1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
mientras el silencio invade mis oídos con el zumbido discordante que acompaña el movimiento ralentizado. El hombre que está detrás de él le da un fuerte empujón que le proyecta por los aires directamente hacia el pie de la escalera, donde le espera el duro suelo de cemento. Le veo atravesar el aire, agitando los brazos con una expresión aterrorizada en su rostro lleno de angustia. Sin tiempo para pensar, mi instinto toma el mando: levanto las manos en el último segundo y le atrapo cuando su cabeza está a medio palmo del cemento. Después, le deposito suavemente en el
suelo del sótano. —Mierda —dice Henri. Sam se incorpora y retrocede como un cangrejo hasta llegar a la pared de bloques de hormigón. Con los ojos como platos, mira fijamente los escalones y mueve la boca sin articular palabra. La figura que le ha empujado está de pie en lo alto de la escalera, intentando comprender, al igual que Sam, lo que acaba de ocurrir. Debe de ser el tercero de los hombres. —Sam, he intentado… —empiezo a decir. El hombre que está en lo alto de la
- Page 594 and 595: hierba cortada hace mucho. Sam enci
- Page 596 and 597: años. Está exactamente igual. —
- Page 598 and 599: poquito a poco. Luego, cierro la pu
- Page 600 and 601: —Y… allá… vamos —anuncia,
- Page 602 and 603: —Y yo. —¿Tienes algún plan pa
- Page 604 and 605: otado de entre los árboles. A la m
- Page 606 and 607: —Un kilómetro o así. —¿Quier
- Page 608 and 609: espondo, y miro a Bernie Kosar—.
- Page 610 and 611: para venir aquí. De hecho, ya le h
- Page 612 and 613: las 11.12 de la noche. Llamo a Henr
- Page 614 and 615: tulipanes en la mano, como si se lo
- Page 616 and 617: Sam se gira y mira al hombre, que y
- Page 618 and 619: profunda inspiración, cierro los o
- Page 620 and 621: lado de la puerta, una escalera asc
- Page 622 and 623: —Estoy buscando a un amigo. Ha ve
- Page 624 and 625: hombre baja otro escalón. Sólo no
- Page 626 and 627: diferencia de los pósteres de Sam,
- Page 628 and 629: tocándole. No le llega el aire, y
- Page 630 and 631: Le echo los brazos hacia atrás, lo
- Page 632 and 633: atadas tras él, y los tobillos anu
- Page 634 and 635: —No había otra forma. —¿En qu
- Page 636 and 637: y retrocedo un paso. Me planteo usa
- Page 638 and 639: —Pero ¿qué…? Aprovechando que
- Page 640 and 641: alivio en su voz que casi espero ve
- Page 642 and 643: Sam. Y es entonces cuando le oímos
- Page 646 and 647: escalera da media vuelta y hace ade
- Page 648 and 649: insiste Sam, suplicándonos con una
- Page 650 and 651: Mogador. Arrasaron Lorien en busca
- Page 652 and 653: verdad. —Vaya… —dice Sam, y s
- Page 654 and 655: subimos a la buhardilla. El hombre
- Page 656 and 657: atrapado a Sam en el aire, sé que
- Page 658 and 659: esa misma noche. —¿Qué aspecto
- Page 660 and 661: antes. —¿Cómo sabes que eran mo
- Page 662 and 663: que nos llamó ya no volvió a cont
- Page 664 and 665: su voz se apaga—. Pero en el mism
- Page 666 and 667: —Tenían dos cosas parecidas a co
- Page 668 and 669: Sam sigue a mi lado, intentando asi
- Page 670 and 671: —No tengo ni idea. Ya os he dicho
- Page 672 and 673: «Superpoblación» «Recursos de l
- Page 674 and 675: Asiento y miro de nuevo el papel. O
- Page 676 and 677: —¿Qué? —Dijeron que estarían
- Page 678 and 679: seguramente quedaremos al descubier
- Page 680 and 681: ajo nosotros, y gente caminando por
- Page 682 and 683: la camioneta de Henri porque lo má
- Page 684 and 685: —No, no puedo volar. Soy inmune a
- Page 686 and 687: hacer es guardarnos el secreto. Si
- Page 688 and 689: camioneta. Tenemos que irnos de aqu
- Page 690 and 691: pero los que lo han hecho bastan. H
- Page 692 and 693: Tengo quince años. Ya no soy un ni
su<strong>el</strong>o d<strong>el</strong> sótano.<br />
—Mierda —dice Henri.<br />
Sam se incorpora y retrocede<br />
como un cangrejo hasta llegar a la<br />
pared de bloques de hormigón. Con<br />
los ojos como platos, mira fijamente<br />
los escalones y mueve la boca sin<br />
articular palabra. La figura que le ha<br />
empujado está de pie en lo alto de la<br />
escalera, intentando comprender, al<br />
igual que Sam, lo que acaba de<br />
ocurrir. Debe de ser <strong>el</strong> tercero de los<br />
hombres.<br />
—Sam, he intentado… —empiezo<br />
a decir.<br />
El hombre que está en lo alto de la