1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
vuelven a borbotones las imágenes que vi ayer. Las bestias mogadorianas. También las había de pequeño tamaño, con dientes que resplandecían a la luz como cuchillas, criaturas veloces preparadas para matar. Empiezo a acelerar. Recorro media pista a toda velocidad antes de volver la vista. No hay nada detrás de mí. Me he desembarazado de la bestia. Han transcurrido veinte segundos. Entonces, vuelvo a girar la cabeza y me encuentro con ella justo delante. Debe de haber atravesado el campo por el medio. Freno en seco, y mi
perspectiva se corrige. ¡Es Bernie Kosar! Está sentado en medio de la pista, agitando el rabo y con la lengua fuera. —¡Bernie Kosar! —grito—. ¡Me has dado un susto de muerte! Reanudo el recorrido a ritmo lento, con Bernie Kosar corriendo a mi lado. Espero que nadie se haya dado cuenta de lo rápido que he corrido. Me paro y me doblo hacia delante, como si tuviera flato o me hubiera quedado sin aliento. Camino un tramo y después corro un poco más. Antes de haber terminado la segunda vuelta, me han adelantado
- Page 236 and 237: Pasa a través de mí, pero se llev
- Page 238 and 239: transcurrido casi una hora. Estoy s
- Page 240 and 241: encendidos, y visiones difusas de L
- Page 242 and 243: instante, hace una profunda inspira
- Page 244 and 245: de mi corazón en el pecho. Mis ded
- Page 246 and 247: he tenido. Todavía oigo los gritos
- Page 248 and 249: —Bernie Kosar —leo, y el perro
- Page 250 and 251: comprendido lo que significaba hast
- Page 252 and 253: emprender acciones drásticas. Henr
- Page 254 and 255: ojos. —¿Sabes cuál es el segund
- Page 256 and 257: —Pero no creo que estén interesa
- Page 258 and 259: —Diría que tenemos una nueva mas
- Page 260 and 261: para asegurarme de que Mark James n
- Page 262 and 263: CAPÍTULO DIEZ CUANDO ME DESPIERTO,
- Page 264 and 265: nosotros, y entonces se para y se s
- Page 266 and 267: —Sí. —¿Móvil? —Sí. —¿C
- Page 268 and 269: muy distinto a como me lo imaginaba
- Page 270 and 271: puerta y entro sin esperar su respu
- Page 272 and 273: aire confuso. —Sí. El señor Har
- Page 274 and 275: opción? Estoy en minoría, y mi ú
- Page 276 and 277: llenando y Sam se sienta otra vez a
- Page 278 and 279: Saturno. Sam saca un folio y empiez
- Page 280 and 281: haya hecho jamás. Miro a Sam. Nunc
- Page 282 and 283: codos, con aspecto larguirucho a pe
- Page 284 and 285: —Nueve minutos y cincuenta y cuat
- Page 288 and 289: dos personas. —¡Smith! ¿Qué ha
- Page 290 and 291: población entera? Sam se encoge de
- Page 292 and 293: enormes bestias. —¿Eso no es com
- Page 294 and 295: segundos, mejor que la última vez
- Page 296 and 297: —Unos diez minutos de mi incompar
- Page 298 and 299: mejor que los demás. También empe
- Page 300 and 301: me pregunta si estoy bien, y yo fin
- Page 302 and 303: CAPÍTULO ONCE LAS IMÁGENES SE PRE
- Page 304 and 305: cristal lórico por cada uno de mis
- Page 306 and 307: ponerse a los buceadores. Me habla
- Page 308 and 309: extendiendo el efecto repelente con
- Page 310 and 311: casa definitivamente, sin poder par
- Page 312 and 313: iendo otra vez. Las bestias más pe
- Page 314 and 315: Nuestras naves no utilizaban la com
- Page 316 and 317: de metros del suelo, pero entonces
- Page 318 and 319: fuego y el rayo caen sobre él, aco
- Page 320 and 321: manejarlos. Nuestra función no era
- Page 322 and 323: lágrimas brotan de mis ojos, aunqu
- Page 324 and 325: Está concentrándose en pensar, co
- Page 326 and 327: La mano derecha se me ilumina, no t
- Page 328 and 329: —A veces van llegando en un plazo
- Page 330 and 331: eso me da la sensación de que me e
- Page 332 and 333: conociera los detalles del plan, o
- Page 334 and 335: que estás pidiendo es que seáis i
vu<strong>el</strong>ven a borbotones las imágenes que<br />
vi ayer. Las bestias mogadorianas.<br />
También las había de pequeño<br />
tamaño, con dientes que<br />
resplandecían a la luz como cuchillas,<br />
criaturas v<strong>el</strong>oces preparadas para<br />
matar. Empiezo a ac<strong>el</strong>erar.<br />
Recorro media pista a toda<br />
v<strong>el</strong>ocidad antes de volver la vista. No<br />
hay nada detrás de mí. Me he<br />
desembarazado de la bestia. Han<br />
transcurrido veinte segundos.<br />
Entonces, vu<strong>el</strong>vo a girar la cabeza y<br />
me encuentro con <strong>el</strong>la justo d<strong>el</strong>ante.<br />
Debe de haber atravesado <strong>el</strong> campo<br />
por <strong>el</strong> medio. Freno en seco, y mi