REVISTA MUNDO PLURAL NOVIEMBRE
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Mundo Plural<br />
EL OBSERVADOR, EVOLUCIONA.<br />
Una de mis primeras maestras en el camino<br />
de la autoayuda, fue Louise Hay (1926-2017),<br />
una escritora y oradora estadounidense, considerada<br />
una de las figuras más representativas<br />
del movimiento del Nuevo Pensamiento.<br />
El primer libro que leí de ella fue ―El Poder está<br />
dentro de ti‖, más adelante llegó a mis manos<br />
el más importante de todos, para mí.<br />
―Usted puede sanar su vida‖. Aclaro que es mi<br />
valoración. Creo que todo llega en el momento<br />
oportuno, en el lugar adecuado y de la manera<br />
perfecta. Y esto que acabo de tipear es<br />
algo que aprendí de ella a través de sus libros.<br />
Aprendí que cada uno crea su realidad, y si<br />
es así, ¿cómo la crea? Pues lo hace a través<br />
de las palabras, a través de los pensamientos.<br />
Ellas salen de nosotros y vuelven convertidas<br />
en experiencias. Es Ley.<br />
Nosotros no tenemos momentos sin pensamientos,<br />
lo que sucede es que a veces no tenemos<br />
noción de todo lo que va pasando por<br />
nuestra mente, ya sea en forma de imágenes,<br />
o de palabras. Pienso en una persona y hasta<br />
puede ser que sin darme cuenta declare algo<br />
en voz alta. Y de eso que declaré depende<br />
cómo estoy creando mi realidad. Me cruza<br />
alguien por mi mente y puede ser que me<br />
venga un pensamiento de gratitud o de belleza.<br />
―Qué linda persona es ella‖. Tengo sed y<br />
visualizo una bolsa de naranjas y dentro mío<br />
voy imaginando que camino al trabajo me detendré<br />
a comprar naranjas, este pensamiento<br />
es neutro pero si mi manera de pensar es<br />
siempre bella quizás este pensamiento aún<br />
se rellene con una frase más, ―de paso le ayudo<br />
a ese señor‖.<br />
Podemos vivir con un enemigo dentro de la<br />
cabeza, andar en piloto automático pensando<br />
cosas como: ― allá va el tonto aquel, que…‖<br />
poniendo una etiqueta suave. Tengo sed, ―me<br />
compraría unas naranjas en el puesto ese,<br />
pero ese vendedor es un…‖ y agrego algo nefasto,<br />
negativo, vengativo, etc.<br />
Desconectar el piloto automático del pensamiento,<br />
no es tarea fácil, primero tenemos<br />
que poder mirarnos, ser observadores de esa<br />
cizaña que le encanta instalarse en cada cosa<br />
que cruza por nuestra cabeza y empezar a<br />
sacarla. Empezar a convertirnos en el observador<br />
de nuestra mente. Entonces cuando<br />
aparece un mal pensamiento, ―lo cancelo‖ y<br />
declaro todo lo contrario. ―Mi vida es un<br />
desastre‖, Uh! Acabo de descubrir lo que pensé.<br />
Cancelo y declaro lo que deseo para mi<br />
vida y en tiempo presente. ―Mi vida es maravillosa‖.<br />
Esa persona me hizo algo que merece<br />
que piense mal de ella, pero yo puedo elegir.<br />
Alto poder es el de ―elegir‖. Y entonces decido<br />
pensar, ―ella me trató mal sin motivo, que problema<br />
tendrá?‖ Es mejor eso a ―ella me trató<br />
mal, que se cree, no sabe con quién se está<br />
metiendo‖. Este pensamiento aunque nunca<br />
se transforme en hechos de venganza, de todos<br />
modos hace que por mi cuerpo circule<br />
neuropéptidos malos que me envenenan, me<br />
hacen lucir con un rictus de amargura, y luego<br />
esos son los que nos marcan señales que<br />
nos envejecen.<br />
Los buenos pensamientos generan también<br />
químicos, pero de los sanos, como la serotonina,<br />
la oxitocina, etc. que también dejan marcas<br />
en nuestro rostro, esas son las que acompañan<br />
a la sonrisa.<br />
Seamos observadores, tanto de nuestros<br />
pensamientos, como de las palabras que salen<br />
de nuestra boca. Con el tiempo poco a<br />
poco nos daremos cuenta que ya no nos salen<br />
decretos negativos, ya somos conscientes<br />
y serlo significa despertar. Ya sabemos que<br />
nuestra realidad la creamos nosotros y hemos<br />
decidido crear la que nos gusta, no estar en la<br />
mala mirando lo que pasa afuera sin entender<br />
que todo empieza por mirar dentro.