1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
acerco a Mark y le estrecho también la mano. —Te debo más de lo que podría pagarte nunca —le digo. —No me debes nada —contesta él. —No te creas —le digo—. Ya nos veremos… —Desvío la vista. Me noto a punto de sucumbir a la tristeza de la partida. Mi resolución pende de un delicado hilo a punto de romperse—. Ya nos veremos un día de estos. —Cuídate por ahí. Tomo a Sarah en mis brazos y la aprieto con fuerza. No quiero soltarla nunca.
—Volveré contigo —le digo—. Te lo prometo. Aunque sea lo último que haga, volveré contigo. Ella tiene la cara hundida en mi cuello. Entonces asiente y me dice: —Contaré los minutos que pasen hasta entonces. La levanto en mis brazos y le doy un último beso. Después, la dejo en el suelo y abro la puerta de la camioneta. Mis ojos no se despegan de los suyos. Ella se tapa la boca y la nariz con ambas manos, y ninguno de los dos es capaz de apartar la mirada. Cierro la puerta. Seis pone la marcha atrás, saca la camioneta del aparcamiento,
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- Page 1146 and 1147: propio ser empezara a desvanecerse.
- Page 1148 and 1149: ojos, está Sarah. Deja caer el cuc
- Page 1150 and 1151: los casos, trae una negrura impenet
- Page 1152 and 1153: prolonga con el alocado abandono de
- Page 1154 and 1155: digo. Unos ojos luminosos y amables
- Page 1156 and 1157: cae rodando por un lado de la cara.
- Page 1158 and 1159: —¿Dónde estamos? —pregunto.
- Page 1160 and 1161: de la cama y después me agacho par
- Page 1162 and 1163: fue difícil. Sólo teníamos como
- Page 1164 and 1165: la mano suavemente sobre su cabeza.
- Page 1166 and 1167: lo llevas? Ella asiente y contesta:
- Page 1168 and 1169: —Y el mío te pertenece a ti. Atr
- Page 1170 and 1171: pudiéramos; después, vinimos aqu
- Page 1172 and 1173: —¿Cómo te sientes? —me pregun
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- Page 1188 and 1189: se para y pone la primera. Mark y S
acerco a Mark y le estrecho también<br />
la mano.<br />
—Te debo más de lo que podría<br />
pagarte nunca —le digo.<br />
—No me debes nada —contesta<br />
él.<br />
—No te creas —le digo—. Ya nos<br />
veremos… —Desvío la vista. Me noto<br />
a punto de sucumbir a la tristeza de la<br />
partida. Mi resolución pende de un<br />
d<strong>el</strong>icado hilo a punto de romperse—.<br />
Ya nos veremos un día de estos.<br />
—Cuídate por ahí.<br />
Tomo a Sarah en mis brazos y la<br />
aprieto con fuerza. No quiero soltarla<br />
nunca.