitaria, apoyo directo o
indirecto de países vecinos o aquellos donde sus intereses
se vean amenazados en el área donde se desarrolla el conflicto,
el tráfico de drogas, de armas, de obras de arte, piezas
arqueológicas de valor, entre otras.
Las unidades en combate se sirven de todas estas
acciones para garantizar el financiamiento del esfuerzo
de la guerra. En algunos casos, en las
zonas que se encuentran en conflicto continúan
produciéndose o explotándose los
recursos; por ejemplo, los diamantes de sangre
en Angola, Sierra Leona y República Centroafricana;
lapislázuli, esmeraldas y opio en Afganistán;
la producción de drogas en Colombia, Perú y
Tadjikistán.
Los objetivos: En las guerras del siglo
XX y las anteriores a ellas, las mismas se libraban
por intereses geopolíticos e ideológicos
(democracia o comunismo). En esta nueva
forma de violencia se observa que «los
objetivos políticos están relacionados
con la reivindicación
del poder sobre la base
de identidades aparentemente
tradicionales:
nación, tribu, religión».
(Kaldor, 2001, pág. 93).
En este aspecto, la autora
hace referencia a «Política de Identidades»
caracterizando que son «movimientos
que surgen asociados a una identidad
étnica, racial o religiosa y con el propósito
de luchar por el poder estatal». Ella expresa que
usa el término «identidad en sentido estricto como forma
de etiqueta», y el término «política, se refiere a la reivindicación
del poder estatal». Ella señala que «…los conflictos
tribales en África, conflictos religiosos en Oriente Próximo
o el sur de Asia o conflictos nacionalistas en Europa, todos
tienen una característica común, que es el uso de etiquetas
como base para las reivindicaciones políticas».
La política de identidades por lo general tiende a ser fragmentadora,
retrógrada y excluyente. En su mayoría suelen
ser movimientos que toman bases históricas para rememorar
un pasado glorioso, generar el estado de ansiedad en el
advenimiento de la época pasada.
Esto da pie para hacer mención sobre lo que opinan Rosenau
y Durfee, con respecto a formas de nacionalismos;
señalan que en algunos casos:
«…los subgrupos fueron naciones históricas y los sentimientos
acompañantes pueden ser vistos como expresiones
de nacionalismos… reservar el término de nacionalismos
para aquellas expresiones subgrupales que giran en torno
a naciones y sentimientos de etnicidad». (James Rosenau y
Mary Durfee: «El Postinternacionalismo en un Mundo Turbulento»,
pp. 22-23).
Toda política basada en la identidad genera una minoría,
si se observan los extremos de esta premisa en el lado «positivo»
de la misma se generaría una discriminación psicológica,
pero en el peor se desencadena una persecución a la
población terminando incluso con su exterminio.
Quizás lo más importante es señalar que el terreno más
propicio para que se desarrolle una política de identidades,
es cuando las estructuras del Estado moderno están desintegradas
o erosionadas, pero indefectiblemente este tipo
de política está intrínsecamente relacionado con la globalización.
Alerta al indicar que los grupos criminales transnacionales,
aprovechan la situación gestada en el marco de
las Nuevas Guerras y que «las nuevas formas de lucha
por el poder pueden disfrazarse de nacionalismo
tradicional, tribalismo o comunalismo».
De esta forma, siguiendo a Kaldor, se ha
caracterizado a través de los indicadores
anteriormente señalados cómo se identifica
si estamos o no ante una Nueva Guerra.
El caso del Daesh, podría ser empleado como
forma de exponer un ejemplo de la vigencia de estos
temas en la actualidad. Este grupo terrorista
data del 29 de junio del 2014, cuando fue oficialmente
anunciada su existencia por Abu
Bakr al-Baghdadi, su líder y autoproclamado
califa (Bartolomé, 2016, p. 3). En
cuanto al objetivo político, el Daesh
evidentemente impulsa una política
de identidades, excluyendo a los que
no se suman a su etiqueta y exterminando
en muchos casos la cultura;
aquí sería importante resaltar lo sucedido
con Palmira, en Siria.
El financiamiento de la guerra, con la venta
del crudo han podido financiar y mantener
sus operaciones en el tiempo, amén
del pillaje y demás prácticas relacionadas
con el mercado negro y contribuciones de adeptos
a la causa de la conformación del califato.
Por otro lado, en cuanto a la cantidad de actores implicados
en este tipo de conflicto, se puede observar una variedad
tal y como los tipifica la autora, la violencia en muchas
ocasiones está dirigida a la población civil pero es conocido
que sostienen combate con fuerzas militares regulares,
aunque la teoría señala que uno de los rasgos para identificar
a las Nuevas Guerras es que «La violencia se dirige
principalmente contra los civiles como una forma de controlar
el territorio en lugar de contra las fuerzas enemigas».
(Kaldor, M. 2013, p. 3); quizás es por ello que Mariano Bartolomé
(Bartolomé, M. 2016, p. 4) señala que la propuesta
de Mary Kaldor se hace insuficiente para estudiar este tipo
de conflictos.
Lo que sí sería importante resaltar es que las Nuevas
Guerras tal y como lo indica la autora:
«Nos permite abordar la lógica general que es inherente a
los conflictos violentos contemporáneos y que los hace diferentes
en especie de las “viejas guerras”. Es una lógica que
va más allá de los componentes específicos de los conflictos
contemporáneos: la política de identidad o la depredación
económica, por ejemplo. Por el contrario, proporciona un
marco integrador para el análisis». (Kaldor, M. 2013, p. 2).
Explica que el objetivo de describir los conflictos de la
década de 1990 como «nuevos» es redefinir los métodos
que emplean los académicos para investigar estos conflictos
y, por lo tanto, cambiar la forma en que los encargados
de formular y diseñar políticas perciben estos conflictos.
Se observa que muchas de las amenazas que se ciernen
sobre el sistema internacional, pueden ser entendidas
a través de esta herramienta metodológica y por qué no,
delinear que existe una nueva forma de concebir las conflagraciones.
Un escenario prospectivo en la República Bolivariana
de Venezuela, analizado bajo el lente de Kaldor, es lo que
se está gestando al sur del país en el estado Bolívar: la
conformación de un movimiento secesionista y de un presunto
grupo paramilitar autodenominado Milicia Territorial
Pemón se constituyen como elementos claves, que permite
señalar que se estén reuniendo las condiciones necesarias
para que una nueva forma de conflicto se desarrolle
dentro del territorio nacional, tal y como lo denunciaran el
GB Roberto González Cárdenas (reserva activa) y el Doctor
Vladimir Adrianza Salas en una entrevista dada al programa
«Dossier» del canal VTV, el 23-07-2018.
En la Zona Estratégica de Desarrollo Nacional «Arco Minero
del Orinoco», existen grandes yacimientos de recursos
minerales, se encuentran asentadas diferentes comunidades
indígenas, las concesiones de explotación otorgadas
por el Gobierno nacional a las transnacionales y la minería
ilegal; son algunos de los factores que convergen entre sí
y que permite proyectar la factibilidad de un escenario de
conflictividad que podría ir escalando paulatinamente.
En relación al posible escenario, Michale Klare (Klare,
M. 2003) refiere tres conflictos característicos de una
cantidad de conflictos que se han generado en el mundo
por motivo de los recursos naturales: Bougainville, Sierra
Leona y Borneo, donde los factores determinantes de los
mismo se repiten en cada uno de ellos; el desplazamiento
de los pueblos originarios los cuales en la mayoría de los
casos se encuentran asentados en los lugares poseedores
de dichas riquezas naturales, el empleo de compañías militares
privadas, ya sea para hacer frente a los movimientos
separatistas a favor de los gobiernos o para simplemente
intensificar las diferencias y prolongar la situación con la finalidad
de extraer la mayor cantidad de ganancias, el daño
irreversible que se le hace al medio ambiente y por último
las masacres de miles y millones de personas tales como
las realizadas en la República Democrática del Congo o en
la República Centroafricana.
A modo de colofón se tomará lo expresado por el Banco
Mundial en su Informe del año 2011 sobre Conflicto,
Seguridad y Desarrollo (Banco Mundial, 2011), citado por
Kaldor (2013, p. 1):
«Los sistemas globales del siglo XX fueron diseñados para
enfrentar las tensiones entre Estados y las guerras civiles.
La guerra entre los Estados-nación y la guerra civil tiene una
lógica dada... La violencia del siglo XXI no encaja con el molde
del siglo XX... La violencia y el conflicto no se han desterrado...
Pero debido al éxito en la reducción de la guerra
interestatal, las formas restantes de la violencia no encajan
perfectamente en “guerra” o “paz”, ni en violencia “política”
o “criminal”.»
* Jefe del Departamento de Análisis Interior de la División de Análisis
de la Dirección Conjunta de Inteligencia Militar del CEOFANB.
Diplomado en Defensa y Seguridad Internacional.
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Rosenau James y Durfee Mary: «El Postinternacionalismo en un
Mundo Turbulento». Material de Estudio de la Cátedra de Estructuras
Internacionales II de la Escuela de Estudios Políticos y Administrativos
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Jul. 2018. [Archivo de video]. Recuperado de
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17
Los Objetivos Nacionales y la Seguridad de la Nación:
Importancia de la Unión Cívico-Militar
(Pueblo-Fuerza Armada)
18
Texto: Ricardo Sanoja *
Fotos: Archivos ACM
L
a guerra, más que un instrumento de
la política, es un acto político, ya que
de todo punto es superflua la definición.
Decía Lenin: «La guerra es parte de un todo y ese
todo es la política».
En este mismo sentido, partiendo de la base marxista-leninista,
la definimos como violencia armada y no
armada, organizada entre distintas clases sociales, Estados,
grupos de Estados y naciones, con un fin de la
obtención de unos objetivos políticos definidos (control
político).
Es por ello que, a toda guerra hay que hacerle un
examen histórico, para lograr entender la relación entre
la guerra y la lucha de clases, en el espacio geográfico
(control del territorio).
Los objetivos políticos
Los objetivos políticos, son representados fundamentalmente
por territorios y sus influencias de tipo económico,
ideológico y hoy día, con más complejidad, como la
mente humana y la incidencia en la psiquis colectiva de
las masas (control social).
En la actualidad, la guerra es total, multidimensional
y simultánea en todas sus formas: política-económica,
diplomática y militar, donde lo fundamental no es sólo
quebrantar la voluntad del atacado, sino hacerse con su
voluntad, que es apoderarse de su mente.
La guerra no lineal y el arte político-militar
Entre los objetivos de la guerra no lineal y/o no convencional,
tenemos tres elementos esenciales:
– Las fuerzas armadas ( control militar)
– El territorio (control del espacio)
– La voluntad del enemigo (control social).
El arte militar, en su desiderátum,
uno de los modos es conseguir vencer
al enemigo sin combatir, como última ratio y de ahí la importancia
de la política en una de sus dimensiones: la acción
psicológica.
Entonces, pues, el valor moral es clave para que en
los más altos niveles de gobierno, tanto político como el
militar, insurja el genio y el valor del guerrero en su amor
a la patria y capacidad de decisión para resolver cualquier
eventualidad, y en ese mismo tenor desarrollarlo
como una gran cualidad, en ese camino a la emancipación
del hombre de las condiciones físicas, a través de
las sucesivas adaptaciones del hábitat.
En El arte de la guerra, Sun Tzu nos ilustra en el tema
de las leyes y principios de la guerra, de la táctica y de la
estrategia; por ejemplo: «En el arte de la guerra no existen
reglas fijas, las reglas se establecen de acuerdo a las
circunstancias». 1
Así mismo, es importante destacar que la defensiva
es clave, y lo sería aún más cuando se concreta la cohesión
social entre el pueblo y la fuerza armada, un binomio
perfecto, donde lo moral es un factor decisivo y más
si se apela a su historia, a su cultura y a su territorio.
La moral, como fenómeno de la guerra, es la expresión
suprema de la totalidad dialéctica e histórica que
definen la capacidad de un pueblo en mancuerna con
la fuerza armada, para superar cualquier adversidad,
donde el Estado provee todo lo relacionado a lo material
para elevar el completo nivel operacional y así mismo el
completo apresto de conciencia, fortaleza física y espiritual.
En esta nueva modalidad de guerra no lineal, hay que
enseñar a pensar y aprender a aprehender, para que
nuestro potencial humano sea un gran poder nacional,
ya que el progreso de los individuos y así mismo de las
sociedades es directamente proporcional a su preparación
técnica e intelectual como de su nivel cultural.
Es vital fomentar el estudio y la formación, para incrementar
nuestro poder social frente a la subversión, a las
guerras ideológicas y psicológicas, ya que las ideas son las
que mandan; en las ideas está el poder.Es por ello que, sin
un rearme del poder mental de la población, la opinión pública
estará en manos de utópicos y demagogos, por lo que
para el líder es fundamental tener de su lado la opinión pública.
De allí la importancia de ser una persona íntegra y
coherente en pensamiento-praxis y acción, en sintonía con
el pueblo.
Entonces, es así como ese Poder Popular, con su líder
alineado a sus necesidades, creencias y aspiraciones, no
con fines partidistas ni electorales, sino como hombre de
Estado, debe actuar y conducirse a favor del logro de los objetivos
nacionales, como de sus objetivos políticos, cuando
éstos estén orientados a concretar:
«Un proyecto sugestivo de vida en Común» (Comuna o
Nada), ya que es en la comunidad, donde el individuo se
encuentra a sí mismo.
Los objetivos nacionales
De igual manera, dentro de la estructura de conceptos
de objetivos comunes, definimos objetivos nacionales, como
aquellos elementos constitutivos nucleares de las políticas
de la Seguridad de la Nación. Y que son entendidos como la
traducción de las aspiraciones e intereses de todo el conjunto
nacional, cobrando vida la propia supervivencia del
Estado, ya que sus intereses pasan a ser los intereses de la
Seguridad de la Nación.
