1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
entonces. —Buena suerte con los boletos. Ella se acerca a mí. Me coge la mano y la sujeta tres segundos largos. Después la suelta, se baja del columpio de un salto y se va a toda prisa. Yo me quedo allí sentado, columpiándome suavemente, disfrutando de un viento fresco que no he sentido desde hace mucho tiempo porque pasamos el último invierno en Florida, y el otro en el sur de Texas. Cuando vuelvo hacia el pabellón, Henri está sentado en la mesa de picnic, comiéndose una porción de tarta con Bernie Kosar echado a sus
pies. —¿Qué tal ha ido? —Bien —respondo con una sonrisa. De no se sabe dónde sale disparado un cohete naranja y azul que explota en el cielo. Eso me recuerda a Lorien y a los fuegos artificiales que vi el día de la invasión. —¿Has vuelto a pensar en la segunda nave que vi? Henri mira a su alrededor para asegurarse de que nadie puede oírnos. Tenemos para nosotros solos la mesa de picnic, que está situada en un rincón alejado del gentío.
- Page 332 and 333: conociera los detalles del plan, o
- Page 334 and 335: que estás pidiendo es que seáis i
- Page 336 and 337: pero en mi memoria no hay nada de e
- Page 338 and 339: —Sí. No tenía que visitarnos mu
- Page 340 and 341: CAPÍTULO DOCE EL SÁBADO, CASI DOS
- Page 342 and 343: parece darle mucha importancia al d
- Page 344 and 345: ellas lleva a Mark y a algunos de s
- Page 346 and 347: que vendría conmigo pero que tiene
- Page 348 and 349: extraterrestres? Las provocan para
- Page 350 and 351: —¿Sabía que las pirámides egip
- Page 352 and 353: alienígenas si los que crean los c
- Page 354 and 355: nada puede vivir en el centro de la
- Page 356 and 357: Henri sigue sin saber qué respuest
- Page 358 and 359: Sam me mira y hace una mueca. —Ve
- Page 360 and 361: —Cuando pasas tanto tiempo mintie
- Page 362 and 363: pensado en consultar panfletos cons
- Page 364 and 365: con un gran cartel que dice: ¡UN P
- Page 366 and 367: —Hola. Ha estado bien. Creo que m
- Page 368 and 369: de Colorado que quedó destruido el
- Page 370 and 371: Justo entonces, sobre el hombro de
- Page 372 and 373: el otro día en el instituto y no s
- Page 374 and 375: —Lo dudo mucho. Mark se retira ha
- Page 376 and 377: CAPÍTULO TRECE LOS NIÑOS CORREN,
- Page 378 and 379: a su lado, y yo me siento en él.
- Page 380 and 381: cada vez más tenue del crepúsculo
- Page 384 and 385: —Un poco. Pero sigo sin tener ni
- Page 386 and 387: Él mira al grupo y asiente, y ento
- Page 388 and 389: y la de Sarah una sonrisa de perple
- Page 390 and 391: de diez minutos. Según el folleto,
- Page 392 and 393: —¡Qué bien! Dentro de unos cinc
- Page 394 and 395: insistir: —No va a pasar nada.
- Page 396 and 397: demasiado —bromea, señalándome
- Page 398 and 399: —Venga —le dice Sarah, haciénd
- Page 400 and 401: comento. —Será porque está loqu
- Page 402 and 403: oscuridad de forma intermitente dur
- Page 404 and 405: Cuando se ha bajado el último de l
- Page 406 and 407: y también Sam. Yo tropiezo, caigo
- Page 408 and 409: hojas. Me quedo ahí parado unos se
- Page 410 and 411: llegar a caer. Lanzo un puñetazo a
- Page 412 and 413: CAPÍTULO CATORCE KEVIN SALE DE ENT
- Page 414 and 415: que pueda ponerse en pie. Cuando ca
- Page 416 and 417: pero me desprendo de él y le levan
- Page 418 and 419: encender mis luces, y sólo entonce
- Page 420 and 421: temperatura es de sólo siete u och
- Page 422 and 423: —Te juro que te parto la espalda
- Page 424 and 425: suelo. —Vamos —digo a Sam, y de
- Page 426 and 427: sombras. —Vaya, vaya, vaya —dic
- Page 428 and 429: de sus amigos, más corpulentos que
- Page 430 and 431: que su codo me golpea la cara y me
pies.<br />
—¿Qué tal ha ido?<br />
—Bien —respondo con una<br />
sonrisa.<br />
De no se sabe dónde sale<br />
disparado un cohete naranja y azul<br />
que explota en <strong>el</strong> ci<strong>el</strong>o. Eso me<br />
recuerda a Lorien y a los fuegos<br />
artificiales que vi <strong>el</strong> día de la invasión.<br />
—¿Has vu<strong>el</strong>to a pensar en la<br />
segunda nave que vi?<br />
Henri mira a su alrededor para<br />
asegurarse de que nadie puede oírnos.<br />
Tenemos para nosotros solos la mesa<br />
de picnic, que está situada en un<br />
rincón alejado d<strong>el</strong> gentío.