26.06.2019 Views

REVISTA CONSCIENCIA NO 34

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Revista ConSciencia<br />

de la Escuela de<br />

Psicología<br />

No.<br />

<strong>34</strong><br />

Jun./Ago.<br />

Año 15<br />

2018<br />

ISSN 2007-3984<br />

Ese lugar que<br />

habitamos tú y<br />

yo. Reflexión<br />

de un liderazgo<br />

educativo<br />

que no existe<br />

Ansiedad<br />

escénica en un<br />

grupo musical<br />

de Thrash metal<br />

en Cuernavaca<br />

Propuesta de intervención clínica<br />

en el tratamiento del trastorno<br />

límite de la personalidad desde el<br />

enfoque basado en la<br />

mentalización<br />

Hacia una<br />

recuperación del<br />

encuentro humano en<br />

la educación<br />

institucional


Construye tu futuro especializándote<br />

Conoce nuestras Maestrías y<br />

Especialidades en las áreas de:<br />

Ingeniería<br />

Negocios<br />

Inscripciones abiertas<br />

Educación<br />

Psicología<br />

Informes<br />

311 55 25 ext. 405<br />

lasallecuernavaca.edu.mx


Directorio<br />

Hno. Roberto Medina Luna Anaya<br />

Presidente del Consejo de Gobierno<br />

Mtro. Ángel Elizondo López<br />

Rector Universidad La Salle Cuernavaca<br />

Ing. Oscar Macedo Torres (†)<br />

Vicerrector<br />

Lic. Cielo Gavito Gómez<br />

Directora de la Escuela de Psicología<br />

Mtro. Pablo Martínez Lacy<br />

Editor Responsable<br />

L.D.C.G. Paulina Campos Ruiz<br />

Diseño Editorial<br />

Lic. Dabi Xavier Hernández Kaiser<br />

Corrección de estilo<br />

Consejo editorial<br />

Hortencia Feliciano Aguilera<br />

Cielo Gavito Gómez<br />

Patricia Gómez Ramírez<br />

Ma. Elena Liñán Bandín<br />

Pablo Martínez Lacy<br />

José Antonio Rangel Faz<br />

Ofelia Rivera Jiménez<br />

Cecilia Sierra Heredia<br />

Carlos F. Soto Chico<br />

Representación estudiantil<br />

1ª Generación: Georgina González<br />

2ª Generación: Úrsula E. Rincón González, Claudia Tapia<br />

Guerrero<br />

3ª Generación: Francisco A. García Martínez, Laura Guillén<br />

Grajeda<br />

4ª Generación: Cristina Pintos Gómez, Elsa Trujillo Pereyra<br />

5ª Generación: María Fernanda González Fernández<br />

6ª Generación: Tanya P. Snyder Salgado<br />

7ª Generación: Violeta Córdova Islas<br />

8ª Generación: Leslie M. Bahena Olivares, Alejandra<br />

Quiroz Mireles<br />

9ª Generación: Sofía Álvarez Reza, Marie J. Fong Vargas<br />

10ª Generación: Alejandra Sánchez Villegas<br />

11ª Generación: César Manuel Trujillo Martínez<br />

12ª Generación: Laura Cecilia Benítez Osorio, José<br />

Fernando Nieto Leñero<br />

13ª Generación: Vanessa Hernández Menchaca,<br />

Ma. Efigenia Reyes Viñas<br />

14° Generación: Luis Gabriel del Río Arellano<br />

15° Generación: Ixchel Núñez Guerrero<br />

16° Generación: Estibaliz R. Linares Velázquez y Frida X.<br />

Paredes Ayala<br />

Representación de la Maestría en Psicoterapia<br />

Dinámica: Ingrid Torres Aguilar<br />

Consejo científico<br />

Francisco Alanís, ULSAC; Eliana Cárdenas, ULSAC;<br />

Gloria Chávez, UPN; Octavio de la Fuente, UAEM,<br />

ULSAC; Ma. Elena Liñán Bandín, ULSAC; Rosa Ma. López<br />

Villarreal, UNAM, UAEM, ULSAC; Oscar Macedo (†),<br />

ULSAC; Javier David Molina Alamilla, ULSAC, UPN;<br />

Rubén A. Pérez Menéndez, ULSAC, UAEM; Herminio<br />

Quaresma (†) ULSAC; Cecilia Sierra H., ULSAC; Carlos<br />

F. Soto Chico, ITESM, ULSAC; Luis Tamayo P., UNAM,<br />

CM; Ma. Lourdes Vázquez Flores, ULSAC, UNAM.<br />

<strong>REVISTA</strong> <strong>CONSCIENCIA</strong> DE LA ESCUELA DE PSICOLOGÍA, Año 15, No. <strong>34</strong>, junio-agosto 2018, es una publicación cuatrimestral editada por la Universidad<br />

La Salle Cuernavaca, a través de la Escuela de Psicología. Nueva Inglaterra S/N, Col. San Cristóbal, C.P. 62230, Cuernavaca, Morelos. Tel.: (777) 311 5525,<br />

Fax: (777) 311 3528, www.ulsac.edu.mx. Editor responsable: Pablo Martínez Lacy. Reservas de Derechos al Uso Exclusivo No. 04-2010-052510230100-102,<br />

ISSN: 2007-3984 Impreso por Integrarte, Impresión, Publicidad. Carnero 25 “F” Col. Amatitlán, Cuernavaca, Morelos. Tel.: (777) 316 4620, 512 6701, 1 de<br />

junio de 2018, con un tiraje de 400 ejemplares. Fecha de última impresión 1 de mayo de 2018.<br />

ISSN 2007-3984.<br />

Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura del editor de la publicación.<br />

Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Universidad La<br />

Salle Cuernavaca.


CONTENIDO<br />

3<br />

Editorial<br />

Mtro. Pablo Martínez Lacy<br />

3<br />

Para Oscar<br />

Mtra. Ofelia Rivera Jiménez<br />

5<br />

Ese lugar que habitamos tú y yo.<br />

Reflexión de un liderazgo educativo<br />

que no existe<br />

Claudett Beatriz Canché Rosas<br />

Hacia una recuperación del encuentro<br />

humano en la educación institucional<br />

Rodrigo Castillo Aguilar<br />

Propuesta de intervención clínica en<br />

el tratamiento del trastorno límite<br />

de la personalidad desde el enfoque<br />

basado en la mentalización<br />

Leticia Castañón Anaya y Carlos F. Soto Chico<br />

7<br />

15<br />

25<br />

5<br />

25<br />

Nacimiento del vínculo afectivo temprano<br />

y su relación en el establecimiento de<br />

relaciones objetales en la etapa adulta<br />

Tatiana Cruz Pérez<br />

35<br />

Ansiedad escénica en un grupo musical<br />

de Thrash metal en Cuernavaca<br />

Laila Espín, Camila Huicochea, Daniela<br />

Molinero y Ricardo Reséndiz<br />

43<br />

43


EDITORIAL<br />

Mtro. Pablo Martínez Lacy<br />

Fotografía: Pablo Martínez Lacy<br />

Este número <strong>34</strong> de la revista ConSciencia está dedicado<br />

a Oscar Macedo Torres (1964-2018), a quien<br />

queremos rendir un merecido y necesario homenaje<br />

con motivo de su lamentable fallecimiento en junio del<br />

presente año, intentando expresar el enorme sentimiento de<br />

pérdida que dejó entre su familia, amigos y en la comunidad<br />

de la Universidad La Salle Cuernavaca. Debemos reconocer<br />

su importante papel como vicerrector, pues invariablemente<br />

estuvo interesado y activo en la innovación tecnológica y<br />

académica. Se distinguió por su visión multi e interdisciplinaria,<br />

su tolerancia y apertura a toda clase de temas. Siempre<br />

apoyó e impulsó generosamente los proyectos de todas las<br />

disciplinas e índole, como lo fue su respaldo a este proyecto<br />

editorial; siempre le estaremos agradecidos y le guardaremos<br />

un grato y cariñoso recuerdo de su memoria. Por lo dicho, le<br />

solicitamos a Ofelia Rivera Jiménez que escribiera sobre Oscar<br />

Macedo, pues resultó natural que ella se ocupará de esta<br />

importante labor, ofreciéndonos así un texto que, además<br />

de abordar el legado académico de Oscar Macedo, habla del<br />

hombre y de la persona; con ello estamos seguros que está<br />

a la altura del reto.<br />

Los dos primeros trabajos de este número <strong>34</strong> de la revista<br />

plantean el tema de la educación, si bien desde dos perspectivas<br />

distintas –una visión psicoanalítica y otra sociológica–.<br />

Ambos autores hablan de la sumisión, enajenación o<br />

alineación de maestros y estudiantes. Claudett Beatriz Canché<br />

Rosas, en su ensayo “Ese lugar que habitamos tú y yo.<br />

Reflexión de un liderazgo educativo que no existe”, aborda<br />

el lugar del docente desde la perspectiva de los discursos que<br />

se generan en torno de la enseñanza y que, en cierta manera,<br />

se alinean entre los procesos inconscientes del profesor y la<br />

normalización de su rol que pugnan por el éxito y que a la<br />

autora le llenan de asombro, ya que para ella enuncian el va-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

3


Editorial<br />

cío del que quiere ocupar el lugar de la autoridad como líder.<br />

De esa manera, el argumento lo desarrolla sosteniendo que<br />

la educación no tiene que ver con fórmulas, sino con aquello<br />

que conmueve; es abrir un mundo para el otro. El siguiente<br />

ensayo sobre educación, “Hacia una recuperación del encuentro<br />

humano en la educación institucional”, de Rodrigo<br />

Castillo Aguilar, nos introduce en una serie de dilemas de la<br />

educación frente a una sociedad altamente tecnificada y comercializada,<br />

especialmente dirige su atención en los efectos<br />

negativos del sistema socioeconómico. Para Castillo Aguilar<br />

la educación actualmente ya no se dirige a la preservación y<br />

resguardo de los intereses de la mayoría de los habitantes<br />

que los conforman; al contrario, el sistema prioriza el individualismo<br />

por encima de cualquier organización colectiva<br />

y/o comunitaria. Por lo anterior, destaca la enajenación de<br />

la educación y de los educandos. Quizá las contradicciones<br />

que plantea el autor no son nuevas –la vinculación del sistema<br />

educativo con la economía–, sino la pérdida del aspecto<br />

humanista de la educación y la falta de consciencia de tales<br />

subordinaciones. En este sentido no se limita en hacer una<br />

crítica del sistema, es decir, resalta en su propuesta el de<br />

considerar la pluralidad de la enseñanza, el encuentro con<br />

el otro –maestros-alumnos, alumnos-alumnos–, y el papel<br />

e importancia de las emociones durante el proceso de la<br />

enseñanza-aprendizaje. Los dos ensayos convergen en conclusiones<br />

cercanas, aunque por distintos caminos. Sin duda,<br />

las problemáticas al respecto están definidas, sin embargo,<br />

la ruta de solución queda abierta, pues el reto es mejorar o<br />

cambiar sin caer precisamente en lo que tanto se critica.<br />

Leticia Castañón Anaya y Carlos F. Soto Chico nos introducen<br />

en su ensayo, “Propuesta de intervención clínica en el<br />

tratamiento del trastorno límite de la personalidad desde<br />

el enfoque basado en la mentalización”, en una interesante<br />

propuesta terapéutica. La mentalización definida como la<br />

capacidad de representación de nosotros mismos, la originalidad<br />

y aportación del estudio radica en ser una opción accesible<br />

y al parecer altamente existosa en el tratamiento del<br />

trastorno límite de personalidad, siendo éste un mal presente<br />

y al alza pero poco detectado por la sociedad. Los autores<br />

plantean que el trastorno límite de la personalidad es debido<br />

a rompimientos afectivos importantes en la infancia. En esta<br />

línea argumentativa respecto a las relaciones primarias, Tatiana<br />

Cruz Pérez, bajo la asesoría de Carlos F. Soto Chico,<br />

nos ofrece una temática afín en su trabajo: “Nacimiento del<br />

vínculo afectivo temprano y su relación en el establecimiento<br />

de relaciones objetales en la etapa adulta”, en donde nos<br />

plantea que el conocimiento psicodinámico del desarrollo<br />

del vínculo afectivo –objetal–, permite al terapeuta comprender<br />

y lograr, en sus pacientes adultos, mejoras en la calidad<br />

de sus relaciones objetales e incidiendo positivamente<br />

en sus interacciones y diversos entornos de su vida. Por lo<br />

anterior, sostenemos que el estudio de las relaciones objetales<br />

primarias es un recurso que ofrece muchas oportunidades<br />

para conocer, diagnosticar y tratar diversos padecimientos<br />

mentales.<br />

Laila Espín, Camila Huicochea, Daniela Molinero y Ricardo<br />

Reséndiz, estudiantes del quinto semestre de la carrera de<br />

Psicología de esta Universidad, nos presentan en su artículo<br />

“Ansiedad escénica en un grupo musical de Thrash metal en<br />

Cuernavaca”, un original estudio sobre el efecto del desempeño<br />

de los músicos. El trabajo deja entrever un dilema repecto<br />

a los estudios del desempeño de la ejecución musical,<br />

ya que los autores destacan la importancia de las emociones<br />

que expresan los músicos en un concierto, no por los errores<br />

que esta situación pudiera provocar, sino por el sentimiento<br />

puestos en la interpretación musical, como un factor que<br />

hace a la música en vivo sea lo que es: un espectáculo único,<br />

lleno de emociones compartidas. Adicionalmente, este<br />

trabajo refleja el papel de la ansiedad, no como un mal que<br />

necesariamente deba eliminarse de la ecuación del desempeño,<br />

sino el de un factor que debe considerarse importante<br />

y que bajo ciertas circunstancias puede ser favorable.<br />

4 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Para Oscar<br />

Mtra. Ofelia Rivera Jiménez<br />

"Lo sigo viendo en mi mente siempre alegre, compartido y generoso".<br />

Lo conocí en mayo de 1999, cuando impartí un curso sobre<br />

Teorías del Aprendizaje, dentro de la Especialidad en Enseñanza<br />

Superior, que por esa época se impartía en la Universidad<br />

La Salle Cuernavaca. El director de la Escuela de Ingeniería,<br />

en ese tiempo, el Ing. Miguel Pinet, había inscrito a todos<br />

los profesores de esa escuela, en la especialidad en Enseñanza<br />

Superior, buscando elevar la calidad de la docencia en sus<br />

aulas. Entre estos profesores de la Escuela de Ingeniería, estaba<br />

el ING. OSCAR MARIO MACEDO TORRES.<br />

Estudiante inquieto y crítico, interesado desde siempre en<br />

temas de Mecatrónica, buscaba en todo momento la forma<br />

de incluir propuestas tecnológicas innovadoras a la enseñan-<br />

za. Como estudiante, representó siempre un importante reto<br />

para mí, y debo reconocer que el resultado, al final, es que yo<br />

aprendí mucho más de él.<br />

En el año 2005, aceptó dar clases de Estadística en la Licenciatura<br />

en Psicología de La Salle y entonces me convertí en su<br />

jefa. Pero cuatro años más tarde fue nombrado Vicerrector<br />

en esta misma Universidad y el vuelco de roles de autoridad<br />

representó para mí una gran alegría: fue para mí un jefe respetuoso,<br />

firme y considerado.<br />

Desde el 2012 iniciamos una relación epistolar por la vía que<br />

más disfrutaba: Facebook.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

5


Para Oscar<br />

Casi a diario me enviaba fotos bellísimas de alguna planta<br />

extraña, una puesta de sol o unos patos verdes. La tecnología<br />

seguía fascinándolo y muchos de sus mensajes por<br />

Messenger contenían información sobre descubrimientos e<br />

inventos increíbles, que parecían revolucionar la existencia<br />

de los seres humanos. Compartíamos entonces el gusto por<br />

sorprendernos, cuestionar y hacer crítica.<br />

todas las relaciones que existen de lo conocido, lo desconocido<br />

y de lo incognoscible).<br />

Nuestra mente no es capaz de comprender el gran misterio<br />

del TODO, tenemos un gran desconocimiento de las interrelaciones<br />

complejas, sinérgicas, sistémicas, holísticas del<br />

universo en su totalidad.<br />

En uno de estos mensajes, en diciembre de 2017, me escribía:<br />

En cuanto a lo que estamos haciendo en lo “científico” en<br />

pro de cambiar todo lo que existe para mejorarlo, lo que logramos<br />

es el CAOS QUE TENEMOS EN EL CO<strong>NO</strong>CIMIEN-<br />

TO HUMA<strong>NO</strong> (que se hace muy reduccionista por tantas<br />

disciplinas de estudio y nunca alcanzamos a comprender<br />

Sinceramente creo que vamos directos a la extinción del<br />

hombre y de paso, de millones de especies en el camino.<br />

Sin embargo, hay que tener esperanza de que cambie la vorágine<br />

del conocimiento por el conocimiento. Tener Fe en<br />

que el humano se cuestione no quién es, sino por qué y<br />

para qué hace todo lo que hace, para colocar el planeta en<br />

el centro de la vida misma, de su mente, de su corazón y<br />

de su espíritu.<br />

Su brillante inteligencia, su sensibilidad y su profunda espiritualidad,<br />

le permitieron una lectura humilde y respetuosa<br />

de la VIDA; por lo tanto, una comprensión llena de sabiduría<br />

del alcance de la relación entre los grandes descubrimientos<br />

e innovaciones tecnológicas, producto de la mente humana<br />

y las maravillas de la naturaleza, productos del amor de Dios<br />

por los humanos.<br />

Sus enseñanzas estarán siempre vivas en mi memoria.<br />

Este es el recuerdo con que me quedé de mi querido Oscar:<br />

mi alumno, mi compañero de docencia, mi jefe, pero sobre<br />

todo mi AMIGO. Siempre le agradeceré a la vida haberlo<br />

puesto en mi camino.<br />

Con profundo respeto y fraternal cariño:<br />

Ofelia Rivera


Ese lugar que habitamos<br />

tú y yo.<br />

Reflexión de un liderazgo educativo<br />

que no existe<br />

Claudett Beatriz Canché Rosas 1<br />

Fotografía: Pixabay<br />

Por eso, la historia de nuestras vidas depende del conjunto de historias que ya hemos oído y, en relación a las cuales<br />

hemos aprendido a construir la nuestra. La narrativa no es el lugar de irrupción de la subjetividad, sino la modalidad<br />

discursiva que establece la posición del sujeto y las reglas de su construcción en la trama.<br />

(Larrosa, 2003, p. 617)<br />

1<br />

Licenciatura en Ciencias de la Educación, Universidad Montemorelos. Montemorelos, Nuevo León. Licenciatura en Psicología Clínica, Universidad Autónoma del Carmen.<br />

Maestría en Ciencias de la Familia, Universidad Anáhuac Mayan, en comodato con el Instituto Juan Pablo II. claudett_85@yahoo.com.mx<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

7


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

Resumen<br />

Hoy en día una visión pragmática de lo que debe ser el campo<br />

educativo ha permeado bajo el estandarte de lo empresarial<br />

con términos como eficiencia, innovación, certificación,<br />

evaluación, liderazgo, etcétera, arguyendo un envite seductor<br />

de éxito; no obstante, ¿es el campo educativo lugar para<br />

que la idea de lo empresarial fructifique? El texto es una reflexión<br />

acerca de ello, indicando que lo educativo es un lugar<br />

de construcción donde docente y alumno erigen una narrativa<br />

propia, que es única porque se da en ese andar juntos y<br />

también puede decirse que es genuina, ya que cada sujeto<br />

tiene su propia modalidad discursiva con sus propias reglas<br />

de construcción capaz de elaborar por sí misma una trama<br />

poética donde los discursos empresariales no tienen cabida.<br />

Palabras clave: liderazgo, andar juntos, construcción y habitar.<br />

Abstract<br />

Nowadays a pragmatic vision of what the educational field<br />

should be has permeated under the banner of business with<br />

terms such as efficiency, innovation, certification, evaluation,<br />

leadership, etc., arguing a seductive challenge of success;<br />

however, is it the educational field place for the idea of business<br />

to bear fruit? The text is a reflection about it, indicating that<br />

education is a place of construction where teacher and student<br />

erect a narrative of their own, which is unique because it occurs<br />

in that walk together, and can also be said to be genuine, since<br />

each subject it has its own discursive modality with its own rules<br />

of construction capable of elaborating by itself a poetic plot<br />

where business discourses have no place.<br />

Keywords: leadership, walking together, construction and<br />

living.<br />

La sociedad de hoy consume expertos de certezas, de frases ajenas a su contexto,<br />

que se convierten en soportes de juegos de relaciones sociales de producción;<br />

