19.08.2019 Views

Aplicaciones clinicas de los metodos de exploracion hemodinamica

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Tomo II<br />

<strong>Aplicaciones</strong> clínicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos<br />

<strong>de</strong> exploración hemodinámica<br />

Editores<br />

J. Marinel·lo Roura<br />

J. Juan Samsó


<strong>Aplicaciones</strong> clínicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos<br />

<strong>de</strong> exploración hemodinámica


Editorial G<strong>los</strong>a<br />

Ronda <strong>de</strong> Sant Pere, 22, principal 2.ª - 08010 Barcelona<br />

Teléfonos 932 684 946 / 932 683 605 - Telefax 932 684 923<br />

E-mail: g<strong>los</strong>a@abaforum.es<br />

Coordinación editorial<br />

Benito Hellín<br />

Dirección artística y producción<br />

Gemma Boada<br />

ISBN: 84-7429-148-8 Obra completa<br />

ISBN: 84-7429-187-9 Tomo II<br />

Depósito Legal: B-51.175-2003<br />

Soporte válido<br />

© J. Marinel·lo Roura<br />

© G<strong>los</strong>a S.L.<br />

Reservados todos <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos. Ninguna parte <strong>de</strong> esta publicación pue<strong>de</strong> ser reproducida ni transmitida<br />

en ninguna forma o medio, incluyendo las fotocopias o cualquier sistema <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> almacenamiento<br />

<strong>de</strong> información, sin la autorización por escrito <strong>de</strong>l titular <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>rechos.


Tomo II<br />

<strong>Aplicaciones</strong> clínicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos<br />

<strong>de</strong> exploración hemodinámica<br />

Editores<br />

J. Marinel·lo Roura<br />

J. Juan Samsó


5<br />

Prólogo<br />

Constituye un honor muy especial para mí escribir el prólogo <strong>de</strong> este libro sobre<br />

diagnóstico hemodinámico en angiología y cirugía vascular. La edición se ha llegado<br />

a realizar gracias al gran esfuerzo, <strong>de</strong>dicación y experiencia <strong>de</strong> <strong>los</strong> Dres. Josep<br />

Marinel·lo Roura y Jordi Juan Samsó. Con el<strong>los</strong> me une una gran amistad y muchos<br />

años <strong>de</strong> compartir el mismo objetivo: el ejercicio diario <strong>de</strong> nuestra especialidad<br />

asistiendo a su progreso continuo.<br />

Algunos profesionales hemos tenido la suerte <strong>de</strong> ver nacer y crecer la hemodinámica<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> nuestra especialidad. Quedan lejos las primeras <strong>exploracion</strong>es<br />

con el oscilógrafo, oscilometría y Doppler unidireccional; la gran aportación<br />

ha sido, sin duda, la eco-Doppler. Estos avances en gran parte <strong>los</strong> <strong>de</strong>bemos a cirujanos<br />

vasculares <strong>de</strong> prestigio como Strandness, Pourcelot, Nicolai<strong>de</strong>s y más recientemente<br />

Franceschi. El progreso ha sido tan importante que en la actualidad las<br />

<strong>exploracion</strong>es no invasivas han logrado en muchos casos <strong>de</strong>splazar <strong>exploracion</strong>es<br />

como la arteriografía o la flebografía.<br />

Hoy en día ya no es posible ejercer nuestra especialidad sin disponer <strong>de</strong> un laboratorio<br />

<strong>de</strong> hemodinámica no invasiva en nuestros servicios o unida<strong>de</strong>s. El gran<br />

acierto <strong>de</strong> <strong>los</strong> cirujanos vasculares ha sido saber incorporar estas <strong>exploracion</strong>es en<br />

nuestra especialidad, como hicieron <strong>los</strong> cardiólogos con la ecocardiografía.<br />

Esta obra está constituida por tres volúmenes. El primero está <strong>de</strong>dicado a conceptos<br />

básicos <strong>de</strong> hemodinámica arterial y venosa, diagnóstico por ultrasonidos,<br />

pletismografía, capilaroscopia y termografía. El segundo volumen compren<strong>de</strong><br />

las <strong>exploracion</strong>es no invasivas aplicadas al diagnóstico y seguimiento <strong>de</strong> la patología<br />

arterial <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos, aorta abdominal, ramas viscerales y<br />

extremida<strong>de</strong>s. El tercero versa sobre hemodinámica venosa: trombosis venosa e<br />

insuficiencia venosa superficial y profunda.<br />

De todos es conocido el concepto <strong>de</strong> especialidad que <strong>de</strong>fiendo: el cirujano vascular<br />

<strong>de</strong>be realizar las <strong>exploracion</strong>es hemodinámicas no invasivas así como las técnicas<br />

<strong>de</strong> cirugía vascular y endovascular. Este libro es, sin duda, un gran paso en<br />

esta dirección. Será una guía muy importante para <strong>los</strong> cirujanos vasculares en general<br />

e imprescindible para <strong>los</strong> médicos resi<strong>de</strong>ntes.<br />

Quiero agra<strong>de</strong>cer <strong>de</strong> nuevo a <strong>los</strong> editores el gran esfuerzo que ha hecho posible<br />

que esta obra vea la luz, y a todos aquel<strong>los</strong> que, cada día, con su trabajo, <strong>de</strong>dicación<br />

e ilusión mejoran la calidad <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> nuestros pacientes.<br />

Dr. M. Matas Docampo<br />

Servicio <strong>de</strong> Angiología, Cirugía Vascular y Endovascular<br />

Hospital Universitario Vall d’Hebron


7<br />

Prólogo<br />

Con la edición <strong>de</strong> este segundo volumen se concluye el proyecto <strong>de</strong> una obra<br />

en lengua española sobre diagnóstico hemodinámico en angiología y cirugía<br />

vascular.<br />

En el primer volumen, editado en abril <strong>de</strong> 2003, se exponían las bases <strong>de</strong> la<br />

hemodinámica venosa y arterial y <strong>los</strong> principios físicos <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios diagnósticos<br />

que conforman el concepto <strong>de</strong> laboratorio <strong>de</strong> exploración hemodinámica.<br />

Establecidos éstos, en este segundo se exponen sus aplicaciones clínicas.<br />

Como mencionaba el Dr. Manel Matas Docampo, Jefe <strong>de</strong>l Servicio <strong>de</strong> Angiología,<br />

Cirugía Vascular y Endovascular <strong>de</strong>l Hospital Universitario Vall d’Hebron en<br />

Barcelona en el prólogo <strong>de</strong>l primer volumen, en la actualidad el laboratorio <strong>de</strong><br />

exploración hemodinámica es indispensable para el ejercicio <strong>de</strong> la especialidad.<br />

Los estudios hemodinámicos tienen un peso específico elevado en la práctica<br />

diaria <strong>de</strong> <strong>los</strong> servicios asistenciales y en la investigación, y constituyen un área <strong>de</strong><br />

adiestramiento profesional extensa para <strong>los</strong> médicos en período <strong>de</strong> formación.<br />

Por este motivo, <strong>de</strong>seamos que esta obra sea <strong>de</strong> utilidad a todos el<strong>los</strong>, pero <strong>de</strong><br />

forma muy concreta a estos últimos.<br />

Finalmente, <strong>de</strong>seamos agra<strong>de</strong>cer al Dr. Ramón Vila su colaboración en el capítulo<br />

<strong>de</strong> exploración renal y a la Fundación Dr. Esteve el apoyo prestado en su<br />

edición.<br />

Dr. Josep Marinel·lo Roura<br />

Dr. Jordi Juan Samsó<br />

Barcelona, junio 2003


9<br />

Índice<br />

Capítulo I<br />

Exploración funcional hemodinámica en la isquemia crónica 11<br />

Capítulo II<br />

Exploración hemodinámica en la isquemia crítica 31<br />

Capítulo III<br />

Exploración hemodinámica en cirugía revascularizadora 37<br />

Capítulo IV<br />

Exploración hemodinámica <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos 43<br />

Capítulo V<br />

Exploración hemodinámica <strong>de</strong> la arteria renal 77<br />

Capítulo VI<br />

Exploración no invasiva <strong>de</strong> la insuficiencia venosa aguda y crónica 93<br />

Capítulo VII<br />

Estudio capilaroscópico <strong>de</strong> <strong>los</strong> acrosíndromes y <strong>de</strong> patologías sistémicas 115<br />

Capítulo VIII<br />

Guías para la planificación eficiente <strong>de</strong>l laboratorio <strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es<br />

funcionales hemodinámicas 125


I<br />

Exploración funcional<br />

hemodinámica en la isquemia<br />

crónica<br />

1. Estudio <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong> flujo<br />

2. Estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> índices tensionales<br />

3. Test <strong>de</strong> esfuerzo<br />

4. Mapeo hemodinámico<br />

5. Curvas <strong>de</strong> pulso<br />

6. Estudio <strong>de</strong> sectoriedad


13<br />

Exploración funcional hemodinámica<br />

en la isquemia crónica<br />

Los objetivos <strong>de</strong> la exploración hemodinámica arterial en la extremidad inferior<br />

son:<br />

– Confirmar la orientación diagnóstica realizada mediante la exploración clínica<br />

– Establecer la topografía lesional.<br />

– Valorar la repercusión hemodinámica <strong>de</strong> las lesiones.<br />

– Establecer una estrategia en <strong>los</strong> procedimientos <strong>de</strong> revascularización.<br />

– Realizar un seguimiento hemodinámico <strong>de</strong> la terapéutica aplicada.<br />

La anamnesis y la exploración clínica sistematizada aportan datos suficientes<br />

para establecer la existencia <strong>de</strong> isquemia y <strong>los</strong> sectores arteriales responsables <strong>de</strong><br />

ésta.<br />

La claudicación intermitente referida a <strong>de</strong>terminados grupos musculares es<br />

orientativa <strong>de</strong> <strong>los</strong> sectores arteriales afectados (tabla 1).<br />

TABLA 1.<br />

Sector arterial afectado<br />

Tibio-peroneo (distal)<br />

Femoropoplíteo<br />

Ilíaco<br />

Grupo muscular claudicante<br />

Metatarsal<br />

Gemelar<br />

Mixta: inicialmente gemelar.<br />

Posteriormente glútea<br />

La palpación <strong>de</strong> <strong>los</strong> pulsos y la auscultación <strong>de</strong> <strong>los</strong> sop<strong>los</strong> aportan la suficiente<br />

información <strong>de</strong>stinada a establecer una orientación clínica no sólo <strong>de</strong> la existencia<br />

<strong>de</strong> una afectación arterial sino también <strong>de</strong>l sector o sectores afectados.<br />

A modo ilustrativo, la ausencia <strong>de</strong> pulsos tibiales y poplíteo, con presencia <strong>de</strong><br />

pulso femoral <strong>de</strong> buena amplitud y ausencia <strong>de</strong> soplo a este nivel, coinci<strong>de</strong>nte<br />

con una claudicación intermitente gemelar, orienta en principio sobre una afectación<br />

aislada en el sector femoropoplíteo.<br />

No obstante, las compensaciones hemodinámicas establecidas mediante el <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> la circulación colateral comportan a menudo que diferentes tipos <strong>de</strong> lesio-


14 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

nes en el eje arterial aorto-ílio-fémoro-poplíteo-tibial se comporten <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto<br />

<strong>de</strong> vista clínico <strong>de</strong> forma semejante.<br />

Las diversas metodologías que se exponen a continuación han sido propuestas<br />

con la finalidad <strong>de</strong> disponer <strong>de</strong> datos cualitativos y cuantitativos fiables que, mediante<br />

diversas técnicas, informen con fiabilidad <strong>de</strong> la presencia o ausencia <strong>de</strong> lesiones<br />

hemodinámicamente significativas y <strong>de</strong> su localización.<br />

1. ESTUDIO DE LA VELOCIDAD DE FLUJO<br />

Como se ha expuesto en el volumen I (pág. 59), el perfil <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> velocidad<br />

<strong>de</strong> la sangre en la extremidad inferior es el propio <strong>de</strong> un sistema hemodinámico<br />

<strong>de</strong> elevadas resistencias periféricas.<br />

Este concepto se traduce, con respecto a <strong>los</strong> <strong>de</strong> baja resistencia, en la existencia<br />

<strong>de</strong> un segundo componente o curva negativa al final <strong>de</strong> la diástole cardíaca y que<br />

es indicativa <strong>de</strong> flujo retrógrado o negativo. Componente cuya magnitud se incrementa<br />

en relación con el grado <strong>de</strong> resistencia distal al punto <strong>de</strong> exploración.<br />

La curva <strong>de</strong> velocimetría en <strong>de</strong>terminado punto <strong>de</strong>l eje arterial <strong>de</strong> la extremidad<br />

inferior que no presente lesiones hemodinámicamente significativas, presenta<br />

tres fases o vectores claramente diferenciables:<br />

FIGURA 1. Curva Doppler,<br />

extremidad inferior.<br />

a) Fase inicial <strong>de</strong> velocidad positiva y <strong>de</strong> magnitud creciente, que indica un flujo<br />

anterógrado durante la sístole cardíaca. Su punto máximo expresa la velocidad<br />

máxima sistólica (VMS).<br />

b) Curva <strong>de</strong> velocidad positiva y <strong>de</strong> magnitud <strong>de</strong>creciente, que es indicativa <strong>de</strong><br />

la <strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong>l flujo y cuya fase final presenta un componente negativo<br />

que correspon<strong>de</strong> al flujo retrógrado coinci<strong>de</strong>nte con la fase protodiastólica <strong>de</strong>l<br />

ciclo cardíaco.<br />

c) Curva <strong>de</strong> flujo anterógrado, que indica la aceleración inducida por la liberación<br />

<strong>de</strong> la energía por la pared arterial, coinci<strong>de</strong>nte con la fase telediastólica (fig. 1).<br />

La morfología <strong>de</strong> esta curva es prácticamente<br />

la misma en la totalidad <strong>de</strong>l eje arterial<br />

<strong>de</strong> la extremidad inferior exento <strong>de</strong> lesiones<br />

hemodinámicamente significativas; sólo<br />

es apreciable una magnitud diferente en función<br />

<strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong> la sangre en la fase <strong>de</strong><br />

sístole cardíaca, y es una variable <strong>de</strong>pendiente<br />

<strong>de</strong> la situación hemodinámica en el sector<br />

proximal con respecto al punto <strong>de</strong> exploración.<br />

En circunstancias <strong>de</strong> normalidad hemodinámica,<br />

la velocidad máxima en la arteria<br />

femoral común varía entre 35 y 45 cm/s y en<br />

las arterias tibiales entre 10 y 25 cm/s.


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

15<br />

El perfil <strong>de</strong> la curva presenta una modificación progresiva según el grado <strong>de</strong><br />

estenosis.<br />

En situaciones <strong>de</strong> una estenosis hemodinámicamente significativa pero <strong>de</strong> magnitud<br />

mo<strong>de</strong>rada en el sector arterial proximal al punto <strong>de</strong> exploración, pue<strong>de</strong> observarse<br />

inicialmente la ausencia <strong>de</strong>l tercer componente <strong>de</strong> la curva o fase <strong>de</strong> flujo<br />

retrógrado. Grados <strong>de</strong> estenosis más avanzados afectan <strong>de</strong> manera progresiva a<br />

la VMS. También, lesiones hemodinámicamente significativas en el sector arterial<br />

distal al punto <strong>de</strong> exploración comportan incrementos en el componente <strong>de</strong> velocidad<br />

negativa o retrógrada al incrementar la resistencia periférica (fig. 2).<br />

A B C<br />

FIGURA 2. Modificaciones <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> trazados <strong>de</strong> velocimetría<br />

Doppler registrados en la arteria<br />

femoral común en función <strong>de</strong> la<br />

situación <strong>de</strong>l sector ilíaco<br />

(A, normal; B, estenosis;<br />

C, oclusión) y <strong>de</strong>l sector femoral<br />

(D, normal; E, estenosis; F,<br />

oclusión).<br />

Las lesiones proximales afectan<br />

el vector <strong>de</strong> velocidad máxima<br />

sistólica, en tanto que las distales<br />

lo hacen sobre la velocidad<br />

máxima diastólica.<br />

D E F<br />

No obstante estas consi<strong>de</strong>raciones, la fiabilidad diagnóstica a partir <strong>de</strong> la morfología<br />

<strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong>l flujo es elevada para segmentos arteriales <strong>de</strong><br />

corta longitud, como pue<strong>de</strong> ser la bifurcación carotí<strong>de</strong>a, un bypass o la arteria renal.<br />

En la extremidad inferior, el estudio <strong>de</strong> la morfología <strong>de</strong> la curva aporta una limitada<br />

información en el diagnóstico hemodinámico global.<br />

La influencia <strong>de</strong> la asociación <strong>de</strong> lesiones proximales y distales al punto <strong>de</strong> exploración,<br />

y el hecho <strong>de</strong> que sus componentes inicialmente alterados tien<strong>de</strong>n a normalizarse<br />

conforme el punto <strong>de</strong> exploración se aleja <strong>de</strong> la lesión, avalan este hecho.<br />

Con el objetivo <strong>de</strong> obviar estos inconvenientes, se han propuesto <strong>los</strong> conceptos<br />

<strong>de</strong> índice <strong>de</strong> pulsatibilidad y <strong>de</strong> damping factor.<br />

El índice <strong>de</strong> pulsatibilidad (véase tomo I, pág. 65) se <strong>de</strong>fine como la relación<br />

entre la suma <strong>de</strong> la velocidad máxima sistólica (VMS) y diastólica (VMD) y la velocidad<br />

media (Vm) calculada sobre cuatro cic<strong>los</strong> cardíacos:<br />

IP = VMS + VMD / Vm


16 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Este valor se calcula automáticamente por <strong>los</strong> analizadores <strong>de</strong> la curva Doppler<br />

y presenta la notable ventaja <strong>de</strong> que es in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> la angulación <strong>de</strong>l transductor<br />

con respecto al flujo.<br />

En la extremidad inferior en circunstancias <strong>de</strong> normalidad hemodinámica varía<br />

entre valores <strong>de</strong> 6 y 9 en la arteria femoral común y entre 11 y 17 en la arteria tibial<br />

anterior/posterior a nivel maleolar.<br />

Un IP en la arteria femoral común superior a 5 indica ausencia <strong>de</strong> lesiones<br />

hemodinámicamente significativas en el sector proximal. Un valor inferior a 5<br />

en ausencia <strong>de</strong> lesiones significativas en el sector femoropoplíteo es indicativo <strong>de</strong><br />

lesión, con una sensibilidad y especificidad <strong>de</strong>l 92 %.<br />

Su principal inconveniente radica en que un incremento en las resistencias distales<br />

a la arteria femoral común invalida su valor como referencia al sector ilíaco,<br />

que reducen su especificidad al 50 %.<br />

No obstante, la interrelación <strong>de</strong>l IP con <strong>los</strong> índices tensionales se expone en este<br />

capítulo para el estudio <strong>de</strong> sectoriedad.<br />

El Damping Factor en un sector arterial (véase tomo I, pág. 66) se <strong>de</strong>fine como<br />

la relación entre su IP proximal (IPa) y distal (IPb):<br />

DF = IPa / IPb<br />

Habitualmente, <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> referencia son la arteria femoral común y la arteria<br />

tibial con un valor mayor <strong>de</strong> IP.<br />

En ausencia <strong>de</strong> lesiones hemodinámicas entre ambos puntos, el DF es inferior<br />

a la unidad.<br />

Por basarse en el IP, sus inconvenientes radican en las mismas razones expuestas<br />

para éste, si bien la interrelación <strong>de</strong> ambos aporta mayor fiabilidad diagnóstica.<br />

Mediante el análisis matemático <strong>de</strong> la curva velocimétrica Doppler, y en virtud<br />

<strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Laplace, Skidmore et al. i<strong>de</strong>aron una ecuación <strong>de</strong> tercer grado que interrelaciona<br />

las variables <strong>de</strong> la complianza parietal arterial, la resistencia distal y el<br />

Damping Factor.<br />

Este análisis ha mostrado sensibilidad para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> estenosis inferiores<br />

al 50 % <strong>de</strong>l diámetro <strong>de</strong>l vaso, con una sensibilidad <strong>de</strong>l 100 %, especificidad <strong>de</strong>l<br />

93 % y exactitud <strong>de</strong>l 95 % en el diagnóstico <strong>de</strong> estenosis hemodinámicamente significativas<br />

en el sector aortoilíaco, aun en presencia <strong>de</strong> lesiones en el sector femoropoplíteo.<br />

El principal inconveniente <strong>de</strong>l método radica en el complejo estudio que precisa<br />

procesar la curva velocimétrica.<br />

2. ESTUDIO DE LOS ÍNDICES TENSIONALES<br />

El índice tensional (IT) pue<strong>de</strong> calcularse en cualquier punto <strong>de</strong>l eje arterial<br />

<strong>de</strong> la extremidad inferior.<br />

Está <strong>de</strong>finido por la relación entre la presión sistólica arterial en dicho punto<br />

y la presión sistólica arterial humeral (PSAH).


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

17<br />

En la extremidad inferior el más utilizado<br />

habitualmente es el índice tobillo/brazo —índice<br />

<strong>de</strong> Yao— a nivel <strong>de</strong> la arteria tibial anterior<br />

o posterior (PSAT) (véase tomo I, pág. 68).<br />

ITB = PSAT / PSAH<br />

La colocación <strong>de</strong> manguitos <strong>de</strong> presión en<br />

otros puntos <strong>de</strong> la extremidad —habitualmente<br />

tres— permite completar su lectura en todo<br />

el eje arterial (fig. 3).<br />

La metodología es la siguiente: la extremidad<br />

se coloca en <strong>de</strong>cúbito supino, en ligera flexión<br />

<strong>de</strong> la articulación <strong>de</strong> la rodilla y sobre una<br />

base almohadillada con el objetivo <strong>de</strong> minimizar la presión externa <strong>de</strong> la mesa <strong>de</strong><br />

exploración sobre <strong>los</strong> manguitos.<br />

Éstos <strong>de</strong>ben ser <strong>de</strong> 22 × 12 centímetros en el tobillo y <strong>de</strong> 36 × 18 centímetros a<br />

nivel infra y supragenicular.<br />

Para el registro <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> flujo se selecciona la arteria tibial que a nivel maleolar<br />

presente un mayor registro <strong>de</strong> presión. En su <strong>de</strong>fecto, la arteria peronea. La<br />

utilización <strong>de</strong> una sonda plana <strong>de</strong> 7,5 mHz aporta la ventaja <strong>de</strong> que pue<strong>de</strong> fijarse<br />

sobre la arteria y simplifica la exploración al <strong>de</strong>jar libre una mano <strong>de</strong>l explorador<br />

(fig. 4).<br />

La toma <strong>de</strong> presiones es similar al registro <strong>de</strong> la presión arterial mediante fonendoscopio.<br />

Una vez estabilizado el registro <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> velocidad en la pantalla, se proce<strong>de</strong><br />

a insuflar <strong>de</strong> forma rápida el correspondiente manguito hasta que la curva<br />

<strong>de</strong>saparece. A continuación, se reduce lentamente la presión hasta que reaparece<br />

el primer complejo en la pantalla. En este punto se registra la cifra <strong>de</strong> presión.<br />

El registro <strong>de</strong> presiones se inicia a nivel <strong>de</strong>l brazal más distal —supramaleolar—<br />

y concluye a nivel <strong>de</strong>l más proximal —supracondíleo—.<br />

Pue<strong>de</strong>n tomarse como valores <strong>de</strong> referencia<br />

las cifras absolutas <strong>de</strong> presión o el IT.<br />

La consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> las primeras permite<br />

valorar <strong>los</strong> diferenciales <strong>de</strong> presión en términos<br />

absolutos. En este sentido, diferenciales superiores<br />

a 30 mmHg son indicativos <strong>de</strong> lesión<br />

hemodinámicamente significativa.<br />

Los valores normales <strong>de</strong>l IT son <strong>de</strong> 1,30 a<br />

nivel supracondíleo y <strong>de</strong> 1,20 a nivel supramaleolar,<br />

con <strong>de</strong>sviaciones <strong>de</strong> ± 0,15, pero como<br />

criterio general se aceptan como normales <strong>los</strong><br />

superiores a la unidad (tabla 2).<br />

El índice tensional tobillo/brazo se ha podido<br />

correlacionar satisfactoriamente con <strong>los</strong> esta-<br />

FIGURA 3. Registro <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

índices tensionales a varios<br />

niveles en la extremidad inferior.<br />

FIGURA 4. Sonda Doppler plana.


18 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

TABLA 2. Valores normales <strong>de</strong> <strong>los</strong> índices tensionales<br />

Autor Año Supracondíleo Infracondíleo Maléolo<br />

Carter 1968 1,16 ± 0,05 1,15 ± 0,08<br />

Yao 1970 1,11 ± 0,10<br />

Wolf 1972 1,09 ± 0,08<br />

Froneck 1973 1,32 ± 0,23 1,26 ± 0,24 1,08 ± 0,10<br />

Rutherford 1975 1,26 ± 0,09 1,21 ± 0,10 1,14 ± 0,07<br />

Sumner 1976 1,26 ± 0,11 1,16 ± 0,10 1,08 ± 0,08<br />

Marinel·lo 1980 1,30 ± 0,20 1,22 ± 0,11 1,11 ± 0,16<br />

dios clínicos <strong>de</strong> la claudicación intermitente <strong>de</strong> Leriche y Fontaine<br />

(tabla 3).<br />

TABLA 3. Estadios clínicos <strong>de</strong> la isquemia crónica. Clasificación <strong>de</strong> Leriche y Fontaine<br />

modificada<br />

Grado Categoría Manifestaciones clínicas Índice T/B<br />

I 0 Asintomático ≥ 1,10<br />

1 Claudicación intermitente > 500 m ≥ 1,10<br />

2 Claudicación intermitente 250-500 m < 1,10 y > 0,75<br />

3 Claudicación intermitente < 250 m < 0,75 y > 0,50<br />

II 4 Disestesia-Parestesia-Dolor ≤ 0,30<br />

5 Lesión necrótica digital 1,10 - 0 (*)<br />

III 6 Necrosis extensa ≤ 0,30<br />

* Ciertas formas <strong>de</strong> isquemia focalizada, como la necrosis digital y la úlcera neuroisquémica en la<br />

diabetes mellitus, pue<strong>de</strong>n cursar con IT maleolar normal.<br />

La causa <strong>de</strong> error más reseñada en el estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> IT en la extremidad inferior<br />

es la calcificación arterial. Frecuente en la diabetes mellitus, comporta lecturas<br />

<strong>de</strong> presión anormalmente elevadas. Por ello <strong>de</strong>ben cuestionarse con carácter<br />

general registros superiores en un 25 % a <strong>los</strong> observados en la arteria humeral, y<br />

con carácter particular, IT superiores a la unidad en presencia <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong> flujo<br />

arterial alteradas.<br />

3. TEST DE ESFUERZO<br />

Como ya se ha <strong>de</strong>scrito (tomo I, pág. 23), una estenosis arterial, en situación<br />

basal, tiene repercusión hemodinámica si afecta el radio <strong>de</strong>l vaso en un porcentaje<br />

superior al 75 %. Estenosis inferiores <strong>de</strong> este valor no pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong>tectadas por


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

19<br />

el método <strong>de</strong> IT, e igualmente pue<strong>de</strong>n no modificar la morfología <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong><br />

flujo si se hallan a suficiente distancia <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong> exploración y el segmento interpuesto<br />

está libre <strong>de</strong> lesiones críticas.<br />

No obstante, si en estas circunstancias se produce una reducción o caída <strong>de</strong> las<br />

resistencias periféricas distales a la estenosis, ésta adquiere significado hemodinámico.<br />

Éste es el principio hemodinámico <strong>de</strong> la fisiopatología <strong>de</strong> la claudicación intermitente,<br />

y la base <strong>de</strong>l test <strong>de</strong> esfuerzo —test <strong>de</strong> Strandness—, que tiene como objetivo<br />

establecer una hiperemia reactiva y una caída <strong>de</strong> resistencias mediante el ejercicio<br />

muscular.<br />

La exploración sigue tres fases:<br />

a) En situación <strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito supino, se registra la presión sistólica (PS) a nivel<br />

maleolar.<br />

b) A continuación, se adiestra a la persona que <strong>de</strong>be explorarse sobre las condiciones<br />

<strong>de</strong> caminar en una posición confortable sobre una cinta rodante y bajo<br />

unas variables pre<strong>de</strong>finidas <strong>de</strong> velocidad y pendiente<br />

(habitualmente 4-8 km/hora y 12 %).<br />

El ejercicio se da por concluido en el instante<br />

en que la persona manifiesta necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>tenerse,<br />

o a <strong>los</strong> 10 minutos si no manifiesta sintomatología.<br />

El test carece <strong>de</strong> valor si <strong>de</strong>be finalizarse <strong>de</strong><br />

manera prematura por disnea acusada o dolor<br />

torácico.<br />

c) De manera inmediata, y en posición <strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito<br />

supino, se realizan registros <strong>de</strong> mediciones<br />

<strong>de</strong> PS a nivel maleolar a interva<strong>los</strong> <strong>de</strong> un<br />

minuto durante 10 minutos o hasta que la presión<br />

iguala a la basal (fig. 5).<br />

FIGURA 5. Test <strong>de</strong> Strandness:<br />

el claudicómetro tiene la opción<br />

<strong>de</strong> programarse a velocidad y<br />

pendiente variable.<br />

En función <strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> recuperación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

valores basales, se establecen cuatro tipos <strong>de</strong> curvas<br />

(fig. 6 a, b, c y d):<br />

–Tipo I: la PS <strong>de</strong>terminada en el primer minuto posterior al esfuerzo es igual o<br />

superior a la basal. Es la respuesta esperada en situación <strong>de</strong> normalidad hemodinámica<br />

y en función <strong>de</strong> la cual pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>scartarse la existencia <strong>de</strong> lesiones hemodinámicamente<br />

significativas.<br />

–Tipo II: la PS es inferior a la basal pero recupera este valor antes <strong>de</strong> <strong>los</strong> 5 minutos.<br />

–Tipo III: la PS basal se recupera entre <strong>los</strong> 5 y <strong>los</strong> 10 minutos.<br />

–Tipo IV: a <strong>los</strong> 10 minutos no se han recuperado <strong>los</strong> valores basales.<br />

El test <strong>de</strong> Strandness permite establecer la distancia <strong>de</strong> claudicación <strong>de</strong> manera<br />

fiable, <strong>los</strong> grupos musculares afectados y es indicativo <strong>de</strong> la gravedad lesional


20 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

125<br />

CURVA DE ESFUERZO TIPO I<br />

120<br />

CURVA DE ESFUERZO TIPO II<br />

120<br />

100<br />

PRESIÓN (mm (mmHg)<br />

115<br />

110<br />

105<br />

100<br />

95<br />

PRESIÓN (mm (mmHg)<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

(a)<br />

90<br />

1 2 3<br />

Tiempo (min)<br />

4 5<br />

(b)<br />

0<br />

1 2 3<br />

4 5<br />

Tiempo (min)<br />

6 7<br />

120<br />

CURVA DE ESFUERZO TIPO III<br />

120<br />

CURVA DE ESFUERZO TIPO IV<br />

100<br />

100<br />

PRESIÓN (mmHg)<br />

PRESIÓN (mm Hg)<br />

80<br />

60<br />

40<br />

PRESIÓN PRESIÓN (mm (mmHg)<br />

80<br />

60<br />

40<br />

20<br />

20<br />

(c)<br />

0<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10<br />

Tiempo (min)<br />

(d)<br />

0<br />

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10<br />

Tiempo (min)<br />

FIGURA 6. Tipos <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong><br />

esfuerzo.<br />

global en el eje aorto-ílio-fémoro-poplíteo-tibial. No obstante, tiene una baja especificidad<br />

para establecer la sectoriedad lesional.<br />

4. MAPEO HEMODINÁMICO<br />

Su objetivo es configurar una <strong>de</strong>scripción morfológica y hemodinámica troncular<br />

<strong>de</strong> la extremidad, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la arteria aorta abdominal hasta <strong>los</strong> troncos tibiales.<br />

Metodológicamente se realiza mediante la eco-Doppler pulsada en escala <strong>de</strong><br />

grises, Power Doppler o la codificación cromática <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> flujo.<br />

El estudio, en posición <strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito supino, se inicia a nivel <strong>de</strong>l apéndice xifoi<strong>de</strong>s<br />

mediante un transductor <strong>de</strong> 2,5 a 5 mHz.<br />

Sobrepasado el ligamento inguinal, la frecuencia <strong>de</strong>l transductor se modifica a<br />

7-10 mHz, y se prosigue en esta posición hasta el tercio distal <strong>de</strong> la arteria femoral<br />

superficial.<br />

A continuación, y en posición <strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito prono se estudia la arteria poplítea,<br />

y finalmente, y en posición <strong>de</strong>cúbito supino, las arterias tibiales hasta el pie.<br />

En el mapeo hemodinámico tienen un valor fundamental las variables <strong>de</strong> velocidad<br />

máxima sistólica y la interpretación <strong>de</strong>l espectro <strong>de</strong> frecuencias (“ventana


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

21<br />

espectral”) en cada uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> segmentos anatómicos<br />

analizados.<br />

La gravedad <strong>de</strong> las lesiones pue<strong>de</strong> catalogarse<br />

en cuatro grados:<br />

–Grado I. Curva normal: representada por una<br />

curva trifásica, sin modificación <strong>de</strong>l espectro.<br />

–Grado II. Estenosis inferiores al 20 %: curva trifásica,<br />

con ensanchamiento mo<strong>de</strong>rado. Velocidad<br />

sistólica máxima incrementada hasta un 30 %<br />

con respecto al segmento proximal.<br />

–Grado III. Estenosis entre el 20-49 %: curva trifásica.<br />

Ventana espectral parcialmente ocupada<br />

por generación <strong>de</strong> múltiples frecuencias. Velocidad<br />

máxima sistólica incrementada con respecto<br />

a la <strong>de</strong>l segmento proximal: > 50 % e<br />

< 100 %.<br />

–Grado IV. Estenosis entre el 50-99 %: curva<br />

monofásica. Ventana espectral totalmente ocupada<br />

por frecuencias. Velocidad sistólica mayor<br />

<strong>de</strong>l 100 % <strong>de</strong> la zona proximal adyacente (fig. 7<br />

a, b, c y d).<br />

(a)<br />

Registro normal.<br />

Curva trifásica.<br />

VMS: 75 cm/s.<br />

(b)<br />

Estenosis entre el 1 y el 19 %.<br />

Curva trifásica.<br />

VMS incrementada<br />

en un 30 % (130 cm/s).<br />

La sensibilidad y especificidad <strong>de</strong>l mapeo<br />

mediante eco-Doppler color y análisis espectral <strong>de</strong><br />

flujo, respecto a la angiografía, varía en función <strong>de</strong>l<br />

tipo <strong>de</strong> lesión y <strong>de</strong>l sector.<br />

En el sector ilíaco, y para estenosis superiores<br />

al 50 %, tiene una sensibilidad <strong>de</strong>l 82 %, una especificidad<br />

<strong>de</strong>l 92 %, un valor predictivo positivo <strong>de</strong>l<br />

80 % y negativo <strong>de</strong>l 93 % (figs. 8 a y b y 9 a, b y c).<br />

5. CURVAS DE PULSO<br />

(c)<br />

Estenosis entre el 20 y el 49 %.<br />

Se mantiene el perfil trifásico <strong>de</strong>l<br />

registro.<br />

Ventana espectral parcialmente<br />

ocupada. VMS: 150 cm/s.<br />

La pletismografía segmentaria se utiliza para la valoración <strong>de</strong>l registro <strong>de</strong> volumen<br />

<strong>de</strong> pulso (RVP) y se basa en la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios que experimenta<br />

un segmento <strong>de</strong> extremidad durante un ciclo cardíaco, en función <strong>de</strong>l flujo pulsátil<br />

en el interior <strong>de</strong> la arteria (véase tomo I, pág. 88).<br />

Para su estudio pue<strong>de</strong>n utilizarse indistintamente el principio técnico <strong>de</strong> anil<strong>los</strong><br />

<strong>de</strong> mercurio o la neumopletismografía.<br />

Su información es útil para catalogar la gravedad <strong>de</strong> la enfermedad y en menor<br />

medida para establecer su sectoriedad.<br />

Se utilizan brazales <strong>de</strong> 18 × 36 cm en el muslo y <strong>de</strong> 12 × 22 cm en el tobillo y<br />

pantorrilla, que se insuflan a una presión <strong>de</strong> 65 mmHg, equivalente a la intro-<br />

(d)<br />

Estenosis entre el 50 y el 99 %.<br />

Registro monofásico.<br />

Ventana espectral saturada por<br />

múltiples frecuencias.<br />

VMS: 390 cm/s.<br />

FIGURA 7. En el mapeo arterial,<br />

la morfología <strong>de</strong> la curva<br />

velocimétrica varía en función<br />

<strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> estenosis. Los<br />

cambios en la morfología<br />

—<strong>de</strong> trifásica a monofásica—<br />

y en el espectro <strong>de</strong> ventana son<br />

indicativos <strong>de</strong> la gravedad<br />

hemodinámica <strong>de</strong> la lesión.


22 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 8. Imagen angiográfica <strong>de</strong> estenosis<br />

politópica en la arteria femoral superficial<br />

<strong>de</strong>recha (a) y su mapeo correspondiente (b).<br />

(a)<br />

(a)<br />

(c)<br />

(b)<br />

(b)<br />

FIGURA 9. Imagen angiográfica<br />

<strong>de</strong> estenosis superior al 75 % <strong>de</strong>l<br />

diámetro uniplanar en la arteria<br />

ilíaca común <strong>de</strong>recha (a) y su<br />

mapeo correspondiente (b). El<br />

tipo <strong>de</strong> curva velocimétrica<br />

correspon<strong>de</strong> al grado IV (c).<br />

ducción <strong>de</strong> 400 ± 50 cc <strong>de</strong> aire en el brazal <strong>de</strong>l muslo y <strong>de</strong> 75 ± 10 cc en <strong>los</strong> <strong>de</strong> la<br />

pantorrilla y el tobillo.<br />

Las variaciones <strong>de</strong> volumen en la extremidad inducidas por las ondas <strong>de</strong> pulso<br />

se traducen en variaciones <strong>de</strong> presión en el interior <strong>de</strong>l brazal.<br />

Debe realizarse una calibración previa, <strong>de</strong> manera que una variación <strong>de</strong> 1 mmHg<br />

corresponda a una <strong>de</strong>flexión <strong>de</strong> 20 mm en el registro.<br />

De acuerdo con su morfología, se han establecido cinco categorías <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong><br />

RVP (fig. 10).


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

23<br />

PLETISMOGRAFÍA DIGITAL - CURVA NORMAL<br />

CURVA RÍGIDA CURVA DE ONDA CATACROTA EN SIERRA<br />

CURVA DE PULSO DE ESTENOSIS CURVA ANÁRQUICA<br />

FIGURA 10. Curvas <strong>de</strong> RVP.<br />

La curva <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> pulso normal presenta una morfología bifásica que se<br />

correspon<strong>de</strong> con las fases <strong>de</strong> sístole y diástole cardíacas. La primera —curva anacrota—<br />

se correspon<strong>de</strong> con la curva ascen<strong>de</strong>nte hasta el punto <strong>de</strong> máxima aceleración<br />

<strong>de</strong>l flujo arterial —punto <strong>de</strong> cresta—. La segunda —curva catacrota—, con<br />

la <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> <strong>de</strong>saceleración, que en su tercio proximal presenta una inflexión<br />

secundaria a la energía liberada por la pared arterial —inflexión dicrota—. La esclerosis<br />

parietal sin afectaciones hemodinámicas <strong>de</strong>l flujo se traduce por la pérdida<br />

<strong>de</strong> esta inflexión —curva rígida—. Estenosis mo<strong>de</strong>radas (entre el 50 y el 70 %) e<br />

incrementos en las resistencias vasculares distales, por un aplanamiento <strong>de</strong> la curva<br />

que mantiene su asimetría y por una curva catacrota marcada por más <strong>de</strong> una<br />

inflexión —“onda catacrota en sierra”—. Estenosis preoclusivas (superiores al<br />

75 %) modifican la amplitud <strong>de</strong> la curva y su simetría —curva <strong>de</strong> pulso <strong>de</strong> estenosis—.<br />

Finalmente, la oclusión no compensada <strong>de</strong> forma suficiente mediante circulación<br />

colateral se traduce en un aplanamiento <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> pulso.<br />

La sensibilidad <strong>de</strong>l estudio <strong>de</strong>l RVP es <strong>de</strong>l 95 % en el diagnóstico <strong>de</strong> estenosis<br />

hemodinámicamente significativas en el sector aortoilíaco, y su valor predictivo<br />

positivo <strong>de</strong> normalidad hemodinámica en el sector femoropoplíteo es <strong>de</strong>l 97 %.<br />

La mayor utilidad <strong>de</strong>l RVP se obtiene en enfermos diabéticos con calcificación<br />

parietal suficiente para invalidar <strong>los</strong> IT.


