REVISTA DICIEMBRE

La bailarina
El reloj ya había marcado la hora señalada,
nos abrazamos y brindamos felices, era el
momento de recibir lo esperado. De pronto en
un costado del patio, bajaba desde la terraza
un paquete sostenido por una soga. Cuál fue
mi sorpresa cuando llegó al suelo, pues tenía
escrito mi nombre. Entonces prontamente
rompí el papel del regalo, era una caja de
madera trabajada y lustrada con arabescos.
Al abrirla comenzó a sonar una música clásica
y una hermosa bailarina con un tutú de tul
y en puntas de pie comenzó a girar sin parar
hasta que se acabó la cuerda. Quedé tan
sorprendida que unas lágrimas corrieron por
mis mejillas, era tal mi alegría que frente a la
vista de todos gritaba !!! gracias !!! Papá
Noel.
Mientras observaba emocionada mi regalo,
comenzamos a ver las luces relucientes de
los fuegos artificiales como lluvias que caían
del cielo. Se esfumaban desdibujándose hasta
que otros volvían a aparecer dejándonos
atónitos ante semejante espectáculo. Después
que la alegría me había desbordado
quedé dormida en ese sillón desvencijado de
la sala, veo entonces que la bailarina comenzó
a dar vueltas a mí alrededor girando al
compás de una hermosa música rozando
mis cabellos. Sentí que me tomaba de las
manos y me llevaba a un país donde los juguetes
cobraban vida y podía hablar, cantar y
danzar con ellos, mi felicidad estaba colmada
pero al despertar volví de un extraño lugar y
no dejaba de mirar a esa bailarina día tras
día hasta el cansancio. Con el tiempo la ilusión
de la infancia quedó atrás, pero aún hoy
siento la nostalgia y el recuerdo de la bondad
de mis amados padres.
¡Feliz navidad para todos!
Norma Noseda