relaciones sostenidas en silogismos vacuos cuya genealogía<br />

no es cuestionada, pero es efectiva en el ejercicio del poder.<br />

(Ramírez, 2009, p. 107)<br />

Introducción<br />

Si bien es cierto que hoy en día el estandarte de la sociedad<br />

se caracteriza por su consumismo, uno llega a preguntarse<br />

¿cuál es la ansiedad por engullir historias de éxito mimetizadas<br />

de prestigio, de perfección, de filosofías de vida, por<br />

la experiencia de algún individuo afortunado? Y aclaro que<br />

digo ansiedad y no necesidad, debido a que la primera es un<br />

síntoma de nuestras sociedades a las que les invade un cosquilleo<br />

de apremio por tener esto o aquello, con el propósito<br />

de desechar el objeto y rápidamente obtener otro. Es como<br />

una paradoja donde se requiere “llenar un vacío, pero sin introducir<br />

absolutamente nada”, es decir, ocupar un lugar con<br />

el deseo de que algo o alguien llene pero obnubilando los<br />

ojos con la aspiración de identificar lo que no es; mientras<br />

que la necesidad queda obsoleta porque no conlleva al desecho,<br />

más bien de tomar el objeto como aquello que es benéfico<br />

para prolongar su utilización, debido a que requiere de<br />

8 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

la pericia del sujeto por conocer los alcances y límites de su<br />

objeto, puesto que se reconoce el vacío y ser parte de él, no<br />

para colmar sino para tomar en cuenta de que no podrá ser<br />

colmado en su totalidad y por lo tanto se requiere conocer<br />

todas sus posibilidades.<br />

Por eso son tan apabullantes estas historias de éxito, porque<br />

enuncian el vacío del que quiere ocupar un lugar de autoridad<br />

bajo el eslogan de “líder”, pues lo seduce un vacío que se<br />

llena sin introducir nada, tal y como se indica a continuación:<br />

La convocatoria de ocupar lugares de autoridad se engarza<br />

también con el deseo inconsciente, con el deseo de reconocimiento,<br />

con la búsqueda de la mirada y el amor de otros.<br />

Repetición de demandas, petición de lugares, retorno de la<br />

posición de niño amado (yo ideal), que el psicoanálisis ha<br />

identificado; realización de deseo en el nuevo lugar ocupado.<br />

(Ramírez, 2009, p. 101)<br />

Aquí encontramos una explicación psicológica del sujeto,<br />

donde esta lógica aspiracional se encuentra enfocada en una<br />

repetición de demanda amorosa que eclipsa, provocando<br />

una cierta condición de sufrimiento y algunos descalabros<br />

que “comúnmente los enfrenta a sus propias psicopatologías”<br />

(Ramírez, 2009, p. 101).<br />

Presentándome<br />

Pero… ¿qué sucedería si nuestra meta no es la aspiracional<br />

para un cargo? Pues bien, alejémonos por un momento de<br />

esa condición y ubiquémonos en el contexto que ocupamos,<br />

el lugar donde ya nos enfrentamos con ese otro que sin darnos<br />

cuenta da pie a una apertura de lo diferente sólo por<br />

el hecho de estar juntos, en el afectar y ser afectados. Por<br />

ello, a modo de presentación, comienzo dando al lector un<br />

cordial saludo sin ninguna formalidad que, diciendo que mi<br />

nombre es Claudett y soy docente, ésta es mi presentación<br />

sencilla, sin mencionar títulos o grados, ni edad, ni apellidos<br />

porque dentro del aula, cuando nos conocemos alumnos y<br />

docentes, empezamos un encuentro con cierta informalidad,<br />

debido a que lo interesante es que vamos a irnos conociendo<br />

poco a poco en el camino.<br />

Algunos podrán preguntarse por qué he iniciado así, bueno,<br />

lo que sucede es que en esa informalidad de conocernos<br />

unos a otros, donde lo único que se entrega al otro es nuestro<br />

nombre, empiezo a observar una irrupción a este encuentro,<br />

una irrupción en donde decido marcar una resistencia<br />

ante ella, así como mi confrontación, pero antes de empezar<br />

Fotografía: Freepik<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

9


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

ese enfrentamiento comienzo por mostrar el terreno que estamos<br />

pisando, recordando unas palabras reveladoras, como<br />

dijera Beatriz Ramírez Grajeda cuando comenta las palabras<br />

de Robert Lansing, quien fuera secretario de los Estados Unidos<br />

de 1914 a 1920 y que hablara en su momento de la siguiente<br />

manera:<br />

México es un país extraordinariamente fácil de dominar<br />

porque basta controlar a un solo hombre: el presidente. Tenemos<br />

que abandonar la idea de poner en la presidencia<br />

mexicana a un ciudadano americano, ya que eso llevaría<br />

otra vez a la guerra. La solución necesita más tiempo: debemos<br />

abrirles a los jóvenes mexicanos ambiciosos las puertas<br />

de nuestras universidades y hacer el esfuerzo de educarlos<br />

en el modo de vida americano, en nuestros valores y en el<br />

respeto al liderazgo de Estados Unidos. México necesitará<br />

de administradores competentes. Con el tiempo, esos jóvenes<br />

llegarán a ocupar cargos importantes y eventualmente<br />

se adueñarán de la presidencia. Sin necesidad de que Estados<br />

Unidos gaste un centavo o dispare un tiro, harán lo que<br />

queramos y lo harán mejor y más radicalmente que nosotros.<br />

(Declaración en 1924 de Robert Lansing, secretario del<br />

gobierno de Estados Unidos, de 1915 a 1920; en Ramírez,<br />

2009, p. 57)<br />

Las sombras<br />

Cuando leí este fragmento del discurso de Robert Lansing, el<br />

enemigo comenzaba a tener un rostro, pero no del secretario,<br />

sino un rostro con sombras anónimas que permean con<br />

vaticinios seductivos de triunfo, de eficiencia, etcétera, o en<br />

palabras de Ramírez (2009), anécdotas de éxito disfrazadas<br />

de excelencia, de calidad, de perfección, de equilibrio, de<br />

cultura organizacional, de nuevos modelos de organización,<br />

conminando a la ignorancia del contexto propio, pues son<br />

presentados como conocimientos científicos o como filosofías<br />

de vida.<br />

Estas sombras anónimas son los signos de un ataque que impregnan<br />

los discursos educativos, se internan en ellos, pero<br />

carecen de un cuerpo y si lo poseen es efímero, ya que no se<br />

sostiene y por lo tanto intentan edificarse en certificaciones<br />

y mecanismos evaluativos; no obstante, si buscas algo más<br />

que lo sustente no hay una voz propia, sino un lejano eco que<br />

se desvanece cuando preguntas de dónde salió. Y es precisamente<br />

mi desagrado ante algo que discurre entre los oídos<br />

cuyo nombre es liderazgo educativo: ¡qué pretensión eso de<br />

adoptar el mote de líder educativo! Me resisto y lucho contra<br />

ello. No me agrada porque es un intruso que se ha invitado a sí<br />

mismo, pero conmigo tiene una cruenta batalla; no sé si otros<br />

quieran unirse a ese mote. Lo que hizo que ese discurso no cobrara<br />

un aliado. Es que hay voces, hay cuerpos que llaman, que<br />

tienen rostros legítimos que no se esconden, que se presentan<br />

tal cual son, seres genuinos y bondadosos que llaman y dicen:<br />

profesor, maestro, mister, miss, profe, teacher, etcétera.<br />

La estética del nombrar<br />

Será muy raro escuchar de estos rostros un llamado impropio,<br />

chocante, aberrante, incluso usurpador que la del “líder educativo”,<br />

porque todavía sigo escuchando un “profe” por parte<br />

de los alumnos; también he de decir que de los filósofos, poetas<br />

o escritores tampoco he escuchado ese nombramiento,<br />

porque sería disonante leer en silencio o en voz alta tan perturbador<br />

sonido carente de armonía, de sensibilidad, de estética,<br />

sin ese encantamiento que tiene la lengua, la que seduce<br />

cuando se pronuncia el nombre de aquel a quien se llama.<br />

Un llamado donde ambos, pupilo y maestro, están destinados<br />

a nombrarse, a encontrarse como cuando se estaba a las<br />

puertas del calmécac:<br />

Te venimos a poner aquí en donde has de estar y donde eres<br />

hijo propio. Aquí, casa de llanto y de tristeza, serás labrado<br />

y agujereado como piedra preciosa florecerás. Mira, has de<br />

ser humilde y menospreciado y abatido. Sé templado, no<br />

10 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

te hartes de comida, endurece tu cuerpo con el frío y los<br />

sacrificios. Obedece a tus maestros y superiores. De aquí<br />

saldrás como piedra preciosa y pluma rica, sirviendo a nuestros<br />

Señores de los Juncos. (Martín del Campo, 2004, p. 10)<br />

Y lo que el sabio o tlamatini, ese maestro prehispánico que<br />

es una efigie que posee la instrucción para transmitirla a los<br />

demás:<br />

llamado en particular? Considero que se trata de una necesidad<br />

inherente en ambos, pupilo y maestro, de ser escuchados,<br />

esto es, como un reclamo de quien el mundo le sobreviene incomprensible<br />

y no por ignorancia, sino por ese otro que invita<br />

a la conversación, una conversación que sólo es propia entre<br />

ellos y no una generalización o banalización de un diálogo que<br />

debe llevarlos a una meta o fin trasmutado en la idea de lo<br />

“novedoso”, de lo “efectivo”, de lo “eficiente”, de lo “asertivo”.<br />

El sabio: una luz, una tea, una gruesa tea que no ahúma.<br />

Un espejo horadado, un espejo agujerado por ambos lados.<br />

Suya es la tinta negra y roja; de él son los códices.<br />

Él mismo es escritura y sabiduría.<br />

Es camino, guía veraz para otros.<br />

Conduce a las personas y a las cosas…<br />

Suya es la sabiduría transmitida.<br />

Él es quien la enseña, sigue la verdad.<br />

Maestro de la verdad, no deja de amonestar.<br />

Hace sabios los rostros ajenos,<br />

hace a los otros tomar un rostro,<br />

los hace desarrollarlo.<br />

Les abre los oídos, los ilumina.<br />

Es maestro de guías, les da su camino…<br />

Pone un espejo delante de los otros,<br />

los hace cuerdos, cuidadosos;<br />

hace que en ellos aparezca un rostro…<br />

Gracias a él la gente humaniza su querer<br />

y recibe una estricta enseñanza.<br />

Conforta el corazón, conforta a la gente,<br />

ayuda, remedia,<br />

a todos cura.<br />

(Citado en Latapí, 2008, p. 292)<br />

Poética<br />

¡Qué hermoso, qué nombramiento tan distinto! Esto cuestiona<br />

acerca de ¿quién nos llama y para qué nos llama? El poema<br />

lo indica claramente, pero… ¿por qué responderíamos a ese<br />

Ese otro es diferente; no es el diálogo lo que busca sino a<br />

convidar en encuentros y, por qué no, también en desencuentros<br />

que nos confronta ante la apertura de un mundo en<br />

el que requerimos del acompañamiento; tanto el uno como<br />

el otro desea tomar de la mano a aquel cuya vida empieza,<br />

cuya vida espera recorridos desde una mano que ofrece determinación<br />

envuelta en el tacto sensible de quien que dice:<br />

confía, soy quien acompaña, soy el que no suelta dado que<br />

las manos se han entrelazado como las raíces de dos árboles<br />

distintos y que aun distantes el uno del otro surcan las<br />

entrañas de la tierra para encontrarse como si estuvieran<br />

destinadas a entrelazarse y nutrirse sin saber y sin esperar<br />

quién se nutrirá más, porque simplemente nos entrelazamos<br />

y confiamos que lo inesperado surja, dicho de otro modo,<br />

que en esos encuentros y desencuentros lo más sensible y<br />

humano que tenemos nos invite a abrir y recorrer un mundo,<br />

como dice Hannah Arendt:<br />

… si el educar no tendría que ver con una cierta forma de<br />

amar al mundo lo suficiente como para no dejar que se acabe<br />

y abrir, así, el paso a lo nuevo en tanto nacimiento; y si<br />

el educar no tendría que ver con una cierta forma de amar<br />

a los demás lo suficiente como para no librarlos a su propia<br />

suerte, a su propio destino en apariencia inconmovible e<br />

inmodificable. (Citado en Skliar, 2017, p. 16)<br />

El educar no tiene que ver con fórmulas, con certificaciones,<br />

evaluaciones o tipologías para llevar a cabo un objetivo. De-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

11


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

Fotografía: Pixabay<br />

jar esta jerga empresarial nos da oportunidad de ver nuevamente<br />

lo que ya estaba: se trata de algo que tiene que<br />

ver con aquello que conmueve; es abrir un mundo para el<br />

otro; es arroparse en éste; es posibilidad de donar y donarse<br />

a sí mismo ante un lugar que sin amor resultaría inhóspito,<br />

aspero o incluso devastador y ominoso si se recorre solo. Es<br />

como encontrarse en un laberinto que, en lugar de incentivar<br />

la imaginación para encontrar la salida, exacerba una impulsividad<br />

brusca no hacia las paredes del laberinto, sino a la<br />

persona que se encuentra ahí, como dice Zambrano:<br />

No tener maestro es no tener ante quien preguntar y, más<br />

hondamente todavía, no tener ante quien preguntarse.<br />

Quedar encerrado dentro del laberinto primario que es la<br />

mente de todo hombre originariamente; quedar encerrado<br />

como el Minotauro, desbordante de ímpetu sin salida. La<br />

presencia del maestro que no ha dimitido –ni contradimitido–<br />

señala un punto, el único hacia el cual la atención se<br />

dispara. El alumno se yergue. (Citado en Sánchez y Venegas,<br />

2014, p. 93)<br />

Ese Minotauro que sólo embiste y atemoriza, que no tiene<br />

un cauce y no puede escuchar una melodía que lo tranquilice<br />

como al Cancerbero, por lo tanto, simplemente escucha su<br />

bufar que lo altera y lo convierte en una figura mítica que<br />

causa terror y tampoco encuentra consuelo, algo que perdió<br />

su humanidad, al punto de devorar no sólo las almas de<br />

aquellos que se pierden dentro de ese mismo laberinto sin<br />

saber cómo llegaron ahí, sin conocer de qué forma pueden<br />

buscar la salida sumiéndose en la confusión y en recovecos<br />

que no se entienden para culminar en un desmembramiento<br />

de cuerpos, de la ingestión cruda y voraz de la monstruosidad<br />

que lacera lo que debería ser tratado con tacto, con<br />

delicadeza, dando unos estrepitosos ruidos, ya no de ayuda<br />

sino de una súplica que pide finalizar el dolor y la angustia de<br />

ser aniquilado en ipso facto, pero ante esa inhumanidad no<br />

encuentra consuelo de una escucha que albergue esa última<br />

voluntad. ¡Qué imaginación dirán! Pero tal laberinto no abre,<br />

ni muestra ese mundo amoroso que trae consigo el acompañamiento,<br />

saber que hay otro, sentirse conmovido por su<br />

presencia, por lo que trata de decirnos, el que aloja lo que se<br />

ha recorrido, ello es el acto más amoroso que se da; es como<br />

escuchar, aunque se esté en silencio.<br />

Estar juntos<br />

Estar en silencio sin enfocarse a un sonido en específico es<br />

estar atento, porque se está ahí sin más. A veces se escucha<br />

un canto, un silbido del aire, el crujir de la hoja seca, un grillar;<br />

en otras palabras, la noche y el día con sus sonidos tan<br />

particulares, todos ellos sirven para dar un cuerpo, una sen-<br />

12 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

sibilidad que se instaura para sentirse resguardado, y cuando<br />

esto ocurre otros sentidos se despiertan. De pronto nacen<br />

aromas que invitan a construir una silueta, esa fragancia que<br />

despide introduce al mundo de manera diferente, se inauguran<br />

rostros y ya no se permanece solo, porque te sabes<br />

acompañado; hay alguien que no permanece en las sombras<br />

y te sientes acompañado para contar la historia que te vas<br />

formando conforme reúnes palabras que en un principio te<br />

eran desconocidas y que no podías pronunciar, debido a<br />

que permanecían externas, incapaces todavía de nombrar<br />

lo que se empezaba a conocer. No se trataba de poner un<br />

orden a esas palabras que parecían no ser de nadie o que<br />

pueden ser tuyas, que pueden ser nuestras, que pueden ser<br />

de todos, pero al final las necesitamos para conformar relatos,<br />

narraciones que inviten a otros a estrechar más manos,<br />

para abrigar al que busca un abrazo, pues encuentra en él un<br />

refugio cerca del corazón porque ahí hay un sonido que todavía<br />

no traduces aunque sabes que algo te está llamando y<br />

defines un rostro, ¡sí, un rostro!, el cual llama de una manera<br />

totalmente diferente invitándote a estar juntos, a inventarse<br />

recorridos que pueden o no tener sendas específicas y, sin<br />

embargo, recorres pues sabes que la sola presencia del otro<br />

te aleja de la soledad de despertar en puertos desconocidos,<br />

para tener la oportunidad de crear ciudades extravagantes,<br />

abordar navíos que no naufragan con la intención de encontrar<br />

gemas preciosas y especias que vivifican los sentidos…<br />

Referencias<br />

Larrosa, J. (2003). La experiencia de la lectura. Estudios<br />

sobre literatura y formación. México: Fondo de Cultura<br />

Económica.<br />

Latapí, S. P. (2008). ¿Recuperar la esperanza? La investigación<br />

educativa entre pasado y futuro. Revista mexicana de<br />

investigación educativa, 283-297. Recuperado de https://<br />

www.redalyc.org/articulo.oa?id=14003612<br />

Martín del Campo, M. (2004). Cuauhtémoc. México:<br />

Editorial Planeta Mexicana.<br />

Ramírez, G. B. (2009). La servidumbre del amo. Paradojas del<br />

administrador, una lectura psicoanalítica. México: Universidad<br />

Autónoma Metropolitana.<br />

Sánchez, J. y Venegas, G. (2014). La educación en María Zambrano:<br />

su reflexión sobre la persona. Aurora. Papeles del Seminario<br />

María Zambrano, 90-99. Recuperado de https://www.<br />

raco.cat/index.php/Aurora/article/view/285977/374055<br />

Skliar, C. (2017). Pedagogías de las diferencias. Buenos Aires:<br />

noveduc.<br />

Ese lugar que habitamos tú y yo<br />

Ahora ya no me encuentro deshabitada porque tú me acompañas,<br />

ya que tú has escuchado de manera atenta mi historia,<br />

porque tú y yo con nuestras experiencias hemos asumido<br />

las pausas y tiempos prudentes para escribir en silencio<br />

nuestra narrativa; una dulce lectura que tenemos el uno para<br />

con el otro, lo inédito de una creación que únicamente realizaríamos<br />

estando… juntos, ese lugar que habitamos tú y yo.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

13


Fotografía: Pixabay


Hacia una<br />

recuperación del<br />

encuentro humano<br />

en la educación<br />

institucional<br />

Rodrigo Castillo Aguilar 1<br />

Resumen<br />

El presente ensayo propone revisar algunas de las principales<br />

consecuencias del sistema político y económico imperante<br />

(caracterizado por la acumulación del capital) en la educación<br />

institucional. A partir de una mirada somera de la historia<br />

de la institución escolar y su papel a lo largo de ésta,<br />

se observa la figura actual de la teoría de las competencias<br />

y el vínculo estrecho con una cultura de enajenación, y una<br />

de sus consecuencias más visibles es la imposibilidad de los<br />

estudiantes y docentes para relacionarse desde una perspectiva<br />

humanista. Por último, se apuesta en recuperar nuestros<br />

saberes como alternativa para repensar la educación desde<br />

otro sitio menos productivista.<br />

Abstract<br />

This essay proposes to review some of the main consecuences<br />

of prevailing political and economic system (characterized by<br />

the accumulation of capital) in institutional education. From<br />

a brief glance of the history of the school institution and its<br />

role along it, one can observe the current figure of the theory<br />

of competences and the close link with a culture of alienation;<br />

one of its most visible consequences is the impossibility of<br />

students and teachers to relate from a humanist perspective.<br />

Finally, we are committed to recovering our knowledge as an<br />

alternative to rethink education from a less productive site.<br />

.<br />

Keywords: School education, Competencies, Neoliberalism.<br />

Palabras clave: Educación escolar, Competencias, Neoliberalismo.<br />

1<br />

Licenciado en Antropología Social, maestro en Pedagogía y candidato a doctor en Pedagogía por la UNAM. Ha sido docente en diversos niveles educativos. Se especializa<br />

en formación docente, desde una mirada crítica y humanista a la luz de los planteamientos teóricos de la Pedagogía Gestalt. Es miembro fundador del Equipo<br />

Interdisciplinario de Investigación y Prácticas Educativas para la Transformación Social: Elepantli, con el cual ha participado en el diseño e impartición de diversos cursos<br />

y proyectos de intervención en comunidades educativas, así como en congresos académicos en México, Latinoamérica y Europa.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

15


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

El presente ensayo toma como punto de partida una idea<br />

detonadora: la educación escolar, antes que ser una herramienta<br />

que permite alcanzar determinados fines (la transformación<br />

del entorno, el aprendizaje y conocimiento de la<br />

realidad, la obtención de un trabajo medianamente digno,<br />

entre otros), es en sí misma un proceso que implica el encuentro<br />

humano y precisamente esta perspectiva hace una<br />

notable diferencia.<br />

Primero habrá que dejar claro a qué me refiero cuando hablo<br />

de educación escolar. Durante el proceso educativo existe<br />

una confluencia, no sólo de estudiantes, profesores y autoridades<br />

en un espacio determinado (en este caso la escuela),<br />

sino también de los diversos símbolos, signos y estructuras<br />

sociales que cada uno de ellos porta, además de las distintas<br />

inscripciones que se albergan en las interacciones construidas<br />

y vividas a lo largo de sus historias de vida. Es así como<br />

al momento del encuentro, los diferentes actores del hecho<br />

educativo institucional depositan en las relaciones establecidas,<br />

el conjunto de significaciones sociales que han ido encarnando<br />

de forma inconsciente como propias. Las diversas<br />

nociones heredadas a lo largo de cada una de sus trayectorias<br />

habrán de interpelarlos como elementos aparentemente<br />

ajenos al encuentro pero inmersos en cada una de sus enunciaciones<br />

y formas de mirarse entre sí.<br />

Veamos esto a mayor profundidad. El proceso educativo implica<br />

un conjunto de relaciones entre educandos-educandos,<br />

educandos-educadores y educadores-educadores, 2 mismas<br />

que estarán permeadas e influidas por los signos y símbolos<br />

que han heredado en sus distintos grupos sociales de adscripción,<br />

los cuales a su vez pertenecen a un conjunto social<br />

más grande, que se articula con base en ciertos preceptos<br />

económicos, políticos y sociales que responden a un sistema<br />

determinado. Es así como los distintos encuentros que se<br />

juegan y viven dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

no están ajenos a las lógicas que se construyen y estipulan<br />

en los ámbitos socioeconómicos del “sistema-mundo” (Wallerstein,<br />

1979). 3 Es por ello que debemos repensar no sólo<br />

el papel de la educación escolar en la sociedad actual, sino<br />

también los acontecimientos que cotidianamente suceden<br />

en ella. Si hablamos del proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

pensando en las relaciones que ahí confluyen como ajenas de<br />

un entorno más grande, contribuimos a la reproducción de<br />

un discurso que anula la agencia y co-participación de quienes<br />

intervienen en éste. Asimismo, descontextualizamos a<br />

los diversos actores del hecho educativo, anulando las particularidades<br />

y características que emanan de su adscripción<br />

social y cultural al dibujarlos sólo como entes espontáneos y<br />

coyunturales.<br />

Tampoco resulta pertinente pretender que únicamente<br />

son los factores globales del sistema político y económico<br />

actual, los que influyen y determinan el proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

porque de hacerlo así, incurrimos en el<br />

mismo error de anular a las personas como constructores y<br />

transformadores de su propia realidad, convirtiéndolos únicamente<br />

en sujetos del sistema.<br />

A partir de esta reflexión, propongo repensar al proceso educativo<br />

escolar desde tres aristas: 1. Reconocer las implicaciones<br />

y factores que suceden e intervienen en las diversas relaciones<br />

que existen dentro de las aulas y en los espacios de<br />

confluencia entre educandos y educadores, como elementos<br />

2<br />

Sería irresponsable afirmar que éstos son los únicos actores del proceso educativo. No debemos dejar de reconocer que madres y padres de familia, autoridades y<br />

comunidades aledañas también juegan un papel medular en este proceso; sin embargo, por fines de análisis, en esta ocasión me focalizaré únicamente en la figura de<br />

los docentes y estudiantes.<br />

3<br />

No olvidemos que para Wallerstein las relaciones económicas globales se encuentran estructuradas bajo un sistema de desigualdad en el que las naciones desarrolladas<br />

explotan y se aprovechan de los recursos y mano de obra barata de las naciones en vías de desarrollo. A esta lógica sistémica mundial, él le llama “sistema-mundo”.<br />