24 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

6. ESTUDIO DE SECTORIEDAD<br />

A) SECTOR AORTOILÍACO<br />

En la revascularización <strong>de</strong>l eje ilíaco, la valoración preoperatoria <strong>de</strong>l funcionalismo<br />

<strong>de</strong> las lesiones condiciona la estrategia revascularizadora en función <strong>de</strong>:<br />

–Conocer si se trata <strong>de</strong> una lesión aislada.<br />

–Si se halla asociada a lesiones en el sector femoropoplíteo hemodinámicamente<br />

significativas que comporten que la revascularización en el sector aortoilíaco<br />

no consiga el resultado clínico esperado o incluso puedan comprometer hemodinámicamente<br />

la revascularización realizada por un insuficiente flujo <strong>de</strong> salida.<br />

Conocer estos datos es fundamental en el momento <strong>de</strong> trazar la estrategia revascularizadora,<br />

tanto para su eficacia como para asegurar la viabilidad <strong>de</strong> la revascularización<br />

proximal.<br />

Para el estudio <strong>de</strong>l funcionalismo en el sector aortoilíaco pue<strong>de</strong>n utilizarse dos<br />

metodologías:<br />

FIGURA 11. Registro <strong>de</strong> presión<br />

intraarterial.<br />

–Directa: medición <strong>de</strong> la presión intraarterial.<br />

–Indirecta: índice <strong>de</strong> pulsatibilidad, registro <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong> velocidad e índices tensionales.<br />

Métodos directos<br />

Medición <strong>de</strong> la presión media intraarterial (PMIA)<br />

Es un método que precisa la técnica <strong>de</strong>l cateterismo,<br />

pre o peroperatorio.<br />

La metodología es la siguiente: se cateteriza la arteria<br />

femoral común mediante una aguja teflonada por la que<br />

se introduce una catéter <strong>de</strong> 22 G, <strong>de</strong> 80-90 cm <strong>de</strong> longitud.<br />

Su extremo distal se conecta a un transductor <strong>de</strong> registro<br />

digital <strong>de</strong> presión, previamente calibrado (fig. 11).<br />

Los gradientes que <strong>de</strong>ben medirse son el pre y postestenótico,<br />

a 1 cm por encima y por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la estenosis.<br />

En las situaciones en que no es posible situar el catéter en el sector proximal <strong>de</strong><br />

la estenosis, el valor <strong>de</strong> referencia es el <strong>de</strong> la arteria radial.<br />

En ambos casos se toma como referencia la cifra <strong>de</strong> presión estabilizada en el<br />

monitor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 10 cic<strong>los</strong> cardíacos.<br />

Este método tiene el inconveniente <strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar el gradiente <strong>de</strong> presión en<br />

situación basal. Por ello, algunos autores proponen la realización <strong>de</strong> un test <strong>de</strong><br />

hiperemia mediante la inyección intraarterial en la arteria femoral común <strong>de</strong> 30<br />

cc <strong>de</strong> sulfato <strong>de</strong> papaverina.


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

25<br />

Interpretación <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados<br />

a) Gradiente entre la PMIA pre y postestenótica: diferencias superiores a 40 mmHg<br />

son indicativas <strong>de</strong> estenosis hemodinámicamente significativas.<br />

b) Diferencia <strong>de</strong> la PMIA postestenótica con referencia a la radial: a partir <strong>de</strong><br />

60 mmHg se consi<strong>de</strong>ra indicativa <strong>de</strong> estenosis hemodinámicamente significativa.<br />

c) Test <strong>de</strong> hiperemia: <strong>de</strong>scensos superiores a 50 mmHg a <strong>los</strong> 60 s tras la inyección<br />

confirman la existencia <strong>de</strong> lesiones hemodinámicamente significativas.<br />

Determinados factores relacionados con las características <strong>de</strong>l catéter pue<strong>de</strong>n<br />

aportar valores inferiores a <strong>los</strong> reales. Esta <strong>de</strong>presión es inversamente proporcional<br />

a la tercera potencia <strong>de</strong>l radio <strong>de</strong>l catéter y a su longitud.<br />

Pue<strong>de</strong> aparecer sobrepresión cuando se utiliza un catéter <strong>de</strong> pequeño calibre.<br />

La sensibilidad <strong>de</strong> este método es <strong>de</strong>l 90-95 % cuando <strong>los</strong> valores <strong>de</strong> referencia<br />

son <strong>los</strong> basales pre y postestenótico, <strong>de</strong>scendiendo al 70 % cuando es con referencia<br />

a la presión en la arteria radial.<br />

No existen suficientes datos publicados para establecer una fiabilidad en el test<br />

<strong>de</strong> hiperemia.<br />

Métodos indirectos<br />

Índice <strong>de</strong> pulsatibilidad<br />

En la arteria femoral común, la curva <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong> flujo arterial registrada<br />

mediante el método Doppler bidireccional presenta la morfología trifásica <strong>de</strong>scrita.<br />

En situación basal, estenosis inferiores al 70 % <strong>de</strong>l diámetro uniplanar angiográfico<br />

en el eje ilíaco cursan con limitadas modificaciones en el IP y pue<strong>de</strong>n por<br />

tanto pasar <strong>de</strong>sapercibidas. Estenosis superiores lo modifican básicamente en función<br />

<strong>de</strong> una disminución <strong>de</strong> la velocidad máxima sistólica, mientras que afectan<br />

en grado mínimo la velocidad máxima diastólica.<br />

No obstante, y como se ha señalado, estenosis hemodinámicamente significativas<br />

en situación dinámica en el sector femoral afectan fundamentalmente esta<br />

última.<br />

Por este motivo comporta un menor margen <strong>de</strong> error tomar como referencia<br />

el IP diferencial en el trazado <strong>de</strong> la arteria femoral común antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l esfuerzo<br />

(fig. 12 a y b).<br />

En la correlación <strong>de</strong> este IP diferencial y la imagen uniplanar angiográfica,<br />

hemos podido establecer cuatro categorías (tabla 4).<br />

En situaciones <strong>de</strong> claudicación intermitente y enfermedad aortoilíaca aislada,<br />

y tomando como discriminativo un diferencial <strong>de</strong> IP <strong>de</strong> 4, la sensibilidad y especificidad<br />

son superiores al 90 %.<br />

No obstante, cuando existen lesiones asociadas en el sector femoropoplíteo,<br />

la especificidad se reduce a menos <strong>de</strong>l 50 %.


26 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

(a)<br />

(b)<br />

FIGURA 12. Registro <strong>de</strong> curvas<br />

velocimétricas Doppler<br />

bidireccional en la arteria<br />

femoral común. Los superiores<br />

correspon<strong>de</strong>n a <strong>los</strong> basales y <strong>los</strong><br />

inferiores con posterioridad al<br />

test <strong>de</strong> esfuerzo en<br />

claudicómetro (a). Obsérvese el<br />

cambio <strong>de</strong> morfología en estos<br />

últimos: en el correspondiente<br />

a la arteria femoral común<br />

<strong>de</strong>recha, afectado por una<br />

estenosis en la arteria ilíaca<br />

común (b), se observa una<br />

modificación <strong>de</strong> la morfología<br />

<strong>de</strong> la curva —<strong>de</strong> trifásica a<br />

monofásica—y la disminución<br />

<strong>de</strong> la VMS. En el correspondiente<br />

a la izquierda, libre <strong>de</strong> lesión<br />

proximal, la morfología <strong>de</strong> la<br />

curva se mantiene y la VMS<br />

se incrementa.<br />

TABLA 4.<br />

Grado <strong>de</strong> estenosis<br />

<strong>de</strong> la arteria ilíaca<br />

Diferencia IP antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l esfuerzo<br />

% Aumento Reducción p<br />

A 0-20 2,4 ± 0,7 ns<br />

B 21-50 1,8 ± 0,3 ns<br />

C 51-75 8,4 ± 0,2 < 0,001<br />

D 76-99 1,3 ± 0,04 < 0,01<br />

En conclusión, valores patológicos <strong>de</strong> este rango tienen un escaso valor predictivo<br />

<strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> lesión en el sector aortoilíaco cuando éstas se asocian a lesiones<br />

en el sector femoropoplíteo.<br />

Pero cuando es normal, excluye la existencia <strong>de</strong> éstas.<br />

Gradientes <strong>de</strong> tensión por velocimetría Doppler<br />

Se basa en el principio <strong>de</strong> Bernouilli, que establece que la energía en el interior<br />

<strong>de</strong> una arteria permanece constante entre dos puntos.<br />

Como se ha <strong>de</strong>scrito en el capítulo 1, página 12 <strong>de</strong>l tomo I, esta energía (E) pue<strong>de</strong><br />

simplificarse en las variables <strong>de</strong> presión (P) y velocidad (V):<br />

E = P + V = k (1)<br />

Por tanto, y a una presión sistémica constante, el gradiente tensional (GT) entre<br />

dos puntos P1 y P2 <strong>de</strong>l interior <strong>de</strong> una arteria pue<strong>de</strong> expresarse como:<br />

GT = P1 – P2 = (V1 – V2) (2)


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

27<br />

De don<strong>de</strong>:<br />

– V1 es igual a la velocidad máxima sistólica en la estenosis (VMS1).<br />

– V2 es igual a la velocidad máxima sistólica en el segmento proximal a ésta (VMS2).<br />

Por tanto, sustituyendo en la ecuación (2) V1 y V2 por estos valores:<br />

GT = 4 (VMS estenosis – VMS preestenosis)<br />

Interpretación <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados: valores iguales o superiores a 2,5 son indicativos<br />

<strong>de</strong> estenosis hemodinámicamente significativas.<br />

Relación <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s<br />

Coffi et al. han propuesto recientemente para el estudio <strong>de</strong> la “estenosis ilíaca<br />

límite”, en cuanto a su significado hemodinámico, la relación posthiperemia inducida<br />

entre la VMS y VMD en <strong>los</strong> segmentos pre y postestenóticos.<br />

Estos autores consi<strong>de</strong>ran tres situaciones diversas <strong>de</strong> estenosis en el sector<br />

ilíaco en función <strong>de</strong> la relación entre la VMS en la estenosis (VMSe) y la pre o<br />

postestenótica (VMSn) calculadas mediante Duplex y en situación basal. Una<br />

ratio VMSe/VMSn inferior a 1,5 sería indicativa <strong>de</strong> una lesión mínima, y una ratio<br />

igual o superior a 3,5 lo sería <strong>de</strong> una lesión crítica. La franja entre 1,5 y 3,5 la consi<strong>de</strong>ran<br />

como “<strong>de</strong> lesión límite”, y para su valoración establecen el incremento en<br />

términos absolutos <strong>de</strong> la VMSe tras el esfuerzo. Concluyen que cuando éste es<br />

igual o superior a 1,4 metros por segundo con referencia a la basal, la estenosis<br />

tiene carácter hemodinámicamente significativo. Este estudio presenta una sensibilidad<br />

<strong>de</strong>l 93 %, un valor predictivo positivo <strong>de</strong>l 93 % y predictivo negativo <strong>de</strong>l<br />

87 %.<br />

B) SECTOR FEMOROPOPLÍTEO<br />

Índices <strong>de</strong> tensión<br />

Se ha indicado que <strong>los</strong> valores normales <strong>de</strong> <strong>los</strong> IT en la extremidad inferior son<br />

<strong>de</strong> 1,10 a nivel maleolar, 1,20 a nivel infracondíleo y 1,35 a nivel supracondíleo.<br />

Valores inferiores hasta en un 15 % a <strong>los</strong> señalados son consi<strong>de</strong>rados normales.<br />

El criterio <strong>de</strong> patología en este sector se establece a partir <strong>de</strong> un diferencial <strong>de</strong><br />

0,30 entre <strong>los</strong> IT sucesivos (fig. 13 a y b).<br />

C) LESIONES COMBINADAS<br />

Finalmente, y como ya se ha comentado, la mayor dificultad diagnóstica y <strong>de</strong><br />

estrategia revascularizadora se presenta en el momento <strong>de</strong> establecer el significado<br />

hemodinámico <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las lesiones cuando ambos sectores arteriales se<br />

hallan afectados. En estas situaciones, se ha propuesto la interrelación <strong>de</strong>l IP <strong>de</strong>ter-


28 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

(a)<br />

(b)<br />

FIGURA 13. Registro <strong>de</strong> índices<br />

tensionales: indicativos <strong>de</strong><br />

mo<strong>de</strong>rada afectación<br />

hemodinámica en el sector<br />

femoropoplíteo <strong>de</strong>recho (a)<br />

e importante en ambas<br />

extremida<strong>de</strong>s (b).<br />

minado en la arteria femoral común y <strong>de</strong>l IT supracondíleo como variable <strong>de</strong> referencia.<br />

Cuando existe obliteración en el sector femoropoplíteo, el primer segmento <strong>de</strong><br />

la arteria poplítea se comporta como colector <strong>de</strong> reentrada <strong>de</strong> la circulación colateral.<br />

Por tanto, el IT supracondíleo constituye un índice <strong>de</strong> referencia <strong>de</strong> la repercusión<br />

<strong>de</strong> la hemodinámica <strong>de</strong>l sector ilíaco sobre él.<br />

Si ésta no se halla afectada, el valor esperado <strong>de</strong> IT supracondíleo varía entre<br />

0,60 y el 0,70.<br />

Por otro lado, la variable <strong>de</strong> referencia en cuanto a lesiones hemodinámicas en<br />

el sector ilíaco lo constituye el valor diferencial <strong>de</strong>l IP antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l esfuerzo<br />

en la arteria femoral común.<br />

Tomando en consi<strong>de</strong>ración ambas variables y sobre la base <strong>de</strong> estudios clínicos<br />

en <strong>los</strong> que se ha correlacionado el resultado postoperatorio —clínico y hemodinámico—<br />

en situaciones <strong>de</strong> lesiones combinadas en ambos sectores, hemos podido<br />

establecer <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> revascularización indicados en la tabla 5.<br />

TABLA 5.<br />

IT supracondíleo<br />

Diferencia <strong>de</strong> IP basal/IP tras el ejercicio en la arteria<br />

femoral común<br />

1,71 ± 1,68 3,77 ± 2,43<br />

< 0,65-0,70 Revascularización no necesaria Revascularización sector ilíaco<br />

> 0,65-0,70 Revascularización Revascularización<br />

sector femoropoplíteo<br />

ambos sectores


EXPLORACIÓN FUNCIONAL HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÓNICA<br />

29<br />

Bibliografía<br />

Allard L, Cloutier G, Durand LG.<br />

Limitations of ultrasonic duplex scanning<br />

for diagnostic lower limb arterial stenoses<br />

in the pressure of adjacent segment disease.<br />

J Vasc Surg 1993;9:650-7.<br />

Baker JD. Aorto-Iliac Haemodynamic. En:<br />

Clínicas Quirúrgicas <strong>de</strong> Norteamérica.<br />

1990;1:31-40.<br />

Bridges RA, Barnes RW. Segmental limb<br />

pressures. En: Kempczinski RF, Yao JSTC,<br />

editores. Practical Noninvasive Vascular<br />

Diagnosis, 2.ª ed. Chicago: Year Book; 1987.<br />

p. 112-26.<br />

Campbell WB, Fletcher EL, Hands LJ.<br />

Assessment of the distal lower limb arteries:<br />

a comparison of arteriography and<br />

Doppler ultrasound. Ann E Coll Surg Engl<br />

1986;68:37-9.<br />

Coffi SB, Ubbink DT, Zwiers I, Van Gurp<br />

JA,Legemate DA. Improved assessment of<br />

the hemodynamic significance of<br />

bor<strong>de</strong>rline iliac stenoses with use of<br />

hyperaemic duplex scanning. J Vasc Surg<br />

2002;36:575-80.<br />

De Smet A, Tetteroo E, Moll FL and the<br />

Dutch Iliac Stent Trial Study Group. Non<br />

invasive evaluation before and after<br />

percutaneous therapy of iliac artery<br />

stenoses: the value of the Bernoullipredicted<br />

pressure gradient. J Vasc Surg<br />

2000;32:153-9.<br />

Edwards JM, Coldwell DM. The role of<br />

duplex scanning in the selection of patients<br />

for transluminal angioplasty. J Vasc Surg<br />

1991;13:69-74.<br />

Elsman BH, Legemate DA, Vos HJ, Mali<br />

WP, Eikelboom BC. Hypaeremic colour<br />

duplex scanning for the <strong>de</strong>tection of<br />

aortoiliac stenoses. A comparative study<br />

with intraarterial pressure measurement.<br />

Eur J Vasc Endovasc Surg 1997;14:462-7.<br />

Kohler T, Andros G, Porter J, Clowes A,<br />

Goldstone J, et al. ¿Podrá la exploración<br />

duplex reemplazar a la arteriografía en el<br />

estudio <strong>de</strong> la enfermedad arterial <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

miembros inferiores? Ann Cir Vasc 1990;<br />

4(3):280-7.<br />

Leng GC, Whyman MR, Donan PT,<br />

Ruckley CV, Gillespie I, et al. Accuracy and<br />

reproducibility of duplex ultrasonography<br />

in grading femoropopliteal stenoses. J Vasc<br />

Surg 1993;17:510-7.<br />

Marinel·lo J. Criterios hemodinámicos en la<br />

indicación <strong>de</strong> revascularización <strong>de</strong>l sector<br />

ilíaco y fémoro-poplíteo. Tesis Doctoral.<br />

Marinel·lo J. Criterios hemodinámicos en la<br />

indicación <strong>de</strong> revascularización <strong>de</strong>l Sector<br />

Ilíaco y Fémoro-Poplíteo. En: Jurado<br />

Grau J, editor. Exploración hemodinámica<br />

en angiología y cirugía vascular. Barcelona:<br />

1980. p. 95-110.<br />

Marinel·lo J, Alós J, Carreño P, Esta<strong>de</strong>lla B.<br />

Valoración <strong>de</strong>l Grado <strong>de</strong> estenosis y<br />

funcionalidad. En: Fernán<strong>de</strong>z Valenzuela V,<br />

editor. Cirugía endovascular <strong>de</strong> las lesiones<br />

obliterantes <strong>de</strong>l sector aorto-ilíaco.<br />

Barcelona: Uriach & Cia SA edic.; 2001.<br />

p. 123-9.<br />

Persson AV, Gibbons G, Griffey S.<br />

Noninasive evaluation of the aorto-iliac<br />

segment. J Cardiovasc Surg 1981;22:539-44.<br />

Reddy DJ, Vicent GS, McPharlin P, et al.<br />

Limitations of femoral artery pulsatibility<br />

in<strong>de</strong>x with aorto-iliac stenosis: An<br />

experimental study. J Vasc Surg 1986;4:<br />

327-33.<br />

Sherman CP, Gwynn Br, Curran F,<br />

Gannon MX, Simms MH. Non invasive<br />

femoropopliteal assessment: is that<br />

angiogram really necessary? Br Med J 1986;<br />

293:1086-9.<br />

Skidmore R, Woodcock JP. Physiological<br />

interpretation of Doppler-shift waweforms.<br />

Validation of the Laplace transform<br />

method for characterization of the<br />

common femoral blodd-velocity/time<br />

waweform. Med Biol 1980;6:219-25.


30 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Sumner DS. Mercury strain-gauge<br />

plethysmography. En: Bernstein EF, editor.<br />

Noninvasive diagnostic techniques in<br />

vascular disease. St. Louis, Missouri: CV<br />

Mosby Company; 1982.<br />

Ubbink DTh, Fidler M, Legemate DA.<br />

Interobserver variability in aortoiliac and<br />

femoropopliteal duplex scanning. J Vasc<br />

Surg 2001;33:540-5.


II<br />

2.<br />

Exploración hemodinámica<br />

en la isquemia crítica<br />

1. Gradientes tensionales<br />

Presión transcutánea <strong>de</strong> oxígeno


33<br />

Exploración hemodinámica<br />

en la isquemia crítica<br />

La isquemia crítica se <strong>de</strong>fine por criterios clínicos —úlcera, necrosis, dolor en<br />

reposo— y hemodinámicos.<br />

Se han propuesto diversos estudios basados en <strong>exploracion</strong>es funcionales hemodinámicas<br />

para <strong>de</strong>terminar esta situación clínica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la vertiente hemodinámica.<br />

Básicamente, <strong>los</strong> basados en gradientes <strong>de</strong> presión y en la presión transcutánea<br />

<strong>de</strong> oxígeno.<br />

1. GRADIENTES TENSIONALES<br />

La presión absoluta tiene mayor valor que el índice maléolo/brazo.<br />

El dolor <strong>de</strong> etiología isquémica en reposo se estima improbable con presiones<br />

a nivel maleolar superiores a 50 mmHg, aunque algunos autores mantienen que<br />

en <strong>los</strong> enfermos diabéticos el margen es <strong>de</strong> 80 a 50 mmHg.<br />

En todo caso, presiones inferiores a éstas se correlacionan con elevada probabilidad<br />

<strong>de</strong> que lesiones en el pie no cicatricen <strong>de</strong> manera espontánea.<br />

La medición <strong>de</strong> la presión digital se realiza mediante la colocación <strong>de</strong> brazales<br />

apropiados a nivel <strong>de</strong> la falange proximal.<br />

Se utiliza el anillo <strong>de</strong> mercurio para valorar la reaparición <strong>de</strong> curva pletismográfica.<br />

La presión digital media normal es <strong>de</strong> 5 a 10 mmHg inferior a la braquial.<br />

Una presión digital <strong>de</strong> 30 mmHg se ha consi<strong>de</strong>rado como el umbral <strong>de</strong> dolor<br />

en reposo, y se ha correlacionado con la sintomatología.<br />

En cuanto a la viabilidad <strong>de</strong> cicatrización, se acepta que <strong>los</strong> 50 mmHg constituyen<br />

un criterio predictivo positivo <strong>de</strong>l 100 % <strong>de</strong> cicatrización primaria.<br />

2. PRESIÓN TRANSCUTÁNEA DE OXÍGENO<br />

La presión transcutánea <strong>de</strong> oxígeno (TTCO 2 ) es un estudio indirecto <strong>de</strong> la perfusión<br />

arterial tisular y establece una aceptable correlación con la presión arterial<br />

en la extremidad.


34 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 1. Sensor <strong>de</strong> TTCO 2 .<br />

FIGURA 2. Curvas <strong>de</strong> TTCO 2 .<br />

Utiliza un electrodo sensor a una temperatura <strong>de</strong> 43 °C que<br />

provoca una hiperemia cutánea (véase tomo I, pág. 107) (fig. 1).<br />

Dada la variabilidad <strong>de</strong> la medición en términos absolutos,<br />

la metodología comporta la comparación entre la TTCO 2 entre<br />

la zona subclavia y la zona a estudiar <strong>de</strong> la extremidad inferior<br />

(índice <strong>de</strong> perfusión regional —IPR— <strong>de</strong> Hauser). La morfología<br />

<strong>de</strong> la curva TTCO 2 presenta una variabilidad importante<br />

aun en extremida<strong>de</strong>s con índices tensionales no alterados. Entre<br />

otras variables, <strong>los</strong> cambios posturales se han i<strong>de</strong>ntificado como<br />

la causa más frecuente <strong>de</strong> esta variabilidad. Al pasar <strong>de</strong> una postura<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito a bipe<strong>de</strong>stación, la TTCO 2 experimenta un incremento<br />

y si a continuación se realiza un ejercicio muscular en las<br />

extremida<strong>de</strong>s con una perfusión arterial correcta, se mantiene<br />

estable o experimenta una elevación mo<strong>de</strong>rada (fig. 2 a). No obstante,<br />

en situación clínica <strong>de</strong> isquemia, <strong>de</strong>terminada por un IT<br />

maleolar inferior a 0,50, el ejercicio muscular comporta una caída<br />

<strong>de</strong> su valor, que se incrementa <strong>de</strong> manera acusada al colocar<br />

la extremidad en <strong>de</strong>cúbito (fig. 2 b). Se consi<strong>de</strong>ra que cuando<br />

ésta es igual o superior a 55-60 mmHg con respecto a <strong>los</strong> valores<br />

basales, aparece dolor en reposo.<br />

En ausencia <strong>de</strong> isquemia, no se observan gradientes diferenciales en la TTCO 2<br />

en la misma extremidad en situación basal.<br />

En ejercicio, se observa una mo<strong>de</strong>rada elevación y un <strong>de</strong>scenso cuando el enfermo<br />

adopta la posición <strong>de</strong> <strong>de</strong>cúbito.<br />

En presencia <strong>de</strong> lesiones hemodinámicamente significativas, se observa un<br />

importante <strong>de</strong>scenso en esta última fase (fig. 2 a y b).<br />

No obstante, la utilidad <strong>de</strong> la TTCO 2 radica en la valoración pronóstica <strong>de</strong> las<br />

lesiones en la fase <strong>de</strong> isquemia crítica y en la viabilidad <strong>de</strong> la amputación menor.<br />

En ausencia <strong>de</strong> infección, que incrementa el metabolismo en la zona, se acepta<br />

que una TTCO 2 igual o superior a 35 mmHg indica un buen pronóstico <strong>de</strong> cicatrización.<br />

(a)<br />

(b)


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA EN LA ISQUEMIA CRÍTICA<br />

35<br />

Bibliografía<br />

Byrne P, Provan JL, Ameli FM, et al. The<br />

use of transcutaneous oxygen tension<br />

measurement in the diagnosis of peripheral<br />

vascular insufficiency.<br />

Ann Surg 1984;200:159-62.<br />

Lusiana L, Visona A, Nicolin P.<br />

Transcutaneous oxygen tension (TcPO2)<br />

measurement as a diagnostic tool in<br />

patients with peripheral vascular disease.<br />

Angiology 1988;39:873-80.<br />

McDowell JW, Teasley A, Vasconce<strong>los</strong> R.<br />

Follow-up evaluation of transcutaneous<br />

PO2 monitoring before and after adult<br />

exercise testing. Resp Care 1981;26:963-5.<br />

Oghi S, Ito K. Continuous oxygen tension<br />

measurement of transcutaneous oxygen<br />

tension in stress test in claudicants and<br />

normals. Angiology 1986;37:27-35.<br />

Zierler RE, Sumner DS. Physiologic<br />

Assesment of Peripheral Arterial Occlusive<br />

Disease. En: Rutherford RB, editor. Vascular<br />

surgery. Phila<strong>de</strong>lphia: WB Saun<strong>de</strong>rs<br />

Company; 1995.


III<br />

Exploración hemodinámica<br />

en cirugía revascularizadora<br />

1. Medidas <strong>de</strong> presión<br />

2. Análisis <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s<br />

3. Relación <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s


39<br />

Exploración hemodinámica en cirugía<br />

revascularizadora<br />

El estudio hemodinámico se ha mostrado efectivo en la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> “injertos<br />

en riesgo <strong>de</strong> oclusión” (failing graft).<br />

Como tales se <strong>de</strong>finen aquel<strong>los</strong> injertos funcionantes que presentan una disminución<br />

<strong>de</strong> su pulsatibilidad y caudal.<br />

La metodología seguida se fundamenta en:<br />

1. Medidas <strong>de</strong> presión en la extremidad.<br />

2. Análisis espectral <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong> flujo en el injerto.<br />

1. MEDIDAS DE PRESIÓN<br />

Se acepta que una disminución superior a 0,15-0,20 en el índice tobillo/brazo<br />

entre dos controles postoperatorios es indicativa <strong>de</strong> una estenosis hemodinámicamente<br />

significativa a nivel <strong>de</strong>l injerto o <strong>de</strong> sus sectores proximal o distal.<br />

Mayor sensibilidad aporta el índice tobillo/brazo dinámico (ITBD), que se basa<br />

en el comportamiento <strong>de</strong> la presión arterial sistólica distal al injerto con posterioridad<br />

a la inducción <strong>de</strong> una hiperemia.<br />

Ésta pue<strong>de</strong> realizarse mediante el test <strong>de</strong> esfuerzo o la inyección <strong>de</strong> sulfato <strong>de</strong><br />

papaverina.<br />

Descensos superiores a 0,20 son interpretados como indicativos <strong>de</strong> estenosis<br />

hemodinámicamente significativas.<br />

El ITBD tiene un bajo valor predictivo positivo (11 %), pero un consi<strong>de</strong>rable<br />

valor predictivo negativo (99 %).<br />

2. ANÁLISIS DE VELOCIDADES<br />

La velocidad y el caudal <strong>de</strong> flujo arterial en el interior <strong>de</strong> un injerto son variables<br />

<strong>de</strong>pendientes <strong>de</strong>l gradiente <strong>de</strong> presión en éste, que a su vez <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la longitud<br />

y <strong>de</strong>l diámetro <strong>de</strong>l injerto (tabla 1).<br />

En <strong>los</strong> injertos infrainguinales realizados mediante vena, se acepta con criterio<br />

general que velocida<strong>de</strong>s máximas sistólicas (VMS) inferiores a 45 cm/s constituyen<br />

“injertos con bajo débito” y que su riesgo <strong>de</strong> oclusión es elevado.


40 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

TABLA 1.<br />

Diámetro (mm)<br />

A. Injerto aortofemoral (longitud, 20 cm)<br />

Débito arterial (cc/min)<br />

300 500 1.500 3.000<br />

Gradiente <strong>de</strong> presión mínimo<br />

10 0,1 0,2 0,5 1,1<br />

7 0,5 0,7 2,2 4,5<br />

6 0,8 1,4 4,1 8,3<br />

Diámetro (mm)<br />

B. Injerto femoropoplíteo (longitud, 40 cm)<br />

Débito arterial (cc/min)<br />

50 150 300 500<br />

Gradiente <strong>de</strong> presión mínimo<br />

6 0,3 0,8 1,7 2,8<br />

5 0,6 1,7 3,4 5,7<br />

4 1,4 4,2 8,4 13,9<br />

Diámetro (mm)<br />

C. Injerto femorotibial (longitud, 80 cm)<br />

Débito arterial (cc/min)<br />

50 100 150 200<br />

Gradiente <strong>de</strong> presión mínimo<br />

6-4 1,3 2,6 3,9 5,2<br />

5-3 3,5 6,9 10,4 13,8<br />

4-2 13 26 39 52<br />

Gradiente <strong>de</strong> presión mínimo para asegurar débitos arteriales en el interior <strong>de</strong> un injerto en función<br />

<strong>de</strong> su longitud y diámetro.<br />

Summer DS. Hemodynamics of abnormal blood flow. En: Veith FJ, Hobson RW, Williams RA, Wilson<br />

SE, editores. Vascular surgery. Principles and practice. New York: McGraw-Hill; 1987. p. 51-70.<br />

No obstante, el valor predictivo positivo <strong>de</strong> obliteración <strong>de</strong> este parámetro es<br />

bajo, en función <strong>de</strong> varios motivos:<br />

– La variabilidad <strong>de</strong> caudal expuesta en función <strong>de</strong>l diámetro.<br />

–Del sector arterial don<strong>de</strong> se haya realizado la anastomosis distal <strong>de</strong>l injerto. En<br />

este sentido, la VMS se incrementa cuanto más cerca <strong>de</strong>l pie sea ésta.<br />

Por ello, el seguimiento <strong>de</strong> un injerto <strong>de</strong>be contemplar su valoración mediante<br />

Duplex que permita análisis <strong>de</strong> su morfología y <strong>de</strong> <strong>los</strong> parámetros hemodinámicos.<br />

Las estenosis hemodinámicamente significativas pue<strong>de</strong>n cursar con tres patrones:<br />

a) Tipo 1. Curva <strong>de</strong> análisis espectral bifásica. Caída <strong>de</strong> la VMS > 30 cm/s con referencia<br />

a <strong>exploracion</strong>es previas.<br />

b) Tipo 2. Curva monofásica. Caída <strong>de</strong> la VMS < 45 cm/s.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA EN CIRUGÍA REVASCULARIZADORA<br />

41<br />

c) Tipo 3. Curva bifásica <strong>de</strong> baja amplitud que indica un flujo <strong>de</strong> vaivén en el interior<br />

<strong>de</strong>l injerto (onda en estacato). Basándose en la valoración <strong>de</strong> las velocida<strong>de</strong>s<br />

máxima y mínima sistólicas <strong>de</strong> la ratio <strong>de</strong> la primera en el sector estenosado<br />

con respecto al adyacente superior y <strong>de</strong> la diferencia <strong>de</strong>l índice<br />

tobillo/brazo entre dos controles consecutivos, Ferris et al. han estratificado en<br />

cuatro categorías el riesgo <strong>de</strong> obliteración (tabla 2).<br />

TABLA 2.<br />

Categoría Valoración hemodinámica Criterio predictivo <strong>de</strong> oclusión<br />

Velocidad máxima Ratio Velocidad mínima Diferencia índice<br />

sistólica VMS sistólica tobillo/brazo<br />

1 > 300 cm/s > 3,5 < 45 cm/s > 0,15 Máximo riesgo<br />

2 > 300 cm/s > 3,5 > 45 cm/s < 0,15 Elevado riesgo<br />

3 > 200 cm/s > 2,0 > 45 cm/s < 0,15 Riesgo intermedio<br />

4 < 200 cm/s < 2,0 > 45 cm/s < 0,15 Riesgo bajo<br />

El análisis espectral <strong>de</strong> la velocidad es la variable <strong>de</strong> elección para valorar el flujo<br />

en zonas <strong>de</strong> estenosis.<br />

Se analizan las velocida<strong>de</strong>s máxima sistólica (VMS) proximal (VMS1) y distal<br />

(VMS2) a la estenosis.<br />

Con criterio general se acepta que estenosis superiores al 70 % <strong>de</strong> la luz cursan<br />

con velocida<strong>de</strong>s diastólicas superiores a 100 cm/s y son predictivas <strong>de</strong> oclusión.<br />

No obstante, la VMS, como ya se ha comentado, varía en circunstancias <strong>de</strong> normalidad<br />

en función <strong>de</strong>l calibre <strong>de</strong>l injerto utilizado.<br />

3. RELACIÓN DE VELOCIDADES<br />

Aporta una mayor fiabilidad que el anterior, ya que es in<strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong> variables<br />

como el gasto cardíaco, el diámetro <strong>de</strong>l injerto o <strong>de</strong> las resistencias distales.<br />

Se basa, como el anterior, en la interrelación <strong>de</strong> la VMS en la estenosis y en el<br />

sector preestenótico —VMS2 y VMS1 respectivamente—, pero introduce como<br />

nueva variable la velocidad máxima diastólica (VMD) proximal a ésta como expresión<br />

<strong>de</strong>l incremento <strong>de</strong> resistencia al flujo causado por la estenosis.<br />

Cuando esta relación es superior a 2, es indicativo <strong>de</strong> estenosis superiores al<br />

50 %. Valores iguales o superiores a 3 indican estenosis críticas (> 70 %).<br />

Por ello se han <strong>de</strong>scrito cinco grados en función <strong>de</strong> la gravedad <strong>de</strong> la estenosis:<br />

Grado I:<br />

Alteraciones parietales en el interior <strong>de</strong>l injerto sin significado sobre la<br />

VMS y VMD.


42 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Grado II: Estenosis inferiores al 25 %. VMS en la estenosis inferior a 150 cm/s.<br />

Cociente VMS2/ VMS1 inferior a 1,5. Incremento <strong>de</strong> amplitud en la<br />

velocidad máxima diastólica (VMD).<br />

Grado III: Estenosis comprendidas entre el 25 y 50 %. VMS inferior a 150 cm/s.<br />

Cociente VMS2/VMS1 entre 1,5 y 2,5.<br />

Grado IV: Estenosis entre 50 y 75 %. VMS superior a 150 cm/s, cociente<br />

VMS2/VMS1 superior a 2,5.<br />

Grado V: Estenosis superiores al 75 %. VMS superior a 300 cm/s. Cociente<br />

VMS2/VMS1 superior a 3,5. Velocidad diastólica máxima superior a<br />

100 cm/s.<br />

La sensibilidad y el valor predictivo <strong>de</strong> estas pruebas varía según se trate <strong>de</strong><br />

injertos venosos o prótesis. En <strong>los</strong> primeros se acepta que la sensibilidad se sitúa<br />

en el 75 %, y el valor predictivo positivo en el 80 %, mientras que en <strong>los</strong> protésicos<br />

disminuyen al 25 y 61 % respectivamente.<br />

Bibliografía<br />

Acin F, Guilleuma J, DeBenito L, March JR.<br />

Injertos en riesgo. En: Vidal Barraquer F,<br />

editor. Reintervenciones en cirugía arterial.<br />

Barcelona: J. Uriach y Cia; 1996. p. 83-90.<br />

Bandyk DF, Kaebninck HW, Bergamini<br />

TM. Haemodynamics of in situ vein<br />

arterial by-pass. Ann Surg 1988;123:477-81.<br />

Ferris BL, Mills JL, Hughes JD, Durrani T,<br />

Knox R. Is early postoperative duplex scan<br />

surveillance of leg by-pass grafts clinically<br />

important? J Vasc Surg 2003;37:495-500.<br />

Gahtan V, Payne LP, Roper LD, Mills JL,<br />

Jackson MM, et al. Duplex criteria for<br />

predicting progression of vein graft lesions:<br />

which stenoses can be followed? J Vasc<br />

Technol 1995;19:211-15.<br />

Idu M, Blankenstein JD, DeGier P, Truyen<br />

E, Buth J. Impact of a color-flow duplex<br />

surveillance program of infrainguinal vein<br />

graft patency: a five year experience. J Vasc<br />

Surg 1993;17:42-9.<br />

Nielsen TG. Natural history of<br />

infrainguinal vein bypass stenoses: early<br />

lesions increase the risk of thrombosis. Eur<br />

J Vasc Endovasc Surg 1996;12:60-4.<br />

Rosendo A, Encisa JM, Fernán<strong>de</strong>z Mariño<br />

D, Ballester A, Torron B. Estudio<br />

comparativo <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos <strong>de</strong><br />

seguimiento. En: Cairols Castellote M,<br />

editor. Reintervenciones en el sector<br />

fémoro-poplíteo y distal. Barcelona:<br />

J. Uriach y Cia; 2000. p. 67-73.


IV<br />

Exploración hemodinámica<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos<br />

1. Introducción<br />

2. Problemas metodológicos<br />

3. Indicaciones <strong>de</strong> la exploración<br />

4. Técnicas <strong>de</strong> exploración<br />

5. Conclusiones


45<br />

Exploración hemodinámica<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos<br />

1. INTRODUCCIÓN<br />

La isquemia cerebrovascular, en cualquiera <strong>de</strong> sus múltiples manifestaciones<br />

clínicas, constituye una entidad frecuente en neurología que inci<strong>de</strong>, en ocasiones,<br />

en el campo <strong>de</strong> la angiología, cirugía vascular y endovascular.<br />

El hecho <strong>de</strong> que un porcentaje no <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñable <strong>de</strong> estos pacientes presenten lesiones<br />

en la porción extracraneal <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos, susceptible <strong>de</strong> corrección<br />

quirúrgica, ha originado un enorme interés en la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> <strong>los</strong> enfermos<br />

portadores <strong>de</strong> dicha patología.<br />

Como quiera que la exploración clínica no ofrece un excesivo grado <strong>de</strong> precisión,<br />

sobre todo en las lesiones <strong>de</strong> la bifurcación carotí<strong>de</strong>a, y que por otro lado la<br />

exploración angiográfica si bien es sumamente precisa constituye una técnica invasiva,<br />

cara y no exenta <strong>de</strong> complicaciones, se ha <strong>de</strong>sarrollado un conjunto <strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es<br />

conocidas con el nombre <strong>de</strong> técnicas no invasivas que preten<strong>de</strong>n una doble<br />

finalidad: el screening no cruento <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con patología extracraneal, así<br />

como la valoración morfológica y hemodinámica <strong>de</strong> las lesiones vasculares y su<br />

grado <strong>de</strong> compensación.<br />

El alto grado <strong>de</strong> sofisticación <strong>de</strong> estas técnicas ha permitido el diagnóstico <strong>de</strong><br />

lesiones cada vez menores, compitiendo ventajosamente con la arteriografía en<br />

<strong>de</strong>terminados territorios, como la bifurcación carotí<strong>de</strong>a. Así, po<strong>de</strong>mos consi<strong>de</strong>rar<br />

que una <strong>de</strong> estas técnicas, la eco-Doppler, ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> ser únicamente un procedimiento<br />

<strong>de</strong> screening en patología carotí<strong>de</strong>a para convertirse en muchas ocasiones<br />

en una técnica <strong>de</strong> “diagnóstico suficiente” para abordar el tratamiento <strong>de</strong><br />

dicha patología.<br />

La instrumentación <strong>de</strong> estas técnicas está muy supeditada a la experiencia <strong>de</strong>l<br />

explorador, por lo que es necesario un entrenamiento a<strong>de</strong>cuado <strong>de</strong> éste.<br />

2. PROBLEMAS METODOLÓGICOS<br />

Antes <strong>de</strong> revisar <strong>los</strong> diferentes métodos <strong>de</strong> diagnóstico vascular, en relación con<br />

la circulación cerebral, es importante analizar <strong>los</strong> diferentes problemas metodológicos<br />

basados en su aplicación.


