Jerarquia completadelos espiritus infernales
Este libro nos habla sobre los roles o funciones que tienen los demonios en diversas culturas, explicando primeramente que antes de que el hombre llegara a homo-sapiens, tanto en su etapa irracional como racional, ha temido a las fuerzas naturales o artificiales que cotidianamente se le ofrecían a sus sentidos. Dejando en claro que si atribuimos ese miedo a la ignorancia, ya sea espontanea (Innata) o premeditada, entonces la deducción que podemos intuir se transforma en una premonición axiomática que conjuga el mismo verbo en tres tiempos.
Este libro nos habla sobre los roles o funciones que tienen los demonios en diversas culturas, explicando primeramente que antes de que el hombre llegara a homo-sapiens, tanto en su etapa irracional como racional, ha temido a las fuerzas naturales o artificiales que cotidianamente se le ofrecían a sus sentidos. Dejando en claro que si atribuimos ese miedo a la ignorancia, ya sea espontanea (Innata) o premeditada, entonces la deducción que podemos intuir se transforma en una premonición axiomática que conjuga el mismo verbo en tres tiempos.
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los anteriores rechazan ser organizaciones satánicas y aseguran que el luciferismo y el<br />
satanismo no son la misma cosa.<br />
Si bien, todos aquellos que conjugan las cualidades metafísicas y el conocimiento<br />
oculto del saber luciferino, creen profundamente en que "el fin justifica los medios" y<br />
de que por medio de "la maldad puede surgir el bien", ésta premisa filosófica es<br />
totalmente materialista, contradiciendo así, su supuesta primera génesis. En lo que sí<br />
se puede estar totalmente de acuerdo, es que Lucifer viene a ser el Portador de Luz,<br />
esto es del logos; pero también viene a ser el arquetipo del supremo Rebelde, del<br />
primer Ateo, del primer separatista y autonomista universal, en aras de una supuesta<br />
libertad.<br />
Es el demonio por excelencia. Se dice que hubo un tiempo en que era el ángel<br />
encargado de llevar la luz, pero se rebelo contra Dios y trato de revelar a todos los<br />
seres creados por Jehová. Fue derrotado y está a cargo de los infiernos tratando de<br />
tentar a los mortales para apoderarse de sus almas.<br />
Lucifer es el demonio de las enfermedades y de la soberbia. Tiene el poder de<br />
enfermar y curar a Los hombres y a las bestias. Enseña las propiedades de las plantas<br />
curativas y Venenosas.<br />
Lo llamamos el lucero o Lucifer, porque es el agente distribuidor y especializador de la<br />
luz astral. Lo llamamos también ángel de las tinieblas, porque es el mensajero de los<br />
pensamientos oscuros como de los pensamientos luminosos, y los hebreos, que lo<br />
llaman Samael, dicen que es doble, y que hay un Samael blanco y un Samael negro, el<br />
Samael israelita y el Samael incircunciso. La alegoría aquí es evidente. Ciertamente<br />
creemos, como los cristianos, en la inmortalidad del alma; como todos los pueblos<br />
civilizados, creemos en penas y sufrimientos proporcionales a nuestras obras.<br />
Creemos que los espíritus pueden ser desgraciados y atormentados en la otra vida;<br />
admitimos, pues, la existencia posible de los réprobos. El magnetismo del mal puede,<br />
por tanto, recibir impresiones de ultratumba, pero solamente por las aspiraciones<br />
perversas de los vivos, no teniendo los muertos el poder ni la voluntad de hacer el<br />
mal. Bajo la mano de la justicia de Dios nadie peca más, expía. Lo que negamos es la<br />
existencia de un poderoso genio, de una especie de Dios negro, de un monarca<br />
sombrío, que tiene el poder de hacer el mal después que Dios lo ha reprobado. El rey<br />
Satán es para nosotros una ficción impía, a pesar de toda la poesía y la grandeza que<br />
ella puede presentar en el poema de Milton. El más culpable de los espíritus caídos<br />
debe haber descendido más abajo que los otros, y más que ellos estar sometido a la<br />
justicia de Dios. Las galeras tienen, sin duda, sus reyes que aun ejercen cierta<br />
influencia en el mundo criminal, pero esto resulta de la insuficiencia de los medios de<br />
vigilancia o de represión empleados por la justicia humana, mas a la justicia de Dios<br />
nadie engaña.