En este mismo tenor, al Estado le corresponde la función
rectora de crear las condiciones, por medio de la planificación
conjunta en todos sus ámbitos transversalizados, el logro
de los objetivos nacionales, donde la política nacional,
como un conjunto de acciones del gobierno nacional en su
sentido más amplio, como en nuestro caso el pentágono del
Poder Publico Nacional: Ejecutivo, Legislativo, Judicial, Moral
y Electoral, cuyo alcance teleológico es la consecución
y salvaguarda de los objetivos nacionales, plasmados en
nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela.
Por lo tanto, tenemos que desde el Poder, se deben direccionar
los siguientes lineamientos con la visión de conjunto
respectiva:
–Información
–Mentalización
–Defensa del Estado
–Completo apoyo a la Política Nacional.
Por último, Richard Muir, en su libro Geografía Política
Moderna, nos expresa lo siguiente:
«El político es el órgano director que organiza toda la Nación,
el militar es el órgano ejecutor de la decisión política, y
su función es imponer tal decisión por la fuerza, cuando así
se juzgue necesario. Y para llevar esto a cabo no le basta sólo
con conocer el factor físico sobre el que va a actuar, es obligado
que conozca el cultural, sociológico, político, económico,
etc., ya que de este conocimiento se deduciría una mayor aplicación
de la fuerza. Al haber una coincidencia de medio y de
finalidad, la relación es evidente».
En síntesis, lo geográfico desempeña entonces, un papel
importante como teatro de operaciones, tanto para la estrategia
política como para la estrategia militar, todo un tablero
de ajedrez esferoidal donde el saber y el conocimiento son
un poder.
¡Chávez vive!
* Profesor en Ciencias Sociales mención Geografía e Historia, en
la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL-Maracay) y
Magister en Relaciones Internacionales del Instituto de Altos Estudios
para la Defensa Nacional (IAEDEN), Universidad Militar Bolivariana.
Actualmente Doctorante en Seguridad de la Nación en el Instituto de
Altos Estudios para la Seguridad de la Nación (IAESEN). Correo electrónico:
elojodelgato@hotmail.com y el Twitter: @ ricardo_ sanoja
Bibliografía
Cebrian, F. Pinto: La Geografía y la Guerra. Colección Adalid, Servicios
de Publicaciones del EME, Madrid, 1986.
Frías O’Valle, José: Nuestra Guerra y Nuestra Paz. Colección Adalid,
Servicios de Publicaciones del EME, Madrid, 1985.
Manrique, Miguel: La Seguridad en las Fuerzas Armadas. Fondo
Editorial Trópicos/Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, Universidad
Central de Venezuela, Caracas, 1996.
Sun Tzu: El Arte de la Guerra. Arca de Sabiduría, EDAF, Madrid,
México, Buenos Aires, San Juan.
Notas:
1
Sun Tzu: El Arte de la Guerra, Arca de Sabiduría, EDAF, Madrid,
México, Buenos Aires, San Juan, p. 36.
19
A la medida de guerras de cualquier índole
XIV Aniversario del CEOFANB
Texto: Lcdo. Duilio Medero*
Fotos: Archivos ACM
Cuando hace cuatro años celebró el CEOFANB su X Aniversario,
como parte del programa conmemorativo
se llevó a cabo un gran acontecimiento, el «Ejercicio
de Acción Conjunta Maniobra de Campaña 2015», en la región
falconiana de Paraguaná. En este septiembre 2019, al
cumplirse su XIV Aniversario, está aconteciendo un enorme
despliegue militar en la frontera colombo-venezolana: la
«Maniobra Venezuela Soberanía y Paz 2019», esta vez no
como acto previsto en la celebración, sino como un hecho
impuesto por la dinámica que afecta a ambos países, sintomático
de un enfrentamiento de gran escala de naturaleza
geopolítica. Ello le da un carácter estratégico excepcional
a estos ejercicios, ordenados por el Ejecutivo tras decretar
alerta naranja por crecientes amenazas de diversa índole
en aquel espacio fronterizo. Esta Maniobra también comprendió
la Zona Económica Exclusiva, operaciones anfibias
y la participación del CODAI, cuya actividad ha sido muy alta
este mes, puesto que la intromisión de aviones de vigilancia
de EE.UU. sobrepasó todos los promedios.
Cabe decir que la complejidad manejada este año y
la magnitud de las acciones ejecutadas llevan al Comando
Estratégico Operacional de la FANB a una órbita de
desempeño de capital valor. Esto debido a que ambos
sucesos —la alerta naranja y las Maniobras— han coincidido
en un marco conflictivo cuya intensidad sobrepasa
a todo lo conocido hasta la fecha, lo que nos permite afirmar
que las circunstancias en las que arriba el CEOFANB
a su fecha conmemorativa poseen hoy un rasgo extraordinario,
algunos de cuyos elementos relevantes veremos
en detalle más adelante.
En cuanto al programa de este aniversario, diversos actos
dieron gran realce a la celebración, que se extenderá
por un mes, y que se inició con una ofrenda floral del AJ
Remigio Ceballos y su Estado Mayor Conjunto, tributada al
Comandante Eterno y Supremo Hugo Chávez Frías, en el
Cuartel 4-F. Un compromiso inaplazable, puesto que fue él
quien tuvo la brillante iniciativa de crear el Comando Estratégico
Operacional, un 26 de septiembre de 2005. También
se realizó el II Foro Antiimperialista «Venezuela Soberanía y
Paz 2019», el día 24 de septiembre, en el Teatro de la Academia
Militar. El día 27, luego de una misa de rigor, hubo
una ceremonia de imposición de condecoraciones en el Hall
del Ministerio del Poder Popular para la Defensa, ocasión en
la cual dirigió unas memorables palabras el GJ Vladimir Padrino
López, Vicepresidente Sectorial de Soberanía Política,
Seguridad y Paz, y Ministro de la Defensa.
El peso de lo internacional
Hay que poner de relieve que este XIV Aniversario se da
bajo tensiones extremas que obedecen a campañas sistemáticas
de agresión contra el gobierno nacional, las instituciones
y la sociedad toda, protagonizadas por fuerzas
internas y foráneas capitaneadas por Washington. El alto
grado y alcance de todo ese manejo constituye el mejor
exponente de una nueva forma de guerra, en la que todo
apunta a un objetivo perseguido desde años atrás, como
es dar un viraje adverso a la Revolución Bolivariana, cuyo
desenlace conduzca no sólo a un cambio de régimen que
sea dócil a EE.UU., sino a colapsar la existencia misma
del Estado-nación —fortalecido sin cesar desde 1999 en
el proceso revolucionario—, resultando en ambos casos
con la entrega de las inmensas riquezas naturales, energéticas
y minerales a la depredación imperial. No obstan-
20
te, la resistencia de este Estado de estirpe bolivariana ha
demostrado ser demasiado obstáculo a la pretensión globalizadora
y al capital transnacional, y a lo cual se suma
la otra barrera que lo impide: la FANB. Ésta, por lo tanto,
se ha convertido en blanco de toda clase de agresiones y
amenazas para acobardarla, o bien seducirla para sucumbir
a la traición; pero la unidad, reciedumbre y lealtad que
ha exhibido con tanta dignidad la han erigido en baluarte
inexpugnable de la defensa y soberanía patrias, dándole
por ende solidez al gobierno nacional, afianzando y expandiendo
la unión cívico-militar, lo que ha dado al traste
con las iniciativas desestabilizadoras. Así, y como parte
de una verdadera guerra no convencional como la que
estamos librando desde hace años, el proceso incorpora
actores regionales que amenazan con una intervención
militar contra Venezuela, apelando a la OEA y acudiendo
ahora a invocar el obsoleto, ilegal y desprestigiado TIAR.
Para concretar formas cada vez más agresivas de
asedio, el escenario internacional ha abierto varios centros
de gravedad, neurálgicos, escogidos con habilidad y
acompañados de abundantes dosis de guerra psicológica
ejercida por EE.UU. y sus gobiernos lacayos en la región,
afincando sanciones financieras contra el país, desangrándolo
con el contrabando de extracción, y a lo que se
pretende agregar tensiones con Brasil y Guyana, lo que
lleva a que el tema del Esequibo reavive su trascendencia
geoestratégica. No obstante, se han conjurado una y otra
vez los diferentes intentos bélicos, en los que no están
ausentes los falsos positivos, algo sobre lo cual los servicios
de inteligencia nacionales han operado con creciente
eficiencia para develarlos.
Todo este panorama, por lo tanto, encuentra al CEO-
FANB en un grado de alerta, de competencia y capacidades
que no han dejado de enriquecerse y afinarse ante
las muchas tentativas del enemigo, quien con su vasto
arsenal de recursos ha desatado una lucha multifactorial
de modo permanente, bien provista para provocar el
máximo daño en todos los ámbitos de la sociedad: sabotajes
al sistema eléctrico, ataques cibernéticos, hiperinflación
inducida, ataque al signo monetario, desmoralización
antipatriótica, etc., y que no ha tenido escrúpulos en
utilizar con saña contra un país pacífico como el nuestro.
Pero, como siempre ocurre ante cada intentona que se
nos lanza, el espectro de medios, tácticas y estrategias
para contrarrestarlas, se expande y perfecciona, aunado
al crecimiento del poderío militar patrio, en sintonía con
los aliados internacionales de Venezuela, actores claves
para la multipolaridad. Esto determina que se haya conformado
lo que el AJ Remigio Ceballos Ichaso, Comandante
Estratégico Operacional, describe como Nueva Geometría
Geoestratégica para la Defensa Nacional. Una realidad
que no es desconocida en toda la región y que pesa demasiado
sobre quienes pudieran sentirse con ínfulas de
atentar militarmente contra la República Bolivariana de
Venezuela. 1
Provocaciones, asedios y acechos a la orden del día
Ha sido extensa la secuela de provocaciones de la oligarquía
colombiana para poner a prueba la disposición y
capacidad venezolanas ante perturbaciones en la frontera.
De hecho esto ha acontecido durante décadas, contándose
con varios episodios de particular riesgo, como
el del archipiélago de Los Monjes durante el gobierno del
General Marcos Pérez Jiménez y el de la corbeta colombiana
Cardas en agosto de 1987, al ingresar en el Golfo
de Venezuela. Ahora esa propensión a los desafíos se
maximiza al inscribirse en el arsenal de opciones del conflicto
de amplio espectro, siempre en renovación, lo que
sumó un incidente peligroso en febrero de 2019: el plan
de introducir a la fuerza una caravana de falsa «ayuda humanitaria»
por el puente de Tienditas, combinado con un
concierto en Cúcuta en pro de los «refugiados venezolanos».
En la escena se apersonaron el mandatario colombiano
Iván Duque y el de Chile, Sebastián Piñera, ambos
profiriendo ofensas hacia el Presidente constitucional Nicolás
Maduro Moros y su gobierno, a los cuales se alude
siempre en términos de «tiranía y dictadura», a la vez
que vociferaban su respaldo al ficticio gobierno paralelo
engendrado por Washington valiéndose de un diputado
autoproclamado como presidente de Venezuela. 2 Es obvio
que la finalidad de toda esa tramoya era crear una cabeza
de puente en el Táchira, y exacerbar la provocación, para
21
que el Estado venezolano reaccionara mediante un acto
de fuerza y aprovechar ese pretexto para un casus belli. 3
He aquí la clase de riesgos que deben ser descifrados por
una defensa bien dotada en todos los aspectos como la
que es capaz de ejecutar el CEOFANB.
El entramado de una guerra no convencional de larga
data
Las crecientes dificultades que el país ha venido sufriendo
en los últimos años, producto de la guerra económica
y del conflicto multimodal en curso, han sometido a la ciudadanía
a presiones diversas nunca antes vistas, obstaculizando
el acceso a medicinas, alimentos y repuestos, un
trinomio cuya perturbación puede desatar efectos letales en
cualquier sociedad. Estas carencias, dificultan la eficiencia
en las organizaciones militares, al tener la logística su razón
de ser en el manejo exitoso de tales suministros. Y es
incuestionable que el objetivo de todas esas maquinaciones
provenientes de centros foráneos de poder que adversan
a la Revolución Bolivariana, es desarticular tanto el orden
constitucional como quebrantar las capacidades defensivas
de la República, convertida hoy en bastión ejemplar contra
los hegemonismos y digna guardiana de su independencia
y soberanía.
Estas circunstancias, agravadas por la arremetida de
agresiones financieras arbitrarias e ilegales contra la nación,
aunado al abierto pillaje a su patrimonio en el exterior,
imponen sobreexigencias al poder militar patrio, y muy en
particular a nuestros sistemas logísticos, los cuales deben
autoabastecerse en la medida en que la producción endógena
se consolida y fluye en todos los circuitos de la vida económica.
De hecho, el proceso tiene una faceta que debe ser
resaltada, y es que los asedios y amenazas descritos han
contribuido, como contraparte, a incrementar la conciencia,
cimentar la disciplina y profesionalismo en el manejo de
los recursos e insumos requeridos por la FANB, donde el
empleo racional de sus estructuras y bienes ha alcanzado
un nivel de éxito que garantiza que los Componentes vean
cubiertas sus necesidades, algo para lo cual el Comando
Logístico Operacional (Ceocolop) proyectará cada vez más
la escala de su actividad, vital para el pleno funcionamiento
de la estructura y operatividad militares. Digno de resaltar
es que, precisamente, coincidiendo con nuestro XIV Aniversario,
este septiembre el AJ Ceballos Ichaso inauguró la primera
Base del Ceocolop, en el Distrito Capital.
