1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
ahora? —Sí. ¿Quieres hacerla tú, o prefieres que la haga yo? —Ya la hago yo. Henri se saca la cartera del bolsillo y la tira al suelo. Yo saco la mía y hago lo mismo. Él se acerca a la camioneta y vuelve con pasaportes, certificados de nacimiento, tarjetas de la seguridad social, talonarios de cheques y tarjetas bancarias, y lo arroja todo al suelo. Todos los documentos y materiales vinculados con nuestra identidad, todos ellos falsificados, en un solo sitio. Cojo de la camioneta un pequeño bidón de
gasolina que guardamos para emergencias y la vierto sobre el montoncito. Mi nombre actual es Daniel Jones. Mi historia es que crecí en California y me mudé aquí debido al trabajo de programador informático de mi padre. Pero Daniel Jones está a punto de desaparecer. Enciendo una cerilla y la dejo caer sobre el montoncito, que prende fuego. Otra de mis vidas, eliminada. Henri y yo observamos el fuego, como hacemos siempre. «Adiós, Daniel —pienso—. Ha sido un placer conocerte». Cuando el fuego se extingue, Henri me mira. —Tenemos que irnos.
- Page 2 and 3: VINIMOS NUEVE A LA TIERRA. Tenemos
- Page 4 and 5: Pittacus Lore Soy el número Cuatro
- Page 6 and 7: Título original: I am number Four
- Page 8 and 9: ADVERTENCIA. EXISTEN OTRAS CIVILIZA
- Page 10 and 11: momento. Ambos levantan la cabeza p
- Page 12 and 13: Tierra, atraviesa la puerta y se hu
- Page 14 and 15: Los crujidos se acercan. El muchach
- Page 16 and 17: Alcanza el otro lado y da tumbos en
- Page 18 and 19: urlona. Levanta la espada, la únic
- Page 20 and 21: CAPÍTULO UNO AL PRINCIPIO ÉRAMOS
- Page 22 and 23: Se la veía frenética y triste. Te
- Page 24 and 25: izquierdo, formada cuando se conjur
- Page 26 and 27: Minnesota. La segunda cicatriz lleg
- Page 28 and 29: perteneciente a los padres del chic
- Page 30 and 31: grabándose. El tercero de los sím
- Page 32 and 33: empapado para ver las cicatrices. A
- Page 34 and 35: columnas de madera que la sostienen
- Page 38 and 39: —Lo sé. —Estas islas no eran u
- Page 40 and 41: dormíamos. —Encárgate de los ap
- Page 42 and 43: hablar nunca con ellos. Y ellos nun
- Page 44 and 45: olsa de patatas. Arranca el motor y
- Page 46 and 47: izquierda, el golfo; en esencia, se
- Page 48 and 49: carne y macarrones con queso (que e
- Page 50 and 51: tener una vida normal, si puede ser
- Page 52 and 53: eflejos, puedo dominar la mayoría
- Page 54 and 55: úsquedas por Internet para poner a
- Page 56 and 57: mayoría de ellas tienen adornos de
- Page 58 and 59: paso a lo largo del camino de entra
- Page 60 and 61: —Pues sí, es como un paraíso
- Page 62 and 63: devuelve el contrato y los tres ent
- Page 64 and 65: usque a su hija en el instituto, qu
- Page 66 and 67: mañana por la mañana. Pero si qui
- Page 68 and 69: localidad pequeña, un centro peque
- Page 70 and 71: —Y no hagas daño a nadie. Tú er
- Page 72 and 73: hijo. Le sonrío. Tiene cincuenta a
- Page 74 and 75: parte tapado por las nubes. Tambié
- Page 76 and 77: proteger la lente. Con mi cara, pod
- Page 78 and 79: llamar mi atención. A la chica le
- Page 80 and 81: caliente, como si tuvieras fiebre o
- Page 82 and 83: sheriff del pueblo, y él es la est
- Page 84 and 85: ayuda a impedir que me sigan la pis
gasolina que guardamos para<br />
emergencias y la vierto sobre <strong>el</strong><br />
montoncito. Mi nombre actual es<br />
Dani<strong>el</strong> Jones. Mi historia es que crecí<br />
en California y me mudé aquí debido<br />
al trabajo de programador informático<br />
de mi padre. Pero Dani<strong>el</strong> Jones está a<br />
punto de desaparecer. Enciendo una<br />
cerilla y la dejo caer sobre <strong>el</strong><br />
montoncito, que prende fuego. Otra<br />
de mis vidas, <strong>el</strong>iminada. Henri y yo<br />
observamos <strong>el</strong> fuego, como hacemos<br />
siempre. «Adiós, Dani<strong>el</strong> —pienso—.<br />
Ha sido un placer conocerte». Cuando<br />
<strong>el</strong> fuego se extingue, Henri me mira.<br />
—Tenemos que irnos.