46 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 1. Métodos <strong>de</strong><br />

evaluación <strong>de</strong> la estenosis<br />

carotí<strong>de</strong>as utilizados en el<br />

NASCET, ECST y método<br />

proximal.<br />

ECST<br />

El estudio comparativo <strong>de</strong> estas técnicas se basa en su correspon<strong>de</strong>ncia con la<br />

angiografía <strong>de</strong> contraste; ahora bien, es improbable una buena correlación entre<br />

dos métodos basados en diferentes principios físicos. La angiografía utiliza criterios<br />

anatómicos (la medición <strong>de</strong>l diámetro transverso <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> la arteria). La eco-<br />

Doppler, criterios fisiológicos (<strong>de</strong>tección <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong> flujo) que variarán no<br />

sólo por el calibre <strong>de</strong>l vaso, sino a<strong>de</strong>más por el gasto cardíaco y la resistencia periférica.<br />

En el caso <strong>de</strong> <strong>los</strong> ultrasonidos, las mediciones se modificarán en función <strong>de</strong> la<br />

morfología <strong>de</strong> las lesiones (longitud y simetría), in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> su grado<br />

<strong>de</strong> estenosis. El hecho <strong>de</strong> ser una técnica explorador <strong>de</strong>pendiente y las diferentes<br />

características técnicas <strong>de</strong> <strong>los</strong> equipos utilizados son variables que pue<strong>de</strong>n alterar<br />

<strong>los</strong> resultados obtenidos.<br />

En el caso <strong>de</strong> la angiografía, la proyección utilizada pue<strong>de</strong> no ser la a<strong>de</strong>cuada<br />

para la correcta visualización <strong>de</strong> las lesiones estenosantes. La angiografía presenta<br />

diferencias intraobservador e interobservador, asimismo tien<strong>de</strong> a infravalorar<br />

la importancia <strong>de</strong> las estenosis no existiendo una correlación absoluta con <strong>los</strong> hallazgos<br />

quirúrgicos.<br />

Quizá el aspecto más sorpren<strong>de</strong>nte, en relación con la metodología, sea el <strong>de</strong> la<br />

estandarización <strong>de</strong> <strong>los</strong> procedimientos para el cálculo <strong>de</strong> las estenosis <strong>de</strong> la carótida<br />

interna. Existen dos procedimientos utilizados basados en mediciones angiográficas;<br />

el método usado en el NASCET es diferente al usado<br />

en el ECST. Mientras que el ECST calcula el porcentaje<br />

<strong>de</strong> estenosis en relación con el tamaño <strong>de</strong> un bulbo imaginario<br />

en el lugar <strong>de</strong> la lesión, el NASCET utiliza como<br />

<strong>de</strong>nominador el diámetro <strong>de</strong> la carótida interna postbulbar<br />

don<strong>de</strong> sus pare<strong>de</strong>s son paralelas. Esto establece diferencias<br />

significativas entre uno y otro método (fig. 1).<br />

El hecho <strong>de</strong> que ambos estudios lleguen a las mismas<br />

conclusiones, el beneficio <strong>de</strong> la cirugía sobre el tratamiento<br />

médico en caso <strong>de</strong> estenosis <strong>de</strong> carótida interna<br />

superiores al 70 %, consi<strong>de</strong>rando situaciones diferentes,<br />

no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> aportar un elemento sorpren<strong>de</strong>nte a la cuestión,<br />

ya que una estenosis superior al 70 % en el ECST<br />

equivaldría a una estenosis superior al 50 % <strong>de</strong>l NASCET.<br />

3. INDICACIONES DE LA EXPLORACIÓN<br />

En la tabla 1 se esquematizan las indicaciones <strong>de</strong> la exploración no invasiva<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos. Siendo dicho estudio <strong>de</strong> utilidad fundamental en la<br />

<strong>de</strong>tección <strong>de</strong> lesiones <strong>de</strong> posible tratamiento quirúrgico, se insistirá en practicar la<br />

exploración en <strong>los</strong> pacientes con isquemia cerebral reversible y en <strong>los</strong> casos en que<br />

se <strong>de</strong>tecten sop<strong>los</strong> cervicales. Asimismo, es <strong>de</strong> <strong>de</strong>stacar su interés en el seguimiento<br />

<strong>de</strong> lesiones mo<strong>de</strong>radas <strong>de</strong> carótida interna y en el control postoperatorio<br />

<strong>de</strong> la cirugía carotí<strong>de</strong>a.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

47<br />

TABLA 1. Indicaciones <strong>de</strong>l estudio no invasivo <strong>de</strong> troncos supraaórticos<br />

Ictus transitorios (AIT)<br />

Déficit neurológico isquémico reversible<br />

Ictus establecidos<br />

Síndrome vertebrobasilar<br />

Sop<strong>los</strong> cervicales o supraclaviculares<br />

Alteración en <strong>los</strong> pulsos cervicales o supraclaviculares<br />

Control <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con estenosis mo<strong>de</strong>radas <strong>de</strong> TSA<br />

Control peroperatorio y postoperatorio <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes sometidos a cirugía <strong>de</strong> TSA<br />

TSA: troncos supraaórticos.<br />

4. TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN (tabla 2)<br />

TÉCNICAS PLETISMOGRÁFICAS<br />

El ojo pue<strong>de</strong> proporcionar una imagen microscópica <strong>de</strong> lo que ocurre en las<br />

arterias carótidas y pue<strong>de</strong> utilizarse como una “ventana <strong>de</strong>l cerebro”.<br />

Se han <strong>de</strong>sarrollado varias técnicas en el campo <strong>de</strong> la pletismografía basadas en<br />

el estudio <strong>de</strong> la hemodinámica ocular.<br />

Las variaciones <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong>l globo ocular y su simetría se han utilizado como<br />

técnica <strong>de</strong> estudio en la hemodinámica carotí<strong>de</strong>a. Se utilizaron dos técnicas: la oculopletismografía<br />

<strong>de</strong> Kartchner (fig. 2), que estudiaba el retraso temporal <strong>de</strong> las curvas<br />

pletismográficas oculares, y la <strong>de</strong> Gee, que trataba <strong>de</strong> medir <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> presión<br />

<strong>de</strong> la arteria central <strong>de</strong> la retina.<br />

Una variante <strong>de</strong> las técnicas oculopletismográficas la constituyó la fotopletismografía<br />

supraorbitaria, que valoraba <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> amplitud <strong>de</strong> las curvas <strong>de</strong> la<br />

región supraorbitaria con la compresión <strong>de</strong> diferentes ramas <strong>de</strong> la carótida externa<br />

y carótida primitiva.<br />

Esta técnica obtiene mediante fotosensores registros simultáneos <strong>de</strong> ondas <strong>de</strong><br />

pulso en las zonas supraorbitarias, que son una zona límite <strong>de</strong> red capilar terminal<br />

entre <strong>los</strong> territorios correspondientes a la carótida interna y externa.<br />

Se obtienen <strong>los</strong> registros aplicando compresiones en las ramas <strong>de</strong> la carótida<br />

externa (maxilar facial y temporal), así como en la carótida común, <strong>de</strong> manera que<br />

TABLA 2. Técnicas utilizadas en la exploración no invasiva <strong>de</strong> troncos supraaórticos<br />

Técnicas pletismográficas<br />

Pletismografía <strong>de</strong> Kartchner<br />

Pletismografía <strong>de</strong> Gee<br />

Fotopletismografía supraorbitaria<br />

Técnicas ultrasonográficas


48 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 2. Oculopletismografía<br />

<strong>de</strong> Kartchner: colocación <strong>de</strong> las<br />

copas sobre la superficie corneal<br />

con objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar cambios<br />

<strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> <strong>los</strong> globos<br />

oculares.<br />

FIGURA 3. Esquema <strong>de</strong> la<br />

Doppler <strong>de</strong> emisión continua.<br />

se <strong>de</strong>tecten circuitos <strong>de</strong> circulación colateral anómala<br />

tanto a nivel extracraneal como intracraneal, cuya<br />

presencia está en relación directa con el grado <strong>de</strong> estenosis<br />

carotí<strong>de</strong>a. Ofrece una sensibilidad <strong>de</strong>l 80 % para<br />

estenosis superiores al 75 %.<br />

El conjunto <strong>de</strong> técnicas oculopletismográficas se<br />

asociaba al fonoangiograma cervical, con el fin <strong>de</strong> precisar<br />

el origen extracraneal <strong>de</strong> la enfermedad carotí<strong>de</strong>a.<br />

Si bien en un principio se pensó que estas técnicas<br />

aportarían una información valiosa <strong>de</strong> la hemodinámica<br />

carotí<strong>de</strong>a, en la actualidad se hallan en <strong>de</strong>suso <strong>de</strong>bido<br />

a la dificultad en su instrumentación, así como a su limitada sensibilidad especialmente<br />

en relación con la patología carotí<strong>de</strong>a bilateral.<br />

TÉCNICAS ULTRASONOGRÁFICAS<br />

Doppler continua<br />

Se trata <strong>de</strong> una exploración histórica que tiene aún vali<strong>de</strong>z. Introducida en el<br />

estudio <strong>de</strong> troncos supraaórticos por Planiol y Pourcelot, fue <strong>de</strong>sarrollada posteriormente<br />

por Reggi, Franceschi y Arbeille. La sencillez, rapi<strong>de</strong>z y el bajo coste <strong>de</strong><br />

su instrumentación originaron una gran difusión <strong>de</strong> ésta (fig. 3).<br />

Con todo, <strong>de</strong>be precisarse que la principal dificultad <strong>de</strong> la exploración radica<br />

en su ejecución, ya que es la más subjetiva <strong>de</strong> las <strong>exploracion</strong>es empleadas en el<br />

estudio no invasivo <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos; es necesario un gran entrenamiento<br />

para obtener resultados reproducibles y fiables.<br />

La alta energía <strong>de</strong> la Doppler continua, el no presentar efecto <strong>de</strong> aliasing,<br />

así como la comodidad <strong>de</strong> manejo <strong>de</strong> un transductor tipo lápiz, son sus<br />

principales ventajas. El gran inconveniente es que <strong>de</strong>be <strong>de</strong>tectarse un vaso<br />

que no se ve y por tanto no es posible conocer el ángulo <strong>de</strong> inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong><br />

<strong>los</strong> ultrasonidos con él. Todo ello hace que la exploración tenga un marcado<br />

carácter cualitativo.<br />

En el momento actual algunos autores con experiencia en su manejo la<br />

asocian a la eco-Doppler en la exploración <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos.<br />

Angiografía ultrasónica<br />

Se trataría <strong>de</strong>l primer método <strong>de</strong> sistema <strong>de</strong> imagen basado en la Doppler<br />

pulsada, fue <strong>de</strong>scrito por Hockanson en 1971 y <strong>de</strong>sarrollado por Barnes. La<br />

técnica permite obtener un mapa <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> <strong>los</strong> ejes carotí<strong>de</strong>os que<br />

recuerda groseramente a la angiografía convencional. La asociación al análisis<br />

espectral permite dotar a la técnica <strong>de</strong> una mejor sensibilidad (fig. 4).<br />

Tras la introducción <strong>de</strong> la eco-Doppler, la técnica se halla actualmente<br />

en <strong>de</strong>suso.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

49<br />

Eco-Doppler<br />

La combinación <strong>de</strong> un ecógrafo modo B en tiempo real con<br />

un instrumento <strong>de</strong> ultrasonidos y análisis <strong>de</strong> la señal Doppler<br />

con el propósito <strong>de</strong> estudiar <strong>los</strong> vasos periféricos, ha llegado a<br />

ser conocido como duplex scanning. Esta técnica fue inicialmente<br />

<strong>de</strong>scrita por Barber, <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> Strandness, y <strong>los</strong> primeros<br />

estudios clínicos <strong>de</strong>tallados fueron aportados por Phillips.<br />

Des<strong>de</strong> entonces, la mejora técnica <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> estos instrumentos<br />

ha sido constante, por lo que esta modalidad <strong>de</strong> estudio<br />

se ha convertido en la fundamental <strong>de</strong> la exploración hemodinámica<br />

no invasiva <strong>de</strong> la patología <strong>de</strong> troncos supraaórticos<br />

en la insuficiencia cerebrovascular.<br />

Des<strong>de</strong> su introducción, al amparo <strong>de</strong> <strong>los</strong> progresos constantes<br />

<strong>de</strong> la electrónica y la informática, el perfeccionamiento técnico<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> aparatos utilizados ha sido creciente. De <strong>los</strong> primeros aparatos analógicos,<br />

<strong>de</strong> barrido mecánico, con señal distorsionada, inestable a la temperatura, que ofrecían<br />

sólo un procesamiento parcial <strong>de</strong> la señal, se ha pasado a <strong>los</strong> mo<strong>de</strong>rnos aparatos<br />

digitales, sin distorsión <strong>de</strong> la señal, estables a la temperatura, con procesamiento<br />

amplio <strong>de</strong> la señal, que ofrecen una información completa. Paralelamente,<br />

las mo<strong>de</strong>rnas cerámicas han permitido la construcción <strong>de</strong> transductores multifrecuencia,<br />

<strong>de</strong> banda ancha, lo que combinado con las diferentes modalida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> barridos<br />

electrónicos, sistemas <strong>de</strong> focalización y steering múltiple, ha permitido disponer<br />

<strong>de</strong> una información <strong>de</strong> alta resolución <strong>de</strong> la señal ecográfica.<br />

Por otra parte, en el campo <strong>de</strong> la Doppler pulsada, la introducción <strong>de</strong> <strong>los</strong> sistemas<br />

<strong>de</strong> codificación color y Power Doppler han permitido optimizar la información<br />

<strong>de</strong> las señales recibidas; asimismo, la introducción <strong>de</strong>l CVI establece la<br />

posibilidad <strong>de</strong>l cálculo no invasivo <strong>de</strong> flujos arteriales, con lo que se abre un nuevo<br />

aspecto <strong>de</strong> investigación hemodinámica <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s vasculares.<br />

Finalmente, la introducción <strong>de</strong> <strong>los</strong> ecopotenciadores y la incorporación <strong>de</strong> transductores<br />

capaces <strong>de</strong> captar señales <strong>de</strong> armónicos, la ecografía tridimensional, etc.,<br />

abren nuevos y estimulantes campos <strong>de</strong> investigación futura <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la patología<br />

vascular.<br />

FIGURA 4. Angiografía<br />

ultrasónica combinada con<br />

análisis espectral Doppler.<br />

Instrumentación<br />

Los aparatos <strong>de</strong> eco-Doppler, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el más simple al más sofisticado, incluyen<br />

<strong>los</strong> siguientes aspectos:<br />

– Ecógrafo modo B. Ofrece una imagen en tiempo real, generada a diversas frecuencias<br />

que varían entre 2,25 y 10 mHz. Las frecuencias más altas permiten<br />

mejor resolución pero menor penetrabilidad en el tejido. Debido a lo superficial<br />

<strong>de</strong> la bifurcación carotí<strong>de</strong>a, pue<strong>de</strong>n emplearse en general altas frecuencias.<br />

– Doppler. Asociada al ecógrafo pue<strong>de</strong> tener la señal generada por el mismo cristal<br />

que el empleado por la imagen o por otro. Las frecuencias óptimas para el


50 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

análisis espectral están entre 5 y 10 mHz. Para estos usos se prefieren Doppler<br />

pulsadas pues permiten un “volumen <strong>de</strong> muestra” más pequeño. Para <strong>de</strong>terminar<br />

las características <strong>de</strong> un flujo arterial, el cursor <strong>de</strong>be colocarse en el punto<br />

central <strong>de</strong> la corriente sanguínea.<br />

– Procesamiento <strong>de</strong> la señal Doppler. Consiste en <strong>los</strong> mecanismos apropiados para<br />

el análisis espectral <strong>de</strong>l punto <strong>de</strong>l flujo seleccionado con el cursor.<br />

Técnica<br />

El paciente se colocará en <strong>de</strong>cúbito supino con una ligera extensión <strong>de</strong>l cuello;<br />

el explorador <strong>de</strong>be situarse <strong>de</strong>trás utilizando la mano <strong>de</strong>recha para explorar <strong>los</strong> vasos<br />

cervicales <strong>de</strong>rechos y la izquierda para <strong>los</strong> izquierdos. Se practican secciones<br />

longitudinales y transversales para valorar la longitud, morfología, ecogenicidad<br />

y textura <strong>de</strong> las lesiones estenosantes.<br />

Paralelamente se efectúa el análisis espectral <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las arterias<br />

exploradas, colocando el cursor en el punto central <strong>de</strong> la corriente sanguínea.<br />

El ángulo <strong>de</strong>be corregirse <strong>de</strong> manera que se sitúe paralelo a las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l vaso<br />

(fig. 8), o mejor si se dispone <strong>de</strong> color, ajustarlo en la dirección <strong>de</strong> la corriente sanguínea,<br />

la cual, <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> la geometría <strong>de</strong> las lesiones, pue<strong>de</strong> no ser paralela<br />

a las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l vaso. Debe tenerse en cuenta que <strong>los</strong> valores velocimétricos <strong>de</strong>l<br />

análisis espectral sólo serán válidos con ángu<strong>los</strong> inferiores a 60°. Suele obtenerse<br />

una copia <strong>de</strong> las imágenes más significativas obtenidas en la exploración, ya sea en<br />

forma <strong>de</strong> imágenes estáticas o dinámicas.<br />

Ecografía<br />

El hemodinamista se encuentra con frecuentes variaciones en la bifurcación<br />

carotí<strong>de</strong>a, al igual que el cirujano y el angiorradiólogo, que pue<strong>de</strong>n a veces dificultar<br />

la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> estructuras. Así, la carótida interna es habitualmente<br />

mayor que la externa, y adopta una posición posterolateral en el 70 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos<br />

con respecto a ésta, por lo que es poco habitual encontrarlas a las dos en un mismo<br />

plano sagital. En el 18 %, la carótida externa es anterolateral y en el 12 %<br />

lateral a la carótida interna. El mejor método para distinguirlas entre sí es el análisis<br />

<strong>de</strong>l flujo arterial mediante la señal Doppler, que refleja la presencia <strong>de</strong> flujo<br />

diastólico en la carótida interna. Cuando ésta está ocluida, la carótida externa se<br />

dilata y su flujo pue<strong>de</strong> ser parecido al <strong>de</strong> la interna, en cuyo caso la i<strong>de</strong>ntificación<br />

<strong>de</strong> la interna sin flujo o la visualización <strong>de</strong> las colaterales <strong>de</strong> la carótida externa<br />

serán <strong>de</strong>finitorias. Otro <strong>de</strong> <strong>los</strong> procedimientos que permiten distinguir la carótida<br />

externa consiste en <strong>de</strong>tectar las alteraciones <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> dicha arteria con la compresión<br />

<strong>de</strong> sus ramas (facial o temporal superficial), así como en la <strong>de</strong>glución.<br />

Clasificación <strong>de</strong> las lesiones<br />

El aspecto ecográfico <strong>de</strong> un vaso es el que da una zona anecogénica, que sería<br />

la luz y se vería oscura, <strong>de</strong>limitada por las pare<strong>de</strong>s, que son zonas ecogénicas como


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

51<br />

correspon<strong>de</strong> a interfases sólidas (fig. 5). La imagen en tiempo real permite a<strong>de</strong>más<br />

observar sus movimientos o rigi<strong>de</strong>ces con <strong>los</strong> latidos. Las zonas con calcio darán<br />

sombras acústicas posteriores que se <strong>de</strong>berá intentar obviar con <strong>de</strong>splazamientos<br />

<strong>de</strong>l transductor para explorar las zonas ocultas por las<br />

sombras (fig. 6). Debe tenerse en cuenta la utilidad <strong>de</strong><br />

observar a través <strong>de</strong> la vena yugular interna. La hipogenicidad<br />

<strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> dicha vena produce un reforzamiento<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> ultrasonidos, lo que permite insonar<br />

mejor el eje carotí<strong>de</strong>o (fig. 7).<br />

Las lesiones en la pared <strong>de</strong> la carótida interna que<br />

pue<strong>de</strong>n i<strong>de</strong>ntificarse mediante ecografía modo B se divi<strong>de</strong>n<br />

en:<br />

FIGURA 5. Visualización<br />

ecográfica <strong>de</strong> una bifurcación<br />

carotí<strong>de</strong>a normal.<br />

– Engrosamiento <strong>de</strong> la íntima (fig. 8). Representa el cambio aterosclerótico más<br />

precoz y se caracteriza por un aumento <strong>de</strong> la ecogenicidad en la pared. El grado<br />

<strong>de</strong> reflectividad acústica se atribuye al contenido en calcio <strong>de</strong> la lesión.<br />

– Placas «blandas» (fig. 9). Se aprecia una protrusión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la luz <strong>de</strong> ecos <strong>de</strong><br />

baja amplitud, sin sombra acústica posterior. Esta lesión se correlaciona con una<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> AIT e ictus previos <strong>de</strong>l 73,8 y 19 %, respectivamente, cuando la<br />

estenosis es superior al 75 %, mientras que las placas duras superiores al 75 %<br />

<strong>de</strong> estenosis lo hacen en el 10,8 % para AIT y el 0 % para ictus.<br />

– Placas mixtas (fig. 10). Se trata <strong>de</strong> placas heterogéneas que alternan calcificaciones<br />

con sombras acústicas puntuales y ecos <strong>de</strong> baja intensidad.<br />

– Placas duras (fig. 11). Tienen una alta ecogenicidad y una sombra acústica posterior<br />

persistente, <strong>de</strong>bido a la calcificación. Ello pue<strong>de</strong> impedir la información<br />

sobre la zona en sombra, pero el análisis espectral mostrará la existencia <strong>de</strong><br />

flujo y sus características.<br />

– Hemorragia intraplaca (fig. 12). Se caracteriza por una apariencia quística <strong>de</strong> la<br />

lesión <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> una placa y este tipo <strong>de</strong> lesión se consi<strong>de</strong>ra la precursora <strong>de</strong> una<br />

FIGURA 6. Placa calcificada<br />

en la pared anterior <strong>de</strong> la<br />

carótida interna. Obsérvese<br />

la sombra acústica posterior.<br />

FIGURA 7. Bifurcación<br />

carotí<strong>de</strong>a normal. Obsérvese su<br />

insonación a través <strong>de</strong> la vena<br />

yugular interna.


52 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 8. Engrosamiento<br />

intimal en la pared posterior<br />

<strong>de</strong> la carótida interna.<br />

FIGURA 9. Placa blanda<br />

anecoica en la pared anterior<br />

<strong>de</strong> la carótida interna.<br />

FIGURA 10. Placa mixta que<br />

consta <strong>de</strong> zonas anecoicas, zonas<br />

calcificadas, textura heterogénea<br />

y superficie irregular.<br />

FIGURA 11. Placa dura<br />

hiperecogénica con zonas<br />

<strong>de</strong> calcificación.<br />

FIGURA 12. Sección transversal<br />

<strong>de</strong> carótida interna con<br />

hemorragia intraplaca.<br />

Obsérvese la zona quística en la<br />

pared anterior <strong>de</strong> la carótida<br />

interna.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

53<br />

placa ulcerada, probablemente por disrupción <strong>de</strong><br />

la fina capa que cubre la zona quística, lo cual pue<strong>de</strong><br />

dar síntomas <strong>de</strong> AIT.<br />

Para Imparato, la hemorragia intraplaca fue el más<br />

importante diferenciador entre placas sintomáticas<br />

y asintomáticas entre quince características microscópicas<br />

i<strong>de</strong>ntificadas en 376 piezas operatorias. Lusby<br />

mostró una clara relación entre la hemorragia intraplaca,<br />

ulceración y síntomas <strong>de</strong> tromboembolia cerebral<br />

aguda.<br />

– Ulceración <strong>de</strong> la placa. Si bien en algunas ocasiones,<br />

sobre todo con ayuda <strong>de</strong> Doppler color, pue<strong>de</strong> establecerse<br />

una sospecha <strong>de</strong> ulceración (fig. 13), en la actualidad, la exploración <strong>de</strong><br />

la superficie <strong>de</strong> la placa con eco-Doppler no permite establecer <strong>de</strong> manera fiable<br />

el diagnóstico <strong>de</strong> ulceración. La introducción <strong>de</strong> técnicas <strong>de</strong> tratamiento <strong>de</strong><br />

imagen pue<strong>de</strong> quizá en un futuro aportar una mayor información en este sentido.<br />

La eco-Doppler aporta información acerca <strong>de</strong> la morfología <strong>de</strong> la placa, la<br />

cual se correlaciona con la histología <strong>de</strong> ésta; en lo que hace referencia a la presencia<br />

<strong>de</strong> hemorragia intraplaca responsable <strong>de</strong> las placas anecogénicas, la sensibilidad<br />

se halla entre el 72 y el 74 % con especificida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l 79 al 80 %. La repercusión<br />

clínica <strong>de</strong> la morfología <strong>de</strong> la placa se halla en fase <strong>de</strong> estudio, si bien<br />

parece inducirse que ésta sería mayor en relación inversa a su grado <strong>de</strong> ecogenicidad.<br />

Suele tener lugar en placas duras y varía mucho en longitud y profundidad. Se<br />

presenta como lesiones socavadas en una pared muy ecogénica. Se ha <strong>de</strong>scrito<br />

que estas úlceras pue<strong>de</strong>n cicatrizar por <strong>de</strong>pósito <strong>de</strong> fibrina o por neoendotelización.<br />

En una revisión <strong>de</strong> Johnson, se indica que cuando la profundidad <strong>de</strong> la úlcera<br />

aumenta, lo hace también el riesgo <strong>de</strong> síntomas. Así, las menores <strong>de</strong> 2 mm se asocian<br />

con síntomas lateralizantes entre el 9 % y 10 % a <strong>los</strong> 6 meses. Cuando era<br />

<strong>de</strong> 2-4 mm había un 26 % <strong>de</strong> sintomáticos en el primer<br />

examen y un 40 % a <strong>los</strong> 6 meses. Todas las úlceras<br />

mayores <strong>de</strong> 4 mm estaban relacionadas con síntomas<br />

lateralizantes.<br />

Todo esto apunta a favor <strong>de</strong> que la sintomatología <strong>de</strong><br />

insuficiencia cerebrovascular está más relacionada<br />

con embolización que con disminución <strong>de</strong>l flujo cerebral.<br />

– Oclusión. Se i<strong>de</strong>ntifica la sospecha <strong>de</strong> oclusión por la<br />

existencia <strong>de</strong> material ecogénico intraluminal y ausencia<br />

<strong>de</strong> señal Doppler. Conviene tener en cuenta que<br />

en trombos recientes la luz pue<strong>de</strong> ser anecogénica<br />

pero no se <strong>de</strong>tectará señal Doppler. Por ello el diagnóstico<br />

<strong>de</strong> oclusión precisará la utilización <strong>de</strong> Doppler<br />

en alguna <strong>de</strong> sus modalida<strong>de</strong>s (fig. 14) (análisis espec-<br />

FIGURA 13. Placa ulcerada<br />

<strong>de</strong> la carótida interna apreciable<br />

mediante ecografía y Power<br />

Doppler.<br />

FIGURA 14. Oclusión <strong>de</strong> la<br />

carótida interna. Obsérvese<br />

la ausencia <strong>de</strong> señal Doppler<br />

en dicha arteria.


54 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 15. Diagnóstico<br />

mediante ecocontraste <strong>de</strong> una<br />

seudooclusión <strong>de</strong> la carótida<br />

interna. Imagen <strong>de</strong> la izquierda<br />

sin ecocontraste. Imagen <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>recha con ecocontraste.<br />

tral, Doppler color, Power Doppler. La Doppler color ha mejorado hasta un 90 %<br />

la sensibilidad en <strong>de</strong>tectar las oclusiones <strong>de</strong> la carótida interna, lo cual mejora<br />

las sensibilida<strong>de</strong>s obtenidas con la Duplex convencional comprendidas entre el<br />

80 y el 85 %. Queda por <strong>de</strong>terminar la utilidad <strong>de</strong> la Power Doppler y el contraste<br />

en la mejoría <strong>de</strong> estos resultados.<br />

Recientemente, nuestro grupo ha publicado la utilización con éxito <strong>de</strong> <strong>los</strong> ecopotenciadores<br />

para establecer el diagnóstico <strong>de</strong> certeza <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong> carótida<br />

interna, permitiendo un correcto diagnóstico <strong>de</strong> las seudooclusiones <strong>de</strong> dicha<br />

arteria, algunas <strong>de</strong> las cuales pue<strong>de</strong>n beneficiarse <strong>de</strong>l tratamiento quirúrgico<br />

(fig. 15).<br />

Así pues, el examen ecográfico <strong>de</strong> la placa <strong>de</strong>be hacer mención al grado <strong>de</strong> ecogenicidad,<br />

textura y superficie <strong>de</strong> ésta. En función <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> ecogenicidad,<br />

una placa pue<strong>de</strong> ser clasificada como normoecogénica, hipoecogénica o hiperecogénica.<br />

Según su textura, la placa podrá ser homogénea o heterogénea. Finalmente,<br />

según su superficie, la placa podrá ser regular o irregular.<br />

Doppler: análisis espectral<br />

El analizador <strong>de</strong>l espectro <strong>de</strong>termina la amplitud <strong>de</strong> todas las frecuencias presentes<br />

en la señal Doppler, y las representa gráficamente en función <strong>de</strong> la frecuencia<br />

en el eje vertical, tiempo en el eje <strong>de</strong> abscisas y amplitud indicada por la intensidad<br />

<strong>de</strong> la escala <strong>de</strong> grises.<br />

Existen muchos parámetros que <strong>de</strong>ben valorarse en el análisis espectral, pero <strong>de</strong><br />

acuerdo con <strong>los</strong> iniciadores <strong>de</strong> la técnica y tras numerosos estudios, se consi<strong>de</strong>ran<br />

como básicos tres <strong>de</strong> el<strong>los</strong> en la carótida interna.<br />

– La ventana. Cuando el flujo es turbulento, las células hemáticas se mueven al<br />

azar <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> muestra escogido, y se registrará una gran variedad<br />

<strong>de</strong> rangos <strong>de</strong> frecuencias y amplitu<strong>de</strong>s, lo cual se traducirá gráficamente por<br />

una ocupación <strong>de</strong> puntos grises por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l contorno <strong>de</strong> la curva, a diferencia<br />

<strong>de</strong> la arteria normal con flujo laminar, en la que esta área por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l pico<br />

sistólico es clara.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

55<br />

– Pico <strong>de</strong> frecuencia o velocidad sistólica. Se consi<strong>de</strong>ra normal que en la arteria carótida<br />

interna sea inferior a 4 mHz o mejor a 120 cm/s con corrección <strong>de</strong> ángulo<br />

Doppler inferior a 60° (fig. 16). Una vez supera tal frecuencia o velocidad, es indicador<br />

<strong>de</strong> existencia <strong>de</strong> estenosis hemodinámicamente<br />

significativa (superior al 50 %) <strong>de</strong> la carótida interna<br />

(fig. 17).<br />

– Frecuencia o velocidad telediastólica. Representa la frecuencia<br />

o velocidad <strong>de</strong>l flujo al final <strong>de</strong> la diástole.<br />

Se ha visto que es un parámetro útil para distinguir<br />

entre estenosis inferiores o superiores al 80 %, según<br />

sea inferior o superior a 4,5 mHz o a 120 cm/s (fig.<br />

18). A partir <strong>de</strong> estos aspectos, se ha propuesto una<br />

gradación <strong>de</strong> las estenosis como se refleja en las tablas<br />

3 y 4.<br />

FIGURA 16. Eco-Doppler <strong>de</strong><br />

una carótida interna normal.<br />

FIGURA 17. Eco-Doppler <strong>de</strong><br />

una estenosis <strong>de</strong> carótida interna<br />

comprendida entre el 50 y el 69 %.<br />

La sensibilidad y especificidad <strong>de</strong> la eco-Doppler utilizando<br />

análisis espectral en relación con el diagnóstico<br />

TABLA 3. Criterios diagnósticos <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Washington<br />

Onda Estenosis Criterios<br />

A Normal VMS < 120, onda prácticamente lineal<br />

B 1-15 % VMS < 120, mínimo ensanchamiento espectral en la<br />

<strong>de</strong>saceleración <strong>de</strong> la sístole<br />

C 16-49 % VMS < 120 cm/s, ensanchamiento espectral durante<br />

toda la sístole<br />

D 50-79 % VMS > 120 cm/s, marcado ensanchamiento espectral,<br />

VDF < 130 cm/s<br />

D+ 80-99 % VMS > 120 cm/s y VDF > 130 cm/s<br />

E 100 % Oclusión<br />

FIGURA 18. Eco-Doppler <strong>de</strong> una<br />

estenosis <strong>de</strong> carótida interna<br />

superior al 70 %.


56 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

TABLA 4. Criterios diagnósticos <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Washington<br />

Estenosis VMS CI VDF CI VMS CI/ VMS CI/ VDF CI/<br />

angiográfica VMS CP VDF CP VDF CP<br />

(ECST)<br />

50 < 120 < 40 < 1,5 < 7<br />

60 120-150 1,5-2 < 2,6<br />

40-80 7-10<br />

70 80-130 2-3,2<br />

3,2-4 10-15 2,6-5,5<br />

80<br />

> 130<br />

90 > 250 > 4 15-25<br />

95 > 25 > 5,5<br />

99 Flujo <strong>de</strong> goteo<br />

<strong>de</strong> estenosis <strong>de</strong> carótida interna iguales o superiores al 50 % es <strong>de</strong>l 90 % y 95 % respectivamente.<br />

Los criterios <strong>de</strong> análisis espectral más utilizados son <strong>los</strong> propuestos<br />

por la Universidad <strong>de</strong> Washington, que clasifica la carótida interna en 5 grupos:<br />

normal, estenosis entre el 1-15 %, estenosis entre el 16-30 %, estenosis entre el 31-<br />

49 %, estenosis entre el 50-79 %, estenosis entre el 80-99 % y oclusiones. Los criterios<br />

angiográficos utilizados comparan el diámetro <strong>de</strong> máxima estenosis con el<br />

<strong>de</strong>l bulbo carotí<strong>de</strong>o. Dichos criterios se correlacionan con <strong>los</strong> <strong>de</strong>l ECST.<br />

El North American Symptomatic Carotid Endarterectomy Trial (NASCET)<br />

refiere un beneficio sustancial <strong>de</strong> la endarterectomía carotí<strong>de</strong>a en el tratamiento<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con estenosis carotí<strong>de</strong>a sintomática superior al 70 %. Cabe señalar<br />

que el NASCET calcula la estenosis <strong>de</strong> carótida interna usando como referencia<br />

el diámetro <strong>de</strong> la carótida interna postbulbar. Ello hace que <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Washington no sean directamente aplicables a <strong>los</strong> <strong>de</strong>l NASCET. Se<br />

han realizado estudios retrospectivos para <strong>de</strong>terminar la vali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> <strong>los</strong> ratios entre<br />

el máximo pico <strong>de</strong> velocidad sistólica <strong>de</strong> la carótida interna y <strong>de</strong> la carótida primitiva<br />

antes <strong>de</strong> la bifurcación. Se ha observado que ratios iguales o superiores a<br />

4 se correlacionan con estenosis <strong>de</strong> carótida interna superiores al 70 % <strong>de</strong>l NASCET,<br />

con una sensibilidad <strong>de</strong>l 91 %, una especificidad <strong>de</strong>l 87%, un valor <strong>de</strong> predicción<br />

positiva <strong>de</strong>l 76 %, un valor <strong>de</strong> predicción negativa <strong>de</strong>l 96 % y una fiabilidad global<br />

<strong>de</strong>l 88 %. Estas observaciones fueron confirmadas por un estudio prospectivo<br />

efectuado por la Universidad <strong>de</strong> Washington.<br />

Recientemente el Asymptomatic Carotid Atherosclesclerosis Study (ACAS)<br />

informó acerca <strong>de</strong> la reducción en el riesgo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un ictus ipsolateral en<br />

aquel<strong>los</strong> pacientes portadores <strong>de</strong> una estenosis asintomática <strong>de</strong> carótida interna<br />

superior al 60 % sometidos a endarterectomía carotí<strong>de</strong>a. El sistema <strong>de</strong> medición<br />

en la valoración <strong>de</strong> la estenosis carotí<strong>de</strong>a es el mismo que el utilizado en el NASCET.<br />

Moneta establece unos valores <strong>de</strong>l ratio entre la máxima velocidad <strong>de</strong> la carótida


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

57<br />

interna y <strong>de</strong> la carótida común <strong>de</strong> 3,2 para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> estos pacientes con<br />

una sensibilidad <strong>de</strong>l 92 % y una especificidad <strong>de</strong>l 86 %.<br />

Diversos autores han propuesto cifras en valores absolutos <strong>de</strong> velocidad sistólica<br />

y diastólica <strong>de</strong> la carótida interna para i<strong>de</strong>ntificar estenosis superiores al 70 o<br />

60 %. Aunque la sensibilidad para éstos es superior a la utilización <strong>de</strong> las mencionadas<br />

ratios, estos resultados son difíciles <strong>de</strong> reproducir en <strong>los</strong> distintos laboratorios<br />

<strong>de</strong> diagnóstico vascular a causa <strong>de</strong> la variación <strong>de</strong> parámetros <strong>de</strong>bida a la utilización<br />

<strong>de</strong> distintos equipos y diferentes exploradores. La variabilidad <strong>de</strong> dichos<br />

parámetros velocimétricos hace que cada explorador<br />

<strong>de</strong>ba elaborar y validar criterios diagnósticos personalizados<br />

con cada aparato.<br />

Así pues, la fi<strong>los</strong>ofía más importante que subyace<br />

es que la categorización ultrasonográfica <strong>de</strong> la estenosis<br />

carotí<strong>de</strong>a <strong>de</strong>be fundamentarse en criterios no ecográficos<br />

sino <strong>de</strong> análisis espectral Doppler.<br />

Eco-Doppler color. La imagen en color <strong>de</strong>l flujo se produce<br />

por la asignación <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminado color al sentido<br />

<strong>de</strong>l flujo y por la asignación <strong>de</strong> una intensidad <strong>de</strong><br />

color a cada velocidad. Esto en teoría podría ofrecer la<br />

visualización <strong>de</strong> la anatomía <strong>de</strong>l vaso (fig. 19), el examen<br />

visual <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong>l flujo con las pare<strong>de</strong>s arterial o venosa adyacentes,<br />

documentar la dirección aparente <strong>de</strong>l flujo y permitir la estimación <strong>de</strong>l grado<br />

<strong>de</strong> estenosis en función <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong>l flujo.<br />

En general se asigna al flujo anterógrado el color rojo y al retrógrado el azul.<br />

Las intensida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> color más claras correspon<strong>de</strong>n en general a aumentos <strong>de</strong> velocidad,<br />

y las oscuras a velocida<strong>de</strong>s más bajas.<br />

A nivel <strong>de</strong> la bifurcación carotí<strong>de</strong>a permitirá i<strong>de</strong>ntificar más claramente que<br />

con la Duplex convencional la zona divisoria <strong>de</strong> flujo en el bulbo entre el flujo<br />

anterógrado y el retrógrado (éste próximo a las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l bulbo), consi<strong>de</strong>rado<br />

como criterio <strong>de</strong> normalidad (fig. 20). A<strong>de</strong>más, facilita la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> kinkings<br />

(fig. 21), <strong>de</strong> las irregularida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la pared, sobre todo en aquel<strong>los</strong> casos <strong>de</strong><br />

FIGURA 19. Eco-Doppler color<br />

<strong>de</strong> una bifurcación carotí<strong>de</strong>a<br />

normal.<br />

FIGURA 20. Eco-Doppler<br />

color que muestra el flujo reverso<br />

normal <strong>de</strong>l bulbo carotí<strong>de</strong>o.<br />

FIGURA 21. Eco-Doppler<br />

color <strong>de</strong> un bucle <strong>de</strong> la carótida<br />

interna.


