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Excodra XL: Lo maldito

Revista Excodra, nº40: Lo maldito

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EXCODRA<br />

REVISTA DE LITERATURA<br />

(Y OTRAS ARTES)<br />

Nº 40<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong><br />

REVISTA EXCODRA<br />

2019


Edición: © Revista <strong>Excodra</strong>.<br />

Imagen portada: © Gemmy Woud­Binnendijk.<br />

La autoría de los textos e imágenes de la revista pertenece a cada uno de sus respectivos autores.<br />

Dirección Revista <strong>Excodra</strong>: Rubén Darío Fernández.<br />

Revista <strong>Excodra</strong>. Número <strong>XL</strong>, <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>. Noviembre, 2019.<br />

ISSN: 2014­1998.<br />

http://excodra.wixsite.com/excodra<br />

excodra@excodraeditorial.com


ÍNDICE<br />

Contenidos<br />

Página<br />

EXCODRA <strong>XL</strong>: LO MALDITO 3<br />

EDITORIAL 5<br />

PROSA 7<br />

Ginés S. Cutillas: El periplo byroniano 7<br />

Cecilia Quílez: Cuatro escrituras 16<br />

Fran Norte: Egon Schiele 19<br />

Antonio Quintana: Google Maps, sueño y Félix Francisco Casanova 21<br />

Mariona Rodríguez: De acuerdo conmigo 26<br />

Pablo Anadón: Desde Engels al control de la población 28<br />

POESÍA 33<br />

Ana Pérez Cañamares: Las poetas no somos malditas 33<br />

Iñaki C. Nazabal: He sido señalado 34<br />

Felipe Zapico Alonso: Poeta <strong>maldito</strong> no es ese 36<br />

José Manuel Vara: Planeta en disolución 40<br />

Alfonso Brezmes: Si así os parece 41<br />

José Luis García Herrera: La noche sin precio 42<br />

Antonio Quintana: <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 45<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 1 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


ARTES VISUALES 47<br />

Gemmy Woud­Binnendijk 48<br />

Brooke Shaden 64<br />

Agnes Cecile 80<br />

Jesús Emmanuel Villarreal 96<br />

Misha Gordin 110<br />

ENTREVISTAS 127<br />

Miguel Ángel Hernández Navarro 127<br />

Pedro Ugarte 135<br />

RESEÑAS 141<br />

Manderley en venta (y otros cuentos), de Patricia Esteban Erlés 141<br />

Mil rusos muertos (Una visita a Una habitación propia), de Ginés S. Cutillas 143<br />

Barcelona 1912: El caso Enriqueta Martí, de Jordi Corominas 147<br />

Me llamo Vila­Matas, como todo el mundo, de A. G. Porta 150<br />

COLABORADORES 153<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 2 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


EXCODRA<br />

REVISTA DE LITERATURA<br />

(Y OTRAS ARTES)<br />

Nº 40<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong><br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 3 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 4 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


EDITORIAL<br />

Querido lector, te presentamos el nuevo número de la revista, esta<br />

vez destinado a explorar el concepto del malditismo, <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>, y<br />

como escribimos en nuestro descriptivo a los autores, espera ser un número<br />

para indagar en lo <strong>maldito</strong> en todas sus variantes, desde los escritores<br />

considerados <strong>maldito</strong>s, los míticos poetas <strong>maldito</strong>s, como<br />

Rimbaud o Baudelaire, o nuestro Leopoldo María Panero, a lo <strong>maldito</strong><br />

entendido como lo que nuestra moral occidental rechaza, y por ello es<br />

algo <strong>maldito</strong>, pues como reza la RAE: <strong>maldito</strong> es lo “que va contra las<br />

normas establecidas”, y también algo “perverso, de malas costumbres”,<br />

entonces, ¿qué rechaza a día de hoy nuestra moral general y por qué?<br />

¿qué conductas van hoy contra las normas establecidas? Y, ¿de dónde<br />

nos viene esta moral actual que poseemos (¿del cristianismo, podría<br />

ser?) que cataloga como <strong>maldito</strong>, como mala costumbre, ciertos actos?<br />

Desde lo sexual a lo literario pasando por lo político, pues también hay<br />

políticas malditas, que van contra lo común aceptado (por ejemplo, un<br />

gobierno dictatorial en nuestro presente, pero no siempre fue así, como<br />

en la Antigua Roma, y hoy sin embargo, es algo <strong>maldito</strong>, o el comunismo,<br />

que pocos comunistas quedan hoy). En el número se tratará de explorar<br />

todo esto, autores y personas del común que fueron rechazados,<br />

conductas rechazadas por nuestra moral (hasta hace muy poco, la homosexualidad,<br />

mismamente, o por ejemplo, como suelo presentarlo<br />

como curiosidad de cómo trabaja nuestra moral, ¿por qué una mujer no<br />

se puede casar con dos hombres a la vez? Ello, nuestra moral lo rechaza<br />

sin ningún motivo, pues lo que aprueba es la monogamia) y en general,<br />

para adentrarnos en lo rechazado a lo largo del tiempo (como la<br />

lucha de la mujer frente al patriarcado en que aún vivimos, aunque más<br />

diluidamente que antaño) hasta el día de hoy, cómo ha ido variando lo<br />

rechazado, pues, lo <strong>maldito</strong>, incluso lo tabú.<br />

No obstante, la respuesta de los diferentes autores que aquí podréis<br />

leer será mayormente una respuesta poética, y hay de todas las opinio­<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 5 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


nes, desde todos los frentes, pues lo que es <strong>maldito</strong>, lo que es rechazado<br />

por alguien, no tiene por qué ser lo rechazado por otra persona,<br />

cada uno tiene su moral particular, generalmente basada en la moral<br />

de la colectividad a la que pertenece, pero siempre con variantes individuales,<br />

cada persona rechaza lo que para él es condenable, pero no todos<br />

condenamos las mismas costumbres, los mismos actos, desde actos<br />

que caen dentro de un juicio moral, a lo legal, añadiendo lo político.<br />

Hay visiones de todo tipo en las páginas que siguen, adentraros en<br />

ellas pensando en qué rechazáis y por qué, puede ser un tema apasionante<br />

el analizar nuestras costumbres, explorando el lado rechazado y<br />

pensando en el por qué rechazamos ciertos actos y no otros. La construcción<br />

de las morales, la construcción de la convivencia.<br />

Disfrutad del número, ha quedado realmente interesante.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 6 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


PROSA<br />

El periplo byroniano<br />

Ginés S. Cutillas<br />

INGLATERRA RECHAZA EL CUERPO DE LORD BYRON<br />

<strong>Lo</strong>co, malo y peligroso de conocer. Con esta definición fue etiquetado<br />

<strong>Lo</strong>rd Byron por las mujeres de su época, y no les faltaba razón. Thomas<br />

Moore, uno de sus mejores amigos, quema las memorias del poeta a su<br />

muerte, acongojado seguramente por todo lo que se contaba allí, para<br />

acto seguido recibir el encargo de John Murray —editor de Byron— de<br />

reescribirlas, embolsándose cinco mil libras, una verdadera fortuna<br />

para la época.<br />

El cadáver del poeta es rechazado por la nación inglesa, cerrándole<br />

las puertas de la Abadía de Westminster, y aún en 1924 —un siglo después<br />

de su muerte— el abad se niega siquiera a colgar una simple placa<br />

conmemorativa en el rincón de los poetas, alegando a la prensa textualmente:<br />

‘Byron, en parte por su abierta vida disoluta y en parte por la influencia<br />

del verso libertino, se ganó la reputación universal de inmoral entre<br />

la gente de habla inglesa. Un hombre que ultrajó las leyes de nuestro<br />

Divino Señor, y cuyo tratamiento de las mujeres violó los principios cristianos<br />

de pureza y honor, no debería ser conmemorado en la Abadía de<br />

Westminster’.<br />

¿Qué razones motivan el exilio voluntario de Inglaterra a los<br />

veintiocho años y cuál es el motivo de la promesa cumplida de no volver<br />

jamás, dejando escrito antes de morir que su arcilla jamás mezclaría<br />

bien con el suelo inglés?<br />

La vida de Byron transcurre entre incestos, duelos, orgías, dipsomanía,<br />

pederastia, sociedades secretas, zoofilia, adulterios, suicidios y<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 7 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


obras inmortales. Todas ellas forman parte de la leyenda del héroe romántico<br />

por antonomasia.<br />

LA FORJA DEL MONSTRUO: PRIMEROS AÑOS EN ESCOCIA Y FORMACIÓN EN<br />

CAMBRIDGE<br />

<strong>Lo</strong>s primeros años de la vida de Byron fueron determinantes en la<br />

formación de su carácter. Su complejo por el pie tullido de nacimiento,<br />

le marcará de por vida, pero también la familia en la que le tocó vivir.<br />

Su padre se suicida cuando él apenas tiene dos años. Su madre alcohólica<br />

sufre constantes ataques de locura. Su abuelo, que en el ámbito militar<br />

se le conoce como ‘El loco Jack’, tampoco es buena influencia para<br />

él. Además tiene una hermanastra mayor —fruto del primer matrimonio<br />

del padre— por la que desarrollará una fuerte atracción sexual y su<br />

prima Margarita Parker, de la que se enamora perdidamente y que le<br />

rechazará con desprecio —probablemente por la mal formación de su<br />

pie— poco antes de morir en un accidente de caballo. Si a todo esto le<br />

sumamos su institutriz May Gray, que le inicia en el arte del sexo a la<br />

temprana edad de nueve años, podremos entender mejor su mente<br />

atormentada y las razones de sus actos posteriores.<br />

Sin una figura masculina en la que reflejarse, sus diez primeros años<br />

los pasa en Escocia, en el origen del clan Byron, en un entorno rural.<br />

Más tarde, sus estudios lo llevan a <strong>Lo</strong>ndres donde, primero en Harrow y<br />

después en Cambridge, perturbará al resto de compañeros con su personalidad<br />

arrolladora y carácter contestatario. Su espíritu de líder natural,<br />

hace que numerosos muchachos le sigan incondicionalmente, idealizando<br />

el sentimiento romántico de la amistad. Y es ésta misma exaltación<br />

de la amistad, junto a la confusión de los sentimientos de los jóvenes<br />

años de Byron, lo que le lleva a experimentar en este ambiente totalmente<br />

masculino sus primeras relaciones homosexuales. Se inicia así<br />

en su incipiente ambivalencia sexual.<br />

El monstruo que lleva dentro no ha hecho más que despertar y ya se<br />

puede entrever cómo será la personalidad futura del poeta cuando escapa<br />

de Cambridge empujado por las cuantiosas deudas de juego.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 8 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


LOS AÑOS DE HUIDA: DESDÉN POR INGLATERRA<br />

En 1809, tras su fuga de Cambridge, inicia el Grand Tour acompañado<br />

de su amigo y amante Hobhouse por Portugal, España, Malta, Italia,<br />

Albania, Turquía y Grecia, alejándose del típico itinerario de Holanda,<br />

Alemania, Suiza e Italia. En una España en guerra contra Napoleón, se<br />

detiene tres días en Sevilla. Allí se aloja en el 19 de la calle Cruces —<br />

hoy 21 de la calle Fabiola—. Luego visita Cádiz. En este viaje comienza<br />

a perfilar el personaje que le perseguirá toda la vida: Childe Harold, su<br />

alter ego. Al igual que él, mujeriego, amigo de las tribulaciones sociales<br />

y viajante empedernido que busca encarecidamente la redención de su<br />

pasado.<br />

Después de dos años de gira, vuelve a <strong>Lo</strong>ndres para ver morir a su<br />

madre y es justo al año siguiente, en 1812, cuando su faceta sexual<br />

‘contra’ las mujeres se desata con más ira que nunca. Como si la muerte<br />

de su progenitora hubiera sido el detonante de una carrera de fondo de<br />

lujurias y despropósitos, una venganza a la figura femenina omnipotente<br />

que hasta entonces ha levitado sobre su cabeza. Sus escándalos amorosos<br />

con Lady Caroline Lamb, la condesa de Oxford y Lady Webster,<br />

todas en el mismo año, comienzan a perfilarle como uno de los blancos<br />

más jugosos para la hipócrita sociedad de la época previctoriana. Él<br />

mismo empieza a cavarse la tumba en los círculos aristocráticos ingleses,<br />

cosa que le divierte. Exagera todo lo que puede para escandalizar a<br />

las pálidas cortesanas ávidas de amor que ven en la figura de Byron al<br />

hombre que toda mujer desea domar.<br />

Siguiendo esta ola de promiscuidad, salta al año siguiente otro escándalo<br />

aún peor que los anteriores. A Byron se le relaciona con su hermanastra<br />

Augusta Leigh y todo <strong>Lo</strong>ndres, escandalizado, arremete<br />

contra él por una de las faltas más castigadas: el incesto. El crápula<br />

aparece en actos públicos de la mano de su hermanastra. Su fin social<br />

se acerca más rápido de lo que es capaz de ver.<br />

Un año después, Augusta le reclama que reconozca la paternidad sobre<br />

Medora, fruto del incesto. Byron, ignorando la acusación, se promete<br />

a Annabella Milbanke —undécima baronesa de Wentworth— que<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 9 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


además es prima de Lady Caroline Lamb, su examante. La perversidad<br />

del autor disfruta con estas raras coincidencias: como se verá en situaciones<br />

posteriores, se dan lugar de una manera más o menos intencionada.<br />

Byron busca en su prometida un puerto seguro en la tempestad.<br />

Cree que con una mujer integra a su lado podrá reformarse y abandonar<br />

la espiral de vicio y escándalos en la que se ha visto envuelto los últimos<br />

años, encontrando la paz interior que tanto necesita para desarrollar<br />

su obra. Todavía no se ha dado cuenta de que él es su peor enemigo<br />

y que la naturaleza autodestructiva siempre prevalecerá. Se supera<br />

en atrocidades año tras año. <strong>Lo</strong> logra una vez más, cuando al siguiente<br />

se casa y tiene su única hija legítima, Augusta Ada. Su mujer,<br />

harta de tantas infidelidades, le abandona un mes después del parto llevándose<br />

a su hija con ella. El poeta nunca llegará a conocerla. Ada Byron<br />

—a quien se le atribuye el primer algoritmo informático de la Historia—<br />

se convertirá en una de las primeras mujeres matemáticas y trabajará<br />

junto a Charles Babbage en la creación de la máquina analítica,<br />

predecesora de los ordenadores que conocemos hoy en día.<br />

La moral del <strong>Lo</strong>rd Byron se encuentra muy dañada. La sociedad le<br />

da la espalda, incluso aquellos que creía sus amigos, más aristócratas<br />

que liberales. Muchos historiadores fijan su exilio en 1816 por motivos<br />

políticos, como sus ideas de la implantación de la República Universal,<br />

sus discursos en el parlamento por los tejedores sublevados, su apoyo a<br />

la libertad de conciencia y a la no explotación de los trabajadores y sus<br />

publicaciones satíricas contra la monarquía, el propio Regente y la cámara<br />

de los Pares. Pero la realidad es la falsa moral que sustentan los<br />

de su clase, que le hunde a él y alaba a poetas contemporáneos, como<br />

Southey que abandona a su esposa en el mismo altar, o Wordsworth y<br />

Blake que practican también el incesto; o los adulterios del Almirante<br />

Nelson y los del General Wellington que son celebrados por los mismos<br />

que le persiguen. Todo esto es motivo, junto al atentado que sufre a<br />

mano armada, para que Byron, asqueado, renuncie y deteste públicamente<br />

la patria que le vio nacer, jurándose a sí mismo que no volvería a<br />

pisarla ni siquiera muerto.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 10 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