16 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

medulares del hecho educativo cotidiano; 2. asumir que<br />

asistimos a un momento histórico en el que hay un crecimiento<br />

desmesurado de una visión utilitaria y sincrónica del<br />

conocimiento que pretende convertir al proceso de enseñanza-aprendizaje<br />

en una herramienta de transmisión de ciertas<br />

habilidades y capacidades que son necesarias únicamente<br />

para el proceso de producción capitalista, y 3. no olvidar<br />

que las dos aristas previamente mencionadas se encuentran<br />

intrínsecamente relacionadas, lo que nos permite pensar en<br />

la realidad y los procesos que en ella se suceden como un<br />

entramado donde los distintos hechos y fenómenos están<br />

imbricados entre sí, articulándose unos con los otros.<br />

A lo largo de la historia, la educación ha servido para ciertos<br />

fines concretos y ha beneficiado principalmente a los sectores<br />

privilegiados, por ejemplo: se tiene suficiente registro de<br />

que en el antiguo Egipto se daba prioridad a la educación de<br />

las clases dominantes, principalmente en aspectos que consideraban<br />

relevantes para su formación política (oratoria,<br />

preceptos y convenciones sociales, escritura, entre otros);<br />

contrario a ello existen muy pocos acervos que permitan<br />

conocer a profundidad la educación dada al resto de la población,<br />

se piensa que pudieron haber dos tipos de escuelas:<br />

“una dedicada a los sacerdotes quienes enseñarían conocimientos<br />

astronómicos y matemáticos, y otra escuela para el<br />

aprendizaje artesanal, en la que se enseñarían oficios menores<br />

como la agricultura o las artes militares” (Alonso, 2012,<br />

p. 28). Sin embargo, no hay certeza que fueran públicas ni de<br />

acceso general.<br />

En la Grecia antigua había una diferenciación en el tipo de<br />

educación recibida según la clase social a la que se pertenecía<br />

(sin tomar en cuenta a todos aquellos que ni siquiera<br />

eran considerados ciudadanos), siendo un privilegio al que<br />

accedían únicamente las élites; incluso en algunas regiones<br />

como Creta y Esparta “el Estado vigilaba la educación griega<br />

que era administrada por un magistrado, que organizaba los<br />

recursos necesarios para la manutención de escuadrones y<br />

coros, que eran los nombres dados a las escuelas” (Alonso,<br />

2012, p. 40).<br />

Si pensamos en la época de la Edad Media, miramos cómo<br />

los seminarios y monasterios (espacios educativos eclesiásticos)<br />

cumplían –entre otras funciones– un papel medular en<br />

las discusiones teológicas que darían paso a la construcción<br />

del discurso hegemónico que habría de ser enunciado por la<br />

iglesia católica; por lo que podemos afirmar que el conocimiento<br />

estaba en manos de unos cuantos (en este caso los<br />

altos mandos de la institución religiosa). Las labores de catequesis<br />

acompañaban esta instauración explicativa de la realidad<br />

como única válida para la población en general, espacios<br />

educativos a través de los cuales se “rescató los elementos<br />

culturales de la época clásica como herramientas propedéuticas<br />

de entendimiento de la fe cristiana al servicio de la<br />

conversión del pueblo bárbaro” (Lázaro, 2018, p. 3). Cuando<br />

nacieron las primeras universidades no existían como espacios<br />

públicos y de confluencia de diversas posturas, sino únicamente<br />

como lugares en que se transmitían ciertos aprendizajes<br />

y conocimientos que respondían principalmente a las<br />

necesidades de la institución religiosa imperante.<br />

Con la llegada de los Estados-Nación, la institución educativa<br />

va a jugar un papel medular en el proceso de conformación<br />

y consolidación de los mismos, puesto que será la<br />

encargada de transmitir y legitimar en la población un conjunto<br />

de saberes y discursos en torno a la historia común,<br />

que serán la base de la creación de un identidad colectiva.<br />

No olvidemos que<br />

La Ilustración francesa venía pugnando desde mediados<br />

de siglo por una educación estatal. Filósofos como Diderot<br />

o Rousseau [...] defendían la idea de una educación que<br />

formara a la infancia y a la juventud en el molde nacional,<br />

todos querían una educación uniforme. (De Puelles, 1993)<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

17


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

El problema de esta homogenización es que anula la diversidad,<br />

al encontrarse edificada en un conjunto de narrativas<br />

donde nuevamente los actores principales del discurso identitario<br />

son las clases privilegiadas.<br />

Es precisamente este control educativo por parte del Estado,<br />

uno de los elementos que habrá de ser cuestionado y que<br />

posteriormente servirá como bastión medular en la argumentación<br />

construida por los distintos intelectuales del neoliberalismo,<br />

quienes argumentan la necesidad de desarticular<br />

la educación como un bien social y a cargo del Estado, para<br />

dejarla en manos del mercado y los diversos grupos sociales<br />

que conforman a la sociedad actual (López y Flores, 2006; De<br />

Puelles, 1993).<br />

Al respecto, veamos lo que plantea Adriana Puiggrós (1997)<br />

sobre el papel de algunos organismos económicos internacionales<br />

en las discusiones y tomas de decisión referente a la<br />

educación de sus países afiliados:<br />

El Banco Mundial dice dar prioridad a la educación básica,<br />

en el marco de una política que empobrece y elimina la<br />

responsabilidad educadora correspondiente tanto al Estado<br />

como a los sectores privados sin fines de lucro y empresarios.<br />

La mentada equidad, entonces, se interpreta en<br />

la práctica del ajuste estructural a favor de los más ricos.<br />

(Puiggrós, 1997, p. 99)<br />

En la actualidad la educación pública, como otras instituciones<br />

sociales (la familia, las iglesias, los gremios, etc.), se encuentra<br />

constantemente intervenida por los discursos y referentes<br />

del sistema político y económico, el cual se basa en la<br />

lógica de la acumulación del capital y en la obtención de la<br />

ganancia por la ganancia. Dicha estructura de pensamiento<br />

ha venido acompañada de una perspectiva del mundo que<br />

nos ha llevado a pensar que todo a nuestro alrededor puede<br />

ser convertido en una mercancía, incluyendo a nosotros mismos.<br />

De ahí que nos resulte fácil creer que podemos sustituir<br />

muchas de las relaciones de lo cotidiano, por mercancías y<br />

productos existentes en el mercado. 4<br />

El conocimiento y los saberes sociales no son la excepción,<br />

puesto que se les ve como productos intercambiables por<br />

dinero, amén de que funjan como utensilios en el proceso<br />

productivo y de explotación y enajenación social. Es así como<br />

el neoliberalismo construye un conjunto de argumentos que<br />

tienden a la desacreditación del proyecto educativo nacional<br />

como un bien social que deba estar en manos del Estado,<br />

basándose en los defectos o errores que arrastra y algunos<br />

de los problemas que en la actualidad presenta. 5<br />

Lo que no toman en cuenta dichos argumentos es que precisamente<br />

varios de esos problemas surgen a raíz de la puesta<br />

en práctica de un conjunto de políticas económicas en los<br />

países mencionados, y ha sido el detonante de la desarticulación<br />

social, desintegración familiar, pauperización del nivel<br />

de vida docente, incremento de la violencia y drogadicción,<br />

etcétera, factores que transgreden y tienen consecuencias<br />

precisamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje y el<br />

proyecto educativo en que éste se da, puesto que intervienen<br />

4<br />

Al respecto sólo basta voltear nuestra mirada a cualquier reunión y podremos ver cómo la conversación de frente y los encuentros humanos son –cada vez más– sustituidos<br />

por los intercambios y pláticas virtuales en redes sociales y celular. Incluso, entre los temas de conversación cotidiana, se encuentra cada vez más presente lo<br />

dicho, escrito o compartido en Facebook, Instagram, Twitter y demás redes virtuales.<br />

5<br />

Uno de los ejemplos más significativos es el Programa de Promoción de la Reforma Educativa en América Latina y el Caribe, en el que: “Sus dos programas institucionales<br />

son ‘Empresa y educación’, diseñado para vincular la educación con los procesos productivos y para que el sector empresarial ejerza el liderazgo en el mejoramiento<br />

de la calidad educativa, y el programa de ‘Pasantías para docentes en América Latina y el Caribe’” (López y Flores, 2006). Dicho proyecto surgió con la intención de<br />

impulsar reformas educativas en países en desarrollo y fue patrocinado por instituciones como “United States Agency for International Development (USAID), Banco<br />

Interamericano de Desarrollo (BID), AVINA Foundation, The Tinker Foundation, GE Found, Global Development Net Work y otros” (López y Flores, 2006).<br />

18 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

Fotografía: Pixabay<br />

en las interacciones cotidianas entre educandos y educadores,<br />

afectando al proceso mismo. Por ello decimos que:<br />

…la argumentación neoliberal produce relaciones de causa-efecto<br />

lineales y busca efectos referidos a metas claramente<br />

previsibles y determinadas. De ese modo construye<br />

una ruta abstracta e incorrecta de la eficacia, al desconocer<br />

la multiplicidad de resultados del proceso educativo y la variación<br />

de los espacios y tiempos en los cuales un proceso<br />

educacional deja huellas. (Puiggrós, 1997, p. 96)<br />

Evidentemente dicha argumentación emana de una construcción<br />

discursiva que pretende significar y estructurar<br />

como válido y coherente el proceso neoliberal de mercantilización<br />

del entorno y los productos sociales y naturales que<br />

se crean en la interrelación del ser humano con éste.<br />

Habrá que dejar en claro un aspecto importante, para la lógica<br />

imperante del sistema capitalista actual la existencia<br />

de los Estados-Nación ya no resulta tan rentable para sus<br />

intereses; éstos se erigen como constructos que tienden a<br />

la preservación de ciertos acervos culturales propios de los<br />

grupos sociales que los conforman; por otro lado, su génesis<br />

como producto de la cohesión social, la preservación y resguardo<br />

de los intereses de la mayoría de los habitantes que<br />

los conforman entorpecen los objetivos de un sistema que<br />

prioriza a todas luces el individualismo por encima de cualquier<br />

organización colectiva y/o comunitaria.<br />

La fase en que se encuentra el capitalismo está caracterizada<br />

por un creciente poder de las grandes empresas trasnacionales,<br />

las cuales dejan de lado cualquier adscripción por algún<br />

país, al priorizar los intereses de sus inversores para quienes<br />

la ganancia resulta lo más importante. La existencia de ciertos<br />

lineamientos o estructuras jurídicas y económicas que<br />

defiendan los intereses de grupos locales o mayorías nacionales,<br />

se convierte así en un estorbo. De ahí su interés por<br />

intervenir en la desarticulación de las diversas instituciones<br />

que históricamente han servido como cohesionadoras de los<br />

diversos derechos sociales y colectivos. 6 La apuesta del neo-<br />

6<br />

Basta mirar las distintas recomendaciones que los organismos económicos internacionales hacen a los diferentes gobiernos en el mundo, relativas al debilitamiento del<br />

papel del Estado como eje rector en la economía, educación, seguridad social, relaciones laborales, etcétera. Al respecto se puede revisar: http://www.imf.org/external/<br />

pubs/ft/sdn/2012/sdn1207.pdf, específicamente las páginas 20 a la 26 donde el FMI hace sus recomendaciones para la UE, en las que posteriormente incluirá a América<br />

Latina.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

19


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

liberalismo en la actualidad es la disgregación de lo social,<br />

pensando en esto último como un elemento medular de la<br />

construcción de las resistencias y rebeldías contra el primero.<br />

Veamos esto a detalle, si bien una de las características del<br />

sistema capitalista ha sido el proceso de enajenación, podemos<br />

decir que en la actualidad resulta cada vez más evidente,<br />

pues ha servido como elemento coadyuvante en la<br />

desarticulación de lo social, al permitir la disgregación y disolución<br />

de las diversas relaciones colectivas. Hoy, las distintas<br />

interacciones sociales son permeadas por un deseo que<br />

no es propio, pues surge como consecuencia de una necesidad<br />

creada por el mismo sistema. Asistimos a un paisaje en<br />

que los diferentes cuerpos se encuentran sujetos a improntas<br />

construidas como imprescindibles para su vida (veamos<br />

cómo el uso del celular, las redes sociales, la computadora, lo<br />

último en tecnología se ha vuelto un elemento casi fundante<br />

de lo cotidiano). 7<br />

La enajenación aparece tanto en el hecho de que mi medio<br />

de vida es de otro, que mi deseo es la posesión inaccesible<br />

de otro, como en el hecho de que cada cosa es otra que ella<br />

misma, que mi actividad es otra cosa, que, por último (y esto<br />

es válido también para el capitalista), domina en general el<br />

poder humano (Marx, en Puiggrós, 1997, p. 158).<br />

La enajenación como factor que interviene en las relaciones<br />

cotidianas, influye directamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

y contribuye a generar una percepción del conocimiento<br />

como mercancia ajena a las acciones y reflexiones<br />

entre educando y educadores. El profesor deja de ser un<br />

acompañante en el camino del descubrir, comprender y reconfigurar<br />

las diversas formas de enunciar el mundo, y pasa<br />

a convertirse en una especie de despachador de conceptos<br />

y categorías memorizables que habrán de ser reproducidas<br />

y puestas en práctica por los estudiantes, con el objetivo de<br />

satisfacer las necesidades del mercado laboral. Recordemos<br />

solamente algunos de los argumentos vertidos por los defensores<br />

de uno de los nuevos paradigmas hegemónicos en<br />

la educación institucional: la enseñanza por competencias.<br />

…se sustenta en los cuatro pilares para la educación de este<br />

milenio que propone Delors (UNESCO, 1997): aprender a<br />

conocer, aprender a hacer, aprender a convivir y aprender<br />

a ser. Enfatiza en el desarrollo constructivo de habilidades,<br />

conocimientos y actitudes que permitan a los estudiantes<br />

insertarse adecuadamente en la estructura laboral y adaptarse<br />

a los cambios y reclamos sociales. Ofrece mejores condiciones<br />

de trabajo, posibilita la vinculación constante con el<br />

entorno socioeconómico. Logra que los recursos financieros<br />

y humanos alcancen niveles óptimos. (Parra, 2006, pp. 4-8)<br />

Es en este contexto que se encuentra inmersa la educación<br />

actual, de ahí que no resulten extraños muchos de los problemas<br />

que se viven al interior de las instituciones escolares<br />

actualmente: el incremento de las distintas formas de<br />

violencia entre estudiantes, padres de familia y profesores;<br />

los problemas para establecer formas de trabajo colectivo;<br />

el abandono familiar, producto de una excesiva carga laboral<br />

y su implicación en el desempeño de los estudiantes; el<br />

conflicto con el uso de las redes sociales y su impacto para la<br />

atención en el aula, entre otros.<br />

Ahora bien, el aprendizaje y la construcción de conocimiento<br />

implican un cuestionamiento constante de la realidad, así<br />

como la persistente reconstrucción de ciertas certezas que<br />

hemos heredado y adquirido a lo largo del tiempo, con lo<br />

cual ponemos en juego muchos factores que nos constitu-<br />

7<br />

Se puede revisar: http://ep00.epimg.net/descargables/2015/06/26/243aca4f6bc82f81def7ef28ebc9845e.pdf.<br />

20 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

yen como personas: desde las formas lingüísticas adoptadas<br />

en nuestros núcleos sociales, la manera como nombramos<br />

y enunciamos nuestra realidad; hasta nuestra capacidad de<br />

relación con otros, sin obviar las diversas emociones y sentimientos<br />

que ello involucra. Es así como, ante la amenaza<br />

que implica el proceso de enseñanza-aprendizaje (la pérdida<br />

de certezas), quienes participan de éste se ven inmersos en<br />

una serie de disyuntivas que los obligan a establecer cambios<br />

y modificaciones en su relación con el entorno social y ambiental<br />

(las emociones), como una respuesta ante aquellos<br />

factores nuevos (externos-internos) que se les presentan.<br />

De ahí que resulte atinado pensar que: “La educación es la<br />

negación de la estabilidad del presente porque es imposible”<br />

(Puiggrós, 1997, p. 144); pues, en sí misma, conlleva al cuestionamiento<br />

de lo existente a partir de mostrar nuevas formas<br />

de enunciar y pensar la realidad.<br />

La evaluación e interpretación que tanto profesores como<br />

estudiantes hacen del proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

influye en su actuar. Es por eso que las diversas representaciones<br />

sociales que se construyen y adquieren durante el encuentro,<br />

van a la par de las significaciones y simbolizaciones<br />

existentes sobre y del proceso mismo.<br />

Al mismo tiempo, dichas representaciones se encuentran influenciadas<br />

por los imaginarios sociales, instituidos desde el<br />

discurso del sistema capitalista, los cuales serán partícipes<br />

en la generación de las diversas expectativas sobre el papel<br />

que deben desempeñar tanto educadores como educandos.<br />

Asimismo, habrán de sentar las bases sobre las actitudes, capacidades<br />

y destrezas que ambos esperan que el otro cumpla<br />

al momento de la relación, generando un ambiente de mutua<br />

exigencia sobre aquel que no soy, fundada en un deber<br />

ser internalizado como necesario en la construcción del otro.<br />

El proceso de enseñanza-aprendizaje se desdibuja como un<br />

encuentro humano, al convertirse en una relación cuasi comercial<br />

donde cada uno de los actores tiene un rol determinado<br />

que cumplir y un conjunto de exigencias sobre lo que<br />

debe hacer. La enajenación del sí mismo cobra entonces más<br />

fuerza que nunca.<br />

Dichas expectativas generadas desde la hegemonía ideológica<br />

imperante, no toman en cuenta las características singulares<br />

de las personas, así como las especificidades del entorno<br />

en que se encuentran; tampoco recuperan el contexto actual<br />

en que el proceso de enseñanza-aprendizaje está inmerso. De<br />

tal manera que a partir de estos imaginarios se construye la<br />

idea de que, por un lado, el docente debe ser paciente, tolerante,<br />

exigente, preparado, responsable único del aprendizaje<br />

del alumno, mentor, guía, y otras más exigencias, y por el<br />

otro, el educando debe ser comprometido, tranquilo, callado,<br />

quieto, responsable, mesurado, etcétera, sin tomar en cuenta<br />

que tanto uno como otro se encuentran inmersos en un<br />

contexto político, económico y social que les es cada vez más<br />

adverso; que por otra parte obliga al docente a tener que laborar<br />

en dos o tres instituciones escolares, debido al escueto<br />

salario que percibe, lo cual le reduce el tiempo para trabajar<br />

extraescolarmente (el que regularmente usa para preparar<br />

Fotografía: Pixabay<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

21


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

clases), así como para esparcirse y tener un mundo de vida<br />

que no sólo incluya su trabajo, y además tiene sumergido a<br />

muchos de los educandos en un proceso de desintegración<br />

familiar o desarticulación de dicho núcleo, al obligar a ambos<br />

tutores a trabajar para conseguir un sustento, o bien lograr<br />

un modo de vida que les ha sido vendido e insertado por el<br />

sistema y que de principio le apuesta al consumo por encima<br />

de la relación y cohesión social.<br />

Tanto educandos como educadores se relacionan e interpelan<br />

insertos en un conjunto de estructuras simbólicas y significativas<br />

que reproducen a la realidad como un constructo<br />

de lo ajeno no modificable (realidad enajenada), donde<br />

ellos aparecen como entes no constructores de la realidad,<br />

y mucho menos, transformadores de la misma. Es por ello<br />

que: “La radicalización neoliberal en el absoluto presentismo<br />

agota la producción pedagógica y la reduce a recursos estrechamente<br />

utilitarios” (Puiggrós, 1997, p. 143).<br />

No olvidemos que:<br />

…el proyecto del neoliberalismo no es sólo un proyecto<br />

económico sino que implica un marco filosófico y la configuración<br />

de un modelo social consecuente, el cual presupone<br />

la instancia de un cierto tipo de relaciones sociales<br />

que se constituyen como resultado de las interacciones de<br />

individuos motivados a partir de una determinada escala<br />

de valores. El proyecto social neoliberal simplemente pone<br />

el acento en la dimensión económica del ideario capitalista<br />

como organizador de las relaciones sociales imperantes.<br />

(Zaccagnini, s/f, p. 4)<br />

Ante este escenario resulta apremiante replantear la educación<br />

actual y recuperarla como un proceso de enseñanza-aprendizaje,<br />

donde lo medular no sean los conceptos que<br />

se transmiten a partir de una enunciación discursiva ya estructurada<br />

desde el poder, sino lo que se aprende y se enseña<br />

en dicho proceso. Recuperar muchos de los saberes que<br />

cada uno de los actores porta y que son constructos de su<br />

propia mismisidad, al tiempo que emanan de una historia<br />

común que lo confluye e interpela. Esto permitiría no sólo<br />

recuperar un conjunto de aprendizajes valiosísimos sobre la<br />

realidad, sino que también abriría paso a: entender, por un<br />

lado, la diversidad existente en la mismisidad intrínseca del<br />

ser, dando posibilidad a la construcción de otras formas de<br />

relación social que preponderen el respeto mutuo, al tiempo<br />

que confluyen múltiples resistencias a cualquier hecho o<br />

sistema que pretenda anularlas (en este caso el capitalismo);<br />

y permitir, por el otro lado, que tanto estudiantes como profesores<br />

recuperen su identidad y adscripción colectiva a partir<br />

del sentirse portadores de un bien social de disfrute colectivo,<br />

lo que generaría la resignificación de una existencia<br />

del ser, que dejará de basarse en la posesión de materiales<br />

ajenos a su historia personal y que emanan de necesidades<br />

ajenas al sí mismo, recuperando lo intrínseco diverso de sí.<br />

Es aquí precisamente donde la educación puede tener un papel<br />

transformador de la realidad, puesto que: “Educar y educarse<br />

es una de las maneras de sostener el tiempo, pero sostenerlo<br />

requiere seleccionar, desordenar el orden heredado,<br />

des-saturar el lenguaje” (Puiggrós, 2005, p. 86).<br />

Replantear la educación implica, de principio, exponer de<br />

nuevo las relaciones e interacciones que suceden dentro del<br />

proceso de enseñanza-aprendizaje, por ello la apuesta es incursionar<br />

en nuevas formas de encuentro entre educando y<br />

educadores, mismas que partan de reconocer al otro en su<br />

mismisidad, lo que implica reconocerse a uno a partir de lo<br />

que no es y poder experimentarse desde distintos lugares.<br />

Establecer puentes de diálogo intergeneracional que le permitan<br />

a unos y otros mirarse a partir de las experiencias y vivencias<br />

del otro que no es él; poder reconocerse en aquello que le<br />

es ajeno, ya sea lo subjetivo extrañando, o bien lo que se está<br />

22 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Hacia una recuperación del encuentro humano...<br />

