1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
lado de la puerta, una escalera asciende a la segunda planta. Empiezo a subirla. El tercer escalón gime bajo mi pie. —¿Hola? —grita una voz desde arriba. Me quedo petrificado, conteniendo la respiración—. Frank, ¿eres tú? Me quedo en silencio. Oigo a alguien levantándose de una silla, y el crujido de pasos acercándose sobre el suelo de madera dura. Un hombre aparece en lo alto de la escalera. Pelo oscuro y desgreñado, patillas, cara sin afeitar. No es tan corpulento como el hombre que se ha ido antes, pero
tampoco se puede decir que sea un canijo. —¿Quién demonios eres tú? —Estoy buscando a un amigo — respondo. Toda su cara se arruga al fruncir el ceño, y entonces desaparece y vuelve al cabo de cinco segundos empuñando un bate de béisbol de madera. —¿Cómo has llegado hasta aquí? —me pregunta. —Yo en su lugar dejaría ese bate. —¿Cómo has llegado hasta aquí? —Soy más rápido que usted, y mucho más fuerte. —Y un cuerno.
- Page 570 and 571: Dejo caer la esquirla y salgo pitan
- Page 572 and 573: ella, trazando un arco con la mano
- Page 574 and 575: necesito ayuda. Otro silencio, y en
- Page 576 and 577: una macetilla con planta junto a la
- Page 578 and 579: sudor. Echa un vistazo en derredor
- Page 580 and 581: —Anda ya —dice. Niego con la ca
- Page 582 and 583: —¿Era el artículo sobre los mog
- Page 584 and 585: —¿Y por qué no llamas a la poli
- Page 586 and 587: Yo respondo negando con la cabeza.
- Page 588 and 589: —Ocho años. ¿Y por qué no debe
- Page 590 and 591: qué esperar cuando lleguemos. Y, s
- Page 592 and 593: de metros por detrás y finjo estar
- Page 594 and 595: hierba cortada hace mucho. Sam enci
- Page 596 and 597: años. Está exactamente igual. —
- Page 598 and 599: poquito a poco. Luego, cierro la pu
- Page 600 and 601: —Y… allá… vamos —anuncia,
- Page 602 and 603: —Y yo. —¿Tienes algún plan pa
- Page 604 and 605: otado de entre los árboles. A la m
- Page 606 and 607: —Un kilómetro o así. —¿Quier
- Page 608 and 609: espondo, y miro a Bernie Kosar—.
- Page 610 and 611: para venir aquí. De hecho, ya le h
- Page 612 and 613: las 11.12 de la noche. Llamo a Henr
- Page 614 and 615: tulipanes en la mano, como si se lo
- Page 616 and 617: Sam se gira y mira al hombre, que y
- Page 618 and 619: profunda inspiración, cierro los o
- Page 622 and 623: —Estoy buscando a un amigo. Ha ve
- Page 624 and 625: hombre baja otro escalón. Sólo no
- Page 626 and 627: diferencia de los pósteres de Sam,
- Page 628 and 629: tocándole. No le llega el aire, y
- Page 630 and 631: Le echo los brazos hacia atrás, lo
- Page 632 and 633: atadas tras él, y los tobillos anu
- Page 634 and 635: —No había otra forma. —¿En qu
- Page 636 and 637: y retrocedo un paso. Me planteo usa
- Page 638 and 639: —Pero ¿qué…? Aprovechando que
- Page 640 and 641: alivio en su voz que casi espero ve
- Page 642 and 643: Sam. Y es entonces cuando le oímos
- Page 644 and 645: mientras el silencio invade mis oí
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- Page 652 and 653: verdad. —Vaya… —dice Sam, y s
- Page 654 and 655: subimos a la buhardilla. El hombre
- Page 656 and 657: atrapado a Sam en el aire, sé que
- Page 658 and 659: esa misma noche. —¿Qué aspecto
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- Page 662 and 663: que nos llamó ya no volvió a cont
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- Page 668 and 669: Sam sigue a mi lado, intentando asi
lado de la puerta, una escalera<br />
asciende a la segunda planta. Empiezo<br />
a subirla. El tercer escalón gime bajo<br />
mi pie.<br />
—¿Hola? —grita una voz desde<br />
arriba. Me quedo petrificado,<br />
conteniendo la respiración—. Frank,<br />
¿eres tú?<br />
Me quedo en silencio. Oigo a<br />
alguien levantándose de una silla, y <strong>el</strong><br />
crujido de pasos acercándose sobre <strong>el</strong><br />
su<strong>el</strong>o de madera dura. Un hombre<br />
aparece en lo alto de la escalera. P<strong>el</strong>o<br />
oscuro y desgreñado, patillas, cara sin<br />
afeitar. No es tan corpulento como <strong>el</strong><br />
hombre que se ha ido antes, pero