1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
que eso acelere la transformación de mi cuerpo y despierte los legados de su letargo, si es que están dormidos. Bajo la vista hacia Bernie Kosar y le digo: —¿Quieres correr conmigo, eh? ¿Quieres correr conmigo? Él empieza a menear el rabo y a correr en círculos. —Nos vemos después de las clases —digo a Henri. —Que lo pases bien corriendo — contesta él—. Ten cuidado con los coches. Salimos por la puerta y nos recibe un aire fresco y vigorizante. Bernie
Kosar da unos cuantos ladridos de emoción. Empiezo a correr a un ritmo pausado por el camino de entrada y la carretera de gravilla, con el perro trotando detrás de mí como esperaba que hiciera. Tardo medio kilómetro en entrar en calor. —¿Estás listo para subir el listón, chico? Bernie Kosar no me presta mucha atención, sino que sigue trotando a mi lado con la lengua fuera, más feliz que unas castañuelas. —Está bien, pues. Allá vamos. Pongo la quinta marcha y empiezo a acelerar, y al poco rato estoy
- Page 472 and 473: no puede ser a escala porque, en re
- Page 474 and 475: ella, y en el núcleo mismo de la e
- Page 476 and 477: espiración de Henri. —¿Qué has
- Page 478 and 479: Asiento y miro el punto que está s
- Page 480 and 481: llegado muy lejos. —Si no pudo ha
- Page 482 and 483: hemos traído desde allí todavía
- Page 484 and 485: Cuando empieza a retorcerse para so
- Page 486 and 487: desesperado por echarle un ojo a la
- Page 488 and 489: una cama grande cubierta por un edr
- Page 490 and 491: hacia él, me está apuntando con u
- Page 492 and 493: —¡Dímelo! ¿Qué eres? Pongo lo
- Page 494 and 495: empeñas en creer estas cosas? Él
- Page 496 and 497: Él sonríe, diciendo: —A la gent
- Page 498 and 499: casa, y es de suponer que está a p
- Page 500 and 501: creería? Abro la revista para busc
- Page 502 and 503: QUIERE DOMINAR LA TIERRA La raza al
- Page 504 and 505: —Pero trátalo con cuidado. Tres
- Page 506 and 507: —Eran de mi padre. Me quito las g
- Page 508 and 509: ser verdad? —me pregunta tras uno
- Page 510 and 511: segundo y añade—: Tenía miedo d
- Page 512 and 513: las abducciones alienígenas son al
- Page 514 and 515: mesa, observando los periódicos co
- Page 516 and 517: de otros artículos de la revista y
- Page 518 and 519: Tierra, igual que hicieron con Lori
- Page 520 and 521: se estén retrasando, nada más. Cr
- Page 524 and 525: corriendo a tope. Bernie Kosar se q
- Page 526 and 527: matutino. Me quito la mochila, abro
- Page 528 and 529: pistola y le apunto con ellos. —
- Page 530 and 531: —Qué bien —dice ella, sonriend
- Page 532 and 533: quedo mirándolo—. Vale, vale. He
- Page 534 and 535: sonríe. —Sí —dice, y hace una
- Page 536 and 537: CAPÍTULO DIECIOCHO DESPUÉS DE PAS
- Page 538 and 539: esta palabra. —Eres consciente de
- Page 540 and 541: ni una pizca que viaje a Athens mie
- Page 542 and 543: Es un día largo. Uno de esos en lo
- Page 544 and 545: fallaría en algo así. Me meto en
- Page 546 and 547: Al ver toda su ropa, me siento más
- Page 548 and 549: me pongo en marcha. Corro bordeando
- Page 550 and 551: eso muy largo. Respiro profundament
- Page 552 and 553: esarte después —le susurro. Ella
- Page 554 and 555: Verlos me hace desear que Henri y y
- Page 556 and 557: —Le acabo de llamar. Dice que…
- Page 558 and 559: tiempo. Me preguntan sobre mi pasad
- Page 560 and 561: autobús, pero tardaría demasiado.
- Page 562 and 563: con expresión perpleja. Está boqu
- Page 564 and 565: delicadeza. Espero que no sea por
- Page 566 and 567: ella. Vuelvo a entrar. Miro fijamen
- Page 568 and 569: desencadenan los legados. Seguro qu
- Page 570 and 571: Dejo caer la esquirla y salgo pitan
Kosar da unos cuantos ladridos de<br />
emoción. Empiezo a correr a un ritmo<br />
pausado por <strong>el</strong> camino de entrada y la<br />
carretera de gravilla, con <strong>el</strong> perro<br />
trotando detrás de mí como esperaba<br />
que hiciera. Tardo medio kilómetro en<br />
entrar en calor.<br />
—¿Estás listo para subir <strong>el</strong> listón,<br />
chico?<br />
Bernie Kosar no me presta mucha<br />
atención, sino que sigue trotando a mi<br />
lado con la lengua fuera, más f<strong>el</strong>iz que<br />
unas castañu<strong>el</strong>as.<br />
—Está bien, pues. Allá vamos.<br />
Pongo la quinta marcha y empiezo<br />
a ac<strong>el</strong>erar, y al poco rato estoy