por extrañar. Recordemos que “…experimentar significa necesariamente<br />

volver a acceder a la infancia como patria trascendental<br />

de la historia” (Agamben, en Puiggrós, 2005, p. 96).<br />

Es necesario no perder de vista el papel de las emociones en<br />

el proceso de enseñanza-aprendizaje, puesto que juegan al<br />

momento que sucede la relación y encuentro, interviniendo<br />

en el replanteamiento que de su entorno y realidad hacen<br />

tanto educandos como educadores, pues como lo menciona<br />

Marcela Gómez Sollano, especialista en el tema: “La afectividad<br />

permite reconocer en la interacción que algo de lo diferente<br />

confluye al conjunto” (Comunicación personal, 17 de<br />

abril de 2007).<br />

Finalmente debemos apostarle a que “La educación debe revincular<br />

la consciencia a la vida real” (Puiggrós, 1994, p. 44).<br />

Bibliografía<br />

Alonso Salas, J. (2012). Historia general de la educación. 1ª<br />

edición. Tlalnepantla: Red Tercer Milenio, S.C.<br />

De Puelles Benítez, M. (1993). Estado y educación en las sociedades<br />

europeas. Revista Iberoamericana de Educación, 1. Recuperado<br />

de https://rieoei.org/historico/oeivirt/rie01a02.htm<br />

Gómez Sollano, M. (2007, marzo). Saberes socialmente productivos<br />

en la relación educación-trabajo, saberes de integración<br />

y saberes pedagógicos. Disertación presentada en el Seminario<br />

“La formación de sujetos en América Latina”. México.<br />

Lázaro Pulido, M. (2018). Principios educativos de la educación<br />

occidental: la Edad Media. Revista Brasileira de<br />

Educação (23). Recuperado de https://dx.doi.org/10.1590/<br />

s1413-24782018230035<br />

López Guerra, S. y Flores, M. (2006). Las reformas educativas<br />

neoliberales en Latinoamérica. Revista Electrónica de<br />

Investigación Educativa, 8 (1). Recuperado de http://redie.<br />

uabc.mx/vol8no1/contenido-lopez.html<br />

Parra, H. (2006). El modelo educativo por competencias<br />

centrado en el aprendizaje y sus implicaciones en la formación<br />

integral del estudiante universitario. En el VI Congreso<br />

Internacional, Retos y Expectativas de la Universidad [on<br />

line]. Recuperado de http://www.congresoretosyexpectativas.udg.mx/Congreso%206/Eje%202/Ponencia_212.pdf<br />

Puiggrós, A. (1994). Imperialismo, educación y neoliberalismo<br />

en América Latina. México: Paidós.<br />

Puiggrós, A. (1997). La otra reforma. De la educación menenista<br />

al fin de siglo. Buenos Aires: Galerna.<br />

Puiggrós, A. (2005). De Simón Rodríguez a Paulo Freire. Educación<br />

para la integración Latinoamericana. Bogotá: Convenio<br />

Andrés Bello.<br />

Wallerstein, I. (1979). El moderno sistema mundial. Tomo I.<br />

México: Siglo XXI Editores.<br />

Zaccagnini, M. (s/f). Reformas educativas: espejismos de<br />

innovación. En OEI Revista Iberoamericana de Educación [on<br />

line]. Recuperado de http://www.rieoei.org/deloslectores/<br />

338Zaccagnini.pdf<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

23


El de la locura y el de la cordura son dos países limítrofes,<br />

de fronteras tan imperceptibles, que nunca puedes saber con seguridad<br />

si te encuentras en el territorio de la una o en el territorio de la otra.<br />

Arturo Graf (1848-1913)<br />

24 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay


Propuesta de<br />

intervención clínica<br />

en el tratamiento del trastorno límite de la personalidad<br />

desde el enfoque basado en la mentalización<br />

Leticia Castañón Anaya 1 y Carlos F. Soto Chico 2<br />

Resumen<br />

El trastorno límite de la personalidad es definido, por la Guía<br />

de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5 (2013),<br />

como: “Patrón dominante de inestabilidad de las relaciones<br />

interpersonales, de la autoimagen y de los afectos, e impulsividad<br />

intensa.”<br />

Los afectados con tal trastorno se caracterizan por tener relaciones<br />

personales inestables, y lo mismo sucede en cuanto a<br />

su comportamiento inestable. Con frecuencia, en sus historias<br />

de vida se encuentran carencias en los cuidados durante<br />

la niñez, por lo que en su vida adulta suelen experimentar una<br />

sensación de vacío, además de momentos en que se sienten<br />

furiosos y con gran necesidad de atención.<br />

En este trabajo se propone un enfoque basado en la mentalización<br />

como técnica terapéutica en pacientes con trastorno<br />

límite de la personalidad, con quienes se tiene que trabajar<br />

su capacidad de mentalizar, a fin de lograr un sentido del yo,<br />

de la identidad, más fuerte y seguro.<br />

Palabras clave: Personalidad límite, diagnóstico, intervención,<br />

tratamiento, mentalización.<br />

Abstract<br />

Borderline personality disorder is defined by the DSM-5 (2013)<br />

Diagnostic Criteria Reference Guide as: “Dominant pattern of<br />

instability of interpersonal relationships, self-image and affect,<br />

and intense impulsivity.”<br />

Those affected with such a disorder are characterized by having<br />

unstable personal relationships, and the same happens in terms<br />

of their behaviour, unstable. Frequently, in their life histories,<br />

they are lacking in the cares during the childhood, reason<br />

why in their adult life they usually experience a sensation of<br />

emptiness, in addition to moments in which they feel furious<br />

and with great need of attention.<br />

This paper proposes an approach based on mentalization as a<br />

therapeutic technique in patients TLP, with whom they must<br />

work their capacity of mentalizing, to achieve a sense of self,<br />

identity, stronger and safer.<br />

Key words: Personality limit, diagnosis, intervention, treatment,<br />

mentalization.<br />

1<br />

Licenciatura en Derecho y Psicología, Maestría en Procuración y Administración de Justicia, estudiante de la Maestría en Psicoterapia Dinámica, Universidad La Salle<br />

Cuernavaca. 21 años de trayectoria como agente del Ministerio Público en la Fiscalía del Estado de Morelos. Psicóloga en consulta privada. letty05033@gmail.com<br />

2<br />

Académico. Profesor de la Maestría en Psicoterapia Dinámica, Universidad La Salle Cuernavaca. c.sotochico@gmail.com<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

25


Introducción<br />

El trastorno límite de la personalidad afecta la vida del<br />

paciente en su ámbito familiar, laboral y social, específicamente<br />

vulnera su forma de ser y la manera en que<br />

afronta los problemas cotidianos.<br />

Se les identifica por ser inestables en su comportamiento<br />

y en sus relaciones interpersonales. Posturas del corte<br />

psicodinámico, como la de Mann, se pronuncian en el<br />

sentido de que son sujetos que, en muchos de los casos,<br />

les cuesta relacionarse con los otros y no logran mantener<br />

relaciones afectivas significativas.<br />

El enfermo fronterizo es un alienado, dado que sufre<br />

una real incapacidad para relacionarse, como individuo<br />

con una peculiar e insustituible identidad, con otra<br />

persona. Se halla privado, en grados de profundidad<br />

variable y desde un periodo temprano de su vida, de<br />

la capacidad de mantener las relaciones afectivas que<br />

dan a la existencia cierto grado de sentido y de placer<br />

interno, y que reducen al mínimo la tristeza y el sufrimiento<br />

que, dentro de ciertos límites, existen en todas<br />

las personas. (Mann, en Coderch, 2007, p. 316)<br />

Los síntomas y signos asociados a este trastorno son,<br />

entre otros: conductas suicidas, automutilaciones, autolesiones.<br />

Por otra parte, la impulsividad es algo recurrente,<br />

constante, por lo que la promiscuidad y el abuso de<br />

sustancias psicoactivas pueden estar presentes.<br />

Guala señala algunos datos estadísticos:<br />

• A uno de cada 100 pacientes psiquiátricos le corresponde<br />

el diagnóstico fronterizo.<br />

• Tres cuartos de los pacientes diagnosticados con<br />

trastornos borderline de la personalidad son mujeres.<br />

26 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

Imagen de Gerd Altmann en Pixabay


Propuesta de intervención clínica...<br />

• El riesgo de suicido es en ellos 50 veces mayor que en<br />

la población general.<br />

• El abuso de sustancias tóxicas es nueve veces mayor<br />

que en el resto de los sujetos que consultan.<br />

• La coexistencia de trastornos alimenticios o trastornos<br />

del ánimo es mayor que en la población general de<br />

pacientes psiquiátricos. (Guala, en Fossa, 2010, p. 36)<br />

Las personas con una personalidad límite, fronteriza o limítrofe<br />

también se enfrentan con la dificultad de ser diagnosticados<br />

de manera temprana o pronta, así como con el<br />

encuentro y aplicación de un tratamiento multidisciplinario<br />

que les ayude, tanto a él como a su entorno conformado por<br />

sus más allegados a obtener una mejor calidad de vida.<br />

Bateman y Fonagy (Sánchez-Quintero, S. y De la Vega, I.,<br />

2013), fundadores de la psicoterapia basada en la mentalización,<br />

ponen el acento en la capacidad de la mentalización<br />

como variable fundamental a la hora de entender y abordar<br />

la patología borderline.<br />

En este trabajo se abordará cuáles son los criterios para el<br />

diagnóstico del trastorno límite de la personalidad y la propuesta<br />

psicoterapéutica por la mentalización.<br />

Definición de trastorno límite de la personalidad<br />

El término trastorno límite de la personalidad o trastorno<br />

borderline (en inglés) se hizo oficial en la década de los ochenta<br />

del siglo pasado, al ser incluido entre los trastornos del eje<br />

II del DSM-IV (2000). La definición del concepto de trastorno<br />

límite de la personalidad que manejaba dicho Manual era la<br />

de inestabilidad en las relaciones interpersonales, la imagen<br />

del yo y los afectos, así como una marcada impulsividad.<br />

Se llama “límite” porque desde el punto de vista diagnóstico<br />

nosológico, es un puente de unión entre la psicosis y la neurosis,<br />

hasta entonces entendidas como dos formas que se excluían<br />

entre sí; se pudo observar en estos pacientes síntomas<br />

psicóticos y síntomas neuróticos: puente este que fortificaría<br />

la idea de la nosología como un continuum frente a la idea de<br />

entidades nosológicas fijas y estables.<br />

El principio evolutivo de la continuidad genética en el desarrollo<br />

de la personalidad sería aplicable también a la psicopatología<br />

intercalando esta patología transicional entre la<br />

posición esquizoparanoide, de funcionamiento primitivo y<br />

psicótico, y la posición depresiva, de funcionamiento neurótico,<br />

o sea, más integrado y menos psicótico. (Hernández,<br />

2013, p. 327)<br />

¿Es o no un paciente neurótico?, ¿es o no un paciente psicótico?<br />

Coderch (2007) señala que se trata de un cuadro de difícil<br />

clasificación, que por unos es considerado como una entidad<br />

nosológica, otros como un síndrome, otros más como una<br />

forma mixta de neurosis y psicosis, y finalmente, otros lo señalan<br />

como un cajón de sastre en qué alojar a los enfermos<br />

inetiquetables.<br />

Se puede definir al trastorno límite de la personalidad como<br />

un síndrome caracterizado por la presencia de un nivel constante<br />

de ansiedad que no se alivia con la estructuración de<br />

un sistema defensivo regularmente estable, al contrario de<br />

lo que suele ocurrir en los síndromes psicopatológicos clásicos.<br />

Debido a esta incapacidad para organizar un sistema<br />

defensivo mínimamente estable y satisfactorio, los síntomas<br />

son diversos, variables e irregulares, siendo lo más constante<br />

una cierta organización caracterológica basada en la inestabilidad<br />

y en la que destacan la intensidad de las respuestas<br />

afectivas, desproporcionadas con frecuencia a las situaciones<br />

relacionales que las provocan y teñidas de un fuerte componente<br />

agresivo, así como la tendencia a la búsqueda de descargas<br />

inmediatas de la tensión emocional, que al paciente le<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

27


Propuesta de intervención clínica...<br />

es muy difícil de contener y que se expresa clínicamente en<br />

forma de actuaciones.<br />

La ansiedad distintiva del paciente limítrofe es la ansiedad<br />

de separación:<br />

Las regresiones sintomáticas se producen especialmente en<br />

situaciones de separación y pérdida, que pueden ir desde la<br />

pérdida temporal de vínculos emocionales simbólicamente<br />

significativos para el paciente hasta la pérdida real de<br />

un ser próximo o la separación de un terapeuta que se va<br />

temporalmente de vacaciones, por ejemplo. Las ansiedades<br />

son depresivas y también, alternativa o simultáneamente<br />

esquizoparanoides (persecutorias y hasta puntualmente<br />

catastróficas), en una sorprendente combinación. (Hernández,<br />

2013, p. 330)<br />

Desde el punto de vista psicodinámico, de acuerdo con Hernández<br />

(2013), la intensidad de las reacciones afectivas genera<br />

fácilmente regresiones profundas y transitorias durante las<br />

cuales pueden manifestarse fenómenos de apariencia psicótica<br />

debido a la activación de estructuras psicodinámicas primitivas<br />

o arcaicas, que suponemos fundamentalmente idénticas<br />

a las que se manifiestan en la psicosis pero que son pasajeras<br />

y evanescentes, por lo que no cumplen el criterio de duración<br />

mínima que se exige para el diagnóstico clínico de psicosis.<br />

Coderch (2007), al respecto, señala que los fronterizos constituyen<br />

un grupo homogéneo caracterizado por el desarrollo<br />

en las primeras etapas de la infancia, de una deficiente y<br />

distorsionada relación de objeto. Esto es equivalente a decir<br />

que el término “fronterizo” designa no un diagnóstico sintomático<br />

sino estructural y que, por tanto, este diagnóstico<br />

no puede realizarse por el simple estudio de los síntomas,<br />

sino únicamente mediante la comprensión de las relaciones<br />

transferenciales establecidas en el tratamiento psicoanalítico<br />

o en una psicoterapia analíticamente orientada.<br />

Helen Deutsch (Coderch, 2007) denominó a la personalidad<br />

en estudio como una personalidad “como si”, incluyendo<br />

bajo este término una clase de sujetos que superficialmente<br />

parecen normales, pero que carecen de sentimientos genuinamente<br />

auténticos. Son capaces de establecer relaciones,<br />

sin embargo están basadas más en la identificación que en<br />

el amor, de manera que sus relaciones de objeto muestran<br />

una tonalidad infantil que corresponde a la tendencia a imitar.<br />

Su sentido de identidad es tomado, como de prestado,<br />

de las personas con las que se relacionan, por lo que su vida<br />

emocional carece de autenticidad. Aunque no todos los enfermos<br />

fronterizos pueden catalogarse estrictamente como<br />

personalidades “como si”, la forma de las relaciones de objeto<br />

y los conflictos acerca de la propia identidad constituyen<br />

siempre un rasgo fundamental en todos ellos.<br />

Etiología del trastorno límite de la personalidad<br />

De acuerdo con Caballo, los factores etiológicos de la personalidad<br />

limítrofe se pueden categorizar en dos grupos, basados<br />

en su naturaleza medioambiental o constitucional.<br />

Referente a los posibles factores causantes de índole<br />

medioambiental están:<br />

1. La separación o pérdida parental: que si bien presenta<br />

un índice alto de prevalencia, no es suficiente para<br />

ser una causa determinante por sí misma, “entre un<br />

37% y un 64% de los pacientes límite informan haber<br />

vivido importantes separaciones o pérdidas en la<br />

infancia” (Caballo, 2004, p. 151).<br />

2. Implicación parental alterada: aunque no hay datos<br />

del todo concretos, por la propia naturaleza del trastorno<br />

es algo común tener relaciones turbulentas y<br />

alteradas con uno o con ambos padres por igual.<br />

3. Los abusos en la infancia: para el autor es un factor<br />

común en la historia de muchos pacientes con trastorno<br />

límite de la personalidad la presencia de episo-<br />

28 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Propuesta de intervención clínica...<br />

dios recurrentes de abusos, desde negligencia hasta<br />

el abuso sexual, pasando por el abuso físico verbal o<br />

psicológico (Caballo, 2004).<br />

Por otro lado, entre los factores de constitución se encuentran:<br />

1. Historia familiar de trastornos psiquiátricos: donde<br />

se ve que a partir de las investigaciones realizadas:<br />

“Quizá lo más importante es que se ha hallado que el<br />

trastorno es significativamente más común entre los<br />

familiares de pacientes límite que entre los individuos<br />

control” (Caballo, 2004, p. 152).<br />

2. Aspectos temperamentales: donde se asocian un alto<br />

nivel de neuroticismo, alto nivel de búsqueda de novedad<br />

y alto nivel de evitación del daño.<br />

3. Disfunciones neurobiológicas y/o bioquímicas: en<br />

este punto, los datos se han mostrado incongruentes,<br />

por lo que no se puede destacar una primacía de<br />

algún tipo de disfunción neurológica o desregulación<br />

bioquímica que sea fundante en el trastorno (Caballo,<br />

en Machado, 2015, pp. 19-20).<br />

Diagnóstico del trastorno límite de la personalidad<br />

La Guía de consulta de los criterios diagnósticos del DSM-5<br />

(2013) señala que este tipo de trastorno inicia en las primeras<br />

etapas de la edad adulta y que se caracteriza por cinco (o<br />

más) de los siguientes hechos:<br />

1. Esfuerzos desesperados para evitar el desamparo real<br />

o imaginado. 3<br />

2. Patrón de relaciones interpersonales inestables e intensas<br />

que se caracteriza por una alternancia entre los<br />

extremos de idealización y de devaluación.<br />

3. Alteración de la identidad: inestabilidad intensa y<br />

persistente de la autoimagen y del sentido del yo.<br />

4. Impulsividad en dos o más áreas que son potencialmente<br />

autolesivas (por ejemplo: gastos, sexo, drogas,<br />

conducción temeraria, atracones alimentarios). 4<br />

5. Comportamiento, actitud o amenazas recurrentes de<br />

suicidio, o comportamiento de automutilación.<br />

6. Inestabilidad afectiva debido a una reactividad notable<br />

del estado de ánimo (por ejemplo: episodios<br />

intensos de disforia, irritabilidad o ansiedad que generalmente<br />

duran unas horas y, rara vez, más de unos<br />

días).<br />

7. Sensación crónica de vacío.<br />

8. Enfado inapropiado e intenso, o dificultad para controlar<br />

la ira (por ejemplo: exhibición frecuente de genio,<br />

enfado constante, peleas físicas recurrentes).<br />

9. Ideas paranoides transitorias relacionadas con el estrés<br />

o síntomas disociativos graves (American Psychiatric<br />

Association, 2013, p. 364).<br />

Definición de la mentalización<br />

Mentalizar tiene que ver con el ubicar los estados mentales<br />

de uno mismo y de los otros, y a partir de ahí explicar la conducta,<br />

teniendo en cuenta los pensamientos, sentimientos,<br />

creencias y deseos, conscientes e inconscientes, que determinan<br />

lo que hacemos.<br />

La mentalización es una actividad mental imaginativa<br />

consciente y preconsciente. Es imaginativa porque tenemos<br />

que imaginar lo que el otro está pensando o sintiendo.<br />

No es homogénea porque la historia de cada persona y su<br />

capacidad para imaginar puede producir diferentes conclusiones<br />

acerca de los estados mentales de otros. (Fonagy,<br />

2015, p. 13)<br />

3<br />

No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el criterio 5.<br />

4<br />

No incluir el comportamiento suicida ni de automutilación que figuran en el criterio 5.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

