1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
escapar si permanecemos invisibles. —Cogedme de la mano —dice Seis, asintiendo. Henri y yo no necesitamos que nos insista para cogerle una mano cada uno. —Sobre todo, no hagamos ruido —dice Henri. El pasillo está oscuro y en silencio. Caminamos con sigilosa urgencia, moviéndonos tan rápido como podemos y haciendo el menor ruido posible. Otro bramido, y antes de que termine, otra bestia ruge. Nos detenemos. No hay una bestia, sino dos. Seguimos adelante hasta llegar al
gimnasio. No se ve a los rastreadores por ningún lado. Cuando llegamos al centro de la cancha, Henri se detiene. Me vuelvo hacia él, pero no le veo. —¿Por qué nos hemos parado? — susurro. —Chist —contesta—. Escuchad. Intento escuchar, pero no oigo nada aparte del zumbido constante de la sangre en mis oídos. —Las bestias han dejado de moverse —anuncia Henri. —¿Y qué? —Chist —repite—. Hay algo más ahí fuera. Y entonces yo también los oigo,
- Page 984 and 985: CAPÍTULO TREINTA EL VIENTO IRRUMPE
- Page 986 and 987: destrozando algo. —¿Qué está p
- Page 988 and 989: calma, conservando la sangre fría
- Page 990 and 991: —¿Qué pasa, si se puede saber?
- Page 992 and 993: aparcamiento y se alejan a toda vel
- Page 994 and 995: acertado; la trampilla del escenari
- Page 996 and 997: tirón al cargador, mirando a Sarah
- Page 998 and 999: pesada. —No nos queda más remedi
- Page 1000 and 1001: vacío. Bernie Kosar ya ha llegado
- Page 1002 and 1003: Lo levanta en el aire para volver a
- Page 1004 and 1005: prenda de ropa interior sucia. Mark
- Page 1006 and 1007: indicándome que no lo sabe. —Vay
- Page 1008 and 1009: como puedo. Las paredes y el suelo
- Page 1010 and 1011: a un lado y luego al otro para cerc
- Page 1012 and 1013: a un rastreador al que no hemos vis
- Page 1014 and 1015: fuerza en la garganta, con los ojos
- Page 1016 and 1017: al rastreador más cercano hasta qu
- Page 1018 and 1019: —Tienes que llevar a Sarah al ins
- Page 1020 and 1021: vida. —Yo también te quiero —s
- Page 1022 and 1023: se han retirado y un tercero está
- Page 1024 and 1025: nosotros. —¿Qué es? —le pregu
- Page 1026 and 1027: así cómo viajan, con semirremolqu
- Page 1028 and 1029: haya sentido antes. Suelto quejidos
- Page 1030 and 1031: suspira con un gesto casi desespera
- Page 1032 and 1033: CAPÍTULO TREINTA Y UNO OTRO RUGIDO
- Page 1036 and 1037: unos gemidos leves pero agudos, com
- Page 1038 and 1039: se separan y dan un salto desde uno
- Page 1040 and 1041: pueda llegar a hacerle. —¡Seis,
- Page 1042 and 1043: aplastarle, Henri desaparece. El pu
- Page 1044 and 1045: mecen por el efecto de una suave br
- Page 1046 and 1047: doy la vuelta y no veo nada al prin
- Page 1048 and 1049: pequeño puñal. Veo el proyectil t
- Page 1050 and 1051: más brillante en este nuevo mundo.
- Page 1052 and 1053: distancia que nos separaba con un p
- Page 1054 and 1055: horas entrenando en el patio con He
- Page 1056 and 1057: desafiante, se lleva una mano detr
- Page 1058 and 1059: árboles. Ya lo comprendo: es el ar
- Page 1060 and 1061: como si me hubiera caído un rayo e
- Page 1062 and 1063: medida que se acerca. Intento desvi
- Page 1064 and 1065: muerte blanca viene certera hacia m
- Page 1066 and 1067: primero. Espero que no sea el últi
- Page 1068 and 1069: esperando que el cañón me parta e
- Page 1070 and 1071: los que ya estaban aquí. Así que
- Page 1072 and 1073: No damos ni cinco pasos antes de qu
- Page 1074 and 1075: nuevo contra el suelo. El rostro. A
- Page 1076 and 1077: luna solitaria. Ni un solo soplo de
- Page 1078 and 1079: otra? No necesito saberlo. Echo a c
- Page 1080 and 1081: Entro en el estadio, atravieso a la
- Page 1082 and 1083: todavía siento su presencia, y me
escapar si permanecemos invisibles.<br />
—Cogedme de la mano —dice<br />
Seis, asintiendo.<br />
Henri y yo no necesitamos que<br />
nos insista para cogerle una mano<br />
cada uno.<br />
—Sobre todo, no hagamos ruido<br />
—dice Henri.<br />
El pasillo está oscuro y en silencio.<br />
Caminamos con sigilosa urgencia,<br />
moviéndonos tan rápido como<br />
podemos y haciendo <strong>el</strong> menor ruido<br />
posible. Otro bramido, y antes de que<br />
termine, otra bestia ruge. Nos<br />
detenemos. No hay una bestia, sino<br />
dos. Seguimos ad<strong>el</strong>ante hasta llegar al