1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
levantar más de una cosa a la vez. Hemos pasado a objetos más grandes y pesados: la mesa de la cocina, la turbina quitanieves que Henri compró la semana pasada y nuestra nueva camioneta, que es casi idéntica a la de antes y a millones de otras camionetas de los Estados Unidos. Si puedo levantar un objeto físicamente, con mi cuerpo, entonces puedo hacerlo también con mi mente. Henri está convencido de que la fuerza de mi mente acabará superando a la de mi cuerpo. En el patio trasero, los árboles hacen guardia a nuestro alrededor,
con sus ramas heladas parecidas a figuras de cristal hueco, cubiertas todas ellas por un par de centímetros de un fino polvo blanco. La nieve nos llega hasta las rodillas, excepto en la pequeña sección que Henri ha despejado. Bernie Kosar nos observa sentado en el porche trasero. Incluso él prefiere tener el menor contacto posible con la nieve. —¿Estás seguro de esto? — pregunto. —Tienes que ir habituándote — contesta Henri. Detrás de él, observando con morbosa curiosidad, está Sam. Es la primera vez que
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- Page 660 and 661: antes. —¿Cómo sabes que eran mo
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- Page 664 and 665: su voz se apaga—. Pero en el mism
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- Page 668 and 669: Sam sigue a mi lado, intentando asi
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con sus ramas h<strong>el</strong>adas parecidas a<br />
figuras de cristal hueco, cubiertas<br />
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de un fino polvo blanco. La nieve nos<br />
llega hasta las rodillas, excepto en la<br />
pequeña sección que Henri ha<br />
despejado. Bernie Kosar nos observa<br />
sentado en <strong>el</strong> porche trasero. Incluso<br />
él prefiere tener <strong>el</strong> menor contacto<br />
posible con la nieve.<br />
—¿Estás seguro de esto? —<br />
pregunto.<br />
—Tienes que ir habituándote —<br />
contesta Henri. Detrás de él,<br />
observando con morbosa curiosidad,<br />
está Sam. Es la primera vez que