1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
profunda inspiración, cierro los ojos para concentrarme, agarro el pomo de la puerta y lo sacudo un poco. Los pensamientos me bajan de la cabeza al corazón, y de allí al estómago; todo se centra en ese punto. Aprieto con más fuerza, conteniendo expectante la respiración mientras intento visualizar el mecanismo interno. Entonces, oigo y siento un clic en la mano que sujeta el pomo. Una sonrisa se forma en mi cara. Giro el pomo y la puerta se abre de par en par. Apenas me puedo creer que pueda abrir puertas imaginándome su mecanismo. La cocina está sorprendentemente
ordenada: las superficies limpias, el fregadero libre de platos sucios. En la encimera hay un pan del día. Atravieso un pasillo estrecho que termina en un salón con pósteres y pancartas deportivas en las paredes, y un televisor de pantalla grande en una esquina. En el lado derecho hay una puerta que da a un dormitorio. Asomo la cabeza dentro. Se encuentra en un estado de desorden total: las mantas tiradas a un lado de la cama, la cómoda llena de trastos, el olor rancio a ropa sucia cuyo sudor nunca ha llegado a secarse. En la parte frontal de la casa, al
- Page 568 and 569: desencadenan los legados. Seguro qu
- Page 570 and 571: Dejo caer la esquirla y salgo pitan
- Page 572 and 573: ella, trazando un arco con la mano
- Page 574 and 575: necesito ayuda. Otro silencio, y en
- Page 576 and 577: una macetilla con planta junto a la
- Page 578 and 579: sudor. Echa un vistazo en derredor
- Page 580 and 581: —Anda ya —dice. Niego con la ca
- Page 582 and 583: —¿Era el artículo sobre los mog
- Page 584 and 585: —¿Y por qué no llamas a la poli
- Page 586 and 587: Yo respondo negando con la cabeza.
- Page 588 and 589: —Ocho años. ¿Y por qué no debe
- Page 590 and 591: qué esperar cuando lleguemos. Y, s
- Page 592 and 593: de metros por detrás y finjo estar
- Page 594 and 595: hierba cortada hace mucho. Sam enci
- Page 596 and 597: años. Está exactamente igual. —
- Page 598 and 599: poquito a poco. Luego, cierro la pu
- Page 600 and 601: —Y… allá… vamos —anuncia,
- Page 602 and 603: —Y yo. —¿Tienes algún plan pa
- Page 604 and 605: otado de entre los árboles. A la m
- Page 606 and 607: —Un kilómetro o así. —¿Quier
- Page 608 and 609: espondo, y miro a Bernie Kosar—.
- Page 610 and 611: para venir aquí. De hecho, ya le h
- Page 612 and 613: las 11.12 de la noche. Llamo a Henr
- Page 614 and 615: tulipanes en la mano, como si se lo
- Page 616 and 617: Sam se gira y mira al hombre, que y
- Page 620 and 621: lado de la puerta, una escalera asc
- Page 622 and 623: —Estoy buscando a un amigo. Ha ve
- Page 624 and 625: hombre baja otro escalón. Sólo no
- Page 626 and 627: diferencia de los pósteres de Sam,
- Page 628 and 629: tocándole. No le llega el aire, y
- Page 630 and 631: Le echo los brazos hacia atrás, lo
- Page 632 and 633: atadas tras él, y los tobillos anu
- Page 634 and 635: —No había otra forma. —¿En qu
- Page 636 and 637: y retrocedo un paso. Me planteo usa
- Page 638 and 639: —Pero ¿qué…? Aprovechando que
- Page 640 and 641: alivio en su voz que casi espero ve
- Page 642 and 643: Sam. Y es entonces cuando le oímos
- Page 644 and 645: mientras el silencio invade mis oí
- Page 646 and 647: escalera da media vuelta y hace ade
- Page 648 and 649: insiste Sam, suplicándonos con una
- Page 650 and 651: Mogador. Arrasaron Lorien en busca
- Page 652 and 653: verdad. —Vaya… —dice Sam, y s
- Page 654 and 655: subimos a la buhardilla. El hombre
- Page 656 and 657: atrapado a Sam en el aire, sé que
- Page 658 and 659: esa misma noche. —¿Qué aspecto
- Page 660 and 661: antes. —¿Cómo sabes que eran mo
- Page 662 and 663: que nos llamó ya no volvió a cont
- Page 664 and 665: su voz se apaga—. Pero en el mism
- Page 666 and 667: —Tenían dos cosas parecidas a co
profunda inspiración, cierro los ojos<br />
para concentrarme, agarro <strong>el</strong> pomo de<br />
la puerta y lo sacudo un poco. Los<br />
pensamientos me bajan de la cabeza<br />
al corazón, y de allí al estómago; todo<br />
se centra en ese punto. Aprieto con<br />
más fuerza, conteniendo expectante la<br />
respiración mientras intento visualizar<br />
<strong>el</strong> mecanismo interno. Entonces, oigo<br />
y siento un clic en la mano que sujeta<br />
<strong>el</strong> pomo. Una sonrisa se forma en mi<br />
cara. Giro <strong>el</strong> pomo y la puerta se abre<br />
de par en par. Apenas me puedo creer<br />
que pueda abrir puertas<br />
imaginándome su mecanismo.<br />
La cocina está sorprendentemente