Do In - Técnica milenaria de digitopuntura y masaje

puede ocasionar una distorsión de la visión, dolor de cabeza,
temblores, mareos y, eventualmente, hasta vómitos de sangre.
Según la concepción china de la medicina, el hígado regula el
flujo sanguíneo y está relacionado con el corazón. Por eso,
una persona que se enoja fácilmente o con asiduidad es propensa
a sufrir enfermedades cardíacas.
– La alegría es un factor saludable, siempre y cuando se produzca
en su justa medida, ya que una experiencia intensa y prolongada
de alegría excesiva perjudica el corazón al agotar su
energía y, por ende, se convierte en una causa patógena endógena.
La alegría negativa, como el placer que deriva de perjudicar
a los demás, es asimismo patógena.
– La angustia y la preocupación dañan el bazo. Cuando un individuo
tiene pensamientos preocupantes que lo acosan, los sistemas
del bazo y del estómago se verán afectados. Como consecuencia
de ello, se le congestiona la energía y el sistema
digestivo y el de absorción no funcionan de manera correcta,
lo cual le provoca pérdida de apetito, flatulencia en el pecho
o el abdomen, dolor de cabeza, mareos e insomnio.
– La melancolía perjudica el pulmón. Las personas melancólicas,
o las que repentinamente se ven expuestas a una gran
preocupación sucumben fácilmente a enfermedades pulmonares.
Cuando un individuo sufre un exceso de melancolía, es
posible que pierda el apetito, tosa y vomite.
– La tristeza tiene efectos perjudiciales tanto para el corazón como
para el pulmón. Demasiada tristeza hace que la persona
pierda el entusiasmo y la confianza en la vida, estresa el corazón
y agota la energía. La persona afectada por la tristeza no
tiene apetito, tose, no puede dormir y tal vez pierda sangre en
la orina. Por eso, el amor no correspondido puede ser causa
de tisis.
– El miedo afecta los riñones; hace que la energía disminuya y
se agote y puede provocar una pérdida del control de las heces
y de la orina, diarrea involuntaria, poluciones nocturnas,
convulsiones y trastornos mentales.
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