ETERNO DEAMBULAR<br />

Una de las primeras paradas que hace, en el que será ya su eterno<br />

deambular por la tierra, es la Villa Diodati en Ginebra, a la orilla del<br />

lago Lemán. Allí pasa un verano con su amigo Shelley y la joven amante<br />

de éste, Mary Shelley —todavía con su apellido de soltera: Godwin<br />

—, quien se acompaña de su hermanastra, Claire Clairmont. A Byron le<br />

asiste su joven médico personal, John Polidori.<br />

Mucho se ha escrito sobre el proceso creador de éstos en la villa,<br />

pero lo que aquí nos interesa es la relación que mantuvo con la hermanastra<br />

de Mary. Un verano es demasiado tiempo para pasar al lado de<br />

un vampiro energético como para que Claire no sucumba a sus encantos.<br />

Byron acaba dejándola embarazada y la abandona al final del verano<br />

para irse a Venecia. Meses después, en enero del año siguiente,<br />

nace su segunda hija ilegítima, llamada Allegra por él y Alba por su madre,<br />

lo que indica su desavenencia posterior.<br />

VENECIA, EL PARAÍSO PERDIDO<br />

La curiosidad sexual de Byron llega a su cénit en el Palazzo Mocenigo<br />

que alquila en Venecia. Comienza a crearse una leyenda oscura entorno<br />

a la residencia que él acalla con la generosidad que tiene para<br />

con la ciudad, tanto en poemas como en aportaciones a los necesitados.<br />

De esta forma paga la ceguera de los venecianos que no pocas veces le<br />

ayudan a volver a casa totalmente ebrio, o recibe la indulgencia de los<br />

múltiples pilluelos, que jamás le roban cuando duerme inconsciente en<br />

la calle.<br />

Llena el palacio de animales exóticos. Una jirafa, varios caballos, un<br />

leopardo gruñón, unos cuanto monos y un zorro plateado pasean libremente<br />

por la planta baja. El rumor de zoofilia planea sobre el palacio.<br />

Contrata prostitutas por decenas para que llenen sus noches tormentosas<br />

junto a la excéntrica corte de criados y cocineras que allí ha reunido,<br />

junto a su joven amante Sigfrido, que loco de celos intenta llamar<br />

su atención ingiriendo láudano y termina por ahogarse dormido en el<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 11 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


canal. Byron en esos momentos está demasiado ocupado encargando a<br />

una de las prostitutas que le traiga menores de ambos sexos para satisfacer<br />

sus depravados deseos. Su fama de buen pagador le precede y<br />

muchos padres le ofrecen a sus hijos a cambio de dinero. Las góndolas<br />

no paran de desfilar delante de la puerta que da al canal. Mientras, el<br />

éxito que cosecha Manfred en Inglaterra agrava la situación de su hermanastra<br />

al tratar abiertamente el tema del incesto. La sociedad británica<br />

no da crédito a la forma de vida que lleva. Él se ríe una vez más de<br />

ella, esta vez lejos del hogar sin tener en cuenta quien ha de sufrir por<br />

ello.<br />

Toda Italia conoce las noches sin fin del poeta. Muchas de ellas, acaba<br />

lanzándose bebido al Gran Canal para volver a nado a casa. Mientras<br />

con el brazo izquierdo sostiene una antorcha, con el derecho se impulsa.<br />

Venecia se acostumbra a ver cruzar la luz de noche: ‘Byron ya<br />

vuelve a casa’. Otras noches, se asoma al balcón del palacio totalmente<br />

poseído y grita al canal como un poseso hasta el amanecer. Un lobo solitario<br />

al que el mal que le corroe no le da tregua. Durante una de esas,<br />

embriagado de oporto, obliga a rubricar una carta a su fiel criado Fletcher<br />

dirigida a su amigo Hobhouse, donde le comunica su propia<br />

muerte a causa de la ansiedad, los baños de mar y las mujeres. La ciudad,<br />

a estas alturas ya le cree endemoniado.<br />

Cuando su amigo Shelley le visita, no encuentra huella del Byron<br />

que conocía. Se ha abandonado totalmente a la lujuria y a los placeres<br />

terrenales. <strong>Lo</strong> encuentra gordo y decrépito, y ha perdido el halo de magia<br />

que envolvía a las personas con las que conversaba. Se ha encerrado<br />

en sí mismo. ‘La mente es su propio lugar y en sí misma puede hacer<br />

un Cielo del Infierno, un Infierno del Cielo’, que decía Milton.<br />

A su estancia en Venecia, le tenemos que sumar también los affaires<br />

con jóvenes casadas. El primero con Marianna Segati, cuyo marido posee<br />

una tienda en la ciudad llamada il corno del Cervo y cuyos aprendices<br />

se refieren a ella como il Corno Inglese, en clara alusión al secreto a<br />

voces de que Byron es amante de su mujer. Casualmente, cada vez que<br />

la tienda va mal, recibe una inyección súbita de dinero que le hace<br />

prosperar. El marido transige con la relación, llegando a tal extremo,<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 12 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


que prácticamente vende a su esposa, cuando llegan a un acuerdo por<br />

el cual, el marido ‘ultrajado’, a cambio de salvar su hacienda, cede ante<br />

la voluntad de Byron de llevársela a la Villa Foscarini. También mantiene<br />

una relación con la joven y pasional mujer de un panadero, Margarita<br />

Cogni, que aparece no pocas veces en el palacio con sus constantes<br />

ataques de celos. Pero la relación que más le marca en Venecia y que<br />

eclipsa la suya con su hermanastra, a la que ha idealizado en la distancia,<br />

es la de la joven condesa Teresa Guiccioli de diecinueve años, cuyo<br />

marido le triplica la edad. Como hizo con su mujer Annabella, busca en<br />

ella la redención de todos sus pecados anteriores. Una vez más, se le escapa<br />

de las manos y se da de nuevo una situación inverosímil al vivir en<br />

el Palacio Guiccioli, con su amante, el marido engañado, y Allegra, la<br />

segunda hija de Byron que ya tiene tres años.<br />

Teresa queda embarazada de él y aborta a los tres meses. El matrimonio<br />

Guiccioli se rompe definitivamente y Byron abandona todo por<br />

ir tras la estela de la condesa. Llega a prometerle incluso no seguir con<br />

los cantos de Don Juan que tanto le molesta a ella al verle reflejado en<br />

su pérfido personaje. La sigue hasta Pisa, dejando atrás la vida disoluta<br />

de Venecia. Allí se inmiscuye en la sociedad secreta de los Carbonari<br />

que le señalarán el camino de la guerra de independencia griega.<br />

DECADENCIA Y MUERTE: ETAPA GRIEGA<br />

Su alma aventurera le hace embarcar en una las empresas más<br />

arriesgadas del momento. En Italia entra en contacto con los independentistas<br />

griegos que luchan por la separación del yugo turco. Intuye<br />

cercana la muerte y quiere acabar con una puesta en escena digna del<br />

héroe romántico en el que se ha convertido. ¿Qué mejor manera de<br />

morir que en una batalla lejos de su madre patria y en una guerra totalmente<br />

ajena? Prepara el decorado ideal para su fin, paga a unos mercenarios<br />

a los que llama tripulación y parten hacia Grecia en 1823, cuenta<br />

entonces con treinta y cinco años.<br />

Allí sigue pensando en su imagen final. Cuida tanto los detalles que<br />

diseña incluso el uniforme para él y sus soldados. Quiere que Inglaterra<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 13 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


ecuerde un bonito cadáver. Las fuerzas griegas le hacen comandante<br />

en jefe de sus tropas a cambio de las fuertes sumas de dinero que invierte<br />

en la causa. <strong>Lo</strong>s griegos se ríen de él, dándole un cargo honorífico<br />

y enviándolo siempre a la retaguardia donde no se libra batalla alguna.<br />

Ridículo, con su uniforme imperial y su casco homérico, salta de<br />

isla en isla buscando combates que no encuentra, mientras su tripulación<br />

se emborracha y persigue mujeres en cada puerto que tocan, lapidando<br />

la fortuna del héroe en decadencia.<br />

Pierde toda esperanza de entrar en batalla, y en su desidia aparecen<br />

los largos paseos a caballo, en uno de los cuales, le sorprende la tormenta<br />

que le hará enfermar con las altas fiebres que acabaran con él.<br />

Después del tránsito de tantas mujeres por su vida, es curioso que<br />

sus últimos poemas de amor los dirija a Lukas Chalandritsanos, un joven<br />

griego de quince años que permanece con él hasta el final.<br />

En su lecho de muerte, con sus amigos llorando alrededor de la<br />

cama y el médico postrado junto a él, todavía tiene la fuerza para reírse<br />

por última vez de Inglaterra, e incluso de la propia muerte, cuando<br />

exhala sus últimas palabras en perfecto italiano: Que bella scena.<br />

LA GENIALIDAD DEL MONSTRUO<br />

¿Cómo juzgar a Byron desde la perspectiva que nos da el tiempo?<br />

Su mente fue una de las más prolíficas de los poetas ingleses del siglo<br />

XIX y se le considera el creador del Romanticismo Inglés. ¿Juzgamos<br />

entonces al hombre por su vida o por su ingenio? La respuesta no es<br />

una opción u otra, sino la unión de ambas. No se puede entender la<br />

obra del gran poeta sin la vida que llevó y viceversa. Sus personajes son<br />

claras alusiones de sí mismo. Si no hubiera experimentado con las posibilidades<br />

que le proporcionaban las circunstancias, no hubiera podido<br />

plasmar en ellos los rasgos de los consagrados Don Juan o Childe Harold.<br />

George Noel Gordon Byron, más conocido por <strong>Lo</strong>rd Byron, es uno<br />

de los pocos autores de los que se ha escrito más sobre su vida que sobre<br />

su obra. Un hombre que envenenó todo lo que tocó, que sembró la<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 14 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


desolación allá donde anduvo, que dejó tras de sí hijos ilegítimos, mujeres<br />

ultrajadas, amantes y admiradores suicidas, maridos engañados...<br />

Sólo sus amigos Hobhouse y Mary Shelley le sobrevivieron. Nadie quedó<br />

indiferente a su magnetismo. Polidori, su joven médico personal —<br />

que se suicidó ingiriendo ácido prúsico al no poder soportar el desprecio<br />

público de su ilustre paciente—, se basó en él para crear la figura<br />

del vampiro. Byron, por su parte, creó el personaje del perfecto bellaco,<br />

buscabroncas, mujeriego y jugador que tanto ha enriquecido los repartos<br />

de las artes venideras. El poeta instauró una manera de vivir en la<br />

anquilosada sociedad británica de la época. Supo halagar y conseguir<br />

los favores de las más altas damas como pocos antes habían hecho, y se<br />

mantuvo siempre en boca de todos por su hábil manejo del verso y su<br />

sorprendente arte de la provocación.<br />

¿Cómo pasar entonces por la vida, como un leve susurro o como un<br />

torbellino de pasión? Byron lo tuvo claro.<br />

GSC<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 15 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Cuatro escrituras<br />

Cecilia Quílez<br />

I<br />

Desde el principio de los tiempos, el amo del lobo hizo lo imposible<br />

para no dejarse ver. Mandaba cada noche una cuadrilla con sus mejores<br />

sementales para avivar la sed de las doncellas bajo sus camas mientras<br />

dormían. Esperaban el instante en que la voluntad bajara el telón en el<br />

intermedio de la razón para sacudir sus patas y meterles el hocico en la<br />

garganta y pararles el corazón y la aguaviva de las pesadillas antes de<br />

caer al imperio del deseo.<br />

Otras veces, adiestraba un epílogo en medio del bosque donde los<br />

mayores buscaban setas en otoño. Sabía perfectamente dónde morder.<br />

La yugular acababa confundiéndose con las raíz de un árbol. Pero el<br />

amo iba por detrás y organizaba un festín por todo lo alto con los solteros<br />

del reino. La sangre de la memoria oxidaba las cadenas. Era lo único<br />

que nunca pudo dominar. Caperucita, por aquel entonces, aún no estaba<br />

inventada. Ni el antídoto que emborrachaba la manzana del engaño.<br />

Ni la anestesia. De hecho, no hay perdedores en este cuento. Sigue<br />

tú. Escribe que la rabia es un postre caducado en el contenedor del recuerdo.<br />

El lobo es una especie protegida… los otros lobos.<br />

II<br />

En el portal, el tiempo se enciende con un interruptor añejo de vibraciones<br />

que no siento mías. Es entonces cuando el diapasón de incidencias<br />

se pone a bramar saltándose los segundos de mes en mes, de<br />

año en año, de beso en beso. Y nada parece haber ocurrido bajo la monotonía<br />

de unos peldaños, salvo que falta el director de una orquesta<br />

que ponga orden a ese insistente desafino de emociones perdidas. El<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 16 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


cuenta kilómetros del silencio es una niña con un farolillo corriendo<br />

por un largo pasillo (las prisas se visten cuando el universo está a punto<br />

de eclosionar en cualquier escalón de un portal oscuro). Salta en la<br />

rayuela donde los tacones se acoplan al tic­toc de un estampido balsámico.<br />

Un réquiem es asistido de infarto. El alfiler en el pecho ha sido<br />

encontrado en la biopsia del maestro de música. La batuta no es la<br />

prueba de sangre que buscaban. La niña se ha dormido dentro de un<br />

panal de estrellas. Nadie se atreve a despertarla. Arde en la mansedumbre<br />

del agua.<br />

III<br />

Alguien es asesinado en la cantera de los náufragos. Un caballo relincha<br />

dentro de una caracola. Dos amantes se abrazan al centro de<br />

ellos mismos. Él abre la boca y una bala de plata traspasa el beso y la<br />

convierte a ella en ave del paraíso con una amapola amanecida en el<br />

corazón. Jardín inmenso. Tregua de primavera en Versalles. Cojo flores<br />

doblegadas a mis manos en ese jardín. Voy libre, con un ramo salvaje<br />

que no pesa. Una de aquí, otra de allá. Aguardan su ejecución el día<br />

más bello. Tengo una cita, pero no hay prisas. Alguien me observa y espera<br />

serenamente. No tropiezo en el traje, estoy acostumbrada a las<br />

enaguas. Oigo un trino a lo lejos. Quien me vigila me da paz: me ofrece<br />

su inabarcable oasis para que yo beba y escriba odas en colores. Estoy<br />

recogiendo testimonios. Son para mi sepelio. Soy el ave del paraíso. No<br />

me detengo en llorar. Siento la bala. Y no me hace daño.<br />

IV<br />

Rara obsesión de los poetas por los cementerios. Exhumar la memoria<br />

de los cadáveres. Caminar entre lápidas memorizando nombres y fechas<br />

para olvidar las nuestras. Robamos guijarros profanos y piñas vacías<br />

a los árboles custodios. No soy culpable de que sólo una flor crezca<br />

cada año en la tumba del poeta. No hay ofensa en el expolio de lo im­<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 17 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


perecedero, en la cosecha de cenizas de aquél que escribió versos para<br />

luego ser enterrados sobre sus labios inertes.<br />

CQ<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 18 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Egon Schiele<br />

Fran Norte<br />

Me duele el contorno. Te duele el contorno. Le duele el contorno.<br />

Nos duele el contorno. Os duele el contorno. Les duele el contorno. Os<br />

debería doler el contorno, los límites deformados de un cuerpo por su<br />

entorno.<br />

<strong>Lo</strong>s límites nos definen. Un ejemplo, muy sencillo, casi claro: a un<br />

cuadrado: lo definen sus lados. Esto va rimado, cuestión de la sangre,<br />

que me va de lado a lado y ando un poco mareado, supongo, pero sí: ya<br />

paro.<br />

Hablaba sobre el contorno. Egon Schiele los dramatiza. Este rasgo<br />

también lo veía en Lautrec y me encantaba. Pero Schiele aún los exagera<br />

más, los cuerpos pierden su forma pero sin acabar de perderla, y entonces<br />

lo que yo veo en sus pinturas son cuerpos delimitados por un entorno<br />

trágico, su entorno emocional, reflejado en esas figuras sentimentalizadas.<br />

Son cuerpos con dolor lo que yo veo en sus pinturas. En Austria<br />

se le malditizó por obsceno. Otros tiempos, no demasiado lejanos.<br />

En sus pinturas había pollas empalmadas y coños bien abiertos, y pechos<br />

y culos y posturas sugerentes. Sin embargo, de sus pinturas, creo<br />

que la que más me atrae, es la de una muchacha, vestida, que no muestra<br />

lo citado, sentada y abrazándose una pierna a dos manos, que te<br />

mira y te enternece, te cuestiona, te interroga, te pregunta qué sucede,<br />

y que te mira fijamente a los ojos, con la cabeza ladeada y apoyada en<br />

su rodilla. Tiene una mirada tan viva, tan fría, tan vital, en un cuerpo<br />

magullado, en posición de: Aquí estoy para lo que me echen, ya lo he soportado<br />

todo, y puedo con más ¿no me ves que me mantengo, que me<br />

abrazo y que me basto por mí misma, que mis labios apretados son el gesto<br />

del aguante, que mi mirada de acero puede con este cuerpo de cristal<br />

tantas veces destrozado por las calles? Tiene una mirada tan viva y tan<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 19 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


dolida, expresando todo de un golpe, toda la gama entre el amor y el<br />

odio, que la miras, y te engulle. Te destruye, y pides más.<br />

–¿Cómo quieres que me ponga?<br />

–Siéntate en el suelo y me miras –le dice Egon a su modelo, que es<br />

su amante, y en cuatro trazos la esboza.<br />

Ella se había sentado, y desde el suelo, dejó correr en su pose los inviernos.<br />

FN<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 20 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Google Maps, sueño y Félix Francisco Casanova<br />

Antonio Quintana<br />

Alucino cuando miro el Google Maps. Veo el mundo entero. Hago<br />

zooms, en cualquier punto. Van apareciendo países, sus distintas regiones,<br />

sus ciudades, sus carreteras, sus pequeñas calles. Ahí pongo el<br />

satélite, enfoco las casas, las piscinas, las playas, a ver si trinco a alguna<br />

chavala en pelotas. Pero nada, es imposible, Google ha abducido a casi<br />

todos los Homo sapiens. Al menos en las fotos de “paseo” sí se ven personas.<br />

En cinco minutos paseé por New York, <strong>Lo</strong>s Ángeles y Madrid. En<br />

