1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
—Y el mío te pertenece a ti. Atravieso la habitación. Encima de la mesa está el cofre lórico, junto con tres mochilas preparadas, el ordenador de Henri y todo el dinero del último reintegro que hicimos en el banco. Sarah debe de haber rescatado el Cofre del aula de economía doméstica. Apoyo la mano encima. Todos los secretos, dijo Henri. Todos ellos están en su interior. Lo abriré y los descubriré en su debido momento, pero está claro que ese momento no
es ahora. ¿Y qué quiso decir con lo de Paradise, con lo de que venir aquí no ha sido por casualidad? —¿Has hecho mis maletas? — pregunto a Sarah, que está detrás de mí. —Sí, y seguramente es lo más duro que he tenido que hacer nunca. Levanto mi mochila de la mesa. Debajo hay un sobre de papel de Manila con mi nombre en la parte delantera. —¿Qué es esto? —pregunto. —No lo sé. Lo encontré en la habitación de Henri. Fuimos allí desde el instituto, para llevarnos todo lo que
- Page 1118 and 1119: —Estaba en la nave con nosotros.
- Page 1120 and 1121: decía que nos quedaba poco tiempo.
- Page 1122 and 1123: Unas ramitas chasquean detrás de n
- Page 1124 and 1125: magullados, y sin más armas que nu
- Page 1126 and 1127: delante de nosotros, y allí es don
- Page 1128 and 1129: más fuerte. «Así que este es el
- Page 1130 and 1131: aterra. Pero Henri está conmigo, y
- Page 1132 and 1133: siento en ella la rabia ni la malic
- Page 1134 and 1135: estia a actuar, pero esta vacila fr
- Page 1136 and 1137: mujeres y niños. Los mogadorianos.
- Page 1138 and 1139: Caigo de bruces sobre el césped. A
- Page 1140 and 1141: ligeramente abiertos; cada respirac
- Page 1142 and 1143: oca. —Venir aquí, a Paradise, no
- Page 1144 and 1145: cañones, y sus sonidos y luces tra
- Page 1146 and 1147: propio ser empezara a desvanecerse.
- Page 1148 and 1149: ojos, está Sarah. Deja caer el cuc
- Page 1150 and 1151: los casos, trae una negrura impenet
- Page 1152 and 1153: prolonga con el alocado abandono de
- Page 1154 and 1155: digo. Unos ojos luminosos y amables
- Page 1156 and 1157: cae rodando por un lado de la cara.
- Page 1158 and 1159: —¿Dónde estamos? —pregunto.
- Page 1160 and 1161: de la cama y después me agacho par
- Page 1162 and 1163: fue difícil. Sólo teníamos como
- Page 1164 and 1165: la mano suavemente sobre su cabeza.
- Page 1166 and 1167: lo llevas? Ella asiente y contesta:
- Page 1170 and 1171: pudiéramos; después, vinimos aqu
- Page 1172 and 1173: —¿Cómo te sientes? —me pregun
- Page 1174 and 1175: hubieran pegado ojo. Mark está det
- Page 1176 and 1177: darme una paliza sin esfuerzo, te h
- Page 1178 and 1179: tumbado el cadáver de Henri, encim
- Page 1180 and 1181: Pienso llevarte de vuelta. De algú
- Page 1182 and 1183: econforta saber que Henri todavía
- Page 1184 and 1185: Asiento, y Seis cierra la puerta. S
- Page 1186 and 1187: acerco a Mark y le estrecho tambié
- Page 1188 and 1189: se para y pone la primera. Mark y S
—Y <strong>el</strong> mío te pertenece a ti.<br />
Atravieso la habitación. Encima de la<br />
mesa está <strong>el</strong> cofre lórico, junto con<br />
tres mochilas preparadas, <strong>el</strong><br />
ordenador de Henri y todo <strong>el</strong> dinero<br />
d<strong>el</strong> último reintegro que hicimos en <strong>el</strong><br />
banco. Sarah debe de haber rescatado<br />
<strong>el</strong> Cofre d<strong>el</strong> aula de economía<br />
doméstica. Apoyo la mano encima.<br />
Todos los secretos, dijo Henri. Todos<br />
<strong>el</strong>los están en su interior. Lo abriré y<br />
los descubriré en su debido momento,<br />
pero está claro que ese momento no