1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
corriendo a tope. Bernie Kosar se queda rezagado. Miro detrás de mí y le veo galopando tan rápido como puede, y sin embargo le estoy dejando atrás. El viento pasando entre el pelo, los árboles difuminándose a mi lado, son sensaciones fenomenales. De pronto, Bernie Kosar se lanza hacia el bosque y desaparece de mi vista. Me pregunto si debería parar y esperarle. Entonces me doy la vuelta y veo a Bernie Kosar saliendo de un salto del bosque, tres metros delante de mí. Bajo la vista hacia el perro y él me devuelve la mirada, con la lengua a un lado y los ojos llenos de entusiasmo.
—Eres un perro raro, ¿lo sabías? Cinco minutos después, el instituto se divisa a lo lejos. Hago un sprint final para recorrer el medio kilómetro que queda. Dispuesto a quemar los últimos cartuchos, corro al máximo, porque es tan temprano que no hay nadie por los alrededores que pueda verme. Al llegar, entrelazo las manos y apoyo la nuca en ellas mientras recupero el aliento. Bernie Kosar llega treinta segundos después y se sienta a mi lado, mirándome. Me agacho y le acaricio. —Bien hecho, amiguito. Creo que ya hemos creado un nuevo ritual
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- Page 480 and 481: llegado muy lejos. —Si no pudo ha
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corriendo a tope. Bernie Kosar se<br />
queda rezagado. Miro detrás de mí y<br />
le veo galopando tan rápido como<br />
puede, y sin embargo le estoy dejando<br />
atrás. El viento pasando entre <strong>el</strong> p<strong>el</strong>o,<br />
los árboles difuminándose a mi lado,<br />
son sensaciones fenomenales. De<br />
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bosque y desaparece de mi vista. Me<br />
pregunto si debería parar y esperarle.<br />
Entonces me doy la vu<strong>el</strong>ta y veo a<br />
Bernie Kosar saliendo de un salto d<strong>el</strong><br />
bosque, tres metros d<strong>el</strong>ante de mí.<br />
Bajo la vista hacia <strong>el</strong> perro y él me<br />
devu<strong>el</strong>ve la mirada, con la lengua a un<br />
lado y los ojos llenos de entusiasmo.