29


Propuesta de intervención clínica...<br />

Mentalizar significa que se es capaz de verse a sí mismo desde<br />

afuera, y ver a los otros desde adentro. Tener en mente<br />

la mente de los demás, ser consciente de la mente de los<br />

demás.<br />

La mentalización se define como la capacidad de atribuir<br />

a otros y de reconocer en sí mismo estados mentales en<br />

términos de pensamientos, deseos, intenciones, etcétera, y<br />

de darse cuenta de que no siempre el comportamiento es<br />

equivalente al estado mental (Fonagy, Steele, Leigh, Kennedy,<br />

Mattoon y Target, 1995b). La capacidad de mentalizar<br />

permite reflexionar, predecir y dar sentido a los propios<br />

sentimientos y conductas, lo mismo que a los de los otros, y<br />

se desarrolla básicamente en tres fases: se inicia con el reconocimiento<br />

de las intenciones en términos de la conducta<br />

de manera teleológica, luego hay atribución de emociones<br />

en términos de displacer-placer y, finalmente, integra reflexiones<br />

y atribuciones de estados mentales propios y de<br />

otros, teniendo en cuenta cómo éstos se influyen mutuamente<br />

y afectan la interacción. Esta función reflexiva, o<br />

capacidad mentalizante, es un proceso que puede ser automático<br />

e inconsciente (Fonagy, 1999). (Mesa, A. y Gómez,<br />

A., 2010, p. 842)<br />

El tratamiento del trastorno límite de la personalidad<br />

basado en la mentalización<br />

Como Fonagy (2015) lo indica, en las intervenciones basadas<br />

en la mentalización no se trata de ayudar al paciente a tener<br />

una mejor capacidad de insight, ni se pretende tampoco<br />

recurrir a los recuerdos reprimidos, ni tampoco se pretende<br />

reformar sus cogniciones, su mundo mental. Lo que la mentalización<br />

procura es entender los estados internos de dicho<br />

paciente, a fin de ayudarlo a mentalizar la situación en que<br />

se encuentra.<br />

La terapia basada en la mentalización parte de la idea de que<br />

el trastorno límite de la personalidad se debe a una modificación<br />

en el desarrollo del apego, que origina la incapacidad<br />

de entender los estados mentales propios y el de los demás,<br />

es decir, inhabilita la función de mentalización.<br />

Según lo establece la Guía práctica clínica sobre trastorno<br />

límite de la personalidad:<br />

El objetivo de la intervención es aumentar la<br />

capacidad de autorreflexión del paciente.<br />

En la hospitalización parcial orientada psicoanalíticamente,<br />

el tratamiento tiene lugar<br />

en el contexto de un hospital de día y abarca<br />

muchos componentes: terapia individual semanal,<br />

terapia analítica grupal, tres veces por<br />

semana, terapia expresiva con psicodrama, cada<br />

semana, y una reunión comunitaria semanal, durante<br />

un máximo de 18 meses. El método se ha desarrollado más<br />

recientemente para su uso en entornos ambulatorios. (Grupo<br />

de trabajo de la Guía clínica sobre trastorno límite de la<br />

personalidad, 2011, p. 123)<br />

30 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

Fotografía: Pixabay


Propuesta de intervención clínica...<br />

Por su parte, Fonagy (2015) nos indica que la calidad de la<br />

mentalización cambia en el trastorno límite de la personalidad<br />

en relación con el contexto interpersonal del paciente,<br />

que por consiguiente el terapeuta debe estar revisando varios<br />

parámetros de la calidad de la mentalización, entre ellos:<br />

el nivel de excitación emocional, la intensidad del apego y la<br />

necesidad de evitar la amenaza cuando percibe la hostilidad<br />

del otro.<br />

Las intervenciones serán simples, siempre enfocadas en las<br />

emociones, y al mismo tiempo deberá tratarse de una técnica<br />

previamente organizada.<br />

El tratamiento se estructura en tres grandes fases, cada una<br />

con su propio objetivo y procesos específicos (Bateman y<br />

Fonagy, 2006). En la primera fase (“fase inicial”) se intenta<br />

lograr que el paciente se involucre en el tratamiento. En ella,<br />

se evalúa la capacidad de mentalización del paciente mediante<br />

el análisis conjunto de las relaciones interpersonales<br />

del paciente y explorando atentamente cómo relata los<br />

eventos situacionales pasados y presentes, los sentimientos<br />

y pensamiento que el paciente tuvo, los estados mentales<br />

atribuidos al otro, cómo entiende los propios actos y en el<br />

caso de sospechar que el paciente esté “pseudo-mentalizado”,<br />

se puede recurrir a preguntas que los autores llaman<br />

“contrafactuales” (en las que se le pide que contemple una<br />

idea totalmente opuesta a la que estaba considerando) y<br />

observando la flexibilidad con la que responde a la misma.<br />

Asimismo, se analiza el patrón de relaciones interpersonales<br />

que el paciente suele establecer; concluye con la formulación<br />

del caso. En la fase media tiene lugar el trabajo<br />

más duro para el paciente, pues incluye terapia individual<br />

y grupal encaminada a trabajar la mentalización (mediante<br />

técnicas específicas, de profundidad creciente) mientras el<br />

terapeuta debe luchar por controlar la contratransferencia<br />

y mantener la alianza terapéutica. Durante la fase final (generalmente<br />

tras 12-18 meses) se prepara al paciente para<br />

la finalización del tratamiento intensivo, trabajando los<br />

sentimientos de pérdida y el mantenimiento de los logros.<br />

(Bateman y Fonagy, en Sánchez-Quintero, S. y De la Vega,<br />

I., 2013, p. 28)<br />

En la actualidad, a nivel internacional, es alta la incidencia<br />

de pacientes con el trastorno límite de la personalidad. Presenta<br />

una prevalencia en población general del 1 al 2%, del<br />

11 al 20% en población clínica psiquiátrica, el 20% de hospitalizados;<br />

y en relación con la distribución por sexos, es más<br />

frecuente entre las mujeres (3:1) respecto a los varones. El<br />

diagnóstico suele elaborarse antes de los 40 años (Espinosa,<br />

J., Blum B. y Romero, M. P., 2009, p. 319).<br />

El trastorno límite de personalidad se concibe como un modelo<br />

duradero de la percepción, de la forma de relación y de<br />

la forma del pensamiento, sobre el medio ambiente y sobre sí<br />

mismo, habiendo problemas diversos que tienen que ver con<br />

la autoimagen y la conducta interpersonal:<br />

marcada por inestabilidad en sus relaciones e impulsividad<br />

en sus acciones, que más tarde pueden reconocer como<br />

irracionales. También se destaca la inestabilidad en sus estados<br />

de ánimo, donde los rasgos más predominantes son<br />

la intensidad de las reacciones emocionales, pasando de un<br />

estado depresivo a uno marcado por intensa ira o ansiedad.<br />

(Torres, 2007, p. 312)<br />

Los individuos afectados con el trastorno límite de la personalidad<br />

tienen dificultades para manejar sus emociones e impulsos<br />

en relación con las otras personas. El trastorno puede<br />

ser muy doloroso para la persona afectada, y a menudo para<br />

su familia y amigos.<br />

Para establecer el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad,<br />

de acuerdo con la propuesta de Beck y Freeman<br />

(en Torres, 2007, p. 313), deberán incluirse otras caracterís-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

31


Fotografía: Pablo Martínez Lacy<br />

ticas para la identificación de dichos pacientes, aunque no<br />

pretende añadirlas como criterios diagnósticos adicionales.<br />

Dentro de dichas características se encuentra la presentación<br />

de síntomas, las relaciones interpersonales y los patrones de<br />

pensamiento.<br />

De esta forma, el profesional tendría que basarse en los marcadores<br />

del trastorno observados por la Psiquiatría y la Psicología<br />

Clínica, así como en las experiencias declaradas por<br />

el paciente.<br />

Entonces, ¿qué hacer ante esta problemática de salud mental?<br />

Difundir todos los conocimientos que se tienen de este<br />

trastorno. Es fundamental para facilitar un diagnóstico precoz<br />

y no demorar la aplicación de la terapia adecuada. Los<br />

diversos síntomas aparecen a menudo en la infancia, pero es<br />

durante la adolescencia cuando el trastorno se manifiesta en<br />

toda su magnitud. Esto dificulta su diagnóstico, pues muchas<br />

veces el médico achaca los motivos de la consulta a los problemas<br />

propios de la edad. De ahí la necesidad de una mayor<br />

información y capacitación entre los médicos y demás especialistas<br />

involucrados, incluidos los de atención primaria.<br />

Al tratarse de un trastorno que afecta la manera de ser y a<br />

la forma de afrontar los problemas cotidianos, el trastorno<br />

borderline requiere una terapia continuada y multidisciplinar,<br />

con tratamiento farmacológico incluido. El ingreso psiquiátrico<br />

es sólo una medida ante una situación de crisis que soluciona<br />

un problema puntual. Paciente, psicólogo, psiquiatra<br />

y familiares están trabajando de manera multidisciplinaria.<br />

En la terapia basada en la mentalización, la mente del paciente<br />

es el punto rector del tratamiento, y como estrategias<br />

para lograr el objetivo de trabajar con la mente de aquel, se<br />

pueden citar las siguientes:<br />

a. Favorecer la mentalización: para ello, el terapeuta debe<br />

tratar de mantenerse en una posición “mentalizadora”,<br />

reflexionando sobre la relación entre los eventos externos<br />

(lo que el paciente dice o hace) y los estados mentales<br />

internos que pueden inferirse de ellos, así como<br />

sobre sus propios estados internos. En la relación con<br />

el paciente, el terapeuta debe tratar de mantenerse en<br />

el “aquí y ahora” de la relación terapéutica, favoreciendo<br />

que el paciente explore e identifique las emociones<br />

asociadas.<br />

b. Tender puentes entre los vacíos: existe un “vacío” entre<br />

la experiencia afectiva primaria y su representación<br />

en los pacientes con el trastorno límite de personalidad,<br />

que da lugar a su característica impulsividad. Se<br />

trata de favorecer los procesos reflexivos, ayudando al<br />

paciente a que integre las experiencias y les dé un significado,<br />

para que pueda acomodarlas a su narrativa.<br />

No se trata de darle interpretaciones complejas, sino<br />

32 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Propuesta de intervención clínica...<br />

de revelarle cómo el terapeuta cree que el paciente<br />

está viviendo la relación terapéutica. El objetivo es que<br />

el paciente sienta que su mente está siendo explorada<br />

por otra mente, que sienta que el terapeuta tiene “su<br />

mente en mente”. La relación será vista como un “lugar”<br />

en el que se puede “jugar con las ideas”.<br />

c. Trabajar con estados mentales actuales: no centrarse<br />

en el pasado continuamente, sino tratar de dilucidar<br />

cómo los estados mentales actuales pueden estar<br />

siendo influidos por los eventos pretéritos. Hay que reorientar<br />

todas las emociones fuertes relacionadas con<br />

el pasado hacia el presente, para aprender a manejarlas<br />

en el aquí y el ahora.<br />

d. Tener en cuenta los déficits del paciente: en ocasiones,<br />

los pacientes parecen funcionar adecuada y sofisticadamente.<br />

Sin dejar de fijarnos en sus potencialidades,<br />

es importante tener en cuenta sus dificultades para<br />

evitar, por ejemplo, violaciones de los límites o interpretaciones<br />

inadecuadas por parte del paciente (Bateman<br />

y Fonagy, en Sánchez-Quintero, S. y De la Vega,<br />

I., 2013, p. 29).<br />

Así también, la intervención basada en la mentalización ofrece,<br />

como tratamiento, el desarrollo de la autorregulación de<br />

los pacientes mediante terapia de grupo de tipo psicodinámico<br />

y psicoterapia individual en un contexto de comunidad<br />

terapéutica, hospitalización parcial o ambulatoria; y en la que<br />

el enfoque principal sea el de las emociones, la mente del<br />

paciente, no sus acciones.<br />

Por otro lado, la terapia familiar en casos de pacientes limítrofes,<br />

ha adquirido mayor realce en los últimos años. Así, las<br />

intervenciones de dicho corte no tan sólo centran su atención<br />

en la persona afectada, sino también en la trama relacional<br />

en el que éste se implica o involucra.<br />

Dentro de las propuestas de intervención psicoeducativa<br />

dirigidas a familiares de pacientes con TLP, se encuentra el<br />

programa family connections, que se basa en las estrategias<br />

de la TDC adaptadas para su aplicación con las familias.<br />

Esta intervención grupal, definida mediante manual, se estructura<br />

en 12 sesiones en las que se ofrece: (1) información<br />

actual sobre el TLP, (2) habilidades de afrontamientos<br />

personales, (3) habilidades para mejorar las relaciones en la<br />

familia, y (4) oportunidades para construir una red de apoyo<br />

para los familiares. (Grupo de trabajo de la Guía clínica<br />

sobre trastorno límite de la personalidad, 2011, p. 131)<br />

A modo de reflexión, se considera necesario obtener recursos<br />

para la creación de centros de atención, que vayan desde<br />

centros de día, programas de psicoterapia ambulatoria,<br />

centros de ingreso específicos y programas de apoyo a las<br />

familias. Las administraciones públicas deben abordar el<br />

trastorno límite de personalidad como un problema de salud<br />

de considerable importancia.<br />

Si bien el tratamiento no cura la enfermedad, lo cierto es que<br />

mejora sustancialmente la calidad de vida del paciente y de<br />

su entorno, y permite que las recaídas sean menos frecuentes.<br />

Finalmente, como recomendación, el terapeuta deberá crear<br />

una adecuada alianza terapéutica con el paciente, a fin de<br />

obtener información que sirva a la hora de establecer un vínculo<br />

y con el cual se facilite la implicación en el tratamiento.<br />

Es importante también, forjar la autonomía y participación<br />

del paciente en la toma de decisiones y resolución de problemas,<br />

aunada a la colaboración de la familia en el proceso.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

33


Propuesta de intervención clínica...<br />

Bibliografía<br />

American Psychiatric Association. (2000). Manual de diagnóstico<br />

y estadísticas de desórdenes mentales. 4ª edición<br />

revisada. Washington, DC: American Psychiatric Publishing.<br />

American Psychiatric Association. (2013). Guía de consulta<br />

de los criterios diagnósticos del DSM-5. Arlington, VA:<br />

American Psychiatric Publishing.<br />

Bateman, A. y Fonagy, P. (2015). Tratamiento basado en la<br />

mentalización para el trastorno límite de la personalidad.<br />

Una guía práctica. Desclée De Brouwer.<br />

Coderch, J. (2007). Psiquiatría dinámica. España: Herder.<br />

Espinosa, J., Blum B. y Romero, M. P. (2009). Riesgo y letalidad<br />

suicida en pacientes con trastorno límite de la<br />

personalidad (TLP), en un hospital de psiquiatría. Salud<br />

mental, 32(4), 317-325. México. Recuperado de http://<br />

www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S018533252009000400007&lng=es&tlng=es.<br />

límite de la personalidad. Barcelona: Agencia d’Informació,<br />

Avaluació i Qualitat en Salut.<br />

Hernández, V. (2013). Las psicosis. Sufrimiento mental y<br />

comprensión psicodinámica. España: Herder.<br />

Machado, B. (2015). Más allá de los límites: la alianza terapéutica<br />

en la Terapia Dialéctico-Conductual. Monografía.<br />

Uruguay: Universidad de la República. Facultad de Psicología.<br />

Mesa, A. y Gómez, A. (2010). La Mentalización como estrategia<br />

para promover la Salud Mental en bebés prematuros.<br />

Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud,<br />

8(2), 835-848. Colombia.<br />

Sánchez-Quintero, S. y De la Vega, I. (2013). Introducción<br />

al tratamiento basado en la mentalización para el trastorno<br />

límite de la personalidad. Revista Acción Psicológica, 10(1):<br />

21-31. España.<br />

Fonagy, P. (2015). Uso de la mentalización en el proceso<br />

psicoanalítico. Ciencias Psicológicas, 9(2), 179-196.<br />

Fossa, P. (2010). Organización limítrofe de personalidad.<br />

Revista de Psicología GEPU, 1(1), 32-52. Santiago de Chile.<br />

Torres, T. (2007). Trastorno límite de la personalidad: tratamiento<br />

desde un enfoque cognitivo conductual. Cuadernos<br />

de Neuropsicología, 1(3), 311-320. Chile. Recuperado de<br />

http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-41232007000300014&lng=pt&tlng=es.<br />

Graf, A. (1848-1913). España. Recuperado de https://www.<br />

literato.es/p/OTE3NQ/<br />

Grupo de trabajo de la Guía clínica sobre trastorno límite<br />

de la personalidad. Fórum de salud mental y AIAQS, coordinadores.<br />

(2011). Guía de práctica clínica sobre trastorno<br />

<strong>34</strong> Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Nacimiento del vínculo<br />

afectivo temprano<br />

y su relación en el establecimiento de relaciones<br />

objetales en la etapa adulta<br />

Tatiana Cruz Pérez 1 y Carlos F. Soto Chico 2<br />

Fotografía: Pixabay<br />

Resumen<br />

El presente artículo aborda aspectos generales del esbozo<br />

histórico de las aportaciones psicoanalíticas, enfocadas al estudio<br />

del vínculo temprano y su repercusión en las relaciones<br />

objetales en la etapa adulta, en especial a las personalidades<br />

histéricas, las personalidades infantiles y las personalidades<br />

narcisistas. Es importante tomar en cuenta que en el transcurso<br />

del tiempo dichas aportaciones han sido enriquecidas<br />

con nuevos enfoques, derivados del cambio biológico, social,<br />

económico, cultural, en el individuo.<br />

Abstract<br />

This article deals with general aspects of the historical outline,<br />

of the Psychoanalytic contributions focused on the study of<br />

the early bond and its repercussion in the object relations in<br />

the adult stage. It is important to take into account that in the<br />

course of time these contributions have been enriched with<br />

new approaches, derived from biological, social, economic,<br />

and cultural change in the individual.<br />

1<br />

Estudiante de la Maestría en Psicoterapia Dinámica, Universidad La Salle Cuernavaca. Egresada de la Licenciatura en Psicología en Universidad La Salle Cuernavaca.<br />

Labora en el Centro Asistencial del Adulto Mayor del Sistema DIF Morelos, atendiendo a población de alta vulnerabilidad. Psicóloga adscrita, brinda apoyo terapéutico<br />

individual y grupal. Contacto: tatiana.cruz1812@hotmail.com<br />

2<br />

Académico. Profesor de la Maestría en Psicoterapia Dinámica de Universidad La Salle Cuernavaca. c.sotochico@gmail.com<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

35


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

En el proceso de aprendizaje psicoterapéutico, debemos tomar<br />

en cuenta que el ser humano ha evolucionado en conjunto<br />

con su sociedad y que diversas formas de interacción<br />

han cambiado de acuerdo al contexto en el que el individuo<br />

se desenvuelve; es por ello la relevancia de tomar en cuenta<br />

las nuevas aportaciones del psicoanálisis, ya que no sólo<br />

los individuos cambiamos, al mismo tiempo las patologías<br />

conocidas se han ido modificando y es importante conocer<br />

nuevas herramientas que nos ayuden a su abordaje clínico<br />

de forma eficiente. El ser humano sigue siendo el objeto de<br />

estudio central en el ámbito psicoterapéutico, por lo tanto es<br />

necesario tener un panorama más amplio sobre su interacción<br />

con el otro y las repercusiones de éste.<br />

Palabras clave: Vínculo afectivo, vínculo primario, relaciones<br />

objetales, interacción, psicoanálisis, psicoterapéutico.<br />

In the process of psychotherapeutic learning, we must take<br />

into account that the human being has evolved, in conjunction<br />

with their society and that different forms of interaction have<br />

changed according to the context in which the individual<br />

develops, that is why the relevance of taking in account the<br />

new contributions for Psychoanalysis since not only individuals<br />

change, at the same time the known pathologies have been<br />

modified and it is important to know new tools that help us in<br />

their clinical approach in an efficient way.<br />

The human being continues to be the central object of study<br />

in the psychotherapeutic field, for this reason it is necessary to<br />

have a broader picture of their interaction with the other and<br />

the repercussions of it.<br />

Keywords: Affective bonds, primary bond, object relationships,<br />

interaction, psychoanalysis, psychotherapy.<br />

Introducción<br />

Este artículo tiene la intención de describir y profundizar en<br />

la relación que existe entre el establecimiento de los vínculos<br />

primarios y el estilo de relaciones objetales. Se sabe bien,<br />

dentro del ámbito clínico con enfoque psicoanalítico, la relevancia<br />

que tiene la interacción de la madre y el padre con<br />

el hijo en la primera infancia. Estas primeras interacciones<br />

de los padres con el nuevo ser, brindan en este último ciertas<br />

capacidades a desarrollar más adelante y le otorgan las herramientas<br />

necesarias para poder relacionarse con el exterior<br />

durante las diferentes etapas de su vida.<br />

Winnicott (1987) plantea que el desarrollo emocional temprano<br />

del bebé está relacionado con la capacidad de facilitación<br />

de la madre. De acuerdo a las aportaciones de corte<br />

psicoanalítico, como las que se mencionarán más adelante,<br />

refieren que una inadecuada vinculación afectiva puede trascender<br />

en el desarrollo de diversas patologías del individuo<br />

en etapas posteriores. Es por ello que se considera relevante<br />

el esbozo de las diferentes aportaciones teóricas para la<br />

mejor comprensión del adulto actual y la complejidad que<br />

deviene para algunos individuos, el relacionarse de forma socio-afectiva<br />

dentro de nuestro marco cultural y social actual.<br />

• El inicio<br />

Es importante considerar ciertos aspectos que repercuten en<br />

la interacción con el bebé, incluso antes de que éste haya<br />

nacido. De acuerdo a Brazelton (1993), el vínculo con un recién<br />

nacido se construye sobre relaciones previas, con un hijo<br />

imaginario y con el feto en desarrollo, fuerzas biológicas y<br />

ambientales que llevan al hombre y a la mujer al deseo de<br />

36 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

tener hijos y las fantasías que esto suscita, pueden considerarse<br />

como la prehistoria del vínculo.<br />

propia individualidad y experimentar un sentido de identidad<br />

diferenciado de la madre.<br />

Los nueve meses de embarazo brindan a los futuros padres<br />

la oportunidad de prepararse tanto psicológica como físicamente.<br />

Brazelton (1993) menciona que la preparación psicológica,<br />

tanto consciente como inconsciente, está entrelazada<br />

con las etapas físicas del embarazo de cada mujer.<br />

Winnicott (1987) hace hincapié en la importancia de sostener<br />

al bebé y, desde su observación, las madres tienen un<br />

sentido de responsabilidad, y si tienen a un bebé en brazos<br />

están comprometidas de un modo especial; los bebés son<br />

muy sensibles al modo en el que se les sostiene.<br />

En el proceso psicológico del embarazo son frecuentes el retraimiento<br />

emocional o la regresión a una actitud más dependiente<br />

respecto a otras personas de la familia. El futuro<br />

progenitor necesita retraerse o experimentar una regresión<br />

con el fin de reorganizarse para ingresar en su nuevo rol.<br />

De acuerdo a Winnicott (1986), cuando llega el momento<br />

del parto, la madre debe estar lista para crear un nuevo vínculo<br />

en un estado de entusiasmo, en el que las madres se<br />

vuelven capaces de calzarse los zapatos del bebé.<br />

• Primeras interacciones<br />

Brazelton (1990) comenta que la conducta del bebé y<br />

las respuestas propicias instintivas de los progenitores<br />

se combinan en el periodo inmediatamente posterior al<br />

nacimiento para estimular el desarrollo del vínculo entre<br />

ellos. Winnicott (1987) menciona que un bebé no puede<br />

existir solo, ya que es esencialmente parte de una relación.<br />

De acuerdo a esta aportación, se podría decir que un adulto<br />

no puede existir solo, sino que depende de sus relaciones<br />

más tempranas y el desarrollo de éstos, para conformarse en<br />

lo físico, afectivo y mental.<br />

Desde el punto de vista del bebé no existe nada más que él;<br />

al comienzo la madre es parte de él y es donde se produce<br />

lo que se denominaría la identificación primaria (Winnicott,<br />

1987). El apoyo del yo de la madre facilita la organización del<br />

yo del bebé. A la larga, el bebé se vuelve capaz de afirmar su<br />

Para Mahler (1995) es la continua disponibilidad emocional<br />

de la madre, lo que resulta esencial para que el yo autónomo<br />

del niño alcance su capacidad funcional óptima; madre serenamente<br />

disponible con un pronto abastecimiento de libido<br />

objetal. Asimismo, Mahler (1995), siguiendo con la aportación<br />

de Winnicott (1990), refiere pautas de la “conducta de<br />

sostenimiento” de las madres, las cuales menciona como<br />

organizadores simbióticos del nacimiento psicológico. Uno<br />

de los más esenciales es el amamantamiento. Esta actividad<br />

debe disfrutarse por ambas partes, no sólo como una acción<br />

alimentaria física sino también emocional; debe brindarse<br />

sosteniendo al bebé, sonreírle, hablarle, acunarlo.<br />

• Relevancia del vínculo temprano en relaciones<br />

adultas<br />

Doltó (1974) señala que, para el niño, la madre es el primer<br />

objeto de amor efectivo; desea conservar su afecto tierno y<br />

su admiración, tiene que hacer que su madre se sienta orgullosa<br />

de él y también su padre (secundario). De su relación<br />

con ella, depende el tono de sus emociones a través de las<br />

que tomará contacto con los nuevos objetos de amor.<br />

Como retoma Doltó (1974), el principio pulsional que<br />

apunta en la infancia a la excitación de numerosas zonas<br />

erógenas (todo el cuerpo puede llegar a ser sede),<br />

no difiere de aquel que, más tarde, se ligará a la vida sexual<br />

genital del adulto. No hay mejor criterio objetivo del<br />

desarrollo humano que el criterio afectivo, el comporta-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

