Seguridad Minera Edición 153

La revista Seguridad Minera edición 153 destaca la protección de manos con guantes de seguridad, el impacto del estrés térmico, protocolo de transporte de cianuro, manejo de recipientes de gases y control de riesgos en excavaciones. La revista Seguridad Minera edición 153 destaca la protección de manos con guantes de seguridad, el impacto del estrés térmico, protocolo de transporte de cianuro, manejo de recipientes de gases y control de riesgos en excavaciones.

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Operaciones medidas de prevención y control de las vibraciones, y e) en la medida de lo posible, determinar las frecuencias de resonancia. La evaluación debería servir para precisar cuáles son las distintas formas de manejo de las herramientas que vibran y determinar, en particular, si: a) resulta posible eliminar la utilización de herramientas que comporta un riesgo elevado; b) se ha impartido a los trabajadores formación suficiente para la correcta utilización de las herramientas, y c) existen medios técnicos para mejorar la utilización de las herramientas. Con el fin de establecer medidas de prevención y control adecuadas, la evaluación debería tomar en consideración: a) la exposición al frío en el lugar de trabajo, que puede favorecer la aparición de síntomas del denominado «dedo blanco» (síndrome de Raynaud) en quienes están expuestos a vibraciones; b) las vibraciones que se transmiten a la cabeza o a los ojos, así como la vibración de los indicadores y monitores, que pueda afectar la percepción de la información que proporcionan, y c) las vibraciones transmitidas al cuerpo o a las extremidades que puedan afectar la manipulación de mandos y dispositivos de control. Estrategias de control Capacitación e información Los empleadores deberían velar por que los trabajadores que estén expuestos a riesgos importantes de vibración reciban: a) información sobre las situaciones de peligro y los riesgos que comporta la utilización prolongada de herramientas que vibran; b) información sobre las medidas que los propios trabajadores pueden tomar para reducir los riesgos, en particular las relativas al ajuste adecuado de los asientos y a las posturas corporales en el trabajo; c) instrucciones para la manipulación y utilización correcta de las herramientas de mano, que han de empuñarse en forma relajada pero segura, y d) estímulos para dar cuenta de la aparición de signos como la coloración blanca de los dedos, la sensación de entumecimiento o la parestesia, sin que ello sea pretexto para actos de discriminación injustificados, contra los cuales deberían preverse recursos en la legislación y la práctica nacionales. Aislamiento, sustitución y controles técnicos De conformidad con la legislación y la reglamentación nacionales los fabricantes deberían: a) indicar los valores de vibración de sus herramientas; b) modificar los procesos, a fin de evitar el uso de herramientas o instrumentos vibratorios; c) suministrar información que permita controlar las vibraciones mediante una correcta instalación; d) evitar las frecuencias de resonancia de los distintos componentes de la maquinaria y el equipo, y e) utilizar en sus productos, en la medida en que sea factible, empuñaduras antivibratorias. Al comprar equipo y vehículos industriales, los empleadores deberían verificar que los niveles de vibración a que se expondrán los usuarios sean conformes con los reglamentos y normas nacionales. Cuando se siga utilizando maquinaria antigua, deberían localizarse las fuentes de vibraciones que presenten un riesgo para la seguridad y salud y hacerse las modificaciones apropiadas aplicando las técnicas y conocimientos más recientes en materia de atenuación de vibraciones. Los asientos de vehículos, inclusive los integrados a instalaciones fijas, deberían diseñarse de manera que minimicen la transmisión de vibraciones al conductor u operador y permitan una postura de trabajo ergonómicamente satisfactoria. Cuando los trabajadores estén expuestos directa o indirectamente a las vibraciones transmitidas a través del suelo o de otras estructuras, las máquinas fuente de vibraciones deberían estar montadas sobre dispositivos aislantes (soportes antivibratorios), instalados siguiendo las instrucciones del fabricante o diseñados y manufacturados según las normas internacionales reconocidas en materia de instalaciones y equipo. La maquinaria y las herramientas que vibren deberían ser revisadas periódicamente, dado que los componentes desgastados pueden provocar un aumento de los niveles de vibración. En aquellos casos en que la exposición a las vibraciones pudiese provocar lesiones si se continúa trabajando durante un período más prolongado, y en que no sea factible reducir las vibraciones, el trabajo debería reorganizarse de tal manera que se prevean períodos de descanso o de rotación en el trabajo suficientes para reducir a niveles seguros los valores generales de exposición. RADIACIONES IONIZANTES Las radiaciones ionizantes se producen por una escisión de los átomos. La energía que se desprende en este proceso cobra varias formas, cada una de las cuales tiene una longitud de onda, una 18 SEGURIDAD MINERA