También es propicio mencionar que la conjunción cívico-militar
puede mostrar con satisfacción logros que
ponen de manifiesto los lazos de solidaridad, sinergia
respecto a las políticas públicas y acción social capaz de
óptimas respuestas cónsonas con el principio de corresponsabilidad
de la Defensa Integral de la Nación. Esto
puede afirmarse desde la perspectiva objetiva y realista
de entender la complejidad sociopolítica en que estamos
inmersos, que más intensifica dicho principio, así como
de la observación de las cada vez más frecuentes jornadas
de entrenamiento y ejercitación de combate que a
gran escala se van realizando en todas las REDI. La secuencia,
en el primer semestre, ya abarcó los Ejercicios
«Bicentenario de Angostura 2019» y los Ejercicios «Ana
karina rote». Es fácil entender que todo ese esfuerzo ha
preparado nuestra maquinaria para un óptimo desenvolvimiento
en el complejo de operaciones que implica realizar
las presentes maniobras en la frontera occidental,
que comprometen fuerzas regulares, Milicia Bolivariana y
pueblo organizado, dispositivo que se movilizó en tiempo
récord y que abarcará desde el 10 al 28 de septiembre,
22
una larga duración, muy acorde con las circunstancias
tan irregulares de esa frontera. 4
No obstante, respecto a este gran acopio de medios bélicos,
vale decir que es de crucial interés para el CEOFANB
la evaluación cuidadosa de la incorporación masiva de población
a tareas defensivas, tanto como del incremento del
pie de fuerza a través de la Milicia Bolivariana, todo lo cual
ejerce enormes recargas en la disponibilidad y dotación de
materiales y pertrechos para el apresto operacional. En tal
sentido, hay que hacer hincapié en el esfuerzo titánico que
significa la movilización de grandes fuerzas de combate, la
expansión de la logística impuesta por el crecimiento de la
FANB y la Milicia, todo lo cual es más meritorio dadas las
presiones de la guerra económica, lo que sin duda dificultaría
los abastecimientos si eventualmente se llegara a una
situación de hostilidades, materia ésta que recibe toda la
consideración de parte de los planificadores del CEOFANB.
En ese sentido, todas las fuerzas de la patria deben volcarse
a ganar la urgencia productiva y superar los inmensos
obstáculos y pruebas por los que estamos atravesando, pues
de ello depende el despliegue y aprovechamiento armónicos
de nuestro enorme potencial y concretar la fortaleza que anhelamos.
La designación en abril del Mayor General Carlos
Leal Tellería—Comandante en Jefe de la Milicia Bolivariana—
como Ministro de Alimentación, hace palpable la conexión
entre preservar funciones vitales de la sociedad, encaradas
por el Estado como medida de protección pública, y la visión
técnico-operativa detrás de ese dispositivo que es la inmensa
red de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción
(CLAP), lo que en sí mismo ya ha llegado a constituir
una vasta red de intendencia, implementada con ciclópeos
esfuerzos por el Gobierno Nacional y la férrea voluntad batalladora
de nuestro pueblo.
* Secretaría Ejecutiva de R.ACM y asesor del CEOFANB.
Notas:
1
Los excelentes convenios con Rusia y China han significado un
salto cualitativo espectacular para la FANB, visible en su recia determinación
para combatir y concretado en todos los sistemas de armas, en
su fuerza blindada, artillera y misilística de primera categoría, devastadora
en poder de fuego, y en una defensa antiaérea capaz de asegurar
un espacio aéreo impenetrable. A ello hay que agregar la capacidad
de acción y resistencia de la población patriota y revolucionaria, a tono
con la Doctrina de la Guerra Popular Prolongada.
2
La apreciación exacta sobre esa ofensiva del enemigo se halla en
esta misma edición, en AJ Remigio Ceballos Ichaso: «Palabras de Presentación
al II Foro Antiimperialista “Venezuela Maniobra Soberanía y
Paz 2019”» vease pp.4-6.
3
Eso también se ha buscado con las entradas no autorizadas de
barcos en nuestra Zona Económica Exclusiva, como la ocurrida en octubre
de 2013 con el Buque de Servicio Teknik Perdana, que hacía
exploración geológica para la empresa Anadarko de EE.UU., y también
en el caso de un guardacostas de ese país hace ya algunos meses.
Las incursiones en nuestra fachada caribeña y atlántica por sus aviones
de vigilancia, para tantear la capacidad de detección y respuesta
de la nación, forman parte del mismo plan, sin excluir las perturbaciones
radioelectrónicas de las que son capaces.
4
Otra muestra de las perversidades, a veces extravagantes, a
las que acude la guerra de amplio espectro, se evidencia cuando en
septiembre de 2019, en el 74° Período de Sesiones de la Asamblea
General de la ONU, el presidente colombiano esgrimiría con descaro
unas fotos de guerrilleros del ELN pretendidamente actuando en fecha
reciente en Venezuela, para así acusar al presidente Nicolás Maduro
Moros de encubrir a esos irregulares. La misma prensa colombiana lo
desmintió al denunciar que las fotos en cuestión fueron tomadas en el
Cauca y Catatumbo, y que eran de años anteriores.
23
De la resistencia indígena a un sistema de pensamiento estratégico
Cuatro momentos históricos: Una idea, la misma batalla 1
24
Texto: Javier José Marcano Tábata
Fotos: Archivos ACM
E
ste artículo es resumen de una investigación en proceso
o en desarrollo que llevo en el Doctorado en Seguridad
de la Nación y es concebida como proyecto para la
resignificación de un sistema de pensamiento estratégico,
de modo que se pretende propiciar el debate para estimular
la crítica argumentativa. Esta reflexión teórica-síntesis
tiene como objeto dar cuenta de una propuesta de consolidación
del proyecto histórico bolivariano ante la situación
política-militar de Venezuela.
Desarrolla una metodología socio-crítica en claves
dialécticas, que analiza nuestro desarrollo histórico
como país y/o Estado-nación, haciendo énfasis en cuatro
momentos de estelar situación de consolidación de
los trazos que han venido dibujando la idea y la batalla
permanente por la patria.
El nivel de la investigación está en registro y sistematización
de teorías con desenlaces de ideas, que hacen
posible ya el horizonte por donde encarar un cuerpo de
significaciones en el campo del pensamiento estratégico
en cuanto a Seguridad de la Nación.
Justificamos y damos importancia a esta iniciativa de
corte doctoral, por las exigencias y desafíos que tenemos
en esta hora de la patria, asediada por una guerra
de nuevas connotaciones, con disposiciones extranjeras
y aliados nacionales que nos comprometen como soldados
de la República a plantearnos opciones vitales y
trascendentales, que tengan alto nivel reflexivo de elevación
técnica-política y constituida con aplomo epistemológico.
La guerra en la historia de Venezuela
El estudio de la guerra, los conflictos por los que pasa una
determinada sociedad en un período determinado, exige un
riguroso método de comprensión que permita captar el conocimiento
de las leyes involucradas. Venezuela ha tenido
cuatro grandes momentos de cuatro grandes transformaciones
en el plano del conflicto de liberación de los pueblos,
una es sucesiva a la otra y ésta se explica en consonancia
con las anteriores, esto es, un momento de varios momentos,
un proceso sincrónico que se alimenta de diacronía.
El período de la resistencia indígena (no concluido), que
ocupó a los invasores europeos en todo el proceso de expoliación,
robo, exterminio y apropiación de las riquezas de
los nativos, está tejido históricamente con la tenacidad negroide
contra el amo europeo en nuestras tierras, como un
momento de combates que igualmente sirvió como plataforma
importante en la lucha por la independencia política
del mestizaje que se compuso en esta latitud y que con patriotas,
fueron configurando la idea de Estado nación independiente,
forjado en batallas libradas igualmente contra el
europeo invasor, esto tiene en el momento contemporáneo
su gran vector histórico por la construcción y defensa de la
patria en nuestro siglo XXI, con una Constitución, inspirada
en el ideario Bolivariano y su doctrina de liberación.
Ello implica una estrategia de gran aliento que envuelve
un conocimiento de lo que somos como sociedad, nación
y región. El conocimiento histórico de nuestro pueblo, que
significa saber de qué estamos hechos como cultura, como
conglomerado social que tenemos inspiración y aspiración y
cómo se expresa en la técnica, la tecnología, los saberes, las
innovaciones, las inventivas, así como el conocimiento de
nuestros próceres y heroínas, y con ello tener claro cuáles
25
26
logros y arrojos les permitieron marcar profundas huellas en
nosotros, un ABC para el desarrollo de una estrategia por
nuestra emancipación; esto significa, la gran necesidad de
abordar una lectura acuciosa y una mirada profunda de lo
que somos.
Entender entonces estas fases históricas como indisoluble
discurrir histórico, solidificado para una estrategia de
emancipación, es un objetivo a construir en un horizonte
de esperanza, es armonizar el deseo con la realidad. La
realidad como construcción histórica entendida socio-críticamente
y el deseo como utopía realizable a partir de la
conciencia de aquélla, que permite generar la voluntad y la
organización como dos claves de la estrategia del sujeto de
transformación, sujeto revolucionario expresado sectorial y
territorialmente.
La confrontación hoy es hija de todo este proceso, es una
herencia histórica que presenta la misma dicotomía, quienes
están como godos, realistas o capitalistas o quienes
estamos con el proyecto histórico de la Independencia, la
revolución, el bolivarianismo o el socialismo; entre ambas,
matices, tonalidades, en las fronteras de uno y otro se encuentra
sólo intersticios o grietas, pero no más, se está en
la lógica que orienta e impone el capital contra el pueblo y
a favor de las transnacionales o con el sentido histórico que
da las luchas de los pueblos por la mayor suma de felicidad
posible, por el empoderamiento de los sectores periféricos y
marginados por siglos.
Esto tiene sus expresiones geopolíticas ya avizoradas por
el Libertador Simón Bolívar hace algo más de doscientos
años en documentos como la Carta de Jamaica, y próximo
a doscientos años: en documentos como el Discurso ante
el Congreso de Angostura. Sin usar el término geopolítica,
Bolívar le daba contenido al pequeño género humano que
somos (Carta de Jamaica) o a la integración de nuestros
pueblos con instituciones propias (Discurso de Angostura).
Una resignificación del pensamiento estratégico tiene en
el cabal conocimiento del combate que libramos, su gran
fortaleza, y ella fue un gran baluarte para la refundación de
la república en 1999 con la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que permitió echar las bases para
la institucionalidad y el Estado social de derecho.
Una Fuerza Armada adjetivada (Bolivariana) con una
orientación Bolivariana, esto significa que se asumen institución
patriótica como lo dispuso Bolívar, antiimperialista,
que al decir del estudioso e intelectual cubano Francisco Pividal,
el pensamiento de Bolívar es antiimperialista, y ello
lleva todo un talante internacionalista por la libertad de los
pueblos contra todo imperio, en alianza y unión cívica que
permite la fuerza cívico-militar.
Por lo tanto, la resignificación de un pensamiento estratégico
en Venezuela para la Fuerza Armada Nacional Bolivariana,
lleva implícita esa refundación en el campo de las ideas,
de una nueva cultura enraizada en lo que somos como constitución
histórica y con objetivos nacionales a materializar
para la defensa y seguridad de la nación.
Es resignificar qué compone ese concepto, esa imagen,
nuestra visión y misión ante el país y el mundo, dato mayor
sigue siendo reinventarnos siempre desde nuestra idiosincrasia
de lucha, reivindicar nuestro pequeño género humano
bolivariano. Ello es un desafío para una propuesta de crear
nuestros servicios especiales de inteligencia en este campo
y el desarrollo de una Teoría de la Guerra que esté enraizada
en el modo de concebir el reacomodo geopolítico actual y el
papel de Venezuela en estas relaciones. Pues la guerra, al
decir de Rodolfo Quintero (1975:15), «es un fenómeno social
histórico, en extremo complejo». Hoy, a más de 43 años
de esa afirmación, de este estudioso de la antropología de
la guerra, podríamos considerar que con el avance en la psicología,
neurología, psicoanálisis, la tecnología, la inteligencia
artificial, la industria armamentística, la nanotecnología
y otros, nos permite afirmar que esta complejidad histórico
social exige entonces una resignificación del pensamiento
estratégico y de la Teoría de la Guerra, aún más en nuestro
caso, donde todos los formatos de guerra desarrollados en
otros países para imponer gobiernos de sumisión a la lógica
del capital que ha dado resultados los han experimentado
con nosotros.
Vale entonces, más que reflexionar, proponerse una investigación
doctoral que posibilite [OJO: Todo este vasto
campo de aspectos expuestos en el tema sobrepasan la
materia exclusiva objeto de una tesis doctoral] dar las herramientas
teóricas de concepción y de acción para un sistema
de pensamiento estratégico en el contexto contemporáneo
en Venezuela, que permita superar la coyuntura adversa y
potenciar el fortalecimiento del bolivarianismo,
Referencias
Bolívar, Simón: Carta de Jamaica.
___________ : Discurso de Angostura
Pividal, Francisco: Bolívar Precursor del Ideal Antiimperialista.
Universidad de la Habana, 1992.
Quintero, Rodolfo: El hombre y la Guerra. EBVC, Caracas,
1975.
27
Hacia una soberan
en la Nación
28
Texto: SM2 Rogers Ramírez Boffil *
Fotos: Archivos ACM
L
a voluntad de ejercer la soberanía en la Nación Bolivariana
deviene de las raíces históricas de emancipación
que tiene nuestro Pueblo, de las aspiraciones a su
suprema felicidad y de la autodeterminación de defender
integralmente su independencia, su ideal bolivariano y su
sistema de gobierno.
Todo esto sobre la disposición autonómica de sostener
las mejores relaciones internacionales pluripolares y multicéntricas,
en el marco de nuestra Constitución y de la Seguridad
de la Nación. En ese sentido, es que ejercemos constantemente
nuestra soberanía en la República Bolivariana
de Venezuela (RBV), y más aún cuando peligran los altos
intereses del Pueblo bolivariano a causa de una guerra que
amenaza su paz.
Bajo esta perspectiva, el presente artículo disertará
acerca del contexto de guerra por el que transita la Nación
Bolivariana. Asimismo, tratará brevemente a la categoría
soberanía como una categoría de poder, y finalmente, reflexionará
acerca del primer ejercicio de soberanía que debemos
hacer como Pueblo: la soberanía de la conciencia.
La guerra que trae consigo un contexto de caos, calamidad,
ruina y desesperanza, es la etapa del sufrimiento
y de las necesidades, pero es a su vez, la etapa de las de-
ía de la conciencia
Bolivariana 1
cisiones y las determinaciones en la lucha por el
ejercicio de la soberanía, que no es más que el
ejercicio del poder político de la RBV en los diversos
espacios de la Nación Bolivariana, en aras de
defenderlos hasta la última consecuencia.
