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Libros y<br />
Perros<br />
“Mi perra Tulip”<br />
de J.R. Ackerley<br />
“Si algo había aprendido a lo largo de mi vida con Tulip,<br />
es lo poco que se sabe de los perros”. El escritor inglés<br />
J.R. Ackerley narra sus memorias de aquellos años<br />
entrañables con su perra alsaciana. Inicialmente nos<br />
advierte que los pastores alsacianos tienen mala fama:<br />
“se dice que muerden la mano que les da de comer”.<br />
De todos modos, inexperto y desconocedor del mundo<br />
canino, entabla una tierna relación de amistad desde el<br />
primer momento. Entiende que el lenguaje de los perros<br />
es algo a descubrir.<br />
¿Cómo interferimos en la vida de estos animales? La<br />
narración de su propia experiencia es franca. Transita<br />
los ensayos y errores que se presentan a la hora de<br />
comprender el desequilibrio constante entre civilización<br />
y naturaleza. “Todo el tiempo tropiezo con la reacción<br />
intolerante a la conducta natural de un perro o una<br />
perra”. La historia se enfoca en cómo los humanos<br />
condicionamos el encuentro, la comunicación y el placer<br />
de los canes. Los períodos en que Tulip entra en celo<br />
son todo un interrogante para él. Las expectativas de<br />
plenitud sexual en la ciudad son escasas. Sus intentos<br />
por acompañarla despiertan un profundo respeto ante<br />
la capacidad de decisión de su querida perra.“Ella es<br />
mi amiga, un miembro venerado de mi hogar. Años de<br />
lealtad, años de hábitos en común nos unen”.<br />
Durante el año 2009 Paul y Sandra Fierlinger estrenaron<br />
una bella película de animación basada en esta novela.<br />
Ackerley la escribió en 1956, desde entonces mucho se<br />
ha avanzado en el estudio del comportamiento animal.<br />
A su vez, las inquietudes centrales de este libro son<br />
actuales. De qué manera les ofrecemos la oportunidad<br />
a nuestros perros para mostrar su propia inteligencia,<br />
cómo son tratados y respetados sus derechos. “Al<br />
encontrar los bondadosos , preocupados ojos marrones<br />
que a menudo me estudiaban, vacilantes, a mí y a mi<br />
mano cordial, pude entender con claridad, quizá por<br />
primera vez, el ansia y la crispación a que están sujetas<br />
sus vidas, tan enredadas emocionalmente con el mundo<br />
de los humanos, cuyo cariño se esfuerzan todo el tiempo<br />
por alcanzar, cuya autoridad se espera que obedezcan<br />
sin cuestionamientos, y cuyas intenciones sólo pueden a<br />
medias dilucidar o entender”.<br />
“Ella es mi amiga, un<br />
miembro venerado<br />
de mi hogar. Años<br />
de lealtad, años de<br />
hábitos en común<br />
nos unen.”<br />
Por Clara Giacobone<br />
@LibrosPerros.