1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
hubieran pegado ojo. Mark está detrás de Sam, cambiando de postura con aire incómodo. —Sam, siempre he sabido que eras una máquina de matar —le digo. Él se ríe, no muy convencido. —¿Seguro que estás bien? —me pregunta. —Sí, estoy bien. ¿Y tú? —Bastante bien. Miro a Mark, que sigue detrás de él. —Sarah me ha dicho que anoche me sacaste del campo de fútbol. —Me alegró poder ser de ayuda —contesta él, encogiéndose de
hombros. —Me salvaste la vida, Mark. Él me mira a los ojos y me dice: —Creo que todos nosotros acabamos salvando a alguien a lo largo de la noche. ¿Sabes?, Seis me salvó a mí tres veces. Y tú salvaste a mis perros el sábado. Estamos en paz. De algún modo, consigo sonreír. —Me parece bien —le digo—. Me alegro de saber que no eres el capullo por quien te había tomado. Él me dirige una sonrisa ladeada, diciendo: —Digamos que, si hubiese sabido que eras un alienígena que podía
- Page 1124 and 1125: magullados, y sin más armas que nu
- Page 1126 and 1127: delante de nosotros, y allí es don
- Page 1128 and 1129: más fuerte. «Así que este es el
- Page 1130 and 1131: aterra. Pero Henri está conmigo, y
- Page 1132 and 1133: siento en ella la rabia ni la malic
- Page 1134 and 1135: estia a actuar, pero esta vacila fr
- Page 1136 and 1137: mujeres y niños. Los mogadorianos.
- Page 1138 and 1139: Caigo de bruces sobre el césped. A
- Page 1140 and 1141: ligeramente abiertos; cada respirac
- Page 1142 and 1143: oca. —Venir aquí, a Paradise, no
- Page 1144 and 1145: cañones, y sus sonidos y luces tra
- Page 1146 and 1147: propio ser empezara a desvanecerse.
- Page 1148 and 1149: ojos, está Sarah. Deja caer el cuc
- Page 1150 and 1151: los casos, trae una negrura impenet
- Page 1152 and 1153: prolonga con el alocado abandono de
- Page 1154 and 1155: digo. Unos ojos luminosos y amables
- Page 1156 and 1157: cae rodando por un lado de la cara.
- Page 1158 and 1159: —¿Dónde estamos? —pregunto.
- Page 1160 and 1161: de la cama y después me agacho par
- Page 1162 and 1163: fue difícil. Sólo teníamos como
- Page 1164 and 1165: la mano suavemente sobre su cabeza.
- Page 1166 and 1167: lo llevas? Ella asiente y contesta:
- Page 1168 and 1169: —Y el mío te pertenece a ti. Atr
- Page 1170 and 1171: pudiéramos; después, vinimos aqu
- Page 1172 and 1173: —¿Cómo te sientes? —me pregun
- Page 1176 and 1177: darme una paliza sin esfuerzo, te h
- Page 1178 and 1179: tumbado el cadáver de Henri, encim
- Page 1180 and 1181: Pienso llevarte de vuelta. De algú
- Page 1182 and 1183: econforta saber que Henri todavía
- Page 1184 and 1185: Asiento, y Seis cierra la puerta. S
- Page 1186 and 1187: acerco a Mark y le estrecho tambié
- Page 1188 and 1189: se para y pone la primera. Mark y S
hombros.<br />
—Me salvaste la vida, Mark.<br />
Él me mira a los ojos y me dice:<br />
—Creo que todos nosotros<br />
acabamos salvando a alguien a lo largo<br />
de la noche. ¿Sabes?, Seis me salvó a<br />
mí tres veces. Y tú salvaste a mis<br />
perros <strong>el</strong> sábado. Estamos en paz.<br />
De algún modo, consigo sonreír.<br />
—Me parece bien —le digo—.<br />
Me alegro de saber que no eres <strong>el</strong><br />
capullo por quien te había tomado.<br />
Él me dirige una sonrisa ladeada,<br />
diciendo:<br />
—Digamos que, si hubiese sabido<br />
que eras un alienígena que podía