En los actuales momentos, la guerra contra la Nación
Bolivariana, su Estado y su sistema de gobierno,
no ha dado tregua alguna. Ha sido una guerra irrestricta,
concertada, sostenida, sistemática e inclemente, llevada a
cabo por los nefastos laboratorios de guerra sucia del imperialismo
mundial (que encabeza Washington), en donde
lo que se busca es despolitizar a nuestro Pueblo a través
de los medios de comunicación de masas, para dejarlo sin
conciencia de soberanía y desarraigarlo de su ideal de identidad
de nación, así como también aislar al Estado venezolano
de su sistema de relacionamiento internacional. Así
pues, EEUU dentro de este contexto, en su afán imperial por
mantener su hegemonía mundial, lo que busca es paralizar
al Estado venezolano con el fin último de tomar el control de
las riquezas en nuestro territorio.
Nunca antes, en casi doscientos años de historia republicana,
la soberanía se había visto tan amenazada como
ahora. Todos los días los regentes imperiales (dígase el poder
económico financiero mundial) a través de sus agencias
informativas, los Estados aliados, sus voceros, y cuanto lacayo
se les una, trabajan para socavar la base política primordial
en donde descansa la RBV. Ésta es la soberanía.
La soberanía históricamente ha estado vinculada con el
ejercicio del poder político, ella en efecto «pretende ser una
racionalización jurídica del poder, en el sentido de transformar
la fuerza en poder legítimo, el poder de hecho, en
poder de derecho». Matteucci (2000, p. 1483). Sus antecedentes
lexicográficos u onomasiológicos se remontan
desde la Antigüedad (imperium, potestas y auctoritas). En
la Edad Media, por ejemplo, los términos usados al menos
para señalar la sede última del poder, iban desde summa
potestas o summum imperium. (Ídem.). No obstante, durante
el medievo (a partir del siglo XII) los principados tenían
un soberano y por consiguiente se hablaba de soberanía.
Asimismo, se podía hablar de baronía, lo cual tenía que
ver con los barones (señores ilustres que recibían un título
nobiliario) quienes gozaban de todos los derechos feudales
asignados por el soberano de un principado.
29
30
La llegada de los primeros tratadistas franceses que
enriquecieron la teoría política del Estado como Rousseau,
Montesquieu, y el inglés John Locke, entre otros, dieron con
una ruptura epistemológica en el concepto de soberanía.
El mayor aporte que dieron a la humanidad fue reflexionar
acerca del poder, el cual ya no podía estar en manos de
unos pocos soberanos o pertenecer a una forma de organización
del Estado, llámese república en manos de pequeñas
familias. En ese sentido, ya la soberanía no era vista
como la conceptualizaba Juan Bodino en su obra Los seis
Libros de la República, en 1576:
«La soberanía es el poder absoluto y perpetuo de una república.[…
] Es necesario definir la soberanía, porque, pese
a que constituye el tema principal y que requiere ser mejor
comprendido al tratar de la república, ningún jurisconsulto ni
filósofo político la ha definido todavía. Habiendo dicho que la
república es un recto gobierno de varias familias, y de lo que
les es común, con poder soberano, es preciso ahora aclarar lo
que significa poder soberano. Digo que este poder es perpetuo,
puesto que puede ocurrir que se conceda poder absoluto
a uno o a varios por tiempo determinado». (1997, p. 47).
De modo pues, ahora era repensada por los franceses
como Jean-Jacques Rousseau de la siguiente manera: «La
soberanía no puede ser representada por la misma razón
de ser inalienable; consiste esencialmente en la voluntad
general y la voluntad no se representa: es una o es otra» (p.
125). Sigue ilustrándonos el francés:
«Los diputados del Pueblo, pues, no son ni pueden ser
sus representantes, son únicamente sus comisarios y no pueden
resolver nada definitivamente. Toda ley que el Pueblo en
persona no ratifica, es nula. El Pueblo inglés piensa que es
libre y se engaña: lo es solamente durante la elección de los
miembros del Parlamento: tan pronto como éstos son elegidos,
vuelve a ser esclavo, no es nada». (Ídem).
Hoy la Constitución de la RBV, en su Art. 5, nos señala
que «La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo».
Es por tanto un principio constitucional, un derecho irrenunciable,
un ejercicio que debe estar cónsono con la defensa
integral dentro de una perspectiva multidimensional y del
pensamiento estratégico.
Dentro de esta perspectiva no podemos perder de vista
lo que referíamos al inicio de este artículo. Nos referimos
esencialmente al primer ejercicio de soberanía que debemos
hacer como Pueblo. La soberanía en el espacio de
la conciencia. Esto tiene que ver con el poder del pensar
emancipado, lo que permitirá despachar la falsa conciencia
que reproduce la Modernidad (entiéndase la modernidad
como la concibe Juan Bautista en su obra ¿Qué significa
Pensar desde América Latina?, 2015). En síntesis, la soberanía
de la conciencia busca hacernos legítimos gobernantes
de las ideas que genera nuestro pensamiento, busca
hacernos coherentes con lo que pensamos, decimos y hacemos,
no permitiendo que otros (mass media) gobiernen
en nuestro accionar, puesto que de ese modo estaríamos
cediendo soberanía de la conciencia.
Conclusiones
A manera de conclusión, podemos afirmar que el ejercicio
de la soberanía en la RBV, no sólo se lleva a cabo
dentro de los teatros de operaciones convencionales que
comprenden el espacio terrenal, aéreo o marítimo-insular,
también se ejerce en otros espacios partiendo desde la
Jean-Jacques Rousseau
Jean Bodin
Montesquieu
perspectiva de la multidimensionalidad. Ellos son el espacio
ultraterrestre suprayacente, el espacio radioeléctrico
(conocido como espectro radioeléctrico) y el espacio intangible
tecnológico.
No obstante, somos partidarios de que el teatro de operaciones
del espacio virtual de la noosfera que circunscribe
o interrelaciona el espacio de la conciencia, es el lugar
por antonomasia donde debemos ejercitar la soberanía.
Cabe señalar que no podrá ejercitarse la soberanía en
este espacio si no se cuenta con la dotación de herramientas
que generan el poder del conocimiento emancipado,
algunas de éstas son el estudio del poder, la historia y
la epistemología como disciplina constituyente de conocimiento,
lo cual aduce al conocimiento generado desde
nuestra ontología.
Por consiguiente, este ejercicio de soberanía en el
espacio de la conciencia nos permite deconstruir la reproducción
de conocimientos generadores de la falsa
conciencia, a la vez que nos capacita para poder pensar
o repensar de forma emancipada. De lograr progresivamente
esto, despacharíamos la falsa conciencia de la modernidad
como ya se dijo, lo que nos hará cada día más
soberanos en el gobierno de nuestras ideas dentro de la
Nación Bolivariana.
* Historiador. Magister en Seguridad de la Nación.
Fuentes bibliográficas
Citadas
Bodin, Jean: Los Seis Libros de la República. Madrid, Editorial
Tecnos, [Traducción, presentación y notas, Pedro Bravo Gala,
1985], 3ª edición 1997.
Matteucci, Nicola: Tratado de Soberanía en: Diccionario de Política.
México, 2000, Siglo XXI Editores, V. 2, pp. 1.483-1.492.
República Bolivariana de Venezuela. Constitución Nacional.
Caracas, MINCI, 2014.
Rousseau, Juan Jacobo: El Contrato Social. México, UNAM,
1984.
Consultadas
Bautista, Juan: ¿Qué significa Pensar desde América Latina?,
Caracas, Min. Cultura, pp. 233-282.
Notas:
1
Este texto proviene de una tesis de doctorado en Seguridad
de la Nación, presentada ante la Universidad Militar Bolivariana
de Venezuela, Centro de Estudios Estratégicos, Instituto de Altos
Estudios de Seguridad de la Nación «Gran Mariscal Antonio José
de Sucre».
31
Liberador, Libertario,
Libertador
¿Por qué la confusión?
Texto: Lcdo. Duilio Medero*
Fotos: Archivo ACM
32
Es bien sabido que la explosión comunicacional que hoy
acontece en todo el planeta, ha multiplicado a niveles
asombrosos las capacidades para el conocimiento,
las destrezas y buenos desempeños en materias idiomáticas,
facilitando toda clase de recursos didácticos para el
aprendizaje de lenguas y poniendo en contacto con todas
las modalidades de literatura imaginables, tanto del pasado
como los más audaces tipos de escritura. Esto incluye
los dominios tradicionalmente restringidos de la ciencia y
la tecnología.
No obstante, aun en los ámbitos más ultradinámicos de
la emisión de mensajes, con sobreabundancia de imágenes,
videos y todo lo que la visualidad puede hoy producir,
el usuario, de un modo u otro tiene que ejercer dos actos
insoslayables: leer y escribir; eventualmente: oír. En estas
acciones, la persona debe librar el inevitable ejercicio de
escribir o hablar con propiedad, correctamente, el idioma
de que se trate, cuánto más un texto o enunciado que ya no
queda confinado a unos pocos lectores, sino que llegará a
un vasto universo de usuarios vía internet. Si antes las fallas
de escritura, léxico o dicción se registraban en contextos limitados,
en la actualidad el mal uso de un lenguaje en el
que alguien incurre, se sabe de manera inmediata hasta en
los puntos más remotos del planeta.
Veamos algunas formas de confusión que en los últimos
años se han dado en el empleo de varios términos altamente
sensibles para la historia y sentir venezolanos.
Liberador
Palabra que como sustantivo o adjetivo remite a todo
aquello que faculta la acción liberadora, de aflojamiento
a restricciones o ataduras. El DRAE lo define como «que li
bera (exime de una obligación)». Su relación con ‘libertad’
implica un significado que no presenta dificultades
cuando se entiende que se aplica a un orden de cosas
más bien naturales y, en segundo término, al orden jurídico.
Así, se liberan las pasiones; un terreno minado se
libera de explosivos; un secuestrado es liberado; un ambiente,
liberado de ruido o contaminación. Pero hay un orden
de objetos con el que no hay correspondencia, por lo
que no es correcto decir «se libertó gas de un yacimiento»,
ni «estar libertado de una deuda». Basta con consultar un
diccionario, pues esto no requiere muchas precisiones, y
en realidad sólo lo mencionamos aquí para hacer visible el
semantema (o lexema), recogido en el núcleo lib, esto es,
unidad de significado, del que provienen: libre, libertad,
liberal, libertario, libertador, libérrimo, liberricida y cualesquiera
otros derivados. Lo problemático se halla en las dos
palabras que veremos a continuación.
Libertario
Este sustantivo ha sido tradicionalmente empleado en
el lenguaje político del anarquismo desde el siglo XIX. Hasta
las primeras décadas del siglo XX, esa doctrina, que es una
teoría sociopolítica y filosófica, se mantuvo con alguna vitalidad
en las luchas políticas europeas, decreciendo con el
paso del tiempo. La palabra ‘libertario’ es definida en el Diccionario
de la RAE como: «adj. En el ideario anarquista, que
defiende la libertad absoluta y, por lo tanto, la supresión
de todo gobierno y de toda ley». Debe advertirse, que esto
no implica alegar por el caos social ni el libertinaje, sino
que ese ideal, utópico a todas luces, se basa en la creencia
de que el ser
humano puede
vivir sin estar
sujeto al principio
de autoridad,
y que la
convivencia y
el orden social
pueden darse
sin la presencia
controladora del
Estado. Dicho
sistema político
estuvo tempranamente
relacionado
con el pensamiento
socialista
y ha evolucionado
en varias tendencias,
como la posición
de William
Morris, pionero
inglés del anarquismo
socialista
hacia 1884 (en
nexo directo con
Babeuf, Fourier y
Un tomo de la correspondencia del Libertador, presentada por Rufino Blanco-Fombona,
insigne escritor venezolano. Fue diplomático. Exiliado en España
(1914-1936), fundó allí la Editorial-América. Bolivariano e hispanoamericanista,
publicaría más de 600 títulos de autores diversos sobre historia y literatura hispanoamericanas.
Editó Cartas, así como Discursos y Proclamas del Libertador,
materiales muy bien cuidados para su publicación.
Owen, antecesores del socialismo); la del anarco-comunismo
enseñado por el ruso Kropotkin en las décadas de 1880
y 1890, centrado en tomar la ayuda mutua como base de
la organización social, y en sostener que las federaciones
cooperativistas pueden sustituir al Estado; o la variante que
surgió en España: el anarco-sindicalismo (con fuerte presencia
en Argentina y Uruguay luego de 1939). Y que no se
trata de una doctrina caótica o alocada (como se desprendería
del uso ligero de la palabra ‘anarquía’), se comprueba
por el respaldo que brillantes figuras intelectuales le han
dado: Oscar Wilde, Max Stirner (líder del anarquismo individualista
alemán), Aldous Huxley, Herbert Read o Noam
Chomsky. En suma, siempre la madurez intelectual opera
en la toma de posición a favor de esa doctrina.
En idioma inglés, el término es libertarian, y con toda seguridad
podríamos afirmar que ningún político de un país
de habla inglesa se atrevería a usar ese calificativo, a no ser
que milite o se refiera a las causas del anarchism, que así
es como se dice anarquismo en ese idioma. El adjetivo es
anarchistic. El Lexipedia 1 , es directo y escueto, respecto a
‘libertario’, pues lo presenta con los sinónimos de ácrata y
anarquista, lo cual nos remite plenamente al anarquismo.
En francés, libertaire, tiene papel de sustantivo y adjetivo,
denotando «Partidario de una libertad sin límite (en el
orden social y político)»; es sinónimo de anarquista. (Dictionnaire
Hachette, 1980). En el Centre National de Ressources
Textuelles et Lexicalles (CNRTL), y su prestigioso órgano de
consulta Ortolang, hallamos la explicación sobre libertaire: lo
que «en teoría como en la práctica va lo más lejos posible en
el sentido de la libertad
individual absoluta;
que es inspirado por
o que se reclama de
un ideal o una doctrina
de libertad absoluta».