58 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 22. Eco-Doppler<br />

color <strong>de</strong> una estenosis grave <strong>de</strong> la<br />

carótida interna por una placa<br />

anecogénica.<br />

FIGURA 23. Eco-Doppler<br />

color <strong>de</strong>l segmento V1 <strong>de</strong> la<br />

arteria vertebral en la que pue<strong>de</strong><br />

visualizarse la encrucijada<br />

vertebrosubclavia.<br />

FIGURA 24. Eco-Doppler<br />

color <strong>de</strong>l segmento V2 <strong>de</strong> la<br />

arteria vertebral.<br />

FIGURA 25. Eco-Doppler<br />

color <strong>de</strong> una oclusión <strong>de</strong> carótida<br />

interna en sección longitudinal.<br />

placas hipoecogénicas débilmente percibidas con la eco-Doppler convencional<br />

(fig. 22), y <strong>de</strong> aceleraciones <strong>de</strong>l flujo en las estenosis (fig. 22); asimismo, facilita la<br />

localización <strong>de</strong> <strong>los</strong> segmentos V1 (fig. 23) y V2 (fig. 24) <strong>de</strong> la arteria vertebral<br />

con la encrucijada vertebrosubclavia, así como el diagnóstico <strong>de</strong> las obliteraciones<br />

<strong>de</strong> la carótida interna (figs. 24 y 25).<br />

La interpretación <strong>de</strong>l color pue<strong>de</strong> ser más difícil si no se tiene en cuenta que<br />

una variación <strong>de</strong>l ángulo en el que inci<strong>de</strong> el haz sónico pue<strong>de</strong> producir variaciones<br />

en el espectro <strong>de</strong> color, por lo que se recomienda aproximarse el máximo posible<br />

al ángulo <strong>de</strong> 60°.<br />

Los estudios <strong>de</strong> validación confieren a la eco-Doppler color, una vez pasada la<br />

etapa <strong>de</strong> aprendizaje, una sensibilidad <strong>de</strong>l 90 % y una especificidad <strong>de</strong>l 95 %.<br />

Fiabilidad <strong>de</strong> la eco-Doppler. A pesar <strong>de</strong> que esta técnica logra una mayor objetividad<br />

en las <strong>exploracion</strong>es que la Doppler continua, la experiencia y subjetividad<br />

<strong>de</strong>l explorador continúa siendo importante. Por ello <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> validación y<br />

comparación con la angiografía han sufrido una mejora en el tiempo en relación<br />

con la adquisición <strong>de</strong> experiencia.<br />

A pesar <strong>de</strong> las discordancias que existen en la interpretación por varios observadores<br />

e incluso por un mismo observador <strong>de</strong> una misma arteriografía, hoy día


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

59<br />

continúa siendo el método empleado para comparar la<br />

exactitud <strong>de</strong> las <strong>exploracion</strong>es no invasivas.<br />

Según <strong>los</strong> autores más experimentados, la sensibilidad<br />

<strong>de</strong> la Duplex (verda<strong>de</strong>ros positivos/positivos totales)<br />

era inicialmente <strong>de</strong>l 97 %, mientras que la especificidad<br />

(verda<strong>de</strong>ros negativos/negativos totales) era <strong>de</strong>l<br />

36 % <strong>de</strong> un total <strong>de</strong> 270 arterias carótidas internas estudiadas.<br />

Con el conocimiento posteriormente adquirido <strong>de</strong><br />

la existencia <strong>de</strong> división <strong>de</strong> flujo en el bulbo <strong>de</strong> la carótida<br />

interna, y la reducción <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> muestra<br />

<strong>de</strong> 24 mm 3 a 3 mm 3 , se logró una sensibilidad <strong>de</strong>l 99 %<br />

y una especificidad <strong>de</strong>l 84 % en una serie <strong>de</strong> 336 carótidas<br />

internas estudiadas.<br />

Limitaciones <strong>de</strong> la eco-Doppler. Por un lado, consiste en la dificultad para visualizar<br />

la zona proximal en el cayado aórtico <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos. Sin embargo,<br />

está siendo subsanado por <strong>los</strong> nuevos transductores y por una correcta valoración<br />

<strong>de</strong>l flujo en segmentos más distales. Por otra parte, la valoración directa <strong>de</strong><br />

las lesiones intracraneales mediante la eco-Doppler no es posible, pero tal limitación<br />

se intenta corregir con la valoración <strong>de</strong> signos indirectos <strong>de</strong>l flujo periorbitario,<br />

y con la Doppler transcraneal.<br />

La Colour Velocity Imaging (CVI) permite establecer cálcu<strong>los</strong> directos <strong>de</strong>l flujo<br />

<strong>de</strong> un vaso <strong>de</strong> manera percutánea. Su aplicación y utilidad se encuentran en fase<br />

experimental. La Power Doppler permite una mejor optimización <strong>de</strong> la señal<br />

Doppler, consigue un notable incremento <strong>de</strong> la señal <strong>de</strong> relleno, pero se pier<strong>de</strong><br />

información acerca <strong>de</strong> la direccionalidad y velocidad <strong>de</strong>l flujo; sería el equivalente<br />

a la información suministrada por el medio <strong>de</strong> contraste en la angiografía. Todo<br />

este conjunto <strong>de</strong> mejoras técnicas ha permitido una mayor fiabilidad <strong>de</strong> la exploración.<br />

La exploración mediante eco-Doppler <strong>de</strong>be compren<strong>de</strong>r también el estudio <strong>de</strong><br />

las arterias subclavias y vertebrales. Se localizará en el espacio supraclavicular la<br />

primera, y proximalmente se advertirá la vertebral como su primera rama colateral<br />

con trayecto ascen<strong>de</strong>nte, que pue<strong>de</strong> confundirse con el tronco tirocervical, el<br />

cual muestra en seguida colaterales a diferencia <strong>de</strong> la vertebral. En condiciones<br />

normales las arterias subclavias se caracterizan por presentar una curva trifásica<br />

característica <strong>de</strong> territorios <strong>de</strong> alta resistencia. Las arterias vertebrales tienen en<br />

condiciones normales un flujo anterógrado caracterizado por una velocidad diastólica<br />

elevada propia <strong>de</strong> <strong>los</strong> vasos <strong>de</strong> <strong>de</strong>stino encefálico.<br />

No existen en la actualidad criterios ultrasonográficos validados fiables en<br />

el diagnóstico <strong>de</strong> las estenosis <strong>de</strong> las arterias vertebrales. Por el contrario, sí es<br />

posible efectuar un correcto diagnóstico <strong>de</strong> la repercusión que tienen sobre estas<br />

arterias las lesiones estenosantes <strong>de</strong> las arterias subclavias o <strong>de</strong>l tronco braquiocefálico.<br />

FIGURA 26. Eco-Doppler color<br />

<strong>de</strong> una oclusión <strong>de</strong> carótida<br />

interna en sección transversal.


60 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia<br />

FIGURA 27. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

sistólico y diastólico <strong>de</strong> subclavia.<br />

Ante toda alteración en el perfil <strong>de</strong> la curva trifásica <strong>de</strong> la arteria subclavia <strong>de</strong>be<br />

proce<strong>de</strong>rse a un examen <strong>de</strong> la arteria vertebral ipsolateral tanto en reposo como<br />

tras la hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad afecta, en busca <strong>de</strong> alteraciones en la<br />

dirección y la amplitud <strong>de</strong> dicho flujo. Toda alteración<br />

<strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la arteria vertebral ligado a la hiperemia<br />

reactiva <strong>de</strong> la extremidad comporta el diagnóstico <strong>de</strong><br />

síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia.<br />

Tipos <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia<br />

Tipo 1. Se observa una inversión <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la arteria<br />

vertebral sistólica y diastólica en condiciones basales, la<br />

cual se incrementa con la hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad<br />

(fig. 27); es el tipo <strong>de</strong> robo más frecuente y se<br />

asocia con obliteraciones proximales <strong>de</strong> la arteria subclavia<br />

o <strong>de</strong>l tronco braquiocefálico.<br />

FIGURA 28. Síndrome <strong>de</strong><br />

robo sistólico <strong>de</strong> subclavia en<br />

reposo.<br />

FIGURA 29. Síndrome <strong>de</strong><br />

robo sistólico <strong>de</strong> subclavia en<br />

reposo que pasa a ser sistólico y<br />

diastólico durante la hiperemia.<br />

Tipo 2. Síndrome <strong>de</strong> robo sistólico <strong>de</strong> la subclavia. Se<br />

observa en estenosis graves <strong>de</strong> la porción proximal <strong>de</strong><br />

la subclavia. En estas condiciones, durante la sístole se produce una fuerte turbulencia<br />

en el lugar <strong>de</strong> la estenosis que impi<strong>de</strong> el paso <strong>de</strong> sangre a través <strong>de</strong> ésta,<br />

ello ocasiona una inversión <strong>de</strong>l flujo en la vertebral durante la sístole. Posteriormente<br />

se produce en la diástole una disminución <strong>de</strong> turbulencias en la estenosis <strong>de</strong> la subclavia,<br />

lo que facilita la perfusión <strong>de</strong> la vertebral que recupera un flujo anterógrado<br />

durante ésta (fig. 28). La hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad, al producir<br />

una disminución <strong>de</strong> resistencia en el territorio <strong>de</strong> la subclavia, incrementa su flujo,<br />

con lo que la inversión <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la vertebral tiene lugar tanto en la sístole<br />

como en la diástole (fig. 29).


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

61<br />

Tipo 3. Síndrome <strong>de</strong> robo sistólico en hiperemia. Se produce<br />

en estenosis algo menos importantes que en el caso<br />

anterior. En esta situación, en condiciones basales se<br />

produce un flujo anterógrado en la arteria vertebral<br />

durante el reposo. La hiperemia reactiva genera una<br />

inversión sistólica <strong>de</strong>l flujo vertebral (fig. 30).<br />

Tipo 4. Hipoperfusión anterógrada <strong>de</strong> la subclavia. Se<br />

produce en estenosis <strong>de</strong> subclavia con poca significación<br />

hemodinámica. En estas situaciones el flujo en la<br />

arteria vertebral es anterógrado tanto en reposo como<br />

durante la hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad, no obstante,<br />

esta última produce una disminución en la amplitud<br />

<strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> la arteria vertebral (fig. 31). Esta situación<br />

hemodinámica se produce en un gran número <strong>de</strong> fístulas arteriovenosas <strong>de</strong><br />

diálisis <strong>de</strong> las extremida<strong>de</strong>s superiores; así, el incremento <strong>de</strong>l flujo subclavio producido<br />

por la fístula ocasiona el efecto <strong>de</strong> una estenosis relativa sobre la arteria<br />

subclavia, <strong>de</strong> manera que la compresión <strong>de</strong> la fístula a menudo <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na un<br />

aumento en la amplitud <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> la arteria vertebral.<br />

Tipo 5. Formas atípicas <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia. En ocasiones una obliteración <strong>de</strong><br />

la arteria subclavia pue<strong>de</strong> producir un efecto <strong>de</strong> robo sobre una vertebral que nazca<br />

<strong>de</strong>l cayado aórtico. En estos casos la vertebral pue<strong>de</strong> perfundir <strong>de</strong> manera anterógrada<br />

al tronco tirobicerbicoescapular a partir <strong>de</strong> las conexiones occipitales entre<br />

ambas arterias (fig. 32). En estos casos, la hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad produce<br />

una aceleración <strong>de</strong> flujo anterógrada <strong>de</strong> la arteria vertebral (fig. 33).<br />

La eco-Doppler permite a<strong>de</strong>más estudiar la colateralización extraencefálica <strong>de</strong>l<br />

síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> la subclavia. Dicha colateralización pue<strong>de</strong> provenir <strong>de</strong> dos<br />

territorios.<br />

Colateralización <strong>de</strong> la arteria a partir <strong>de</strong> la vertebral contralateral (círculo<br />

vertebrovertebral <strong>de</strong> Contorni) (fig. 34). En estos casos se observará un aumento<br />

en la amplitud <strong>de</strong> la curva <strong>de</strong> la vertebral contralateral<br />

durante la hiperemia reactiva <strong>de</strong> la extremidad ipsolateral<br />

(fig. 35).<br />

Colateralización a través <strong>de</strong> la carótida externa ipsolateral<br />

por medio <strong>de</strong> las ya mencionadas anastomosis<br />

occipitovertebrales (fig. 36). En esta situación se observará<br />

durante la hiperemia reactiva una aceleración <strong>de</strong>l<br />

flujo <strong>de</strong> la carótida externa ipsolateral (fig. 37). Un signo<br />

que no hemos encontrado <strong>de</strong>scrito en la literatura<br />

médica muestra cómo en estos casos aparecen melladuras<br />

en la curva <strong>de</strong> la vertebral con la percusión <strong>de</strong> la<br />

arteria temporal superficial, que es una rama <strong>de</strong> la carótida<br />

externa (fig. 38).<br />

FIGURA 30. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

sistólico en hiperemia.<br />

FIGURA 31. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

<strong>de</strong> subclavia por hipoperfusión<br />

anterógrada en hiperemia.


62 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 32. Forma atípica <strong>de</strong><br />

síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia<br />

en el que la vertebral nace <strong>de</strong>l<br />

cayado aórtico. La vertebral<br />

colateraliza <strong>de</strong> manera<br />

anterógrada <strong>de</strong> la subclavia a<br />

través <strong>de</strong> sus conexiones con el<br />

tronco tirobicervicoescapular.<br />

FIGURA 33. Caso anterior en<br />

el que pue<strong>de</strong> observarse el flujo<br />

anterógrado en hiperemia <strong>de</strong> la<br />

arteria vertebral.<br />

FIGURA 35. Síndrome <strong>de</strong><br />

robo <strong>de</strong> subclavia. Aceleración <strong>de</strong><br />

flujo en hiperemia <strong>de</strong> la arteria<br />

vertebral contralateral por<br />

colateralización a través <strong>de</strong>l<br />

círculo vertebrovertebral <strong>de</strong><br />

Contorni, en un caso <strong>de</strong><br />

síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia.<br />

FIGURA 34. Colateralización<br />

<strong>de</strong>l síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong><br />

subclavia a través <strong>de</strong>l círculo<br />

vertebrovertebral <strong>de</strong> Contorni.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

63<br />

FIGURA 37. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

<strong>de</strong> subclavia. Aceleración <strong>de</strong> la<br />

carótida externa ipsolateral en<br />

hiperemia por colateralización a<br />

través <strong>de</strong> las ramas<br />

occipitovertebrales <strong>de</strong> dicha<br />

arteria.<br />

FIGURA 36. Colateralización <strong>de</strong>l<br />

síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia a<br />

través <strong>de</strong> las anastomosis<br />

occipitovertebrales <strong>de</strong> la carótida<br />

externa.<br />

FIGURA 38. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

<strong>de</strong> subclavia. Melladuras en la<br />

arteria vertebral con la percusión<br />

<strong>de</strong> la arteria temporal superficial,<br />

evi<strong>de</strong>nciando una participación<br />

<strong>de</strong> la carótida externa en la<br />

colateralización extracraneal <strong>de</strong><br />

dicho síndrome.<br />

Síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> carótida<br />

La obliteración o estenosis grave <strong>de</strong> la porción<br />

proximal <strong>de</strong>l tronco braquiocefálico, <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na<br />

alteraciones en la perfusión <strong>de</strong> las carótidas primitiva,<br />

interna, externa subclavia y vertebrales <strong>de</strong>rechas.<br />

Se establece la sospecha <strong>de</strong> dicho síndrome ante el<br />

hallazgo <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong> flujo amortiguadas<br />

en la carótida primitiva y subclavia <strong>de</strong>rechas.<br />

En reposo, <strong>de</strong>bido a la baja resistencia <strong>de</strong>l tejido<br />

cerebral, la dirección <strong>de</strong>l flujo <strong>de</strong> la carótida primitiva<br />

<strong>de</strong>recha es anterógrada. Durante la hiperemia<br />

reactiva <strong>de</strong> la extremidad superior <strong>de</strong>recha se<br />

produce una disminución <strong>de</strong> resistencias en el territorio<br />

subclavio que <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>na la inversión <strong>de</strong>l flujo o el amortiguamiento <strong>de</strong><br />

la curva <strong>de</strong> la carótida primitiva <strong>de</strong>recha (fig. 39). Dicho síndrome se acompaña<br />

<strong>de</strong> un síndrome <strong>de</strong> robo <strong>de</strong> subclavia <strong>de</strong>scrito anteriormente.


64 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

DOPPLER TRANSCRANEAL<br />

La Doppler transcraneal (DTC) permite un acceso no invasivo<br />

al primer segmento <strong>de</strong> las arterias intracerebrales, facilita <strong>los</strong><br />

estudios reiterados y permite una monitorización continua <strong>de</strong> la<br />

arteria cerebral media.<br />

En un principio, dos obstácu<strong>los</strong> parecen oponerse a esta investigación:<br />

la barrera ósea representada por la caja craneana y la<br />

riqueza <strong>de</strong> la vascularización cerebral, que dificultaría el reconocimiento<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> vasos explorados.<br />

Sin embargo, la barrera ósea presenta ciertos puntos débiles<br />

que pue<strong>de</strong>n ser franqueados: la ventana transtemporal con sus<br />

tres fosas <strong>de</strong> exploración (fig. 40), la órbita y el orificio occipital,<br />

permeable a <strong>los</strong> ultrasonidos. En cuanto a <strong>los</strong> vasos <strong>de</strong> la base, es<br />

primordial conocer bien la cartografía <strong>de</strong> la circulación intracerebral<br />

y <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> cada arteria, así como<br />

el estado <strong>de</strong> <strong>los</strong> troncos supraaórticos que aseguran la irrigación<br />

<strong>de</strong> éstos.<br />

FIGURA 39. Síndrome <strong>de</strong> robo<br />

<strong>de</strong> carótida por obliteración<br />

proximal <strong>de</strong>l tronco<br />

braquiocefálico. Inversión <strong>de</strong>l<br />

flujo <strong>de</strong> la carótida primitiva<br />

<strong>de</strong>recha durante la hiperemia<br />

reactiva <strong>de</strong> la extremidad<br />

superior <strong>de</strong>recha.<br />

Técnica <strong>de</strong> exploración<br />

Se lleva a cabo mediante Doppler pulsada, con un transductor emisor receptor<br />

<strong>de</strong> frecuencia base <strong>de</strong> 2 mHz, que permite la recogida <strong>de</strong> datos acústicos por la<br />

percepción directa <strong>de</strong> la señal Doppler, y gráficos a través <strong>de</strong> la visualización <strong>de</strong>l<br />

análisis espectral <strong>de</strong> la señal. Las vías <strong>de</strong> acceso clásicas son: transtemporal, transorbital<br />

y suboccipital (fig. 40).<br />

A través <strong>de</strong> diversas experiencias individuales se pone <strong>de</strong> manifiesto la importancia<br />

<strong>de</strong> la vía transtemporal como fuente mayoritaria <strong>de</strong> información.<br />

La ventana preauricular permite el acceso a la arteria cerebral media, el segmento<br />

Cl <strong>de</strong>l sifón carotí<strong>de</strong>o y el segmento Al <strong>de</strong> la arteria cerebral anterior, así como<br />

(a)<br />

(b)<br />

FIGURA 40. Ventanas <strong>de</strong><br />

penetración <strong>de</strong> la Doppler<br />

transcraneal. (a) Vía transorbitaria.<br />

(b) Vía transtemporal.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

65<br />

a la comunicante anterior. Una angulación posterior <strong>de</strong> la sonda permite la insonación<br />

<strong>de</strong> la arteria cerebral posterior, la arteria basilar y la comunicante posterior.<br />

La vía transorbital acce<strong>de</strong> a la arteria oftálmica, y es la más frecuentemente utilizada<br />

en el estudio <strong>de</strong>l sifón carotí<strong>de</strong>o. La vía suboccipital se utiliza para el screening<br />

<strong>de</strong> las arterias vertebrales en el extremo distal y <strong>de</strong>l tronco basilar. Los criterios<br />

<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> cada arteria se basan en <strong>los</strong> aspectos recogidos en la tabla<br />

5, asimismo, dicha tabla recoge <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección y parámetros <strong>de</strong> normalidad<br />

<strong>de</strong> las arterias intracerebrales. Con dicha metodología se consigue una exploración<br />

completa <strong>de</strong> las arterias intracraneales, pero <strong>de</strong>ben consi<strong>de</strong>rarse ciertas dificulta<strong>de</strong>s<br />

y limitaciones que es preciso conocer para po<strong>de</strong>r soslayar:<br />

TABLA 5. Parámetros <strong>de</strong> normalidad <strong>de</strong> las arterias intracerebrales<br />

Arteria Ventana Profundidad Dirección Velocidad media Forma<br />

(mm) <strong>de</strong>l flujo (cm/s) <strong>de</strong> la curva<br />

Arteria cerebral Temporal 30-60 Acercándose 55 ± 12 Baja resistencia<br />

media (fosa media)<br />

Arteria cerebral Temporal 60-80 Alejándose 55 ± 11 Baja resistencia<br />

anterior<br />

(fosa media)<br />

Arteria cerebral Temporal 60-70 Acercándose 39 ± 10 Baja resistencia<br />

posterior (P2) (fosa media)<br />

Arteria cerebral Temporal 60-70 Acercándose 40 ± 10 Baja resistencia<br />

posterior (P2) (fosa posterior)<br />

Arteria carótida Temporal 55-65 Acercándose 39 ± 9 Alta resistencia<br />

interna<br />

(fosa media)<br />

intracraneal<br />

Arteria oftálmica Orbitaria 40-50 Acercándose 21 ± 5 Alta resistencia<br />

Sifón carotí<strong>de</strong>o Orbitaria 50-80 Baja resistencia<br />

– Supraclinoi<strong>de</strong>a Alejándose 41 ± 11<br />

– Rodilla Bidireccional -<br />

– Paraselar Acercándose 47 ± 14<br />

Arteria Submandibular 30-65 Alejándose Baja resistencia<br />

carótida interna<br />

Arteria vertebral Occipital 38 ± 10 Baja resistencia<br />

– Proximal 35-55 Variable (*)<br />

– Distal 50-70 Alejándose<br />

Arteria basilar Occipital 75-120 Alejándose 41 ± 10 Baja resistencia<br />

Las velocida<strong>de</strong>s medias se muestran como medias y <strong>de</strong>rivaciones estándar a partir <strong>de</strong> múltiples trabajos <strong>de</strong> la literatura médica. Las profundida<strong>de</strong>s<br />

se expresan como rango. Según diferentes autores, estos datos son variables, especialmente <strong>los</strong> referidos a la circulación posterior (ventana<br />

occipital).<br />

(*) El flujo <strong>de</strong> la arteria vertebral a este nivel pue<strong>de</strong> mostrar una dirección variable tanto por la posibilidad <strong>de</strong> insonar el sifón formado en el<br />

atlas, como, a mayor profundidad, por la posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar la arteria cerebe<strong>los</strong>a posteroinferior.


66 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

–Ausencia <strong>de</strong> señal <strong>de</strong> flujo, sobre todo por la vía transtemporal, que requiere ser<br />

confirmada tras modificaciones repetidas <strong>de</strong> la posición <strong>de</strong>l transductor antes<br />

<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rarla cierta.<br />

–Anomalías anatómicas <strong>de</strong>l polígono <strong>de</strong> Willis y sus ramas.<br />

–Dificulta<strong>de</strong>s inherentes a la técnica <strong>de</strong> exploración: interpretación errónea <strong>de</strong><br />

canales colaterales hiperdinámicos como una estenosis, el <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong><br />

las arterias a causa <strong>de</strong> una ocupación <strong>de</strong>l espacio por una lesión intracraneal,<br />

confusión entre vasoespasmo y estenosis, y confusión entre hiperemia reactiva<br />

y estenosis.<br />

<strong>Aplicaciones</strong> clínicas <strong>de</strong> la Doppler transcraneal<br />

De todas las recogidas en la tabla 6, merecen especial mención tres aspectos:<br />

– Detección <strong>de</strong> lesiones obstructivas endocraneales. Las experiencias publicadas<br />

no son muy abundantes, pero se centran sobre tres aspectos básicos:<br />

l. Estenosis <strong>de</strong> la arteria cerebral media. Aunque <strong>los</strong> criterios patológicos no están<br />

perfectamente <strong>de</strong>finidos, la comparación con <strong>los</strong> consi<strong>de</strong>rados normales permiten<br />

ofrecer como alteración patológica:<br />

a) Elevación segmentaria <strong>de</strong> frecuencias, con pico sistólico mayor <strong>de</strong> 3 kHz,<br />

acompañado o no <strong>de</strong> frecuencias graves <strong>de</strong> energía elevada; las frecuencias<br />

negativas graves <strong>de</strong> energía elevada indican una estenosis grave mayor <strong>de</strong>l<br />

75 %, si estas perturbaciones son muy limitadas.<br />

b) Elevación segmentaria <strong>de</strong> <strong>los</strong> picos <strong>de</strong> frecuencia sistólica superior al 20 %,<br />

comparada con el segmento proximal o distal adyacente <strong>de</strong> la misma arteria<br />

cerebral media.<br />

c) Las perturbaciones circulatorias mencionadas <strong>de</strong>ben ser reproducibles.<br />

Debe tenerse en cuenta que pue<strong>de</strong>n observarse velocida<strong>de</strong>s muy altas en<br />

arterias silvianas que proporcionan una suplencia en el caso <strong>de</strong> estenosis<br />

grave <strong>de</strong> la carótida contralateral o <strong>de</strong>l tronco basilar.<br />

El diagnóstico <strong>de</strong> estenosis <strong>de</strong> la arteria cerebral media, mediante Doppler<br />

transcraneal, ha sido escasamente confrontado con resultados angiográficos,<br />

pero según Arnold y Von Reutern, la sensibilidad es <strong>de</strong>l 62 % y la especificidad<br />

<strong>de</strong>l 95 %, y para De Bray es <strong>de</strong>l 75 y <strong>de</strong>l 95 % en estenosis superiores<br />

al 50 %, respectivamente.<br />

2. Estenosis <strong>de</strong>l sifón carotí<strong>de</strong>o. Dada la configuración <strong>de</strong>l sifón, son difíciles <strong>de</strong><br />

reconocer y analizar, principalmente las estenosis mo<strong>de</strong>radas. Para Spencer,<br />

<strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección serían: a) elevación <strong>de</strong>l pico máximo <strong>de</strong> frecuencia<br />

sistólica superior a 2 kHz y b) frecuencias graves negativas <strong>de</strong> energía elevada.<br />

Según el mismo autor, la sensibilidad era <strong>de</strong>l 73 % y la especificidad <strong>de</strong>l<br />

95 % para dichas estenosis.<br />

3. Estenosis <strong>de</strong>l tronco basilar. Estos pacientes son rara vez arteriografiados, por<br />

lo que la experiencia sobre el<strong>los</strong> es pobre. Para De Bray, la concordancia con<br />

la arteriografía en estenosis mayores <strong>de</strong>l 60 % fue excelente.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

67<br />

TABLA 6. <strong>Aplicaciones</strong> clínicas <strong>de</strong> la Doppler transcraneal<br />

Diagnóstico <strong>de</strong> la enfermedad oclusiva intracraneal<br />

Evaluación <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong> las lesiones oclusivas extracraneales<br />

en el flujo sanguíneo intracraneal<br />

Estudio <strong>de</strong> la reserva funcional mediante:<br />

Inhalación <strong>de</strong> CO 2<br />

Administración <strong>de</strong> acetazolamina<br />

Estimulación externa <strong>de</strong> la corteza visual<br />

I<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la anatomía arterial <strong>de</strong> las malformaciones<br />

Monitorización intermitente y seguimiento <strong>de</strong>:<br />

Vasoespasmo en la hemorragia subaracnoi<strong>de</strong>a y la migraña<br />

Recanalización <strong>de</strong> vasos ocluidos espontánea o inducidamente<br />

Establecimiento <strong>de</strong> nuevas colaterales tras intervención<br />

Seguimiento <strong>de</strong> la enfermedad oclusiva durante el tratamiento anticoagulante<br />

Seguimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> vasos nutrientes <strong>de</strong> las malformaciones A-V tras tratamiento<br />

Monitorización continua:<br />

Intervención neurorradiológica<br />

Experimentación farmacológica aguda <strong>de</strong> fármacos vasoactivos<br />

Endarterectomía carotí<strong>de</strong>a<br />

Aumento <strong>de</strong> la presión intracraneal y evolución <strong>de</strong> la muerte cerebral<br />

Hits o microembolias cerebrales<br />

– Evaluación <strong>de</strong> <strong>los</strong> efectos <strong>de</strong> la enfermedad oclusiva extracraneal en el flujo<br />

sanguíneo intracraneal. Se centran básicamente en dos aspectos:<br />

1. Estenosis graves y oclusiones <strong>de</strong> la carótida interna. La Doppler transcraneal permite<br />

<strong>de</strong>terminar la proce<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la vascularización <strong>de</strong>l hemisferio homolateral<br />

a la lesión carotí<strong>de</strong>a.<br />

Lo habitual es que la suplencia corra a cargo <strong>de</strong> la comunicante anterior, registrándose<br />

una inversión <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong>l flujo en el segmento M1 <strong>de</strong> la silviana<br />

homolateral a la lesión, así como aceleraciones y turbulencias en la comunicante<br />

anterior; pocas veces se produce a través <strong>de</strong> la comunicante posterior.<br />

La revascularización incluso parcial <strong>de</strong> la silviana a partir <strong>de</strong> la carótida externa<br />

por vía arterial oftálmica es excepcional, incluso cuando ésta es <strong>de</strong> sentido<br />

retrógrado.<br />

Estas valoraciones con la Doppler transcraneal podrían intervenir en una <strong>de</strong>cisión<br />

terapéutica en pacientes asintomáticos con estenosis superiores al 75 %,<br />

según se <strong>de</strong>muestre o no una ina<strong>de</strong>cuada colateralización intracraneal.<br />

Del mismo modo, en pacientes sintomáticos, el conocimiento <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong><br />

enfermedad intracraneal y <strong>de</strong> colateralización interhemisférica, así como el<br />

estado <strong>de</strong>l polígono <strong>de</strong> Willis, pue<strong>de</strong> tener un papel importante en el estudio<br />

preoperatorio <strong>de</strong> la endarterectomía carotí<strong>de</strong>a.<br />

2. Síndrome <strong>de</strong> robo subclavio. La capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar diversos segmentos arteriales<br />

vertebrobasilares y <strong>de</strong>l tronco basilar, permite valorar flujos retrógra-


68 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

dos en ellas, tanto en reposo como tras una hiperemia reactiva provocada.<br />

Los estudios realizados en este campo convergen en la importancia <strong>de</strong> explorar<br />

el tronco basilar.<br />

Según sus autores, la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> robos basilares espontáneos varía entre el<br />

12 y el 50 %, y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l test funcional se constata una repercusión basilar<br />

entre el 25 y el 75 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> casos. Se han consi<strong>de</strong>rado dos tipos <strong>de</strong> robo basilar:<br />

–Robo permanente, rara vez constatado.<br />

–Robo parcial, más frecuente, que correspon<strong>de</strong>ría bien a un flujo alternante<br />

retrógrado en sístole o anterógrado en diástole, bien a una simple <strong>de</strong>saceleración<br />

esencialmente sistólica. Este robo parcial <strong>de</strong>be confirmarse siempre<br />

mediante el test <strong>de</strong> hiperemia.<br />

Finalmente, la constatación <strong>de</strong> una relación entre el robo basilar provocado<br />

y la aparición <strong>de</strong> manifestaciones isquémicas vertebrobasilares invita a atribuirle<br />

un valor predictivo peyorativo. La Doppler transcraneal podría contribuir<br />

así a individualizar la población con robo basilar que comporte riesgo<br />

hemodinámico <strong>de</strong> aquella en la que el robo <strong>de</strong> subclavia no es más que un<br />

simple marcador <strong>de</strong> enfermedad ateromatosa que justifica una vigilancia<br />

regular.<br />

– Cirugía carotí<strong>de</strong>a. En el caso <strong>de</strong> pacientes con una lesión carotí<strong>de</strong>a extracraneal,<br />

es <strong>de</strong> sumo interés el estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> parámetros hemodinámicos <strong>de</strong> la arteria silviana<br />

antes y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la cirugía carotí<strong>de</strong>a, con el fin <strong>de</strong> precisar las variaciones<br />

evi<strong>de</strong>nciadas, y para i<strong>de</strong>ntificar la anatomía intra y extracraneal y la clasificación<br />

según su patrón colateral. La monitorización peroperatoria permite obtener<br />

valoraciones hemodinámicas continuas <strong>de</strong> gran utilidad, <strong>de</strong>sarrolladas más<br />

ampliamente en otro capítulo <strong>de</strong> este libro.<br />

Detección <strong>de</strong> microembolias cerebrales: la Doppler transcraneal se ha revelado<br />

como un procedimiento muy sensible en la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> microembolias cerebrales<br />

o hits, lo cual constituye una exploración <strong>de</strong> gran interés en el estudio <strong>de</strong><br />

la estenosis carotí<strong>de</strong>a sintomática y asintomática.<br />

Otra <strong>de</strong> sus utilida<strong>de</strong>s es el estudio <strong>de</strong> la reserva hemodinámica cerebral mediante<br />

la estimulación con CO 2 o acetazolamina, se confía que en un futuro esta exploración<br />

pueda aportar datos <strong>de</strong> interés sobre el pronóstico <strong>de</strong> la estenosis asintomática<br />

<strong>de</strong> la carótida interna y mejorar las indicaciones <strong>de</strong> la cirugía carotí<strong>de</strong>a<br />

en estos pacientes.<br />

La exploración Doppler transcraneal, ejecutada con rigor, ofrece múltiples indicaciones<br />

en el estudio <strong>de</strong> la patología vascular cerebral. Este estudio <strong>de</strong> las arterias<br />

intracraneales requiere reglas metodológicas precisas, y también un buen<br />

conocimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> límites técnicos <strong>de</strong> esta exploración y <strong>de</strong> la anatomía vascular.<br />

Llevada a cabo por un operador experimentado y meticu<strong>los</strong>o, es un excelente<br />

complemento <strong>de</strong> la investigación no invasiva <strong>de</strong> <strong>los</strong> acci<strong>de</strong>ntes isquémicos<br />

cerebrales.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

69<br />

5. CONCLUSIONES<br />

La angiografía <strong>de</strong> contraste permanece como estándar para la imagen <strong>de</strong> la carótida<br />

interna antes <strong>de</strong> la cirugía. No obstante, es un estándar imperfecto, a pesar <strong>de</strong><br />

su utilización como tal en la aleatorización <strong>de</strong> <strong>los</strong> ensayos multicéntricos practicados.<br />

Un examen con eco-Doppler técnicamente satisfactorio realizado por un<br />

explorador experimentado con una a<strong>de</strong>cuada validación, es una excelente alternativa<br />

a la angiografía ante la cirugía carotí<strong>de</strong>a cuando ésta se indica por un alto<br />

grado <strong>de</strong> estenosis en pacientes sintomáticos o asintomáticos.<br />

La angiografía continúa siendo necesaria cuando la indicación <strong>de</strong> cirugía carotí<strong>de</strong>a<br />

se hace por otro motivo al <strong>de</strong> un alto grado <strong>de</strong> estenosis, así como para diferenciar<br />

una oclusión <strong>de</strong> carótida interna <strong>de</strong> una estenosis grave <strong>de</strong> ésta en <strong>los</strong> casos<br />

en que la eco-Doppler no <strong>de</strong>tecte señal en dicha arteria y en <strong>los</strong> casos en que<br />

la exploración con eco-Doppler utilizando ecopotenciadores sea <strong>de</strong> baja fiabilidad.<br />

Los avances técnicos y la experiencia adquirida han dotado a la exploración<br />

no invasiva <strong>de</strong> gran calidad y exactitud, y <strong>de</strong> ser un mero método <strong>de</strong> screening,<br />

se ha convertido en una técnica capaz <strong>de</strong> ampliar la información ofrecida por<br />

la angiografía.<br />

Al mismo tiempo, el número <strong>de</strong> técnicas no invasivas <strong>de</strong>sarrolladas ha sido<br />

elevado y la mayoría <strong>de</strong> ellas se han expuesto en el presente capítulo. Pero es la<br />

perspectiva <strong>de</strong> la experiencia la que pue<strong>de</strong> concretar la existencia <strong>de</strong> unas técnicas<br />

abandonadas y otras más reducidas que se han consolidado como imprescindibles.<br />

Así, en resumen podríamos consi<strong>de</strong>rar lo siguiente:<br />

– Las técnicas oculopletismográficas tienen un interés histórico, y se han abandonado<br />

en la actualidad.<br />

– La Doppler <strong>de</strong> emisión continua es asimismo una técnica histórica que aún se<br />

sigue utilizando en ocasiones como complemento <strong>de</strong> la eco-Doppler. Su principal<br />

inconveniente radica en su subjetividad, requiere una gran experiencia por<br />

parte <strong>de</strong>l explorador.<br />

– La angiografía ultrasónica <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> utilizarse <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la implementación <strong>de</strong> la eco-<br />

Doppler.<br />

–Eco-Doppler. Si bien sus resultados <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong> la experiencia técnica e interpretadora<br />

<strong>de</strong>l explorador, pero ha logrado una mayor objetividad <strong>de</strong> la exploración,<br />

ya que la obtención <strong>de</strong> una imagen y la posibilidad <strong>de</strong> elegir el lugar don<strong>de</strong><br />

situar el cursor <strong>de</strong>l volumen <strong>de</strong> muestra, hacen la exploración más reproducible<br />

y comparable. Es el método no invasivo que mejor caracteriza las lesiones cervicales,<br />

alcanzando una correlación morfohistológica con la lesión que no logra<br />

la angiografía. Sin embargo, no ofrece información <strong>de</strong> la repercusión hemodinámica<br />

sobre la circulación cerebral, que <strong>de</strong> manera indirecta se obtiene por el<br />

estudio <strong>de</strong> las arterias periorbitarias mediante Doppler continua, o sobre las arterias<br />

intracerebrales.


