1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
destrozando algo. —¿Qué está pasando? —pregunto. —Tus luces —me indica Henri, haciéndose oír por encima de los sonidos de destrucción. Las enciendo y hago un barrido por el patio que tenemos delante. No alcanzan más de tres metros antes de quedar engullidas por la oscuridad. Henri da un paso atrás e inclina la cabeza, escuchando los sonidos con extrema concentración, y finalmente asiente con expresión resignada. —Están destrozando todos los vehículos de fuera, incluida mi camioneta —anuncia—. Si
sobrevivimos a esto y escapamos del instituto, tendrá que ser a pie. Una sombra de terror cruza los rostros de Mark y Sarah. —No hay más tiempo que perder. Con estrategia o sin estrategia, tenemos que irnos antes de que lleguen los soldados y las bestias. Ella ha dicho que podemos salir a través del gimnasio —dice Seis, señalando a Sarah con la cabeza—. Es nuestra única posibilidad. —Se llama Sarah —le digo. Me siento en una silla cercana, molesto por la urgencia de la voz de Seis. Parece hallarse en posesión de la
- Page 936 and 937: pesada oscuridad. Los dos lo vemos
- Page 938 and 939: concentración bajo presión, de to
- Page 940 and 941: intentando recordar el plano del ed
- Page 942 and 943: con mucho sigilo y el pasador encaj
- Page 944 and 945: Nos encontrarán, y cuando lo hagan
- Page 946 and 947: oigan. Cierro los ojos y acerco len
- Page 948 and 949: del fulgor de mis manos veo la cara
- Page 950 and 951: que mataron a Tres —dice—. Pero
- Page 952 and 953: eso, no hace falta andarse con disi
- Page 954 and 955: aminoran, dejan atrás la salida, g
- Page 956 and 957: seguro de lo que me está pidiendo.
- Page 958 and 959: y me paraliza, dejándome clavado d
- Page 960 and 961: lo que experimentó cuando miró a
- Page 962 and 963: alguien intentara abrirla por la fu
- Page 964 and 965: En los ojos de este hay una mirada
- Page 966 and 967: evuelve otros cajones y, tras sacar
- Page 968 and 969: sobre la herida. Henri se acerca al
- Page 970 and 971: desgarrón en el traje. —¿Qué e
- Page 972 and 973: hay fuera. «Espero que no sea nada
- Page 974 and 975: uscándoos —dice Seis. —¿Dónd
- Page 976 and 977: apunta con ella. —Es hora de devo
- Page 978 and 979: en una montaña hueca de Virginia O
- Page 980 and 981: estamos desarrollando nuestras habi
- Page 982 and 983: muerte y aniquilación. ¿Por qué
- Page 984 and 985: CAPÍTULO TREINTA EL VIENTO IRRUMPE
- Page 988 and 989: calma, conservando la sangre fría
- Page 990 and 991: —¿Qué pasa, si se puede saber?
- Page 992 and 993: aparcamiento y se alejan a toda vel
- Page 994 and 995: acertado; la trampilla del escenari
- Page 996 and 997: tirón al cargador, mirando a Sarah
- Page 998 and 999: pesada. —No nos queda más remedi
- Page 1000 and 1001: vacío. Bernie Kosar ya ha llegado
- Page 1002 and 1003: Lo levanta en el aire para volver a
- Page 1004 and 1005: prenda de ropa interior sucia. Mark
- Page 1006 and 1007: indicándome que no lo sabe. —Vay
- Page 1008 and 1009: como puedo. Las paredes y el suelo
- Page 1010 and 1011: a un lado y luego al otro para cerc
- Page 1012 and 1013: a un rastreador al que no hemos vis
- Page 1014 and 1015: fuerza en la garganta, con los ojos
- Page 1016 and 1017: al rastreador más cercano hasta qu
- Page 1018 and 1019: —Tienes que llevar a Sarah al ins
- Page 1020 and 1021: vida. —Yo también te quiero —s
- Page 1022 and 1023: se han retirado y un tercero está
- Page 1024 and 1025: nosotros. —¿Qué es? —le pregu
- Page 1026 and 1027: así cómo viajan, con semirremolqu
- Page 1028 and 1029: haya sentido antes. Suelto quejidos
- Page 1030 and 1031: suspira con un gesto casi desespera
- Page 1032 and 1033: CAPÍTULO TREINTA Y UNO OTRO RUGIDO
- Page 1034 and 1035: escapar si permanecemos invisibles.
destrozando algo.<br />
—¿Qué está pasando? —pregunto.<br />
—Tus luces —me indica Henri,<br />
haciéndose oír por encima de los<br />
sonidos de destrucción.<br />
Las enciendo y hago un barrido<br />
por <strong>el</strong> patio que tenemos d<strong>el</strong>ante. No<br />
alcanzan más de tres metros antes de<br />
quedar engullidas por la oscuridad.<br />
Henri da un paso atrás e inclina la<br />
cabeza, escuchando los sonidos con<br />
extrema concentración, y finalmente<br />
asiente con expresión resignada.<br />
—Están destrozando todos los<br />
vehículos de fuera, incluida mi<br />
camioneta —anuncia—. Si