En dicho medio,
otra acepción que se
halla en ese idioma,
es para calificar en
economía lo que se
funda en la doctrina
liberal o librecambista.
[Véase en http://
www.cnrtl.fr/definition/libertaire].
Y como no faltan
las rarezas en las cosas
del lenguaje, es
de comentar que en la
mayoría de los diccionarios
de lengua inglesa
no aparece el término
libertarian, y que,
el adjetivo ‘tolerante’
se dice liberal-minded,
lo cual remite a una
carga semántica en
33
34
La colección de Blanco & Azpurua, en sus 14 tomos constituye
una de las más completas recopilaciones históricas que nos legó el
siglo XIX. Se editó en 1875-1877, bajo el gobierno del General Antonio
Guzmán Blanco. La imagen muestra la reedición facsimilar,
de 1976, con motivo del centenario de dicha publicación y como
parte del Bicentenario del nacimiento del Libertador. En esa ocasión
se elaboró un Índice general de la obra (Tomo XV). Recoge fielmente
el lenguaje de la época.
cuyo origen está un elemento influido por la filosofía política,
siendo su parentesco muy claro: viene del liberalismo. Y
volviendo al anarquismo, para hallar libertarian, hay que recurrir
a los diccionarios voluminosos, los muy especializados o a
los Thesaurus —esas joyas documentales donde las palabras
se hallan perfectamente organizadas por categorías lexicales—,
y a los Diccionarios enciclopédicos, como el Webster’s
Third New International Dictionary. Así, en éste hallamos dos
acepciones para libertarian: como sustantivo: «defensor de
la doctrina del libre albedrío; quien sostiene los principios de
la libertad, específicamente la libertad individual de pensamiento
y acción (juicio privado y autoridad constitucional)…».
Llegados a este punto, se abre la necesidad de entender el
alcance de la interpretación lingüística, en especial respecto
al uso de las palabras en las sociedades, lo cual no siempre
queda recogido de modo estricto en los léxicos ni en los diccionarios.
Por eso, tenía mucha razón el Prof. Alexis Márquez
Rodríguez, cuando señalaba que ‘libertario’ iba más allá del
sentido restringido que la RAE daba al término, puesto que
el sufijo ‘ario’ entra en la formación de muchas palabras castellanas,
para designar ‘aficionado a’, ‘amante de’. 2 Aunque
si bien esto es cierto, el uso del lenguaje recoge facetas y
contenidos que, sancionados por el tiempo, dan lugar a las
tradiciones, lo cual impone ciertos modos de expresión, que
el hablante culto sabe respetar. Por ello, centrándonos en el
medio político venezolano de los últimos años, es patente y
más bien lamentable un uso caprichoso de ‘libertario’, que
refleja una verdadera alteración semántica, ya que en el discurso
político se lo viene empleando para denotar ‘libertador’
o ‘liberador’. Por añadidura, esto también pone de manifiesto
toda una usurpación del léxico político original de una doctrina,
que en líneas generales los hablantes cultos del idioma
español han sabido mantener a raya. Así, hay un serio error
cuando un mensaje televisivo menciona una acción libertaria
en Francisco de Miranda, quien muy claro estuvo en enfrentar
el dominio del Imperio Español, pero ni por asomo podría
haber pretendido suprimir el principio de autoridad en las nacientes
repúblicas cuya existencia él propició; además, resultaría
absurdo adscribirle a Miranda conceptos políticos que
se emitirían en tiempos por venir. Hasta en un sentido militar
hallamos esta anormalidad cuando algún vocero público o
institucional ha llegado a afirmar con toda naturalidad algo
tan erróneo como: tradición libertaria del Ejército venezolano.
Un enunciado que no podía ser más falso, contradictorio e
irrespetuoso, pues el título recibido por este Ejército es, desde
1813 hasta hoy, el de «Libertador», lo cual constituye un
sello distintivo, no intercambiable con ningún otro, sin parangón
en abolengo, al emanar directo de Simón Bolívar. Si alguien
lo dijo con elocuencia, fue el General Tomás de Heres,
cuando en oficio al General Sucre, desde Huancayo, el 24 de
octubre de 1824, se le anuncia que tomará el mando de las
fuerzas militares en el Perú, y con motivo de la despedida que
Bolívar dirige a dicha Fuerza, expresa: «Al desprenderse S.E.
el Libertador de este idolatrado ejército, su alma se le despedaza
con el más extraordinario dolor, porque ese ejército es
el alma del Libertador». 3
Hay que entender que libertario es rechazo a toda autoridad,
mientras que en la historia independentista la oposición
fue contra el absolutismo y la autoridad española; luego, por
evolución, hoy ese desdén antiautoritario apunta a designar
el enfrentamiento a cualquier tipo de imperialismo.
Así que, para concluir, y recurriendo a la especificidad
histórica, se puede afirmar que las únicas fuerzas militares
«libertarias» que alguna vez hayan existido fueron las milicias
que en la Guerra Civil de España (1936-1939) desplegaron
los anarquistas, encuadradas en el Ejército Popular de la República.
Libertador
El sentido esencial de esta palabra, por lo general no reviste
dificultades para el hablante de lengua española, ni se
presta a confusiones al ser empleado en sus dos acepciones:
sustantivo y adjetivo. Pero sí merece especial atención
el uso que reviste el término ‘libertador’ en su forma de sustantivo
cuando se refiere a la escritura del título recibido por
Simón Bolívar tras la Campaña Admirable en 1813, ocasión
en la que recibió en Mérida el nombre de «Libertador», en una
asamblea popular el 23 de mayo. Fueron éstas las palabras:
«Gloria al Ejército Libertador y gloria a Venezuela que os dio
el ser, a vos, ciudadano general Bolívar. ¡Que vuestra mano
incansable siga victoriosa, destrozando las cadenas de los
redimidos y digan un día, Bolívar vengó vuestros agravios!».
Luego, en Caracas, el Cabildo en sesión extraordinaria, presidido
por el Gobernador Político de la Provincia, Cristóbal Mendoza,
le otorgó formalmente el título de «Libertador y Capitán
de los Ejércitos», el día 14 de octubre de ese año.
A lo largo de la literatura histórica siempre se lo ve como
“el Libertador”, así como las formas contractas ‘al’, ‘del’,
correspondientes a la manera correcta de escribir ‘al Libertador’,
‘del Libertador’. Es evidente que escribir ‘a El Libertador’
o ‘de El Libertador’ son errores gramaticales. Sólo el
artículo en mayúsculas se justifica, al tratarse de comienzo
de frase. Si acudimos a los grandes escritores venezolanos o
de otros países, en ellos veremos ‘el Libertador’, y al examinar
las fuentes más categóricas de la época lo veremos así
confirmado. A modo de ejemplo, veamos: Ante la renuncia
al poder ejercido por Bolívar, el Congreso del Perú tomó una
resolución. He aquí la declaración que el 10 de febrero de
1825 emitió éste:
«El Congreso constituyente del Perú
Considerando:
1° Que la República queda expuesta a grandes peligros
por la resignación que acaba de hacer el Libertador
Presidente de Colombia, Simón Bolívar, del poder
dictatorial que por decreto de 10 de febrero anterior
se le encargó para salvarla;
2° Que sólo este poder depositado en el Libertador
puede dar consistencia a la República; […]»
Siguen otros cuatro considerandos, en todos los cuales
está escrito ‘el Libertador’. 4 Otro documento de índole protocolar,
fuente irrebatible, es el anuncio de la llegada de Bolívar
a Guayaquil, con vistas al encuentro con el general San Martín.
Al respecto leemos:
«República de Colombia.— Secretaría general— (Reservado.)
—Cuartel general en Guayaquil, a 29 de Julio
de 1822.12°
Al señor secretario de Relaciones Exteriores.
Señor Secretario.
Tengo el honor de participar a V.S. que el 2 del corriente
entró en esta ciudad S. E. el Protector del Perú,
y tengo el de transmitir a V.S. las más importantes y
notables materias que fueron el objeto de las sesiones
entre S. E. el Libertador y el Protector del Perú, mientras
estuvo aquí». 5
En el fragmento seleccionado, se recoge el encuentro
entre el general San Martín, quien desde 1821 ostentaba el
título de Supremo Protector del Perú, y el Libertador Simón
Bolívar.
Otra fuente documental de gran prestigio para dilucidar
este punto, es la correspondencia de época, en este caso la
diplomática, tan esmerada en el cuido de las formas. Así, se
recogen en las Memorias del General O’Leary, epístolas de
Sir Robert Ker Porter, Cónsul y luego Encargado de Negocios
de Gran Bretaña en Venezuela (1825-1842), quien en carta a
Bolívar, de 13 de marzo de 1827, le escribe anunciándole el
envío de un libro que escribió sobre sus viajes por el Oriente
Medio. La encabeza así:
«A. S. E. el Libertador, General Bolívar, etc., etc., etc.
[…]
El resultado de mi visita a esos países ha sido ya
aceptado con la mayor cortesía y bondad por algunos
amigos ilustres que tengo en Europa; y si logro que una
persona tan verdaderamente grande y tan virtuosa
como el Libertador, acuerde también un puesto en su
biblioteca a estos mis humildes esfuerzos, siempre lo
recordaré con no menor orgullo». 6
Tanto en el encabezado de la carta como en el argumento,
Porter emplea el artículo en minúsculas. 7
De igual modo, los encabezamientos de las cartas de Sir
Robert Wilson, 8 del Parlamento Británico, dirigidas a Bolívar,
siempre muestran: «A S. E. el Libertador Presidente, etc., etc.,
etc.».
Otra guía que no deja lugar a dudas, son las cartas de
los muy cercanos a Bolívar, como Pedro Briceño Méndez, de
grandes dotes, quien como Coronel, sería desde 1816 su secretario,
luego Secretario de Guerra y Secretario de Estado,
finalizando su carrera como General de Brigada. En los muchos
oficios emitidos por él, al referirse a Bolívar, indefectiblemente
escribe: ‘S.E. el Libertador’. 9
Una estupenda colección de ensayos la constituye el libro
Carabobo para Todos, publicado en 1971 por la Asociación
Amigos de la Biblioteca Nacional, donde once autores, entre
los más distinguidos del siglo XX, escriben sobre la gloriosa
Batalla, y en cada uno de esos escritos se emplea ‘el Libertador’.
10 Aunque es cierto que hay situaciones en el pasado
que podrían inducir a confusión, provenientes del sesgo puramente
personal de escribir de los autores y comentaristas.
El General Daniel Florencio O’Leary, el más brilante Edecán del
Libertador, diplomático de altos logros e Ilustre Prócer de la Independencia,
recogió una vasta colección de toda clase de documentos,
cartas y escritos de éste, originales y copias. Tan monumental
obra, en 32 tomos, fue editada por el Gobierno Nacional entre 1879
a 1888 y luego, en muy fina edición facsimilar, en 1981, por el Ministerio
de la Defensa.
35
Extraída de la edición original de las Memorias del General
O’Leary (en 32 tomos), se realizó en 1952 esta presentación en tres
tomos, titulada Narración, la cual contiene la sección de las memorias
personales de O’Leary.
Así, esto se evidencia con sólo dar un vistazo a un libro
como Bolívar en el pensamiento universal, compilado por Pedro
Grases y Pérez Vila en 1986, 11 donde en la recopilación
de 126 títulos de los más variados diccionarios y enciclopedias
de diversos países, se recogen las referencias sobre Bolívar,
escribiendo con minúsculas unas veces o en mayúsculas
otras, el artículo en cuestión.
En síntesis, escribir ‘El Libertador’ obedecería a un estilo
reverencial, recargado e innecesario, ajeno al espíritu de la
fórmula original. Bastaría, para zanjar este asunto, acudir al
argumento más rotundo que pudiera invocarse: la manera
como el mismo Bolívar se refiriera a sí mismo en su propia
escritura. Se trata de una carta dirigida por él al General
Tomás de Heres, desde Cuzco, el 7 de julio de 1825, en uno
de cuyos pasajes alude a unas calumnias publicadas por
un periódico del Cuzco (El Sol), lo que involucraba a unos
oficiales argentinos. Allí dice: «…bueno sería dar un artículo
en “La Gaceta de Gobierno” combatiendo a “El Sol” a nombre
de un colombiano […] y que los señores argentinos se
pueden componer como quieran sin mí, puesto que son tan
ingratos, y que el Libertador no debe meterse en nada tocante
al Río de la Plata». En la misma carta, expresa más
adelante: «Después de todo esto debe caer sobre “El Sol”
diciendo que ahora pretende este papel que el Libertador
se vaya a meter de mediador entre los congresos de Chuquisaca
y Buenos Aires…». 12 Esta mención, en tercera persona,
hecha por el Libertador acerca de sí mismo, sería más que
suficiente para dejar muy bien sentada la conclusión y despejado
todo dilema.
3
Véase en Memorias del General O’Leary, Ministerio de la Defensa,
Nápoles-Barcelona, 1981, Tomo XXII, p. 525. También se halla
en Vicente Lecuna: Catálogo de errores y calumnias en la historia de
Bolívar, New York, The Colonial Press Inc., 1958, Tomo III, p. 144.
4
Véase en Gonzalo Bulnes: Bolívar en el Perú, Editorial-América,
Biblioteca Ayacucho, Madrid, 1919, Tomo II, p. 360.
5
Ernesto de la Cruz, J. M. Goenaga, B. Mitre, Carlos A. Villanueva:
La Entrevista de Guayaquil, Editorial-América, Madrid, S/d, pp. 125-
126. [Prólogo de Rufino Blanco-Fombona].
6
Memorias del General O’Leary, Tomo XII, Ministerio de la Defensa,
Nápoles-Barcelona, 1981, p. 257.
7
La misma constatación podemos hacer al examinar su diario, en
el original en lengua inglesa, cada vez que menciona al Libertador. Véase
Walter Dupouy: Sir Robert Ker Porter’s Caracas Diary/1825-1842.
A British diplomat in a newborn nation, Instituto Otto y Magdalena
Blohm, Caracas, 1966.
8
Padre del coronel Belford Hinton Wilson, destacado en Junín y
Tarqui, el cual en 1827 sería brillante edecán del Libertador hasta la
muerte de éste.
