Gramática Didáctica del latín por Agustín Ayuso
Gramática latina que toma sus ejemplos de la obra del poeta Marco Valerio Marcial y es el complemento de la aplicación informática "Initio verbum". https://www.youtube.com/channel/UCzd5_Iau6qXuiuR9BYjYaXA?view_as=subscriber&pbjreload=101 Actualización 1: el modo en latín en https://issuu.com/pyrgopolinices/docs/subjuntivo_actualizaci_n_
Gramática latina que toma sus ejemplos de la obra del poeta Marco Valerio Marcial y es el complemento de la aplicación informática "Initio verbum".
https://www.youtube.com/channel/UCzd5_Iau6qXuiuR9BYjYaXA?view_as=subscriber&pbjreload=101
Actualización 1: el modo en latín en https://issuu.com/pyrgopolinices/docs/subjuntivo_actualizaci_n_
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‘Galo también tiene hermanos, los cuales poseen a su vez
uno una hermosa mujer, otro un hermoso chaval.
Galo es un hombre cortés, pues ha unido agradables amores:
con la rapaza cortés, duerme cortés el rapaz.
Galo es un hombre imprudente: él es, además de marido,
tío que enseña a poner cuernos a costa de un tío’.
(Juan M. Rodríguez Tobal, trad.).
El historiador Salustio nos presenta el retrato de Catilina, un noble que pretendía
subvertir el orden constitucional republicano mediante un golpe de estado.
L. Catilína, nóbili génere natus, fuit magna vi et ánimi et córporis, sed ingénio malo pravóque.
Huic ab adulescéntia bella intestína, caedes, rapínae, discórdia civílis grata fuére, ibíque iuventútem
suam exércuit. Corpus pátiens inédiae, algóris, vigíliae, supra quam cúiquam credíbile est. Ánimus
audax, subdólus, várius, cúius rei lubet simulátor ac dissimulátor, aliéni adpétens, sui profúsus, ardens in
cupiditátibus; satis eloquéntiae, sapiéntiae parum. Vastus animus inmoderáta, incredibília, nimis alta
semper cupiébat. Hunc, post dominatiónem L. Sullae, lubído máxuma invasérat rei públicae capiúndae;
neque id quibus modis adsequerétur, dum sibi regnum paráret, quicquam pensi habébat. Agitábatur
magis magísque in dies animus ferox inópia rei familiáris et consciéntia scélerum, quae útraque iis
ártibus auxérat, quas supra memorávi. Incitábant praetérea conrúpti civitátis mores, quos péssuma ac
divórsa inter se mala, luxúria atque avarítia, vexábant. (Conjuración de Catilina, 5, 1-8).
‘Lucio Catilina, nacido de familia noble, fue de gran fortaleza de alma y cuerpo, pero de carácter malo y
depravado. A éste, desde la adolescencia, le resultaron gratas las guerras civiles, las matanzas, las rapiñas,
las discordias ciudadanas y en ellas tuvo ocupada su juventud. Su cuerpo era capaz de soportar las
privaciones, el frío, el insomnio más allá se lo creíble para cualquiera. Su espíritu era temerario, pérfido,
veleidoso, simulador y disimulador de lo que le apetecía, ávido de lo ajeno, despilfarrador de lo propio,
fogoso en las pasiones; mucha su elocuencia, su saber menguado. Su espíritu insaciable siempre deseaba
cosas desmedidas, increíbles, fuera de su alcance. A este hombre, después de la dictadura de Sila le había
asaltado un deseo irreprimible de hacerse dueño del Estado y no tenía escrúpulos sobre los medios con los
que lo conseguiría con tal de procurarse el poder. Su ánimo feroz se agitaba más y más cada día por la
disminución de su hacienda y por la conciencia de sus crímenes, incrementadas una y otra con aquellas
artes que antes he señalado. Le incitaban además las costumbres corrompidas de la ciudad echadas a
perder por dos males pésimos y opuestos entre sí: el libertinaje y la avaricia.’ (Mercedes Montero, trad.).
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