70 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

–Doppler transcraneal. Se halla en fase <strong>de</strong> adquisición <strong>de</strong> experiencia y validación<br />

<strong>de</strong> resultados, pero parece prometer en ciertos campos, como la monitorización<br />

peroperatoria <strong>de</strong> la cirugía carotí<strong>de</strong>a, la valoración <strong>de</strong> la colateralización intracraneal<br />

<strong>de</strong> lesiones extracraneales y el estudio <strong>de</strong> <strong>los</strong> fenómenos <strong>de</strong> robo hemodinámico.<br />

Ya se ha <strong>de</strong>scrito en <strong>los</strong> respectivos apartados la fiabilidad que pue<strong>de</strong> lograrse<br />

con las diversas técnicas, en comparación con la angiografía, y que se sitúa en torno<br />

al 90 %. De particular interés es la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> microembolias en las arterias<br />

intracerebrales, así como <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> reserva cerebral.<br />

El conjunto <strong>de</strong> estas <strong>exploracion</strong>es ha planteado en algunos casos la posibilidad<br />

<strong>de</strong> realizar la endarterectomía carotí<strong>de</strong>a sin examen angiográfico previo.<br />

Ello requiere en primer lugar una fiabilidad óptima <strong>de</strong> la exploración, en segundo<br />

lugar es necesario que el explorador esté a<strong>de</strong>cuadamente validado, y finalmente<br />

que existan protoco<strong>los</strong> <strong>de</strong> actuación en función <strong>de</strong> las limitaciones <strong>de</strong> la técnica en<br />

cada caso.<br />

Bibliografía<br />

Aaslid R, Markwal<strong>de</strong>r TM, Nornes H.<br />

Noninvasive transcranial Doppler<br />

ultrasound recording of flow velocity in<br />

basal cerebral arteries. J Neurosurg 1982;<br />

57:769-74.<br />

Aaslid R. Transcranial Doppler<br />

sonography. Wien & New York: Springer-<br />

Verlag; 1986.<br />

Alexandrov AV, Bladin CF, Maggisano R, et<br />

al. Measuring carotid stenosis-Time for a<br />

reappraisal. Stroke 1993;24:1292-6.<br />

An<strong>de</strong>rson CM, Saloner D, Lee RE, et al.<br />

Assessment of carotid artery stenosis by<br />

MR angiography: Comparison with X-ray<br />

angiography and color-co<strong>de</strong>d Doppler<br />

ultra-sound. Am J Neuroradiol 1992;13:<br />

989-1003.<br />

Arbeille PH, Lapierre F, Pourcelot L.<br />

Evaluation <strong>de</strong>s stenoses carotidiennes par<br />

ultrasons. Encycl Med Clin (Paris, France).<br />

Radiodiagnostic III, <strong>de</strong>cembre 1985, 32210<br />

A, 09, 8 pp.<br />

Arbeille PH, Touboul PJ. Exploration<br />

ultrasonore neurovasculaire. Ed. Masson.<br />

Arnold BJ, Von Reutern GM. Transcranial<br />

Doppler sonography examination<br />

technique and normal reference values.<br />

Ultrasound Med Biol 1986;12:115-23.<br />

Asymptomatic Carotid Atherosclerosis<br />

Study Group: Study <strong>de</strong>sign for randomized<br />

prospective trial of carotid endarterectomy<br />

for asymptomatic atherosclerosis. Stroke<br />

1989;20:844-9.<br />

Baker JD, Barber WF, Machle<strong>de</strong>r HL.<br />

Evaluation of extracraneal cerebrovascular<br />

disease with ocular<br />

pneumoplethismography. Am J Surg<br />

1978;136:206-8.<br />

Barber FE, Baker DW, Strandness DE Jr.<br />

Duplex scanner II for simultaneous<br />

imaging of artery tissues and flow.<br />

Ultrasonics Symposium Proceedings IEEE<br />

CAT 74ch0896-ISU, 1974.<br />

Barnes RV, Wilson MR. Doppler ultrasonic<br />

evaluation of peripheral arterial disease. A<br />

programmed audiovisual instruction. lowa<br />

citty: University of lowa; 1976.<br />

Barnes RW. Doppler ultrasonic arteriography.<br />

En: Bernstein EF, editor. Noninvasive


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

71<br />

diagnostic techniches in vascular disease.<br />

St. Louis: CV Mosby Co; 1978.<br />

Bernstein EF. Role of transcranial Doppler<br />

sonography in carotid surgery. Surg Clin<br />

North Am 1990;70:225-35.<br />

Blackshear WM, Thiele BL, Harley JD.<br />

Prospective evaluation of oculoplethismography<br />

and carotid phonoangiography.<br />

Surg Gynecol Obstet 1979;148:201-5.<br />

Bornstein NM, Nornes JB. Does subclavian<br />

steal cause brainsteam ischemia. J Cardiovasc<br />

Ultrasonography 1988;7:15-20.<br />

Borozan PG, Schuler JJ, LaRosa MP. The<br />

natural history of isolated carotid siphon<br />

stenosis. J Vasc Surg 1984;1:744-9.<br />

Budingen HJ, Staudacher TH, Stoeter P.<br />

Subclavian steal transkranielle Doppler<br />

sonographie <strong>de</strong>r arteria basilaris.<br />

Ultraschail 1987;8:218-25.<br />

Cebul RD, Paulus RA. The failure of<br />

intravenous digital subtraction angiography<br />

in replacing carotid angiography. Ann Intern<br />

Med 1986;104:572-4.<br />

Cesari JB, De Bray JM, Dauzat M. Le<br />

doppler transcránien. Metodologie. Piéges-<br />

Valeurs normales. Artéres et veines 1989;<br />

8(6):405-13.<br />

Chikos PM, Fisher LD, Hirsch JH, et al.<br />

Observer variability in evaluating<br />

extracranial carotid artery stenosis. Stroke<br />

1983;14:885-92.<br />

Colhoun E, Macerlean D. Carotid artery<br />

imaging using duplex scanning and<br />

bidirectional arteriography: A comparison.<br />

Clin Radiol 1984;35:101-6.<br />

Crew JR, Dean M, Johnson JM. Carotid<br />

surgery without angiography. Am J Surg<br />

1984;148:217-20.<br />

Davies KN, Humphrey PR. Compications<br />

of cerebral angiography in patients with<br />

symptomatic carotid territory ischaemia.<br />

J Neurol Neurosurg Psychiatry<br />

1993;56:967-72.<br />

De Bray JM, Joseph PA, Biotteau C,<br />

Dauzart M. Doppler Transcránien. JEMU<br />

1987;8(6):288-94.<br />

De Bray JM, Joseph PA, Halligon J, Dauzart<br />

M. Le Doppler transcránien a-t-il<br />

maintenant une place en pathologie<br />

vasculaire cérebrale? JEMU 1988;9:52-6.<br />

De Bray JM, Joseph PA, Halligon J, Dauzart<br />

M. Doppler Pulsé transcránien et sténose<br />

<strong>de</strong> fartére cérébrale mayonne. JEMU 1988;<br />

9:39-44.<br />

Dion JE, Gates PC, Fox AJ. Clinical events<br />

following neuroangiography. A prospective<br />

study. Stroke 1987;18:997-1004.<br />

Ducos <strong>de</strong> Lahitte M, Marc-Vergnes JP, Rascol<br />

A, Guiraud B, Manelfe C. Intravenous<br />

angiography of the extracranial cerebral<br />

arteries. Radiology 1980;137:705-11.<br />

Zweibel WJ. Duplex sonography of cerebral<br />

arteries: efficacy limitations and indications.<br />

Am J Roentgenol 1992;158:29-36.<br />

Earnest F, Forbes G, Sandok BA.<br />

Complications of cerebral angiography:<br />

Prospective assessment of risk. AJR 1984;<br />

142:247.<br />

E<strong>de</strong>lman RR, Mattle HD, Atkinson DJ, et al.<br />

MR angiography. AJR 1190;154:937-46.<br />

Eliasziw M, Streiflet JY, Fox AJ, Hachmsh<br />

VC,Ferguson GG, Barnett JHM.<br />

Significance of plaque ulceration in<br />

symptomatic patients with high gra<strong>de</strong><br />

carotid stenosis. Stroke 1994;25:304-8.<br />

Erickson SJ, Mewissen MW, Foley WD, et<br />

al. Stenosis of the internal carotid artery:<br />

assessment using color Doppler imaging<br />

compared with angiography. Am J Radiol<br />

1989;152:1299-305.<br />

Escribano JM, Juan J, Royo J, Fernán<strong>de</strong>z V,<br />

Matas. Use of ultrasound contrast in the<br />

diagnosis of carotid artery occlusion. M.<br />

J Vasc Surg 2000;31:736-41.<br />

European Carotid surgery trialists<br />

Collaborative Group MRC European


72 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Carotid Surgery Trial: interim results for<br />

symptomatic patients with severe<br />

(70-99 %) or with mild (0-29 %) carotid<br />

stenosis. Lancet 1991;337:1235-43.<br />

Evaluation and follow-up of carotid artery<br />

ulceration. Am J Surg 1982;144:614-8.<br />

Felix WR Jr. Duplex Ultrasound Scanning<br />

for Carotid Artery Disease. En: Felix WR Jr,<br />

editor. Noninvasive Diagnosis of Peripheral<br />

Vascular Disease. New York: Raven Press;<br />

1988. p. 107-26.<br />

Francheschi CI. Diagnóstico vascular por<br />

ultrasonografía Doppler. Barcelona: Masson;<br />

1982.<br />

Gee W, Cenna TJ. Carotid phisiology with<br />

ocular pneumoplethysmography. Stroke<br />

1982;13:666-73.<br />

Gee W, Mehigan JT, Wylie EJ. Measurement<br />

of collateral cerebral hemispheric blood<br />

pressure by ocular pneumoplethysmography.<br />

Am J Surg 1975;130:121-7.<br />

Gee W. Ocular pneumoplethismography.<br />

Surv Ophtalmol 1985;29:276-92.<br />

Goldstein ST, Fried AM, Young B, Tibbs<br />

PA. Limited usefulness of aortic arch<br />

angiography in the evaluation of carotid<br />

occlusive disease. AJR 1982;138:103-8.<br />

Gomes AS, Lois JF, Baker JD. Acute renal<br />

dysfunction in high-risk patients after<br />

angiography: Comparison of ionic and<br />

nonionic contrast media. Radiology<br />

1989;170:65-8.<br />

Goodson SF, Flanigan DP, Bishara RA. Can<br />

carotid duplex scanning supplant arteriography<br />

in patients with focal carotid<br />

territory symptoms? J Vasc Surg<br />

1987;5:551-7.<br />

Grosset PG, Georgiaris MD, Abdullah MD,<br />

Lees KR. Doppler Emboli Signals vary<br />

according to stroke sub-type. Stroke<br />

1994;25:382-4.<br />

Har<strong>de</strong>rs A. Neurological applications of<br />

Transcranial Sonography. Wien & New<br />

York:Springer Verlag; 1985. p. 134.<br />

Heisermann JE, Drayer BP, Fram EK, et al.<br />

Carotid artery stenosis: Clinical efficacy of<br />

two-dimensional time-of-flight MR<br />

angiography. Radiology 1992;182:761-8.<br />

Hennerici M, Klermm C, Rautemberg W.<br />

The Subclavian steal phenomenon: a<br />

common vascular disor<strong>de</strong>r with rare<br />

neurological <strong>de</strong>ficits. Neurology 1988;38:<br />

669-73.<br />

Hockanson DE, Mosersky DJ, Summer DS.<br />

Ultrasonicarteriography: a new approach<br />

to arterial visualization. Biomed Eng 1971;<br />

6:420.<br />

Howard VJ, Grizzle J, Diener HC, et al.<br />

Comparison of multicenter study <strong>de</strong>signs<br />

for investigation of carotid endarterectomy<br />

efficacy. Stroke 1992;23:583-93.<br />

Huston J III, Lewis BD, Wiebers DO, et al.<br />

Carotid artery: Prospective blin<strong>de</strong>d comparison<br />

of two-dimensional time-of-flight<br />

MR angiography with conventional<br />

angiography and duplex US. Radiology<br />

1993;186:339-44.<br />

Imparato AM, Riles TS, Mintzer R,<br />

Baumann FG. The importance of<br />

hemorraghe in the relationships between<br />

gross morphologic characteristics and<br />

cerebral symptoms in 376 carotid artery<br />

plaques. Ann Surg 1983;197:195-203.<br />

Jeans WD, Mackenzie S, Baird RN.<br />

Angiography in transient cerebral<br />

ischaemia using three views of the carotid<br />

bifurcation. Br J Radiol 1986;59:135-42.<br />

Johnson JM, Kennelly MM. The natural<br />

history of asymptomatic carotid plaque.<br />

Arch Surg 9:1010-2.<br />

Kartchner MM, McRae LP, Crain V,<br />

Whitakler B. Oculoplethysmography: an<br />

adjunct to arteriography in the diagnosis of<br />

extracranial carotid occlusive disease. Am J<br />

Surg 1976;132:728-32.<br />

Langlois YE, Roe<strong>de</strong>rer O, Chan A.<br />

Evaluating carotid artery disease: The<br />

concordance between pulsed doppler<br />

spectrum analysis and angiography.<br />

Ultrasound Med Biol 1983;


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

73<br />

Lin<strong>de</strong>gaard KF, Bakke SJ, Grolimund P,<br />

Aaslid R, Hubber P, Nornes H. Assessment<br />

of intracranial hemodynamics in carotid<br />

artery disease by Tanscranial Doppler<br />

ultrasound. J Neurosurg 1985;63:890-8.<br />

Londrey GL, Spadone DP, Hodgson KJ, et<br />

al. Does color-flow imaging improve the<br />

accuracy of duplex carotid evaluation? J<br />

Vasc Surg 1991;13:659-62.<br />

Lusby RJ, Ferrel LA, Ehrenfeld WK, Stoney<br />

RJ, Wilie EJ. Carotid plaque hemorraghe:<br />

Its role in production of cerebral ischemia.<br />

Arch Surg 1982;117:1479.<br />

Mani RL. Complication of catheter<br />

cerebral angiography: Analysis of 5000<br />

procedures. I. Criteria and inci<strong>de</strong>nce. Am J<br />

Roentgenol 1978;131:861-5.<br />

Marca<strong>de</strong> JD, Thevenet A. Evaluation <strong>de</strong>s<br />

vols sousclaviers par effet Doppler.<br />

Reunion <strong>de</strong> Chrirurgie Vasculaire. Hópital<br />

<strong>de</strong> San Joseph, Marseille 29, 30 Avril 1976.<br />

Marks MP, Napel S, Jordan TE, Enzmann<br />

DR. Diagnosis of carotid artery disease:<br />

preliminary experience with maximumintensity<br />

projection Spiral CT angiography.<br />

AJR 1993;160:1267-71.<br />

Mattle HP, Kent KC, E<strong>de</strong>lman RR, et al.<br />

Evaluation of the extracranial carotid<br />

arteries: Correlation of magnetic resonance<br />

angiography, duplex ultrasonography, and<br />

conventional angiography. J Vasc Surg<br />

1991;13:838-45.<br />

McRae LP, Crain V, Kartchner MM.<br />

Oculoplethysmography and carotid<br />

phonoangiography. Ocular Pulse and<br />

Vascular Laboratory. 2.ª ed. Tucson,<br />

Oklahoma: Tucson Medical Center; 1978.<br />

Mittl RL Jr, Bro<strong>de</strong>rick M, Carpenter JP, et<br />

al. Blin<strong>de</strong>d-rea<strong>de</strong>r comparison of magnetic<br />

resonance angiography and duplex<br />

ultrasonography for carotid artery<br />

bifurcation stenosis. Stroke 1944;25:4-10.<br />

Moneta GL, Edwards JM, Chitwood RW, et<br />

al. Correlation of North American<br />

Symptomatic Carotid Endarterectomy Trial<br />

(NASCET) angiographic <strong>de</strong>finition of 70%<br />

to 99 % internal carotid artery stenosis<br />

with duplex scanning. J Vasc Surg<br />

1993;17:152-9.<br />

Moneta GL, Edwards JM, Papanicolau G, et<br />

al. Screening for assymptomatic internal<br />

carotid artery stenosis: Duplex criteria for<br />

discriminating 60% to 99% stenosis. J Vasc<br />

Surg 1995;21:989-94.<br />

Nicolai<strong>de</strong>s AN, Yao JS. Investigation of<br />

vascular disor<strong>de</strong>rs. Churchil Livingstone;<br />

1981.<br />

Norris JW. Does transcranial Doppler have<br />

any clinical value? Neurology 1990;40:329-31.<br />

North American Symptomatic Carotid<br />

Endarterectomy Trial Collaborators.<br />

Beneficial effect of carotid endarterectomy<br />

in symptomatic patients with high gra<strong>de</strong><br />

carotid stenosis. N Engl J Med<br />

1991;325:445-53.<br />

O’Donell TF, Erdoes L, Mackey WC. Correlation<br />

of B mo<strong>de</strong> ultrasound imaging and<br />

arteriography with pathologic findings at<br />

carotid endarterectomy. Arch Surg<br />

1985;120:443-450.<br />

Otis SM, Ringelstein EB. Transcranial<br />

Doppler sonography. En: Bernstein EF,<br />

editor. Recent advances in Noninvasive<br />

Diagnostic Techniques in Vascular Disease.<br />

St. Louis: CV Mosby; 1989.<br />

Phillips DJ, Blackshear WM Jr, Baker DW,<br />

Strandness DE Jr. Ultrasound duplex<br />

scanning in peripheral vascular disease.<br />

Radiol Nucl Med 1978;1:6-10.<br />

Planiol TH, Pourcelot L. La circulation<br />

carotidienne et cerebral. Nouv Presse Med<br />

1973;2:37.<br />

Polak JF, Bajahan RC, O’Leary DH,<br />

An<strong>de</strong>rson MR, Donaldson MC, Jolesz FA.<br />

Detection of internal carond stenosis<br />

comparison of MR angiography, colour<br />

Doppler sonography and arteriography.<br />

Radiology 1992;182:35-40.<br />

Polak JF, Kalina P, Donaldson MC, O'Leary<br />

DH, Whittemore AD, Mannick JA. Carotid


74 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

endarterectomy: pre-operative evaluation<br />

of candidates with combined Doppler<br />

sonography and MR angiography. Work in<br />

progress. Radiology 1993;186:333-8.<br />

Pourcelot L. Indications <strong>de</strong> l’ultrasonografie<br />

Doppler dans fetu<strong>de</strong> <strong>de</strong>s vaisseaux<br />

peripheriques. RP 1975;25:4671-80.<br />

Pren<strong>de</strong>s JL, McKinney WM, Buonanno FS,<br />

Jones AM. Anatomic variations of the<br />

carotid bifurcation afecting Doppler scan<br />

interpretation. J Clin Ultrasound 1980;8:<br />

147-50.<br />

Reggi M, Courbier R, Jausseran JM.<br />

Exploration of carotid artery and vessels of<br />

neck by Doppler techniques. En: Diethrich<br />

EB, editor. Noninvasive cardiovascular<br />

diagnosis. Baltimore: University Park Press;<br />

1978.<br />

Ricotta JR, Holen J, Schenk E. Is routine<br />

angiography necessary prior to carotid<br />

endarterectomy? J Vasc Surg 1984;1:96-102.<br />

Riles TS, Ei<strong>de</strong>lman EM, Litt AW, et al.<br />

Comparison of magnetic resonance<br />

angiography, conventional angiography,<br />

and duplex scanning. Stroke 1992;23:341-6.<br />

Ringelstein EB, Zeumer H, Korbmacher G,<br />

Wuitingnof F. Transkranielle Doppler<br />

Sonographie Der Hinversorgen<strong>de</strong>n<br />

Arterien: Atraumatische Diagnostik von<br />

Stenosen Und Verschluessen Des<br />

Carotissiphins und Der A. Cerebri Media.<br />

Nevenarz 1985;56:206-306.<br />

Ringelstein EB. Transcranial Doppler<br />

monitoring. En: Aaslid R, editor.<br />

Transcranial Doppler sonography. New<br />

York:Springer-Verlag; 1986. p. 147-63.<br />

Ringelstein EB. Ultraschall Diagnostik AM<br />

Vertebrobasilaerer Kraislauf. Tiel 2:<br />

Transnuchale Diagnose Intrakranieller<br />

Vertebrobasilaerer Stenosen mit Hilfe Fines<br />

Neuartigen Impulschall-Doppler Systems.<br />

Ultraschail 1985;6:60-7.<br />

Roe<strong>de</strong>rer GO, Langlois YE, Chan AR. Is<br />

siphon disease important in predicting<br />

outcome of carotid endarterectomy? Arch<br />

Surg 1983;118:1177-81.<br />

Rose JS. Contrast media, complications<br />

and preparation of the patient. En:<br />

Rutherford RB, editor. Vascular Surgery.<br />

Phila<strong>de</strong>lphia: WB Saun<strong>de</strong>rs; 1984. p. 244-52.<br />

Rothwell PM, Gibson RT, Slattery J, Sellar<br />

RJ, Warlow CP. Equivalence of<br />

measurement on carotid stenosis. A<br />

comparison of three methods on 101<br />

angiograms. Stroke 1994;25:2435-9.<br />

Schuler JJ, Flanigan DP, Lim LT. The effect<br />

of carotid siphon stenosis on stroke rate,<br />

<strong>de</strong>ath and rellef of symptoms following<br />

elective carotid endarterectomy. Surgery<br />

1982;92:1058-67.<br />

Schwartz RB, Towes KM, Chernoff DM, et<br />

al. Common carotid bifurcation:<br />

evaluation with spiral CT. Radiology<br />

1992;185:513-19.<br />

Seldinger Sl. Catheter replacement of the<br />

needle in percutaneous arteriography. Acta<br />

Radiol 1953;39:368-76.<br />

Slot HB, Strijbosch L, Greep JM.<br />

Intraobserver variability in single plane<br />

angiography. Surgery 1981;90:497-503.<br />

Spencer MP, Reid JM. Quantification of<br />

carotid stenosis with continuous wave<br />

Doppler ultrasound. Stroke 1979;10:226-330.<br />

Spencer MP, Whisler D. Transorbital<br />

Doppler diagnosis of intracranial stenosis.<br />

Stroke 1986;18:1018.<br />

Stepetti AV, Schultz D, Feldhans RT, et al.<br />

Ultrasonographic features of carotid<br />

plaque and risks of subsequent neurological<br />

<strong>de</strong>ficits [resumen]. Radiology 1989;171:883.<br />

Strandness DE Jr. Extracraneal Arterial<br />

Disease. En: Strandness DE Jr, editor.<br />

Duplex scanning in vascular disor<strong>de</strong>rs.<br />

New York: Raven Press; 1990. p. 92-120.<br />

Summer DS. Use of color flow-imaging<br />

Technique in Carotid Artery Disease. Surg<br />

Clin North Am 1990;70(1):201-11.<br />

Symon L. Experimental cerebral infarction.<br />

Progress In stroke research. Bath: Pitman<br />

Medical; 1979. p. 79-93.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LOS TRONCOS SUPRAAÓRTICOS<br />

75<br />

Wardlaw JM, Dennis MS, Lindley RL,<br />

Warlow CP, San<strong>de</strong>rcock PAG, Sellar RJ.<br />

Does early reperfusion of a cerebral<br />

infarct influence cerebral infarct swelling;<br />

in the acute stage or the final clinical<br />

outcome? Cerebrovascular Diseases<br />

1993;3:86-93.<br />

Weschler LR, Ropper AH, Kistler JP.<br />

Transcranial Doppler in cerebrovascular<br />

disease. Stroke 1986;17:905-12.<br />

Wood GW, Lukin RR, Tomsick TA,<br />

Chambers AA. Digital subctraction<br />

angiography with intravenous injection;<br />

assessment of 1000 carotid bifurcations.<br />

AJR 1983;140:855-9.<br />

Zeinglen JP, De Bray JM, Laroche JP, Riu B.<br />

Le Doppler transcránien dans le vol<br />

Bous-clavier. Artéres et veines<br />

1989;8:425-36.<br />

Zíkerler RE, Strandness DE, Felix WR.<br />

Carotid Artery Disease: Detection By<br />

Doppler, Imaging and Sound Spectral<br />

Analysis. En: Felix WR, editor. Noninvasive<br />

diagnosis of peripheral vascular disease.<br />

New York: Raven Press; 1988. p. 69-94.<br />

Zwiebel WJ, Austin CW, Sackett JF, et al.<br />

Correlation of high resolution, B-mo<strong>de</strong><br />

and continuous wave Doppler sonography<br />

with arteriography in the diagnosis of<br />

carotid stenosis. Radiology 1983;149:523-32.


V<br />

Exploración hemodinámica<br />

<strong>de</strong> la arteria renal<br />

1. Introducción<br />

2. Técnica <strong>de</strong> exploración <strong>de</strong> la arteria renal<br />

3. <strong>Aplicaciones</strong> clínicas


79<br />

Exploración hemodinámica<br />

<strong>de</strong> la arteria renal<br />

Ramón Vila<br />

1. INTRODUCCIÓN<br />

La <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> una estenosis significativa <strong>de</strong> la arteria renal es<br />

<strong>de</strong> gran importancia en el estudio <strong>de</strong> pacientes con hipertensión arterial (HTA),<br />

ya que <strong>de</strong> una parte es una <strong>de</strong> las etiologías que es posible “curar” reparando la<br />

estenosis bien sea con técnicas endovasculares o quirúrgicas y <strong>de</strong> otra es conocido<br />

que si no se repara, la estenosis causa una progresiva pérdida <strong>de</strong> masa renal que<br />

si es bilateral pue<strong>de</strong> conducir a un fracaso renal.<br />

La posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar <strong>de</strong> manera incruenta la existencia <strong>de</strong> lesiones estenosantes<br />

en las arterias renales resulta, pues, interesante. Por ello la eco-Doppler<br />

renal ocupa un lugar privilegiado en muchos algoritmos diagnósticos <strong>de</strong> HTA,<br />

situándose como método <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> estenosis entre <strong>los</strong> pacientes con factores<br />

<strong>de</strong> riesgo cardiovascular o con manifestaciones <strong>de</strong> arteriosclerosis en otros territorios.<br />

La eco-Doppler color se <strong>de</strong>sarrolló en la década <strong>de</strong> <strong>los</strong> años 70 para el estudio<br />

<strong>de</strong> la patología carotí<strong>de</strong>a; <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces la tecnología no ha <strong>de</strong>jado <strong>de</strong> mejorar y<br />

ello ha permitido su aplicación a muchos otros campos, entre <strong>los</strong> que se halla la<br />

arteria renal.<br />

Las técnicas que se utilizaron en el pasado para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> estenosis renal<br />

son numerosas y entre ellas figuran <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> renina plasmática, la pielografía<br />

endovenosa y la gammagrafía renal; sin embargo, ninguna consiguió una fiabilidad<br />

suficiente como para situarse como única prueba discriminatoria.<br />

El patrón <strong>de</strong> oro para el diagnóstico <strong>de</strong> estenosis <strong>de</strong> la arteria renal y frente al<br />

cual mediremos la fiabilidad <strong>de</strong> cualquier otro método diagnóstico es la arteriografía.<br />

Sin embargo, se trata <strong>de</strong> un método invasivo y no exento <strong>de</strong> complicaciones,<br />

que en pacientes con función renal alterada pue<strong>de</strong> ser causa <strong>de</strong> morbilidad.<br />

Por estos motivos se consi<strong>de</strong>ra ina<strong>de</strong>cuado como método <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección.


80 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

2. TÉCNICA DE EXPLORACIÓN DE LA ARTERIA RENAL<br />

DESCRIPCIÓN<br />

FIGURA 1. Esquema <strong>de</strong> las<br />

zonas <strong>de</strong> insonación.<br />

ARD: arteria renal <strong>de</strong>recha.<br />

VCI: vena cava inferior.<br />

VRI: vena renal izquierda.<br />

ARI: arteria renal izquierda.<br />

ARD<br />

VCI<br />

La eco-Doppler renal es una técnica exigente y <strong>de</strong>be realizarse solamente por<br />

quienes comprendan bien el procedimiento y estén dispuestos a realizarlo <strong>de</strong> manera<br />

completa. Es una <strong>de</strong> las <strong>exploracion</strong>es más difíciles que pue<strong>de</strong>n realizarse en un<br />

laboratorio vascular y la utilidad y fiabilidad <strong>de</strong> sus resultados <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>n, más que<br />

ninguna otra, <strong>de</strong> la capacidad y pericia <strong>de</strong>l examinador. Cuando se cumplen estas<br />

condiciones, la técnica ofrece un excelente método para la valoración <strong>de</strong> la enfermedad<br />

<strong>de</strong> la arteria renal.<br />

Para realizar una eco-Doppler renal utilizamos una sonda <strong>de</strong> baja frecuencia<br />

(2,5-3 mHz). Para el examen <strong>de</strong> las arterias renales se ajustan las características<br />

<strong>de</strong>l aparato <strong>de</strong> manera que el color y la Doppler muestren principalmente velocida<strong>de</strong>s<br />

altas, mientras que para <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong>l parénquima <strong>de</strong>berán mostrar flujos<br />

bajos. Las arterias renales se sitúan en profundidad en el abdomen y <strong>los</strong> movimientos<br />

respiratorios o la interposición <strong>de</strong> gas intestinal pue<strong>de</strong>n dificultar todavía<br />

más la exploración; por esta razón es importante que <strong>los</strong> pacientes se programen<br />

a principio <strong>de</strong> la mañana <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> 12 horas <strong>de</strong> ayuno. Se ha propuesto la<br />

realización <strong>de</strong> una preparación intestinal, pero en nuestra experiencia ello aña<strong>de</strong><br />

poco a la posibilidad <strong>de</strong> realizar un buen estudio y supone<br />

un gran malestar para el paciente. En casos difíciles, habitualmente<br />

es preferible repetir la exploración tras un breve<br />

paseo, que probablemente redistribuirá el gas intestinal<br />

VRI<br />

y mejorará <strong>de</strong> manera notable la imagen, o reprogramar al<br />

ARI<br />

paciente e intentarlo <strong>de</strong> nuevo al cabo <strong>de</strong> unos días.<br />

Recientemente se ha propuesto la utilización <strong>de</strong> ecocontraste<br />

para disminuir el número <strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es ina<strong>de</strong>cuadas.<br />

ANATOMÍA NORMAL Y TÉCNICA DE EXPLORACIÓN (fig. 1)<br />

Aorta<br />

El procedimiento comienza situando al paciente en <strong>de</strong>cúbito<br />

supino, con el cabezal algo levantado. Explorando por<br />

la línea media, se obtiene una imagen longitudinal <strong>de</strong> la aorta<br />

y se registra su velocidad <strong>de</strong> flujo justo por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong>l origen<br />

<strong>de</strong> la arteria mesentérica superior. La velocidad sistólica<br />

máxima en la aorta se utilizará como patrón <strong>de</strong> referencia<br />

para compararlo con la velocidad <strong>de</strong> las arterias renales.<br />

Arteria renal <strong>de</strong>recha<br />

Para localizar las arterias renales rotamos el transductor 90° e i<strong>de</strong>ntificamos<br />

la vena renal izquierda cuando cruza sobre la aorta y por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> la mesentérica<br />

superior. Éste es el marcador anatómico que utilizaremos para empezar a buscar


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

81<br />

el origen <strong>de</strong> ambas arterias renales (fig. 2). El origen <strong>de</strong><br />

la arteria renal <strong>de</strong>recha se suele hallar en la cara anterolateral<br />

<strong>de</strong> la aorta, muy próximo al punto don<strong>de</strong> la<br />

vena renal izquierda se une a la vena cava inferior. La<br />

obtención <strong>de</strong> una correcta señal Doppler en este punto<br />

pue<strong>de</strong> ser difícil, pues el ruido <strong>de</strong> la vena renal causa interferencia.<br />

Inmediatamente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su ostium, la arteria se<br />

dirige posteriormente para pasar entre la aorta y la vena<br />

cava. Es importante obtener registros <strong>de</strong> flujo en toda la<br />

longitud <strong>de</strong>l vaso para no pasar por alto una lesión focal,<br />

sin embargo, esto no siempre es posible a través <strong>de</strong><br />

la exploración por la vía anterior. Algunos autores han<br />

propuesto una vía a través <strong>de</strong>l flanco colocando la sonda<br />

en la zona anterolateral <strong>de</strong>l abdomen un poco más caudal que cuando se utiliza<br />

el hígado como ventana para explorar el riñón. Colocando al paciente en <strong>de</strong>cúbito<br />

lateral izquierdo podremos explorar la arteria renal <strong>de</strong>recha a través <strong>de</strong>l<br />

propio riñón en toda su extensión.<br />

FIGURA 2. Imagen <strong>de</strong> sección<br />

transversal <strong>de</strong> la aorta en el<br />

origen <strong>de</strong> las arterias renales.<br />

Arteria renal izquierda<br />

El origen <strong>de</strong> la arteria renal izquierda suele localizarse en la pared posterolateral<br />

<strong>de</strong> la aorta y algo más caudal que la <strong>de</strong>recha. Habitualmente se sitúa por <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong> la vena renal izquierda, que es más gran<strong>de</strong> y fácil <strong>de</strong> localizar en la exploración<br />

transabdominal media. Después <strong>de</strong> nacer discurre posteriormente sobre el<br />

músculo psoas. Es importante <strong>de</strong>stacar que el ángulo <strong>de</strong> insonación es a menudo<br />

difícil <strong>de</strong> conocer y que ello pue<strong>de</strong> provocar errores en la medición <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s<br />

con Doppler. También es importante recordar que en ocasiones existen múltiples<br />

arterias renales y que, aunque la probabilidad <strong>de</strong> encontrarlas es baja, es posible<br />

que las i<strong>de</strong>ntifiquemos siguiendo el segmento <strong>de</strong> aorta adyacente. Otra forma<br />

<strong>de</strong> explorar la arteria renal izquierda es colocando al paciente en <strong>de</strong>cúbito lateral<br />

<strong>de</strong>recho y así explorar la arteria a través <strong>de</strong>l riñón <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el hilio hasta la aorta. Este<br />

abordaje pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> gran utilidad en pacientes obesos en <strong>los</strong> que la arteria se<br />

sitúa a <strong>de</strong>masiada profundidad si <strong>los</strong> exploramos por la línea media, también pue<strong>de</strong><br />

ser <strong>de</strong> ayuda en casos <strong>de</strong> masiva interposición <strong>de</strong> gas intestinal.<br />

Vasos intrarrenales<br />

Para la valoración <strong>de</strong>l tamaño renal y la medición <strong>de</strong>l flujo en médula y corteza<br />

renal, se coloca al paciente en <strong>de</strong>cúbito lateral, explorando al paciente a través<br />

<strong>de</strong>l flanco.<br />

El tronco principal <strong>de</strong> la arteria y vena renales pue<strong>de</strong> visualizarse cuando entran<br />

al riñón en el área <strong>de</strong>l hilio. La arteria se dividirá en ramas anterior y posterior y<br />

éstas en arterias segmentarias. Las arterias segmentarias se bifurcarán en lobares<br />

y éstas en interlobares, las cuales se dirigen hacia el transductor en las columnas


82 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

A. Interlobulares<br />

A. Interlobares<br />

Hilio<br />

(a)<br />

(b)<br />

FIGURA 3. (a) Estudio <strong>de</strong>l<br />

parénquima. Abordaje por el<br />

flanco para visualizar el riñón y<br />

sus vasos. (b) Visualización <strong>de</strong><br />

vasos parenquimatosos con color<br />

power angio.<br />

FIGURA 4. Abordaje anterior<br />

transabdominal: onda <strong>de</strong> flujo<br />

normal en el tercio medio <strong>de</strong> la<br />

arteria renal izquierda.<br />

<strong>de</strong> Bretin, entre las pirámi<strong>de</strong>s medulares. Las arterias interlobares originan las arterias<br />

arcuatas que atraviesan la unión corticomedular y originan las arterias interlobulares<br />

(fig. 3 a y b).<br />

La morfología <strong>de</strong> una onda Doppler normal <strong>de</strong>l parénquima renal (fig. 4) es la<br />

propia <strong>de</strong> un territorio <strong>de</strong> baja resistencia. Para su valoración cuantitativa se han<br />

propuesto dos posibles cocientes muy parecidos (tabla 1). Strandness propuso la<br />

utilización <strong>de</strong>l cociente entre la velocidad diastólica final (VDF) y la velocidad<br />

máxima sistólica (VMS), <strong>de</strong>nominándolo ratio diastólico final (RDF). Este ratio<br />

se mi<strong>de</strong> habitualmente a nivel <strong>de</strong> las arterias interlobares e interlobulares <strong>de</strong>l polo<br />

superior e inferior <strong>de</strong>l riñón. Otros autores han propuesto la utilización <strong>de</strong>l índice<br />

<strong>de</strong> resistencia, que es la velocidad sistólica máxima menos la diastólica final partido<br />

por la velocidad sistólica máxima (1- VDF/VMS). El primero aumenta al disminuir<br />

la resistencia, mientras que el índice <strong>de</strong> resistencia es alto cuando la resistencia<br />

parenquimatosa se eleva. La utilidad <strong>de</strong> estos<br />

índices se comentará más a<strong>de</strong>lante.<br />

CRITERIOS DIAGNÓSTICOS DE ESTENOSIS<br />

DE LA ARTERIA RENAL<br />

Exploración <strong>de</strong> la arteria renal principal<br />

Los efectos <strong>de</strong> una reducción <strong>de</strong>l calibre <strong>de</strong><br />

la arteria renal son semejantes a <strong>los</strong> que ocurren<br />

en otros territorios; es <strong>de</strong>cir, en la zona <strong>de</strong> disminución<br />

<strong>de</strong>l calibre se produce un aumento <strong>de</strong><br />

la velocidad que se correspon<strong>de</strong> con el grado <strong>de</strong><br />

estenosis. Por lo tanto, el objetivo principal <strong>de</strong><br />

la eco-Doppler renal es i<strong>de</strong>ntificar <strong>los</strong> cambios<br />

<strong>de</strong> velocidad en la arteria renal que se producen<br />

como consecuencia <strong>de</strong> una estenosis <strong>de</strong> ésta.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

83<br />

TABLA 1. Descripción <strong>de</strong> <strong>los</strong> cocientes comúnmente usados<br />

Cociente<br />

RRA<br />

RDF<br />

IR<br />

Descripción<br />

VMS arteria renal<br />

VMS aorta<br />

1-<br />

VDF<br />

VMS<br />

VDF<br />

VMS<br />

RRA: ratio renal aórtico; RDF: ratio diastólico final; IR: índice <strong>de</strong> resistencia; VMS: velocidad máxima<br />

sistólica; VDF: velocidad diastólica final.<br />

Los criterios eco-Doppler para el diagnóstico <strong>de</strong> la estenosis <strong>de</strong> la arteria renal<br />

(EAR) se han establecido para i<strong>de</strong>ntificar estenosis que sean hemodinámicamente<br />

significativas, lo cual suce<strong>de</strong> cuando la reducción <strong>de</strong>l diámetro supera el 60 %.<br />

Para conseguir resultados fiables <strong>de</strong>be obtenerse un registro <strong>de</strong> velocidad exactamente<br />

en el punto <strong>de</strong> máxima estenosis. Se han utilizado dos parámetros diferentes,<br />

el primero basado en valores absolutos <strong>de</strong> velocidad sistólica máxima y el segundo<br />

en un cociente <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s. Los valores <strong>de</strong> VMS que i<strong>de</strong>ntifican, en la mayoría<br />

<strong>de</strong> estudios, una estenosis <strong>de</strong> la arteria renal superior<br />

al 60 % son velocida<strong>de</strong>s superiores a 180-190 cm/s<br />

(fig. 5). En algunos casos, cuando el ángulo Doppler<br />

es difícil o imposible <strong>de</strong> ajustar o cuando la velocidad<br />

<strong>de</strong> flujo en la aorta está disminuida a causa <strong>de</strong> la<br />

edad o enfermedad arteriosclerosa, resulta útil utilizar<br />

el cociente entre velocidad sistólica en la arteria<br />

ARI<br />

Ao<br />

renal y velocidad en la aorta a nivel <strong>de</strong>l origen <strong>de</strong> la<br />

mesentérica superior (ratio renal aórtico). Los valores<br />

umbral para este cociente varían entre 3 y 3,5<br />

según <strong>los</strong> diferentes estudios. Para <strong>de</strong>terminar el valor<br />

predictivo y <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> corte óptimos <strong>de</strong> <strong>los</strong> parámetros<br />

Doppler en el diagnóstico <strong>de</strong> la estenosis renal<br />

en nuestro centro, estudiamos <strong>de</strong> manera prospectiva<br />

47 pacientes hipertensos con eco-Doppler renal y<br />

arteriografía intraarterial. Los resultados se resumen<br />

en la tabla 2. No fue posible realizar la eco-Doppler en 3 pacientes (6 %) a causa<br />

<strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> gas intestinal u obesidad extrema. Se establecieron <strong>los</strong> mejores<br />

puntos <strong>de</strong> corte mediante curvas características operador/receptor (fig. 6), situándose<br />

la VMS a nivel <strong>de</strong> la estenosis en 180 cm/s con una sensibilidad <strong>de</strong>l 90,4 %,<br />

valor predictivo negativo <strong>de</strong>l 96 % y valor kappa <strong>de</strong> 0,76. El ratio renal aórtico también<br />

mostró una buena correlación con la EAR, y el valor umbral obtenido fue <strong>de</strong><br />

3 (sensibilidad <strong>de</strong> 90,4, valor predictivo negativo <strong>de</strong> 96,6 y correlación kappa <strong>de</strong><br />

0,73). En este estudio se diagnosticaron correctamente 5 oclusiones <strong>de</strong> la arteria<br />

renal con eco-Doppler. Los criterios principales para el diagnóstico <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong><br />

la arteria renal fueron la ausencia <strong>de</strong> señal Doppler en la zona <strong>de</strong> localización teó-<br />

FIGURA 5. Elevación <strong>de</strong> la VMS<br />

en la estenosis <strong>de</strong> arteria renal<br />

izquierda (568 cm/s).<br />

ARI: arteria renal izquierda.<br />

Ao: aorta.


