1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
primero. Espero que no sea el último. Estar en el reino alternativo me ha debilitado de algún modo. Apoyo la mano en un árbol cercano para recomponerme y recuperar la respiración, pero en ese momento deja de haber árbol. Miro a mi alrededor. Todos los árboles que me rodean se han reducido a montones de ceniza, como ha ocurrido en el otro reino. Igual que les sucede a los mogadorianos al morir. Oigo el bramido de la bestia y levanto la vista para ver si queda alguna parte del instituto en pie. Pero en lugar del edificio hay otra figura, a
cinco metros de distancia, irguiéndose amenazadora con una espada en una mano y un cañón en la otra. Un cañón recién cargado, resplandeciendo de poder y apuntándome directamente al corazón. Otro soldado. No creo que tenga la fuerza suficiente para combatir a este como he hecho con el otro. No tengo nada a mano que arrojarle, y la distancia que nos separa es demasiado grande para atacarle antes de que dispare. Pero entonces su brazo se convulsiona, y el sonido de un disparo resuena por el aire. Mi cuerpo se crispa por instinto,
- Page 1016 and 1017: al rastreador más cercano hasta qu
- Page 1018 and 1019: —Tienes que llevar a Sarah al ins
- Page 1020 and 1021: vida. —Yo también te quiero —s
- Page 1022 and 1023: se han retirado y un tercero está
- Page 1024 and 1025: nosotros. —¿Qué es? —le pregu
- Page 1026 and 1027: así cómo viajan, con semirremolqu
- Page 1028 and 1029: haya sentido antes. Suelto quejidos
- Page 1030 and 1031: suspira con un gesto casi desespera
- Page 1032 and 1033: CAPÍTULO TREINTA Y UNO OTRO RUGIDO
- Page 1034 and 1035: escapar si permanecemos invisibles.
- Page 1036 and 1037: unos gemidos leves pero agudos, com
- Page 1038 and 1039: se separan y dan un salto desde uno
- Page 1040 and 1041: pueda llegar a hacerle. —¡Seis,
- Page 1042 and 1043: aplastarle, Henri desaparece. El pu
- Page 1044 and 1045: mecen por el efecto de una suave br
- Page 1046 and 1047: doy la vuelta y no veo nada al prin
- Page 1048 and 1049: pequeño puñal. Veo el proyectil t
- Page 1050 and 1051: más brillante en este nuevo mundo.
- Page 1052 and 1053: distancia que nos separaba con un p
- Page 1054 and 1055: horas entrenando en el patio con He
- Page 1056 and 1057: desafiante, se lleva una mano detr
- Page 1058 and 1059: árboles. Ya lo comprendo: es el ar
- Page 1060 and 1061: como si me hubiera caído un rayo e
- Page 1062 and 1063: medida que se acerca. Intento desvi
- Page 1064 and 1065: muerte blanca viene certera hacia m
- Page 1068 and 1069: esperando que el cañón me parta e
- Page 1070 and 1071: los que ya estaban aquí. Así que
- Page 1072 and 1073: No damos ni cinco pasos antes de qu
- Page 1074 and 1075: nuevo contra el suelo. El rostro. A
- Page 1076 and 1077: luna solitaria. Ni un solo soplo de
- Page 1078 and 1079: otra? No necesito saberlo. Echo a c
- Page 1080 and 1081: Entro en el estadio, atravieso a la
- Page 1082 and 1083: todavía siento su presencia, y me
- Page 1084 and 1085: los ojos se me abren de par en par
- Page 1086 and 1087: hacia delante hasta que ya no puedo
- Page 1088 and 1089: terminados en garras de rapaz, capa
- Page 1090 and 1091: al principio, pero enseguida me doy
- Page 1092 and 1093: siquiera, o eso también me lo esto
- Page 1094 and 1095: CAPÍTULO TREINTA Y DOS DESPUÉS DE
- Page 1096 and 1097: desayunaba. ¿Cuánto tiempo debe d
- Page 1098 and 1099: afilados, cuernos enroscados como l
- Page 1100 and 1101: patas traseras, y Bernie Kosar tien
- Page 1102 and 1103: hacer nada para impedirlo. Y yo no
- Page 1104 and 1105: como ha llegado. En este momento, s
- Page 1106 and 1107: invadido por algún tipo de dolor.
- Page 1108 and 1109: manos son demasiado grandes y la ho
- Page 1110 and 1111: partes trozos de cerebro, carne y c
- Page 1112 and 1113: CAPÍTULO TREINTA Y TRES LA IMAGEN
- Page 1114 and 1115: que le he visto coger del cofre ló
cinco metros de distancia, irguiéndose<br />
amenazadora con una espada en una<br />
mano y un cañón en la otra. Un cañón<br />
recién cargado, resplandeciendo de<br />
poder y apuntándome directamente al<br />
corazón. Otro soldado. No creo que<br />
tenga la fuerza suficiente para<br />
combatir a este como he hecho con <strong>el</strong><br />
otro.<br />
No tengo nada a mano que<br />
arrojarle, y la distancia que nos separa<br />
es demasiado grande para atacarle<br />
antes de que dispare. Pero entonces<br />
su brazo se convulsiona, y <strong>el</strong> sonido<br />
de un disparo resuena por <strong>el</strong> aire. Mi<br />
cuerpo se crispa por instinto,