Peck Slip 36, New York, me he enamorado de una chica rubia con gorra<br />

sentada en una cafetería. Está difuminada, pero eso le confiere todo<br />

el poder a mi imaginación que la decreta como hermosura enamorable.<br />

Luego fui al 236 de la Quinta Avenida. Parece que por ahí está el Museo<br />

del sexo. Fui en dirección contraria al tráfico en la Quinta Avenida.<br />

Fue emocionante. De vez en cuando miraba hacia arriba. Edificios inmensos.<br />

Luego llegué hasta el 1082 de Broadway y me empezó aburrir<br />

el paseo. Pero lo alucinante de esto, de tener la visión de casi todo el<br />

planeta Tierra a golpe de ratón, es que me permite soñarme en cualquier<br />

punto. Pensar que hay tantas personas viviendo de maneras tan<br />

diferentes a la mía, me da algo de vértigo. Pensar en que si quisiera<br />

huir a algún sitio, sería algo chupado, hasta me asusta. Miraría por el<br />

Google Maps algún sitio al azar, compraría un billete de avión al instante<br />

sentadito en mi silla y sólo tendría que desplazarme en tren al<br />

aeropuerto en el momento exacto, ese en que llegas y queda justo media<br />

hora para el despegue de tu avión, y en unas horas, estaría en cualquier<br />

otro punto del Google Maps mirando mi casa, mi punto de partida,<br />

a vista de pájaro, a golpe de ratón. Y entonces pienso que eso de<br />

huir es ya algo más bien utópico. ¿Dónde esconderse? Me meto en la<br />

cama a dormir mi extraña desolación y tengo un sueño:<br />

No sé de qué huía, pero estaba huyendo. Estoy en una cafetería tomando<br />

un café cortado en una tacita más pequeña de lo corriente, y de<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 21 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


color transparente. En realidad aún no lo probé. No hay clientes en la<br />

cafetería. Tal vez una mujer en el baño que se ríe entre dientes y que es<br />

novia de uno de los dos camareros (no sé por qué pienso eso). Le pregunto<br />

a uno de los dos camareros, que van vestidos con un pantalón<br />

negro y una camisa blanca y charlan aburridos entre ellos apoyados en<br />

la barra, dónde puedo coger el autobús que va a no sé qué sitio (no recuerdo<br />

el destino –no recuerdo mi destino–, pero tengo que ir allí, otra<br />

vez), un autobús que ya había cogido antes y prácticamente lo que<br />

hago es preguntar para confirmar la parada por si con el tiempo me olvidé<br />

del lugar exacto. Me lo confirman pero también me ofrecen otra<br />

opción, una parada de autobús que está un poco más arriba (la otra era<br />

camino abajo, en un descampado), pasando un complejo deportivo con<br />

estanques en su interior, donde hay muchos patos, me comentan, y muchas<br />

pistas de tenis, y que así me ahorraría tres paradas del trayecto,<br />

que atajaría. Mientras me comentan esto pienso que cogeré el autobús<br />

donde ya lo había cogido con anterioridad, y uno de los camareros, se<br />

toma, sin pensarlo, inconscientemente, como si fuera suyo, un trago de<br />

mi café. No digo nada sobre eso y me bebo el café después de que lo<br />

posa en la barra como si nada hubiera pasado. Aún no pagué el café. Al<br />

terminarlo lo lanzo lejos y se hace añicos en el suelo. Me miran perplejos.<br />

Les digo que así me cobro el sorbo que le dio a mi café, y me marcho<br />

sin pagar a coger el autobús, camino abajo, a la parada donde ya lo<br />

había cogido antes. Ahora huía de dos cosas, de algo que no recordaba,<br />

y de ellos, porque según voy llegando a la parada pienso que si estos<br />

dos camareros aburridos quieren tomarse la revancha de la tacita rota,<br />

vendrán a por mí a esa parada donde apenas si pasa gente, y emprendo<br />

una carrera hacia la otra parada de autobús, camino arriba, pasando el<br />

complejo deportivo con estanques, patos y pistas de tenis. Tengo que<br />

atravesar el complejo para llegar a la parada y me voy metiendo en los<br />

estanques, cada estanque en el que me voy metiendo es más profundo<br />

y fangoso que el anterior. Cruzo tres o cuatro estanques. Miro a los patos.<br />

Siento miedo de no poder llegar a mi destino, pero sigo adelante.<br />

Estoy justo en el último estanque antes de llegar a la verja que limita el<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 22 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


complejo. Detrás de ella estará la parada. No sé si continuar. Me paro.<br />

Me despierto muerto de miedo.<br />

Le envié por mail este sueño escrito a una amiga y me dijo que en<br />

este sueño se veía rabia. Y es cierto, imagino, rabia contenida. A veces<br />

me dan ganas de salir a la calle a levantarle de un sopapo los sombreros<br />

a la gente... A veces me dan ganas de embarcarme en un barco ballenero<br />

y buscar a alguna Moby Dick para descargarme lanzándole arpones<br />

sin descanso. Pero en vez de eso me meto de lleno en Casanova,<br />

en el joven poeta Félix Francisco Casanova, y lo primero que me sorprende<br />

es cómo este chaval es capaz de robarle sin tapujos el nombre al<br />

mítico Casanova y que cuando digo Casanova, ya pienso en Félix, y no<br />

en un casanova. Es curioso. Además, le he leído poquísimo, tres poemas,<br />

pero asociados a su imagen, y al pensar cómo demonios llegó al<br />

suicidio alguien con tanta vida en la mirada, en seguida mi mente le<br />

hizo una mueca tierna de cariño, de empatía, de pena por su muerte,<br />

de pensar en lo que habría podido llegar a ser alguien con tanto talento<br />

ya desde su juventud primera. Aquí uno de sus poemas:<br />

ERES UN BUEN MOMENTO PARA MORIRME<br />

A María José<br />

Amaneciendo y anocheciendo<br />

a un mismo tiempo,<br />

cariño, ¿no es ésta la forma<br />

en que te gustaría vivir?<br />

En mi cabeza hay un álbum<br />

de fotos amarillentas<br />

y lo voy completando con mis ojos,<br />

con los más leves ruidos,<br />

atrapando olores en el aire<br />

y en cada sueño que sueño.<br />

¿Sabes una cosa, pequeña?<br />

La última página de mi álbum<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 23 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


tiene tu boca lluviosa mordiéndome un labio,<br />

un disco de rock'n'roll<br />

y calcetines de colores.<br />

Mis ojos han sido rápidos,<br />

te he hecho el amor con la ropa puesta<br />

a través de una<br />

larga pajita dorada<br />

mientras cruzabas la calle<br />

con el cabello ardiendo.<br />

Pero ahora son tus pies<br />

quienes dan mis pasos,<br />

¡así que no te equivoques<br />

pues me caería!<br />

Te bebo en cada vaso de agua<br />

que sacia mi sed,<br />

mis palabras son claras como niños pequeños<br />

o espesas como semen empapando cortinas,<br />

pero hoy tengo que inventar<br />

un nuevo idioma<br />

para conversar con tus tiernos maullidos eléctricos<br />

y los gritos de euforia<br />

de la gente que vive en tu cabeza.<br />

Debes saber que a veces<br />

soy como un entierro interminable,<br />

siempre triste y azul<br />

subiendo y bajando<br />

por la misma calle.<br />

Pero otras veces soy un río de risa<br />

corriéndome por toda la ribera,<br />

haciendo el amor a la mar,<br />

una felicidad contagiosa,<br />

un revólver de amor, nena,<br />

y voy a disparar justo a tu corazón<br />

¡bang bang!<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 24 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


¿te di?<br />

Quiero arrollarte, enrollarte y arrullarte,<br />

montaña de aguardiente<br />

y tarde rojiza.<br />

Eres un buen momento para morirme.<br />

No puedo decir mucho más sobre él, ciertamente, más que hacerle<br />

este pequeño e inestable homenaje, y desearle la mejor de las malditas<br />

resurrecciones mediáticas para que puedan llegar sus palabras, balsámicas,<br />

a los más doloridos corazones. Y nos salve del desastre.<br />

AQ<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 25 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


De acuerdo conmigo<br />

Mariona Rodríguez<br />

Nací en mayo, de madrugada y de pies. Dijeron que venía del revés.<br />

Necesité tres días y dos noches para conseguir salir. No fui rápido personándome,<br />

pero llorando tampoco, me decidí a hacerlo cuando opinaron<br />

que estaba muerto. Fue desagradable saber que se referían a mí<br />

como si no fuera nadie ya. Qué impaciencia la suya, qué prisas lleva<br />

todo el mundo en decirte lo que no tienes que hacer o cómo tienes que<br />

asomar. No pararon ahí, buscaron a mi primerizo padre y le dijeron que<br />

la espera no había servido de mucho, porque yo había huido o algo parecido.<br />

Neófito en la materia, les avisé como pude que está muy bien<br />

mentir, pero también tener cada uno su verdad. Al final, puedo asegurar<br />

que no me quedó otra manera que comenzar la vida llorando. Veía<br />

mi futuro enterrar, afirmaban sin duda ni sospecha que ya no tenía mucho<br />

que contar. Me degradé, todavía hoy me avergüenzo de eso, admito<br />

que les lloré para seguir aquí, lo hice para poder hoy pensar, pensar<br />

a cambio de llorar. En mi caso no es verdad que fuera por una canija<br />

manzana roja, yo estoy condenado a llorar mientras viva porque al nacer<br />

sentí deseo de probar pensar. No pude resistir la tentación. Lloro<br />

cada día, pienso más que lloro, miro a la gente llorar, atisbo a la gente<br />

pensar y poco más.<br />

Érase que se era una vez, un hombre con los ojos al revés. No los tenía<br />

en su cogote, tampoco abajo de los pies, era un hombre como a ninguno<br />

otro ves.<br />

Érase que se era una vez, un hombre con los ojos al revés. No los tenía<br />

en la espalda, tampoco cerca de su ombligo, era un hombre verídico<br />

por tener ojos fieles para Koko la gorila, de ella su platónico amigo.<br />

Ese hombre tenía en general dos ojos y en particular millones y millones<br />

de estrellas, cada una con su órbita, cada órbita con su óvalo y<br />

cada óvalo con su correspondiente ojo. Su mirada nacía de millones y<br />

millones de ojos todos al revés, era una mirada diferente a la de cual­<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 26 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


quier otra cara con ojos, imposible confundirla con la de nadie que salga<br />

en una postal de felicitación de Navidad. Sus ojos nunca estaban<br />

quietos, rotaban sin cesar atraídos por una fuerza central. A simple vista<br />

y sin atención prestar, pareciesen a veces inmóviles y por instantes<br />

descansar, desorientaban sus gafas empañadas por una niebla que brotaba<br />

después de a veces llorar. La humedad de sus lágrimas se condensaba<br />

en sus ojos al revés y una niebla en vez de descarada y blanquecina,<br />

al revés también de todas las nieblas aparecía invisible, era una niebla<br />

tan honda y tan íntima que en el centro de tu médula sentías. ¡Oh<br />

érase que se era una vez un hombre con niebla invisible en los ojos al<br />

revés! Podéis imaginar en sus ojos ese paisaje del que os hablo y pausadamente<br />

contemplar el movimiento de sus pupilas dilatándose al bailar,<br />

podéis acaso soñar esa textura de su niebla y confiarse para tocar<br />

su mirar, es la vida, decidme si no es verdad. Si miras a ese hombre con<br />

los ojos de tus ojos, esos que no prestas ni a nadie subastarás, caes a<br />

plomo en el vientre de la centrada sociedad, que vendría a ser el nuevo<br />

Olimpo en Instagram. Me di cuenta un día en la oscuridad, cuando los<br />

ojos de este hombre en el sentido contrario a las horas del tiempo comenzaron<br />

a girar, con un movimiento tan grande que consiguieron<br />

exactamente la línea curvada de la órbita de la luna perfilar. Y así en la<br />

noche de un cielo de festival, con toda mi carne y mi sangre pegadas a<br />

menos de un atoamstrong de distancia de su cara desintegrada en sus<br />

ojos al revés, pude tocar el espejo de su cordura y su barba también.<br />

Érase que se era una vez un hombre con los ojos al revés, un brote<br />

psicótico y un corazón retoñado. Si le miras, te ves.<br />

MR<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 27 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Desde Engels al control de la población<br />

Pablo Anadón<br />

Qué pena que Engels, en su “El origen de la familia, la propiedad<br />

privada y el estado” no tenga en cuenta en su análisis a Oriente en general,<br />

Oriente próximo, India, China, Japón, para hacer el traslado directo<br />

de vínculos familiares de matriarcado a patriarcado desde gens,<br />

fratrías y tribus para llegar al Estado. Todo el desarrollo social en Europa<br />

y América lo considera igual, basándose en ese mismo esquema: salvajes,<br />

bárbaros y civilización. La humanidad ha pasado por estas fases:<br />

De poligamia a monogamia. De comunismo a capitalismo. De matriarcado<br />

a patriarcado. Pasando por diferentes eslabones, cierta gradación<br />

en el transcurso de los sucesos, características un poco diferentes en<br />

cierta época o lugar, pero siempre igual, en general. Desde Grecia, es<br />

todo lo mismo, romanos siguieron su estela patriarcal y los celtas fueron<br />

absorbidos. De haber conocido a la Antigua Creta qué nos contaría<br />

Engels de ella. <strong>Lo</strong> más grande de todo es la relación que hay entre todos<br />

los niveles de nuestra vida para que el sistema se mantenga tal cual<br />

es, es algo impresionante, está todo regulado a gran escala y hasta el<br />

mínimo detalle, desde cómo debemos sentir a en dónde invertir el dinero<br />

que nos dan, desde la sexualidad a yo qué sé, los días laborales, las<br />

míticas necesidades artificiales que se generaron tras la Revolución Industrial,<br />

el pensamiento encajonado, enjaulado, acotado, limitado, en<br />

todas sus capas de procesamiento, ahora ya ni entendemos, o vamos,<br />

no nos paramos a pensar en frases como: ser librepensadores, de dónde<br />

viene tal expresión, o pensamiento crítico, lo ha absorbido todo el sistema<br />

actual y ha hecho que suene hasta ridículo decir esas frases, pensar<br />

en estos conceptos, ha puesto unos valores determinados que debemos<br />

sentir al lado de cada rasgo de la vida, desde los informativos, la prensa,<br />

el cine, la música, la historia, la literatura, la radio, yo qué sé, desde<br />

todos los lugares de divulgación masiva de lenguaje, de palabras, de<br />

emociones, de información, todo controlado y regulado para intentar<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 28 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


que pensemos de determinada manera y no de otra, sólo con la película<br />

“El hombre de mimbre” y sus dos versiones tan separadas en el tiempo,<br />

se podría hacer un estudio de lo que buscaban en política hace cuarenta<br />

años respecto ahora, se puede ver el intento actual de limitar las opciones<br />

de pensamiento, la modificación del significado de las palabras,<br />

como en un programa que veía ayer, qué alucine, diciendo que alienar<br />

era trabajar en una empresa que generaba capital, increíble, pero así lo<br />

dijeron, y cosas así, miles, desde lugares que uno nunca podría imaginarse,<br />

desde la educación a los niños, desde todos los lados, en realidad<br />

es una locura impresionante. Son como las mismas técnicas que emplea<br />

una religión, sólo que ahora la ficción es una democracia capitalista radicadas<br />

en naciones que se han dividido todo el territorio mundial.<br />

Ayer pensaba que por qué será tan importante seguir manteniendo a la<br />

religión presente, aunque sea hablando mal de ella, pero haciéndola<br />

patente, vigente, es algo realmente fuerte cómo la hacen latir desde las<br />

películas, las series, la tele, la radio, los libros, y claro, es la moral, que<br />

llega allí donde no llegan las leyes, que podrían llegar, pero se harían<br />

opresivas y desde la moral se regula a la población más interiormente,<br />

de conducta, veladamente. Moral y ley, el esqueleto de todo este sistema,<br />

y en general, de cualquier sistema social. La ley se tiende a rechazar,<br />

no se la mira con buenos ojos cuando es opresora, sin embargo la<br />

moral te la meten por todos los lados y nos hacen creer en lo que debemos<br />

sentir como bueno y como malo, sentirlo como algo nuestro, no<br />

impuesto, que pensemos que es nuestro, que es nuestra moral, cuando<br />

es impuesta, pero no nos hemos ni enterado de que nos la han impuesto<br />

desde el nacimiento. Ahora mismo a los niños les llega la moral desde<br />

los dibujos que ven, sus series, y desde el colegio e instituto. Y lo curioso<br />

es que sabemos que lo hacen, pero lo curioso también es que no<br />

alcanzamos a ver todos los niveles a los cuales desde niños nos inducen<br />

a ser de una manera y no de otra. Es como con las películas de Disney<br />

que ya chirriaba tanto rosa y tanta princesa, pero la cuestión es qué se<br />

ganaba con ello, el otro día lo pensaba, y claro, es justamente fortalecer<br />

el núcleo familiar punto fuerte de todo este sistema, raíz de esto, con su<br />

moral determinada. La princesa desea a su príncipe y serán felices co­<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 29 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


miendo perdices, tal cual, la familia monogámica que interesa a un patriarcado<br />

capitalista, o a una monarquía feudal, tanto da que da lo mismo.<br />

Hacen nacer en la mujer un deseo fortísimo de montar una familia,<br />

de uno a uno, hombre y mujer, con su palacio, su castillo, su casita, su<br />

boda, vamos, y ponen por ahí diferentes “malos” que intentar impedir<br />

la consecución de sus deseos, para reforzarlo aún más, claro. Luego ya<br />

de adultos ponen la opción, deseo mediante, de poner los cuernos, las<br />

aventurillas y todo eso, que refuerza aún más el núcleo familiar monogámico,<br />

es como los “malos” que ofrecen a los niños que impiden realizar<br />

sus deseos, que no son sus deseos, son los deseos que han mostrado<br />

que debemos tener, que quieren que tengamos, los que tienen sus “héroes”<br />

que son los modelos a imitar, y los “malos”, para los adultos, son<br />

los deseos de infidelidad, como para los niños lo eran las brujas o lo<br />

que surgiere, y la pareja tiene que unirse aún más para luchar contra<br />

estos deseos desestabilizadores del núcleo familiar que hay que preservar<br />

contra viento y marea, e ir a terapias de pareja y yo qué sé, todo lo<br />

que se les ocurre, todo, para seguir manteniendo el núcleo familiar tal<br />

cual es. Y núcleo familiar determinado, patriarcal, jerárquico, monogámico.<br />