84 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

TABLA 2. Correlación <strong>de</strong> <strong>los</strong> criterios diagnósticos eco-Doppler <strong>de</strong> estenosis <strong>de</strong> arteria renal<br />

con la angiografía<br />

Sensibilidad Especificidad VPP VPN Fiabilidad<br />

VMS > 180 cm/s 90,4 90,7 76 96,7 90,6<br />

RRA > 3 90,4 89,2 73 96,6 89,5<br />

VMS: velocidad máxima sistólica; RRA: ratio renal aórtico; VPP: valor predictivo positivo; VPN: valor<br />

predictivo negativo.<br />

FIGURA 6. Curvas<br />

características <strong>de</strong> operadorreceptor<br />

(ROC) obtenidas para<br />

(1) ratio renal aórtico (RRA) y<br />

(2) velocidad máxima sistólica<br />

(VMS) en la estenosis.<br />

10<br />

9<br />

8<br />

7<br />

6<br />

RRA<br />

3,3 3<br />

2,7<br />

10<br />

90<br />

80<br />

70<br />

60<br />

190<br />

VSM arteria renal<br />

180 cm/s<br />

170<br />

Especificidad<br />

5<br />

4<br />

3<br />

Especificidad<br />

50<br />

40<br />

30<br />

2<br />

20<br />

1<br />

10<br />

0<br />

0<br />

1<br />

2<br />

3<br />

4<br />

5<br />

6<br />

7<br />

8<br />

9<br />

10<br />

0<br />

0<br />

10<br />

20<br />

30<br />

40<br />

50<br />

60<br />

70<br />

80<br />

90<br />

10<br />

Sensibilidad<br />

1 2<br />

Sensibilidad<br />

rica <strong>de</strong> la arteria renal y un tamaño renal inferior a 9 cm <strong>de</strong> diámetro bipolar. En<br />

tres casos existían arterias polares que no fueron <strong>de</strong>tectadas por la eco-Doppler.<br />

Estos resultados coinci<strong>de</strong>n con <strong>los</strong> <strong>de</strong> múltiples estudios anteriores y confirman<br />

que la eco-Doppler es un instrumento i<strong>de</strong>al para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> EAR, siempre<br />

que se aplique a una población con una elevada prevalencia <strong>de</strong> enfermedad<br />

vasculorrenal (en nuestro estudio <strong>de</strong>l 40 %). Éste es un aspecto <strong>de</strong> gran importancia<br />

y pue<strong>de</strong> haber influido en <strong>los</strong> ma<strong>los</strong> resultados obtenidos por algunos autores.<br />

Está bien establecido que la prevalencia afecta el valor predictivo <strong>de</strong> cualquier<br />

prueba y que si lo aplicamos a una población con una probabilidad muy baja <strong>de</strong><br />

enfermedad, la posibilidad <strong>de</strong> que un individuo con una prueba positiva tenga<br />

la enfermedad disminuye, o, en otras palabras, la posibilidad <strong>de</strong> tener falsos positivos<br />

aumenta. Este tema fue claramente establecido por Bergqvist y se muestra<br />

en la tabla 3. En una población <strong>de</strong> pacientes con hipertensión, la prevalencia <strong>de</strong><br />

enfermedad vasculorrenal pue<strong>de</strong> variar mucho <strong>de</strong>pendiendo <strong>de</strong> <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong><br />

selección. En consecuencia, la comparación <strong>de</strong> diferentes estudios será una pérdida<br />

<strong>de</strong> tiempo si no se consi<strong>de</strong>ran <strong>los</strong> criterios <strong>de</strong> selección que se han usado.<br />

Exploración <strong>de</strong>l hilio renal<br />

La exploración <strong>de</strong> la arteria renal principal no ha conseguido una amplia aceptación<br />

como método <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> la EAR porque requiere mucho tiempo y <strong>de</strong>streza<br />

para que la exploración sea satisfactoria. Por ello se ha propuesto la utiliza-


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

85<br />

TABLA 3. Influencia <strong>de</strong> la prevalencia sobre el valor predictivo positivo<br />

Prevalencia Sensibilidad y especificidad (%)<br />

99 95 90 80<br />

20,0 96,1 82,1 69,2 50,0<br />

10,0 91,7 67,9 50,0 30,8<br />

5,0 83,9 67,9 32,1 3,9<br />

1,0 50,0 16,1 8,3 3,9<br />

0,1 9,0 8,7 4,3 2,0<br />

ción <strong>de</strong> una exploración <strong>de</strong>l hilio renal a través <strong>de</strong>l flanco o <strong>de</strong> un abordaje translumbar<br />

como método simplificado e “indirecto” <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> la EAR, que también<br />

sería útil en aquel<strong>los</strong> casos en <strong>los</strong> que es imposible explorar la arteria renal<br />

principal. Handa et al. observaron que distalmente a una estenosis hemodinámicamente<br />

significativa, el ascenso sistólico estaba alterado. Esta observación se ha<br />

<strong>de</strong>nominado efecto “tardus-parvus” para <strong>de</strong>scribir que el ascenso sistólico está<br />

retrasado (tardus) y es aplanado o disminuido (parvus) distal a una estenosis. Para<br />

utilizar estos criterios, la mayoría <strong>de</strong> autores proponen realizar la medición <strong>de</strong>l<br />

tiempo <strong>de</strong> aceleración e índice <strong>de</strong> aceleración (fig. 7); sin embargo, algunos <strong>de</strong>fensores<br />

<strong>de</strong>l método opinan que la simple observación <strong>de</strong> la morfología <strong>de</strong> la onda ya<br />

es suficiente. Los criterios propuestos por Handa para una estenosis significativa<br />

son un tiempo <strong>de</strong> aceleración superior a 100 ms (normal < 70 ms) y un índice<br />

<strong>de</strong> aceleración menor a 291 cm/s 2 (normal > 300 cm/s 2 ). En caso <strong>de</strong> hallar alguno<br />

<strong>de</strong> estos criterios, <strong>de</strong>be proce<strong>de</strong>rse a un examen completo <strong>de</strong> la arteria renal.<br />

El principal problema <strong>de</strong> este método es su falta <strong>de</strong> sensibilidad, dado que las<br />

alteraciones espectrales pue<strong>de</strong>n ser muy sutiles y la diferenciación entre ondas normales<br />

y anormales no siempre es fácil. Strandness comparó este método con la<br />

eco-Doppler directa estándar y <strong>de</strong>mostró<br />

una sensibilidad <strong>de</strong>l 62 % con una fiabilidad<br />

global <strong>de</strong>l 85 %. Ello significa que utilizando<br />

el método “tardus-parvus” se per<strong>de</strong>rían<br />

más <strong>de</strong> un tercio <strong>de</strong> las estenosis<br />

<strong>de</strong>tectadas con eco-Doppler y por ello se<br />

consi<strong>de</strong>ra que el método <strong>de</strong> análisis <strong>de</strong> la<br />

morfología <strong>de</strong> la onda no es apropiado para<br />

la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> la EAR.<br />

FIGURA 7. Tiempo <strong>de</strong><br />

aceleración.<br />

ESTUDIOS DE FLUJO EN EL PARÉNQUIMA<br />

RENAL<br />

Como se ha <strong>de</strong>scrito anteriormente, el<br />

estudio <strong>de</strong> la onda Doppler en el parénquima<br />

renal permite la valoración <strong>de</strong> la resistencia<br />

al flujo en el riñón. Este aumento <strong>de</strong>


86 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

la resistencia pue<strong>de</strong> ser por sí mismo la causa <strong>de</strong> la hipertensión e impedir el éxito<br />

<strong>de</strong> la revascularización renal. Por otra parte, se ha establecido que <strong>los</strong> pacientes<br />

con un índice <strong>de</strong> resistencia elevado son más propensos a la progresión hacia<br />

fracaso renal incluso sin EAR. Ra<strong>de</strong>rmacher et al. siguieron a 162 pacientes con<br />

enfermedad renal durante 3 ± 1,4 años y <strong>de</strong>mostraron que <strong>los</strong> que tenían un índice<br />

<strong>de</strong> resistencia al inicio <strong>de</strong> 0,8 presentaban una evolución peor, con progresión<br />

a fracaso renal y diálisis en el 64 % frente al 5 % <strong>de</strong> aquel<strong>los</strong> cuyo índice era superior<br />

a 0,8. A<strong>de</strong>más, el estudio <strong>de</strong>l IR o el ratio diastólico final pue<strong>de</strong>n usarse en el<br />

seguimiento <strong>de</strong>l trasplante renal, como se comentará más a<strong>de</strong>lante.<br />

OCLUSIÓN DE LA ARTERIA RENAL<br />

Los criterios principales <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong> la arteria renal son la ausencia <strong>de</strong> flujo<br />

en una arteria correctamente visualizada o en el interior <strong>de</strong>l parénquima renal.<br />

Como criterios adicionales también se han señalado la obtención <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s<br />

sistólicas en el parénquima inferiores a 10 cm/s con una morfología aplanada y<br />

que el tamaño renal sea inferior a 9 cm. A pesar <strong>de</strong> <strong>los</strong> buenos resultados <strong>de</strong> algunos<br />

estudios en el diagnóstico <strong>de</strong> la oclusión <strong>de</strong> la arteria renal, la posibilidad <strong>de</strong><br />

falsos negativos, <strong>de</strong>bidos principalmente a la confusión <strong>de</strong> una colateral con la<br />

arteria renal principal permeable, hacen que la eco-Doppler no sea a<strong>de</strong>cuada para<br />

el diagnóstico <strong>de</strong> oclusión <strong>de</strong> la arteria renal.<br />

PRUEBAS FUNCIONALES<br />

La existencia <strong>de</strong> una EAR no es la única causa posible <strong>de</strong> hipertensión, por ello<br />

resulta interesante disponer <strong>de</strong> alguna prueba que nos permita <strong>de</strong>terminar que<br />

la causante <strong>de</strong> la hipertensión es la estenosis que hemos hallado, ya que <strong>de</strong> ser<br />

así, podremos esperar que la presión arterial se normalice tras la reparación <strong>de</strong> la<br />

estenosis. Las pruebas funcionales intentan comprobar que la hipertensión se <strong>de</strong>be<br />

a una hipersecreción <strong>de</strong> renina por parte <strong>de</strong>l riñón “isquémico”. La supresión <strong>de</strong>l<br />

sistema renina-angiotensina con inhibidores <strong>de</strong> la enzima <strong>de</strong> conversión <strong>de</strong> la<br />

angiotensina (IECA) produce una drástica reducción <strong>de</strong> la perfusión <strong>de</strong> ese riñón,<br />

lo cual es observable en la exploración <strong>de</strong>l parénquima. Esta respuesta al captopril<br />

que clásicamente se observa en la gammagrafía con Tecnecio-99 pue<strong>de</strong> también<br />

comprobarse con el simple examen Doppler <strong>de</strong>l parénquima renal, sin necesidad<br />

<strong>de</strong> administrar contraste alguno. Para ello se realiza un examen basal <strong>de</strong>l flujo<br />

parenquimatoso (cortical y medular) y se repite el examen a <strong>los</strong> 60 minutos <strong>de</strong><br />

administrar 50 mg <strong>de</strong> captopril por vía oral. Cuando la hipertensión es renovascular,<br />

se producirá un marcado <strong>de</strong>scenso <strong>de</strong> la velocidad <strong>de</strong>l flujo en las arterias<br />

parenquimatosas, llegando en ocasiones a la total anulación <strong>de</strong>l flujo renal. Es muy<br />

importante recordar que esta prueba está contraindicada en pacientes con función<br />

renal alterada, ya que pue<strong>de</strong> provocar un fracaso renal agudo.<br />

Si bien la posibilidad <strong>de</strong> establecer con certeza la etiología <strong>de</strong> la hipertensión es<br />

sumamente interesante, la constatación <strong>de</strong> que la isquemia producida por una EAR<br />

no sólo es importante como causa <strong>de</strong> hipertensión, sino que pue<strong>de</strong> por sí sola con-


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

87<br />

ducir a una progresiva pérdida <strong>de</strong> función renal, hace que el diagnóstico <strong>de</strong> la EAR<br />

tenga interés por sí mismo y sitúa en un segundo plano a las pruebas funcionales,<br />

<strong>de</strong>jándolas como métodos que pue<strong>de</strong>n facilitar la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> una estenosis, ya<br />

que si un paciente en el que no hemos <strong>de</strong>tectado estenosis en la exploración <strong>de</strong> la<br />

arteria renal tiene una prueba positiva, <strong>de</strong>beremos buscar nuevamente la estenosis<br />

y si aun así no se encuentra, indicar la realización <strong>de</strong> una angiografía, bien sea<br />

convencional o bien por TC o RM para <strong>de</strong>scartar totalmente la existencia <strong>de</strong> una<br />

EAR.<br />

LIMITACIONES TÉCNICAS DE LA ECO-DOPPLER RENAL<br />

Las principales críticas que pue<strong>de</strong>n hacerse a la eco-Doppler renal surgen básicamente<br />

<strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> ser explorador <strong>de</strong>pendiente. Se trata <strong>de</strong> una prueba en la que<br />

<strong>los</strong> estudios <strong>de</strong> validación son cruciales si queremos utilizarla en la práctica clínica.<br />

Por otra parte, el explorador <strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminar la fiabilidad <strong>de</strong> cada<br />

exploración y dar una estimación <strong>de</strong> ésta en el informe final.<br />

Los estudios en <strong>los</strong> que se ha valorado el índice <strong>de</strong> posibilidad <strong>de</strong> realizar<br />

una exploración fiable ofrecen unos resultados que varían entre el 78 y el 94 %,<br />

siendo las principales causas <strong>de</strong> estudios incompletos la presencia <strong>de</strong> gas abdominal<br />

y la obesidad. Los estudios <strong>de</strong> reproducibilidad, consi<strong>de</strong>rando tanto la variabilidad<br />

intraobservador como la interobservador, dan unos coeficientes <strong>de</strong> 0,64-<br />

0,82 <strong>de</strong> variabilidad intraobservador en las mediciones <strong>de</strong> la VMS, y <strong>de</strong> 0,79-0,80<br />

en la interobservador.<br />

Aparte <strong>de</strong> la posibilidad <strong>de</strong> realizar la prueba <strong>de</strong> manera satisfactoria, las principales<br />

limitaciones <strong>de</strong> la eco-Doppler renal son la incapacidad para i<strong>de</strong>ntificar<br />

arterias renales accesorias. Si bien cuando hallamos una o más arterias renales permeables<br />

y sin estenosis po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>scartar la nefropatía isquémica, ya que ésta es<br />

consecuencia <strong>de</strong> una isquemia renal “total”, es posible que un paciente tenga hipertensión<br />

renovascular a consecuencia <strong>de</strong> una estenosis en una arteria polar o accesoria<br />

y con in<strong>de</strong>mnidad <strong>de</strong> la arteria renal principal; por lo tanto, es conveniente<br />

tener en mente esta posibilidad y en <strong>los</strong> casos con muy elevada probabilidad <strong>de</strong><br />

estenosis proseguir <strong>los</strong> estudios aun cuando la eco-Doppler resulte normal.<br />

3. APLICACIONES CLÍNICAS<br />

DIAGNÓSTICO DE ESTENOSIS DE LA ARTERIA RENAL<br />

La principal aplicación <strong>de</strong> la eco-Doppler renal es el estudio <strong>de</strong> pacientes con<br />

sospecha <strong>de</strong> estenosis arteriosclerosa <strong>de</strong> la arteria renal. Como se recoge en la<br />

tabla 3, cuando la prueba se aplica a una población con una prevalencia que se<br />

aproxime al 40 %, el valor predictivo positivo <strong>de</strong> la eco-Doppler se aproxima al<br />

90 %. En la tabla 4 se recoge una comparación <strong>de</strong> la eco-Doppler renal con las otras<br />

técnicas utilizadas para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> una EAR. En primer lugar tenemos la urografía<br />

endovenosa, don<strong>de</strong> la reducción y el retraso en la aparición <strong>de</strong>l contraste en


88 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

TABLA 4. Comparación entre las diferentes técnicas <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> EAR<br />

Prueba Sensibilidad Especificidad Desventajas<br />

Urografía intravenosa 75-80 % 80 % Baja fiabilidad<br />

Actividad <strong>de</strong> renina 60-80 % 60-80 % Baja fiabilidad<br />

plasmática<br />

Renina + captopril 75-100 % 60-95 % Pue<strong>de</strong> producir IRA<br />

Renograma isotópico 90 % 90 % Contraindicado si hay aclaramiento<br />

post-IECA<br />

<strong>de</strong> creatinina < 30 ml/min<br />

Eco-Doppler 90 % 90 % Dificultad técnica<br />

Tiempo <strong>de</strong> realización<br />

No es posible en algunos casos<br />

Angio-RM 83-100 % 92-97 % Sobreestimación <strong>de</strong> la lesión<br />

Elevado coste<br />

Contraindicación si hay<br />

implantes metálicos, claustrofobia<br />

TC helicoidal 98 % 94 % Necesidad <strong>de</strong> contraste<br />

Elevado coste<br />

FIGURA 8. Imagen <strong>de</strong> estenosis<br />

<strong>de</strong> la arteria renal izquierda<br />

(flecha). ARI: arteria renal<br />

izquierda. Ao: aorta.<br />

Ao<br />

el riñón afecto pue<strong>de</strong> sugerirnos la presencia <strong>de</strong> una EAR. Sin embargo, se trata <strong>de</strong><br />

una prueba con una baja sensibilidad (75-80 %). Otra prueba clásicamente usada<br />

es la <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> renina plasmática, pero también presenta<br />

niveles bajos <strong>de</strong> sensibilidad y especificidad que pue<strong>de</strong>n mejorar si repetimos la<br />

<strong>de</strong>terminación tras la administración <strong>de</strong> captopril. Una <strong>de</strong> las pruebas más utilizadas<br />

para la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong> EAR es la gammagrafía renal con captopril. Esta prueba<br />

presenta valores <strong>de</strong> sensibilidad y especificidad superiores al 90 % cuando se<br />

utiliza en una población con alto riesgo <strong>de</strong> pa<strong>de</strong>cer la enfermedad. Tiene la <strong>de</strong>sventaja<br />

<strong>de</strong> que sus valores predictivos disminuyen cuando se utiliza sobre pacientes<br />

<strong>de</strong> bajo riesgo y en pacientes con enfermedad<br />

bilateral igualmente grave; a<strong>de</strong>más, no se<br />

aconseja cuando el aclaramiento <strong>de</strong> creatinina<br />

es inferior a 30 ml/min. La eco-Doppler, por su<br />

parte, presenta niveles <strong>de</strong> sensibilidad y especificidad<br />

semejantes a <strong>los</strong> <strong>de</strong>l renograma isotópico<br />

con IECA sin estas contraindicaciones y a<strong>de</strong>más<br />

permite valorar la enfermedad renal<br />

ARI<br />

bilateral. Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> principales inconvenientes<br />

para usar la eco-Doppler como prueba <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>tección es la gran <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la capacidad<br />

<strong>de</strong>l explorador y el largo tiempo <strong>de</strong> exploración<br />

que suele requerir.<br />

Las gran<strong>de</strong>s competidoras actuales <strong>de</strong> la eco-<br />

Doppler en el diagnóstico <strong>de</strong> la EAR son la<br />

angiorresonancia magnética y la angio-TC. La


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

89<br />

angio-RM es un método no invasivo y no <strong>de</strong>pendiente <strong>de</strong>l explorador, pero que,<br />

sin embargo, tiene dificulta<strong>de</strong>s para interpretar la pérdida <strong>de</strong> señal provocada por<br />

la propia turbulencia <strong>de</strong>l flujo, lo que motiva que se sobreestime la lesión. Estos<br />

inconvenientes se evitan en muchos casos realizando la prueba tras administrar<br />

contraste paramagnético; con ello se consigue una sensibilidad <strong>de</strong> 83-100 % y una<br />

especificidad <strong>de</strong>l 92-97 %, pero <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser un método “no invasivo”. Las contraindicaciones<br />

son las propias <strong>de</strong> la resonancia y su coste es indudablemente mayor<br />

al <strong>de</strong> la eco-Doppler. La TC helicoidal con reconstrucción tridimensional <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

vasos sanguíneos consigue, en manos expertas, una sensibilidad <strong>de</strong> 98 % y una<br />

especificidad <strong>de</strong>l 94 % en el diagnóstico <strong>de</strong> EAR, requiere inevitablemente la administración<br />

<strong>de</strong> bolo <strong>de</strong> contraste y <strong>de</strong> un utillaje caro y un tiempo <strong>de</strong> exploración<br />

e interpretación no <strong>de</strong>spreciables. Lo cierto es que ambas técnicas ofrecen una fiabilidad<br />

muy alta y en <strong>los</strong> metaanálisis publicados son <strong>los</strong> métodos <strong>de</strong> elección para<br />

el diagnóstico <strong>de</strong> EAR. Sin embargo, como ya hemos comentado requieren una<br />

consi<strong>de</strong>rable manipulación <strong>de</strong> la imagen ofrecida por el aparato y un adiestramiento<br />

y capacidad en la interpretación <strong>de</strong> las imágenes que las convierte, al menos<br />

conceptualmente, en técnicas explorador <strong>de</strong>pendientes, y con ello entramos en<br />

la necesidad <strong>de</strong> que quien <strong>de</strong>cida emplearlas <strong>de</strong>ba validar sus resultados personales,<br />

ya que <strong>los</strong> magníficos resultados <strong>de</strong> la literatura médica no siempre se reproducen.<br />

Otra consi<strong>de</strong>ración es la meramente económica, ya que ni el precio <strong>de</strong>l utillaje<br />

ni el coste <strong>de</strong> <strong>los</strong> contrastes son tolerables para una prueba <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección.<br />

ESTUDIOS DE SEGUIMIENTO DE LA ESTENOSIS DE LA ARTERIA RENAL<br />

La isquemia renal pue<strong>de</strong> producir básicamente dos problemas. El primero <strong>de</strong><br />

el<strong>los</strong> es una hipertensión <strong>de</strong> difícil control, que a su vez tendrá su repercusión sobre<br />

<strong>los</strong> llamados órganos diana y producirá eventos cardiovasculares importantes. El<br />

segundo es la progresiva atrofia <strong>de</strong>l riñón, que conducirá a una insuficiencia renal<br />

terminal con necesidad <strong>de</strong> diálisis. La eco-Doppler renal es un método a<strong>de</strong>cuado<br />

para <strong>de</strong>tectar la progresión <strong>de</strong> la arteriosclerosis renal y nos permite establecer un<br />

manejo a<strong>de</strong>cuado. El hecho <strong>de</strong> que no sea invasiva y su elevada fiabilidad la convierten<br />

en la prueba i<strong>de</strong>al para el seguimiento <strong>de</strong> pacientes con o sin revascularización<br />

<strong>de</strong> la arteria renal.<br />

En un estudio <strong>de</strong> seguimiento <strong>de</strong> pacientes con EAR, Zierler et al. mostraron<br />

que la enfermedad progresa a una media <strong>de</strong> un 7 % al año para todas las categorías<br />

diagnósticas estudiadas; sin embargo, si nos centramos exclusivamente en <strong>los</strong><br />

pacientes que tenían una estenosis mo<strong>de</strong>rada en el estudio basal, la inci<strong>de</strong>ncia acumulativa<br />

<strong>de</strong> progresión a una estenosis superior al 60 % alcanzó el 75 % en 5 años.<br />

Los pacientes que al inicio tenían ya una estenosis <strong>de</strong> más <strong>de</strong>l 60 %, <strong>los</strong> diabéticos,<br />

<strong>los</strong> que presentaban hipertensión sistólica y aquel<strong>los</strong> que tenían alterados <strong>los</strong> índices<br />

tobillo/brazo, fueron más propensos a la progresión que <strong>los</strong> individuos normales.<br />

A<strong>de</strong>más, la oclusión completa <strong>de</strong> la arteria renal, aunque rara, fue más<br />

frecuente en <strong>los</strong> pacientes que al inicio tenían ya una estenosis superior al 60 %.<br />

Como se ha comentado, otro dato importante mostrado por <strong>los</strong> estudios <strong>de</strong><br />

seguimiento es el hecho <strong>de</strong> que la EAR no sólo es una posible causa <strong>de</strong> hiperten-


90 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 9. Trasplante renal<br />

ubicado en pelvis anatomosado a<br />

la hipogástrica (AH).<br />

AR: arteria renal.<br />

sión, sino que también produce isquemia renal que pue<strong>de</strong> progresar hasta atrofia<br />

renal e insuficiencia renal terminal. Ello fue confirmado por Caps et al., que<br />

<strong>de</strong>mostraron una relación clara entre la EAR y la pérdida <strong>de</strong> masa renal según<br />

mediciones <strong>de</strong> diámetro bipolar realizadas con ecografía. El seguimiento <strong>de</strong> 122<br />

pacientes durante 3 años permitió <strong>de</strong>mostrar una reducción <strong>de</strong> la longitud <strong>de</strong>l<br />

riñón <strong>de</strong> más <strong>de</strong> 1 cm en el 20,8 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con EAR superior o igual al<br />

60 %, comparado con sólo el 5,5 % en pacientes con exploración basal normal.<br />

Este autor también <strong>de</strong>mostró que <strong>los</strong> pacientes que tenían hipertensión sistólica<br />

o disminución <strong>de</strong>l flujo cortical en las <strong>exploracion</strong>es basales presentaban una mayor<br />

inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> progresión hasta la atrofia renal.<br />

En la actualidad, el tratamiento más común <strong>de</strong> la EAR es la angioplastia, sin<br />

embargo, <strong>los</strong> resultados <strong>de</strong> esta técnica no están muy bien documentados, dada la<br />

falta <strong>de</strong> angiografías <strong>de</strong> control en el seguimiento. La eco-Doppler pue<strong>de</strong> emplearse<br />

en este seguimiento utilizando parámetros similares a <strong>los</strong> <strong>de</strong>l diagnóstico inicial.<br />

Un estudio prospectivo realizado por Tullis et al., con un seguimiento medio <strong>de</strong><br />

34 meses, halló que la inci<strong>de</strong>ncia acumulativa <strong>de</strong> reestenosis superior al 60 % en<br />

<strong>los</strong> casos <strong>de</strong> angioplastia con éxito era <strong>de</strong>l 13 % al año y <strong>de</strong>l 19 % a <strong>los</strong> dos años.<br />

Sin embargo, en aquel<strong>los</strong> pacientes en <strong>los</strong> que la angioplastia había <strong>de</strong>jado una<br />

estenosis residual inferior al 60 %, la inci<strong>de</strong>ncia acumulativa <strong>de</strong> reestenosis<br />

(> 60 %) era <strong>de</strong>l 44 % al año y <strong>de</strong>l 55 % a <strong>los</strong> 2 años y cuando quedaba una estenosis<br />

residual superior al 60 %, la inci<strong>de</strong>ncia acumulativa <strong>de</strong> oclusión era <strong>de</strong>l 10 %<br />

en 2 años. Estas cifras no hacen sino enfatizar la importancia <strong>de</strong>l seguimiento y<br />

alertan sobre la efectividad real <strong>de</strong> la angioplastia.<br />

SEGUIMIENTO DEL RIÑÓN TRASPLANTADO<br />

El trasplante renal es el tratamiento <strong>de</strong><br />

elección para <strong>los</strong> pacientes con fracaso renal<br />

terminal. Las complicaciones vasculares postrasplante<br />

pue<strong>de</strong>n estar relacionadas con el<br />

AR<br />

procedimiento <strong>de</strong> extracción, <strong>los</strong> vasos <strong>de</strong>l<br />

donante, la técnica quirúrgica empleada,<br />

AH<br />

la inmunosupresión o la enfermedad <strong>de</strong>l<br />

receptor (fig. 9).<br />

La fiabilidad <strong>de</strong> la eco-Doppler en la<br />

<strong>de</strong>tección <strong>de</strong>l rechazo se ha cuestionado; sin<br />

embargo, es posible controlar <strong>los</strong> cambios<br />

en la resistencia parenquimatosa y a partir<br />

<strong>de</strong> ello intuir si se está produciendo rechazo<br />

o intoxicación por inmunosupresores. La elevación <strong>de</strong>l índice <strong>de</strong> resistencia<br />

será pues una señal <strong>de</strong> alarma en este seguimiento.<br />

Por otra parte, también es posible <strong>de</strong>tectar la aparición <strong>de</strong> estenosis en la arteria<br />

<strong>de</strong>l trasplante o la <strong>de</strong>l receptor y ello permitirá actuar antes <strong>de</strong> que el riñón empiece<br />

a per<strong>de</strong>r función.


EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA DE LA ARTERIA RENAL<br />

91<br />

Bibliografía<br />

Baumgartner I, Behrendt P, Rohner O,<br />

Baumgartner RW. A Validation study on<br />

the interobserver and interobserver<br />

reproducibility of renal artery duplex<br />

ultrasound. Ultrasound Med Biol<br />

1999;25(2):225-31.<br />

Berland LL, Koslin DB, Routh WD, Keller<br />

FS. Renal artery stenosis: Prospective<br />

evaluation of diagnosis with color duplex<br />

US compared with angiography. Radiology<br />

1990;174:421-3.<br />

Bergqvist D, Karacagil S, Lörelius LE.<br />

Imaging for renovascular hypertension:<br />

The value of duplex against angiography.<br />

En: Greenhalgh R, editor. Vascular imaging<br />

for Surgeons. London: WB Saun<strong>de</strong>rs; 1995.<br />

p. 257-76.<br />

Caps MT, Zierler RE, Polissar NL, et al.<br />

Risk of atrophy in kidneys with<br />

atherosclerotic renal artery stenosis. Kidney<br />

Int 1998;53:735-42.<br />

Desberg AL, Paushter DM, Lammert GK, et<br />

al. Renal artery stenosis: Evaluation with<br />

color Doppler flow imaging. Radiology<br />

1990;177:749-53.<br />

Fliescher AC, Hinton AA, Glick AD,<br />

Johnson K. Duplex sonography or renal<br />

transplants. Correlation with histopathology.<br />

J Ultrasound Med 1989;8:89-94.<br />

Gottlieb RH, Lieberman JL, Pabico RC,<br />

Waldman DL. Diagnosis of renal artery<br />

stenosis in transplanted kidneys: value of<br />

Doppler waveform analysis of the<br />

intrarenal arteries. Am J Roentgenol<br />

1995;165(6):1441-6.<br />

Grenier N, Douws C, Morel D, et al.<br />

Detection of vascular complications in<br />

renal allografts with colour flow Doppler<br />

imaging. Radiology 1991;178:217-23.<br />

Handa N, Fukunaga R, Etani H, et al.<br />

Efficacy of echo-Doppler examination for<br />

the evaluation of renovascular<br />

hypertension. Ultrasound Med Biol<br />

1988;14:1-5.<br />

Hernán<strong>de</strong>z E, Martínez Amenós A, Vila Coll<br />

R, Cairols MA. Diagnóstico <strong>de</strong> la hipertensión<br />

arterial renovascular mediante eco-Doppler.<br />

Hipertensión 2000;17(5):35-47.<br />

Hua Hong T, Hood Douglas B, Jensen<br />

Chris C, et al. The use of color flow Duplex<br />

to <strong>de</strong>tect significant renal artery stenosis.<br />

Ann Vasc Surg 2000;14:118-24.<br />

Lee HY, Grant EG. Sonography in<br />

renovascular hypertension. J Ultrasound<br />

Med 2002;21:431-41.<br />

Miralles M, Cairols MA, Cotillas J, et al.<br />

Value of Doppler parameters in the<br />

diagnosis of renovascular disease. J Vasc<br />

Surg 1996;23:428-35.<br />

Miralles M, Bestard J, Gasco J, Lozano P,<br />

Corominas C, Blanes I, Cairols MA.<br />

Vascular complications in the transplanted<br />

kidney. Detection with Doppler<br />

ultrasonography.<br />

Arch Esp Urol 1995;48:1001-8.<br />

Miralles M, Santiso A, Giménez A,<br />

Riambau V, Saez A, Daumal J, Cairols MA.<br />

Renal Duplex Scanning: Correlation with<br />

Angiography and Isotopic Renography.<br />

Eur J Vasc Surg 1993;7:188-94.<br />

Mollo M, Pelet V, Mouawad J, et al.<br />

Evaluation of colour duplex ultrasound<br />

scanning in diagnosis of renal artery<br />

stenosis, compared to angiography: a<br />

prospective study. Eur J Vasc Endovasc<br />

Surg 1997;14:305-9.<br />

Motew SJ, Cherr GS, Craven TE, et al.<br />

Renal Duplex sonography: main renal<br />

artery versus hiliar analysis. J Vasc Surg<br />

2000;32(3):462-9.<br />

Olin JW, Piedmonte MR, Young JR, et al.<br />

The utility of duplex ultrasound scanning<br />

of the renal arteries for diagnosing<br />

significant renal artery stenosis. Ann Intern<br />

Med 1995;122(11):833-8.<br />

Ra<strong>de</strong>rmacher J, Ellis S, Haller H. Renal<br />

resistance in<strong>de</strong>x and progression of renal<br />

disease. Hypertension 2002;39:699-703.


92 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

Ra<strong>de</strong>rmacher J, Chavan J, Bleck J, et al. Use<br />

of Doppler ultrasonography to predict the<br />

outcome of therapy for renal artery<br />

stenosis. N Engl J Med 2001;344:410-7.<br />

Schwerck WB, Restrepo IK, Stellwaag M,<br />

K<strong>los</strong>e KJ, Scha<strong>de</strong>-Brittinger C. Renal artery<br />

stenosis: grading with image-directed<br />

Doppler US evaluation of resistive in<strong>de</strong>x.<br />

Radiology 1994;190(3):785-90.<br />

Strandness DE Jr. Duplex scanning in<br />

vascular disor<strong>de</strong>rs. New York: Raven Press;<br />

1993. p. 197-208.<br />

Taylor DC, Kerrler MD, Moneta GL, et al.<br />

Duplex ultrasound scanning in the diagnosis<br />

of renal artery stenosis: a prospective<br />

evaluation. J Vasc Surg 1988;7:363-9.<br />

Tullis MJ, Zierler RE, Glickerman DJ,<br />

Bergelin RO, Cantwell-Gab I, Strandness<br />

DE. Results of percutaneous transluminal<br />

angioplasty for atherosclerotic renal artery<br />

stenosis: a follow up study with duplex<br />

ultrasonography. J Vasc Surg 1997;25:46-54.<br />

Vasbin<strong>de</strong>r GBC, Nelemans PJ,<br />

Kessels AGH, Kroon AA, <strong>de</strong> Leeuw PW.<br />

Engelshoven JMA. Diagnostic Test for renal<br />

artery stenosis in patients suspected of<br />

having renovascular hypertension:<br />

A meta-analisys, Ann Intern Med<br />

2001;135:401-11.<br />

Zierler RE, Bergelin RO, Davidson RC, et<br />

al. A prospective study of disease<br />

progression in patients with atherosclerotic<br />

renal artery stenosis. Am J Hypertens<br />

1996; 9(11):1055-61.


VI<br />

Exploración no invasiva<br />

<strong>de</strong> la insuficiencia venosa<br />

aguda y crónica<br />

1. Introducción: función venosa<br />

2. Concepto <strong>de</strong> insuficiencia venosa<br />

3. Técnicas <strong>de</strong> exploración<br />

4. Exploración no invasiva <strong>de</strong> la insuficiencia venosa aguda (trombosis<br />

venosa)<br />

5. Exploración no invasiva <strong>de</strong> la insuficiencia venosa crónica <strong>de</strong> EEII


95<br />

Exploración no invasiva <strong>de</strong> la insuficiencia<br />

venosa aguda y crónica<br />

1. INTRODUCCIÓN: FUNCIÓN VENOSA<br />

La función <strong>de</strong>l sistema venoso es la <strong>de</strong> asegurar un flujo <strong>de</strong> retorno venoso cardiópeto<br />

adaptado a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> drenaje <strong>de</strong> <strong>los</strong> tejidos, termorregulación y<br />

reserva hemodinámica con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la posición y actividad.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que la principal misión <strong>de</strong> la circulación venosa es el drenaje <strong>de</strong>l<br />

CO 2 y <strong>de</strong>más catabolitos originados por el metabolismo celular hacia el corazón<br />

para su posterior <strong>de</strong>puración pulmonar, hepática o renal.<br />

El sistema venoso superficial tiene también una importante función en la termorregulación.<br />

En condiciones <strong>de</strong> frío se produce una vasoconstricción <strong>de</strong>l territorio<br />

arteriolocapilar que disminuye su flujo permitiendo la conservación <strong>de</strong> la<br />

temperatura corporal. En condiciones <strong>de</strong> calor excesivo, se produce una vasodilatación<br />

y apertura <strong>de</strong> pequeños shunts arteriovenosos a nivel <strong>de</strong> la microcirculación,<br />

<strong>los</strong> cuales <strong>de</strong>terminan un aumento <strong>de</strong>l débito sanguíneo <strong>de</strong> la región cutánea,<br />

facilitando la pérdida <strong>de</strong> calor a través <strong>de</strong> la piel.<br />

El sistema venoso cumple asimismo una función <strong>de</strong> reservorio sanguíneo, la<br />

complianza <strong>de</strong>bida a la distensibilidad <strong>de</strong> la pared venosa permite adaptar su contenido<br />

a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l débito cardíaco. De esta forma las variaciones <strong>de</strong>l calibre<br />

<strong>de</strong> la pared venosa son capaces <strong>de</strong> modificar el volumen <strong>de</strong> sangre que llega<br />

al corazón <strong>de</strong>recho, ello permite adaptar el volumen <strong>de</strong> sangre a las condiciones<br />

<strong>de</strong> gasto cardíaco requeridas en cada situación.<br />

2. CONCEPTO DE INSUFICIENCIA VENOSA<br />

Definimos la insuficiencia venosa como la incapacidad <strong>de</strong> una vena para conducir<br />

un flujo <strong>de</strong> sangre en sentido cardiópeto, adaptado a las necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l drenaje<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> tejidos, termorregulación y reserva hemodinámica, con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia<br />

<strong>de</strong> su posición y actividad. Su manifestación más característica es la hipertensión<br />

venosa con o sin reflujo. La hipertensión venosa pue<strong>de</strong> ser aguda (trombosis venosa)<br />

o crónica.<br />

Existe una hipertensión venosa fisiológica en el individuo inmóvil en bipe<strong>de</strong>stación,<br />

que se anula con la actividad <strong>de</strong> la bomba muscular. En tal posición la


96 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

presión registrada en una vena <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>l pie sería igual en una extremidad sana<br />

como en la que tuviera una insuficiencia profunda o superficial.<br />

La existencia <strong>de</strong> una presión venosa en una vena <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>l pie elevada tras<br />

ejercitar la bomba muscular se <strong>de</strong>nomina hipertensión venosa dinámica y es la<br />

característica esencial <strong>de</strong> la insuficiencia venosa.<br />

El patrón oro para el diagnóstico y cuantificación <strong>de</strong> la insuficiencia venosa<br />

será, pues, la medición cruenta <strong>de</strong> la presión venosa en una vena <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>l<br />

pie.<br />

El hallazgo, en bipe<strong>de</strong>stación y postejercicio, <strong>de</strong> un tiempo <strong>de</strong> recuperación a<br />

la presión basal inferior a 20 segundos es el parámetro hemodinámico que la caracteriza<br />

(fig. 1). A<strong>de</strong>más, el incremento <strong>de</strong> la presión venosa ambulatoria se correlaciona<br />

<strong>de</strong> forma lineal con la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> úlceras venosas, siendo nula cuando<br />

la presión es inferior a 30 mmHg y afectando al 100 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> pacientes con presiones<br />

<strong>de</strong> más <strong>de</strong> 90 mmHg.<br />

FIGURA 1. Determinación <strong>de</strong> la<br />

presión venosa dinámica en una<br />

vena <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>l pie. Tiempos<br />

<strong>de</strong> recuperación a la presión<br />

basal inferiores a 20 segundos<br />

son indicativos <strong>de</strong> existencia <strong>de</strong><br />

insuficiencia venosa.<br />

Esencialmente la insuficiencia venosa se <strong>de</strong>be a la obstrucción <strong>de</strong>l drenaje venoso<br />

o a la existencia <strong>de</strong> reflujo o a una combinación <strong>de</strong> ambas.<br />

Los estudios no invasivos <strong>de</strong> la patología venosa se dirigirán a <strong>de</strong>tectar y cuantificar<br />

la existencia <strong>de</strong> cambios <strong>de</strong> volumen, obstrucción o reflujo ligados a la insuficiencia<br />

venosa y a <strong>de</strong>finir la localización anatómica <strong>de</strong> la anomalía. Para ello utilizaremos<br />

una combinación <strong>de</strong> técnicas fisiológicas y <strong>de</strong> imagen. En la actualidad<br />

<strong>los</strong> métodos no invasivos que resultan más útiles clínicamente son: la Doppler continua,<br />

la eco-Doppler con o sin color y la pletismografía aérea o neumopletismografía.<br />

3. TÉCNICAS DE EXPLORACIÓN<br />

Las técnicas utilizadas en la exploración no invasiva <strong>de</strong> la insuficiencia venosa<br />

aguda o crónica se basan en dos principios fundamentales:<br />

– Técnicas pletismográficas, basadas en <strong>los</strong> cambios <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> un segmento<br />

<strong>de</strong> la extremidad.<br />

– Técnicas ultrasonográficas, basadas en la aplicación <strong>de</strong> dos principios: la ecografía<br />

y el efecto Doppler.


