1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
—Tenían dos cosas parecidas a comadrejas, pero más gordas, con unas patas cortas. No eran más grandes que un perro, pero echaban espuma por la boca. Uno de ellos las sujetaba con una correa, pero era evidente que tenían ganas de hincarnos el diente. Dijeron que las soltarían si nos resistíamos. Te lo juro, tío, esas cosas no eran de este mundo. Ojalá hubieran sido perros, porque nos habríamos defendido. Pero creo que esas cosas nos habrían comido enteros a pesar de la diferencia de tamaño. Y no dejaban de tirar de la correa y de gruñir, intentando
atacarnos. —¿Y fue entonces cuando hablasteis? —Sí. —¿Cuándo volvieron? —La noche antes de que saliera el siguiente número de la revista, hace poco más de una semana. Henri me dirige una mirada de preocupación. Hace sólo una semana, los mogadorianos estaban a cosa de ciento cincuenta kilómetros de nuestra casa. Todavía podrían estar cerca, puede que vigilando las ediciones de la revista. Tal vez por eso Henri ha sentido su presencia últimamente.
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atacarnos.<br />
—¿Y fue entonces cuando<br />
hablasteis?<br />
—Sí.<br />
—¿Cuándo volvieron?<br />
—La noche antes de que saliera <strong>el</strong><br />
siguiente número de la revista, hace<br />
poco más de una semana.<br />
Henri me dirige una mirada de<br />
preocupación. Hace sólo una semana,<br />
los mogadorianos estaban a cosa de<br />
ciento cincuenta kilómetros de nuestra<br />
casa. Todavía podrían estar cerca,<br />
puede que vigilando las ediciones de la<br />
revista. Tal vez por eso Henri ha<br />
sentido su presencia últimamente.