La maleta y otros cuentos escritos para ti

LA MALETA
Y OTROS CUENTOS
ESCRITOS PARA TI
Salvador del Pino
Sal y Sol

Autor del texto:
Salvador del Pino López
Autores de las ilustraciones:
Alejandro del Pino y Magda Velichkovska
Impreso en Navarra.
Primera edición: diciembre de 2019
© 2019 Sal y Sol Todos los derechos reservados.
Edición: SAL Y SOL
salysolediciones@gmail.com
Depósito Legal DL NA 2648 - 2019
La reproduccion total o parcial de este libro, en cualquier forma
que sea, por cualquier medio, sea este electrónico, óptico, de
grabación o fotocopia no autorizada por los autores, viola
derechos reservados.

Cuando todas las puertas
se abren en mí,
nada me es ajeno a ti.

Indice
Prólogo.....................1
La Maleta ...................3
El Milagro .................8
El Amor Auténtico.........18
Las Dos Amigos...........26
La Isla....................36
El Viejo Cascarravias.......48
La Pepita de Oro...........58
El Coleccionista............70
Villa-Hermosa.............80
Manzanilla Silvestre ........92
La Aguadora ............102
Agradecimientos.........111

La Maleta
En cierta ocasión un padre le dijo a su hijo:
Hijo mío, tenemos que hacer un larguísimo
viaje, del que posiblemente no volveremos.
Así que, apresúrate, haz tu maleta para salir de
inmediato.
3

Su hijo, con nerviosismo, empezó a meter en
su maleta todas aquellas cosas que estimaba de
vital importancia para tan largo viaje.
La maleta no podía cerrarse de la cantidad de
cosas que había puesto en ella, así que le pidió a
su padre que le ayudara.
Éste, al ver semejante maleta le dijo:
“Hagamos una cosa: Saca de tu maleta
aquellas cosas que te sean inútiles, pues allí
donde vamos, no las necesitas”.
4

Así que su hijo sacó de la maleta su cazadora
negra, que tantos éxitos le había proporcionado
con las chicas, su álbum de fotos y la copa de
futbito ganada en segundo curso.
Además, le dijo, podrías sacar aquellas ropas
que te sobren, pues allí donde vamos no hace ni
frío ni calor.
5

Así que el hijo sacó todo un montón de
camisetas, jerseys y pantalones, incluidos los
bañadores de moda de ese verano.
Además, le dijo el padre, no hace falta que
lleves nada de valor, pues allí donde vamos no
se puede comprar ni vender nada.
Así que, el hijo sacó de la maleta su cartera, que
contenía los ahorros de todo el año, e incluso
sacó un bonito anillo de oro, heredado de su
abuelo.
6

En ese momento, el hijo sentado en el suelo,
con la maleta vacía y con lágrimas de alegría en
sus ojos, pegó un salto y abrazándose
fuertemente a la barriga de su padre le dijo:
Papaíto,
allí donde me llevas,
sólo deseo amarte.
7