37


miento del individuo en relación con los<br />

objetos de su amor.<br />

En este sentido, para el bebé el placer de<br />

la succión, independientemente de las<br />

necesidades alimentarias, es un placer<br />

autoerótico. Es el tipo de placer narcisista<br />

primario, autoerotismo original, en que<br />

el sujeto no tiene todavía la noción de un<br />

mundo diferenciado de él. El niño ama, al<br />

igual que a sí mismo, todo lo que se mete<br />

a la boca (pezón, biberón) y por extensión<br />

a la madre o sustituto, ligado al placer de<br />

succionar.<br />

De acuerdo a Mahler (1995), el narcisismo<br />

(primario y secundario), ambivalencia,<br />

sadomasoquismo, carácter oral o anal y<br />

triángulo edípico se relacionan simultáneamente<br />

con problemas de impulso y de<br />

relación objetal, ya que Mahler (1995) refiere<br />

que la relación objetal se desarrolla a<br />

partir del narcisismo simbiótico o primario<br />

del infante y se altera en paralelo con el<br />

logro de la separación y la individuación,<br />

como, a su vez, el funcionamiento del yo<br />

y el narcisismo secundario se desarrolla en<br />

la matriz de la relación narcisista y, más<br />

tarde, objetal con la madre.<br />

El logro cognitivo-afectivo de una consciencia<br />

de la separación es un prerrequisito<br />

de la verdadera relación objetal. La fase<br />

de separación-individuación es crucial respecto<br />

del yo y el desarrollo de las relaciones<br />

objetales; el temor característico de<br />

este periodo es la ansiedad de separación.<br />

38 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

Fotografía: Paulina Campos


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

Para Segal (2003), haciendo referencia a la aportación kleiniana<br />

de que la posición de la mente implica una configuración<br />

específica de las relaciones objetales, ansiedades<br />

y defensas, persistentes a lo largo de la vida, la forma de<br />

integración de las relaciones objetales durante la posición<br />

depresiva queda como base de la estructura de la personalidad.<br />

• Patologías en la etapa adulta<br />

Otto Kernberg (1979) hace una revisión del diagnóstico diferencial<br />

de las personalidades histéricas, las personalidades<br />

infantiles y las personalidades narcisistas, que, en su opinión,<br />

representan una secuencia en la cual la personalidad histérica<br />

es una típica neurosis caracterológica del “nivel superior”;<br />

la personalidad infantil corresponde al “nivel medio”, penetrando<br />

en la típica área fronteriza y la personalidad narcisista<br />

ocupa el “nivel inferior”, si bien suele ascender hasta el nivel<br />

medio de la secuencia. A continuación se describe:<br />

a) Personalidad histérica y personalidad infantil.<br />

Podríamos agrupar las principales constelaciones caracterológicas<br />

de las personalidades histéricas en relación con los<br />

siguientes rubros:<br />

los demás suele impresionar en apariencia como relativamente<br />

adecuado. El aferramiento de tipo infantil y la<br />

necesidad de constante proximidad se manifiestan selectivamente<br />

en ciertas relaciones, sobre todo en las heterosexuales,<br />

en cuyo contexto constituye una defensa<br />

regresiva contra los temores genitales.<br />

3. Combinación de tendencias a la dependencia y al exhibicionismo:<br />

La necesidad de ser amado, de erigirse en<br />

el centro de atención y de atracción, adquiere en las personalidades<br />

histéricas una significación más sexual, ya<br />

que las necesidades de dependencia de tipo oral, están<br />

ligadas con directas tendencias exhibicionistas de carácter<br />

genital. En la personalidad infantil, la necesidad de ser<br />

el centro de interés y atracción está menos sexualizada.<br />

4. Pseudohipersexualidad e inhibición sexual: La combinación<br />

de provocación sexual en un nivel superficial e<br />

inhibición sexual por debajo de ese nivel, tal como se refleja<br />

en la frigidez, es típica de la personalidad histérica.<br />

En la personalidad infantil los atractivos sexuales suelen<br />

ser más directos y menos sutiles; ponen de relieve una<br />

deficiente adaptación social y reflejan tendencias exhibicionistas<br />

y demandas de naturaleza oral, más que un<br />

acercamiento realmente sexualizado al sexo opuesto.<br />

1. Labilidad emocional: En la personalidad histérica, la<br />

pseudohiperemocionalidad es empleada como defensa<br />

destinada a reforzar la represión, se manifiesta con marcada<br />

intensidad en las áreas conflictivas (compromisos<br />

sexuales) y es típica resistencia transferencial. En las<br />

áreas no conflictivas, en cambio, estas personas presentan<br />

una relativa estabilidad emocional y sus reacciones<br />

suelen ser adecuadas. Por ejemplo, una mujer histérica<br />

que pasa de una crisis emocional a otra en sus relaciones<br />

con el marido, puede mostrarse notablemente estable y<br />

bien adaptada en su trabajo.<br />

2. Excesivo compromiso: El exagerado compromiso que<br />

asume la personalidad histérica en sus relaciones con<br />

La promiscuidad sexual es mucho menos frecuente entre las<br />

personalidades histéricas que entre una personalidad infantil.<br />

El carácter histérico muestra fuertes componentes edípicos<br />

en sus vínculos sexuales (por ejemplo, compromisos<br />

crónicos con hombres de edad avanzada o con quienes la<br />

relación no puede llegar a concretarse) y es capaz de mantener<br />

un vínculo estable con la pareja sexual, siempre que<br />

se satisfagan ciertos requisitos de tipo neurótico indispensables<br />

para la relación.<br />

En la personalidad infantil, por el contrario, la promiscuidad<br />

es más errática, y los vínculos objetales mucho menos estables.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

39


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

5. Tendencias competitivas y selectivas con hombres y<br />

mujeres: Las mujeres histéricas que compiten con hombres<br />

(para negar su inferioridad sexual) tienden a desarrollar<br />

a este respecto patrones caracterológicos estables;<br />

en la competencia con otras mujeres, la rivalidad edípica<br />

suele prevalecer sobre los demás orígenes de sus actividades<br />

competitivas. En la personalidad infantil, hay una<br />

rápida alternancia de intensos sentimientos positivos y<br />

negativos, o entre momentos de sometimiento e imitación<br />

infantil de los otros, por una parte, y por la otra, breves<br />

ratos de oposición empedernida.<br />

6. Rasgos masoquistas: La personalidad histérica pone de<br />

manifiesto mayor integración yoica y súperyoica, mayor<br />

extensión de las áreas libres de conflicto en las funciones<br />

y estructuras yoicas y predominio de los conflictos edípicos<br />

sobre los orales, si bien estos últimos también están<br />

presentes, sus conflictos sexuales son de origen genital<br />

más que pregenital.<br />

En contraste, en la personalidad infantil prevalecen los problemas<br />

genitales, sobre todo orales, hay una disminución de<br />

la capacidad de mantener relaciones objetales estables, y el<br />

fracaso de su barrera represiva da lugar a la aparición de primitivas<br />

fantasías sexuales polimorfas. Las personas de personalidad<br />

infantil son realmente incapaces de depender de<br />

los demás, lo cual está ligado con las graves distorsiones que<br />

sufren sus relaciones objetales internalizadas.<br />

b) Personalidad narcisista<br />

Existe un grupo de personas cuyo principal problema parece<br />

residir en su autoapreciación, en conexión con perturbaciones<br />

específicas de sus relaciones objetales. Todas las interacciones<br />

de estas personas con los demás, están referidas a<br />

sí mismos en medida inusual; tienen gran necesidad de ser<br />

amados y admirados, y se detecta en ellos una curiosa contradicción<br />

entre un concepto muy inflado de sí mismos y la<br />

desmedida necesidad de recibir el tributo de los otros.<br />

Su vida emocional carece de profundidad; experimentan escasa<br />

empatía por los sentimientos de las otras personas; en general<br />

sus relaciones con los demás tienen un carácter explotador.<br />

Es como si sintieran tener el derecho de controlar y poseer<br />

a los otros y de explotarlos sin culpa; bajo su aparente simpatía<br />

y encanto, es posible percibir una naturaleza fría y despiadada.<br />

Se considera con frecuencia que estas personas “dependen”<br />

de los demás por su gran necesidad de recibir el tributo y el<br />

amor de otros, pero la desconfianza y el desprecio que sienten<br />

por todos los hacen totalmente incapaces de depender<br />

de alguien. En un plano superficial, llama la atención la aparente<br />

ausencia de relaciones objetales, pero en un plano más<br />

profundo, las interacciones de estas personas revelan relaciones<br />

objetales internalizadas muy intensas y primitivas, de<br />

naturaleza atemorizante y una incapacidad de dependencia<br />

de objetos buenos internalizados. Esto es, su incapacidad<br />

para sintetizar las introyecciones e identificaciones buenas y<br />

malas (Kernberg, 1979).<br />

Los principales factores etiológicos parecen ser el exceso de<br />

la agresión primaria, la agresión secundaria o la frustración,<br />

a los cuales probablemente contribuyen ciertas deficiencias<br />

en el desarrollo de las funciones yoicas primarias y la falta de<br />

tolerancia a la ansiedad (Kernberg, 1979).<br />

• Cualidad de las relaciones objetales<br />

La cualidad de las relaciones actuales de una persona con<br />

otras significativas puede ser detectada en su comportamiento<br />

interpersonal y en sus relaciones internas con objetos<br />

significativos, en contraste con las consecuencias estructurales<br />

de los vínculos objetales internalizados de su pasado.<br />

Estos últimos ejercen efectos fundamentales sobre el desarrollo<br />

de todas las estructuras psíquicas (Kernberg, 1966).<br />

Jacobson (1964) señala que un sí mismo integrado y las correspondientes<br />

concepciones integradas de los demás (re-<br />

40 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

presentaciones objetales integradas), garantizan el sentido<br />

de continuidad a través del tiempo y en circunstancias variables,<br />

también garantizan el sentido de pertenencia a un<br />

conjunto de relaciones humanas que otorgan significado a la<br />

vida, así como la “vivencia de uno mismo”.<br />

Cuando por motivos diversos se perturba la normal relación<br />

entre el sí mismo y el mundo interno de objetos (representaciones<br />

objetales integradas) y se produce lo que se podría<br />

llamar “abandono interno del sí mismo” por parte de los<br />

objetos internos o una pérdida de objetos internos, surgen<br />

experiencias subjetivas patológicas sumamente dolorosas y<br />

perturbadoras. En estas experiencias ocupan un lugar preponderante<br />

la sensación de vacío, el hastío y la pérdida de la<br />

normal capacidad de experimentar la soledad y sobreponerse<br />

a ella (Jacobson, 1964).<br />

• Planteamientos contemporáneos<br />

Las aportaciones de los psicoanalistas reconocidos por sus<br />

intervenciones en el área clínica infantil, como Brazelton<br />

(1993), Dolto (1974), Mahler (1995) y Winnicott (1990), han<br />

sido de los cimientos más importantes para el conocimiento<br />

actual en la descripción de relaciones de objeto; no obstante<br />

tenemos que tomar en cuenta que tanto las sociedades<br />

como las patologías han evolucionado. Hoy en día estamos<br />

inmersos en una cultura que ha ido modificando no sólo los<br />

roles que cada individuo juega dentro de su contexto, sino<br />

que también la forma de relación y vinculación ha cambiado<br />

durante el transcurso del tiempo.<br />

Es de suma importancia tomar en cuenta las nuevas aportaciones<br />

que se han realizado. De acuerdo a Lorenzini y Fonagy<br />

(2011), la teoría del apego es un modelo biopsicosocial para<br />

describir y explicar la forma en que un individuo se relaciona<br />

con otros cercanos: sus padres, hijos y parejas sexuales. Esta<br />

forma de relacionarse es aprendida durante la infancia temprana<br />

y sirve de molde para todas las relaciones íntimas durante<br />

la vida del sujeto. Desde este planteamiento se observan<br />

dos tipos de apego: el seguro y el inseguro (el cual tiene una<br />

subdivisión de tres tipos: ansioso, evitativo y desorganizado).<br />

Un adulto clasificado como seguro integrará coherentemente<br />

sus recuerdos de relaciones de apego tempranas, en una<br />

narrativa significativa y mostrará apreciación por tales relaciones;<br />

confiará en sus figuras de apego y percibirá el ambiente<br />

poco amenazante. Esto resultará en la capacidad de<br />

enfrentar los desafíos de la vida diaria de manera fluida, sin<br />

necesidad de aplicar mecanismos de defensa masivos, por<br />

lo tanto son menos propensos a los trastornos de personalidad.<br />

Estos sujetos continúan buscando relaciones de apego<br />

efectivas durante toda su vida (Fonagy, 2011).<br />

Las narrativas de un adulto evitativo carecerán de coherencia;<br />

será incapaz de evocar memorias específicas para ejemplificar<br />

argumentos generales e idealizará o devaluará sus<br />

relaciones tempranas (Fonagy, 2011).<br />

La hipoactivación del sistema de apego de individuos con un<br />

estilo de apego evitativo explica la asociación con trastornos<br />

de la personalidad esquizoide, narcisista, antisocial y paranoide<br />

de acuerdo a Bakermans-Kranenburg y Van Ljzendoorn<br />

(citados por Fonagy, 2011).<br />

Las narrativas de un adulto ansioso serán poco coherentes y<br />

mostrarán rabia, confusión o miedo en relación con figuras<br />

de apego temprano (Fonagy, 2011). Estos adultos son más<br />

sensibles al rechazo y a la ansiedad y por lo tanto son más<br />

propensos a trastornos de la personalidad: histriónico, límite,<br />

por evitación y por dependencia. Estos sujetos exhiben<br />

búsqueda compulsiva de atención y sobredependencia.<br />

• Conclusiones<br />

El adulto de hoy en día y su forma de relación objetal son el<br />

resultado de sus primeras interacciones (positivas o negati-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

41


Nacimiento del vínculo afectivo temprano...<br />

vas) de la primera infancia. Una vez más se plantea la importancia<br />

del cuidado materno (o sustituto) de forma eficiente,<br />

cálida y disponible afectivamente.<br />

El tema de relaciones objetales es de gran trascendencia y<br />

continúa siendo de gran interés para quienes nos encontramos<br />

en formación psicoterapéutica; por ello se retoma en<br />

trabajos posteriores las diversas manifestaciones que presenta<br />

un adulto al relacionarse, ya que las diversas estructuras<br />

mencionadas con anterioridad, se ven inmersas en diferentes<br />

grupos sociales, en los cuales algunos individuos no logran<br />

una vinculación afectiva, repercutiendo en sus relaciones interpersonales<br />

y, en algunos casos, la adaptación a su medio.<br />

En la actualidad, se puede observar gran cantidad de relaciones<br />

objetales ambivalentes, es decir, adultos que no logran<br />

establecer una relación eficiente emocionalmente, sin embargo<br />

son escasas las personas que buscan apoyo psicoterapéutico<br />

para abordar esta situación. Esta forma de interacción<br />

que se gestó en la primera infancia, continúa siendo una<br />

forma de relación en la etapa adulta y muchas veces repercute<br />

en distintos ámbitos del ser humano como el área laboral,<br />

social, educativa y sentimental.<br />

Considerando que el ser humano se desarrolla a través del<br />

contacto con el otro y la forma de vincularse perdura a lo largo<br />

de la vida, es importante mantener una línea de atención<br />

que ayude a mejorar la calidad de la relación objetal en los<br />

adultos contemporáneos, facilitando así la forma de interacción<br />

de los mismos en los diferentes ámbitos en los que se<br />

desenvuelven. Es por ello que se invita a un autocuestionamiento,<br />

a la reflexión y discernir si los patrones de comportamiento<br />

a lo largo de su desarrollo han sido favorables y<br />

eficaces o no, y de encontrar una respuesta negativa, buscar<br />

un espacio psicoterapéutico que asista en este autoconocimiento,<br />

al entendimiento y a una búsqueda de alternativas<br />

que resulten ser más favorables en su actuar social.<br />

Bibliografía<br />

Brazelton, T. (1993). La relación más temprana. Padres, bebés<br />

y el drama del apego inicial. Buenos Aires: Paidós.<br />

Dolto, F. (1974). Psicoanálisis y pediatría. Francia: Siglo XXI<br />

Editores.<br />

Fonagy, P. y Lorenzi, N. (2011). Apego y trastornos de la personalidad:<br />

breve revisión. Londres: University College London<br />

y Anna Freud Center.<br />

Jacobson, E. (1964). El yo y el mundo de los objetos. Nueva<br />

York: International Universities Press.<br />

Kernberg, O. (1966). Derivados estructurales de las relaciones<br />

de objeto. Buenos Aires: Paidós.<br />

Kernberg, O. (1979). Desórdenes fronterizos y narcisismo patológico.<br />

Barcelona: Paidós.<br />

Mahler, M. (1995). El nacimiento psicológico del infante humano.<br />

Buenos Aires: Enlace Editorial.<br />

Segal, H. (2003). Introducción a la obra de Melanie Klein.<br />

Buenos Aires: Paidós.<br />

Winnicott, D. (1986). El hogar es desde donde comenzamos.<br />

Nueva York: W.W. Norton & Company, Inc.<br />

Winnicott, D. (1987). Cartas seleccionadas de D. Winnicott.<br />

Cambridge, Massachusetts: Harvard University Press.<br />

Winnicott, D. (1990). Los bebés y sus madres. Buenos Aires:<br />

Paidós.<br />

42 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica en un<br />

grupo musical de Thrash<br />

metal en Cuernavaca<br />

Laila Espín, Camila Huicochea, Daniela Molinero y Ricardo Reséndiz 1<br />

Imagen de Ryan McGuire en Pixabay<br />

Resumen<br />

La ansiedad escénica representa una respuesta exagerada e<br />

irracional antes o después de que el artista se presenta frente<br />

a un público ante la posible evaluación negativa, la cual<br />

va más allá de los nervios “normales” que toda presentación<br />

podría producir. Ésta puede llegar a afectar el desempeño de<br />

los músicos, quienes constantemente se enfrentan al escru-<br />

Abstract<br />

Performance anxiety represents an exaggerated and irrational<br />

response before or after the artist presents in front of an<br />

audience in the face of a possible negative evaluation, which<br />

goes beyond the “normal” nerves that any presentation could<br />

produce. This can affect the performance of musicians, who<br />

constantly face public scrutiny. Given the scant qualitative<br />

1<br />

Estudiantes de quinto semestre de la Licenciatura en Psicología, Universidad La Salle Cuernavaca.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