frecuencia, una energía y una fuerza de penetración característicos. Los rayos alfa, beta y gama producen energía suficiente para modificar la estructura de otros átomos y se califican por ello como radiaciones ionizantes. Toda exposición a radiaciones ionizantes debería mantenerse al nivel más bajo posible. Hay pruebas de que los daños causados por este tipo de radiaciones pueden ser permanentes, de que con ello aumenta sustancialmente la frecuencia de cáncer y de que algunos tipos de tumores malignos se han originado como consecuencia de la exposición a dosis incluso bajas de radiaciones ionizantes. Descripción del peligro Los materiales con niveles de radiación superiores a los del ambiente normal proceden en especial de centrales eléctricas nucleares, desechos militares, materiales radiográficos, radiografía industrial, isótopos médicos u otro material de investigación, etc. La exposición a estos materiales puede causar graves enfermedades, entre otras, cáncer. Otras fuentes de peligro potencial comprenden medios luminosos, detectores de gases y humos, uranio empobrecido procedente de reactores de aviones fuera de servicio, desechos procedentes de operaciones de perforación en alta mar y tuberías o conductos utilizados en las industrias de extracción, que se mencionan como «materiales radiactivos que se encuentran en condiciones normales». La inhalación de polvo de hornos, cuando este contiene partículas radiactivas, puede causar enfermedades mortales. Estrategias de control Aislamiento, sustitución y controles técnicos Los empleadores que reciben desechos reciclados deberían contar con equipo de detección de radiaciones. Los proveedores deberían verificar que poseen sistemas que les permitan asegurar que los productos que ofrecen están libres de contaminación radiactiva. La autoridad competente debería determinar las condiciones o modalidades para el reciclado del material de desecho radiactivo. Todo material que suscite sospechas de que es radiactivo debería aislarse, y se deberían seguir estrictamente los planes para su eliminación adecuada conforme lo dispuesto por la autoridad competente. Controles de prácticas y métodos de trabajo En las operaciones de reciclado en gran escala se debería controlar la radiactividad del material que ingresa antes de permitir su entrada en la fábrica. Toda empresa de reciclado debería adquirir el material de desecho por conducto de proveedores fidedignos. No se debería manipular ningún material que merezca duda en cuanto a su nivel de radiactividad y su eliminación debería dejarse a cargo de un servicio competente. Se debería pedir de inmediato consejo a la autoridad competente en lo que respecta a su manipulación y eliminación. Identificar fuentes de radiaciones no ionizantes Se consideran generalmente como radiaciones no ionizantes los rayos ultravioletas (UV), la luz visible y los rayos infrarrojos (IR). La absorción de radiaciones provoca reacciones fotoquímicas en el espectro ultravioleta y en el espectro visible. En el espectro infrarrojo toda la energía se convierte en calor. La exposición de los ojos a radiaciones visibles e infrarrojas puede lesionar la retina y el cristalino y provocar la formación de cataratas. La exposición de los ojos a las radiaciones en el espectro visible y en el espectro infrarrojo puede provocar lesiones térmicas en la retina y dañar el cristalino, lo que puede originar la formación de cataratas. La principal fuente de rayos ultravioletas son los rayos solares y una sobreexposición a los mismos puede provocar cáncer. Las fuentes artificiales de estos rayos comprenden las lámparas incandescentes, los tubos fluorescentes, las lámparas de descarga luminosa, el equipo de soldadura por arco eléctrico, los sopletes de plasma y los láser. La exposición a los rayos ultravioletas puede producir inflamaciones de la conjuntiva y la córnea. Los límites de exposición para las radiaciones ópticas deben establecerse con respecto a las distintas clases de radiación. Campos eléctricos y magnéticos rodean todo el equipo por el que pasa corriente eléctrica. Se crean cargas estáticas alrededor de cargas fijas como las pantallas de visualización o los campos magnéticos fijos. Algunos estudios muestran que la exposición a campos magnéticos puede provocar determinados tipos de cáncer y de tumor cerebral. También pueden afectar el humor de la persona, su dinamismo, su ritmo cardíaco y sus sistemas de inmunización y reproducción; algunas personas padecen irritaciones de la piel en presencia de campos eléctricos. Los trabajadores que portan marcapasos no deberían ser ocupados en zonas en que puedan verse expuestos a campos magnéticos, según se establece en una evaluación de riesgos. A diferencia de los campos eléctricos, los campos magnéticos no pueden filtrarse fácilmente porque atraviesan todos los materiales. Ahora bien, la fuerza de estos campos disminuye rápidamente a medida que aumenta la distancia con respecto a su fuente. Por consiguiente, cuando una evaluación de los riesgos indica que se trata de un riesgo inaceptable se recomienda apagar todo el equipo eléctrico cuando no se utiliza. Las instalaciones fijas que generan campos muy potentes como los transformadores y los conmutadores deberían instalarse lo más lejos posible de los puestos de trabajo. El encapsulado de una fuente en el que se utilice una aleación que sea un buen conductor magnético también puede reducir los efectos de campos magnéticos potentes. También se puede proteger los puestos de trabajo con un material absorbente adecuado como hojas continuas de aluminio. Los empleadores deberían identificar todas las fuentes de campos magnéticos y los riesgos de exposición estableciendo un mapa de los campos de radiaciones en el lugar de trabajo. Nº 153 - Agosto 2019 19

