1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
algún punto lejano del pasillo, una puerta se abre con un leve chirrido. Me pongo en guardia, con la espalda contra la pared, y Sarah se sujeta con fuerza a mi brazo. Los dos tenemos demasiado miedo para decir nada. He desenchufado la abrillantadora obedeciendo al impulso de pararla, y ahora desearía volver a enchufarla, pero sé que esto nos delataría si ellos están aquí. Cierro los ojos y aplico el oído. El chirrido de la puerta cesa. Un suave viento parece haber aparecido de la nada. No creo que haya ninguna puerta abierta. Es posible que esté entrando el viento por la ventana que
he roto. De pronto, la puerta se cierra de golpe y un cristal se hace añicos contra el suelo. Sarah chilla. Algo pasa rozándonos, pero no veo lo que es y tampoco quiero saberlo. Tiro de la mano de Sarah y echamos a correr por el pasillo. Abro la puerta de la salida de atrás golpeándola con el hombro y salimos al aparcamiento. Sarah ahoga un grito, y los dos nos paramos en seco. La respiración se me corta y un escalofrío me recorre la columna. Las luces siguen encendidas, pero se ven atenuadas, fantasmagóricas, en medio de la
- Page 884 and 885: mundo puede apañarse sin mí, sin
- Page 886 and 887: de catarsis, pero no se produce. S
- Page 888 and 889: coches en el aparcamiento, y dentro
- Page 890 and 891: para mal. Él abre los ojos un inst
- Page 892 and 893: Pero él no me presta atención. Co
- Page 894 and 895: casa. La prueba está aquí, en mis
- Page 896 and 897: es donde quiero estar y aquí es do
- Page 898 and 899: enseguida le veo como lo que es. El
- Page 900 and 901: dice algo detrás de mí. Saludo a
- Page 902 and 903: cuanto ha llegado. En ese momento,
- Page 904 and 905: dentro. Miro otra vez la hoja que t
- Page 906 and 907: A través de la ventana veo abrirse
- Page 908 and 909: preocupación, una mirada que dura
- Page 910 and 911: Sarah debe de haber puesto el pudí
- Page 912 and 913: mi derecha las aulas desdibujadas.
- Page 914 and 915: figura se gira hacia mí, y aprieto
- Page 916 and 917: que he llegado yo. Tu padre lo ha l
- Page 918 and 919: Haciendo caso omiso de su pregunta,
- Page 920 and 921: —¿Qué está pasando aquí? —
- Page 922 and 923: habitación. Henri deja de intentar
- Page 924 and 925: vaya del instituto. Pero mi móvil,
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- Page 936 and 937: pesada oscuridad. Los dos lo vemos
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- Page 948 and 949: del fulgor de mis manos veo la cara
- Page 950 and 951: que mataron a Tres —dice—. Pero
- Page 952 and 953: eso, no hace falta andarse con disi
- Page 954 and 955: aminoran, dejan atrás la salida, g
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- Page 958 and 959: y me paraliza, dejándome clavado d
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he roto. De pronto, la puerta se cierra<br />
de golpe y un cristal se hace añicos<br />
contra <strong>el</strong> su<strong>el</strong>o.<br />
Sarah chilla. Algo pasa<br />
rozándonos, pero no veo lo que es y<br />
tampoco quiero saberlo. Tiro de la<br />
mano de Sarah y echamos a correr<br />
por <strong>el</strong> pasillo. Abro la puerta de la<br />
salida de atrás golpeándola con <strong>el</strong><br />
hombro y salimos al aparcamiento.<br />
Sarah ahoga un grito, y los dos nos<br />
paramos en seco. La respiración se<br />
me corta y un escalofrío me recorre la<br />
columna. Las luces siguen encendidas,<br />
pero se ven atenuadas,<br />
fantasmagóricas, en medio de la