REVISTA DICIEMBRE

editorialalmaluz
from editorialalmaluz More from this publisher
23.12.2019 Views

Mundo Plural FÚTBOL Y POLÍTICA: UNA MEZCLA CADA VEZ MÁS PELIGROSA Desde hace mucho tiempo ya, la política nacional se ha mezclado con las dirigencias de los clubes de nuestro fútbol y cada vez con mayor injerencia está generando conflictos internos que se hacen muy complejos. El caso actual más elocuente es el de Boca Juniors, que ha celebrado sus elecciones el 8 de diciembre y todo fue con polémica, denuncias de trampas electorales y artilugios entre los cuales se contó, por ejemplo, que el sufragio se celebrara un día en el cual no había partido en la bombonera. Generalmente se aprovechaba una fecha de campeonato para que el socio “mate dos pájaros de un tiro”. Ver el partido y votar. Pero lo que más sorprende, o ya no tanto, es que los candidatos estaban marcados muy claramente por la ideología de la política nacional. El oficialismo en el club, absolutamente identificado con el macrismo, mientras que la oposición se paró en un perfil más “popular”, por decirlo de alguna forma, y esto quedó demostrado en uno de sus slogans que decían frases como “volver a ganar”, en clara referencia a la preocupación del hincha, socio y simpatizante por la escasa cantidad de títulos obtenidos en la gestión del ahora expresidente Daniel Angelici. A su vez, este se apoyaba en la buena gestión económica asegurando que dejaba un club saneado y con gran cantidad de dinero en caja. Lo cierto es que la agrupación liderada por Jorge Amor Ameal se alzó con una amplia victoria gracias a su gran identificación con el simpatizante de Boca. La incorporación de uno de sus máximos ídolos deportivos, Juan Román Riquelme y el aporte mediático de un reconocido hincha del club como Mario Pergolini terminaron por inclinar la balanza para su lado y darle un viento de cambio de rumbo profundo al club de la Ribera. De todas formas, lo que nos ocupa aquí no es tanto el tema de quienes son los ganadores en cuanto a personalidades, sino más bien de cómo algunos dirigentes del fútbol utilizan los clubes como trampolín político buscando una proyección dirigencial en un nivel superior. En el medio de todo esto aparecen algunos otros “efectos no deseados” como la utilización de los “barras bravas” para imponer una campaña política utilizando cánticos en el estadio o la fuerza de estos grupos para “convencer” de manera no ortodoxa a quienes se muestren opositores a sus candidatos. Así es que en varias ocasiones se ha escuchado a simpatizantes denunciar más o menos públicamente que otros grupos de hinchas se acercaban para hacerlos callar cuando entonaban algún “cantito” que no era condescendiente con el oficialismo que dirigía al club. Con toda claridad, se puede observar como los mismo vicios de las dirigencias políticas nacionales se enquistan en lugares que deben ser entidades sin fines de lucro y que tienen como principal función el desarrollo y la mejora social de los barrios en donde se encuentran situados. De todas maneras, sabemos que Boca no puede quedar limitado a la simple (o no tan simple) función social, debido al gigantesco nivel de exposición en el que se encuentra, porque todos saben que estamos hablando de uno de los clubes más populares de la Argentina. Un club tan importante que, a la hora de hablar de sus dirigentes, se lo compara con una provincia y se dice que ser presidente de Boca es como “ser el gobernador de la provincia número 25”.

Deportes El delgado límite entre la política y el fútbol parece quedar cada vez más desdibujado y en el medio de todo esto, miles de hinchas y simpatizantes solamente quieren que a su club le vaya bien deportivamente, que pueda ganar algún torneo local o internacional y que sus equipos sean competitivos, mientras otros solamente piensan en sus carreras y en sus egos personales. Pero afortunadamente algo queda de esperanza, es muy probable que algunos que se suman a las dirigencias tengan un cariño genuino por el club y esa gente no puede ser otra que los ex jugadores que han sido alguna vez ovacionados en un campo de juego y hoy arriesgan toda esa gloria ganada tratando de mostrar su eficacia en un lugar absolutamente distinto al que supieron ocupar, pero intentando permanecer en el imborrable recuerdo de los más fieles seguidores del club. Diego de Horta