Ahora se fomenta mucho en los jóvenes la juerga constante, la libertad<br />

sexual, los grupitos, el éxtasis, la fiesta, pero lo jodido de todo<br />

esto es que tienes a una gran parte de la población, la que tiene toda la<br />

fuerza de la juventud, embotada con todo eso y sus problemas no salen<br />

de ahí, de los líos de faldas y las drogas, hasta que entran en la rueda<br />

laboral donde ya se fomenta la monogamia, la casita, el coche, el curro,<br />

el beber para soportar después del curro, los problemas con los hijos y<br />

la pareja, las infidelidades, el reforzamiento del núcleo, en sí, la libertad<br />

del finde, como si sólo pudiéramos ser libres los fines de semana.<br />

Está todo absolutamente medido, qué debemos desear, cómo vivir,<br />

cómo sentir, qué pensar, qué hacer. O al menos, ese es el intento. Da<br />

un poquito de pena. Es como la frase que le hicieron decir al personaje<br />

de Bill Murray en la peli ésa, “St. Vincent”, cuando le pregunta la madre,<br />

y le dice tal cual que le está enseñando a su hijo lo que es la vida, y<br />

todo planteado para que guste, para caer bien, desde un tipo muy genial,<br />

y coge va y dice eso, que le está enseñando al niño lo que es la<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 30 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


vida: “Trabajas, te pagan, bebes”. Es realmente fuerte, porque eso se<br />

fija ahí en nuestros pensamientos, y básicamente lo que hace gran parte<br />

de la población es eso: “Trabajan, les pagan, beben”. Y claro, según se<br />

mire, hasta diría uno, pues está bien así, pero claro, luego en realidad<br />

la mayoría de la gente trabaja en labores que no les satisfacen, ocupando<br />

a veces doce horas de su día entre que se levantan de la cama y llegan<br />

a sus casas, les pagan poquísimo manteniéndolos en una suerte de<br />

miseria, algo opresor, desgastante, doliente, que hace sufrir la penuria<br />

económica, y luego beben, claro, para soportar todas las horas del curro<br />

y toda la pena de no tener el dinero suficiente para vivir medianamente<br />

bien, siempre en dificultades para cubrir lo necesario. Y lo jodido<br />

de todo esto es que no es necesario ni trabajar tantas horas, ni cobrar<br />

tan poco, para que el sistema actual funcione, pero se mantiene<br />

ese estado de desestabilización constante. Eso es lo que no acabo de<br />

comprender. En realidad casi vendría a ser como la construcción de catedrales<br />

y pirámides, para mantener ocupada a la población mientras<br />

unos se enriquecen a su costa y la mayoría vive sin vivir en realidad.<br />

Creo que es hasta más sencillo pensar en el origen del Universo que en<br />

por qué las sociedades funcionan como funcionan bajo tal sistema de<br />

poder.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 31 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 32 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


POESÍA<br />

Las poetas no somos malditas<br />

Ana Pérez Cañamares<br />

Las poetas no somos malditas<br />

somos desgraciadas<br />

fallidas, putas<br />

depresivas, castas<br />

anoréxicas<br />

suicidas, locas<br />

alcohólicas<br />

tan fácilmente ignoradas.<br />

Nosotras no somos malditas<br />

que suena heroico, romántico<br />

designa un rebelde, un elegido.<br />

Nosotras no somos malditas<br />

ni tampoco podemos ser benditas.<br />

Nosotras somos la excepción<br />

de la excepción<br />

y todas las categorías<br />

pasan de largo<br />

o se nos quedan cortas.<br />

APC<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 33 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


He sido señalado<br />

Iñaki C. Nazabal<br />

He sido señalado<br />

por vasco, por payo, por viejo,<br />

por lento, por callado, por borracho,<br />

por gitano, por abstemio, por español,<br />

por no involucrarme, por equidistante,<br />

por rebelde, por terrorista, por comprometido,<br />

por demasiado joven, por charlatán,<br />

por poeta, por cuentista, por rockero,<br />

por ser y no ser<br />

punki, heavy, rockabilly<br />

o de cualquier otra tribu,<br />

por mi acento en mi tierra<br />

y por el acento de mi tierra en otras,<br />

por payaso,<br />

por serio.<br />

Por machote,<br />

por gay.<br />

He sido señalado por mi nombre<br />

y por mi apellido (por ambos).<br />

He sido señalado<br />

por mi aspecto, por mis maneras,<br />

por quien soy y por quien no soy<br />

ni seré nunca.<br />

He sido señalado<br />

siempre,<br />

qué más da el motivo.<br />

Pero nunca olvidé<br />

aquel dicho de mi abuelo:<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 34 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Cuando alguien te señala,<br />

hay tres dedos suyos señalándole.<br />

ICN<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 35 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Poeta <strong>maldito</strong> no es ese<br />

Felipe Zapico Alonso<br />

Poeta <strong>maldito</strong> no es ese<br />

que aparece siempre<br />

sucio<br />

y<br />

maloliente<br />

el poeta <strong>maldito</strong><br />

no es el tipo del pelo grasiento<br />

no ese de la chaqueta raída<br />

ni el de la caspa revoloteando<br />

en su desorientación.<br />

No es ese<br />

que<br />

porque una vez<br />

le dijeron<br />

<strong>maldito</strong><br />

tiene que llevar ese sambenito<br />

a perpetuidad.<br />

El poeta <strong>maldito</strong><br />

es ese<br />

que como tú<br />

tenía un trabajo<br />

del que comía<br />

es<br />

ese<br />

que hace tan lindos poemas<br />

que te arañan en lo más profundo.<br />

El poeta <strong>maldito</strong> es ese que ya casi<br />

no<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 36 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


come<br />

ya no vuela<br />

y<br />

pasa frío.<br />

Es ese que<br />

que no puede comprar<br />

libros<br />

que no puede leerte<br />

ese<br />

es el poeta <strong>maldito</strong><br />

y cada día hay más<br />

más y más y más<br />

poetas <strong>maldito</strong>s<br />

<strong>maldito</strong> sea<br />

este puto sistema<br />

<strong>maldito</strong>s sean quienes lo<br />

sostienen<br />

<strong>maldito</strong>s.<br />

Y a los poetas<br />

que os quiero<br />

que os abrazo.<br />

El poeta <strong>maldito</strong> no es el que se ahoga<br />

en absenta<br />

caballo<br />

ácidos<br />

ni hojaldres bañados en miel.<br />

El poeta <strong>maldito</strong> no es<br />

el que clama por sexo<br />

inmundo<br />

abyecto<br />

dolorido<br />

o convexo.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 37 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


El poeta <strong>maldito</strong> no es<br />

el<br />

que no<br />

se entiende<br />

ni a sí<br />

mismo.<br />

El poeta <strong>maldito</strong><br />

es el<br />

que a cada<br />

factura<br />

se fractura<br />

a<br />

cada abrazo<br />

partido<br />

el que<br />

mira desde lejos<br />

y<br />

sufre en<br />

silencio.<br />

El poeta <strong>maldito</strong><br />

es el que no llega ni a medio mes<br />

al que le cortan<br />

la luz<br />

el agua<br />

y<br />

se va quedando<br />

poco<br />

a<br />

poco<br />

sin<br />

verbos<br />

pronombres<br />

y<br />

ningún adjetivo.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 38 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Poeta maldita es la que recorre media ciudad<br />

con una bombona vacía<br />

en el carrito de la compra<br />

hasta la lejana casa de su tía lejana<br />

para cambiarla<br />

una medio llena<br />

o<br />

medio vacía<br />

que arrastrará hasta su casa<br />

para poder darse una ducha,<br />

el envase siempre debe arrastrase<br />

ya<br />

sea<br />

lleno<br />

vacío<br />

o<br />

medio.<br />

FZA<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 39 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Planeta en disolución<br />

José Manuel Vara<br />

Estallamos hacia dentro,<br />

pero ya estamos acostumbrados<br />

y, con el tiempo, aprendimos<br />

diferentes estrategias<br />

para hacerlo<br />

a lo largo de todos estos años juntos,<br />

conviviendo,<br />

luchando,<br />

desgarrándonos,<br />

muriendo de forma silenciosa y discreta<br />

después de cada pequeña batalla<br />

cuerpo a cuerpo,<br />

sobre la arena fangosa<br />

de nuestro peculiar universo privado,<br />

planeta en disolución permanente,<br />

herido por carencias afectivas lejanas<br />

y por la ausencia absoluta de amor.<br />

Planeta en disolución,<br />

conviviendo,<br />

luchando,<br />

desgarrándonos,<br />

al tiempo que nos inventamos excusas<br />

con las que hacer más soportable<br />

el dolor.<br />

JMV<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 40 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Si así os parece<br />

Alfonso Brezmes<br />

Que otros escriban poesia;<br />

yo abro la ventana y huelo el mundo<br />

con el hambre atrasada de un lobo<br />

frente a un corral de ovejas tiernas.<br />

No he llegado hasta aqui<br />

para acabar merendando<br />

con señores que hacen versos:<br />

vine para robar las manecillas<br />

a los relojes de pared y dejar<br />

la marca indeleble de un zarpazo<br />

en la fragil memoria de la gente.<br />

Haced vosotros ahora<br />

con los despojos del banquete<br />

un libro encuadernado con mi piel<br />

y llamadlo despues,<br />

si asi os parece,<br />

poesia.<br />

AB<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 41 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


La noche sin precio<br />

(Poema representable en el ojo de una aguja)<br />

José Luis García Herrera<br />

Hoy sí que nos importa saber<br />

a cuánto estamos hoy<br />

Rafael Alberti<br />

(Algún viejo electricista de encanecidas barbas<br />

ha trasteado en los contadores hasta fundir los plomos.)<br />

Era la noche arrancada de cuajo al invierno<br />

y a su fuego miserable.<br />

La noche de los tormentos encadenada al mástil de las horas,<br />

de los gritos fijados en el viento a golpes de martillo,<br />

a golpes de muerte sobre el hierro frío.<br />

Era una noche sin luna bajo el techo de una caverna<br />

—ciega en su anfiteatro de actores secundarios.<br />

Era la noche sustraída de un viejo bote de hojalata<br />

que había albergado comida para perros.<br />

Era un noche sin meteoros sobre el cobertizo<br />

donde un recién nacido emprendía<br />

su huida hacia la soledad.<br />

Era la noche de un universo en la cuna de la ceniza,<br />

en el páramo de la muerte,<br />

de una muerte que espera en la puerta<br />

y exige más muerte.<br />

Era la noche de cuarenta lluvias y siete años de sequía.<br />

Era la noche marcada en el viejo calendario de la vida.<br />

(Era, en fin, la noche del terminar primero.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 42 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Era un retrato de la muerte y el silencio de un cordón negro.<br />

Era, en fin, una noche tatuada en la espalda del cielo.<br />

Aunque abráis todas las ventanas la noche sigue dentro.)<br />

Flotaba en la niebla la sombra de un vagabundo y su quimera.<br />

Arrastraba un silencio de sangre seca, un concierto extraño<br />

de bocas cerradas y de muecas con forma de sonrisa.<br />

La música sonaba a muerte en bailes de metralleta.<br />

Flotaba en la niebla el brazo alzado de un dictador obeso.<br />

Corría el rumor de que habían encarcelado a la luz eléctrica<br />

en una jaula de acero, en una caja fuerte sin contraseña<br />

para que no escapara por las calles estrechas y vacías,<br />

para garantizar la oscuridad secreta de las tumbas.<br />

Aullaban, ciegos de poder y de victoria,<br />

los lobos de nieve surgidos de las estepas;<br />

insaciables bajo la tormentosa lluvia de sangre ajena<br />

que les resbalaba por las quijadas abiertas.<br />

En una esquina olvidada niños de vientre abultado<br />

se comían a puñados los terrones de tierra seca.<br />

Flotaba en la niebla el gas mostaza de las guerras.<br />

Corderos de campaña encadenados por el cuello<br />

—delgado tubo de vida por donde escapa<br />

el grito de petróleo de la última noche—<br />

desgarraban sus ropas requemadas<br />

mostrando el orificio abierto en su pecho de escarcha.<br />

Un camaleón con túnica blanca vacunaba, a escondidas,<br />

con la vieja fe en el agua.<br />

Flotaba en la niebla la pluma del ángel que huyó del infierno.<br />

Era la noche arrancada de un calendario sin domingos.<br />

Era la noche de los apóstoles sembrando campos de sal.<br />

Era la noche en la que se fundieron todas las bombillas<br />

y por el camino de clavos avanzaba un grito<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 43 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


de velas encendidas.<br />

Era la noche de todos.<br />

(Mía y vuestra.<br />

Porque todos estábamos ocultos en la misma gruta,<br />

bajo el mismo miedo, en la misma tumba;<br />

rezándole palabras inconexas a un crucifijo de cáñamo,<br />

guardándonos en los bolsillos las últimas cerillas.<br />

Apenas si llegábamos a distinguirnos en la sombra<br />

y el eco de nuestros gritos era la brújula de la envidia.<br />

Mía y vuestra.<br />

Todos huíamos del mismo miedo en la mina de carbón:<br />

mineros de la cobardía.)<br />

Era la noche de todos los héroes caídos<br />

en batallas anteriores a esta noche.<br />

<strong>Lo</strong>s ejércitos vencidos, en lodazales de sangre sin historia,<br />

avanzaban en retroceso hacia la raíz del éxodo y el abandono.<br />

La muerte reía con un resonar de huesos quebrados y esparcidos<br />

por todos los caminos que nadie recorre de regreso.<br />

Las espadas lloraban las derrotas entre lenguas de óxido.<br />

Flotaba en la niebla la sombra de un hombre arrastrando un<br />

Era la noche caída de un cántaro de vino añejo.<br />

Era la noche de todos los tiempos.<br />

[madero.<br />

JLGH<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 44 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong><br />

Antonio Quintana<br />

<strong>Lo</strong> he vivido como un río desbordado<br />

y también como el cauce de un vacío.<br />

El lado del mal de una moral, negro río.<br />

Incipiente brecha en un estanque doblado.<br />

Romántica era su lucha, contra lo injusto.<br />

Canal de conductas ocultas, por rechazadas.<br />

De niño era muro en el cual chocaba.<br />

Después lo vi con cariño como algo bruto.<br />

Así avanzan las morales: cavando zanjas,<br />

arrastrándose por ellas, costumbres dadas<br />

como piedras, como aguas, arrebatadas.<br />

Como laberintos de aire son las morales<br />

surgidas del tacto entre tu mano y la mía<br />

donde los vientos fríos: siembran los males.<br />

AQ<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 45 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 46 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


ARTES VISUALES


ARTES VISUALES I<br />

Gemmy Woud­Binnendijk


ARTES VISUALES II<br />

Brooke Shaden


ARTES VISUALES III<br />

Agnes Cecile


ARTES VISUALES IV<br />

Jesús Emmanuel Villarreal


ARTES VISUALES V<br />

Misha Gordin


ENTREVISTAS<br />

Miguel Ángel Hernández Navarro<br />

Miguel Ángel, así a bote pronto, ¿qué te sugiere lo <strong>maldito</strong>?<br />

Me sugiere una condición social, la del excluido de la norma y lo<br />

aceptable, y también una autoimagen, la de aquel que incorpora en su<br />

propia obra y comportamiento una posición social. Y, claro, me sugiere<br />

una historia, una tradición de exclusión y de tendencia hacia lo trágico<br />

y los márgenes.<br />

Desde “<strong>Lo</strong>s poetas <strong>maldito</strong>s” de Paul Verlaine, a finales del siglo<br />

XIX, ya ha llovido… con todo lo que implicó este concepto de malditismo<br />

en literatura. Si te encargaran hacer un texto parecido, y lo<br />

aceptaras, claro, presentando a autores <strong>maldito</strong>s actuales, ¿a quiénes<br />

incluirías y por qué?<br />

No creo que lo aceptara, sobre todo porque no soy un experto en la<br />

cuestión y los nombres que se me podrían venir a la cabeza son más<br />

aleatorios que otra cosa. No sé, pienso tal vez en Édouard Levé, cuya<br />

obra literaria y artística unía arte y vida y siempre bordeó la tragedia,<br />

llegando al suicidio tras entregar a su editor el manuscrito de su novela<br />

titulada precisamente así, Suicidio. Diría que quizá Michel Houellebecq,<br />

por su rechazo de las convenciones y también por su autoimagen de<br />

<strong>maldito</strong> y enfant terrible. En España, Leopoldo María Panero es posible<br />

que pudiera ser un ejemplo de malditismo, también por situarse, en<br />

comportamiento y también en su poesía, más allá del límite de lo socialmente<br />

aceptado. Hay también un malditismo reaccionario, por ir a<br />

contracorriente de las opiniones o la doxa de la corrección política. Un<br />

autor como Juan Manuel de Prada, por ejemplo, que es un escritor<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 127 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


como un templo, no puede quitarse de encima el sambenito de sus opiniones<br />

políticas conservadoras. Todos estos autores, sin embargo, como<br />

otros que se me ocurren, no están exentos de éxito. El malditismo como<br />

performance vende. No escapa a la moda. Y confieso que me interesa<br />

muy poquito, la verdad. Me parece una tradición exacerbada y llena de<br />

un romanticismo infatuado.<br />

¿Y qué autores crees, de antaño, no actuales, que han llevado el<br />

lastre del rechazo en su tiempo, cuando en realidad eran totalmente<br />

necesarios, es decir, a qué autores crees que no se les ha hecho<br />

la debida justicia?<br />

Otra pregunta compleja. <strong>Lo</strong>s motivos por los que un contexto cultural<br />

excluye y relega a los márgenes a un autor son muchos. Entre ellos<br />

se encontrarían problemas ideológicos, morales, estéticos. <strong>Lo</strong>s autores<br />

