1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
Dejo caer la esquirla y salgo pitando de mi habitación para entrar en la de Henri. El Cofre sigue en el suelo, al lado de su cama. Lo cojo, corro a la cocina y lo dejo encima de la mesa. El candado con forma de emblema lórico parece estar a la espera, mirándome. Me siento a la mesa y miro fijamente el candado. El labio me tiembla. Intento calmar la respiración, pero no sirve de nada; mi pecho sube y baja como si acabara de terminar una carrera de quince kilómetros. Tengo miedo de sentir un clic al manipularlo. Inspiro profundamente y
cierro los ojos. —No te abras, por favor —digo. Agarro el candado y lo aprieto con todas mis fuerzas, con la respiración contenida, la visión borrosa, los músculos del antebrazo flexionados en tensión. Esperando el clic. Sujetando el candado y esperando el clic. Pero no hay clic. Lo suelto y me desplomo en la silla, sujetándome la cabeza con las manos. Un pequeño rayo de esperanza. Me paso las manos por el pelo y me levanto. Sobre la encimera, a un metro y medio de distancia, hay una cuchara sucia. Me concentro en
- Page 520 and 521: se estén retrasando, nada más. Cr
- Page 522 and 523: que eso acelere la transformación
- Page 524 and 525: corriendo a tope. Bernie Kosar se q
- Page 526 and 527: matutino. Me quito la mochila, abro
- Page 528 and 529: pistola y le apunto con ellos. —
- Page 530 and 531: —Qué bien —dice ella, sonriend
- Page 532 and 533: quedo mirándolo—. Vale, vale. He
- Page 534 and 535: sonríe. —Sí —dice, y hace una
- Page 536 and 537: CAPÍTULO DIECIOCHO DESPUÉS DE PAS
- Page 538 and 539: esta palabra. —Eres consciente de
- Page 540 and 541: ni una pizca que viaje a Athens mie
- Page 542 and 543: Es un día largo. Uno de esos en lo
- Page 544 and 545: fallaría en algo así. Me meto en
- Page 546 and 547: Al ver toda su ropa, me siento más
- Page 548 and 549: me pongo en marcha. Corro bordeando
- Page 550 and 551: eso muy largo. Respiro profundament
- Page 552 and 553: esarte después —le susurro. Ella
- Page 554 and 555: Verlos me hace desear que Henri y y
- Page 556 and 557: —Le acabo de llamar. Dice que…
- Page 558 and 559: tiempo. Me preguntan sobre mi pasad
- Page 560 and 561: autobús, pero tardaría demasiado.
- Page 562 and 563: con expresión perpleja. Está boqu
- Page 564 and 565: delicadeza. Espero que no sea por
- Page 566 and 567: ella. Vuelvo a entrar. Miro fijamen
- Page 568 and 569: desencadenan los legados. Seguro qu
- Page 572 and 573: ella, trazando un arco con la mano
- Page 574 and 575: necesito ayuda. Otro silencio, y en
- Page 576 and 577: una macetilla con planta junto a la
- Page 578 and 579: sudor. Echa un vistazo en derredor
- Page 580 and 581: —Anda ya —dice. Niego con la ca
- Page 582 and 583: —¿Era el artículo sobre los mog
- Page 584 and 585: —¿Y por qué no llamas a la poli
- Page 586 and 587: Yo respondo negando con la cabeza.
- Page 588 and 589: —Ocho años. ¿Y por qué no debe
- Page 590 and 591: qué esperar cuando lleguemos. Y, s
- Page 592 and 593: de metros por detrás y finjo estar
- Page 594 and 595: hierba cortada hace mucho. Sam enci
- Page 596 and 597: años. Está exactamente igual. —
- Page 598 and 599: poquito a poco. Luego, cierro la pu
- Page 600 and 601: —Y… allá… vamos —anuncia,
- Page 602 and 603: —Y yo. —¿Tienes algún plan pa
- Page 604 and 605: otado de entre los árboles. A la m
- Page 606 and 607: —Un kilómetro o así. —¿Quier
- Page 608 and 609: espondo, y miro a Bernie Kosar—.
- Page 610 and 611: para venir aquí. De hecho, ya le h
- Page 612 and 613: las 11.12 de la noche. Llamo a Henr
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- Page 616 and 617: Sam se gira y mira al hombre, que y
- Page 618 and 619: profunda inspiración, cierro los o
cierro los ojos.<br />
—No te abras, por favor —digo.<br />
Agarro <strong>el</strong> candado y lo aprieto con<br />
todas mis fuerzas, con la respiración<br />
contenida, la visión borrosa, los<br />
músculos d<strong>el</strong> antebrazo flexionados en<br />
tensión. Esperando <strong>el</strong> clic. Sujetando<br />
<strong>el</strong> candado y esperando <strong>el</strong> clic.<br />
Pero no hay clic.<br />
Lo su<strong>el</strong>to y me desplomo en la<br />
silla, sujetándome la cabeza con las<br />
manos. Un pequeño rayo de<br />
esperanza. Me paso las manos por <strong>el</strong><br />
p<strong>el</strong>o y me levanto. Sobre la encimera,<br />
a un metro y medio de distancia, hay<br />
una cuchara sucia. Me concentro en