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

97<br />

PLETISMOGRAFÍA<br />

Las técnicas pletismográficas se dirigen a la <strong>de</strong>tección y medición <strong>de</strong> <strong>los</strong> cambios<br />

<strong>de</strong> volumen. Aplicada al estudio <strong>de</strong> la insuficiencia venosa, trata <strong>de</strong> medir <strong>los</strong><br />

cambios <strong>de</strong> volumen que se producen en la extremidad tras ejercitar la bomba<br />

muscular o al bloquear el drenaje sanguíneo. Según el método físico empleado<br />

hablaremos <strong>de</strong> neumopletismografía, pletismografía <strong>de</strong> impedancia, <strong>de</strong> anillo <strong>de</strong><br />

mercurio, <strong>de</strong> agua o <strong>de</strong> fotopletismografía.<br />

La pletismografía <strong>de</strong> impedancia y la <strong>de</strong> anillo <strong>de</strong> mercurio han <strong>de</strong>mostrado<br />

ser procedimientos válidos en el diagnóstico <strong>de</strong> la insuficiencia venosa aguda secundaria<br />

a una trombosis venosa, siempre que ésta cause un compromiso hemodinámico.<br />

En este caso se realiza la exploración con el paciente en <strong>de</strong>cúbito, con la<br />

extremidad ligeramente elevada. Se practica una oclusión venosa a nivel <strong>de</strong>l muslo<br />

y se mi<strong>de</strong> el volumen <strong>de</strong> llenado venoso (capacitancia venosa) y su relación con<br />

el tiempo <strong>de</strong> vaciamiento venoso producido tras la <strong>de</strong>sinsuflación <strong>de</strong>l manguito<br />

neumático. La disminución <strong>de</strong> la capacitancia venosa y el débito venoso máximo<br />

(maximum venous outflow) son parámetros<br />

útiles para el diagnóstico <strong>de</strong><br />

trombosis venosas proximales <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

MMII, pudiéndose alcanzar fiabilida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong>l 90 % si se combina con la<br />

Doppler continua (fig. 2).<br />

Entre <strong>los</strong> distintos tipos <strong>de</strong> pletismografía,<br />

la neumopletismografía<br />

según la técnica <strong>de</strong>scrita por Nicolai<strong>de</strong>s<br />

es la que ha <strong>de</strong>mostrado una mayor<br />

utilidad para la cuantificación <strong>de</strong> la<br />

insuficiencia venosa crónica y la eficiencia <strong>de</strong> la bomba muscular. Esta técnica se<br />

realiza en bipe<strong>de</strong>stación y permite <strong>de</strong>terminar un sinfín <strong>de</strong> parámetros que analizan,<br />

básicamente, el tiempo que tarda la extremidad en alcanzar su volumen máximo<br />

al recuperar la bipe<strong>de</strong>stación tras el <strong>de</strong>cúbito o tras haber “vaciado” las venas<br />

ejercitando la bomba muscular. Hablamos, así, <strong>de</strong> fracción <strong>de</strong> eyección, tiempo <strong>de</strong><br />

llenado venoso, volumen residual y volumen o capacidad venosa máxima. El índice<br />

<strong>de</strong> llenado venoso (VFI) se consi<strong>de</strong>ra una cuantificación <strong>de</strong>l reflujo y se <strong>de</strong>fine<br />

como el cociente entre el volumen <strong>de</strong> sangre que llena la extremidad al incorporarse<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>cúbito (volumen venoso) y el tiempo requerido para alcanzar el 90 %<br />

<strong>de</strong> este llenado (tiempo <strong>de</strong> llenado venoso).<br />

Valores <strong>de</strong> VFI superiores a 7 ml/s mostraron una sensibilidad <strong>de</strong>l 73 % y un<br />

100 % <strong>de</strong> valor predictivo positivo (VPP) en la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong>l reflujo venoso<br />

obtenido con flebografía <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte; sin embargo, en casos <strong>de</strong> oclusión venosa<br />

proximal, el VFI infravalora el grado <strong>de</strong> reflujo. Clínicamente, valores <strong>de</strong> VFI superiores<br />

a 3 ml/s permitieron discriminar con un VPP <strong>de</strong>l 96 % entre piernas con<br />

insuficiencia venosa y piernas normales.<br />

La fotopletismografía, aunque ha sido una <strong>de</strong> las modalida<strong>de</strong>s más usadas,<br />

<strong>de</strong>mostró hace tiempo que no pasaba <strong>de</strong> ser un test cualitativo, dada la imposibi-<br />

FIGURA 2. Curvas <strong>de</strong><br />

pletismografía <strong>de</strong> impedancia.<br />

Obsérvese la asimetría <strong>de</strong> curvas<br />

entre ambas extremida<strong>de</strong>s: la<br />

parte inferior (extremidad<br />

inferior izquierda) refleja una<br />

capacitancia y velocidad <strong>de</strong><br />

vaciamiento venoso normales;<br />

por el contrario, la parte superior<br />

(extremidad inferior <strong>de</strong>recha)<br />

muestra una disminución <strong>de</strong>l<br />

volumen <strong>de</strong> capacitancia venoso,<br />

así como un enlentecimiento en<br />

el tiempo <strong>de</strong> vaciado venoso,<br />

característicos <strong>de</strong> la trombosis<br />

venosa profunda.


98 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

lidad <strong>de</strong> un a<strong>de</strong>cuado calibrado y la falta <strong>de</strong> correlación con la presión venosa<br />

ambulatoria.<br />

De todas maneras, la falta <strong>de</strong> información anatómica, la imposibilidad <strong>de</strong> discriminar<br />

correctamente la insuficiencia valvular profunda <strong>de</strong> la superficial, a<br />

pesar <strong>de</strong> una correcta utilización <strong>de</strong> torniquetes, y la sencillez y facilidad <strong>de</strong>l examen<br />

con eco-Doppler, han motivado que las técnicas pletismográficas hayan<br />

quedado en <strong>de</strong>suso y se empleen únicamente en caso <strong>de</strong> no disponer <strong>de</strong> eco-<br />

Doppler o cuando se <strong>de</strong>sea cuantificar numéricamente la IVC en el contexto<br />

<strong>de</strong> un ensayo clínico.<br />

DOPPLER CONTINUA<br />

El papel <strong>de</strong> la Doppler continua en el diagnóstico <strong>de</strong> la trombosis venosa ha<br />

quedado relegado a un segundo plano tras la aparición <strong>de</strong> la eco-Doppler. Sin<br />

embargo, en manos experimentadas consigue una fiabilidad próxima al 90 % en<br />

el diagnóstico <strong>de</strong> trombosis venosas proximales. Entre sus limitaciones <strong>de</strong>stacan<br />

la imposibilidad <strong>de</strong> explorar las venas profundas <strong>de</strong> las piernas (femoral profunda,<br />

venas gastrognemias, etc.) y <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar anomalías anatómicas como el <strong>de</strong>sdoblamiento<br />

<strong>de</strong> la vena poplítea o <strong>de</strong> la femoral superficial, que pue<strong>de</strong>n llevar a<br />

un diagnóstico erróneo <strong>de</strong> permeabilidad.<br />

La utilidad <strong>de</strong> la Doppler continua en la IVC se limita a la valoración “grosera”<br />

<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> reflujo, ya que sólo nos permitirá <strong>de</strong>scartar su existencia, es <strong>de</strong>cir,<br />

si <strong>de</strong>tectamos reflujo en una encrucijada venosa no podremos saber qué válvulas<br />

son las disfuncionantes y necesitaremos la eco-Doppler para localizar la insuficiencia,<br />

pero cuando no registremos flujo retrógrado sí que podremos afirmar que<br />

todas las válvulas <strong>de</strong>l sector funcionan a<strong>de</strong>cuadamente.<br />

4. EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA<br />

(TROMBOSIS VENOSA)<br />

INTRODUCCIÓN<br />

El diagnóstico y tratamiento precoz <strong>de</strong> la trombosis venosa profunda es importante<br />

<strong>de</strong>bido a su frecuente asociación con el tromboembolismo pulmonar (TEP),<br />

el cual presenta una elevada tasa <strong>de</strong> mortalidad. Por ello es mejor estudiar ambos<br />

procesos como manifestaciones <strong>de</strong> una misma entidad, <strong>de</strong>nominada tromboembolismo<br />

venoso (TEV). La alta tasa <strong>de</strong> morbilidad se <strong>de</strong>be al carácter recurrente<br />

<strong>de</strong> la enfermedad y a la aparición <strong>de</strong>l síndrome postrombótico <strong>de</strong> la extremidad,<br />

el cual provoca incapacidad laboral e importantes costes sociosanitarios.<br />

METODOLOGÍA DIAGNÓSTICA<br />

En <strong>los</strong> últimos años las técnicas <strong>de</strong> imagen por ultrasonidos se han convertido<br />

en la prueba diagnóstica inicial y principal en el diagnóstico <strong>de</strong> la TVP, gra-


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

99<br />

cias a la alta sensibilidad y especificidad <strong>de</strong>mostrada, especialmente en el sector<br />

venoso proximal.<br />

Sensibilidad y especificidad <strong>de</strong> la eco-Doppler<br />

Diferentes estudios comparativos con la flebografía han <strong>de</strong>mostrado la fiabilidad<br />

<strong>de</strong> la eco-Doppler en el diagnóstico <strong>de</strong> la TVP utilizando la flebografía como<br />

referencia cuando se trata <strong>de</strong> valorar sectores venosos proximales (venas femorales,<br />

poplíteas y gran<strong>de</strong>s venas proximales <strong>de</strong>l sóleo y gastrocnemio), obteniendo<br />

una sensibilidad <strong>de</strong>l 96 % y especificidad <strong>de</strong>l 98 %. Sin embargo, cuando la TVP se<br />

encuentra limitada a las venas <strong>de</strong>l plexo sóleo y gastrocnemio, la sensibilidad disminuye<br />

hasta el 73 %. Ello se <strong>de</strong>be fundamentalmente al pequeño calibre <strong>de</strong> las<br />

venas a ese “nivel” y su dificultad para apreciar la compresibilidad completa como<br />

signo directo <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> un trombo.<br />

Técnica <strong>de</strong> exploración<br />

La exploración inicial <strong>de</strong>l paciente se realiza en <strong>de</strong>cúbito supino y posición<br />

<strong>de</strong>clive <strong>de</strong> las extremida<strong>de</strong>s inferiores (anti-Tren<strong>de</strong>lenburg), lo cual permitirá un<br />

relleno más rápido <strong>de</strong> la almohadilla venosa plantar y <strong>de</strong>l plexo sóleo tras su expresión<br />

manual. En pacientes con buena movilidad, el <strong>de</strong>cúbito prono es la mejor<br />

posición para valorar las venas poplíteas y sóleo-gemelares. En pacientes obesos o<br />

con abundante aire intestinal, la exploración <strong>de</strong> las venas ilíacas y vena cava inferior<br />

se realiza mejor en <strong>de</strong>cúbito lateral.<br />

Es esencial antes <strong>de</strong> comenzar la exploración realizar un buen ajuste <strong>de</strong> <strong>los</strong> parámetros<br />

eco-Doppler, <strong>de</strong> manera que se aumente la sensibilidad a flujos lentos. Ello<br />

se consigue generalmente eligiendo una sonda y frecuencia a<strong>de</strong>cuada (menor frecuencia<br />

cuanto más profundo sea el plano <strong>de</strong> insonación), aumentando la ganancia<br />

<strong>de</strong> color, disminuyendo el rango <strong>de</strong> velocida<strong>de</strong>s o la frecuencia <strong>de</strong> repetición<br />

<strong>de</strong> pulso (PRF). Las sondas convexas <strong>de</strong> baja frecuencia son más a<strong>de</strong>cuadas para<br />

explorar la vena cava inferior, venas ilíacas o sector femoral y poplíteo en pacientes<br />

obesos.<br />

La exploración <strong>de</strong>be ser or<strong>de</strong>nada y sistematizada según preferencias <strong>de</strong>l explorador.<br />

La exploración completa y bilateral <strong>de</strong> todo el sistema venoso profundo,<br />

incluyendo las venas ilíacas y la vena cava inferior, incrementa enormemente el<br />

tiempo <strong>de</strong> la exploración. Parece lógico, por ello, aplicar un protocolo que optimice<br />

el tiempo y resultado <strong>de</strong> la exploración.<br />

La exploración <strong>de</strong>be compren<strong>de</strong>r la valoración <strong>de</strong> la compresibilidad <strong>de</strong>l sector<br />

femoral, poplíteo y drenaje proximal <strong>de</strong> las venas <strong>de</strong>l sóleo y gastrocnemio. En<br />

presencia <strong>de</strong> trombosis venosa a nivel femoral o ausencia <strong>de</strong> flujo venoso espontáneo<br />

modulado por la respiración, es necesaria la exploración <strong>de</strong>l sector ilio-cava.<br />

La ausencia <strong>de</strong> incremento <strong>de</strong> flujo a nivel femoral cuando se comprime manualmente<br />

la masa sóleo-gemelar también requiere la exploración minuciosa <strong>de</strong>l sector<br />

venoso ilio-cava. La exploración <strong>de</strong> la extremidad contralateral pue<strong>de</strong> valorarse<br />

buscando la compresibilidad completa selectivamente <strong>de</strong> la vena femoral a nivel


100 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 3. Trombosis venosa<br />

profunda <strong>de</strong> vena femoral.<br />

Obsérvese la imposibilidad<br />

<strong>de</strong> colapsar la vena con la<br />

compresión <strong>de</strong>l transductor.<br />

FIGURA 4. Trombosis venosa<br />

profunda antigua <strong>de</strong> la vena<br />

poplítea. La ecogenicidad<br />

evi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l trombo<br />

intraluminal es un signo<br />

característico <strong>de</strong> la antigüedad<br />

<strong>de</strong>l proceso.<br />

inguinal y en la vena poplítea, completando la exploración ante la existencia <strong>de</strong><br />

alguna anomalía.<br />

Signos <strong>de</strong> trombosis venosa profunda<br />

El signo más directo y fiable es la imposibilidad<br />

<strong>de</strong> colapso completo <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s venosas<br />

cuando se comprimen con la sonda ecográfica en<br />

proyección transversal (fig. 3). En ocasiones es<br />

posible visualizar directamente la textura <strong>de</strong>l trombo<br />

intraluminal y valorar subjetivamente su antigüedad<br />

según el grado <strong>de</strong> ecogenicidad <strong>de</strong>l trombo.<br />

A mayor ecogenicidad, mayor antigüedad (fig.<br />

4). Pue<strong>de</strong>n producirse falsos positivos en situaciones<br />

don<strong>de</strong> existe una gran hipertensión venosa<br />

(insuficiencia cardíaca <strong>de</strong>recha, hepatopatías,<br />

compresiones extrínsecas intraabdominales), obesidad,<br />

e<strong>de</strong>ma subcutáneo, fibrosis postquirúrgica,<br />

etc. La localización profunda <strong>de</strong> la vena cava<br />

inferior y venas ilíacas siguiendo la curvatura pélvica,<br />

junto con la obesidad y aire intestinal, pue<strong>de</strong>n<br />

imposibilitar la visualización en este sector.<br />

Asimismo, en la exploración <strong>de</strong> segmentos medios<br />

y distales <strong>de</strong>l plexo sóleo y gastrocnemio resulta<br />

imposible asegurar la colapsabilidad <strong>de</strong> todas y<br />

cada una <strong>de</strong> las venas sóleo-gemelares. En estas<br />

circunstancias cobra especial relevancia la experiencia<br />

<strong>de</strong>l explorador, la optimización <strong>de</strong> cada<br />

equipo eco-Doppler con flujos lentos, la comparación<br />

sistemática con la extremidad contralateral<br />

asintomática, las maniobras <strong>de</strong> aumento eficaz<br />

<strong>de</strong>l flujo mediante expresión <strong>de</strong> la almohadilla<br />

plantar con la extremidad <strong>de</strong>clive, la <strong>de</strong>tección <strong>de</strong><br />

color con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong>l ángulo <strong>de</strong> insonación<br />

(angio o Power Doppler) o la utilización<br />

selectiva <strong>de</strong> ecocontrastes.<br />

Signos indirectos <strong>de</strong> normalidad son la existencia<br />

<strong>de</strong> flujo espontáneo o flujo fásico <strong>de</strong>pendiente<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> movimientos diafragmáticos (fig. 5).<br />

Son <strong>de</strong>tectables mediante el modo B-color o espectro Doppler. Sin embargo,<br />

sólo es posible <strong>de</strong>tectarlo en venas <strong>de</strong> gran diámetro como las venas femorales o<br />

el eje ilio-cava. En sectores más distales es preciso valorar la permeabilidad mediante<br />

compresión manual o con manguito <strong>de</strong> <strong>los</strong> plexos venosos plantares o sóleogemelares<br />

(fig. 6).


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

101<br />

ALTERNATIVAS DIAGNÓSTICAS<br />

El diagnóstico clínico <strong>de</strong> la TVP en las extremida<strong>de</strong>s<br />

inferiores se ha consi<strong>de</strong>rado poco sensible y específico<br />

en comparación con <strong>los</strong> hallazgos flebográficos.<br />

La Doppler bidireccional se encuentra en <strong>de</strong>suso, <strong>de</strong>bido<br />

a su falta <strong>de</strong> resolución espacial en la diferenciación<br />

entre planos superficiales y profundos. La flebografía<br />

continúa siendo muy eficaz en el diagnóstico <strong>de</strong> la TVP.<br />

Las complicaciones son <strong>de</strong>spreciables <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la utilización<br />

<strong>de</strong> contrastes no iónicos. Tiene las <strong>de</strong>sventajas <strong>de</strong><br />

ser peor tolerada por el paciente, no está disponible con<br />

inmediatez, no permite el diagnóstico <strong>de</strong> otras patologías<br />

y no es <strong>de</strong>splazable. Sin embargo, permite llegar al<br />

diagnóstico en situaciones difíciles para la eco-Doppler:<br />

obesidad, sector ilio-cava, compresiones extrínsecas venosas, TVP aislada en venas<br />

sóleo-gemelares, traumatismos, síndrome postflebítico y TVP recurrente.<br />

FIGURA 5. Modulación <strong>de</strong> flujo<br />

en la vena femoral con <strong>los</strong><br />

movimientos respiratorios.<br />

VENTAJAS DE LA ECO-DOPPLER FRENTE<br />

AOTRAS EXPLORACIONES<br />

La eco-Doppler ha <strong>de</strong>splazado paulatinamente a la<br />

flebografía como prueba diagnóstica <strong>de</strong> elección ante<br />

la sospecha <strong>de</strong> TVP, <strong>de</strong>bido a su alta sensibilidad y especificidad,<br />

a la buena aceptación por parte <strong>de</strong>l paciente,<br />

posibilidad <strong>de</strong> repetir ante dudas diagnósticas o<br />

durante el seguimiento, disponibilidad en servicios <strong>de</strong><br />

urgencias, posibilidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>splazamiento a unida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> cuidados intensivos, capacidad para diagnosticar<br />

otras entida<strong>de</strong>s clínicas y posibilidad <strong>de</strong> ser realizada<br />

e interpretada no sólo por personal médico sino por<br />

técnicos especialistas. Todo ello, en <strong>de</strong>finitiva, mejora<br />

la calidad asistencial y supone un ahorro <strong>de</strong> costes<br />

sociosanitarios.<br />

INDICACIONES DE LA EXPLORACIÓN ECO-DOPPLER<br />

Hoy en día la eco-Doppler constituye una prueba básica y esencial ante la<br />

sospecha <strong>de</strong> TVP en ausencia <strong>de</strong> otras causas clínicas evi<strong>de</strong>ntes. Su realización<br />

urgente permite la anticoagulación inmediata con heparina <strong>de</strong> bajo peso molecular<br />

o heparina sódica, evita ingresos y costes innecesarios y permite orientar correctamente<br />

el caso clínico. Ante la sospecha <strong>de</strong> TEP, es más correcto realizar inicialmente<br />

una angio-TC pulmonar, que ha <strong>de</strong>mostrado su elevada sensibilidad en el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> embolismo pulmonar frente a la angiografía y gammagrafía <strong>de</strong> ventilación-perfusión.<br />

FIGURA 6. Aumento <strong>de</strong>l flujo<br />

venoso obtenido por la<br />

compresión distal al punto<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>tección.


102 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

ECO-DOPPLER SECUENCIAL EN LA TVP<br />

La trombosis venosa sóleo-gemelar aislada tiene muy bajo riesgo <strong>de</strong> TEP, pero<br />

un 20-30 % <strong>de</strong> estas localizaciones pue<strong>de</strong>n progresar y afectar sectores venosos<br />

proximales <strong>de</strong> mayor diámetro, lo que conlleva un riesgo mucho mayor <strong>de</strong> TEP.<br />

Se recomienda por ello repetir la exploración a <strong>los</strong> 7-10 días, cuando la exploración<br />

inicialmente fue negativa en pacientes con sospecha <strong>de</strong> tromboembolismo<br />

venoso, para <strong>de</strong>scartar dicha progresión proximal. Dos estudios que compren<strong>de</strong>n<br />

más <strong>de</strong> 2.000 pacientes han <strong>de</strong>mostrado la seguridad <strong>de</strong> esta actuación, basándose<br />

exclusivamente en la exploración <strong>de</strong> 3 puntos mediante compresión ultrasonográfica<br />

a nivel femoral y poplíteo, extendiéndose hacia la trifurcación <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

troncos venosos distales. A <strong>los</strong> pacientes cuya exploración inicial fue negativa, no<br />

se les administraron anticoagulantes, con una tasa <strong>de</strong> complicaciones tromboembólicas<br />

<strong>de</strong> tan solo el 0,7 % a <strong>los</strong> 6 meses <strong>de</strong> seguimiento.<br />

Esta pauta <strong>de</strong> actuación optimiza el tiempo <strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> las <strong>exploracion</strong>es,<br />

siendo incómoda y costosa por la necesidad <strong>de</strong> repetir la exploración.<br />

Recientemente se han <strong>de</strong>sarrollado 2 métodos que intentan filtrar y seleccionar<br />

el grupo <strong>de</strong> pacientes don<strong>de</strong> es conveniente repetir la exploración.<br />

Wells et al. <strong>de</strong>sarrollaron un mo<strong>de</strong>lo clínico basado en una escala <strong>de</strong> puntuación<br />

para pre<strong>de</strong>cir la probabilidad <strong>de</strong> TVP en 593 pacientes. La exploración eco-<br />

Doppler a <strong>los</strong> 7 días únicamente se realizó en aquel<strong>los</strong> que presentaban un riesgo<br />

mo<strong>de</strong>rado o alto según la escala clínica <strong>de</strong> puntuación. Esta pauta diagnóstica<br />

<strong>de</strong>mostró su eficacia y seguridad, con una mínima tasa <strong>de</strong> complicaciones tromboembólicas<br />

durante el seguimiento.<br />

El estudio multicéntrico italiano sobre el dímero D en 946 pacientes, repitió el<br />

estudio eco-Doppler a <strong>los</strong> 7 días tan solo en aquel<strong>los</strong> pacientes con una concentración<br />

elevada <strong>de</strong>l dímero D. Mediante esta pauta lograron reducir enormemente<br />

el número <strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es eco-Doppler con una tasa mínima <strong>de</strong> complicaciones<br />

tromboembólicas.


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

103<br />

SOSPECHA CLÍNICA DE TVP<br />

Eco-Doppler selectiva bilateral<br />

Compresibilidad 3 puntos:<br />

Vena femoral, vena poplítea y venas proximales <strong>de</strong>l sóleo y gastrocnemio<br />

COMPRESIBLE<br />

NO COMPRESIBLE<br />

Buscar otras causas que justifiquen la sintomatología<br />

DIAGNÓSTICO DE TVP<br />

Existen otras causas Ausencia <strong>de</strong> otras causas INICIAR DESCOAGULACIÓN<br />

que justifiquen<br />

TRATAMIENTO<br />

la sintomatología<br />

Valorar la exploración ilio-cava<br />

Repetir eco-Doppler<br />

selectivo a <strong>los</strong> 7-10 días<br />

OPCIONES<br />

Siempre<br />

Sólo con riesgo clínico<br />

mo<strong>de</strong>rado-alto<br />

Sólo con elevación<br />

<strong>de</strong>l dímero D<br />

2.º ECO-DOPPLER SELECTIVO BILATERAL<br />

COMPRESIBLE<br />

NO COMPRESIBLES<br />

ALTA<br />

DESCOAGULACIÓN


104 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

5. EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA CRÓNICA<br />

DE EEII<br />

INTRODUCCIÓN<br />

La eco-Doppler es la exploración no invasiva que, en el momento actual, aporta<br />

la mayor información sobre la patología que nos ocupa.<br />

La utilización <strong>de</strong> la eco-Doppler en el estudio <strong>de</strong> la insuficiencia venosa es el<br />

único procedimiento no invasivo capaz <strong>de</strong> suministrar una topografía anatómica<br />

y hemodinámica precisa <strong>de</strong> la circulación venosa <strong>de</strong> las EEII a tiempo real, mostrando<br />

in vivo <strong>los</strong> cambios que se producen ante diferentes maniobras que simulan<br />

el comportamiento fisiológico <strong>de</strong> la circulación venosa.<br />

El estudio con eco-Doppler <strong>de</strong> la insuficiencia venosa ha permitido sentar las<br />

bases sobre un tratamiento conservador <strong>de</strong> la insuficiencia venosa superficial que<br />

en ocasiones, como la cura CHIVA (Cura Conservadora Hemodinámica <strong>de</strong> la<br />

Insuficiencia Venosa Ambulatoria), utiliza como estrategia la actuación sobre <strong>los</strong><br />

elementos hemodinámicos que <strong>de</strong>terminan la aparición <strong>de</strong> las varices.<br />

METODOLOGÍA<br />

FIGURA 7. Incontinencia ostial<br />

<strong>de</strong> la unión safeno-femoral<br />

evi<strong>de</strong>nciada por la maniobra<br />

<strong>de</strong> Valsalva.<br />

Es condición indispensable que la exploración se efectúe en bipe<strong>de</strong>stación,la<br />

posición en <strong>de</strong>cúbito pue<strong>de</strong> ser la a<strong>de</strong>cuada en el estudio <strong>de</strong> la trombosis venosa<br />

<strong>de</strong> las EEII, pero induce a errores consi<strong>de</strong>rables cuando se utiliza en la exploración<br />

<strong>de</strong> la insuficiencia venosa <strong>de</strong> las EEII.<br />

La eco-Doppler permite una a<strong>de</strong>cuada exploración <strong>de</strong> las venas <strong>de</strong>l sistema profundo<br />

y superficial <strong>de</strong> las EEII. Las venas profundas estudiadas serán las ilíacas,<br />

femorales común, profunda y superficial, venas poplítea y distales. Las venas superficiales<br />

que se explorarán compren<strong>de</strong>rán ambas venas safenas y sus ramas, así como<br />

las venas perforantes. Para ello se utilizará un transductor<br />

<strong>de</strong> 7,5-10 Mhz con Doppler pulsada. El complemento<br />

<strong>de</strong> la Doppler color pue<strong>de</strong> ser útil, si bien no<br />

resulta indispensable. Fundamentalmente se practicarán<br />

secciones transversales en sentido <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>nte efectuando<br />

una reconstrucción tridimensional <strong>de</strong> <strong>los</strong> vasos<br />

estudiados.<br />

Las maniobras efectuadas en el diagnóstico <strong>de</strong> la<br />

insuficiencia venosa crónica son: la maniobra <strong>de</strong><br />

Valsalva (fig. 7), la cual al producir un paro circulatorio<br />

proximal permitirá la exploración <strong>de</strong> la insuficiencia<br />

venosa proximal al punto <strong>de</strong> <strong>de</strong>tección, así como la<br />

i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> <strong>los</strong> puntos <strong>de</strong> fuga. La maniobra <strong>de</strong><br />

compresión y <strong>de</strong>scompresión distal permitirá valorar<br />

la dirección <strong>de</strong> flujo venosa troncular, no siendo sin<br />

embargo una maniobra fisiológica. De especial importancia<br />

son las maniobras <strong>de</strong> exploración <strong>de</strong> la bomba


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

105<br />

FIGURA 8. Realización <strong>de</strong> la<br />

maniobra <strong>de</strong> Paraná.<br />

Contracción isométrica <strong>de</strong> la<br />

bomba muscular con objeto <strong>de</strong><br />

observar el comportamiento <strong>de</strong>l<br />

flujo venoso en sístole y diástole.<br />

muscular (punta-talón y Paraná) (fig. 8) por cuanto nos permitirán valorar la eventual<br />

insuficiencia venosa en condiciones fisiológicas.<br />

ASPECTOS MORFOLÓGICOS: REDES VENOSAS<br />

La disposición anatómica <strong>de</strong>l sistema venoso<br />

profundo es arboriforme, mientras que el superficial<br />

es reticular. Un aspecto ecográfico fundamental<br />

en la clasificación <strong>de</strong> las estructuras venosas<br />

es la i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> las fascias venosas<br />

(fig. 9). Existen 2 fascias venosas: una profunda,<br />

que recubre <strong>los</strong> planos musculares, y otra superficial,<br />

que <strong>de</strong>limita el tejido celular subcutáneo.<br />

En <strong>de</strong>terminadas regiones las fascias se hallan<br />

unidas, mientras que en otras aparece un <strong>de</strong>sdoblamiento<br />

entre ellas. Si bien estas fascias son anatómicamente<br />

<strong>de</strong> débil consistencia, se caracterizan<br />

por tener una ecogenicidad evi<strong>de</strong>nte.<br />

En función <strong>de</strong> su relación con dichas fascias,<br />

podremos distinguir 4 re<strong>de</strong>s venosas:<br />

R3<br />

R2<br />

R1<br />

– Red primaria,compren<strong>de</strong> aquellas venas situadas<br />

en un plano profundo a la fascia profunda, correspon<strong>de</strong>ría al sistema venoso<br />

profundo (figs. 9 a 11).<br />

– Red secundaria,compren<strong>de</strong> aquellas venas situadas en el interior <strong>de</strong>l espacio<br />

comprendido entre la fascia profunda y la superficial, su situación en el interior<br />

<strong>de</strong> dicha fascia asemeja un ojo tal como se ve en la hendidura palpebral (signo<br />

<strong>de</strong>l ojo). Correspon<strong>de</strong>ría a la safena interna, safena anterior o accesoria, safena<br />

externa y vena <strong>de</strong> Giacomini (figs. 9, 11 y 12).<br />

– Red terciaria,compren<strong>de</strong> aquellas venas situadas por fuera <strong>de</strong> la fascia superficial,<br />

correspon<strong>de</strong>ría fundamentalmente a ramas <strong>de</strong> las safenas, o a venas ori-<br />

FIGURA 9. Compartimentos<br />

fasciales.


106 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

FIGURA 10. Red primaria,<br />

situada en profundidad en<br />

relación con la fascia venosa<br />

profunda.<br />

FIGURA 11. Re<strong>de</strong>s venosas.<br />

R4<br />

transversal<br />

R4 longitudinal<br />

FIGURA 12. Red secundaria.<br />

Signo <strong>de</strong>l ojo.<br />

FIGURA 13. Red terciaria,<br />

venas situadas por fuera <strong>de</strong> la<br />

fascia superficial.<br />

ginadas por perforantes. Dichas venas terminan en perforantes o conectan con<br />

las venas safenas (figs. 9, 11 y 13).<br />

– Red cuaternaria,sería un tipo especial <strong>de</strong> red terciaria que conectaría a dos segmentos<br />

<strong>de</strong> safena entre sí. Pue<strong>de</strong>n ser <strong>de</strong> 2 tipos: longitudinal cuando conectan<br />

a la misma safena o transversal cuando conectan a otro elemento <strong>de</strong> la red secundaria<br />

(fig. 11).


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

107<br />

ASPECTOS HEMODINÁMICOS<br />

Uno <strong>de</strong> <strong>los</strong> aspectos más importantes que sin duda aporta la eco-Doppler en<br />

el estudio <strong>de</strong> la insuficiencia venosa consiste en la posibilidad <strong>de</strong> realizar una<br />

cartografía no sólo morfológica sino también hemodinámica <strong>de</strong> las venas estudiadas.<br />

Antes <strong>de</strong> referirnos a ella es necesario consi<strong>de</strong>rar algunos conceptos previos.<br />

Enten<strong>de</strong>mos por flujo anterógrado el sentido <strong>de</strong> flujo fisiológico <strong>de</strong> una vena.<br />

Flujo retrógrado sería aquel flujo <strong>de</strong> sentido contrario al fisiológico.<br />

Punto <strong>de</strong> fuga sería el paso <strong>de</strong> un compartimento<br />

interior a otro exterior.<br />

Punto <strong>de</strong> entrada sería el paso <strong>de</strong> un compartimento<br />

exterior a otro interior.<br />

El reflujo ha sido ya <strong>de</strong>finido como un flujo<br />

que regresa en sentido contrario al fisiológico, presupone<br />

un flujo previo <strong>de</strong> sentido normal. El concepto<br />

<strong>de</strong> reflujo se caracteriza por la presencia <strong>de</strong><br />

flujo bidireccional (fig. 14) no aportando información<br />

acerca <strong>de</strong> su punto <strong>de</strong> origen.<br />

El concepto <strong>de</strong> competencia o incompetencia<br />

venosa hace referencia a la función valvular, no<br />

presuponiendo necesariamente el sentido <strong>de</strong><br />

flujo.<br />

FIGURA 14. Reflujo: obsérvese<br />

la bidireccionalidad<br />

característica <strong>de</strong> este fenómeno.<br />

INSUFICIENCIA VENOSA PROFUNDA<br />

Su diagnóstico está condicionado por una hipertensión venosa dinámica mantenida<br />

tras la exclusión mediante un lazo en el tobillo <strong>de</strong> una posible insuficiencia<br />

venosa superficial. Habitualmente se asocia a la presencia <strong>de</strong> reflujo localizado<br />

en las venas <strong>de</strong>l sistema venoso profundo por incompetencia valvular. Dicho reflujo<br />

se evi<strong>de</strong>ncia con las maniobras <strong>de</strong> estimulación <strong>de</strong>scritas anteriormente.<br />

Ahora bien, ocasionalmente po<strong>de</strong>mos tener hipertensión venosa sin reflujo o<br />

reflujo sin hipertensión venosa.<br />

Así, un paciente con una trombosis venosa aguda o un síndrome postflebítico<br />

no recanalizado y mal colateralizado pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar un cuadro <strong>de</strong> hipertensión<br />

venosa dinámica sin reflujo.<br />

Por otra parte, por <strong>de</strong>finición una vena es insuficiente entre dos válvulas. Ello<br />

quiere <strong>de</strong>cir que si entre estas dos válvulas se sitúa una perforante o un cayado<br />

insuficientes, se producirá un flujo retrógrado en el segmento <strong>de</strong> la vena que que<strong>de</strong><br />

por encima <strong>de</strong> dicha perforante o cayado; la parte distal <strong>de</strong> esta vena adquiere<br />

entonces un sentido anterógrado.<br />

El estudio <strong>de</strong> la insuficiencia venosa profunda <strong>de</strong>be efectuarse topográficamente<br />

analizando las conexiones con el sistema venoso superficial a través <strong>de</strong> las venas<br />

perforantes, responsables en última instancia <strong>de</strong>l traslado <strong>de</strong> la hipertensión venosa<br />

a la circulación superficial, don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n originar las manifestaciones cutáneas<br />

<strong>de</strong>l síndrome postflebítico.