<strong>maldito</strong>s desbordan la frontera de lo establecido, y por eso acaban siendo<br />

aislados de su contexto inmediato. Son innumerables esos autores<br />

que no fueron reconocidos en su momento precisamente porque su arte<br />

o su literatura no se ajustaban a lo que había que decir. Autores incómodos<br />

que sin embargo son rescatados en el futuro, muchas veces porque<br />

lo que hacen o escribe va un paso por delante de su época. Pienso,<br />

por ejemplo, en Walter Benjamin, uno de los pensadores más importantes<br />

del siglo XX y un escritor inmenso. Aunque es cierto que no fue un<br />

autor secreto, la trascendencia de su obra no llega hasta varias décadas<br />

después, cuando sus ideas acaban llegando a quienes están preparados<br />

para escucharle. Si algo caracteriza al <strong>maldito</strong> es sobre todo la soledad,<br />

la sensación de hablar para nadie, de no encontrar interlocutores en<br />

tiempo real. La historia está llena de estos incomprendidos. Eso sí que<br />

me parece interesante –y esta es una idea del propio Benjamin–: cómo<br />

el futuro nos hace escuchar el pasado que había permanecido no en silencio,<br />

sino “inescuchado”. Pero el otro malditismo, el de pose, me parece<br />

una performance caduca.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 128 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Algo relacionado con la segunda pregunta y con lo <strong>maldito</strong> pueden<br />

ser las vanguardias, ¿qué temas y qué autores nos están<br />

abriendo actualmente los horizontes? Visto no como algo rechazado<br />

o malditizado, como estábamos viendo, sino como algo totalmente<br />

novedoso, no necesariamente rechazado por el público de<br />

hoy.<br />

Me interesa mucho el arte y la literatura como laboratorios sociales<br />

e identitarios, más que como creadores de productos totalmente terminados.<br />

En el ámbito de la literatura, por ejemplo, se están produciendo<br />

toda una serie de ejercicios de exposición de la intimidad que, aunque<br />

coinciden con esta época de desvelamiento de lo íntimo y exposición<br />

del yo (Facebook o Instragram), nos están mostrando algo que las redes<br />

no muestran. Es un yo diferente, complejo, más allá de lo superficial.<br />

Pienso en el trabajo de Karl Ove Knausgard o de Deborah Levy. En<br />

el ámbito del arte visual, ese trabajo con el yo se viene desarrollando<br />

desde hace mucho. Hoy creo que el trabajo que realmente se sitúa a la<br />

vanguardia es el que trabaja con el tiempo y el futuro, especialmente el<br />

que señala y medita sobre el estado del planeta en esa era que hemos<br />

dado en llamar antropoceno. Me parecen muy relevantes los libros de<br />

T. J. Demos sobre esos artistas que nos hablan de los refugiados climáticos,<br />

la transformación del planeta, la toma de conciencia de que esto<br />

se va a la mierda. Es curioso cómo el arte visual siempre va por delante,<br />

y son muchos más los artistas –me quedo con los vídeos de Ursula Biemann–<br />

y exposiciones que exploran ese “giro ecológico” del arte que los<br />

escritores. Tal vez sea la ciencia ficción el único género que nos confronta<br />

con ese futuro que ya comienza a estar aquí. Hay, en este sentido,<br />

un libro que me ha parecido espectacular, Cadáver exquisito, de<br />

Agustina Bazterrica, que nos sitúa en un mundo caníbal donde, agotados<br />

los recursos del planeta, nos hemos vuelto caníbales. También, claro,<br />

me interesan mucho las distopías de Margaret Atwood, como El<br />

cuento de la criada, que hablan de los peligros del fascismo por venir. O<br />

todo lo que escribe China Miéville, que utiliza la ciencia ficción también<br />

como laboratorio político.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 129 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Vinculado con lo que estamos tratando, los que nos dedicamos<br />

al arte, y a la literatura en especial, tendemos a embellecer la etiqueta<br />

de lo <strong>maldito</strong>, aunque siento que desde hace tiempo se está<br />

devaluando, cuando hace no mucho representaba ir contracorriente<br />

pero de manera necesaria, romper con lo establecido que impedía<br />

el progreso, ¿qué tendencias, estilos o temas, a día de hoy,<br />

crees que habría que superar, pues nos están impidiendo el progreso,<br />

en el arte en general y en la literatura en particular, para seguir<br />

abriendo nuevos y necesarios caminos en la expresión artística?<br />

Como comentaba antes, el malditismo como etiqueta o tradición me<br />

parece una performance bastante inocua. Que alguien sea rechazado o<br />

excluido no convierte a su obra inmediatamente en algo valioso. Ir de<br />

<strong>maldito</strong> en el siglo XXI es una pose de otro tiempo. Algunos autores directamente<br />

prescinden de sus contemporáneos y se dedican a cultivar<br />

un arte supuestamente intemporal, para la posteridad. Creo que el artista<br />

y el escritor no pueden vivir ajenos al mundo que les ha tocado vivir.<br />

Esa postura de aquellos que buscan un arte puro e incontaminado<br />

en realidad es reaccionaria, porque tiene que ver con una evitación del<br />

presente. Ese es el arte y la literatura que no me interesa, el que busca<br />

la pureza, lo elevado y separado del mundo, el que se encierra en una<br />

supuesta atalaya para lograr algo “esencial”. Es una visión romántica<br />

del arte que debemos superar para que el arte sirva al mundo en el que<br />

vivimos.<br />

Y en el ámbito de la moral, entendiendo lo <strong>maldito</strong> como lo rechazado<br />

por ésta, ¿crees que todavía somos muy cristianos en Occidente,<br />

que aún tenemos por lastre por ejemplo el patriarcado, el<br />

machismo, la misoginia, la homofobia, el recato sexual, etcétera?<br />

¿Hacia dónde estamos evolucionando?<br />

Desde luego, seguimos siendo cristianos. Tal vez, como dice Bruno<br />

Latour, nunca fuimos modernos. Continuamos anclados en un sistema<br />

que no es fácil de transformar y mucho menos de olvidar. La moral cris­<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 130 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


tiana es una especie de virus residente que se expande por todo nuestro<br />

pensamiento y es imposible extirparlo del todo. Aun así, es cierto que<br />

se está produciendo una lenta transformación. Muchos de los logros de<br />

las revoluciones morales de los años sesenta están comenzando a llegar<br />

ahora a grupos mayores de población. Aquello tuvo lugar sobre todo en<br />

ciertas élites, que es donde se produjo, por ejemplo, la verdadera liberación<br />

sexual. Hoy los cambios se están produciendo en otros sectores<br />

sociales. Podríamos decir que se ha democratizado esta liberación. <strong>Lo</strong><br />

que ocurre es que, a la vez que se camina hacia adelante, también se<br />

están produciendo ciertos retrocesos. Un repunte del machismo, una<br />

vuelta a un puritanismo paradójico (de derechas y de izquierdas)... Es<br />

una situación compleja y llena de saltos hacia adelante y hacia atrás.<br />

Pero, aun así, no estamos peor que estábamos, al menos en cuanto a<br />

derechos y libertades. Y eso es un motivo de esperanza.<br />

Me interesa mucho el papel de los medios de comunicación, del<br />

mainstream, en la forja de nuestra moral, pues en cierto modo,<br />

además de en las escuelas y por la familia, es de donde reciben<br />

nuestros jóvenes sus modelos a seguir, su educación moral, a grandes<br />

rasgos. Recuerdo que Eduardo Mendoza, en su “La ciudad de<br />

los prodigios”, emparentaba el surgimiento del cine con las iglesias,<br />

pues desde el cine se podía manipular tanto la conciencia<br />

como hacían en las misas, es decir, lo veía como una escuela de<br />

educación moral de largo alcance, pues llegaba a mayorías, ¿cómo<br />

sientes a nuestros medios de comunicación y entretenimiento, siguen<br />

siendo, de manera velada, las nuevas iglesias donde se nos<br />

forma, donde se nos aliena? ¿Y cuál es nuestra responsabilidad en<br />

esta recepción?<br />

Por supuesto, los medios de masas son los grandes productores de<br />

imaginario y conciencia social. En las sociedades modernas, las ideas<br />

dominantes no sólo se reproducen gracias a las instituciones de saber y<br />

poder, sino especialmente a través de estos dispositivos que aparentemente<br />

funcionan como medios de entretenimiento. En nuestro mundo<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 131 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


actual, el papel central lo ostentan las tecnologías digitales, que son la<br />

mayor herramienta de control y de producción de subjetividad. Una herramienta<br />

que parece surgida de los sueños más húmedos de un régimen<br />

totalitario. De algún modo, son la culminación de décadas y décadas<br />

de experimentos sociales. Es la herramienta perfecta del capitalismo<br />

avanzado. Una tecnología capaz de introducirse en nuestra intimidad<br />

y controlarnos desde dentro, a través de la extracción de conocimiento<br />

sobre los sujetos, pero también del aprovechamiento de su fuerza<br />

de trabajo, que es la que en última instancia hace funcionar los engranajes<br />

del sistema. ¿Cuál es nuestra responsabilidad? Toda. Creo que<br />

tenemos un discurso victimista sobre los medios. Nos manipulan, nos<br />

alienan... Nosotros no tenemos la culpa, solemos decir, nos atontan y<br />

nos hacen hacer cosas que en el fondo no queremos hacer, somos hijos<br />

de un sistema que reproducimos. Esto es así hasta cierto punto. Porque<br />

es mucho más fácil dejarse hacer que plantar cara. ¿Cómo se hace eso,<br />

cómo se planta cara? Por supuesto, es imposible una enmienda a la totalidad,<br />

una revolución a lo grande. <strong>Lo</strong> que está en nuestras manos es<br />

la pequeña resistencia. Y esa resistencia comienza en el pensamiento,<br />

en la toma de conciencia de nuestro lugar dentro del engranaje. Y a<br />

partir de ahí, comenzar con pequeñas transformaciones, siempre contextuales,<br />

en el espacio y en el tiempo.<br />

Para finalizar, Miguel Ángel, casi a modo de resumen, pero ampliando,<br />

¿qué crees que estamos rechazando actualmente, que nos<br />

está costando digerir, a nivel moral, artístico y también político,<br />

pero que nos podría ser beneficioso aceptar o que aceptaremos en<br />

lo futuro?<br />

En la Guía ideológica para pervertidos, Slavoj Žižek comenta la escena<br />

de la película Están dentro en la que el protagonista intenta poner a<br />

otro personaje esas gafas que ha encontrado y a través de las cuales se<br />

ve el mundo real, sin la ilusión que han creado los extraterrestres que<br />

nos dominan. Es una pelea violenta, porque personaje se niega a ponérselas,<br />

como si no quisiera realmente saber cómo es el mundo que lo ro­<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 132 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


dea, como si prefiriera seguir viviendo tranquilo dentro de una ilusión.<br />

En cierto modo, eso es lo que ocurre con nosotros, que estamos rechazando<br />

muchas cosas porque es más fácil rechazar y continuar con lo<br />

que ya está establecido que asumir nuevos desafíos. Es más fácil mirar<br />

para otro lado. Una de las urgencias del mundo en el que vivimos es,<br />

sin duda, la destrucción del planeta a la que nos vemos abocados si no<br />

cambiamos las cosas. Estamos ante una emergencia planetaria. Una crisis<br />

mundial que parece que no nos afecta porque los resultados más<br />

graves se producirán en unas décadas. Pero ya estamos viendo signos<br />

por todos los lados. Si no cambiamos inmediatamente nuestro modo de<br />

relacionarnos con la tierra, todo se irá a la mierda. <strong>Lo</strong> que pasa es que<br />

nos cuesta perder unos privilegios y unas comodidades. No queremos<br />

renunciar a lo que tenemos. Y esta es la clave. En esto y en todo. La<br />

transformación necesaria para todos es incómoda para algunos. Y eso<br />

es así desde el inicio de los tiempos.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 133 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 134 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Pedro Ugarte<br />

Pedro, para comenzar, ¿qué representa para ti lo <strong>maldito</strong>, qué<br />

te trae a la memoria este concepto?<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>, en nuestro idioma, remite a infinidad de conceptos negativos,<br />

pero el más negativo, el absoluto, el siniestro, remite a quien<br />

está castigado y condenado por la justicia divina. Desde ese punto de<br />

vista, lo <strong>maldito</strong> se vincula con el chivo expiatorio: aquel individuo o<br />

colectivo en el que podemos depositar todas nuestras culpas, para librarnos<br />

de ellas y, a través de la opresión de aquél, obtener la expiación.<br />

Yéndonos hacia la literatura, quien se ha adentrado un poco en<br />

su historia, tendrá en mente a los míticos poetas <strong>maldito</strong>s: Charles<br />

Baudelaire, Arthur Rimbaud, Stéphane Mallarmé, Paul Verlaine,<br />

etcétera. ¿Qué significaron para la literatura estos autores y el concepto<br />

de malditismo literario?<br />

Por fortuna, el concepto de malditismo literario es bastante más liviano<br />

que el político o social. Y lo representan muy bien los autores que<br />

citas: hay en ellos una misma pauta de rebeldía personal, de resistencia<br />

frente a lo establecido, que muchas veces no adquiere una forma política,<br />

sino estética y vital.<br />

El malditismo, en literatura, es frecuentemente un hecho estético y,<br />

por eso mismo, puesto al servicio de una obra literaria. No quiero decir<br />

que en el siglo XIX el malditismo fuera una estrategia de mercadotecnia,<br />

pero en nuestro tiempo seguramente sí lo es. He visto calificar<br />

como <strong>maldito</strong>s a los suficientes autores privilegiados por el mercado<br />

editorial como para, sinceramente, no creerme que esa expresión tenga<br />

hoy día ninguna dimensión moral. Es una estratagema editorial, algo<br />

que, por supuesto, respeto en el plano personal, porque todo el mundo<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 135 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


tiene derecho no sólo a escribir libros y a que se los publiquen, sino a<br />

que se los compren también.<br />

Al hilo de esto, ¿cuáles crees que fueron nuestros escritores<br />

<strong>maldito</strong>s españoles y cómo se han adentrado en nuestro imaginario?<br />

Y de los actuales, ¿crees que a alguno se le esté malditizando<br />

con justificación, o sin ella, para bien o para mal?<br />

Asumiendo, como decía, que el malditismo, en literatura, es un fenómeno<br />

estético, creo que deberíamos mencionar a los hermanos Panero<br />

(Juan Luis, Leopoldo María y Michi) como el más acabado ejemplo<br />

de malditismo literario que ha existido entre nosotros. Sin duda, el paradigma<br />

del malditismo lo representa el segundo de los tres, largamente<br />

internado en psiquiátricos y sometido, a lo que parece, a toda clase<br />

de tristes experiencias vitales. Claro que ese es además un espléndido<br />

ejemplo del carácter equívoco y confuso del malditismo: de los tres hermanos,<br />

el que llevó peor vida, Leopoldo María, es el que al final sobrevivió<br />

a los demás. Y, llevando la crítica del malditismo hasta el extremo,<br />

recuerdo el comentario de un escritor contemporáneo cuando dijo:<br />

“de los Panero, no te engañes, el mejor poeta de todos era el padre”.<br />

Con relación a la segunda parte de la pregunta, permitirás que no<br />

puede extenderme: de los escritores respetablemente <strong>maldito</strong>s (si el<br />

oxímoron es tolerable) no podríamos hablar porque serían los auténticos<br />

<strong>maldito</strong>s, es decir, los olvidados, los apartados, los que no aparecen<br />

en los periódicos. En ese sentido, puedo citar al único escritor verdaderamente<br />

<strong>maldito</strong> al que llegué a conocer: Enrique Mochales, un gran<br />

narrador, con tan mala suerte en el plano personal como en el plano<br />

editorial. Puedo certificar que es un auténtico escritor <strong>maldito</strong> porque<br />

casi nadie sabe ya quién es, o quién fue.<br />

¿Cuál es tu preferido, el autor que crees que ha abierto más<br />

nuevos senderos, remando a la contra y luchando contra la tradición,<br />

y por qué?<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 136 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