Mundo Plural<br />

FÚTBOL Y POLÍTICA: UNA MEZCLA CADA VEZ MÁS PELIGROSA<br />

Desde hace mucho tiempo ya, la política<br />

nacional se ha mezclado con las dirigencias de<br />

los clubes de nuestro fútbol y cada vez con<br />

mayor injerencia está generando conflictos internos<br />

que se hacen muy complejos.<br />

El caso actual más elocuente es el de Boca<br />

Juniors, que ha celebrado sus elecciones el 8<br />

de diciembre y todo fue con polémica, denuncias<br />

de trampas electorales y artilugios entre<br />

los cuales se contó, por ejemplo, que el sufragio<br />

se celebrara un día en el cual no había partido<br />

en la bombonera. Generalmente se aprovechaba<br />

una fecha de campeonato para que el<br />

socio “mate dos pájaros de un tiro”. Ver el partido<br />

y votar.<br />

Pero lo que más sorprende, o ya no tanto, es<br />

que los candidatos estaban marcados muy claramente<br />

por la ideología de la política nacional.<br />

El oficialismo en el club, absolutamente identificado<br />

con el macrismo, mientras que la oposición<br />

se paró en un perfil más “popular”, por decirlo<br />

de alguna forma, y esto quedó demostrado<br />

en uno de sus slogans que decían frases<br />

como “volver a ganar”, en clara referencia a la<br />

preocupación del hincha, socio y simpatizante<br />

por la escasa cantidad de títulos obtenidos en<br />

la gestión del ahora expresidente Daniel Angelici.<br />

A su vez, este se apoyaba en la buena<br />

gestión económica asegurando que dejaba un<br />

club saneado y con gran cantidad de dinero en<br />

caja.<br />

Lo cierto es que la agrupación liderada por<br />

Jorge Amor Ameal se alzó con una amplia victoria<br />

gracias a su gran identificación con el<br />

simpatizante de Boca. La incorporación de uno<br />

de sus máximos ídolos deportivos, Juan Román<br />

Riquelme y el aporte mediático de un reconocido<br />

hincha del club como Mario Pergolini<br />

terminaron por inclinar la balanza para su lado<br />

y darle un viento de cambio de rumbo profundo<br />

al club de la Ribera.<br />

De todas formas, lo que nos ocupa aquí no<br />

es tanto el tema de quienes son los ganadores<br />

en cuanto a personalidades, sino más bien de<br />

cómo algunos dirigentes del fútbol utilizan los<br />

clubes como trampolín político buscando una<br />

proyección dirigencial en un nivel superior.<br />

En el medio de todo esto aparecen algunos<br />

otros “efectos no deseados” como la utilización<br />

de los “barras bravas” para imponer una campaña<br />

política utilizando cánticos en el estadio o<br />

la fuerza de estos grupos para “convencer” de<br />

manera no ortodoxa a quienes se muestren<br />

opositores a sus candidatos.<br />

Así es que en varias ocasiones se ha escuchado<br />

a simpatizantes denunciar más o menos<br />

públicamente que otros grupos de hinchas se<br />

acercaban para hacerlos callar cuando entonaban<br />

algún “cantito” que no era condescendiente<br />

con el oficialismo que dirigía al club.<br />

Con toda claridad, se puede observar como<br />

los mismo vicios de las dirigencias políticas<br />

nacionales se enquistan en lugares que deben<br />

ser entidades sin fines de lucro y que tienen<br />

como principal función el desarrollo y la mejora<br />

social de los barrios en donde se encuentran<br />

situados.<br />

De todas maneras, sabemos que Boca no<br />

puede quedar limitado a la simple (o no tan<br />

simple) función social, debido al gigantesco<br />

nivel de exposición en el que se encuentra,<br />

porque todos saben que estamos hablando de<br />

uno de los clubes más populares de la Argentina.<br />

Un club tan importante que, a la hora de hablar<br />

de sus dirigentes, se lo compara con una<br />

provincia y se dice que ser presidente de Boca<br />

es como “ser el gobernador de la provincia número<br />

25”.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!