9
Véase en Escritos del Libertador, Sociedad Bolivariana de Venezuela,
Caracas, 1974, Tomo XI, Documentos Nos. 1.971-2.290.
10
Autores varios: Carabobo para Todos, Caracas, Editorial Arte,
Caracas, 1971.
11
Pedro Grases & Manuel Pérez Vila (Comps.): Bolívar en el pensamiento
universal, Fundación Bicentenario de Simón Bolívar, Caracas,
1986.
12
Simón Bolívar: Obras Completas, Vicente Lecuna (Comp.), Caracas,S/d,
Tomo II, p. 163.
* Secretaría de R.ACM y asesor del CEOFANB.
36
Notas:
1
Multigramática, Vol. IV, Encyclopædia Britannica Publishers, Inc.,
1995-1996.
2
Véase Alexis Márquez Rodríguez: Con la Lengua, Vadell Hermanos
Editores, Caracas-Valencia, 1987, p. 140.
El parte oficial de la Batalla de Carabobo, emitido en San Carlos
el 26 de junio de 1821. Obsérvese en la línea 14 la mención: S.E.
el Libertador.
37
Algunos conceptos
de guerra
en el mundo del siglo XXI
38
Texto: Néstor Rivero
Fotos: Archivos ACM
Algunas líneas del tipo de guerra que se viene librando
en distintas regiones del mundo de hoy, tienden a
mostrar, por su reiteración, los nuevos modos y técnicas
de agresión, enmascarados en lenguaje diplomático y
la sorpresa de una opinión pública desprevenida que, eventualmente,
pudiere aceptar pasivamente lo que se le ofrece
como «la verdad» de un conflicto.
Obligación de proteger
El 11 de Septiembre con el
derrumbe de las Torres Gemelas
de Nueva York abrió una nueva
etapa en la conflictividad de escala
planetaria. ¿Hemos entrado
en una escalada sin retorno que
conduce a la III Guerra Mundial?,
¿o ésta ya comenzó y se desarrolla
de modo fragmentario con
distintos métodos, invasión directa,
golpes de Estado, desestabilización
de gobiernos «no simpáticos»
y campañas mediáticas
sostenidas?
Lo que sí ha quedado claro es
que han surgido nuevos vocabularios
y se extendió el choque armado,
a escala regional en territorios que habían permanecido
al margen de invasiones al menos en los últimos años,
como Afganistán e Iraq. Así, cabe la pregunta: ¿puede aplicarse
a Venezuela la doctrina imperial conocida como
«Responsabilidad de Proteger» que, esgrimiendo los
artículos 40 y 41 de la Carta de las Naciones
Unidas le ha sido aplicada en lo que va de
este siglo XXI a gobiernos y países como
la Libia de Muammar Gadaffi, para dar
algún viso de legalidad al ataque
criminal que se ejecutó contra el
jefe de la Revolución Verde?
En la actualidad opera una profunda distorsión, mediante
la cual se ha pretendido imponer ante la opinión pública
mundial la tesis según la cual el proceso de cambios políticos
que hoy prosigue en la República Bolivariana de Venezuela,
no es otra cosa que una «dictadura que viola los derechos
humanos». Dicha estrategia probablemente contempla
en alguno de sus escenarios de agresión, el recurso del supuesto
incumplimiento por las autoridades venezolanas, de
la responsabilidad de «proteger los derechos humanos» del
pueblo sobre el que se gobierna, aspirando, inútilmente por
lo demás, que dentro y fuera de la ONU se alineen a favor
de la correlación-OTAN, alianzas diplomáticas que avalasen
una hipotética «zona de exclusión
aérea», bombardeos y destrucción
de la Patria de Bolívar por las
fuerzas imperiales. Hasta ahora
no lo han logrado; y en la medida
en que el pueblo se mantenga
movilizado y muestre cohesión
de soberanía, no lo lograrán.
En el caso del coronel Gadaffi
se recuerda claramente que
la zona de exclusión aérea y los
bombardeos contra el territorio
libio comenzaron a partir de una
supuesta «masacre» que el líder
antiimperialista había dispuesto
contra una multitud que se
concentraba para protestar su
mandato, en una plaza de la capital libia. Y después que
se despejaron los acontecimientos se develó la falsedad de
una masacre que nunca ocurrió.
Claro, los contextos son muy distintos.
El coronel Gadaffi, si se le
compara con el Gobierno Bolivariano
del Presidente Constitucional
Nicolás Maduro, se encontraba
bastante aislado, y pocas voces
39
bienes y personas dentro de Estados Unidos o países de Europa,
los gobiernos de esas potencias responden con prácticas
que se dan la mano con sus eventuales y/o potenciales
agresores subrepticios. Cierto, la aplicación de distintas
formas de «Terrorismo de Estado» por los países de la OTAN,
los nuevos conceptos de «daño colateral», mediante lo cual
se justifica cualquier exceso en la guerra, o la interpretación
que dan esos centros de poder global a la llamada «Responsabilidad
de Proteger», en escenarios de conflicto interno en
países del Medio Oriente, África o América Latina, anuncian
nuevas tendencias en el enmascaramiento de las agresiones
de orden estratégico que adelantan dichas potencias.
40
de los pueblos africanos y del Medio Oriente y resto del Asia,
se movilizaron para detener la agresión de la OTAN. En ello
han fracasado las tenebrosas fuerzas imperiales respecto a
la Venezuela Bolivariana. No obstante, se debe estar alerta
ante la amenaza de que se aplique una eventual «obligación
de proteger» contra Venezuela. Afortunadamente, dentro del
Consejo de Seguridad de la ONU, Venezuela cuenta con un
representante, como Miembro no Permanente por dos años.
Ello, en cuanto a política exterior, hace una gran diferencia
en este asunto con respecto al hermano pueblo de Libia.
Los dos terrorismos
Frente a los actos de terrorismo individual o de grupos
del fanatismo religioso y político que puedan atentar contra
«Falso positivo» internacional
Otro recurso a que eventualmente pudiere apelar la estrategia
de agresión contra Venezuela por la CIA, el Departamento
de Estado y Pentágono de EE.UU, sería el crear un
«falso positivo internacional», al mostrar algún hecho de daño
auto-infligido dentro de alguna posesión de aquella potencia,
e imputársela a Venezuela para anunciar que va a ejercer
su «derecho a la defensa», en los términos contemplados en
el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas. ¿Podría
ser forjado algún incidente de guerra en aguas internacionales,
o aguas del Caribe cercanas al Estado Libre Asociado de
Puerto Rico? Serían escenarios que nuestra Fuerza Armada
Nacional Bolivariana está llamada a ponderar en el estudio
de iniciativas de previsión y contraofensiva comunicacional.
«amenaza extraordinaria e inusual para su seguridad nacional»?
Bajo estado de amenaza y peligro de ser invadidas militarmente
de modo directo por EEUU, han sobrevivido durante
largas décadas, territorios y naciones como Cuba, Irán, Rusia,
Belarus o Siria. En dicha lista hoy ha sido incluido nuestro
país. Y ello —que no es otra cosa que la respuesta de los grupos
que ejercen el poder imperial dentro de aquella nación, a
la propuesta de un Mundo Posible que se da en Venezuela—,
no debe ser objeto de zozobra. Desde siempre estuvo Venezuela
bajo amenaza; simplemente que antes de la aparición
del Comandante Hugo Chávez y ahora del presidente Nicolás
Maduro, una parte considerable de la población no se había
percatado de ello. Y el trasfondo de dicha amenaza está teñido
de la sustancia oscura y espesa que yace depositada en
el subsuelo de nuestro territorio; y en la insubordinación de
una clientela de varias decenas de millones de personas que
ahora miran hacia otros proveedores distintos a las monolíticas
corporaciones del Norte en ciencia y tecnología, vehículos,
armamentos, satélites, alimentos y medicamentos, entre
otros productos. Energía y mercados, es lo que inquieta a los
poderosos del Norte cuando su control omnímodo empieza a
debilitarse tras relacionarse nuestros pueblos, en términos
de geopolítica y de economía y comercio con China, Rusia,
Brasil India y otras potencias emergentes.
El caso venezolano
¿Se puede sobrevivir por décadas a un estado de amenaza,
como el gobierno estadounidense ha proclamado contra la
Patria de Bolívar al precisamente calificar a esta última como
Huele a petróleo
Así, puede afirmarse con escaso margen de error, que
la actual agresión contra nuestra patria, huele a petróleo
y al afán imperial por mantener en América Latina
y, especialmente en Venezuela, el modelo extractivista y
monoproductor con cliente único; así como de consumo
de bienes manufacturados por un proveedor también exclusivo:
EEUU.
De otra parte, debe señalarse que si bien las élites
que ejercen el poder político y económico de aquella
gran potencia, han logrado avanzar en la tecnología de
extracción de hidrocarburos a partir de la explotación del
esquisto bituminoso, la inversión requerida para su apro-
41
vechamiento y rentabilidad sigue siendo costosísima. De
este modo, aun si el esquisto ofrece beneficios cuando el
petróleo es vendido en los mercados a partir de un precio
de 60 o más dólares el barril, en tiempos de deterioro del
precio —como ha ocurrido en el año 2015, con un barril
entre 40 y 50 dólares—, deja de ser negocio, y demandaría
una de dos salidas: que se produzca a pérdida; o que
se desestime su explotación, que es lo que se ha dejado
ver con el cierre de los últimos meses de varias operadoras
del esquisto en EE.UU. Por ello, afirmamos que
la amenaza a Venezuela, que procura concretar apoyos
de distinto orden tanto dentro como fuera de EE.UU, no
persigue otro objetivo que obtener legitimidad para una
agresión militar directa de aquella potencia, con el claro
propósito de tomar control de los yacimientos hidrocarburíferos
de nuestro territorio. El decreto del Presidente
Obama del 9 de marzo de 2015, en contra de un país
que defiende su soberanía y su derecho a que el pueblo
desarrolle su democracia participativa y protagónica, no
nos cabe duda, «huele a petróleo».
Defensa de soberanía
Esta definición integra el corazón de la respuesta que
dan los pueblos a las amenazas de agresión y ataque
armado por parte de enemigos poderosos, como se da
contra nuestra patria desde los centros de poder estadounidenses.
Defensa de soberanía en la calle, en la movilización
masiva permanente, en la jornada de opinión, en el conversatorio,
en la organización de comunidades y sectores
de la población por oficio, profesión o función convivencial.
De tipo estudiantil o gremial, entre otros. Resulta
perentorio en este tiempo de amenazas contra la soberanía
de nuestro país, llevar adelante, en distintos niveles
de la vida nacional, una especie de «Si vis pacem, para
bellum» comunicacional: prepararnos para ganar la guerra,
mostrando que, antes de que empiecen las hostilidades
con balas y bombardeos aéreos, nuestro pueblo y su
Fuerza Armada Nacional Bolivariana, poseen tal nivel de
disposición para defender en todo terreno su identidad
y las garantías que la Constitución consagra a favor del
pueblo, que éste logra desde ya, hacer desistir al agresor
de su intento de dar el siguiente paso: la materialización
de un ataque armado.
Pudiera decirse que, mientras hable la diplomacia y
se amplíe la cobertura de alianzas y respaldos a la Patria
de Bolívar, y mientras los medios de comunicación bolivarianos
transmitan las voces e imágenes de multitudes
marchando en repudio a cualquier agresión de distinto
orden, todo estará «bajo control» por parte del pueblo.
Acostumbrémonos, pues, mientras termina de afirmarse
el mundo multicéntrico y pluripolar, el mundo posible por
el cual luchó en la Venezuela del siglo XXI el Comandante
Hugo Chávez Frías, a sobrellevar la existencia con la alegría
de quienes construyen el futuro en medio de la acechanza,
afirmados en la convicción de que se cultiva la
paz y se siembra felicidad social. Ello justifica cualquier
empeño en la defensa de la Revolución Bolivariana.
42
43
Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras
de la Intervención
(El Trasfondo)
(Parte II, y final)
44
Texto: Javier José Marcano Tábata
Fotos: Archivos ACM
E
ste artículo analiza las más recientes teorías, doctrinas
y resoluciones legitimadoras de la intervención que
se esgrimen en los centros de poder imperial, desde
donde han sido introducidos en el sistema internacional por
parte de actores hegemónicos mundiales, para justificar
toda clase de pretensiones contra los países que no les son
dóciles. La Parte I de este trabajo se publicó en la Revista
Ámbito Cívico Militar, N° 55, Julio de 2018, CEOFANB, ocasión
cuando analizamos cinco doctrinas imperantes desde
1949. En esta Parte II abordaremos la peligrosa tesis de la
ONU basada en la «Responsabilidad de Proteger-Reaccionar
y Reconstruir», asumida por Bush (2001) y «La Doctrina de
los Nenúfares» aplicada por Obama y León Panetta (2012)
—así llamada por el autor de este artículo—. De igual modo,
examinamos la Doctrina de Guerra Híbrida de Donald Trump
(2017).
Concluiremos este texto con algunas reflexiones y recomendaciones
que permitan afrontar las amenazas y neutralizar
los escenarios desfavorables a los intereses de la
República, sobre todo en la dimensión de la geopolítica internacional
impulsada por nuestro Comandante Supremo
de la Revolución Bolivariana Hugo Rafael Chávez Frías.
La Responsabilidad de Proteger – Reaccionar y Reconstruir
de la ONU. Doctrina asumida por Bush (2001) 1
En Septiembre de 2000, durante la Asamblea del Milenio
de las Naciones Unidas, el para aquel entonces Primer
Ministro de Canadá, Jean Chrétien, anunció el establecimiento
de una comisión internacional independiente sobre
intervención y soberanía de los Estados, en respuesta al llamamiento
hecho por el Secretario General, Kofi Annan, para
que se intentara alcanzar un nuevo consenso internacional
sobre la forma de responder a las violaciones masivas de
los DDHH y el Derecho Humanitario. La comisión estuvo conformada
por representantes de: Australia, Argelia, Canadá,
EE.UU, Federación de Rusia, Alemania, Sudáfrica, Filipinas,
Suiza, Guatemala e India.