He intentado en las preguntas anteriores desmitificar el concepto de<br />

malditismo, al menos en términos literarios. La abrumadora mayoría de<br />

los autores seguimos la tradición (o, si quieres, una tradición u otra).<br />

<strong>Lo</strong> haremos mejor o peor, pero escribimos literatura en función de unos<br />

pilares que nos han sido dados. Sólo los genios, los autores geniales,<br />

pueden romper con la tradición y ofrecer algo radicalmente nuevo.<br />

Muy posiblemente ese pueda ser la mejor definición del genio: el que<br />

crea algo nuevo, el que rompe con lo establecido. Pero no estoy seguro<br />

de que eso tenga que ver con el malditismo o, al menos, con la visión<br />

superficial del mismo. En mi opinión, uno de los más grandes autores<br />

de la historia de la literatura universal es Franz Kafka… y Kafka fue un<br />

burgués sencillo y obediente, de conducta ordenada. Desde una visión<br />

creativa, Kafka fue un <strong>maldito</strong> porque escribió en una profunda soledad;<br />

desde una visión editorial, Kafka también fue un <strong>maldito</strong>, porque<br />

publicó muy poco y se mantuvo al margen de las corrientes de la intelectualidad<br />

de su tiempo. Pero la vida personal de Kafka no tuvo nada<br />

de maldita, fue un correcto burgués praguense. Eso sí, de haber vivido<br />

un poco más, habría conocido una forma siniestra y extraliteraria de<br />

malditismo: la de ser judío en un régimen nacionalsocialista.<br />

¿De dónde nos viene nuestra moral occidental, es decir, tenemos<br />

todos moral cristiana, cuánto le debe nuestra moral a esta religión<br />

que desde el Imperio romano invadió Occidente, Edad Media<br />

mediante, y aquí, dictadura franquista y católica hace nada, históricamente<br />

hablando? Siempre pongo el ejemplo de que una mujer,<br />

si quisiera, no podría ir a casarse con dos hombres a la vez, ¿por<br />

qué, de dónde nos vienen estas conductas que asumimos sin más, y<br />

ejemplos hay a cientos, como el rechazo generalizado hasta hace<br />

dos días de la homosexualidad?<br />

Sí, bueno, lamento ser decepcionante, pero me temo que concebir<br />

Europa, u Occidente, sin el cristianismo es imposible. El cristianismo es<br />

una de las grandes aportaciones que explican nuestra cultura, junto con<br />

la democracia griega, el derecho romano, el renacimiento o la ilustra­<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 137 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


ción. <strong>Lo</strong> cual no quiere decir que no haya nada que criticar en nuestro<br />

pasado, sino que afirmar eso es tan ridículo como afirmar que hay que<br />

criticarlo todo. Hay que mirar el pasado, pero no con los ojos de hoy<br />

porque cada época tiene su moral dominante (por desgracia, me temo,<br />

eso siempre ha sido así y siempre lo será), esa moral dicta sus principios<br />

y arrastra a la mayoría a obedecerlos. Y el que no se mueva, o se<br />

mueva en una dirección distinta, llegará a ser un <strong>maldito</strong>. Mencionas la<br />

homosexualidad: la reputación que podía tener un adolescente homosexual<br />

en su instituto hace cincuenta años es parecida a la que puede<br />

tener en el mismo lugar un adolescente que hoy vaya a misa los domingos.<br />

Las conductas hegemónicas se imponen y las asumimos sin más: la<br />

mayoría es la mayoría y dicta sus reglas.<br />

En toda sociedad, el mejor modo de descalificar al contrario no es<br />

enfrentarle argumentos que destrocen los suyos: el mejor modo de descalificar<br />

al contrario es destrozar su reputación, y para ello los estereotipos,<br />

los prejuicios, son muy eficaces.<br />

Después, es curioso ver cómo hemos ido evolucionando en política,<br />

pues lo <strong>maldito</strong>, lo rechazado, no sólo nos abarca lo literario o<br />

lo moral, sino que tenemos verdaderas políticas malditas, que van<br />

perdiendo fuerza, según me parece, a pasos agigantados desde<br />

hace no muchos años, pienso por ejemplo en el anarquismo o en el<br />

comunismo, que hace unas décadas aún funcionaban pero hoy se<br />

las rechaza, casi ni se las piensa, ¿cómo han terminado por convertirse<br />

en políticas, digamos, malditas, para dejar el paso libre a las<br />

omnipresentes democracias capitalistas?<br />

Bueno, realmente el mismo capitalismo, al que yo definía en mi último<br />

libro como “la máquina más asombrosa de provisión de bienes y<br />

servicios que ha creado la humanidad” está absolutamente denostado,<br />

muy en especial por quienes disfrutan de todos sus beneficios: los ciudadanos<br />

de los países desarrollados. <strong>Lo</strong>s chicos que se manifestaban<br />

hace pocas semanas en contra del cambio climático llevaban una encantadora<br />

pancarta bajo el lema “el capitalismo mata”. En esa opinión<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 138 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


coinciden incluso con el papa Francisco. Quiero decir que, entre tantos<br />

y tan diversos <strong>maldito</strong>s, yo ya me pierdo un poco. Me temo que, en este<br />

caso, el tenor de tu pregunta adjudica al malditismo y a lo <strong>maldito</strong> un<br />

sentido seductor, sugestivo, digno de interés. Eso es muy baulederiano<br />

pero, como he expresado más arriba, descreo bastante de tal mitología.<br />

Suelo debatir en las redes y no tengo la impresión de que ideologías<br />

como el anarquismo o el comunismo hayan perecido en el imaginario<br />

colectivo, menos aún que se encuentren en el lugar que se merecen, a<br />

la vista de lo que han hecho a lo largo de la historia. Por otro lado, la<br />

historia nunca es unívoca: los anarquistas fueron auténticos <strong>maldito</strong>s<br />

en la antigua Unión Soviética, perseguidos con tanta saña como cualesquiera<br />

otros disidentes. Y decir a un polaco o un húngaro de más de 40<br />

años que el comunismo es una ideología “maldita”, en el sentido seductor<br />

y sugestivo, les arranca una sonrisa bastante amarga.<br />

¿Qué papel están desempeñando los medios de comunicación y<br />

de entretenimiento como el cine, la radio, la televisión, la prensa,<br />

las series hoy en día, en la educación moral de nuestra sociedad,<br />

llenando a nuestros jóvenes de ejemplos a seguir, de héroes y tipos<br />

muy específicos, de escenas claves determinadas, como la felicidad<br />

del matrimonio y las bodas en iglesias? ¿Siguen siendo demasiado<br />

moralistas nuestros medios de comunicación principales o ya es<br />

prueba superada?<br />

¿Ves muchas películas que concluyen con matrimonios formales y<br />

bodas en iglesias? Temo que vivimos en planetas distintos o, lo que sería<br />

aún más grave, que he sido incapaz de entender esa pregunta. Seguro<br />

que sesudos analistas cuentan con más datos que yo, pero sin recurrir<br />

a sus estudios puedo garantizarte que ni los medios de comunicación,<br />

ni la literatura, ni el cine contemporáneo conducen a la población<br />

a ese tipo de modelos morales. Antes al contrario, creo que, cuando<br />

menos, los ridiculizan y, cuando más, los denigran. Reproduzco una<br />

breve entrada de “Lecturas pendientes”, el libro de anotaciones sobre literatura<br />

que publiqué el año pasado: “Me extrañó, en aquella película<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 139 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


tan reciente, que la familia protagonista rezara por las noches, antes de<br />

cenar, susurrando una sentida oración que dirigía el padre. Sí, extraño,<br />

muy extraño, pensé, una verdadera anomalía argumental. Bien es verdad<br />

que, según iba transcurriendo la historia, todo recobró su previsible<br />

modernidad: el padre era un hijo de puta”.<br />

Hoy se imponen modelos morales a través del arte y la cultura, aunque<br />

sean otros. A pesar de todo, creo que la actividad creativa debería<br />

estar totalmente al margen de cualquier intención moralizadora. La literatura<br />

está para exponer los grandes problemas de la humanidad (o<br />

mejor, de los seres humanos), problemas que son por su propia naturaleza<br />

irresolubles. Cuando escribo no intento moralizar, sino exponer<br />

esas cuestiones.<br />

Respondiendo a tu pregunta, me temo que sí, Pedro, el cine clásico,<br />

del que soy muy aficionado, está plagado de ejemplos, por<br />

eso te preguntaba si era ya prueba superada. Entonces, para terminar,<br />

una pregunta para arriesgar un poco, ¿qué conductas dirías<br />

que rechaza, por el común de las personas, nuestra moral occidental<br />

y que sería beneficioso que dejaran de ser conductas malditizadas,<br />

rechazadas?<br />

Bueno, pues para arriesgar en serio con la respuesta, no estaría mal<br />

que Occidente dejara de malditizarse a sí mismo, de rechazarse a sí<br />

mismo. Es una sociopatía inédita en la historia de la humanidad: no<br />

hay ahora en el planeta, ni ha habido a lo largo de la historia una civilización<br />

como la nuestra que se odie a sí misma hasta los extremos patológicos<br />

a los que ha llegado. Un poco más de alegría y un poco menos<br />

de autoflagelo nos vendría bastante bien. Sería bastante sano que nuestra<br />

moral occidental se sacudiera los prejuicios del buenismo, la mala<br />

conciencia, el sentimiento de culpa y el arrepentimiento propio por pecados<br />

ajenos. Habría que rechazar ese siniestro y deprimente modelo<br />

moral. Eso sí, soy muy pesimista al respecto: el poder intelectual, instalado<br />

en las universidades y en los medios de comunicación, está muy<br />

pendiente para reprimir, a esos efectos, cualquier forma de disidencia.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 140 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


RESEÑAS<br />

Manderley en venta (y otros cuentos)<br />

Patricia Esteban Erlés<br />

Páginas de Espuma, 2019<br />

Manderley en venta es una colección de doce relatos que se merienda<br />

en una tarde, con una narrativa ágil, que permite una lectura absolutamente<br />

veloz, pero que es como comerse un helado con un toque de<br />

sabor crueldad, como aliño especial, en varios de sus cuentos. Y hay<br />

mucho más, sus microhistorias se impregnan en la retina y le acompañan<br />

a uno varios días, crece el relato en la imaginación después de su<br />

lectura, Patricia Esteban Erlés nos da el disparo de salida necesario<br />

para construir en nuestras mentes historias nuevas alrededor de sus historias,<br />

nos ofrece fotogramas concretos de segmentos de vidas con los<br />

que uno elabora toda una novela en torno a tales imágenes. Para ello<br />

no duda en utilizar diferentes voces, de hombre, de mujer, e incluso de<br />

niña, y vamos saltando de un cuento a otro como quien se va zampando<br />

novelas sin cesar.<br />

Si hubiera que quedarse con uno de sus cuentos, me quedaría con<br />

“El juego”, pues es de una grandeza suprema, delicado, narrado por<br />

una niña, una hermana gemela, que nos llevará hacia un final tan bien<br />

construido desde el inicio, tan inesperado, que la sorpresa que nos produce<br />

nos recuerda por qué nos gusta tanto la literatura, por su capacidad<br />

de sorprendernos siempre, cuando menos lo esperamos. Además<br />

de recordarnos la potencia que puede tener el género de los cuentos y<br />

los relatos breves, los cuales, en muy poquitas páginas, nos pueden<br />

abrir universos enteros. Eso es algo que consigue este cuento.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 141 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


La narrativa de la autora es ágil, decíamos al inicio, sin recovecos ni<br />

laberintos formales, de grata lectura, pero su fuerza radica en la construcción<br />

tan rápida y sólida de sus personajes, del escenario, de los desenlaces,<br />

su capacidad de síntesis, de condensación de las tramas, es de<br />

mérito. Y por supuesto, nos deja algunas perlas como éstas: “Como un<br />

caballero elegante que nunca se hubiera recuperado de una gran tragedia<br />

y permaneciera de espaldas al mundo”, refiriéndose a una casa. Y: “Las<br />

manos entrelazadas de dos caminantes que no encontraban el camino de<br />

vuelta, el contacto desmayado de dos suicidas, cuyos dedos rígidos se buscaban<br />

en la oscuridad y enhebraban algo parecido a una oración”.<br />

A lo largo de las páginas recorreremos lo cotidiano, nos irá describiendo<br />

pequeñas esencias de la vida en familia, las relaciones de pareja,<br />

el amor, el sexo, también la amistad, y todo con su cierta mala leche<br />

subyaciendo, con su punto de crueldad en la vida, como en su cuento<br />

“La más bella del baile”, donde nos relata a tres golferas en una de sus<br />

correrías humillatorias, o las relaciones de sexo y poder como en “Una<br />

y Otra”, en que dos mujeres, feroces, se disputan a un macho alfa. <strong>Lo</strong>s<br />

escenarios suelen ser hogareños, aunque también nos transporta a lugares<br />

menos conocidos, como al interior de un psiquiátrico, pero sobre<br />

todo, el escenario más recurrente, es el abstracto de la familia, ya sea<br />

de dos personas solas, o de tres generaciones conviviendo, mostrándonos<br />

la fuerza de los vínculos emocionales que se establecen en las relaciones<br />

familiares. Y todo siempre, como un disparo, haciendo con su<br />

prosa honor al género del cuento, breve, pero intenso.<br />

Manderley en venta (y otros cuentos) fue la ópera prima de Patricia<br />

Esteban Erlés, y Páginas de Espuma lo recupera con gran acierto para<br />

completar su trayectoria en la editorial, con la que ya había publicado<br />

Azul ruso (2010) y Casa de muñecas (2012).<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 142 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Mil rusos muertos (Una visita a Una habitación propia)<br />

Ginés S. Cutillas<br />

Sílex ediciones, 2019<br />

Mil rusos muertos (Una visita a Una habitación propia) es un ensayo,<br />

que es un artículo, que es un pequeño caramelo de intimidades. Es un<br />

libro cálido. La escritura de Ginés S. Cutillas se hace envolvente por<br />

cercana, como si te estuviera hablando. El libro casi podría decirse que<br />

está escrito como un artículo de cercanías sólo que extendido hasta el<br />

formato libro.<br />

Todo se desarrolla a raíz de una conferencia que tiene que dar el autor<br />

sobre la mujer y el microrrelato, punto de partida para buscar analogías<br />

con un libro de Virginia Woolf escrito para explicar el proceso<br />

que la llevó a configurar sus conferencias sobre la mujer y la ficción, la<br />

novela, el libro fue “Una habitación propia”. Partiendo del libro escrito<br />

por Virginia Woolf Ginés S. Cutillas aprovecha para reflexionar sobre<br />

varios aspectos, pues es un texto escrito casi a modo de diario del pasado,<br />

de recorrido, escribiendo sobre lo sucedido en su vida. Nos cuenta<br />

el proceso de investigación para preparar la conferencia, como en su<br />

día hizo Virginia Woolf.<br />

Pero además es un libro con varios frentes abiertos, por un lado, indagando<br />

en si hay literatura femenina o no, por otro, sobre la situación<br />

del creador, del escritor en este caso, en el mundo actual, y aún más,<br />

sobre la visión de Virginia Woolf de su mundo desde la posición de la<br />

mujer a principios del siglo XX. Y para finalizar, y tal vez lo más importante<br />

del libro, sobre las decisiones trascendentales que debemos tomar<br />

para afrontar nuestra vida, para que en esos momentos de echar la vista<br />

atrás, y hacer balance, estemos orgullosos de nuestro pasado.<br />

Recorriendo las páginas iremos descubriendo las dudas y las preocupaciones<br />

de Ginés S. Cutillas sobre las dificultades del escritor de clase<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 143 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


aja y media en este presente, sobre el creador que tiene que realizar<br />

otros trabajos para vivir y utilizar su escaso tiempo libre para el acto<br />

creador, trazando similitudes con los impedimentos que tenía la mujer<br />

en siglos anteriores, descubriendo la semejanza entre el binomio hombre­mujer<br />

de antaño y el rico­pobre del hoy, sin atender a géneros,<br />

pues el creador actual, en su gran mayoría cuando no pertenece al<br />

mainstream, es pobre como la mujer del XIX y principios del XX debido<br />

a su situación social, ya que su economía dependía de la del hombre, su<br />

esposo, o de su familia, no siendo libres económicamente hablando y<br />

sin disponer de su habitación propia, de su lugar íntimo de trabajo.<br />

El autor hace un repaso a su vida y a las decisiones a tomar. Es un<br />

libro que nos interroga sobre si estamos empleando nuestro tiempo en<br />

lo que deseamos.<br />

Como añadido, de manera muy interesante y anecdótica, podremos<br />

leer el contexto histórico de los años 20 y de la vida de Virginia Woolf<br />

antes de las conferencias realizadas a finales de la década. Planteándonos<br />

cuestiones como “¿qué entendéis vosotros por literatura<br />

femenina?” o “¿cuál es el estado mental más propicio al acto de creación?”.<br />

