23.12.2019 Views

REVISTA DICIEMBRE

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

NAVIDAD Y EL PINO DEL<br />

ASERRADERO<br />

Entre tanta madera, corazones y arterias de<br />

árbol aserradas, años para contar en sus líneas<br />

y el aserrín que se amontona por doquier,<br />

surgían los techos del aserradero, de<br />

chapas oscuras sostenidas por hierros atornillados<br />

dónde habitaba el monstruo cortador<br />

con sus dientes afilados que cuando despertaba,<br />

con su rugido de motores esforzados,<br />

alborotaba a los pajaritos que revoloteaban<br />

asustados alrededor del pino enorme y frondoso,<br />

s su sombra almorzaban los trabajadores<br />

cada mediodía. Desde la terraza de mí<br />

casa se lo veía en todo su esplendor destacándose<br />

entre todos los árboles del pulmón<br />

de la manzana, dónde se encontraban en un<br />

abrazo desde los terrenos linderos. Decía mí<br />

padre: "siempre estuvo allí" cuando le pregunté<br />

si sabía quién lo había plantado. Cada Navidad<br />

se acercaba hasta el aserradero y pedía<br />

una rama hermosa del pino para armar nuestro<br />

arbolito. En esas ocasiones lloraba de alegría<br />

porque me encantaban las fiestas y de<br />

tristeza porque le cortabamos sus ramas. Y<br />

no era solo una, eramos varias familias las<br />

que gozabamos de su gracia. Sus ramas bellas<br />

y llenas de pelotitas verdes con puntitas<br />

tenían un aroma exquisito para mí.<br />

En el año en que cumplía mis doce Navidades<br />

cuando traíamos la gran rama entre papá<br />

y yo, llamó mí atención el agua que en pequeñísimas<br />

gotas caía de los frutos y las hojas.<br />

No dije nada por miedo a que mí padre pensará<br />

en descartarla. La colocamos en la gran<br />

maceta con piedras y arena para sostener el<br />

tronco y quedó, instalada para ser adornada,<br />

sobre el mueble de mármol oscuro del comedor.<br />

Casi tocaba el techo. Lo haría cuando le<br />

colocara la estrella de luces.<br />

La rama seguía exudando agua y las gotas ya<br />

humedecian la piedra cuando me fui a acostar.<br />

En medio de la noche me levanté a verla.<br />

La gran reunión estaba en su apogeo, mis<br />

abuelos y los de mis vecinos y amigos estaban<br />

allí envueltos en un aura azul que se extendía<br />

brillando hasta el sitio en donde estaría<br />

la estrella en el arbolito. Tomados de las manos,<br />

sus ojos despedían luces de colores que<br />

se instalaban en cada gota te agua derramada<br />

y se elevaban hasta adornar cada espacio<br />

alrededor del árbol navideño llenando de colores<br />

intensos toda la habitación. Cantaban en<br />

los dialectos de sus tierras natales una misma<br />

canción, me reuní con ellos cantando emocionada<br />

lo que sentían mí mente y mí alma.<br />

Abuela Ana me miró sonriente, el abuelo<br />

Amadeo me atrajo contra su pecho y me acercó<br />

al pesebre, junto al niño. Me senté a sus<br />

pies embelesada. Llegaron los tres reyes magos<br />

con sus ofrendas y los reconocí. El abuelo<br />

de los panaderos Eseverry, el señor Bautista,<br />

el dueño de la gomería, negro como la noche<br />

que nos ayudaba a inflar los globos para<br />

los cumpleaños y Don Gregorio, el vecino polaco<br />

que nos hacía juguetes de madera. Me<br />

sonreían todos. Todos ellos que habían muerto<br />

estaban allí, iluminados por la gran estrella<br />

que ahora brillaba casi tocando el techo y el<br />

árbol era una fiesta de gotas de colores. Festejaron<br />

y brindaron por la dicha de sus familias<br />

y me dormí entre sus augurios y plegarias.<br />

Maravillosas Navidades acontecieron<br />

junto a las ramas de ese pino amado.<br />

Este año he traído una bella rama del pino<br />

que aún sobrevive en el terreno en donde<br />

ahora está la estación de bomberos. Lo coloqué<br />

en su maceta y comienzo el rito familiar<br />

de su armado. Pronto llegarán mis hijos con<br />

mis nietos para celebrar. Me siento a mirar en<br />

perspectiva cómo quedará arreglado y como<br />

se verá en ese lugar que he elegido. Un bello

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!