1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
de la cama y después me agacho para tocarme las cicatrices del tobillo y contarlas con la punta de los dedos. Sigue habiendo sólo tres, y por ello sé que Seis ha sobrevivido. Ya casi había aceptado que mi suerte sería pasar solo el resto de mis días, un vagabundo ambulante sin un lugar al que ir. Pero no estaré solo. Seis, mi vínculo con el mundo del pasado, sigue aquí, conmigo. —¿Está bien Seis? —Sí —contesta Sarah—. Ha recibido varias puñaladas y un disparo, pero parece que ya está mejor. No creo que hubiera
sobrevivido si Sam no la hubiera recogido en la camioneta. —¿Dónde está? —En la habitación de al lado, con Sam y Mark. Me pongo en pie. Los músculos y articulaciones me duelen en señal de protesta, y siento todo el cuerpo agarrotado y dolorido. Llevo una camiseta limpia y un pantalón corto de deporte. Tengo la piel fresca, con olor a jabón. Los cortes están lavados y vendados, algunos incluso cosidos. —¿Has hecho tú todo esto? — pregunto. —La mayoría. Coserte los puntos
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- Page 1118 and 1119: —Estaba en la nave con nosotros.
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- Page 1122 and 1123: Unas ramitas chasquean detrás de n
- Page 1124 and 1125: magullados, y sin más armas que nu
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- Page 1128 and 1129: más fuerte. «Así que este es el
- Page 1130 and 1131: aterra. Pero Henri está conmigo, y
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- Page 1152 and 1153: prolonga con el alocado abandono de
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- Page 1156 and 1157: cae rodando por un lado de la cara.
- Page 1158 and 1159: —¿Dónde estamos? —pregunto.
- Page 1162 and 1163: fue difícil. Sólo teníamos como
- Page 1164 and 1165: la mano suavemente sobre su cabeza.
- Page 1166 and 1167: lo llevas? Ella asiente y contesta:
- Page 1168 and 1169: —Y el mío te pertenece a ti. Atr
- Page 1170 and 1171: pudiéramos; después, vinimos aqu
- Page 1172 and 1173: —¿Cómo te sientes? —me pregun
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- Page 1188 and 1189: se para y pone la primera. Mark y S
de la cama y después me agacho para<br />
tocarme las cicatrices d<strong>el</strong> tobillo y<br />
contarlas con la punta de los dedos.<br />
Sigue habiendo sólo tres, y por <strong>el</strong>lo sé<br />
que Seis ha sobrevivido. Ya casi había<br />
aceptado que mi suerte sería pasar<br />
solo <strong>el</strong> resto de mis días, un<br />
vagabundo ambulante sin un lugar al<br />
que ir. Pero no estaré solo. Seis, mi<br />
vínculo con <strong>el</strong> mundo d<strong>el</strong> pasado,<br />
sigue aquí, conmigo.<br />
—¿Está bien Seis?<br />
—Sí —contesta Sarah—. Ha<br />
recibido varias puñaladas y un<br />
disparo, pero parece que ya está<br />
mejor. No creo que hubiera