frecuencia, una energía y una fuerza de<br />

penetración característicos. Los rayos<br />

alfa, beta y gama producen energía<br />

suficiente para modificar la estructura<br />

de otros átomos y se califican por ello<br />

como radiaciones ionizantes.<br />

Toda exposición a radiaciones ionizantes<br />

debería mantenerse al nivel más<br />

bajo posible. Hay pruebas de que los<br />

daños causados por este tipo de radiaciones<br />

pueden ser permanentes, de<br />

que con ello aumenta sustancialmente<br />

la frecuencia de cáncer y de que algunos<br />

tipos de tumores malignos se han<br />

originado como consecuencia de la exposición<br />

a dosis incluso bajas de radiaciones<br />

ionizantes.<br />

Descripción del peligro<br />

Los materiales con niveles de radiación<br />

superiores a los del ambiente normal<br />

proceden en especial de centrales eléctricas<br />

nucleares, desechos militares,<br />

materiales radiográficos, radiografía industrial,<br />

isótopos médicos u otro material<br />

de investigación, etc. La exposición<br />

a estos materiales puede causar graves<br />

enfermedades, entre otras, cáncer.<br />

Otras fuentes de peligro potencial comprenden<br />

medios luminosos, detectores<br />

de gases y humos, uranio empobrecido<br />

procedente de reactores de aviones<br />

fuera de servicio, desechos procedentes<br />

de operaciones de perforación en<br />

alta mar y tuberías o conductos utilizados<br />

en las industrias de extracción,<br />

que se mencionan como «materiales<br />

radiactivos que se encuentran en condiciones<br />

normales». La inhalación de<br />

polvo de hornos, cuando este contiene<br />

partículas radiactivas, puede causar<br />

enfermedades mortales.<br />

Estrategias de control<br />

Aislamiento, sustitución y controles<br />

técnicos<br />

Los empleadores que reciben desechos<br />

reciclados deberían contar con<br />

equipo de detección de radiaciones.<br />

Los proveedores deberían verificar que<br />

poseen sistemas que les permitan asegurar<br />

que los productos que ofrecen<br />

están libres de contaminación radiactiva.<br />

La autoridad competente debería<br />

determinar las condiciones o modalidades<br />

para el reciclado del material de<br />

desecho radiactivo.<br />

Todo material que suscite sospechas<br />

de que es radiactivo debería aislarse,<br />

y se deberían seguir estrictamente los<br />

planes para su eliminación adecuada<br />

conforme lo dispuesto por la autoridad<br />

competente.<br />

Controles de prácticas<br />

y métodos de trabajo<br />

En las operaciones de reciclado en<br />

gran escala se debería controlar la radiactividad<br />

del material que ingresa antes<br />

de permitir su entrada en la fábrica.<br />

Toda empresa de reciclado debería adquirir<br />

el material de desecho por conducto<br />

de proveedores fidedignos.<br />

No se debería manipular ningún material<br />

que merezca duda en cuanto a su<br />

nivel de radiactividad y su eliminación<br />

debería dejarse a cargo de un servicio<br />

competente. Se debería pedir de inmediato<br />

consejo a la autoridad competente<br />

en lo que respecta a su manipulación<br />

y eliminación.<br />

Identificar fuentes de radiaciones no ionizantes<br />

Se consideran generalmente como radiaciones no ionizantes<br />

