1-Soy el numero Cuatro - Pittacus Lore
vida. —Yo también te quiero —susurro justo cuando los dos llegan a los escalones donde empieza el túnel, y en el momento en que pronuncio esas palabras, Henri suelta una exclamación de dolor. Me doy la vuelta. Uno de los rastreadores le ha clavado un cuchillo en la barriga. Me invade una oleada de terror. El rastreador retira el cuchillo del cuerpo de Henri, y su sangre resplandece en la hoja. El mogadoriano se inclina para acuchillar a Henri por segunda vez, pero levanto la mano hacia él y le arranco el arma
de las manos en el último segundo, de forma que sólo alcanza a Henri con el puño. Este gruñe y se recompone, y entonces encañona la barbilla del rastreador y dispara la escopeta. El mogadoriano se desploma sin cabeza. Empieza a caer una lluvia fría y plomiza. En cuestión de segundos, estoy calado hasta los huesos. La sangre se escapa de la barriga de Henri. Dirige la escopeta hacia la oscuridad, pero todos los rastreadores se han replegado a las sombras, lejos de nosotros, y Henri no puede apuntar bien. Ya no están interesados en atacar, sabiendo que dos de nosotros
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vida.<br />
—Yo también te quiero —susurro<br />
justo cuando los dos llegan a los<br />
escalones donde empieza <strong>el</strong> tún<strong>el</strong>, y<br />
en <strong>el</strong> momento en que pronuncio esas<br />
palabras, Henri su<strong>el</strong>ta una<br />
exclamación de dolor.<br />
Me doy la vu<strong>el</strong>ta. Uno de los<br />
rastreadores le ha clavado un cuchillo<br />
en la barriga. Me invade una oleada<br />
de terror. El rastreador retira <strong>el</strong><br />
cuchillo d<strong>el</strong> cuerpo de Henri, y su<br />
sangre resplandece en la hoja. El<br />
mogadoriano se inclina para acuchillar<br />
a Henri por segunda vez, pero levanto<br />
la mano hacia él y le arranco <strong>el</strong> arma