REVISTA PESCA JUNIO 2019
La revista Pesca nos informa sobre temas del mar y de la pesca. Difunde información e ideas obtenidas de diversas fuentes sobre la pesca en el Perú y el mundo. Intenta contribuir a la formación de opinión propia en base a información diversa.
La revista Pesca nos informa sobre temas del mar y de la pesca. Difunde información e ideas obtenidas de diversas fuentes sobre la pesca en el Perú y el mundo. Intenta contribuir a la formación de opinión propia en base a información diversa.
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Malditas bombas<br />
Los llaman “bomberos” o “coheteros” y son realmente un problema<br />
en esta reserva de 335 000 hectáreas de extensión,<br />
una superficie mayor al ducado (país) de Luxemburgo. Rondan<br />
por los acantilados, o por las playas, sobre todo en las<br />
tardes, o en las madrugadas, y su propósito es letal: echar al<br />
mar cuatro o cinco cargas de explosivos, a las que se les<br />
agrega, además de pólvora, 200 a 300 gramos de piedras.<br />
Se trata de un cóctel mortal para el ecosistema marino, por la<br />
tenebrosa y simple razón de que lo hace estallar todo. Según<br />
Juan Carlos Riveros, director científico de la ONG Oceana,<br />
este tipo de pesca provoca “un genocidio biológico”. Barre<br />
con peces grandes, pequeños, pequeñísimos; destroza las<br />
larvas, las crías, los juveniles. Destruye también a moluscos,<br />
crustáceos; aniquila al zooplancton y al fitoplancton.<br />
Parecen en actitud de lanzarse al mar, como si dieran inicio a<br />
su faena. José Iván Torres, apodado ‘Rocky’, quien va capitaneando<br />
el zodiac de manera algo solemne, habla por radio<br />
con otro grupo de pescadores que está al borde del acantilado<br />
y luego nos grita a quienes viajamos en la chalana:<br />
“¡Dicen que solo están pescando con redes!”.<br />
“Provoca —agrega el especialista— tres tipos de efectos: lo<br />
primero es casi pulverizar a los peces que estuvieron cerca de<br />
la explosión, de los que no queda prácticamente nada. Luego<br />
afecta a algunos, a los que les hace reventar la vejiga natatoria<br />
y, por eso, salen a flote; y finalmente alcanza a otros, que<br />
ni estallan ni flotan, pero después pueden hasta morir”. Una<br />
hecatombe, en suma. Un crimen que no tiene perdón.<br />
Vigilantes marinos. Terminado el operativo, los pescadoresguardaparques<br />
de Rancherío, en Laguna Grande, se dirigen de vuelta<br />
a su caleta. Foto: Ramiro Escobar.<br />
Eso fue lo que argumentaron los pescadores. Viéndose rodeados<br />
por mar y tierra, uno de ellos se acerca a nuestro bote,<br />
montado sobre una enorme cámara de camión que le sirve de<br />
flotador y sentencia: “Compañero, solo estoy pescando con<br />
red, no estamos ‘coheteando’ ”. Quiroz le hace más preguntas,<br />
sobre quién es, por qué está allí, de dónde viene.<br />
En busca de infractores. Un grupo de guardaparques comunales al<br />
pie de un acantilado avista a un grupo de pescadores que podrían<br />
estar usando dinamita.<br />
No sabemos si esa camioneta station wagon de color blanco,<br />
a la que ya comenzamos a avistar desde la chalana veloz y<br />
vigilante que conduce ‘Traca’, es el vehículo de uno de esos<br />
crueles comandos clandestinos. La podemos ver desde estas<br />
olas mañaneras que zarandean un poco la embarcación. Está<br />
estacionada al borde de un acantilado. Abajo, en una playita<br />
de rocas, tres hombres enfundados en sus trajes de neopreno<br />
dan vueltas.<br />
Al final, confía en su palabra, mientras los pescadores del zodiac<br />
le clavan la mirada como si fuera un arpón a punto de<br />
dispararse. No hay forma, por el momento, de profundizar la<br />
intervención, por un motivo que en medio de este mar algo<br />
espumoso resulta evidente: los guardaparques o el jefe de la<br />
reserva, no están facultados para abrir un auto o detener a<br />
una persona. Solo pueden neutralizar un acto ilegal en curso.<br />
Pero aunque el escenario no es perfecto, por el momento,<br />
frenar estas actividades ilícitas y tener más ojos vigilando la<br />
reserva es una estrategia que está dando sus primeros resultados.<br />
Funciona también para lograr involucrar a la comunidad<br />
pesquera en la conservación de la biodiversidad marina<br />
de la que dependen.<br />
Disuadir, disuadir<br />
Esta es la razón por la que la RNP ha puesto en marcha un<br />
Programa de Guardaparques Voluntarios, llamados también<br />
Revista Pesca junio <strong>2019</strong> 42