1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
patas traseras, y Bernie Kosar tiene que luchar a cuatro patas. La bestia vuelve a la carga. Bernie baja la cabeza y ambos se embisten, destrozando los árboles con los que chocan, a mi derecha. La bestia consigue quedar encima de su oponente, y le hunde los colmillos en la garganta. Sacude la cabeza a un lado y a otro, intentando desgarrarle el cuello. Aunque Bernie Kosar se retuerce bajo la presa de la bestia, no consigue librarse de ella. Rasga la piel de la bestia con sus zarpas, pero esta no le suelta. De pronto, una mano aparece por
detrás y me agarra el brazo. Intento apartarla de un empujón pero ni siquiera tengo fuerzas para eso. Los ojos de Bernie Kosar están cerrados con fuerza. Está sufriendo bajo las fauces de la bestia, con el cuello oprimido, sin poder respirar. —¡No! —grito. —¡Vamos! —grita la persona detrás de mí—. ¡Tenemos que irnos de aquí! —El perro —protesto, sin discernir todavía de quién es la voz—. ¡El perro! Mordido, asfixiado, Bernie Kosar está a punto de morir, pero no puedo
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detrás y me agarra <strong>el</strong> brazo. Intento<br />
apartarla de un empujón pero ni<br />
siquiera tengo fuerzas para eso. Los<br />
ojos de Bernie Kosar están cerrados<br />
con fuerza. Está sufriendo bajo las<br />
fauces de la bestia, con <strong>el</strong> cu<strong>el</strong>lo<br />
oprimido, sin poder respirar.<br />
—¡No! —grito.<br />
—¡Vamos! —grita la persona<br />
detrás de mí—. ¡Tenemos que irnos<br />
de aquí!<br />
—El perro —protesto, sin<br />
discernir todavía de quién es la voz—.<br />
¡El perro!<br />
Mordido, asfixiado, Bernie Kosar<br />
está a punto de morir, pero no puedo