1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
mano, mientras marco el número de Henri. —¿Sí? —contesta Henri. —¿Puedes venir a recogernos? Aquí ha habido un terrible incendio. —¿Qué? —Tú ven a recogernos, ¿vale? —Vale. Voy ahora mismo. —Por cierto, ¿cómo explicas el corte que tienes en la cabeza? — pregunta desde mi espalda Baines, que me ha seguido y me ha escuchado mientras hablaba con Henri. —Me he cortado con una rama en el bosque. —Sí, eso lo explica todo —dice, y
de nuevo anota algo en la libreta—. Sabes que sé cuándo me están mintiendo, ¿verdad? Hago caso omiso de él, y sigo andando con la mano de Sarah en la mía. Nos acercamos a Sam. —Descubriré la verdad, joven. Siempre lo hago —grita Baines desde detrás. —Henri viene hacia aquí —digo a Sam y a Sarah. —¿A qué rayos venía todo eso? — pregunta Sam. —¿Quién sabe? Alguien cree que me ha visto entrar corriendo en la casa, supongo que alguien que ha
- Page 812 and 813: —No te olvides de hacerle algún
- Page 814 and 815: de ellos (no sé cuál) echa la pot
- Page 816 and 817: palabra, por lo que apenas sé nada
- Page 818 and 819: —No me machaco. —Bueno, pues no
- Page 820 and 821: en un rincón de la sala. Los jugad
- Page 822 and 823: Llegan otros más subiendo por la e
- Page 824 and 825: Desesperado. —Déjalo —le digo
- Page 826 and 827: de nosotros. Sólo entonces se toma
- Page 828 and 829: de ella surge una densa humareda ne
- Page 830 and 831: —¿Dónde está Sarah? —le preg
- Page 832 and 833: CAPÍTULO VEINTISÉIS NADIE HABLA.
- Page 834 and 835: ladrar. Pero no cesan, y para él c
- Page 836 and 837: del chasquido y el zumbido de las l
- Page 838 and 839: en el suelo, y de la sorpresa abro
- Page 840 and 841: directamente las llamas sin que me
- Page 842 and 843: abertura que necesitamos. Miro a Sa
- Page 844 and 845: va a parar a la oreja. Me siento en
- Page 846 and 847: El bosque es espeso. Todavía brill
- Page 848 and 849: —Sígueme. —¿Adónde vamos?
- Page 850 and 851: quedarme, o de no tener que pagar l
- Page 852 and 853: dice. —Sí. La miro a los ojos, d
- Page 854 and 855: ocurre. La casa se ha desplomado so
- Page 856 and 857: incendio. Había saltado desde la v
- Page 858 and 859: ¿Tengo pinta de haber estado en un
- Page 860 and 861: tampoco la he salvado a ella ni a l
- Page 864 and 865: ebido más de la cuenta —digo, di
- Page 866 and 867: —¿Me llamarás cuando llegues a
- Page 868 and 869: dice, y se vuelve hacia mí, estudi
- Page 870 and 871: ojos abiertos de par en par. A las
- Page 872 and 873: —¿Cómo tienes la cabeza? —Dol
- Page 874 and 875: demás. —No volví a entrar —le
- Page 876 and 877: el pecho, ni lo que pueda traer el
- Page 878 and 879: Henri sigue en su habitación, con
- Page 880 and 881: mejor. No entré en esa casa. No te
- Page 882 and 883: quiero, él me quiere, y no deseo d
- Page 884 and 885: mundo puede apañarse sin mí, sin
- Page 886 and 887: de catarsis, pero no se produce. S
- Page 888 and 889: coches en el aparcamiento, y dentro
- Page 890 and 891: para mal. Él abre los ojos un inst
- Page 892 and 893: Pero él no me presta atención. Co
- Page 894 and 895: casa. La prueba está aquí, en mis
- Page 896 and 897: es donde quiero estar y aquí es do
- Page 898 and 899: enseguida le veo como lo que es. El
- Page 900 and 901: dice algo detrás de mí. Saludo a
- Page 902 and 903: cuanto ha llegado. En ese momento,
- Page 904 and 905: dentro. Miro otra vez la hoja que t
- Page 906 and 907: A través de la ventana veo abrirse
- Page 908 and 909: preocupación, una mirada que dura
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de nuevo anota algo en la libreta—.<br />
Sabes que sé cuándo me están<br />
mintiendo, ¿verdad?<br />
Hago caso omiso de él, y sigo<br />
andando con la mano de Sarah en la<br />
mía. Nos acercamos a Sam.<br />
—Descubriré la verdad, joven.<br />
Siempre lo hago —grita Baines desde<br />
detrás.<br />
—Henri viene hacia aquí —digo a<br />
Sam y a Sarah.<br />
—¿A qué rayos venía todo eso? —<br />
pregunta Sam.<br />
—¿Quién sabe? Alguien cree que<br />
me ha visto entrar corriendo en la<br />
casa, supongo que alguien que ha