1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
de metros por detrás y finjo estar cansado. Bernie también nos sigue. Para cuando llegamos a su casa, Sam está chorreando de sudor, pero se mete corriendo en su habitación y vuelve a aparecer con una mochila. La deja sobre la encimera de la cocina y se va a cambiarse de ropa. Echo una ojeada dentro de la mochila: dentro hay un crucifijo, algunos dientes de ajo, una estaca de madera, un martillo, una bola de plastilina y una navaja. —Tú sabes que esa gente no son vampiros, ¿verdad? —digo a Sam cuando vuelve a la cocina.
—Sí, pero nunca se sabe. Seguramente están locos, como has dicho antes. —Y aunque estuviéramos cazando vampiros, ¿para qué rayos es la plastilina? —Hay que estar preparado para todo —contesta, encogiéndose de hombros. Lleno un cuenco de agua para Bernie Kosar, que empieza a lamerlo al instante. Me cambio de ropa en el baño y saco de la mochila las indicaciones para llegar. Luego, salgo de la casa y me meto en el garaje, que está oscuro y huele a gasolina y a
- Page 542 and 543: Es un día largo. Uno de esos en lo
- Page 544 and 545: fallaría en algo así. Me meto en
- Page 546 and 547: Al ver toda su ropa, me siento más
- Page 548 and 549: me pongo en marcha. Corro bordeando
- Page 550 and 551: eso muy largo. Respiro profundament
- Page 552 and 553: esarte después —le susurro. Ella
- Page 554 and 555: Verlos me hace desear que Henri y y
- Page 556 and 557: —Le acabo de llamar. Dice que…
- Page 558 and 559: tiempo. Me preguntan sobre mi pasad
- Page 560 and 561: autobús, pero tardaría demasiado.
- Page 562 and 563: con expresión perpleja. Está boqu
- Page 564 and 565: delicadeza. Espero que no sea por
- Page 566 and 567: ella. Vuelvo a entrar. Miro fijamen
- Page 568 and 569: desencadenan los legados. Seguro qu
- Page 570 and 571: Dejo caer la esquirla y salgo pitan
- Page 572 and 573: ella, trazando un arco con la mano
- Page 574 and 575: necesito ayuda. Otro silencio, y en
- Page 576 and 577: una macetilla con planta junto a la
- Page 578 and 579: sudor. Echa un vistazo en derredor
- Page 580 and 581: —Anda ya —dice. Niego con la ca
- Page 582 and 583: —¿Era el artículo sobre los mog
- Page 584 and 585: —¿Y por qué no llamas a la poli
- Page 586 and 587: Yo respondo negando con la cabeza.
- Page 588 and 589: —Ocho años. ¿Y por qué no debe
- Page 590 and 591: qué esperar cuando lleguemos. Y, s
- Page 594 and 595: hierba cortada hace mucho. Sam enci
- Page 596 and 597: años. Está exactamente igual. —
- Page 598 and 599: poquito a poco. Luego, cierro la pu
- Page 600 and 601: —Y… allá… vamos —anuncia,
- Page 602 and 603: —Y yo. —¿Tienes algún plan pa
- Page 604 and 605: otado de entre los árboles. A la m
- Page 606 and 607: —Un kilómetro o así. —¿Quier
- Page 608 and 609: espondo, y miro a Bernie Kosar—.
- Page 610 and 611: para venir aquí. De hecho, ya le h
- Page 612 and 613: las 11.12 de la noche. Llamo a Henr
- Page 614 and 615: tulipanes en la mano, como si se lo
- Page 616 and 617: Sam se gira y mira al hombre, que y
- Page 618 and 619: profunda inspiración, cierro los o
- Page 620 and 621: lado de la puerta, una escalera asc
- Page 622 and 623: —Estoy buscando a un amigo. Ha ve
- Page 624 and 625: hombre baja otro escalón. Sólo no
- Page 626 and 627: diferencia de los pósteres de Sam,
- Page 628 and 629: tocándole. No le llega el aire, y
- Page 630 and 631: Le echo los brazos hacia atrás, lo
- Page 632 and 633: atadas tras él, y los tobillos anu
- Page 634 and 635: —No había otra forma. —¿En qu
- Page 636 and 637: y retrocedo un paso. Me planteo usa
- Page 638 and 639: —Pero ¿qué…? Aprovechando que
- Page 640 and 641: alivio en su voz que casi espero ve
de metros por detrás y finjo estar<br />
cansado. Bernie también nos sigue.<br />
Para cuando llegamos a su casa, Sam<br />
está chorreando de sudor, pero se<br />
mete corriendo en su habitación y<br />
vu<strong>el</strong>ve a aparecer con una mochila. La<br />
deja sobre la encimera de la cocina y<br />
se va a cambiarse de ropa. Echo una<br />
ojeada dentro de la mochila: dentro<br />
hay un crucifijo, algunos dientes de<br />
ajo, una estaca de madera, un<br />
martillo, una bola de plastilina y una<br />
navaja.<br />
—Tú sabes que esa gente no son<br />
vampiros, ¿verdad? —digo a Sam<br />
cuando vu<strong>el</strong>ve a la cocina.