A manera de información general la Comisión Internacional
sobre Intervención y Soberanía de los Estados (CISISE),
fue financiada por las Fundaciones: Carnegie Corporation
de Nueva York; William y Flora Hewlett; John D. y Catherine
T. MacArthur; Rockefeller y Simons Foundation. A estos
aportes se sumaron los gobiernos de Canadá, Suiza y el
Reino Unido. A juicio del autor, el interés de los grupos
económicos en financiar esta temática, fue sin duda alguna,
el de «incentivar» a los miembros de la CISISE, para auto
atribuirse poderes supranacionales que incursionaron peligrosamente
en contra de principios internacionales e intereses
nacionales mundialmente reconocidos, tales como:
la Independencia, la soberanía, la libertad y la libre autodeterminación,
dejando abierta una puerta para las intervenciones
militares de bandera «humanitaria» bajo una mordaz
doctrina que apuntaba con urgencia a la necesidad de
acceder a los recursos vitales que requieren las potencias
hegemónicas. Esta irónica resolución legitimadora de la intervención,
fue introducida cinco años después ante la ONU,
durante su Cumbre Mundial de 2005, a objeto de legitimar
esta contradictoria «Responsabilidad de Proteger, Reaccionar
y Reconstruir». 2
Si bien es cierto que Kofi Annan, hizo un elocuente llamamiento
a la comunidad internacional en los años 1999 y
2000, para que procuraran alcanzar un consenso sobre si:
«la intervención humanitaria es, en realidad, un ataque inaceptable
a la soberanía», estuvo haciéndose reiteradamente
la pregunta: «¿Cómo deberíamos responder
a situaciones como las de Rwanda o Srebrenica
y las violaciones graves y sistemáticas
de los derechos humanos
que trasgreden todos los principios
de nuestra humanidad común?».
En mi opinión, si se tuviera
la capacidad de contestar esa
pregunta, en función de la
experiencia que nos da el
hecho de vivir la dinámica
de los acontecimientos
que se suscitan en la República
Bolivariana de
Venezuela, entonces
se le contestaría a
la ONU y al sentido
Rwanda
común de la comunidad
internacional,
con otra pregunta:
Les preguntaríamos
con la auctoritas que otorga la
moral: ¿están ustedes seguros de que lo que perciben sus
sentidos, a través de los medios audiovisuales y escritos u
otra forma de comunicación… es la verdad? ¿Están ustedes
seguros de que las dificultades que se presentan en X o Y
Estado-Nación del planeta, son producto de, como ustedes
llaman, «una infracción del orden internacional»? ¿Están ustedes
seguros de que tales situaciones que causan sufrimiento
en seres humanos, de X o Y Estado-Nación del planeta,
NO vienen promovidas por otros actores internacionales
como justificativo de intervención?
Porque, si eso no es así, estaríamos anulando todo el camino
recorrido para alcanzar la paz y la estabilidad internacionales;
convirtiéndonos en instrumentos de nuestra propia
destrucción y pasaríamos a la historia como los cómplices o
los ignorantes que no tuvieron la capacidad de garantizar un
mundo mejor. Pues bien, en esta investigación, se ha podido
comprobar que las Doctrinas y Resoluciones Legitimadoras
de la Intervención han ido introduciéndose sistemáticamente
en el sistema internacional como se evidencia en este
caso, cuando la Asamblea General de la ONU incorporó: «La
Responsabilidad de Proteger» en un Documento Final de la
Cumbre Mundial de 2005, en cuyos dos párrafos se habla
de «Un concepto más amplio de la libertad: Desarrollo,
Seguridad y Derechos Humanos para todos» y en donde el
para aquel entonces Secretario General Kofi Annan, basó su
enfoque en dos informes:
El primero, que se refiere a «un mundo más seguro»: que
abre las puertas para entrar en el peligroso terreno de la
responsabilidad compartida del Grupo de Alto Nivel sobre
las amenazas, los desafíos y el cambio del 1° de diciembre
de 2004; que además se refiere a una «obligación de
proteger» que dentro del marco de reforma de la ONU, recomienda
la adopción de una «norma» de la «responsabilidad
de proteger», recogiendo así el concepto elaborado por la
Comisión Internacional sobre Intervención y Soberanía de
los Estados (CIISE).Un segundo informe,
que se sustenta en «La responsabilidad
de proteger» de la
misma CIISE; que fue iniciado,
convocado y patrocinado por el
gobierno de Canadá, para dar
una respuesta a las preocupaciones
del Secretario General
en encontrar una vía
de socorro a poblaciones
en estado de emergencia
humanitaria, que sirvió
de punto de partida en
los debates sobre su incorporación
en la ONU.
Una «responsabilidad
de proteger» que ya estaba
yaciente en cierto círculo
de diplomáticos de la ONU
encabezados por Kofi Annan,
quien, ya comenzando el milenio, declaraba:
«La intervención humanitaria es una cuestión delicada,
plagada de dificultades políticas y sin soluciones fáciles. Pero
sin duda no hay ningún principio jurídico ni siquiera la soberanía
que pueda invocarse para proteger a los autores de crímenes
de lesa humanidad. En los lugares en que se cometen
esos crímenes y se han agotado los intentos por ponerles fin
por medios pacíficos, el Consejo de Seguridad tiene el deber
Srebrenica
45
Secretario General de la ONU
moral de actuar en nombre de la comunidad internacional.
[...] La intervención armada debe seguir siendo siempre
el último recurso, pero ante los asesinatos en masa es una
opción que no se puede desechar».
En el Documento Final, los Estados
asumen el deber de prevenir que se llegue
a perpetrar uno o más de los crímenes
enumerados, como genocidio, crímenes
de guerra, depuración étnica y crímenes
de lesa humanidad en su territorio, y han
aceptado la necesidad de una prevención
efectiva por medio de un servicio
de ayuda de la ONU a los Estados y
el desarrollo de un sistema de alerta
temprana, también a cargo de la ONU.
El objetivo de la prevención es, pues,
evitar que la población civil caiga
víctima de violaciones serias de derechos
humanos resultantes de un
conflicto interno. Las cuestiones que
quedan por esclarecer son: cuál es
el alcance de la «prevención», cómo
se materializará la ayuda de la ONU
a los Estados y qué forma tendrá
la alerta temprana de la ONU. Asimismo,
debe esclarecerse, cómo se
ha de repartir la responsabilidad de prevenir entre el Estado
y la «comunidad internacional», y cuál es el límite de
las medidas de prevención a disposición de la «comunidad
internacional», o en otras palabras, si las medidas de prevención
implican también el empleo de sanciones y el uso
46
de la fuerza contra un Estado. A
esta «Responsabilidad de Proteger»,
le nacieron un sinnúmero de variantes,
configurándose con términos asociados a la «legítima
defensa» a la «guerra preventiva», cuando esa
responsabilidad de proteger era enfocada desde diversas
posturas paradigmáticas, como por ejemplo, desde afuera
hacia adentro, es decir, un actor internacional o individuo,
que desde latitudes distantes podía amenazar a determinada
nación. Caso Osama Bin Laden, que le permitió a EE.UU
justificar una intervención en Afganistán, o Sadam Hussein
en Irak, con la falsa matriz de que poseía armas de destrucción
masiva y que le permitió a EE.UU, el derecho a invadir o
caso Libia y Siria. En fin, una «Responsabilidad de Proteger»
que traía consigo una mordaz doctrina de guerra preventiva,
cuyos muertos, heridos y daños no entran en las estadísticas
de las Cumbres del Milenio. 3
La Doctrina de los Nenúfares Obama-Panetta (2012)
La Nueva Doctrina de los Nenúfares diseñada por
EE.UU. «Irónica estrategia de aproximación
de medios para atender con
prontitud las catástrofes naturales
en nuestra región».
En la actualidad, como una
nueva versión de los Documentos
de Santa Fe, podemos comentar la
arbitraria estrategia imperialista de
aproximación y proyección de sus
fuerzas militares en nuestra región,
bajo el irónico pretexto de la lucha
contra el narcotráfico. Esta estrategia
les ha permitido inundar de bases
militares norteamericanas el espacio
suramericano y caribeño, además de
justificar la reactivación de su IV Flota,
para navegar en un teatro de operaciones,
el cual ellos consideran como su
área de interés e influencia. Hoy en día,
tales excusas procuran renovarse con
un nuevo discurso por parte de los Estados
Unidos, en donde un mordaz «síndrome
proteccionista» de atender con
prontitud y oportunidad a las catástrofes naturales
que se pronostican en el espacio suramericano y caribeño,
es el pretexto para aproximar medios militares y civiles en
áreas muy cercanas a los pasos interoceánicos suramerica-
nos y del Caribe, o en donde, no por casualidad, tales situaciones
de riesgos se pronostican en sectores cerca de las
grandes reservas de petróleo, minerales estratégicos, gas,
agua dulce y biodiversidad del planeta. 4
En la Décima Conferencia de Ministros de la Defensa
de las Américas, realizada del 8 al 10 de octubre de 2012,
en Punta del Este, Uruguay, la delegación de EE.UU, asistió
«muy preocupada por los temas de defensa en el hemisferio»,
destacándose: León Edward Panetta, para aquel
entonces, Secretario de Defensa de ese país, quien fuera
Director de la CIA en el gobierno de Bush hijo; Frank Mora,
Sub Secretario de Defensa para el Hemisferio Occidental;
el General de la Fuerza Aérea Douglas Fraser, para aquel
entonces, Comandante del Comando Sur; el General del
Cuerpo de Marines John F. Kelly, quien actualmente ostenta
el cargo de Secretario de Seguridad Nacional; a quienes
se les sumó la Embajadora de EE.UU en Uruguay, Julissa
Reynoso, de raíces dominicanas, quien es miembro del
conocido «Consejo de Relaciones Exteriores de EE.UU», el
mismo Consejo vinculado históricamente a los temas del
«nuevo orden mundial, el Grupo Bilderberg y la teoría de
la conspiración». 5 Allí, y con poco disimulo, uno de los ejes
temáticos que insistentemente los norteamericanos defendían
en la mesa de discusiones —utilizando, no por casualidad,
a Guatemala como país modelador, a Chile como
país relator y a Canadá, Trinidad y Tobago y Uruguay, como
países correlatores— fue el eje temático referido a los «desastres
naturales y la protección al medio ambiente y la
biodiversidad», de nuestra rica, independiente y soberana
región suramericana y caribeña.
Este panel de representantes, durante todas las fases
de la reunión, manifestaba reiteradamente su interés en
establecer «Bases adelantadas de atención rápida a las
catástrofes naturales», a las que sus expertos pronosticadores
ubicaban con una pitonística precisión, en áreas de
gran valor geoestratégico del espacio suramericano y caribeño.
Ellos manifestaban que dichas plataformas aglutinarían
a personal y equipos militares con elementos de
protección civil, listos para reaccionar bajo la dirección de
sus experimentados mandos. Al mismo tiempo que se auto
atribuían una «moral de experticia», adquirida en su participación
durante el pasado terremoto de Haití. 6
Como es bien sabido, la Conferencia de Ministros de
Defensa de las Américas, se constituye en el instrumento
diplomático-operativo de la Junta Interamericana de
Defensa (JID), entidad que a su vez depende de la OEA.
Esta JID está compuesta por: El Consejo de Delegados; la
Secretaría y el Colegio Interamericano de Defensa (CID).
En este último centro educativo, en opinión del autor, es
donde se diseñan las doctrinas y resoluciones legitimadoras
de la injerencia y la intervención en el hemisferio.
A todas estas nuevas versiones de una renovada agenda
injerencista, se le suma toda una operación mediática
enmarcada dentro del conocido concepto de Guerra de
Cuarta Generación, la cual procura minar las bases de la
cultura tradicional de los países suramericanos y caribe-
47
ños y debilitar a sus movimientos populares de izquierda,
por cuanto que dicho modelo ideológico, se encuentra en
franca contraposición al modelo capitalista que las potencias
imperialistas defienden.
Para alcanzar este fin, ellos aplican lo que Noam
Chomsky llama: «la estrategia de la gradualidad», que
consiste: En procurar hacer que se acepte una medida inaceptable.
Este fin se alcanza, cuando tales medidas son
dosificadas gradualmente y a cuentagotas por años consecutivos.
Es así como los países dominantes, en el trascurrir
de la historia, fueron introduciendo en el sistema internacional,
una serie de marcos referenciales y criterios de
interpretación de la realidad, ajustados en función a sus
intereses y conveniencias. Tal gradualidad permitió a los
monopolios hegemónicos, el garantizar que la sociedad internacional
asumiera como natural aquellos cambios, los
cuales, en otras condiciones, pudieran haber provocado
una revolución.
La Doctrina de Guerra Híbrida de Donald Trump (2017)
En los últimos meses se ha podido percibir un incremento
muy considerable de acciones orientadas en esta teoría,
las cuales han dificultado el libre ejercicio del poder del
presidente Nicolás Maduro Moros. Estas estrategias conspirativas
contra la Patria, cuentan sin duda alguna con el
apoyo de actores de cooperación internos y externos, no
descartándose ni por un instante la colaboración de quintas
columnas infiltradas y/o captadas, dentro de las estructuras
del Estado, cuyas acciones coordinadas estrechamente
con el Departamento de Estado de EE.UU, están procurando
crear las condiciones necesarias para generar: una desobediencia
civil, un estallido social y/o una crisis humanitaria,
que justifique la aplicación de instrumentos de intervención
controlados por parte de los actores regionales e internacionales,
bajo el mordaz pretexto del «interés humanitario»,
matriz que sienta las bases para justificar ante la opinión
pública internacional, una peligrosa maniobra intervencio-
48
nista en el Estado venezolano, bajo el pretexto de un «Estado
Fallido».
A esta estrategia desestabilizadora, se le ha sumado
la aplicación de una segunda estrategia conspirativa,
conocida como la Teoría del «Estado Villano o Forajido»,
forma de lucha no armada en la que actualmente se promueve
una matriz o percepción de irrespeto, por parte
del gobierno revolucionario, a los derechos humanos,
sus vinculaciones con el terrorismo, el narcotráfico internacional,
las redes de prostitución, el lavado de dinero, la
corrupción y hasta la tenencia de armas de destrucción
masiva.