En el libro se comparan las quejas y lamentaciones de Woolf en<br />

su tiempo con los problemas de hoy en día del creador, ya sea hombre<br />

o mujer, destacando el importantísimo papel del dinero en nuestra sociedad<br />

para poder vivir, pues para conseguirlo hay que dedicar gran<br />

parte de nuestra vida a su obtención, y cuando el creador no puede vivir<br />

de su obra, necesita dividir su tiempo entre el trabajo remunerado<br />

para su sustento y el tiempo destinado a crear.<br />

Cutillas nos explica, de manera muy cercana, cómo cambió su vida<br />

para poder disponer de todo el tiempo para escribir, dejando su trabajo,<br />

pues se cuestiona sobre las dificultades del creador pobre que tiene<br />

gran parte de su tiempo ocupado por los “trabajos­yugo”, como lo describe<br />

en el libro. Nos expone y compara la dificultad del pobre frente al<br />

rico cuando se enfrenta al acto creativo y nos cuenta sus avatares para<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 144 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


conseguir su “habitación propia”, pero económica, para desarrollarse<br />

como escritor. Destaca la economía como impedimento, pero no la economía<br />

en sí, sino el tiempo perdido en los trabajos que hay que hacer<br />

para poder vivir cuando no se hace con la faceta creativa, pasando la<br />

creación a segundo plano, al de los fines de semana y las vacaciones<br />

para poder escribir.<br />

Además iremos descubriendo a Virgina Woolf, y el autor nos va presentando<br />

gran cantidad de sus pensamientos, de sus dudas, de los conflictos<br />

a los que tenía que enfrentarse en su momento por ser mujer. Y<br />

por otro lado nos muestra los pros y los contras sobre la opinión acerca<br />

de si hay una literatura de mujeres como tal, como un posible genero<br />

aparte. Destacando que lo que liga el pasado con el presente es la cuestión<br />

del tiempo, tiempo del que antes no disponían las mujeres, ni espacio<br />

para escribir, haciendo analogía con la situación actual del pobre<br />

respecto al rico, en que el pobre no dispone de tiempo por tener que invertirlo<br />

en el trabajo que le da de comer.<br />

A dos meses de la conferencia que tenía que impartir sobre mujer y<br />

microrrelato, muere la madre de Ginés, y el autor nos permite ver cómo<br />

lo vivió, sus sentimientos cotidianos, adentrarnos en sus emociones, y a<br />

mayores su relación con el trabajo y cómo le afectaba para escribir,<br />

convirtiéndose el capítulo final en la clave del libro, donde se nos vislumbra<br />

que escribir se hace para sobrevivir a la muerte, para ir más allá<br />

del recuerdo pasajero que se borrará con la muerte de los que nos conocieron,<br />

escribir para seguir viviendo tras el último día.<br />

Luego, como detalle muy curioso, nos relata cómo en la conferencia<br />

que tuvo que dar, ya habiendo abandonado el “trabajo­yugo”, hizo leer<br />

nueve textos anónimos para que la gente adivinara si fueron escritos<br />

por un hombre o una mujer, saliendo las respuestas al cincuenta por<br />

ciento: en ningún texto se acertó sobre el sexo del autor.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 145 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Y como aliciente especial tenemos la oportunidad de leer grandes<br />

frases de Virginia Woolf, como ésta: “El mundo entero es una obra de<br />

arte. Hamlet o un cuarteto de Beethoven son la verdad acerca de esa<br />

vasta masa a la que llamamos mundo. Pero no hay Shakespeare, no hay<br />

Beethoven; con toda certeza y rotundamente, no hay Dios; nosotros somos<br />

las palabras; nosotros somos la música; nosotros somos la cosa en<br />

sí misma”. Y uno se queda pensando en ese “nosotros somos la cosa en<br />

sí misma”, como pensando en que fuera de uno mismo, nada hay, y<br />

todo nuestro mundo se va con la muerte. Haya pues, urgencia por vivir,<br />

que es lo que nos destaca Ginés S. Cutillas, que ya que la vida es breve<br />

y no sabemos cuándo terminará, dispongamos de nuestro tiempo lo<br />

mejor que podamos para realizarnos de la mejor manera. Y es que este<br />

Mil rusos muertos es un libro que incita a ello, y nos dice, que ya que estamos<br />

vivos, vivamos como sentimos que tenemos que vivir, tomando<br />

las cruciales decisiones que hagan falta para sentirnos bien y sentirnos<br />

plenos.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 146 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Barcelona 1912: El caso Enriqueta Martí<br />

Jordi Corominas<br />

Sílex ediciones, 2014<br />

Después de terminar el libro Barcelona 1912: El caso Enriqueta Martí,<br />

se le queda a uno muy buen cuerpo, como quien ha logrado salir de<br />

un laberinto, pues el texto, en sí, tiene mucho de laberinto en el que<br />

primero se nos encierra, presentándonos con mucho humor a los personajes,<br />

el caso y el escenario histórico, y del que después salimos resolviendo<br />

enigmas y superando dudas, siempre de la mano sabia de Jordi<br />

Corominas, gran conocedor del siglo XIX y de las primeras décadas del<br />

siglo XX, y sobre todo, de Enriqueta Martí, la protagonista de este texto<br />

exploratorio narrado con pulso de periodista, pero también con pulso<br />

de historiador, pues el libro es un caso de investigación de hace más de<br />

un siglo realizado como periodismo histórico y con muchísima fuerza,<br />

ingenio y conocimiento.<br />

¿Quién fue Enriqueta Martí, conocida con el sobrenombre de la<br />

vampira del Raval desde 1912, mujer que tras raptar a la niña Teresita<br />

Guitart se convirtió en figura protagonista de las más variopintas historias<br />

hasta nuestros días? En el libro iremos recorriendo su vida y milagros,<br />

pues fue fenómeno mediático del momento, entre apariciones de<br />

huesos de niños en casas misteriosas, artículos sensacionalistas y declaraciones<br />

policiales y periodísticas de ida y vuelta, iremos buceando en<br />

la hemeroteca en la que Corominas nos irá rescatando para nuestro deleite<br />

textos clave de este periodo tan agitado de nuestra Historia. Atención<br />

a la parte inicial del libro, porque es grandiosa para entender<br />

nuestro pasado inmediato, y en concreto, para introducirnos en la investigación<br />

del caso de la vampira del Raval, el secuestro de Teresita<br />

Guitart y sus implicaciones y cercanías.<br />

A mí personalmente me ha encantado, decía, de primeras, la presentación<br />

histórica de la Barcelona de finales del siglo XIX y principios del<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 147 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


siglo XX, absolutamente magistral y necesaria para entender nuestro<br />

pasado y para enmarcar el caso de investigación de Enriqueta Martí, sobre<br />

la que circularon todo tipo de noticias entre la prensa, como comidilla<br />

del pueblo barcelonés durante esas fechas y posteriormente como<br />

leyenda negra hasta nuestro presente. Persona que acabó por ser convertida<br />

en personaje, maximizada hasta el extremo como fría y calculadora<br />

secuestradora y asesina de niños para todo tipo de fines, desde el<br />

curanderismo a la prostitución infantil.<br />

Pero así nos la describe el autor: Nació en San Feliu de Llobregat, fue<br />

a Barcelona y amó el pluriempleo. Sirvienta, probable prostituta, curandera,<br />

proxeneta, secuestradora, mendiga, lavandera, modista, madre sin<br />

hijos, progenitora huérfana, amiga de los ricos, princesa de los pobres,<br />

vampira por mitología y asesina en serie por caprichos de la propaganda.<br />

¿Quién da más?.<br />

¿Fue Enriqueta Martí una asesina en serie, o una pieza más de un<br />

puzzle mucho mayor de tráfico de menores en las altas esferas de la sociedad<br />

barcelonesa, o una simple desgraciada que fue sumando errores<br />

en una vida mísera, o todo esto al mismo tiempo? Corominas nos resuelve<br />

el caso, pero como dice él, lamentándolo, sin “poder darle un<br />

punto y final definitivo”, aunque sin embargo, a continuación de esa<br />

sentencia y para terminar el libro, nos viene una sección clave, la reconstrucción<br />

fecha a fecha de los sucesos relevantes desde el secuestro<br />

de Teresita Guitart a manos de Enriqueta, en la que nos deja sacar<br />

nuestras propias conclusiones sobre los acontecimientos, ofreciéndonos<br />

toda una infinidad datos recopilados con paciencia y precisión de cirujano.<br />

Entre la presentación histórica inicial y la descripción cronológica<br />

del final iremos descubriendo a todo tipo de personajes, periodistas incisivos<br />

y cabales y periodistas demasiado encendidos, familiares de Enriqueta<br />

absolutamente míticos y personajes de este drama de lo más caricaturescos,<br />

todos conformando una historia coral en la que cada uno<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 148 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


va sumando nuevas pistas para esclarecer los hechos. El autor se inmersiona<br />

en el pasado y nos ofrece datos objetivos sobre el secuestro de la<br />

niña Teresita Guitart y todo lo que implicó, desde el imaginario colectivo<br />

que había en el momento del caso hasta sus efectos colaterales, escapando<br />

del sensacionalismo pero usando el humor como regalo especial<br />

en su trabajo de periodista, con lo que el resultado final es el de una<br />

lectura absolutamente viva, concreta y objetiva, pero con sangre por las<br />

venas, y nos introducimos en un mundo de investigación que nos recuerda<br />

a las novelas negras, y sin embargo, no es novela, sino periodismo<br />

concienzudo y sagaz, sólo que altamente entretenido.<br />

Trabajo de ingeniería periodística de Jordi Corominas, muy recomendable<br />

para conocer el arranque del siglo XX barcelonés, para conocer<br />

los efectos del periodismo cuando se desmadra y se deja llevar por<br />

lo que vende, el escándalo y el crimen, y para adentrarnos en una apasionante<br />

investigación sobre secuestros, huesos misteriosos y la leyenda<br />

y figura principal de Enriqueta Martí, la vampira del Raval.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 149 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


Me llamo Vila­Matas, como todo el mundo<br />

A. G. Porta<br />

Acantilado, 2019<br />

Menuda joyita y regalo es este texto, Me llamo Vila­Matas, como<br />

todo el mundo, de A. G. Porta, del que no hay mucho más por decir que<br />

es una preciosidad, pues una vez que se empieza ya se ha terminado: es<br />

como una daga, muy pequeña, pero afilada. Dura un par de horas su<br />

lectura, y yendo con calma, saboreando.<br />

El libro viene a ser un diálogo­homenaje al escritor Enrique Vila­Matas,<br />

pero donde se celebran más asuntos, como el absurdo, al más puro<br />

estilo de Groucho Marx y de tantos otros maestros del humor concentrado,<br />

hilarante, genial, con verdaderas pinceladas de oro.<br />

En las pocas páginas que dan cuerpo al libro nos adentraremos en<br />

un diálogo velocísimo y mordiente, en donde nos va dando cuenta de la<br />

literatura de Vila­Matas, haciendo guiños constantes a su particular<br />

imaginario, al universo Vila­Matas, pero rindiendo homenaje a mucho<br />

más, a la literatura en general, ironizando a sangre caliente sobre el<br />

mundo que la rodea, aunque tampoco se puede buscar ningún hilo argumental<br />

a esta bendita locura de librito, pues es el absurdo por el absurdo,<br />

un diálogo lisérgico a la caza y captura del retruécano más luminoso,<br />

del juego de palabras más audaz, para sacarnos siempre la sonrisa<br />

cuando da de pleno en la diana del humor. Y hay cantidad de frases<br />

geniales, ya propias, ya rescatadas de Vila­Matas, pues el libro es sobre<br />

él y para él, ya que a él, además, está dedicado, jugando con sus personajes<br />

y sus escenarios novelescos, dándole la esencia al diálogo desde<br />

su literatura, pues como se dice nada más comenzar: “–Obviamente es<br />

sobre Vila­Matas. –¿El qué? –<strong>Lo</strong> que te cuento”. Y desde ahí, recorreremos<br />

su obra con el humor por bandera.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 150 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


Altamente recomendable para pasar un par de horas muy entretenidas,<br />

paseando del brazo de una literatura inteligentísima, la de Vila­<br />

Matas, y la de A. G. Porta, quien derrocha su talento en esta píldora<br />

gamberra, en la que nos hará sentir que estamos sentados en la butaca<br />

de un teatro, viendo un buen espectáculo regado con el más ácido y delirante<br />

de los humores.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 151 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 152 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


COLABORADORES<br />

GINÉS S. CUTILLAS<br />

Nacido en Valencia, 1973. Ingeniero informático por la Universidad Politécnica de<br />

Valencia y licenciado en Documentación por la Universidad de Granada. Autor del<br />

libro de cuentos La biblioteca de la vida (Fundación Drac, 2007) y del libro de<br />

microrrelatos Un koala en el armario (Cuadernos del Vigía, 2010), con el que fue<br />

finalista del premio Setenil de ese año. Su obra ha aparecido también en antologías<br />

como Por favor, sea breve 2 (Páginas de espuma, 2009), Sólo cuento II (UNAM,<br />

2010), Velas al viento (Cuadernos del Vigía, 2010), Mar de pirañas (Menoscuarto,<br />

2012) o Antología del microrrelato español (1906­2011)(Cátedra, 2012). Forma<br />

parte del consejo de redacción de Quimera. Revista de Literatura y es miembro del<br />

Institutum Pataphysicum Granatensis.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 153 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


CECILIA QUÍLEZ<br />

Cecilia Quílez Lucas, Algeciras (Cádiz). Tiene publicados cuatro libros de poemas:<br />

La posada del dragón (Ed. Huerga & Fierro), Un mal ácido (Ed. Torremozas), El<br />

cuarto día (Ed. Calambur) y Vísteme de largo (Ed. Calambur). Ha colaborado en<br />

programas de radio y coordinado y dirigido exposiciones de pintura y escultura, los<br />

catálogos de éstas. Tiene relatos y artículos publicados en diversas revistas y<br />

publicaciones. También ha participado como ponente en diferentes jornadas sobre<br />

literatura y realizado recitales y conferencias nacionales e internacionales,<br />

programas de televisión y radio. Ha sido incluida en recopilaciones junto a otros<br />

poetas: “Entre el clavel y la rosa” (Ed. Espasa Calpe), “Madrid Capital” (Ed. Sial),<br />

“Madrid: una ciudad muchas voces“ (Ed.Arteidea), “Fuga de la Nada“ (Bohodón<br />

Ediciones), “El río de los amigos” (Ed. Calambur), “Poetas a orillas de Machado”<br />

(Abada Editores, 2.010), “Mujeres en su tinta“ (Ed. Atemporia & UNAM) y “Por<br />

donde pasa la poesía” (Ed. Baile del Sol). Coordina y dirige varios recitales de<br />

poesía (“A­Puesta en Blanco”, “Cruce de caminos”, etc.). Algunos de sus poemas<br />

han sido traducidos al inglés, italiano, portugués, árabe y holandés. Actualmente<br />

colabora con algunos proyectos sobre redes y con la Asociación Poética Caudal. Su<br />

blog personal es http://ceciquilez.blogspot.com/<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 154 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


FRAN NORTE<br />

Fran Norte, nacido en Vilagarcía de Arousa, 1978, es licenciado en Historia por la<br />

Universidad de Santiago de Compostela. Actualmente es profesor en la universidad<br />

y escribe para varios medios on­line sobre todo artículos de historia de la Grecia<br />

Clásica, de la que es especialista. Es autor del libro de relatos Clubs (<strong>Excodra</strong>,<br />

2017).<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 155 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


ANTONIO QUINTANA<br />

Nací en Madrid en 1990. Estudié Periodismo y voy trabajando en mil lugares cuando<br />

surge la ocasión, desde mozo de almacén, a repartidor, a trabajos en hostelería,<br />

a colaborador en algunas publicaciones de Madrid. Estuve durante dos años en la<br />

revista de la Facultad de Ciencias de la Información, en la sección de Cultura. Actualmente<br />

trabajo en el centro de Madrid como camarero mientras preparamos un<br />

nuevo portal de noticias. También colaboré en un periódico de prensa alternativa<br />

en Alcorcón. Entre trabajo y trabajo, escribo, y voy enviando dos novelas a los concursos<br />

que van saliendo, esperando que suene la campana. Además soy asiduo de<br />

varias de las jams de poesía de la ciudad.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 156 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


MARIONA RODRÍGUEZ<br />

Soy de Barcelona, licenciada en Psicología Clínica por la Facultad de Psicología de<br />

la UB y me dedico a la Psicología Aplicada Clínica (desde el Programa de<br />

Doctorado de Neurociencias y en la especialidad de Psiquiatría y Psicología Médica<br />

por la Facultad de Medicina de la UAB). He trabajado en divulgación y<br />

presentación de programas de salud en TVE1, así como en la realización de la<br />

estructura de programas y guiones en esta misma cadena. También escribo en La<br />

Vanguardia y soy colaboradora en programas de radio. Tengo pasión por las artes,<br />

todas. Pasión por el mundo, casi entero.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 157 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


PABLO ANADÓN<br />

37 años. Soy de Zaragoza pero resido en Valencia. Me han pedido una breve biografía<br />

pero no hay mucho que contar, desde los 24 trabajo en el ámbito de la electrónica<br />

en el mismo sitio, pero soy voraz lector desde niño y cuando puedo escribo.<br />

Gestionaba un blog de críticas de libros, a modo de diarios de lecturas, hace ya<br />

años, pero se ve que los blogs fueron perdiendo fuerza con el progreso de otras redes<br />

sociales y lo abandoné. Voy publicando poesías y artículos en diferentes revistas,<br />

además de en <strong>Excodra</strong>, que ya me han acogido un par de veces.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 158 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


ANA PÉREZ CAÑAMARES<br />

Nació en 1968 en Santa Cruz de Tenerife, pero desde que tiene un año reside en<br />

Madrid. Licenciada en Filología Hispánica por la Universidad Complutense de Madrid<br />

trabaja como administrativa para la Universidad Nacional de Educación a Distancia.<br />

Su carrera poética empieza con la publicación en el año 2007 del libro de<br />

poemas La alambrada de mi boca (Editorial Baile del Sol). En la misma editorial se<br />

publicó su primer libro de relatos En días idénticos a nubes y su segundo poemario,<br />

