1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
quiero, él me quiere, y no deseo decepcionarle. Durante el rato que pasamos tumbados en la habitación, mis temores empiezan a alcanzar nuevas cotas. No soporto no saber lo que traerá el nuevo día, y la incertidumbre está partiéndome en dos. Estamos a oscuras. Una parpadeante vela arde en el alféizar de la ventana, a poca distancia. Hago una profunda inspiración, es decir, todo lo profunda que me permiten los pulmones. —¿Te encuentras bien? —me pregunta Sarah. —Te echo de menos —le digo,
envolviéndola en mis brazos. —¿Me echas de menos? Pero si estoy aquí. —Esta es la peor forma de echar de menos a alguien. Cuando está justo a tu lado y le echas de menos de todos modos. —Qué cosas más raras dices. Dicho esto, estira el brazo, acerca mi cara a la suya y me besa, plantando sus suaves labios sobre los míos. No quiero que pare. No quiero que pare nunca de besarme. Mientras lo haga, todo va bien. Todo es como debería. Me quedaría en esta habitación para siempre si pudiera. El
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- Page 834 and 835: ladrar. Pero no cesan, y para él c
- Page 836 and 837: del chasquido y el zumbido de las l
- Page 838 and 839: en el suelo, y de la sorpresa abro
- Page 840 and 841: directamente las llamas sin que me
- Page 842 and 843: abertura que necesitamos. Miro a Sa
- Page 844 and 845: va a parar a la oreja. Me siento en
- Page 846 and 847: El bosque es espeso. Todavía brill
- Page 848 and 849: —Sígueme. —¿Adónde vamos?
- Page 850 and 851: quedarme, o de no tener que pagar l
- Page 852 and 853: dice. —Sí. La miro a los ojos, d
- Page 854 and 855: ocurre. La casa se ha desplomado so
- Page 856 and 857: incendio. Había saltado desde la v
- Page 858 and 859: ¿Tengo pinta de haber estado en un
- Page 860 and 861: tampoco la he salvado a ella ni a l
- Page 862 and 863: mano, mientras marco el número de
- Page 864 and 865: ebido más de la cuenta —digo, di
- Page 866 and 867: —¿Me llamarás cuando llegues a
- Page 868 and 869: dice, y se vuelve hacia mí, estudi
- Page 870 and 871: ojos abiertos de par en par. A las
- Page 872 and 873: —¿Cómo tienes la cabeza? —Dol
- Page 874 and 875: demás. —No volví a entrar —le
- Page 876 and 877: el pecho, ni lo que pueda traer el
- Page 878 and 879: Henri sigue en su habitación, con
- Page 880 and 881: mejor. No entré en esa casa. No te
- Page 884 and 885: mundo puede apañarse sin mí, sin
- Page 886 and 887: de catarsis, pero no se produce. S
- Page 888 and 889: coches en el aparcamiento, y dentro
- Page 890 and 891: para mal. Él abre los ojos un inst
- Page 892 and 893: Pero él no me presta atención. Co
- Page 894 and 895: casa. La prueba está aquí, en mis
- Page 896 and 897: es donde quiero estar y aquí es do
- Page 898 and 899: enseguida le veo como lo que es. El
- Page 900 and 901: dice algo detrás de mí. Saludo a
- Page 902 and 903: cuanto ha llegado. En ese momento,
- Page 904 and 905: dentro. Miro otra vez la hoja que t
- Page 906 and 907: A través de la ventana veo abrirse
- Page 908 and 909: preocupación, una mirada que dura
- Page 910 and 911: Sarah debe de haber puesto el pudí
- Page 912 and 913: mi derecha las aulas desdibujadas.
- Page 914 and 915: figura se gira hacia mí, y aprieto
- Page 916 and 917: que he llegado yo. Tu padre lo ha l
- Page 918 and 919: Haciendo caso omiso de su pregunta,
- Page 920 and 921: —¿Qué está pasando aquí? —
- Page 922 and 923: habitación. Henri deja de intentar
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- Page 930 and 931: oírse unos ruidos extraños por lo
envolviéndola en mis brazos.<br />
—¿Me echas de menos? Pero si<br />
estoy aquí.<br />
—Esta es la peor forma de echar<br />
de menos a alguien. Cuando está justo<br />
a tu lado y le echas de menos de todos<br />
modos.<br />
—Qué cosas más raras dices.<br />
Dicho esto, estira <strong>el</strong> brazo, acerca<br />
mi cara a la suya y me besa,<br />
plantando sus suaves labios sobre los<br />
míos. No quiero que pare. No quiero<br />
que pare nunca de besarme. Mientras<br />
lo haga, todo va bien. Todo es como<br />
debería. Me quedaría en esta<br />
habitación para siempre si pudiera. El