43


Ansiedad escénica...<br />

tinio público. Ante la escasa literatura cualitativa respecto<br />

al tema de la ansiedad escénica en grupos musicales, esta<br />

investigación tiene el objetivo de describir las experiencias,<br />

emociones y vivencias de un grupo musical de Thrash metal<br />

en Cuernavaca antes, durante y después de presentarse frente<br />

a un público para detectar indicios de ansiedad escénica.<br />

La investigación se realizó bajo un enfoque cualitativo fenomenológico<br />

y descriptivo, utilizando como técnicas el grupo<br />

focal y la entrevista semiestructurada.<br />

Finalmente se pudieron identificar signos de ansiedad, pero<br />

sin que llegue a ser paralizante. También se identificaron factores<br />

de riesgo y factores protectores frente a la ansiedad.<br />

Palabras clave: Ansiedad escénica, grupo musical, músicos,<br />

público, presentación musical, Thrash metal.<br />

literature on the subject of performance anxiety in musical<br />

groups, this research aims to describe the experiences and<br />

emotions of a music group of Thrash metal in Cuernavaca<br />

before, during and after presenting in front of an audience to<br />

identify signs of performance anxiety.<br />

This was carry out under a phenomenological and descriptive<br />

qualitative approach, using as techniques the focal group and<br />

the semi-structured interview.<br />

Finally, we found signs of anxiety, but it was not paralyzing.<br />

Likewise, some risk factors were also identify as well as Anxietyprotective<br />

factors.<br />

Key words: Performance anxiety, musical group, musicians,<br />

public, musical performance, Thrash metal.<br />

Introducción<br />

Los músicos son personas cuyo trabajo les demanda interactuar<br />

constantemente frente a un público, por lo que la<br />

ansiedad escénica representa un desafío importante al que<br />

se enfrentan, ya sea en solitario o en grupo.<br />

Entendemos a un grupo musical como un conjunto de personas<br />

interrelacionadas por el objetivo de interpretar obras<br />

musicales mediante la voz y/o instrumentos musicales.<br />

Fotografía: Freepik<br />

La ansiedad per se es una respuesta normal frente a situaciones<br />

amenazantes; ésta nos permite anticipar y de esta<br />

manera dar una respuesta de lucha o huida ante el peligro.<br />

Hasta cierto punto, la ansiedad puede agilizar el pensamiento<br />

y mejorar el rendimiento de las personas. Cierto grado de<br />

ansiedad antes y/o durante una presentación musical puede<br />

incluso mejorar la ejecución de la tarea.<br />

44 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica...<br />

Es necesario indicar que la ansiedad de ejecución es muy<br />

común tanto en músicos expertos como no expertos y no<br />

siempre es incapacitante, puesto que se requiere de cierto nivel<br />

de activación fisiológica ante una interpretación musical.<br />

(Biasutti y Concina, 2014, en Herrera, Manjón y Quiles, 2015)<br />

La teoría de la ansiedad de Barlow (2000, en Zarza et al.,<br />

2016) plantea que la ansiedad tiene su origen en tres factores:<br />

la vulnerabilidad biológica, la psicológica y la específica,<br />

la cual se relaciona con situaciones específicas de la vida cotidiana,<br />

como podría ser la exposición frente a un público.<br />

En contraparte, la ansiedad escénica puede llegar a afectar<br />

el desempeño de los músicos. Ésta representa una respuesta<br />

exagerada e irracional antes o después de que el músico se<br />

presenta frente a un público, ante la posible evaluación negativa<br />

del mismo, la cual va más allá de los nervios “normales”<br />

que toda presentación podría producir.<br />

En relación con la ansiedad escénica, Kenny (2009, en Zarza et<br />

al., 2016) explica la ansiedad bajo tres factores, entre los cuales<br />

se encuentran las preocupaciones propias de la actuación.<br />

El modelo de Wilson (2002, en Herrera et al., 2015) plantea<br />

la existencia de tres factores interrelacionados que determinan<br />

el nivel de ansiedad durante una presentación musical: la<br />

ansiedad como rasgo de quien interpreta la pieza musical, el<br />

grado de dominio sobre la obra que se interpreta y el estrés<br />

situacional. Demuestra que quienes padecen ansiedad escénica<br />

también presentan mayores rasgos de ansiedad como<br />

parte de su personalidad. Por otro lado, dominar la pieza musical<br />

que se interpreta puede ser un factor protector, pero a<br />

su vez un factor angustiante (Kenny, Davis y Oates, 2004, en<br />

Herrera et al., 2015). “La autoexigencia por parte del músico<br />

como su comparación con los demás o los pensamientos del<br />

tipo ‘no estar a la altura’ contribuyen negativamente, lo que<br />

aumenta los niveles de ansiedad escénica musical” (Herrera<br />

et al., 2015). La ansiedad empeora cuando se actúa en solitario<br />

frente a un público que cuando se hace una presentación<br />

en grupo (Herrera et al., 2015).<br />

La ansiedad escénica forma parte del Trastorno de Ansiedad<br />

Social, el cual, de acuerdo al DSM-5, consiste en un miedo<br />

o ansiedad intensa en una o más situaciones sociales en las<br />

que el individuo está expuesto al posible examen por parte<br />

de otros, como puede ser actuar delante de otras personas.<br />

En el caso de los músicos, la ansiedad ante la interpretación<br />

en público se provocará por la acumulación de situaciones<br />

de estrés anteriores y las que ocurren durante la propia<br />

interpretación. La manera en la que el músico interioriza y<br />

asimila la relación con la audiencia, ante la cual debe actuar,<br />

representa el otro factor esencial. (Arnáiz, 2015)<br />

La ansiedad escénica es un padecimiento que se relaciona<br />

con miedo y evitación; sin embargo, en cada individuo se<br />

puede manifestar de formas particulares, aunque compartan<br />

rasgos en común. Barlow (2002, en Arnáiz, 2015) afirma que<br />

“la manifestación clínica de la ansiedad es una interrupción<br />

conductual o del comportamiento para centrar la atención<br />

en un evento futuro que puede conllevar un posible peligro”.<br />

Por tanto, la ansiedad escénica representa un problema serio<br />

para los músicos, pues están constantemente en interacción<br />

con el público y en cada presentación se ven expuestos al<br />

escrutinio de la audiencia.<br />

Asimismo, la ansiedad escénica representa un importante<br />

problema para los músicos que se preparan en conservatorios,<br />

pues hay estudios cuantitativos que hablan acerca de su<br />

prevalencia en este contexto.<br />

Van Son, Van Kemenade y Van Heesch (en Marinovic, 2006)<br />

la definen como “el miedo o la angustia irracional que apa-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

45


Ansiedad escénica...<br />

rece antes o durante la presentación ante el público” y es<br />

manifestada mediante distintos síntomas, tanto fisiológicos<br />

como emocionales y cognitivos. En 2006, Marinovic llevó a<br />

cabo una investigación con intérpretes musicales chilenos<br />

de diversos tipos, su muestra estaba compuesta por cantantes,<br />

instrumentistas y directores. De los 249 sujetos que<br />

componían el total de su muestra, un 78% admitió presentar<br />

ansiedad escénica, cuya presencia fue más alta en las mujeres,<br />

mientras que por edad fue ligeramente superior en los<br />

participantes mayores de 35 años. La ansiedad escénica persistente<br />

y la esporádica se repartieron en alrededor del 50%<br />

entre el total de músicos.<br />

En la investigación de Herrera Torres, Manjón y Quiles sobre<br />

la ansiedad escénica musical en alumnos de flauta travesera<br />

de conservatorio, estuvo formada por 162 que estudiaban el<br />

grado profesional de Música en cuatro conservatorios de Andalucía<br />

(63 chicos: 38.89% y 99 chicas: 61.11%). Al analizar<br />

los resultados del instrumento que se aplicó para hacer su<br />

estudio, se encontró que las respuestas fisiológicas y cognitivas<br />

presentes en la ansiedad escénica que pueden interferir<br />

en la ejecución musical de los estudiantes, se incrementa<br />

conforme se pasa de una situación de menor presión en la<br />

ejecución musical (ensayo) hacia otra, que es de mayor presión<br />

(interpretación en público en forma grupal), y de forma<br />

más intensa (hacerlo como solista). Además, las respuestas<br />

cognitivas de los estudiantes obtienen puntuaciones mayores<br />

que las respuestas fisiológicas.<br />

En 2016 se realizó un estudio a 66 estudiantes de piano de<br />

centros superiores en diferentes regiones de España. Para ello<br />

se diseñó un cuestionario basado en diferentes instrumentos,<br />

tales como las adaptaciones al castellano del Kenny Music<br />

Performance Anxiety Inventory (KMPAI, 2015) y del Life<br />

Orientation Test (LOT-R, 1998), así como el cuestionario de<br />

autoeficacia de Sanjuán, Pérez y Bermúdez (2000) y el cuestionario<br />

de sensibilidad al premio y al castigo de Torrubia,<br />

Ávila, Moltó y Caseras (2001). Comprobaron que en torno al<br />

50% de la población tiene valores de ansiedad por encima de<br />

la media y que alrededor del 15% de los pianistas del estudio<br />

podrían presentar severos problemas de ansiedad (Zarza et<br />

al., 2016a).<br />

El artículo “Ansiedad escénica y constructos psicológicos<br />

relacionados”, escrito por Zarza et al. (2016b), fue realizado<br />

en cinco conservatorios musicales de España. La muestra de<br />

estudiantes que completaron el cuestionario fue compuesta<br />

por 482 alumnos que se encontraban estudiando para la<br />

obtención del Título Superior de Música, de los cuales 258<br />

(53.5%) fueron hombres, 221 (45.9%) mujeres y tres no<br />

respondieron (0.6%). Los constructos que buscaron medir<br />

en relación con la ansiedad escénica en los músicos de los<br />

cinco conservatorios fueron: ansiedad escénica, autoeficacia,<br />

optimismo, motivación de logro, sensibilidad al premio<br />

y castigo. Los resultados que se obtuvieron respecto a la<br />

ansiedad escénica fueron los siguientes: los estudiantes de<br />

todos los centros presentaron una media mayor de ansiedad<br />

que la media aritmética del instrumento (38.5 puntos). En<br />

la ansiedad escénica existieron diferencias estadísticamente<br />

significativas (p


Ansiedad escénica...<br />

profesionales. La literatura al respecto demuestra que la ansiedad<br />

escénica puede llegar a representar un obstáculo en<br />

la vida de los músicos profesionales. Por tanto, este trabajo<br />

tiene como objetivo describir las experiencias, emociones y<br />

vivencias del grupo musical antes, durante y después de presentarse<br />

frente a un público para detectar indicios de ansiedad<br />

escénica.<br />

Metodología<br />

El diseño de la investigación es cualitativo-descriptivo con<br />

perspectiva fenomenológica. Se indagó acerca de las características<br />

del grupo musical, así como de las experiencias,<br />

emociones y vivencias antes, durante y después de hacer una<br />

presentación frente a un público. A partir de esta información,<br />

se hizo una descripción de las respuestas para detectar<br />

indicios de ansiedad escénica.<br />

El tipo de muestreo fue no probabilístico y por conveniencia;<br />

los criterios de selección fueron que se tratara de un grupo<br />

musical y que radicara en Cuernavaca.<br />

Se utilizaron las técnicas de grupo focal y entrevista semiestructurada.<br />

que el caos y la crítica a la iglesia son algunos de sus temas<br />

musicales. Los cuatro integrantes tienen distintas ocupaciones:<br />

el baterista, S., de 25 años, es recién egresado de la Licenciatura<br />

de Seguridad Ciudadana. Él, junto con R., el guitarrista,<br />

fueron los creadores de este proyecto musical. R. tiene<br />

22 años y cursa el último año de la Licenciatura en Psicología.<br />

El bajista y vocalista E., con 26 años, es el mayor de los integrantes,<br />

quien se incorporó más adelante en la historia del<br />

proyecto y es gerente de un minisúper, además de estar cursando<br />

el segundo semestre de la Licenciatura en Música. Re<br />

es el menor de los integrantes, tiene 19 años y fue el último<br />

en incorporarse a G., cumpliendo la función principal en la<br />

guitarra; recientemente terminó sus estudios de bachillerato,<br />

así que por ahora su única ocupación es la banda.<br />

G. tiene una trayectoria de dos años. En este transcurso ha<br />

participado en eventos musicales locales dentro de Cuernavaca,<br />

así como en otros municipios que conforman el estado<br />

de Morelos, y en los estados de Puebla y Guerrero. Los eventos<br />

en los que participa son conocidos en la jerga del gremio<br />

musical como “toquines”, en los cuales se suele colaborar<br />

con otras bandas en determinados foros, salas de conciertos<br />

o festivales musicales.<br />

Martínez (2011) dice que un grupo focal “es un método de<br />

investigación colectiva, más que individualista, y se centra<br />

en la pluralidad y en la variedad de las actitudes, las experiencias<br />

y las creencias de los participantes, y lo hace en un<br />

espacio de tiempo relativamente corto”.<br />

Muestra<br />

Se trabajó con una banda que tiene por nombre G., la cual<br />

está compuesta por cuatro integrantes cuyas edades van de<br />

los 19 a los 26 años. Se trata de una banda de Thrash metal,<br />

subgénero del metal. El nombre de la banda surgió gracias a<br />

las ideas y/o influencias de otras bandas que proponen una<br />

ideología agnóstica y hasta cierto punto anárquica, por lo<br />

Resultados y discusión<br />

Síntomas físicos<br />

En la entrevista se encontró información acerca de la ejecución<br />

musical en el contexto de conservatorios y en el<br />

contexto de la banda. Se detectaron signos de ansiedad escénica<br />

cuando E. comentó que llegó a padecer ciertos síntomas<br />

antes de una presentación, en la cual se expondría a<br />

la evaluación y escrutinio de sus profesores de música de la<br />

licenciatura, pues estudia canto, además de ser el vocalista<br />

de la banda. El síntoma más perturbador que lo aquejó fue<br />

el dolor en la garganta antes de la presentación frente a sus<br />

maestros. Él lo describe de la siguiente manera: “(la sensación<br />

fue) como si tomara un vaso de agua fría, se me entu-<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

47


Ansiedad escénica...<br />

mió la garganta”. Esta experiencia ejemplifica una situación<br />

en la que se presenta la ansiedad escénica, considerándola<br />

como un tipo de fobia social que aparece cuando una persona<br />

teme ser evaluada por los demás de manera negativa<br />

(Lupiáñez, 2016).<br />

Otros de los síntomas manifestados fueron sudoración en las<br />

manos y tos, los cuales también podrían ser expresiones de la<br />

ansiedad escénica. Recordemos que las manifestaciones de<br />

la ansiedad pueden variar de persona a persona.<br />

Lupiáñez (2016), en su investigación acerca de la ansiedad<br />

social en performance de flamenco, menciona lo siguiente:<br />

Todas aquellas sensaciones físicas, molestas y desagradables<br />

que dan lugar a la ansiedad: dolor de estómago, mareos,<br />

sudoración excesiva o temblores. Sin ser ninguno de<br />

estos síntomas peligroso ni preocupante para la salud, resulta<br />

incapacitante para el músico que precisa de su cuerpo<br />

y del control que ejerce sobre éste para hacer música. (Lupiáñez,<br />

2016)<br />

R. dice: “Empiezo a sudar y empiezo a toser, eso es siempre,<br />

no me siento tan nervioso; es como un sentimiento de adrenalina,<br />

que te permite hacer cosas…pero sí empiezo a toser y<br />

me empiezan a sudar las manos.”<br />

y empiezo con las manos, y con las baquetas le empiezo a<br />

pegar a algo.<br />

S. mencionó que libera esta energía al momento de tocar.<br />

Parece ser consciente de que su energía debe ser canalizada<br />

para no afectar la calidad de la ejecución de las canciones y<br />

por ende el rendimiento en el escenario.<br />

Sánchez (2013) menciona que:<br />

Ante estos síntomas relacionados con el comportamiento<br />

se pueden presentar también un tartamudeo inusual, un<br />

llanto incontrolable o caminar de un lado a otro, sin rumbo<br />

o sin objetivo. Igualmente, algunos excesos como comer,<br />

beber o fumar continuamente están relacionados con los<br />

trastornos de ansiedad.<br />

Relación con el público<br />

Arnáiz (2015) plantea que “la manera en que el músico interioriza<br />

y asimila la relación con la audiencia ante la cual debe<br />

actuar”, constituye un factor importante que puede provocar<br />

una respuesta de ansiedad en los músicos. En el caso de<br />

la banda G., los informantes manifiestan que lo que esperan<br />

del público es “que les guste” (su interpretación musical) y<br />

“acepten”, así como que se manifieste en algunas conductas,<br />

tales como “que se levanten y griten, aplaudan o chiflen”.<br />

En su caso hay signos y síntomas de ansiedad, pero no resulta<br />

paralizante, sino que le da una sensación de bienestar y<br />

mayor agilidad.<br />

Otros signos de ansiedad se observan en conductas motrices.<br />

S. dice al respecto:<br />

En mi caso lo que hago es mover mucho las manos, los pies<br />

y los dedos. Estoy muy ansioso antes de subir, como que<br />

siempre tengo ese síntoma: de que ya sé que voy a tocar<br />

Fotografía: Pixabay<br />

48 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica...<br />

Esto nos llevaría a pensar que cualquier músico espera una<br />

respuesta de aprobación por parte del público frente al que<br />

se presenta, pero que el tipo de público podría jugar un papel<br />

importante en la génesis de la ansiedad escénica, pues la<br />

evaluación y respuesta que se obtiene de los que asisten a<br />

una presentación por ocio y gusto de un determinado género<br />

musical, no es la misma que se recibe de una audiencia en el<br />

contexto de un conservatorio o en un ámbito académico, en<br />

los que los parámetros de aprobación son más complejos y<br />

exigentes. Respecto a esto, E. comenta lo siguiente en relación<br />

con sus expectativas del público:<br />

Género musical<br />

El género musical que el grupo G. toca es el Thrash metal el<br />

cual incluye los siguientes elementos:<br />

Ritmos más acelerados y cortantes como cuchillos, guitarras<br />

de riffs rápidos y solos vertiginosos e imposibles, bajos<br />

de guitarra discretos (con sonadas excepciones), rotundas<br />

baterías que comienzan a introducir el doble bombo al terreno<br />

metalero y voces más extremas y furiosas (algunas<br />

entrando en el terreno de los archiconocidos guturales).<br />

(Hipersónica, 2013)<br />

Sí, que les guste, no sé, es una sensación bien hermosa…<br />

Cuando tocas y se levantan y gritan, aplauden o chiflan, o<br />

lo que quieras, significa que les está gustando y que al final<br />

por eso lo hacemos: para entretener, divertir, pasarla bien.<br />

En contraparte, en relación con su experiencia como estudiante<br />

universitario de canto:<br />

El semestre pasado tuve mi examen de canto, donde nunca<br />

había cantado, y canté para puro maestro y puro cantante<br />

que sabe de técnica, que va a evaluar y te va a criticar, entonces<br />

ahí sí sentí un poco de nerviosismo y sentía como si<br />

me doliera la garganta… Se me entumió la garganta, se me<br />

durmieron las cuerdas y no pude cantar.<br />

Este género musical se caracteriza por la energía en la ejecución,<br />

la cual se transmite al público y permite tanto a sus<br />

espectadores como a sus representantes estar en constante<br />

movimiento. Parece ser que la vertiginosidad de la música da<br />

la oportunidad tanto al público como a los músicos de descargar<br />

energía física y mental, lo cual disminuye la atención<br />

en los pequeños detalles que podrían ser notados con mayor<br />

facilidad en espacios en que se interpretan piezas musicales<br />

cuyas características obligan al músico a prestar mayor atención<br />

a esos detalles, lo cual provoca que la energía, tanto de<br />

los músicos como del público, se centre más en la ejecución<br />

que en la vivencia musical subjetiva per se.<br />

Personalidad de la banda<br />

El nombre de la banda surgió y se eligió porque se relaciona<br />

estrechamente con los temas que son abordados en sus<br />

canciones. Además, se trata de un nombre original, lo cual<br />

refleja la esencia de G. Los integrantes de la banda disfrutan<br />

de la actividad musical, sin importar las condiciones en las<br />

que se desempeñen. Les gusta lo que hacen y lo hacen con<br />

pasión, sobre todo porque es un proyecto suyo, algo que ellos<br />

crearon. Cuando tocan en un lugar nuevo, o que estaba fuera<br />

de lo previsto, así como al tocar una canción nueva de su<br />

autoría, pueden llegar a sentir cierto nerviosismo debido a la<br />

posible reacción que despierte en el público.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