Con la aplicación sincronizada de estas dos Teorías
Conspirativas, se está procurando poner al Gobierno venezolano
entre la espada y la pared, es decir, cuando se
ejerce el poder para poner orden, los operadores políticos
infiltrados crean las condiciones para que se produzcan
incidentes entre las fuerzas de orden público y grupos de
protesta, en donde se perciba una sensación de represión
e irrespeto a los derechos humanos (Estado Forajido).
En este tipo de acciones, los actores políticos, quienes
manejan el poder de los medios de comunicación privados
y las grandes cadenas informativas nacionales e internacionales,
desatan toda una campaña de descalificación de los
líderes oficialistas dentro de una matriz de corrupción y complicidad
con actividades al margen de la ley, esto con el fin
de fortalecer la percepción del «Estado Forajido».
Por otra parte, si no se hace nada ante la anarquía promovida
por los operadores políticos y se permite que un caos
total se promueva en el territorio del Estado-Nación y que tal
inacción promueve una crisis en las necesidades básicas de
la población, afectando su estado de bienestar, entonces se
cae en la percepción de «Estado Fallido». Ambos extremos
muy perjudiciales para el ejercicio del poder gubernamental.
Paralelamente, motivado a que la Guerra Híbrida combina
acciones de lucha no armada, con acciones de lucha
49
armada, continuamente se procura promover incidentes, sobre
todo con actores internacionales que limitan con el país
que es blanco objetivo, esto con el fin de justificar una escalada
diplomática que pueda justificar una acción militar.
También se emplean esos actores de cooperación fronterizos
para agudizar las crisis como ha venido ocurriendo en el
caso de Venezuela con la «Operación Tenaza». Así lo declaró
el Presidente Nicolás Maduro Moros, en su Alocución ante la
Asamblea Nacional (2015):
«Nuestra patria ha sido sometida a nuevas formas de
acosos y agresión que pudieran afectar gravemente la paz
de Venezuela y la región»… «Hay una operación política, mediática
y económica para buscar conflictos de alta intensidad»…
«Quieren aplicar la Operación Tenaza contra la Patria».
Conclusiones y Recomendaciones
Todas las doctrinas y resoluciones anteriormente descritas,
responden a una concepción geopolítica de dominación
propia del imperio injerencista e intervencionista de EE.UU
y sus aliados, los cuales han elevado su doctrina de seguridad
nacional a niveles supranacionales, logrando introducirla
sistemáticamente dentro de la legislación internacional
para adecuarla a sus más obscuros intereses.
Por todo lo antes expuesto, considero que todo estudio
del desarrollo de una ciencia, en este caso la ciencia de
las Relaciones Internacionales, «exige, junto al conocimiento
de los conceptos, axiomas y leyes que se han formulado
por sus diversas teorías, una necesaria reconstrucción
del proceso histórico a través del cual han emergido y han
sido dadas a conocer». Más aún, si dichas teorías han
sido elaboradas por comunidades de seres humanos, en
épocas cuyos métodos, enfoques y códigos estaban predominantemente
influenciados por los criterios de un grupo de
actores dominantes y que pudieron de alguna manera, ser
introducidos premeditadamente, como una estrategia para
difundir patrones universales que respondieran a
sus intereses de dominación. Es por ello que
la postura ontológica que se asumió en
este trabajo, se mostró absolutamente
opuesta al «conservadurismo internacional»,
considerándose éste, como
una corriente de pensamiento que
intenta mantener una continuidad y
que se opone a toda iniciativa con
enfoques emancipadores.
Con el abordaje de estas Doctrinas
y Resoluciones Legitimadoras
de la Intervención, pareciera que
hoy la comunidad internacional, se
encuentra inmersa en un peligroso
terreno de arenas movedizas, en
donde las teorías de las relaciones
internacionales y la teoría de la conspiración, parecen
haberse fusionado en una sola, para satisfacer los más obscuros
intereses de los actores hegemónicos que la promueven.
Coincide el autor con el enfoque gramsciniano de «hegemonía
cultural», cuando éste explica las razones por las
cuales una sociedad que pudiese observarse aparentemente
libre y culturalmente diversa, es en realidad dominada,
en este caso, por una de sus clases sociales, ya que como
éste lo indica: «…las percepciones; explicaciones; valores y
creencias de ese sector llegan a ser vistos como la norma,
transformándose en los estándares de validez universal o
de referencia en tal sociedad, como lo que beneficia a todos
cuando en realidad sólo beneficia preferencialmente a un
sector dado».
Resulta entonces muy importante que los actores del espacio
latinoamericano y caribeño aprendan a interpretar la
realidad internacional, con un enfoque estratégico distinto a
los códigos que traen inscritos consigo las tradicionales teorías
y doctrinas legitimadoras de la intervención. Debemos
procurar descubrir las circunstancias históricas, psicológicas
y sociológicas que han incidido en la difusión del conocimiento
y por consiguiente la «universalización de criterios de
interpretación de la realidad» es lo que permitirá el quiebre
de «una hegemonía sostenida en el campo de las relaciones
internacionales», statu quo que si no despertamos de ese
trance prevalecerá con consecuencias nefastas.
Se hace imperativa la aproximación a una Teoría Bolivariana
de las Relaciones Internacionales, por cuanto que
la misma representa un poderoso instrumento para argumentar
y persuadir con hechos y razones, la vigencia del
pensamiento de los próceres y héroes independentistas suramericanos.
Asimismo, el construir un sistema educativo
latinoamericano y caribeño, que promueva los principios,
valores y creencias propios a sus realidades geohistóricas,
servirá por una parte, de sustento teórico
para orientar las nuevas formas de relacionamiento
que actualmente se
configuran en la región; y por
la otra, de modelo a seguir
para recontextualizar las
nuevas realidades del
sistema internacional.
Todo ello con el fin de
garantizar la satisfacción
real de las
expectativas de los
elementos que integran
el espacio
suramericano y caribeño,
a fin de gestar
una conciencia
de unidad e
50
identidad común en beneficio de las futuras generaciones.
Es por ello que las viejas teorías deben evolucionar, puesto
que el realismo político beneficia a las potencias militares
más poderosas y el enfoque idealista, al cual, en mi opinión,
le es atribuido erróneamente una paternidad wilsoniana,
pretende dejar en manos de organizaciones internacionales
manejadas por los Estados Potencias, las intervenciones en
los conflictos armados, con el supuesto irónico de tratar de
evitar el flagelo de la guerra.
* Secretario General de SECODENA.
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en: http://www.chavez.org.ve/programa-patria-venezuela-2013-2019/
introduccion/#.URlL7B3a2So
Notas:
1
Portadora de la Doctrina del Bellum iustum. Además de un nuevo
intervencionismo, la «responsabilidad de proteger» suscribe también la
Doctrina del Bellum iustum que se remonta a San Agustín y que, en su
núcleo fundamental, acepta justificaciones al uso de la fuerza en las relaciones
internacionales. Según ésta, si el recurso a la guerra como instrumento
político está prohibido, la guerra con fines de carácter humanitario
debe permitirse, pues asegura la protección de una población cuando es
víctima de determinados crímenes o corre peligro de serlo. Como complemento
de esta doctrina, la CIISE fija y desarrolla criterios materiales
de limitación de intervención militar bajo el rubro «principios para la intervención
militar», que no son nuevos, sino ya bastante conocidos en los
debates teóricos sobre las doctrinas de la intervención humanitaria y del
bellum iustum. Propone, entonces, seis criterios: 1) existencia de autoridad
competente, 2) causa justa, 3) intención correcta, 4) último recurso,
5) medios proporcionales y 6) perspectiva (posibilidad) razonable. Fuente:
M. Añaños (2009): «The “Responsibility to Protect” in the United Nations
and the Doctrine of the “Responsibility to Protect». Página Web en Línea.
Disponible:https://www.ucm.es/data/cont/media/www/
pag-72507/UNISCI%20DP%2021%20-%20MEZA.pdf [Consulta
13/02/2018]
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2
Recordemos que dentro de los logros atribuidos a la Fundación
Rockefeller, están: Ser la responsable de la llamada «Revolución Verde»,
un brillante ardid para desarrollar un Agronegocio Globalizado.
Como decía Henry Kissinger en los años 70: «Si se controla el petróleo,
se controla el país; si se controlan los alimentos, se controla a la
población». Utilizando inmensas cantidades de herbicidas y pesticidas
y los impactos en la salud de la población, la Fundación Rockefeller
diversificó su negocio creando mercados adicionales para los gigantes
del petróleo, la química y la industria farmacéutica. Fuente: F. Engdahl:
«Bill Gates, Rockefeller y los gigantes de la biogenética saben algo que
ignoramos». Artículo digital. Disponible en: Rebelion.org http://www.
rebelion.org/noticia.php?id=60339 [Consulta 13/02/2018].
3
La guerra preventiva (o ataque preventivo) es aquella acción armada
emprendida con el objetivo (real o pretextado) de repeler una
ofensiva o una invasión que se percibe como inminente, o bien para
ganar una ventaja estratégica en un conflicto inminente. Aunque se
suele presentar como forma de autodefensa, la legitimidad de la guerra
preventiva es objeto de intensa disputa, sobre todo por la dificultad
de ponerse de acuerdo acerca de si la amenaza es real y, caso de serlo,
de si se trata de un peligro inminente que justifique el ataque, o bien
se utiliza como pretexto para atacar primero. En su enfoque clásico, la
autodefensa quedaría restringida a una respuesta a un ataque armado,
de acuerdo con el Art. 51 de la Carta de la ONU. Modernamente,
la doctrina de George W. Bush sobre ataques preventivos se refiere a
la amenaza potencial causada por «Estados delincuentes» con armas
de destrucción masiva. Sin embargo, el problema de determinar la
amenaza inminente y extrema sigue siendo tema de disputa. Muchos
Estados no apoyan la guerra preventiva, ya que consideran que podría
aplicarse arbitrariamente a cualquier amenaza real o imaginaria situada
años en el futuro. Fuente: Pág. Web en línea. Disponible: https://
es.wikipedia.org/wiki/Guerra_preventiva. [Consulta: 13/02/2018].
4
En lengua inglesa, una lilypad es una hoja flotante en un lago o
estanque, al modo de los nenúfares, que sirve de apoyo para la rana
que, salto a salto y de hoja en hoja, se aproxima acechante hacia el
incauto insecto que en breve devorará. No se crea que esto se refiere
a curiosas escenas de la naturaleza; su contenido es bastante más
crudo, porque la rana es el símbolo de las fuerzas armadas de EE.UU.
Los nenúfares son un nuevo tipo de base militar reducida, que se va
extendiendo por el mundo y al que voy a referirme específicamente, y
los insectos son los países sobre los que la política exterior de EE.UU.
extiende sus tentáculos. Fuente: kaosenlared.net.
5
En la década de 1960, grupos como la John Birch Society y el
Liberty Lobby dedicaron muchos de sus ataques a la ONU como vehículo
para crear «Un Gobierno Mundial», promoviendo una posición
de desconfianza y aislacionismo en relación a ese organismo. Adicionalmente,
Mary M. Davison, en su The Profound Revolution (1966)
trazó el origen de la supuesta conspiración del Nuevo Orden Mundial
a la creación del Sistema de Reserva Federal en EEUU por un «grupo
de banqueros internacionales» que luego habrían creado el Consejo
de Relaciones Exteriores (CFR) en ese país como «gobierno en
las sombras». En aquellas fechas la expresión «grupo de banqueros
internacionales» se entendía como referencia a personas tales como
David Rockefeller o a la familia Rothschild. Posteriormente, y a partir
de la década de 1970, Gary Allen sostiene que el término Nuevo Orden
Mundial es utilizado por una élite internacional secreta dedicada a la
destrucción de todos los gobiernos independientes. Con ese autor el
mayor peligro deja de ser la conspiración cripto-comunista y se transforma
en la élite globalista que algunos identifican con el atlantismo
del Grupo Bilderberg. Fuente: Enciclopedia Wikipedia, 2007. (Página
Web en línea).
Disponible: http://es.wikipedia.org/wiki/Nuevo_Orden_Mundial.
6
Véase el artículo de Lorenzo Angiolillo Fernández: «El Síndrome
2012. El Efecto Haití, y El Proyecto Haarp, La Gran Conspiración».
Disponible en: http://www.aporrea.org/actualidad/a93923.html.
7
Guerra híbrida es un concepto polemológico reciente (2014) con el
que se identifica un nuevo tipo de guerra que «viene a dar por superada
la guerra asimétrica (ejército convencional contra fuerza insurgente)».
«Une fuerzas regulares e irregulares, desinformación y una aparatosa
presencia militar en una ofensiva limitada», siendo su ejemplo la guerra
en el este de Ucrania y calificando genéricamente a las relaciones entre
Rusia y los países occidentales (EE.UU, Unión Europea, OTAN): «…esta
nueva especie de guerra híbrida está definida por el hecho de que no hay
una distinción real entre la guerra y la paz». Los conflictos híbridos implican
esfuerzos a diferentes niveles con el objetivo de desestabilizar un
Estado funcional y provocar una polarización de su sociedad. A diferencia
de lo que ocurre en la guerra convencional, el «centro de gravedad» de
la guerra híbrida es un sector determinado de la población. El enemigo
trata de influenciar a los estrategas políticos más destacados y a los
principales responsables de la toma de decisiones, combinando el uso
de la presión con operaciones subversivas. El agresor suele recurrir a actuaciones
clandestinas para no asumir la responsabilidad o las posibles
represalias. Otras denominaciones utilizadas para los conflictos ucranianos
de Crimea y el Donbass son las de «guerra proxy (guerra por delegación),
guerra asimétrica, guerra de cuarta generación... guerra en red...
o conflicto no lineal». Fuente: Pagina Web en línea. Disponible: https://
es.wikipedia.org/wiki/Guerra_h%C3%ADbrida. [Consulta 13/02/2018].
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