Alfabeto de cicatrices. En 2013 su poemario Las sumas y los restos fue «V Premio<br />

de Poesía Blas de Otero­ Villa de Bilbao 2012».<br />

Algunos de sus cuentos han aparecido en antologías como Por favor sea breve (Páginas<br />

de Espuma), Mujeres cuentistas (Baile del Sol), Beatitud. Visiones de la Beat<br />

Generation (Baladí) o Al otro lado del espejo. Narrando contracorriente (Escalera),<br />

entre otras. También colabora con sus poemas en las antologías Resaca/Hank Over.<br />

Un homenaje a Charles Bukowski (Random House Mondadori), 23 Pandoras.<br />

Poesía alternativa española (Baile del Sol), La manera de recogerse el pelo. Generación<br />

Bloguer (Bartleby), así como en distintas revistas impresas y digitales. También<br />

ha participado en el encuentro poético Voces del extremo.<br />

Su último libro de poesía, publicado en 2019, gira en torno a la maternidad y se llama<br />

Querida hija imperfecta.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 159 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


IÑAKI C. NAZABAL<br />

Iñaki C. Nazabal (Bilbao, 1966).<br />

Poeta trovador, filósofo irreverente, pretendido agitador de conciencias (en especial<br />

la suya), intenta darse a conocer sin más intención que el puro y duro egoísmo de<br />

saberse con público.<br />

Autor de “El Alumno” (2011), “Primitiva” (2013) y “Trilogía del silencio” (2016) su<br />

arte busca ser un camino a esa parte del alma que a menudo olvidamos. Se siente<br />

poeta desde siempre, y la poesía oral ha prendido en él como una enfermedad de la<br />

que no quiere curarse.<br />

Habitual del circuito Slam Poetry (Ganador de Slham Poetry L'Hospitalet 2015, es<br />

ya un clásico en Poetry Slam Barcelona y asiduo participante en Santako Poetry<br />

Slam, Team Slam, Slam Fussion, Slam All Stars... y ha sido invitado a numerosos<br />

slams y festivales Spoken Word del Estado), verso a verso se ha ido abriendo un<br />

hueco en la escena local de Barcelona.<br />

También colabora en varios proyectos de cine, radio, teatro y publicidad, a los que<br />

presta su voz, imagen o textos.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 160 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


FELIPE ZAPICO ALONSO<br />

Fotografía de Babel Estudio. Autor Demian Ortiz.<br />

Felipe Zapico Alonso. Mamífero anartista.<br />

Hago muchas cosas, casi todas por admiración y desobediencia. La palabra,<br />

fotografía, música y artes de la contemplación son mis rutinas diarias.<br />

Tragos, Litro de versos, Balances Parciales, Vómitos neuróticos, Engendrando<br />

hábito, El Ladrón de peras, Fotomatón, Cosas, The Bestiario y Etimolomías (Uno),<br />

El traje nuevo del emperador 2.0, Muros marcados con tiza, Ser Plomo, Rumores,<br />

Pie a tierra, Vados de paso oculto , Pensamientos Zadaístas y Amoribundia, versos<br />

cardiacos (1980­2017), Matada la friura (novela infinitiva posbiográfica) son mis<br />

libros. Gargarismo, en el que aporto una serie de #aflorismos junto a los gorjeos de<br />

Arantxa Oteo. Alp Bet, I, Alp Bet II, Alp Bet III, Alp Bet IV y Tal vez en algún lugar:<br />

relatos y ficciones. En cuestión de discos la cosa ha sido como sigue Moderno de<br />

cartón piedra (EP, PIGS, 1985), PIGS Conexión (LP compartido, PIGS,1986),<br />

Landrú Se Divierte (LP, DRO/PIGS, 1987), Teloneros (LP compartido, DRO, 1987),<br />

El barco más pirata (Single, PIGS, 1989) y Epístolas (LP, JCK, 1993), Héroes de los<br />

80. Landrú Se Divierte (CD, Warner Music, 2011), Las 100 mejores canciones del<br />

Rock español, Camionero de fortuna (CD compartido, Warner Music, 2013) y<br />

Amoribundia canciones, de Bluiscerales (LP, Descorde Ediciones, 2017).<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 161 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


JOSÉ MANUEL VARA<br />

Nacido en 1965.<br />

LIBROS PUBLICADOS:<br />

Ego Pervertum, junto a Denisse Sánchez. Neurótika Books, 2010.<br />

Daño Selectivo. Neurótika Books, 2011, <strong>Excodra</strong> Editorial, 2013.<br />

La habitación roja. Neurótika Books, 2011.<br />

Poesía bastarda de saldo, Neurótika Books 2012.<br />

Dead Zone, poesía de Lucía de Fraga y José Manuel Vara. Neurótika Books, 2012.<br />

Pecados capitales y emociones asociadas. Neurótika Books, 2013.<br />

La zona muerta, <strong>Excodra</strong> Editorial, 2014.<br />

FANZINES, ANTOLOGÍAS, ETC.:<br />

Resaca, Hank Over, un homenaje a Charles Bukowski. Ed, Caballo de Troya. Vinalia<br />

Trippers, Plan 9 del espacio exterior. Viscerales. Ediciones del Viento. Esto no rima,<br />

antología de poesía indignada, Editorial Origami. Una navidad de muerte, Editorial<br />

Origami. Vinalia Trippers, Trippers from the Crypt. Vinalia Trippers, Spanish<br />

Quinqui. Underground Boys. Neurótika Books.<br />

Gestiona: Editorial Neurótika Books: http://issuu.com/varaneurotika<br />

Blog: http://atrocityexhibitionfanzine.blogspot.com.es/<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 162 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


ALFONSO BREZMES<br />

Alfonso Brezmes sitúa su obra artística muy cerca de los territorios de la ficción y<br />

del juego implícito: le gusta inventar fábulas que sólo deja apuntadas, sin desvelar<br />

el final. Emplea el collage y la fotografía como herramientas para darle la vuelta a<br />

las cosas y volver a coser el mundo. Ha expuesto en varios países de Europa, y<br />

muchas revistas de arte han publicado sus trabajos, que pueden verse en su web:<br />

www.alfonsobrezmes.es. Como poeta ha publicado el poemario “Postales desde el<br />

futuro” en la colección Antes Morir de La Imprenta, en 2013 publica su libro “La<br />

noche tatuada” en la editorial Renacimiento y en 2015 “Don de lenguas”, en la<br />

misma editorial.<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 163 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


JOSÉ LUIS GARCÍA HERRERA<br />

José Luis García Herrera (Esplugues de Llobregat ­ Barcelona), 1964. Poeta,<br />

narrador y crítico literario. Coordinó la antología "<strong>Lo</strong>s nuevos poetas" y fue<br />

fundador de los premios literarios “Ciudad de Sant Andreu de la Barca”.<br />

Ha publicado 25 libros de poesía. A destacar: Lágrimas de rojo niebla (Premio Villa<br />

de Martorell, 1989), <strong>Lo</strong>s caballos de la mar no tienen alas (Premio Villa de<br />

Benasque, 1999), Las huellas del viento (Premio Fundación Mª Villa Berruezo de<br />

Tafalla), Mar de Praga (Premio Blas de Otero, 2004), La huella escrita (Premio<br />

Mariano Roldán, 2007), Cuaderno de Britania (Premio Juan Alcaide, 2010), El<br />

lento abandono de la luz en la sombra (Premio Germán Gaudisa de Chiva), Mares<br />

de Hierba (Premio Miguel de Cervantes en Armilla, 2015), Mares de escarcha<br />

(Premio Luys Santamarina, 2016) y La semilla del óxido (Premio Internacional de<br />

Poesía Miguel Hernández, 2017).<br />

En narrativa ha sido ganador del premio “Villa de San Esteban de Gormaz” y<br />

finalista de los premios “Villa de Torrecampo”.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 164 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


GEMMY WOUD­BINNENDIJK<br />

Gemmy Woud­Binnendijk is a Dutch artist. After graduating as Goldsmith, Gemmy<br />

studied Multimedia Design. In 2016 she started with photography, and it took over<br />

her life.<br />

Attracted by the same light of the old Dutch masters.<br />

With photography, she rediscovered her passion for painting and drawing. Using<br />

the same chiaroscuro techniques, she creates depth. By stacking colors and color<br />

tones, she makes soft and elusive transitions. The combination of the inherent love<br />

for people and animals with a strong urge to create creates a contemporary artwork<br />

in the light of the past.<br />

Gemmy, born in the mid­seventies, is a mother of five, 100% addicted to coffee,<br />

self­taught, a sensitive and strong artist with an infinite creative urge. And always<br />

full of patience to grasp 'the other side' of a person.<br />

https://www.gemmywoudbinnendijk.com<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 165 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


BROOKE SHADEN<br />

Brooke explores the darkness and light in people, and her work looks at that<br />

juxtaposition. As a self­portrait artist, she photographs herself and becomes the<br />

characters of dreams inspired by a childhood of intense imagination and fear. Being<br />

the creator and the actor, Brooke controls her darkness and confronts those fears.<br />

After studying films for years in college, she realized her love of storytelling was<br />

universal. She started photography then in 2008, excited to create in solitude and<br />

take on character roles herself. Brooke works from a place of theme, often<br />

gravitating toward death and rebirth or beauty and decay.<br />

Ultimately, her process is more discovery than creation. She follows her curiosity<br />

into the unknown to see whom her characters might become. Brooke believes the<br />

greatest gift an artist has is the ability to channel fears, hopes and experience into a<br />

representation of one's potential.<br />

http://brookeshaden.com<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 166 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


AGNES CECILE<br />

Silvia Pelissero (Agnes Cecile) was born in Rome, Italy, in 1991. She started to<br />

draw when she was a child.<br />

When she published her earliest watercolor paintings online, she signed them as<br />

“agnes­cecile” for the first time. After attending a fine arts high school, she kept on<br />

following her vocation, experimenting with different painting techniques and<br />

discovering how to express herself through her images.<br />

She soon became popular on social networks, which allowed her to reach a large<br />

public globally.<br />

After several solo exhibitions in Rome she joined events, held workshops and took<br />

collaborations in different worldwide locations in US, Canada and Europe.<br />

She took the chance to improve her workshop quality since she joined<br />

winsor&newton as an ambassador.<br />

In 2018 she released her first art book, a collection of ten years of work.<br />

https://agnescecile.com<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 167 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


JESÚS EMMANUEL VILLARREAL<br />

Jesus Emmanuel Villareal has been recognized for his artistic abilities since his<br />

early teen years in Miami, Florida, where he studied at the South Miami School of<br />

Arts while taking additional studio instruction with Abdon J. Romero. He earned<br />

his B.F.A. from Maryland Institute College of Art, in Baltimore in 2006, and then<br />

spent three years studying and graduating from The Florence Academy of Art.<br />

Upon returning to America, the artist started teaching at The Silvermine Arts<br />

Center, in New Canaan, Connecticut, and was a guest lecturer at the Lyme<br />

Academy College of Fine Arts, in Old Lyme, Connecticut. Later also teaching at the<br />

brand new branch of The Florence Academy of Art in New Jersey. Over his career,<br />

Villarreal has won numerous awards, scholarships, and honors, including the<br />

coveted Grand Prize in the 2011 Portrait Society of America’s International Portrait<br />

Competition, the Art Renewal Center’s Annual Scholarship Competition, and The<br />

Elizabeth Greenshields Foundation Grant among others. He has shown his work in<br />

several group and solo exhibitions in America and abroad. Recently his work can be<br />

found in the permanent collection of the New Britain Museum of American Art and<br />

is currently showing at Forum Gallery in New York.<br />

https://jesusvillarreal.squarespace.com/<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 168 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


MISHA GORDIN<br />

I was born in 1946, the first year after the World War II. My parents just survived<br />

hardships of evacuation and returned back home to Riga, then under Soviet<br />

occupation. I grew up among Russian speaking population of Latvia, and Russian<br />

culture become my root culture. I graduated from the technical college as aviation<br />

engineer but never worked as such, instead I joined Riga Motion Studios as a<br />

designer of equipment for special effects. I was in my early twenties and mostly<br />

ignorant about art. At this time social realism was an official culture of the country<br />

and I did not care about it too much. Information about modern western art was<br />

hardly available and my knowledge of it was highly limited. I started to photograph<br />

when I was nineteen, driven by desire to create my own personal style and vision.<br />

I was involved in portraiture and did some documentary shots, but soon realized<br />

the results did not satisfy me. I put my camera aside and concentrated on reading<br />

(Dostoevsky, Bulgakov) and cinematography (Tarkovsky, Parajanov). I was<br />

constantly looking for the way to express my personal feelings and thoughts using<br />

photography. One year later it came to me clear and simple. I decided to<br />

photograph Concepts.<br />

http://bsimple.com/home.htm<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 169 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


MIGUEL ÁNGEL HERNÁNDEZ NAVARRO<br />

Autor fotografía: E. M. Bueso.<br />

Nacido en Murcia, 1977, es escritor y profesor de Historia del Arte en la<br />

Universidad de Murcia. Ha colaborado en revistas como Exitbook, Manifesta<br />

Journal, Aut­Aut, Estudios visuales, Debats o Revista de Occidente. Es autor de<br />

varios ensayos de arte contemporáneo y cultura visual: Materializar el pasado. El<br />

artista como historiador (benjaminiano) (2012), Art and Visibility in Migratory<br />

Culture (2011; editor, junto a Mieke Bal), Robert Morris (2010), 2Move: Video Art<br />

Migration (2008; con Mieke Bal), El archivo escotómico de la modernidad:<br />

pequeños pasos para una cartografía de la visión (2007) La so(m)bra de lo Real: el<br />

arte como vomitorio (2006), Impurezas: el híbrido pintura­fotografía (2004, junto<br />

Pedro A. Cruz) o Cartografías del cuerpo (editor, junto a Pedro A. Cruz). Entre sus<br />

libros de ficción se encuentran: Cuaderno [...] duelo (2011), Infraleve: lo que<br />

queda en el espejo cuando dejas de mirarte (2004), El bebedor de lágrimas (2008)<br />

o Demasiado tarde para volver (2008). Su primera novela, Intento de escapada<br />

(Anagrama, 2013; semifinalista del XXX Premio Herralde de Novela, Premio<br />

Ciudad de Alcalá de Narrativa y Premio La Culturería) ha sido traducida al francés<br />

(Éditions du Seuil), alemán (Wagenbach), italiano (E/O Edizioni), inglés<br />

(Hispabooks) y portugués (Betrand Brasil). Su segunda novela, El instante de<br />

peligro, también publicada por Anagrama, ha sido finalista del XXXIIII Premio<br />

Herralde Novela. El dolor de los demás (Anagrama, 2018) es su última novela.<br />

<strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong> 170 <strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong>


PEDRO UGARTE<br />

Nacido en Bilbao en 1963. Escritor y columnista, estudió Derecho en la Universidad<br />

de Deusto. En la actualidad es responsable de prensa en la Universidad del País<br />

Vasco. Ha colaborado con Radio Euskadi, en el diario El Correo y en la edición<br />

vasca de El País. Finalista del Premio Herralde en 1996, ha obtenido entre otros los<br />

premios Nervión de Poesía, Euskadi de Literatura, Papeles de Zabalanda, NH de<br />

Libros de Relatos, Lengua de Trapo y <strong>Lo</strong>groño. En 2009 recibió el Premio Julio<br />

Camba de Periodismo. Parte de su obra ha sido traducida al italiano, francés,<br />

euskera, inglés, alemán y polaco. Con su último libro de relatos, “Nuestra historia”,<br />

obtuvo en 2017 el premio Setenil al mejor libro de relatos publicado en el año<br />

anterior.<br />

Publicaciones:<br />

–Poemarios: Incendios y amenazas (1989, Premio Nervión) y El falso fugitivo<br />

(1991). –Historia: Historia de Bilbao: de los orígenes a nuestros días (1999,<br />

reeditado en 2014). –Novelas: <strong>Lo</strong>s cuerpos de las nadadoras (1996, finalista del<br />

Premio Herralde y Premio Euskadi de Literatura), Una ciudad del norte (1999),<br />

Pactos secretos (1999), Casi inocentes (2004, Premio Lengua de Trapo de<br />

Narrativa), El país del dinero (2011, Premio <strong>Lo</strong>groño de Novela) y Perros en el<br />

camino (2015). –Libros de cuentos: <strong>Lo</strong>s traficantes de palabras (1990), Noticia de<br />

tierras improbables (1992, microrrelatos), Manual para extranjeros (1993), La isla<br />

de Komodo (1996) Guerras privadas (2002, Premio NH de Libros de Relatos),<br />

Materiales para una expedición (2003. Reedición y ampliación de Noticia de tierras<br />

improbables), Mañana será otro día (2005), El mundo de los Cabezas Vacías<br />

(2011) y Nuestra historia (2016. Premio Setenil). –Diarios: Lecturas pendientes.<br />

Anotaciones sobre literatura (2018).<br />

<strong>Lo</strong> <strong>maldito</strong> 171 <strong>Excodra</strong> <strong>XL</strong>


LO MALDITO<br />

NÚMERO <strong>XL</strong><br />

NOVIEMBRE 2019<br />

REVISTA EXCODRA<br />

http://excodra.wixsite.com/excodra

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