49


Ansiedad escénica...<br />

La banda es una colaboración de los cuatro integrantes. Consideran<br />

que no existe un líder como tal, sino que cada quien<br />

aporta con lo que puede, enriqueciéndose a sí mismos, así<br />

como sus creaciones musicales. Las decisiones que deben<br />

tomar siempre son puestas a votación. Creen que es la esencia<br />

de los cuatro integrantes combinada lo que les da cierta<br />

originalidad. Robins (en Rubio y Castro, 2012) postula que:<br />

El comportamiento grupal comprende la conjunción de las<br />

conductas individuales de cada sujeto, por lo cual la personalidad<br />

es una variable básica para la comprensión de<br />

la dinámica del comportamiento social de los equipos de<br />

trabajo, procesos de identificación de los grupos con necesidades<br />

comunes, lo cual puede conllevar a asumir conductas<br />

modeladas grupalmente que no hubieran surgido en el<br />

plano individual.<br />

Al colaborar con bandas importantes, los integrantes suelen<br />

sentir más entusiasmo que ansiedad, lo que los impulsa a<br />

dar lo mejor de sí mismos. Esto lo han logrado gracias a la<br />

experiencia que tiene cada uno de los miembros y a la confianza<br />

y vínculo de amistad que han formado entre ellos.<br />

Cuando están en el escenario, suelen sentir tanta adrenalina<br />

que ya no les preocupa el nerviosismo. Cuando el público<br />

reacciona efusivamente, los integrantes tienen sentimientos<br />

positivos.<br />

Perspectiva de la música<br />

A los cuatro integrantes les apasiona la música. Iniciaron<br />

desde edad temprana por gusto propio. Integrar una banda<br />

musical es un trabajo en equipo, en el que todos deben participar<br />

y aportar lo que puedan para favorecer el crecimiento<br />

tanto personal como musical de cada uno y de la banda. Para<br />

que las presentaciones salgan bien, es necesario el esfuerzo,<br />

la práctica, el compañerismo, la amistad y la confianza.<br />

“Cada quien se va formando como músico dentro de la banda,<br />

y a partir de ella misma”, afirma uno de los integrantes.<br />

Ramos (2013) señala que: “Experimentar ansiedad al enfrentarse<br />

a un público, ya sea conocido o desconocido, es algo<br />

inherente a la práctica musical.” Y esto es algo que los integrantes<br />

de G. saben; aceptan que la ansiedad escénica es<br />

parte de la vida de un músico, y piensan que con práctica y<br />

apoyo grupal esto se puede ir manejando asertivamente.<br />

Frith (citado en Finnegan, 2003) dice que: “hacer música<br />

implica el cuerpo-en-la-mente”, por lo que se requieren habilidades<br />

cognitivas y corporales para llevar a cabo una presentación<br />

musical. El Thrash metal es muy rítmico y rápido,<br />

características que les ayudan a los integrantes a controlar<br />

su ansiedad escénica, pues favorece la liberación de energía.<br />

Expectativas de la banda<br />

Tener una banda propia hace que los integrantes esperen ser<br />

reconocidos al compartir su proyecto al mundo, recibiendo una<br />

aceptación positiva que sea expresada a través de la manera en<br />

que reacciona la gente a su trabajo. Piensan que dar lo mejor<br />

de sí mismos en cada concierto, incluso cuando tocan con bandas<br />

importantes, les puede acarrear “cosas buenas” a futuro.<br />

Tienen metas a corto y largo plazo como banda: tocar con<br />

grupos importantes de México y el mundo, presentarse en<br />

escenarios importantes, abrirle a bandas reconocidas, etcétera.<br />

Una de sus aspiraciones es tener reconocimiento nacional<br />

y realizar el evento de la salida de su disco de larga duración<br />

(LP). Saben que las metas de la banda son diferentes<br />

de las personales. Lo que más les interesa en cada concierto<br />

es que al público le agrade su trabajo, que logren captar las<br />

emociones que ellos transmiten a través de la música. “El<br />

ambiente, las ‘vibraciones’, dependen tanto de la audiencia<br />

como del intérprete” (Finnegan, 2003).<br />

Factores protectores<br />

El dominio de las canciones, el ambiente de la sala de conciertos<br />

o foro en el que se presentan, el género musical, la<br />

50 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica...<br />

escasa visión del público en el escenario y la experiencia en<br />

la escena musical que han tenido, parecen ser variables que<br />

influyen en que los niveles de ansiedad que los integrantes<br />

de G. podrían experimentar en el escenario, no se vuelvan<br />

paralizantes. Las manifestaciones generalmente se dan antes<br />

de subirse al escenario, pues una vez que empiezan a tocar,<br />

tienen la sensación de que el público desaparece y logran un<br />

nivel de concentración profunda en su propia ejecución musical.<br />

Algunos miembros de la banda presentan nerviosismo antes<br />

de salir y logran controlarlo realizando movimientos repetitivos<br />

en distintas partes del cuerpo, practicando o calentando<br />

ciertas notas musicales. Los integrantes tienen distintos trucos<br />

para evitar equivocarse en el escenario: suelen calentar<br />

antes de salir al escenario para que, cuando toquen, sea sin<br />

tanto esfuerzo y de manera más dinámica; tienen la creencia<br />

de que si no calientan antes de salir a escena, son más<br />

propensos a equivocarse; también suelen hacer un set list,<br />

Mencionaron lo siguiente respecto a este tema en la entrevista:<br />

G.: “Ya cuando estás arriba ya no sientes nada.”<br />

Re.: “Ajá, ya ni si quiera ves a la gente.”<br />

E.: “Creo que nos ayuda que es un género bastante movido;<br />

es una liberación de energía.”<br />

Re.: “Estás pensando en otras cosas.”<br />

E.: “Si tienes miedo o nerviosismo pues ahí sácalo; expláyate,<br />

muévete, brinca, salta todo dentro de lo ya<br />

planeado previamente que decíamos qué vamos a<br />

hacer.”<br />

Re.: “En un punto ya hay tantas cosas en las que estás<br />

pensando que no te preocupas por estar nervioso.”<br />

Autoconocimiento<br />

Otro factor protector es el autoconocimiento. Los miembros<br />

de la banda saben cuáles son sus puntos débiles y fuertes a la<br />

hora de presentarse, antes y después de salir a escena. Según<br />

Ramos (2013), la ansiedad es:<br />

Algo normal e incluso útil –dentro de ciertos límites–, ya<br />

que permite mejorar el rendimiento en aquellas actividades<br />

en las que hay observadores. Sin embargo, la complejidad<br />

de este rasgo de la personalidad hace que sea muy difícil de<br />

controlar por parte del individuo, generando en ocasiones<br />

trastornos serios.<br />

Fotografía: Freepik<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

51


para no equivocarse en el orden de las canciones, el<br />

cual imprimen y pegan en distintos lugares visibles<br />

del escenario para cada uno de los integrantes. Presentan<br />

actitudes de compañerismo que les ayuda a<br />

sentirse seguros. Pasa lo mismo al salir del escenario,<br />

algunos toman ese momento, después de la descarga<br />

de energía, como de relajación; otros, que inmediatamente<br />

piensan en sus errores, se acercan a conocidos<br />

en el público que saben de música, para preguntarles<br />

cómo ha salido, etcétera.<br />

Relaciones con otras bandas<br />

Los miembros de G. no sólo interactúan entre ellos,<br />

también colaboran con otras bandas, lo cual les permite<br />

obtener más experiencia. Y esto a su vez les genera<br />

entusiasmo y un deseo por dar lo mejor de ellos<br />

mismos sobre el escenario. Como lo menciona Sánchez<br />

y García de la Rosa (2017):<br />

La música es una disciplina artística que, generalmente,<br />

destaca por ser extraordinariamente social.<br />

Realmente, en los entornos no profesionales, es<br />

donde más tangible se hace dicho poder de sociabilización,<br />

estimulado, como principal factor, por la<br />

gran diversidad que suele darse entre los miembros<br />

que componen una banda de música, orquesta,<br />

coro o cualquier tipo de agrupación amateur.<br />

Imagen de Benjamin Balazs en Pixabay<br />

Experiencia<br />

Los integrantes de la banda relatan que han tenido<br />

experiencias buenas y malas, y que siempre aprenden<br />

algo de éstas, lo cual les permite mejorar su<br />

siguiente actuación frente al público. Consideran<br />

que el ritmo o la voz que poseen son aspectos que<br />

distingue a su grupo musical de los demás. Gracias<br />

a su trayectoria y desempeño arriba del escenario,<br />

han recibido reconocimientos y elogios por parte<br />

52 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica...<br />

de “bandas veteranas”. Estos factores hacen que la banda<br />

sea original.<br />

Palomares (2004) opina que la cultura crítica e incluso rechaza<br />

lo que considera diferente:<br />

…la cultura “de masas” ha sido sometida a críticas muy<br />

severas; basta recordar las posiciones reflejadas ya por<br />

Ortega (1960), cuando observa cómo “la masa arrolla<br />

todo lo diferente, ilustre, individual, calificado y selecto.<br />

Quien no sea como todo el mundo, quien no piense<br />

como todo el mundo corre el riesgo de ser eliminado”;<br />

o el espíritu de Adorno (1966) en torno a la “barbarie<br />

estética” o a la “barbarie de la industria cultural”. (Palomares,<br />

2004)<br />

Las experiencias en las que la ansiedad escénica ha llegado<br />

a entorpecer la ejecución musical, presentan alguna de las<br />

siguientes características:<br />

Falta de experiencia. La ansiedad era mayor cuando los integrantes<br />

de G. comenzaban sus carreras musicales, por lo<br />

que tenían menos experiencia musical y menor contacto con<br />

el público. También sucede cuando no se percibe tener suficiente<br />

dominio sobre las piezas musicales que se interpretan.<br />

Tipo de público. Cuando el público está compuesto por<br />

maestros o expertos del gremio musical y académico cuyos<br />

parámetros de evaluación son más rigurosos; no así cuando<br />

el público está compuesto por aficionados, pero sin una preparación<br />

formal.<br />

Sin embargo, posiblemente el género musical de la banda<br />

sea un contexto en el que ciertas diferencias pueden ser<br />

vistas en un sentido positivo, no así en un conservatorio<br />

en el que se suele exigir un apego más riguroso a ciertos<br />

parámetros musicales. Este sentido de libertad respecto al<br />

trabajo que se realiza, el cual se ve recompensado positivamente<br />

por otros, es probable que sea un factor protector<br />

que impida que la ansiedad escénica se vuelva paralizante.<br />

Presentación de nuevo material musical. Cuando se presenta<br />

por primera vez material musical inédito, la ansiedad aumenta<br />

al no conocer con certeza la reacción de la audiencia<br />

ante éste.<br />

Personalidad del músico. Los miembros del grupo cuya personalidad<br />

tiende a ser más perfeccionista, suelen sentir mayor<br />

ansiedad antes y después de la presentación.<br />

Conclusión<br />

Retomando el objetivo general de la presente investigación,<br />

los resultados obtenidos muestran que sí hay signos<br />

de ansiedad en los miembros del grupo musical, principalmente<br />

antes de la presentación. Sin embargo, no es paralizante.<br />

Durante la presentación, la ansiedad “desaparece”,<br />

pues se concentran de tal forma en la ejecución musical<br />

que dejan de poner atención en lo que sucede alrededor.<br />

Después, la presencia de ansiedad está más relacionada<br />

con el tipo de personalidad del integrante de la banda, por<br />

lo que parece haber una correlación positiva entre ansiedad<br />

y una personalidad perfeccionista.<br />

Los resultados también nos permiten identificar “factores<br />

protectores”, es decir, elementos o circunstancias que impiden<br />

que la ansiedad inherente a la ejecución musical se vuelva<br />

paralizante y afecte así, de forma negativa, la presentación<br />

de la banda frente a un público. Éstos son:<br />

Dinámica grupal. Los integrantes de G., además de ser compañeros<br />

en la banda, son amigos, lo cual les permite comunicarse<br />

asertivamente e incrementa la cohesión del grupo.<br />

Asimismo, se trata de un proyecto original, pero ninguno de<br />

los miembros depende económicamente, por lo que el futuro<br />

de la banda no es un factor que provoque angustia.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

53


Ansiedad escénica...<br />

Libertad. El género musical de la banda se caracteriza por<br />

ser muy dinámico y rápido, lo cual les permite liberar energía<br />

que si se acumulara podría llegar a ser paralizante. Por<br />

otro lado, hay libertad en la banda para que cada uno de sus<br />

miembros se sienta en la confianza de poder aportar ideas al<br />

proyecto sin temor al rechazo o a la burla.<br />

Experiencia. Aunque la banda tiene apenas dos años de trayectoria,<br />

los miembros han participado con anterioridad en<br />

otras bandas y, sobre todo, han estado en contacto con la<br />

música desde que eran niños o preadolescentes. Esto contribuye<br />

a que la experiencia de estar frente al público se vaya<br />

volviendo cada vez más cotidiana y familiar, y la experiencia<br />

musical aumenta la confianza en su propio trabajo.<br />

Lo que la música significa para ellos. Los miembros de G.<br />

conciben a la música como una fuente de placer y satisfacción.<br />

El simple hecho de subirse a un escenario a compartir<br />

sus creaciones musicales, los hace sentirse plenos, por lo<br />

que se conforman con un gesto modesto de aprobación por<br />

parte del público. Esto generalmente siempre lo han conseguido.<br />

54 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Ansiedad escénica...<br />

BASES PARA LAS PARTICIPACIONES EN LA <strong>REVISTA</strong><br />

<strong>CONSCIENCIA</strong> Referencias DE LA ESCUELA DE PSICOLOGÍA DE<br />

LA American UNIVERSIDAD Psychiatric LA SALLE Association. CUERNAVACA (2013). Diagnostic<br />

GENERALES. and statistical Para manual las participaciones of mental disorders. en la Revista 5ª edición. ConSciencia<br />

de Washington, la Escuela DC. de Psicología de la ULSAC se deberán observar<br />

los siguientes puntos:<br />

1. Podrán Finnegan, participar R. (2003). con Música ensayos, y participación. artículos o Revista documentos Transcultural<br />

índole de (fotos, Música dibujos) / Transcultural todos aquellos Music Review, psicólogos 7. o estu-<br />

de<br />

otra<br />

diantes de Psicología y aquellos que estén interesados en la<br />

ciencia Herrera, psicológica L., Manjón, y ciencias G. y Quiles, afines. O. (2015). Ansiedad escénica<br />

revista musical comprende alumnos las de siguientes flauta travesera secciones: de conservato-<br />

2. La<br />

1. Editorial rio. Revista Mexicana de Psicología, 32, pp. 169-181.<br />

2. Ensayos críticos<br />

3. Artículos Hipersónica. (2013, 18 de marzo). Guía fácil de Metal: Trash<br />

4. Reseñas Metal (I). Recuperado de hipersonica.com: https://hipersonica.com/2013/03/18/guia-facil-de-metal-thrash-metal-i/<br />

las participaciones artículos y ensayos a 10<br />

3. Limitar<br />

cuartillas, a un espacio, con letra 12, tipo Times New Roman,<br />

incluyendo Sánchez, bibliografía. L. (2013). Síntomas Los cuadros de ansiedad; o figuras reacciones deberán físicas ir numerados,<br />

y emocionales dentro del para texto, identificarla. con cifras Recuperado arábigas. de Los https:// títulos de<br />

los www.diariofemenino.com/articulos/psicologia/ansiedad/<br />

cuadros y pies de figuras deben ser claros, breves y<br />

llevar sintomas-de-la-ansiedad-claves-para-reconocer-laansiedad/<br />

materiales propuestos para su publicación deberán es-<br />

el número correspondiente.<br />

4. Los<br />

tar escritos en español, en forma clara y concisa. Se entregará<br />

en programa Lupiáñez, Castillo, Word. Mariola y Hoces. (2016). Ansiedad escénica<br />

ensayos y flamenco. son Performance reflexiones anxiety críticas and sobre flamenco. determinados Centro<br />

5. Los<br />

temas, de Investigación y en este caso Flamenco se recomienda Telethusa, que pp. contengan 5-9. tres secciones:<br />

1. Introducción (objetivo o propósito del ensayo o, en<br />

su caso, Marinovic, hipótesis M. (2006). de trabajo, La ansiedad etc.), 2. escénica Cuerpo en del intérpretes ensayo, en<br />

el cual musicales el autor chilenos. desarrollará Revista el Musical argumento Chilena, de 60, su pp. trabajo, 5-25. y 3.<br />

Conclusión.<br />

6. Los Pineda, artículos M. J. (2016). básicamente Comprensión son y resultados análisis de o algunas aportes de de<br />

las herramientas para el manejo de la ansiedad en la ejecución<br />

instrumental. Una experiencia personal.<br />

Palomares, M. (2004). Comunicar la música. Liderazgo musical<br />

y competencias emocionales: el rol de director. España.<br />

Ramos, P. (2013). La validez y la eficacia de los ejercicios<br />

respiratorios para reducir la ansiedad escénica en el aula<br />

de música. Revista arbitrada en castellano, publicada por<br />

la Sociedad Internacional para la Educación Musical (ISME),<br />

1, pp. 23-30.<br />

Rubio, J. y Castro, M. (2012). La personalidad: variable individual<br />

y grupal en la gerencia de organizaciones. Centro<br />

de Investigación de Ciencias Administrativas y Gerenciales,<br />

10, pp. 67-74.<br />

Sánchez, E. y García de la Rosa, E. (2017). Inteligencia emocional<br />

y música: las bandas de música y las habilidades sociales<br />

(parte 6/6). MusicThinkShout. Recuperado de https://<br />

musicthinkshout.com/2017/05/17/inteligencia-emocio-<br />

nal-y-musica-las-bandas-de-musica-y-las-habilidades-so-<br />

ciales/<br />

Zarza, F., Casanova, O. y Orejudo, S. (2016a). Ansiedad escénica<br />

en estudiantes de piano. Revista Científica sobre la<br />

Imaginación, 1, art. 5, pp. 28-35.<br />

Zarza, F. J., Orejudo, S. y Casanova, O. (2016b). Ansiedad<br />

escénica y constructos psicológicos relacionados. Estudiantes<br />

de cinco conservatorios superiores de música español.<br />

Revista Científica sobre la Imaginación, 1, pp. 51-63.<br />

Martínez, M. (2011). Ciencia y arte en la metodología cualitativa.<br />

México: Trillas.<br />

Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología<br />

55


BASES PARA LAS PARTICIPACIONES EN LA <strong>REVISTA</strong> <strong>CONSCIENCIA</strong> DE LA<br />

ESCUELA DE PSICOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD LA SALLE CUERNAVACA<br />

GENERALES. Para las participaciones en la Revista ConSciencia de<br />

la Escuela de Psicología de la ULSAC se deberán observar los siguientes<br />

puntos:<br />

1. Podrán participar con ensayos, artículos o documentos de otra<br />

índole (fotos, dibujos) todos aquellos psicólogos o estudiantes de<br />

Psicología y aquellos que estén interesados en la ciencia psicológica<br />

y ciencias afines.<br />

2. La revista comprende las siguientes secciones:<br />

1. Editorial<br />

2. Ensayos críticos<br />

3. Artículos<br />

4. Reseñas<br />

3. Limitar las participaciones de artículos y ensayos a 10 cuartillas,<br />

a un espacio, con letra 12, tipo Times New Roman, incluyendo bibliografía.<br />

Los cuadros o figuras deberán ir numerados, dentro del<br />

texto, con cifras arábigas. Los títulos de los cuadros y los pies de<br />

figuras deben ser claros, breves y llevar el número correspondiente.<br />

4. Los materiales propuestos para su publicación deberán estar escritos<br />

en español, en forma clara y concisa. Se entregará en programa Word.<br />

5. Los ensayos son reflexiones críticas sobre determinados temas, y<br />

en este caso se recomienda que contengan tres secciones: 1. Introducción<br />

(objetivo o propósito del ensayo o, en su caso, hipótesis de<br />

trabajo, etc.), 2. Cuerpo del ensayo, en el cual el autor desarrollará<br />

el argumento de su trabajo, y 3. Conclusión.<br />

6. Los artículos básicamente son resultados o aportes de investigaciones.<br />

Deben contener las siguientes partes: resumen, palabras<br />

clave, introducción, objetivos, metodología, resultados, discusión<br />

teórica y referencias bibliográficas.<br />

7. Para las referencias bibliográficas de ensayos o artículos, el autor<br />

debe apegarse al siguiente formato que, en general, sigue los<br />

lineamentos comúnmente aceptados por APA en su última versión<br />

(2017): las referencias en los textos se anotan con el apellido del<br />

autor y año de publicación entre paréntesis y de ser necesario el<br />

número(s) de página(s). Al final del texto se anota la bibliografía<br />

completa en orden alfabético y de acuerdo con el apellido y nombre<br />

del primer autor, año de publicación, título del libro o referencia<br />

en cursivas, lugar de impresión y editorial.<br />

Si la cita es textual se pondrá entre comillas y entre paréntesis se<br />

apuntará el nombre del autor y el año de la publicación con el o los<br />

números de la(s) página(s).<br />

Al final del texto se anota la bibliografía completa. Si la cita textual<br />

es de más de cinco renglones, se sugiere que se escriba con letra 10,<br />

con renglones de 3 cm a 3 cm y se procederá de la manera señalada<br />

anteriormente. Por ejemplo: “…en la terapia uno tendrá que sacar<br />

ventaja en lo posible de los cambios ambientales (Bellak, 1980)...”<br />

y al final del libro en la sección dedicada a la bibliografía: Bellak,<br />

M. D. Leopold, Small, S. D., Leonard, 1980, Psicoterapia breve y<br />

de emergencia, México: Editorial Pax. O también puede incluirse<br />

al autor sin paréntesis: por ejemplo, en un libro de Otto Klineberg<br />

encontramos el siguiente renglón: “Por una parte, Hartley y Hartley<br />

(1952) hablan de actividades físicas...” y en la sección dedicada<br />

a la bibliografía: E. L. Hartley y R. E. Hartley (1952). Fundamentals<br />

of Social Psychology.<br />

8. Cuando se cita por segunda ocasión a un autor, se anota de nuevo<br />

su apellido y año de publicación o se puede hacer la referencia<br />

con las locuciones latinas utilizadas comúnmente para el caso, ambas<br />

opciones entre paréntesis. Si la cita es de internet se anota el<br />

nombre del autor o de la institución, nombre o título del artículo<br />

o ensayo, la dirección completa de la web y la fecha de extracción<br />

de la información.<br />

9. Si la información proviene de una entrevista o de otra fuente, se<br />

anota el nombre del entrevistado o, en su caso, solamente como<br />

informante y la fecha, y/o como documento mecanografiado y en<br />

el estado en el que se encuentra (en proceso de publicación, etc.).<br />

Si es una fuente documental se anotan los datos disponibles, por<br />

ejemplo autor, nombre de la revista o periódico, fecha.<br />

10. Por cuestión de costos, las gráficas que lleguen a incluirse en los<br />

textos deben ser en blanco y negro. Las fotografías en color, por las<br />

razones mencionadas, serán incluidas en blanco y negro.<br />

11. Los trabajos serán revisados y en su caso aprobados por el Consejo<br />

Editorial en colaboración con el Consejo Científico.<br />

12. Los materiales al momento de ser propuestos para ser publicados<br />

no deberán de estar comprometidos para ser incluidos en otras<br />

publicaciones periódicas o permanentes.<br />

13. Los autores se comprometen a que los trabajos y materiales<br />

que someten al Consejo Editorial de la Revista para ser publicados,<br />

son de su autoría y originales y no cometen plagio. Cualquier controversia<br />

suscitada en este sentido es bajo su única y exclusiva responsabilidad.<br />

14. Cualquier controversia acerca de los contenidos de la revista, no<br />

prevista en las bases, será resuelta por el Consejo Editorial.<br />

Para recibir los trabajos o para más información comunicarse con<br />

Pablo Martínez Lacy, al correo electrónico: revistaconsciencia@lasallecuernavaca.edu.mx,<br />

Teléfono: 311-55-25 ext. 852, Escuela de<br />

Psicología, ULSAC.<br />

56 Revista ConSciencia de la Escuela de Psicología


Universidad<br />

Cuernavaca<br />

Nuestra escuela de música con 25 años de vanguardia ofrece<br />

diferentes talleres y diplomado especiales para todas las edades.<br />

¡Ven y conócelos!<br />

Nuevos Diplomados:<br />

Informes: 311 55 25 ext. 871<br />

www.lasallecuernavaca.edu.mx<br />

@musicalasallecuernavaca

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!