los rayos ultravioletas (UV), la luz visible y los<br />

rayos infrarrojos (IR). La absorción de radiaciones provoca<br />

reacciones fotoquímicas en el espectro ultravioleta y en el<br />

espectro visible. En el espectro infrarrojo toda la energía se<br />

convierte en calor. La exposición de los ojos a radiaciones<br />

visibles e infrarrojas puede lesionar la retina y el cristalino y<br />

provocar la formación de cataratas.<br />

La exposición de los ojos a las radiaciones en el espectro<br />

visible y en el espectro infrarrojo puede provocar lesiones<br />

térmicas en la retina y dañar el cristalino, lo que puede originar<br />

la formación de cataratas.<br />

La principal fuente de rayos ultravioletas son los rayos<br />

solares y una sobreexposición a los mismos puede provocar<br />

cáncer. Las fuentes artificiales de estos rayos comprenden<br />

las lámparas incandescentes, los tubos fluorescentes,<br />

las lámparas de descarga luminosa, el equipo de<br />

soldadura por arco eléctrico, los sopletes de plasma y<br />

los láser.<br />

La exposición a los rayos ultravioletas puede producir inflamaciones<br />

de la conjuntiva y la córnea.<br />

Los límites de exposición para las radiaciones ópticas deben<br />

establecerse con respecto a las distintas clases de radiación.<br />

Campos eléctricos y magnéticos rodean todo el equipo<br />

por el que pasa corriente eléctrica. Se crean cargas estáticas<br />

alrededor de cargas fijas como las pantallas de visualización<br />

o los campos magnéticos fijos.<br />

Algunos estudios muestran que la exposición a campos<br />

magnéticos puede provocar determinados tipos de cáncer<br />

y de tumor cerebral. También pueden afectar el humor de<br />

la persona, su dinamismo, su ritmo cardíaco y sus sistemas<br />

de inmunización y reproducción; algunas personas<br />

padecen irritaciones de la piel en presencia de campos<br />

eléctricos. Los trabajadores que portan marcapasos no<br />

deberían ser ocupados en zonas en que puedan verse expuestos<br />

a campos magnéticos, según se establece en una<br />

evaluación de riesgos.<br />

A diferencia de los campos eléctricos, los campos magnéticos<br />

no pueden filtrarse fácilmente porque atraviesan todos<br />

los materiales. Ahora bien, la fuerza de estos campos<br />

disminuye rápidamente a medida que aumenta la distancia<br />

con respecto a su fuente. Por consiguiente, cuando una<br />

evaluación de los riesgos indica que se trata de un riesgo<br />

inaceptable se recomienda apagar todo el equipo eléctrico<br />

cuando no se utiliza. Las instalaciones fijas que generan<br />

campos muy potentes como los transformadores y los<br />

conmutadores deberían instalarse lo más lejos posible de<br />

los puestos de trabajo. El encapsulado de una fuente en<br />

el que se utilice una aleación que sea un buen conductor<br />

magnético también puede reducir los efectos de campos<br />

magnéticos potentes. También se puede proteger los<br />

puestos de trabajo con un material absorbente adecuado<br />

como hojas continuas de aluminio.<br />

Los empleadores deberían identificar todas las fuentes de<br />

campos magnéticos y los riesgos de exposición estableciendo<br />

un mapa de los campos de radiaciones en el lugar<br />

de trabajo.<br />

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