108 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

HEMODINÁMICA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA SUPERFICIAL<br />

Po<strong>de</strong>mos concebir el síndrome <strong>de</strong> insuficiencia venosa superficial como un circuito<br />

retrógrado o shunt veno-venoso. Éste está <strong>de</strong>terminado por un punto <strong>de</strong> fuga<br />

(por ejemplo, la unión safeno-femoral), un trayecto habitualmente retrógrado,<br />

cuya parte visible serían las varices, y finalmente un punto <strong>de</strong> reentrada al sistema<br />

venoso profundo (a través <strong>de</strong> venas perforantes).<br />

El shunt veno-venoso pue<strong>de</strong> alcanzar un consi<strong>de</strong>rable grado <strong>de</strong> complejidad,<br />

pudiéndose intercalar distintos shunts entre el punto <strong>de</strong> fuga y el punto <strong>de</strong> re-entrada.<br />

Consi<strong>de</strong>ramos como shunt principal el que representa la columna <strong>de</strong> presión<br />

con mayor energía y como shunts secundarios aquel<strong>los</strong> que se intercalan en<br />

el shunt principal.<br />

El <strong>de</strong>splazamiento <strong>de</strong> la sangre en el shunt veno-venoso está condicionado por<br />

la energía gravitatoria <strong>de</strong> la columna <strong>de</strong> presión y por la propia energía cinética<br />

generada por la bomba muscular.<br />

En relación con la bomba muscular un shunt pue<strong>de</strong> activarse en sístole, o más<br />

frecuentemente en diástole.<br />

A su vez un shunt pue<strong>de</strong> ser cerrado o abierto,según la sangre recircule o no<br />

en su interior. Naturalmente <strong>los</strong> shunts cerrados producirán una sobrecarga <strong>de</strong>l<br />

sistema.<br />

La sistematización <strong>de</strong> las re<strong>de</strong>s y la hemodinámica venosa nos permiten clasificar<br />

<strong>los</strong> shunts en varios tipos:<br />

A) Shunts abiertos sin punto <strong>de</strong> fuga o shunt tipo 0 (fig. 15). Es un shunt que carece<br />

<strong>de</strong> significación patológica. Consiste en la presencia <strong>de</strong> segmentos retrógrados<br />

<strong>de</strong> la safena no ligados a puntos <strong>de</strong> fuga y que drenan al sistema venoso<br />

profundo por venas perforantes. La realización <strong>de</strong> un sistema drenado tras<br />

la cirugía hemodinámica venosa se asocia habitualmente a este shunt.<br />

FIGURA 15. Shunt tipo 0.<br />

SHUNT TIPO 0<br />

R1<br />

R1<br />

R3<br />

R1<br />

R3<br />

R3<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R3 R2 R1


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

109<br />

B) Shunts veno-venosos que se activan en la diástole muscular. Dichos shunts<br />

pue<strong>de</strong>n ser abiertos o cerrados según la sangre recircule por el<strong>los</strong> o no.<br />

1. Shunt tipo 1 (fig. 16). Sería aquel cuyo punto <strong>de</strong> fuga se establece entre R1<br />

y R2, y la entrada se realiza a partir <strong>de</strong> una perforante situada sobre la safena<br />

(R2); se trata <strong>de</strong> un shunt cerrado.<br />

2. Shunt tipo 2 (fig. 17). Se caracteriza porque el punto <strong>de</strong> fuga se establece entre<br />

la safena y una colateral, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> R2 a R3 (shunt abierto) o R2 a R4 (shunt<br />

cerrado). Este shunt presenta a su vez tres subvarieda<strong>de</strong>s:<br />

FIGURA 16. Shunt tipo 1.<br />

FIGURA 17. Shunt tipo 2.<br />

SHUNT TIPO 1<br />

SHUNT TIPO 2<br />

CERRADO<br />

ABIERTO<br />

R1<br />

R1<br />

R1<br />

R1<br />

R1<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R3<br />

R4T<br />

R4L<br />

R1 R2 R1<br />

R2 R4L R2 R2 R4T R2 R2 R3 R1<br />

• Shunt tipo 2 A (fig. 18). Se caracteriza porque el R2 proximal a la emergencia<br />

<strong>de</strong>l shunt es anterógrado.<br />

SHUNT TIPO 2 A<br />

FIGURA 18. Shunt tipo 2 A.<br />

CERRADO<br />

ABIERTO<br />

R1<br />

R1<br />

R1<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R3<br />

R4T<br />

R4L<br />

R2 R4L R2 R2 R4T R2 R2 R3 R1


110 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

• Shunt tipo 2 B (fig. 19). Se caracteriza porque el R2 proximal a la emergencia<br />

<strong>de</strong>l shunt es retrógrado y el R2 distal al shunt es anterógrado.<br />

FIGURA 19. Shunt tipo 2 B.<br />

SHUNT TIPO 2 B<br />

R1<br />

R1<br />

R1<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R3<br />

R4T<br />

R4L<br />

R2 R4L R2 R2 R4T R2 R2 R3 R1<br />

• Shunt tipo 2 C (fig. 20). Caracterizado porque tanto el R2 proximal como<br />

distal a la salida <strong>de</strong>l shunt son retrógrados, existiendo una reentrada por<br />

perforante sobre el R2.<br />

3. Shunt tipo 1+2 (fig. 21). Consiste en la asociación <strong>de</strong> un shunt tipo 1 a uno<br />

tipo 2, así existiría un punto <strong>de</strong> fuga R1 a R2, con reentrada R2 a R1, asociada<br />

a otro punto <strong>de</strong> fuga R2 a R3 o R2 a R4. El shunt tipo 1+2 sería un tipo<br />

<strong>de</strong> shunt cerrado.<br />

4. Shunt tipo 3 (fig. 22). Es el tipo <strong>de</strong> shunt más frecuente. El punto <strong>de</strong> fuga sería<br />

R1 a R2, existiendo un R3 o R4 que se interpondría entre la safena y la entrada<br />

al R1. Se trataría <strong>de</strong> un shunt cerrado.<br />

FIGURA 20. Shunt tipo 2 C.<br />

FIGURA 21. Shunt tipo 1+2.<br />

R1<br />

SHUNT TIPO 2 C SHUNT TIPO 1+2<br />

R1<br />

R2<br />

R2<br />

R3<br />

R3<br />

R2 R3 R1


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

111<br />

SHUNT TIPO 3<br />

FIGURA 22. Shunt tipo 3.<br />

R1<br />

R1<br />

R2<br />

R3<br />

R2<br />

R4L<br />

R1 R2 R3 R1 R1 R2 R4L R1<br />

5. Shunt tipo 4 (fig. 23). La safena (R2) sería retrógrada a partir <strong>de</strong> la reentrada<br />

<strong>de</strong> un R3 ligado a un punto <strong>de</strong> fuga, sea una perforante o un shunt pélvico;<br />

la reentrada al sistema venoso profundo se efectuaría a través <strong>de</strong> una perforante<br />

sobre la safena, se trataría <strong>de</strong> un shunt cerrado.<br />

SHUNT TIPO 4<br />

FIGURA 23. Shunt tipo 4.<br />

R3<br />

Shunt pélvico (sp)<br />

R1<br />

R1<br />

Perforante (p)<br />

R3<br />

R2<br />

R2<br />

R1 R3 R2 R1<br />

6. Shunt tipo 4+2 (fig. 24). Consiste en la asociación <strong>de</strong> un shunt tipo 4 con uno<br />

tipo 2, es <strong>de</strong>cir, el punto <strong>de</strong> fuga es el mismo que en el shunt tipo 4, pero el<br />

drenaje sería mixto por un lado por una perforante sobre la safena interna<br />

(como el shunt tipo 4) y por otro a través <strong>de</strong> un R3 o R4.<br />

7. Shunt tipo 5 (fig. 25). El punto <strong>de</strong> fuga sería el mismo que en el shunt tipo<br />

4, el punto <strong>de</strong> entrada se establecería exclusivamente a través <strong>de</strong> un R3 o<br />

R4.<br />

8. Shunt tipo 6 (fig. 26). Es aquel que no involucra a la safena, se establece entre<br />

un R1 y un R3 drenando por un R1 en o por un R2 <strong>de</strong> sentido anterógrado.


112 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

SHUNT TIPO 4+2 SHUNT TIPO 5<br />

R3<br />

R3<br />

Perforante (p)<br />

Shunt pélvico (sp)<br />

Shunt pélvico (sp)<br />

R3<br />

R1<br />

R2<br />

R1<br />

R2<br />

R1<br />

R2<br />

R3<br />

R3<br />

R1 R3 R 2 R3 R1<br />

FIGURA 24. Shunt tipo 4+2.<br />

FIGURA 25. Shunt tipo 5.<br />

SHUNT TIPO 6<br />

R1<br />

R1<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R2<br />

R3<br />

R3<br />

FIGURA 26. Shunt tipo 6.<br />

FIGURA 27. Shunt abierto.<br />

R1 R3 R 1 R1 R3 R 2<br />

SHUNT ABIERTO VICARIANTE<br />

R1<br />

C) Shunts que se activan en la sístole y en la diástole muscular.<br />

Son <strong>los</strong> shunts vicariantes o shunts <strong>de</strong> circulación colateral<br />

para compensar un obstáculo <strong>de</strong>l sistema venoso profundo,<br />

tienen una activación continua (fig. 27).<br />

Obstáculo en<br />

el SVP<br />

R2<br />

Se activa en<br />

sístole y diástole<br />

CONCLUSIONES<br />

R1 R2 R1<br />

Las técnicas <strong>de</strong> diagnóstico vascular no invasivo están<br />

encaminadas a proporcionar un diagnóstico <strong>de</strong> la insuficiencia<br />

venosa aguda o crónica, cuya “manifestación princeps”<br />

es la hipertensión venosa dinámica. El “patrón oro” en<br />

la cuantificación <strong>de</strong> dicha hipertensión sería el registro cruento<br />

<strong>de</strong> la presión <strong>de</strong> una vena <strong>de</strong>l dorso <strong>de</strong>l pie durante y tras<br />

el ejercicio <strong>de</strong> la bomba muscular.<br />

Las técnicas pletismográficas en general han <strong>de</strong>mostrado ser <strong>de</strong> utilidad en el<br />

diagnóstico <strong>de</strong> la insuficiencia venosa aguda secundaria a trombosis venosa pro-


EXPLORACIÓN NO INVASIVA DE LA INSUFICIENCIA VENOSA AGUDA Y CRÓNICA<br />

113<br />

funda con significación hemodinámica, si bien no aportan<br />

información sobre la topografía <strong>de</strong> ésta.<br />

En relación con la insuficiencia venosa crónica, la neumopletismografía<br />

<strong>de</strong> Nicolai<strong>de</strong>s se correlaciona bien con<br />

<strong>los</strong> parámetros obtenidos en <strong>los</strong> registros <strong>de</strong> presión venosa,<br />

permitendo por consiguiente una valoración cuantitativa<br />

<strong>de</strong> ésta.<br />

La fotopletismografía sólo permite una valoración cualitativa<br />

<strong>de</strong> la insuficiencia venosa crónica al no permitir un<br />

a<strong>de</strong>cuado registro <strong>de</strong> la línea 0.<br />

La Doppler continua pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong> utilidad en el diagnóstico<br />

<strong>de</strong> la trombosis venosa profunda proximal con significación<br />

hemodinámica, si bien requiere una amplia experiencia<br />

en su interpretación. En relación con la insuficiencia<br />

venosa crónica, la Doppler continua direccional permite<br />

efectuar el diagnóstico <strong>de</strong> reflujo venoso, si bien carece <strong>de</strong><br />

resolución espacial para <strong>de</strong>terminar su topografía.<br />

En el momento actual, pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse sin duda que la eco-<br />

Doppler es la técnica <strong>de</strong> elección en el diagnóstico no invasivo<br />

<strong>de</strong> la insuficiencia venosa aguda y crónica. En efecto, la<br />

eco-Doppler permite realizar un análisis diagnóstico preciso<br />

<strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> oclusión o reflujo <strong>de</strong>l sistema venoso<br />

profundo y superficial, permitiendo a<strong>de</strong>más realizar una<br />

cartografía morfológica y hemodinámica <strong>de</strong>tallada <strong>de</strong> insuficiencia<br />

venosa (fig. 28).<br />

Bibliografía<br />

Bays RA, Healy DA, Atnip RG, Neumyer M,<br />

Thiele BL. Validation of air plethysmography<br />

and duplex ultrasonography in the evaluation<br />

of severe venous stasis. J Vasc Surg<br />

1994;20(5):721-7.<br />

Christopou<strong>los</strong> D, Nicolai<strong>de</strong>s AN.<br />

Noninvasive diagnosis and quantification<br />

of popliteal reflux in the swollen and<br />

ulcerated leg. J Cardiovasc Surg 1988;<br />

29(5):535-9.<br />

Christopou<strong>los</strong> D, Nicolai<strong>de</strong>s AN, Szendro<br />

G. Venous reflux: quantification and<br />

correlation with the clinical severity of<br />

chronic venous disease. Br J Surg 1988;75<br />

(4):352-6.<br />

Christopou<strong>los</strong> D, Nicolai<strong>de</strong>s AN, Szendro<br />

G, Irvine AT, Bull ML. Air plethismography<br />

and the effect of elastic compression on<br />

venous hemodynamics of the leg. J Vasc<br />

Surg 1987;5(1):148-59.<br />

Franceschi Cl. Phisiopathologie<br />

hémodinamique <strong>de</strong> l’insuffusance veineure<br />

<strong>de</strong>s members inférieurs. En: Kieffer E,<br />

Bahnini A, editores. Chirurgie <strong>de</strong>s veines<br />

<strong>de</strong>s members inférieurs. París: 1996. p. 19.<br />

Harada RN, Katz ML, Comerota A. A noninvasive<br />

test to <strong>de</strong>tect “critical” <strong>de</strong>ep venous<br />

reflux. J Vasc Surg 1995;22(5):532-7.<br />

Holmgren K, Jacobson H, Johnson H,<br />

Lofsjogard-Nilsson E. Thermography and<br />

FIGURA 28. Cartografía venosa.<br />

La eco-Doppler permite la<br />

realización <strong>de</strong> la cartografía<br />

hemodinámica <strong>de</strong> la<br />

insuficiencia venosa.


114 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

plethismography, a non invasive alternative<br />

to venography in the diagnosis of <strong>de</strong>ep vein<br />

thrombosis. J Intern Med 1990;228(1):<br />

29-33.<br />

Hosoy Y, Yasuhara H, Miyata T, Komiyama<br />

T, Onozuka A, Shigematsu H. Comparison<br />

of near-infrared spectroscopy with air<br />

plethysmography in <strong>de</strong>tection of <strong>de</strong>ep<br />

venous thrombosis. International<br />

Angiology 1999;18(4):287-93.<br />

Juan-Samso J, Fontcuberta-García J, Senín-<br />

Fernán<strong>de</strong>z ME, Vila-Coll R. Guía básica<br />

para el diagnóstico no invasivo <strong>de</strong> la<br />

insuficiencia venosa. Angiología 2002;54:<br />

44-56.<br />

Langeron P, Harle J. Détection <strong>de</strong>s<br />

thromboses veineuses aiguës par la<br />

plethysmographie. Possibilités et limites. J<br />

Mal Vasculaires 1989;14 Supl B:52-5.<br />

Nicolai<strong>de</strong>s AN, Hussein MK, Szendor G,<br />

Christopou<strong>los</strong> D, Vas<strong>de</strong>kis S. The relation<br />

of venous ulceration with ambulatory<br />

venosus pressure measurements. J Vasc<br />

Surg 1993;17(2):414-9.<br />

Nicolai<strong>de</strong>s AN, Miles C. Photopletismography<br />

in the assessment of venous insufficiency. J<br />

Vasc Surg 1987;5(3):405-12.<br />

Ting AC, Cheng SW, Wu LL, Cheung GC.<br />

Air plethysmography in chronic venous<br />

insufficiency: clinical diagnosis and<br />

quantitative assessment. Angiology 1999;<br />

50(10):831-6.<br />

Van Bemmelen PS, Mattos MA, Hodgson<br />

KJ, Barkmeier LD, Ramsey DE. Does air<br />

plethysmography correlate with duplex<br />

scanning in patients with chronic venosus<br />

insufficiency? J Vasc Surg 1993;18(5):<br />

796-807.


VII<br />

Estudio capilaroscópico<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> acrosíndromes<br />

y <strong>de</strong> patologías sistémicas<br />

1. Síndromes capilaroscópicos funcionales<br />

2. Síndromes capilaroscópicos distróficos<br />

3. Acrosíndromes<br />

4. Vasculopatías orgánicas<br />

5. Enfermeda<strong>de</strong>s sistémicas


117<br />

Estudio capilaroscópico<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> acrosíndromes y <strong>de</strong> patologías<br />

sistémicas<br />

En algunos <strong>de</strong> <strong>los</strong> síndromes y enfermeda<strong>de</strong>s que se <strong>de</strong>scriben en este capítulo,<br />

el estudio mediante capilaroscopia tiene un valor diagnóstico al tratarse <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s<br />

patológicas en las que se han podido <strong>de</strong>mostrar alteraciones morfológicas<br />

<strong>de</strong> la microcirculación muy diferenciadas. En otras, el estudio tiene un valor <strong>de</strong>scriptivo<br />

<strong>de</strong> las alteraciones hemodinámicas que secundariamente se producen<br />

en este sector.<br />

El diagnóstico capilaroscópico tiene inconvenientes <strong>de</strong>rivados <strong>de</strong> la complejidad<br />

exploratoria y <strong>de</strong> que <strong>de</strong>terminados patrones pue<strong>de</strong>n ser comunes a más <strong>de</strong><br />

una patología.<br />

Por ello, el diagnóstico <strong>de</strong>be realizarse en el contexto clínico <strong>de</strong> la patología que<br />

orienta la realización <strong>de</strong>l estudio.<br />

La sistemática exploratoria se ha referido en el tomo I (véase tomo I, pág. 97).<br />

En la tabla 1 se exponen las anomalías morfológicas y dinámicas observables<br />

con carácter general en el estudio capilaroscópico.<br />

TABLA 1.<br />

1. ANOMALÍAS DE LA ESTRUCTURA CAPILAR<br />

a) Cuantitativas:<br />

– Disminución <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras<br />

– Ausencia<br />

– Aumento <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras<br />

b) Cualitativas:<br />

– Capilares regresivos<br />

– Asas elongadas<br />

– Megacapilares<br />

– Microaneurismas<br />

– Telangiectasias<br />

– Neogénesis<br />

2. ANOMALÍAS DEL FONDO DE CAMPO CAPILAR<br />

– Hemorragias<br />

– E<strong>de</strong>ma<br />

– Trasudado<br />

– Aumento <strong>de</strong> <strong>los</strong> plexos venosos subpapilares<br />

3. ANOMALÍAS EN EL FLUJO CAPILAR<br />

– Estasis<br />

– Flujo granular (sludge)


118 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

1. SÍNDROMES CAPILAROSCÓPICOS FUNCIONALES<br />

A) HIPEREMIA<br />

Definido por la conservación <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras —7 a 10<br />

por mm—, fondo <strong>de</strong> campo <strong>de</strong> tonalidad aumentada y velocidad <strong>de</strong>l<br />

flujo hemático incrementada (fig. 1).<br />

B) HIPOHEMIA<br />

Reducción <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras. Dismorfia mo<strong>de</strong>rada. Fondo<br />

<strong>de</strong>l campo pálido. Velocidad sanguínea disminuida (fig. 2).<br />

FIGURA 1. Síndrome<br />

<strong>de</strong> hiperemia.<br />

FIGURA 2. Síndrome<br />

<strong>de</strong> hipohemia.<br />

C) DISTONÍA NEUROVASCULAR<br />

Patrón común a acrosíndromes como la acrocianosis y livedo reticular.<br />

Número <strong>de</strong> estructuras mantenida o disminuida. Morfología capilar alterada:<br />

rama aferente reducida <strong>de</strong> calibre y rama eferente dilatada. Flujo sanguíneo enlentecido.<br />

Todas estas características se incrementan con la prueba <strong>de</strong> frío (fig. 3).<br />

FIGURA 3. Síndrome <strong>de</strong><br />

distonía neurovascular, propio<br />

<strong>de</strong> la acrocianosis y <strong>de</strong> la livedo<br />

reticular.<br />

2. SÍNDROMES CAPILAROSCÓPICOS DISTRÓFICOS<br />

A) DISTROFIA CAPILAR ECTASIANTE<br />

Su característica principal es la aparición <strong>de</strong> megacapilares en el vértice <strong>de</strong>l capilar<br />

(fig. 4).<br />

B) MICROVASCULARIDAD DÉRMICA<br />

Patrón capilar infrecuente caracterizado por estructuras capilares ramificadas.<br />

Se ha asociado con enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l colágeno (fig. 5).


ESTUDIO CAPILAROSCÓPICO DE LOS ACROSÍNDROMES Y DE PATOLOGÍAS SISTÉMICAS<br />

119<br />

3. ACROSÍNDROMES<br />

A) ACROCIANOSIS<br />

La fisiopatología <strong>de</strong> la microcirculación en la acrocianosis se caracteriza por la<br />

estasis capilar y venular, secundarias a la apertura permanente <strong>de</strong> las anastomosis<br />

arteriovenosas, que presentan una mayor <strong>de</strong>nsidad y <strong>de</strong>sarrollo.<br />

El número <strong>de</strong> estructuras se halla conservado.<br />

El asa eferente o venular se encuentra dilatada, con un diámetro superior a<br />

30 micras.<br />

La velocidad <strong>de</strong> flujo se halla disminuida y pue<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciarse flujo granular.<br />

Los plexos venosos se encuentran muy dilatados, lo que da una tonalidad azulada<br />

al fondo <strong>de</strong>l campo. En fases avanzadas, se<br />

observan dismorfias capilares en forma <strong>de</strong> ectasias<br />

<strong>de</strong> la rama eferente.<br />

La prueba <strong>de</strong> hipotermia tiene un efecto <strong>de</strong> caída<br />

en la presión digital, sin llegar al fenómeno <strong>de</strong><br />

extinción (fig. 6).<br />

FIGURA 4. La distrofia<br />

capilar ectasiante se caracteriza<br />

por la reducción <strong>de</strong>l número<br />

<strong>de</strong> estructuras capilares y la<br />

presencia <strong>de</strong> megacapilares.<br />

FIGURA 5.<br />

Microvascularidad dérmica. (De<br />

A. Franco y P. Carpentier. En:<br />

Capilaroscopia Periungueal).<br />

FIGURA 6. Campo<br />

capilaroscópico en la acrocianosis.<br />

B) LIVEDO RETICULAR<br />

El número y la morfología <strong>de</strong> las estructuras<br />

capilares se hallan conservados, y sólo pue<strong>de</strong> presentarse<br />

una anomalía morfológica en el asa venular<br />

que se encuentra dilatada.<br />

Habitualmente es difícil establecer el diagnóstico<br />

diferencial con la acrocianosis.


120 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

C) FENÓMENO DE RAYNAUD<br />

FIGURA 7. Imagen<br />

capilaroscópica correspondiente<br />

a una fase inicial (a) y<br />

evolucionada (b) en la<br />

enfermedad <strong>de</strong> Raynaud.<br />

La semiología <strong>de</strong>l estudio capilaroscópico tanto en el síndrome como en el fenómeno<br />

<strong>de</strong> Raynaud es muy variada y compleja, <strong>de</strong>pendiendo sobre todo <strong>de</strong> su estadio<br />

evolutivo.<br />

En fases iniciales, el número <strong>de</strong> capilares es normal y sólo existe una mo<strong>de</strong>rada<br />

alteración en su morfología, en la que pue<strong>de</strong>n observarse sinuosida<strong>de</strong>s a expensas<br />

<strong>de</strong> una asimetría entre el asa aferente —a<strong>de</strong>lgazada— y eferente —engrosada—.<br />

En fases avanzadas, existe una reducción <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras superior<br />

al 50 %, dismorfias evi<strong>de</strong>ntes y hemorragias.<br />

La prueba <strong>de</strong> hipotermia es fundamental para establecer el diagnóstico. Después<br />

<strong>de</strong> introducir la mano en agua a 10 °C durante 3 minutos, se observa una <strong>de</strong>saparición<br />

<strong>de</strong> la totalidad <strong>de</strong> estructuras capilares —fenómeno <strong>de</strong> extinción—.<br />

En la fase <strong>de</strong> hiperemia, no suele normalizarse el número <strong>de</strong> estructuras. Las<br />

observadas presentan un color rojo vivo, dilatación importante en el asa aferente<br />

y flujo granular (fig. 7 a y b).<br />

(a)<br />

(b)<br />

D) ERITROMELALGIA<br />

La eritromelalgia es un acrosíndrome caracterizado por la sensación intensa<br />

y dolorosa <strong>de</strong> calor en manos y pies, habitualmente bilateral.<br />

Las crisis se <strong>de</strong>senca<strong>de</strong>nan habitualmente por la acción <strong>de</strong> la temperatura, pero<br />

pue<strong>de</strong>n ser originadas por otros factores.<br />

Se ha asociado a síndromes mieloproliferativos, intoxicaciones y al lupus. Se<br />

acompaña <strong>de</strong> hiperagregación plaquetar, si bien no se ha llegado a establecer si ello<br />

es efecto o causa en su manifestación.<br />

Al margen <strong>de</strong> las crisis, el estudio capilaroscópico no presenta anomalías.<br />

En el curso <strong>de</strong> las crisis se observa un patrón <strong>de</strong> hiperemia (fig. 8).


ESTUDIO CAPILAROSCÓPICO DE LOS ACROSÍNDROMES Y DE PATOLOGÍAS SISTÉMICAS<br />

121<br />

E) ACRORRIGOSIS<br />

FIGURA 8. Eritromelalgia.<br />

FIGURA 9. Acrorrigosis.<br />

Definida como sensación subjetiva <strong>de</strong> frío a nivel <strong>de</strong> las extremida<strong>de</strong>s.<br />

Como la eritromelalgia, cursa en crisis en las cuales pue<strong>de</strong> observarse reducción<br />

<strong>de</strong>l calibre <strong>de</strong> ambas asas capilares (fig. 9).<br />

4. VASCULOPATÍAS ORGÁNICAS<br />

A) ARTERIOSCLEROSIS<br />

En la isquemia crónica por arteriosclerosis se han sistematizado seis estadios<br />

capilaroscópicos evolutivos en función <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> isquemia cutánea (véase tomo<br />

I, pág. 98) (fig. 10 a y b).<br />

FIGURA 10. La reducción <strong>de</strong>l<br />

número <strong>de</strong> estructuras capilares<br />

y la dismorfia son las<br />

características más significativas<br />

en la isquemia cutánea (a), que<br />

pue<strong>de</strong> presentar una ausencia<br />

total <strong>de</strong> capilares activos y<br />

hemorragias en la fase <strong>de</strong><br />

isquemia crítica (b).<br />

(a)<br />

(b)


122 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

B) SÍNDROME DE BUERGER<br />

El diagnóstico diferencial con el patrón capilaroscópico<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> estadios 3 a 6 <strong>de</strong> la isquemia cutánea por<br />

ateromatosis es difícil <strong>de</strong> establecer.<br />

En crisis iniciales <strong>de</strong> la enfermedad, y aunque <strong>de</strong><br />

manera inconstante, se ha i<strong>de</strong>ntificado un patrón <strong>de</strong><br />

asas <strong>de</strong> morfología elongada (fig. 11).<br />

C) MICROANGIOPATÍA DIABÉTICA<br />

FIGURA 11. Síndrome <strong>de</strong><br />

Buerger.<br />

En la isquemia secundaria a la arteriosclerosis, las<br />

alteraciones que pue<strong>de</strong>n observarse tanto en la morfología<br />

como en la hemodinámica <strong>de</strong>l capilar son secundarias<br />

a las modificaciones en el flujo arterial troncular.<br />

En la diabetes mellitus, el capilar es el propio sustrato <strong>de</strong> la enfermedad. Por<br />

ello, la observación capilaroscópica tiene un mayor valor diagnóstico.<br />

En fases poco avanzadas <strong>de</strong> afectación capilar, el patrón capilaroscópico más<br />

frecuente es el constituido por imágenes capilares puntiformes —imagen en “banco<br />

<strong>de</strong> peces” <strong>de</strong> Merlen— (fig. 12).<br />

El 17 % <strong>de</strong> <strong>los</strong> enfermos diabéticos con una evolución <strong>de</strong> la enfermedad superior<br />

a <strong>los</strong> 10 años presentan aneurismas capilares que pue<strong>de</strong>n localizarse en posición<br />

apical o marginal (fig. 13).<br />

En presencia <strong>de</strong> isquemia troncular, <strong>los</strong> patrones hallados no difieren <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />

expuestos en la isquemia por arteriosclerosis.<br />

FIGURA 12. Imagen en banco<br />

<strong>de</strong> peces muy frecuente en la<br />

microangiopatía diabética.<br />

FIGURA 13. Microangiopatía<br />

diabética: aneurismas apicales.<br />

D) HIPERTENSIÓN VENOSA CRÓNICA<br />

No existe un patrón propio <strong>de</strong> la hipertensión venosa (HTV), y a menudo el<br />

estudio capilaroscópico es normal aun en presencia <strong>de</strong> presión venosa ambulatoria<br />

aumentada.


ESTUDIO CAPILAROSCÓPICO DE LOS ACROSÍNDROMES Y DE PATOLOGÍAS SISTÉMICAS<br />

123<br />

Cuando se encuentran alteraciones, éstas son semejantes<br />

a las <strong>de</strong>scritas en la acrocianosis: número <strong>de</strong> estructuras<br />

conservadas, dilatación <strong>de</strong>l asa eferente o venular y plexos<br />

venosos subpapilares prominentes (fig. 14).<br />

5. ENFERMEDADES SISTÉMICAS<br />

A) ESCLERODERMIA<br />

El estudio capilaroscópico tiene un valor diagnóstico en<br />

la esclero<strong>de</strong>rmia.<br />

Se han <strong>de</strong>finido cuatro estadios clínicos (Carpentier,<br />

1980):<br />

Estadio I. A menudo coinci<strong>de</strong>nte clínicamente con el fenómeno <strong>de</strong> Raynaud, pero<br />

sin otras manifestaciones clínicas.<br />

El número <strong>de</strong> estructuras capilares es normal y existe una distrofia capilar ectasiante,<br />

caracterizada por asas cortas y abiertas, sin alcanzar el grado <strong>de</strong> megacapilares.<br />

Se advierte e<strong>de</strong>ma pericapilar y, con menos frecuencia, hemorragias (fig. 15).<br />

FIGURA 14. Hipertensión<br />

venosa <strong>de</strong> la extremidad inferior.<br />

Estadio II. Densidad capilar disminuida, menos <strong>de</strong> 8 estructuras por mm. Presencia<br />

<strong>de</strong> megacapilares y flujo granular (sludge).<br />

Estadio III. Reducción importante <strong>de</strong>l número <strong>de</strong> estructuras capilares visibles,<br />

menos <strong>de</strong> 5 por mm.<br />

A menudo sólo se observa un número reducido <strong>de</strong> megacapilares (fig. 16).<br />

Estadio IV. Avascularidad. Fondo pálido (fig. 17).<br />

FIGURA 15. Estadio I <strong>de</strong> la<br />

esclero<strong>de</strong>rmia.<br />

FIGURA 16. El megacapilar es<br />

la anomalía más frecuente en fases<br />

avanzadas <strong>de</strong> la esclero<strong>de</strong>rmia.


124 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

B) LUPUS ERITEMATOSO<br />

Las anomalías observadas se catalogan en funcionales<br />

y morfológicas.<br />

Las primeras se caracterizan por alteraciones en la<br />

vasomotricidad, en forma <strong>de</strong> flujo granular discontinuo<br />

y <strong>de</strong> elevada velocidad.<br />

Las segundas son semejantes a las <strong>de</strong>scritas en <strong>los</strong><br />

estadios II y III <strong>de</strong> la esclero<strong>de</strong>rmia: bucles, megacapilares<br />

y hemorragias.<br />

C) POLIARTRITIS REUMATOIDE<br />

FIGURA 17. Estadio IV <strong>de</strong> la<br />

esclero<strong>de</strong>rmia: avascularidad,<br />

megacapilares y hemorragias.<br />

FIGURA 18. La imagen en “hoja<br />

<strong>de</strong> helecho” en la poliartritis<br />

reumatoi<strong>de</strong>. (De A. Franco y<br />

P. Carpentier. En: Capilaroscopia<br />

Periungueal.)<br />

Los hallazgos capilaroscópicos tienen un valor diagnóstico.<br />

Se distinguen tres estadios evolutivos:<br />

Estadio I. Disminución mo<strong>de</strong>rada <strong>de</strong> las estructuras capilares. Bucles <strong>de</strong> longitud<br />

reducida (fig. 18 a).<br />

Estadio II. Reducción <strong>de</strong> las estructuras capilares inferior al 50 %. Dismorfias en<br />

forma <strong>de</strong> “hoja <strong>de</strong> helecho” (fig. 18 b).<br />

Estadio III. Escasas estructuras capilares, todas ellas dismórficas (fig. 18 c).<br />

(a) (b) (c)<br />

Bibliografía<br />

Davis E, Landau J. Clinical capillary microscopy.<br />

Illinois: Thomas Springfield; 1966.<br />

Marinel·lo J, Llagostera S, Olba L, Latorre J,<br />

Viver E, Sabaté L. La observación<br />

capilaroscópica en el diagnóstico<br />

angiológico. Angiología 1990;4:138-47.<br />

Maricq HR, Le Roy EC. Capillary blood<br />

flow in sclero<strong>de</strong>rma. Bibl Anatomy<br />

1973;11:352-8.<br />

Merlen JF, Sartel AM. La circulation<br />

capillaire. Gaz Med <strong>de</strong> France<br />

1978;85(11):1127-35.


VIII<br />

Guías para la planificación<br />

eficiente <strong>de</strong>l laboratorio<br />

<strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es funcionales<br />

hemodinámicas<br />

1. Isquemia cerebrovascular<br />

2. Isquemia crónica <strong>de</strong> extremidad inferior<br />

3. Hipertensión renovascular<br />

4. Hipertensión venosa en extremida<strong>de</strong>s inferiores<br />

5. Trombosis venosa SVP – enfermedad tromboembólica


127<br />

Guías para la planificación eficiente<br />

<strong>de</strong>l laboratorio <strong>de</strong> <strong>exploracion</strong>es<br />

funcionales hemodinámicas<br />

1. ISQUEMIA CEREBROVASCULAR<br />

Indicaciones <strong>de</strong>l estudio hemodinámico<br />

–Soplo carotí<strong>de</strong>o asintomático.<br />

–Isquemia transitoria.<br />

–Acci<strong>de</strong>nte cerebrovascular.<br />

–Previo a cirugía arterial, cardíaca o cuando existe historia clínica <strong>de</strong> isquemia<br />

cerebrovascular o exploración clínica patológica (soplo carotí<strong>de</strong>o).<br />

–Seguimiento <strong>de</strong> la endarterectomía/stent carotí<strong>de</strong>o.<br />

Equipo mínimo<br />

–Eco-Doppler modo B con analizador espectral <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong>l<br />

flujo; <strong>de</strong>tección cromática <strong>de</strong> flujos y Power Doppler.<br />

Equipo accesorio<br />

–Eco-Doppler transcraneal.<br />

Recomendaciones para el estudio <strong>de</strong> seguimiento<br />

– Estenosis carotí<strong>de</strong>a: estenosis entre el 20-50 % <strong>de</strong>l área <strong>de</strong>l vaso: anual. Estenosis<br />

superiores al 50 %: semestral.<br />

–Postendarterectomía/stent carotí<strong>de</strong>o: postoperatorio. A <strong>los</strong> seis meses. Si el procedimiento<br />

presenta estabilidad y ausencia <strong>de</strong> síntomas: anual.


128 APLICACIONES CLÍNICAS DE LOS MÉTODOS DE EXPLORACIÓN HEMODINÁMICA<br />

2. ISQUEMIA CRÓNICA DE LA EXTREMIDAD INFERIOR<br />

Indicaciones <strong>de</strong>l estudio hemodinámico<br />

–Claudicación intermitente.<br />

–Isquemia aguda.<br />

–Isquemia crítica.<br />

–Patología aneurismática.<br />

Equipo mínimo<br />

–Eco-Doppler modo B con analizador <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> velocidad <strong>de</strong>l flujo; <strong>de</strong>tección<br />

cromática <strong>de</strong> flujos y Power Doppler.<br />

–Claudicómetro.<br />

–Set <strong>de</strong> registro <strong>de</strong> presión <strong>de</strong> insuflado automático.<br />

Equipo accesorio<br />

–Detector <strong>de</strong> presión transcutánea <strong>de</strong> oxígeno.<br />

–Registro <strong>de</strong> curvas <strong>de</strong> volumen <strong>de</strong> pulso (pletismografía).<br />

Recomendaciones para el estudio <strong>de</strong> seguimiento<br />

–Cirugía revascularizadora: postoperatorio. Injerto <strong>de</strong> vena: cada tres meses durante<br />

el primer año. Injertos <strong>de</strong> riesgo <strong>de</strong> trombosis: mensual.<br />

–Aneurisma <strong>de</strong> arteria aorta abdominal, diámetro superior a 50 mm: anual.<br />

–Claudicación intermitente: agravamiento <strong>de</strong> la sintomatología. Con carácter<br />

general, anual.<br />

3. HIPERTENSIÓN RENOVASCULAR<br />

Indicaciones <strong>de</strong>l estudio hemodinámico<br />

–HTA maligna.<br />

–HTA no controlable farmacológicamente.<br />

–IRC con sospecha clínica <strong>de</strong> patología isquémica.<br />

–Control postoperatorio <strong>de</strong> revascularización (bypass/stent).<br />

–Control postoperatorio <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> trasplante.<br />

Equipo mínimo<br />

–Eco-Doppler modo B. Analizador espectral <strong>de</strong> frecuencias. Codificación cromática<br />

<strong>de</strong> dirección <strong>de</strong>l flujo.


GUÍAS PARA LA PLANIFICACIÓN EFICIENTE DEL LABORATORIO DE EXPLORACIONES FUNCIONALES HEMODINÁMICAS<br />

129<br />

Recomendaciones para el estudio <strong>de</strong> seguimiento<br />

–Postcirugía: postoperatorio. A <strong>los</strong> tres meses. Anual.<br />

4. HIPERTENSIÓN VENOSA EN EXTREMIDADES INFERIORES<br />

Indicaciones <strong>de</strong>l estudio hemodinámico<br />

–Exploración clínica compatible con sintomatología <strong>de</strong> HTV.<br />

– Úlcera.<br />

–E<strong>de</strong>ma.<br />

–Preoperatorio <strong>de</strong> cirugía <strong>de</strong> las varices.<br />

–Preoperatorio <strong>de</strong> intervenciones sobre el reflujo en el SVP.<br />

–Recidiva varicosa.<br />

– Estrategia <strong>de</strong> la esclerosis venosa.<br />

–Secuela postflebítica.<br />

Equipo mínimo<br />

–Eco-Doppler modo B. Analizador espectral <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong> flujo. Codificación<br />

cromática <strong>de</strong> dirección <strong>de</strong>l flujo.<br />

– Pletismógrafo.<br />

Recomendaciones para el estudio <strong>de</strong> seguimiento<br />

–HTV no complicada: inicial.<br />

–HTV complicada/secuela postflebítica: inicial y en manifestaciones clínicas intercurrentes.<br />

–Intervenciones sobre el reflujo en el SVP: postoperatorio. Trimestral en el primer<br />

año. Posteriormente, anual.<br />

5. TROMBOSIS VENOSA SVP – ENFERMEDAD TROMBOEMBÓLICA<br />

Indicaciones <strong>de</strong>l estudio hemodinámico<br />

–Sospecha clínica <strong>de</strong> TVP.<br />

–Sospecha clínica <strong>de</strong> embolia pulmonar.<br />

Equipo mínimo<br />

–Eco-Doppler modo B. Analizador espectral <strong>de</strong> frecuencias <strong>de</strong>l flujo.<br />

Recomendaciones para el estudio <strong>de</strong> seguimiento<br />

–Secuela postflebítica: anual. En caso <strong>de</strong> sospecha clínica <strong>de</strong> progresión <strong>de</strong> la trombosis<br />

o <strong>de</strong> episodios <strong>de</strong> TEP.


Tomo I<br />

Principios básicos <strong>de</strong> hemodinámica y <strong>de</strong> <strong>los</strong> métodos <strong>de</strong> exploración<br />

Índice<br />

Capítulo I<br />

Conceptos básicos <strong>de</strong> hemodinámica arterial<br />

Capítulo II<br />

Conceptos básicos <strong>de</strong> hemodinámica venosa<br />

Capítulo III<br />

Conceptos básicos <strong>de</strong> la circulación terminal<br />

Capítulo IV<br />

Diagnóstico por ultrasonidos<br />

Capítulo V<br />

Diagnóstico por pletismografía<br />

Capítulo VI<br />

Diagnóstico por capilaroscopia<br />

Capítulo VII<br />

Diagnóstico por termografía<br />

Capítulo VIII<br />

Diagnóstico por registro <strong>de</strong> difusión <strong>de</strong> gases<br />

Capítulo IX<br />

Significado estadístico <strong>de</strong> <strong>los</strong> resultados en la exploración funcional<br />

hemodinámica (EFH)<br />

Apéndice<br />

Textos <strong>de</strong> referencia recomendados<br />

Abreviaturas utilizadas con más frecuencia


E DITORIAL<br />

GLOSA<br />

3300715

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!