1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
usque a su hija en el instituto, que a lo mejor podríamos ser amigos. Le sonrío y le digo que sí, que eso estaría bien. Cuando se va, nos ponemos enseguida a sacar el equipaje de la camioneta. Según lo rápido que nos vayamos de los sitios, viajamos muy ligeros (con la ropa que llevamos puesta, el portátil de Henri y el cofre lórico de talla intrincada que nos acompaña a todas partes) o nos llevamos unas pocas cosas (normalmente, material informático extra de Henri, que utiliza para montar un perímetro de seguridad y buscar en Internet las noticias y los
acontecimientos que puedan tener relación con nosotros). Esta vez tenemos el Cofre, dos ordenadores potentes, cuatro monitores y cuatro cámaras. También tenemos algo de ropa, aunque la mayoría de lo que llevábamos en Florida es poco adecuado para la vida en Ohio. Henri guarda el Cofre en su habitación, y llevamos todo el material electrónico al sótano, donde podrá instalarlo de forma que no lo vea ninguna visita. Cuando ya está todo dentro, empieza a situar las cámaras y a encender las pantallas. —No tendremos Internet hasta
- Page 14 and 15: Los crujidos se acercan. El muchach
- Page 16 and 17: Alcanza el otro lado y da tumbos en
- Page 18 and 19: urlona. Levanta la espada, la únic
- Page 20 and 21: CAPÍTULO UNO AL PRINCIPIO ÉRAMOS
- Page 22 and 23: Se la veía frenética y triste. Te
- Page 24 and 25: izquierdo, formada cuando se conjur
- Page 26 and 27: Minnesota. La segunda cicatriz lleg
- Page 28 and 29: perteneciente a los padres del chic
- Page 30 and 31: grabándose. El tercero de los sím
- Page 32 and 33: empapado para ver las cicatrices. A
- Page 34 and 35: columnas de madera que la sostienen
- Page 36 and 37: ahora? —Sí. ¿Quieres hacerla t
- Page 38 and 39: —Lo sé. —Estas islas no eran u
- Page 40 and 41: dormíamos. —Encárgate de los ap
- Page 42 and 43: hablar nunca con ellos. Y ellos nun
- Page 44 and 45: olsa de patatas. Arranca el motor y
- Page 46 and 47: izquierda, el golfo; en esencia, se
- Page 48 and 49: carne y macarrones con queso (que e
- Page 50 and 51: tener una vida normal, si puede ser
- Page 52 and 53: eflejos, puedo dominar la mayoría
- Page 54 and 55: úsquedas por Internet para poner a
- Page 56 and 57: mayoría de ellas tienen adornos de
- Page 58 and 59: paso a lo largo del camino de entra
- Page 60 and 61: —Pues sí, es como un paraíso
- Page 62 and 63: devuelve el contrato y los tres ent
- Page 66 and 67: mañana por la mañana. Pero si qui
- Page 68 and 69: localidad pequeña, un centro peque
- Page 70 and 71: —Y no hagas daño a nadie. Tú er
- Page 72 and 73: hijo. Le sonrío. Tiene cincuenta a
- Page 74 and 75: parte tapado por las nubes. Tambié
- Page 76 and 77: proteger la lente. Con mi cara, pod
- Page 78 and 79: llamar mi atención. A la chica le
- Page 80 and 81: caliente, como si tuvieras fiebre o
- Page 82 and 83: sheriff del pueblo, y él es la est
- Page 84 and 85: ayuda a impedir que me sigan la pis
- Page 86 and 87: terminar el proyecto en el que est
- Page 88 and 89: me parecen horas mientras repasa ca
- Page 90 and 91: acogerte en ella. —Gracias. El se
- Page 92 and 93: una cadena que lleva alrededor del
- Page 94 and 95: equilibrio, me mantengo de pie. Una
- Page 96 and 97: luego, y las palabras de Henri resu
- Page 98 and 99: —Ya decía yo —le digo, y sigo
- Page 100 and 101: mayor. Mark James, que está sentad
- Page 102 and 103: los demás. Pero ¿qué puede haber
- Page 104 and 105: Cuarenta, treinta y nueve. Ahora si
- Page 106 and 107: atrás y me doy la vuelta. Mark est
- Page 108 and 109: pensarán que soy un cobarde por ir
- Page 110 and 111: todavía refulge, de forma intermit
- Page 112 and 113: dedos. Entonces, la puerta empieza
acontecimientos que puedan tener<br />
r<strong>el</strong>ación con nosotros). Esta vez<br />
tenemos <strong>el</strong> Cofre, dos ordenadores<br />
potentes, cuatro monitores y cuatro<br />
cámaras. También tenemos algo de<br />
ropa, aunque la mayoría de lo que<br />
llevábamos en Florida es poco<br />
adecuado para la vida en Ohio. Henri<br />
guarda <strong>el</strong> Cofre en su habitación, y<br />
llevamos todo <strong>el</strong> material <strong>el</strong>ectrónico<br />
al sótano, donde podrá instalarlo de<br />
forma que no lo vea ninguna visita.<br />
Cuando ya está todo dentro, empieza<br />
a situar las cámaras y a encender las<br />
pantallas.<br />
—No tendremos Internet hasta