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VALORACIÓN-VOLEMIA-FLUIDOTERAPIA-REVISTA-INTENSIVISMO-2015-1

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Cuadro 5 | Capacidad de Discriminación-Predicción de Respuesta a Reto con Fluidos de diferentes Parámetros Predictores.<br />

Parámetro Punto de Corte AUC - ROC S E VPP VPN<br />

Disminución PVC (PAD con la<br />

inspiración (100)<br />

Índice de Colapsabilidad de<br />

Presión de Vena Cava en VM (101)<br />

Índice de Colapsabilidad de<br />

PVC con respiración espontánea<br />

en shock séptico (102)<br />

VPP (103,104)<br />

VVS (68)<br />

cVCI (105)<br />

dVCI (39,106)<br />

cVCS (39)<br />

TOTE (78,140)<br />

Elevación pasiva de miembros<br />

inferiores (EPMI) g ∆VS (107)<br />

Incremento ETCO 2<br />

con EPMI<br />

(108,109)<br />

> 1mmHg<br />

PVCi - PVCe<br />

( PVCe )<br />

> 5%<br />

> 50%<br />

>13%<br />

> 12 - 13%<br />

> 50%<br />

(predictor PVC < 8 mmHg)<br />

> 18%<br />

< 12%<br />

> 36%<br />

VPP > 5%<br />

∆VS ≥ 15%<br />

∆ETCO 2<br />

> 5%<br />

(> 2 mmHg)<br />

AUC-ROC: Área bajo la curva ROC. S: Sensibilidad. E: Especificidad. VPP: Valor Predictivo Positivo. VPN: Valor Predictivo Negativo<br />

perfusión antes mencionados. La recuperación de<br />

la PAM debe darse en los primeros 30 a 60 minutos<br />

de la resucitación, caso contrario se deberá recurrir<br />

a las medidas farmacológicas para conseguirlo, y<br />

continuar concomitantemente los retos de fluidos<br />

si así fuere aún necesario. La recuperación de los<br />

signos de perfusión debe evidenciarse a más<br />

tardar a las 2 horas del inicio de la resucitación y<br />

completarse idealmente antes de las 6 horas.<br />

b. Es muy importante puntualizar que ambos ventrículos<br />

funcionan en individuos normales en la fase<br />

ascendente de la curva de Frank-Starling, y por<br />

ende un reto de fluidos en ellos también producirá<br />

un incremento del VS (GC). Por lo tanto, aun<br />

cuando el paciente siga siendo catalogado como<br />

respondedor, no se debe continuar administrando<br />

fluidos si ya se ha conseguido la estabilidad<br />

hemodinámica con la consiguiente recuperación<br />

de los signos de perfusión 27, 1 (Véase Figura 23).<br />

-<br />

0,9<br />

0,84<br />

0,94<br />

0,93<br />

0,93<br />

-<br />

-<br />

-<br />

-<br />

0,94<br />

-<br />

89%<br />

-<br />

88%<br />

87%<br />

90%<br />

90%<br />

87%<br />

81%<br />

-<br />

VS<br />

-<br />

91%<br />

-<br />

94%<br />

92%<br />

90%<br />

100%<br />

100%<br />

93%<br />

V<br />

-<br />

Respuesta a<br />

Volumen<br />

VS<br />

84%<br />

-<br />

75%<br />

94%<br />

-<br />

87%<br />

93%<br />

-<br />

-<br />

91%<br />

95%<br />

(100%)<br />

93%<br />

-<br />

80%<br />

96%<br />

-<br />

96%<br />

92%<br />

-<br />

-<br />

85%<br />

88%<br />

4. Los límites de seguridad durante la resucitación con<br />

fluidos se establecen en función a evitar la complicación<br />

más seria de esta estrategia inicial: el edema pulmonar.<br />

a. Considerar la no administración de fluidos<br />

cuando tras la valoración repetida de respuesta a<br />

fluidos con los parámetros validados se alcancen<br />

valores por debajo de los puntos de corte, o<br />

cuando la valoración del EO (∆VS) ya no muestre<br />

un aumento de éste mayor al 10 a 15% (Fase de<br />

Meseta de la Curva de Frank-Starling). La administración<br />

adicional de fluidos en esta fase<br />

producirá sobrecarga de volumen, edema pulmonar<br />

o disfunción del ventrículo derecho 27 (Véase<br />

Figura 19).<br />

b. Considerar también la utilización de la ECO<br />

pulmonar para monitorizar la aparición de novo o<br />

el incremento difuso (ambos campos pulmonares)<br />

de colas de cometa o línea B, como criterio<br />

para interrumpir la resucitación con fluidos 110,111<br />

(Véase Figura 8).<br />

VS<br />

Área<br />

Objetivo<br />

Sobrecargado de<br />

Volumen<br />

Precarga<br />

Figura 19: Fases de la Curva de Frank-Starling (Precarga – Volumen<br />

Sistólico) para el entendimiento de la adecuada respuesta a fluidos.<br />

V<br />

V<br />

VS<br />

c. El uso de herramientas de monitoreo intravascular<br />

mínimamente invasivo como las técnicas de<br />

ACOP (PiCCO® o el Volume-view®) asociado a<br />

TDTP(Véase Figura 16 y Cuadro 3) permiten<br />

actualmente además de realizar el monitoreo<br />

hemodinámico, evaluar el agua pulmonar extravascular<br />

(APEV, EVLW). El punto de corte para<br />

interrumpir la administración de fluidos es<br />

aproximadamente un valor superior a 10 ml/kg<br />

peso de APEV 112 .<br />

Las fases conceptuales de la FT del paciente en shock<br />

son cuatro 98 : La fase inicial de “salvataje”, cuyo objetivo<br />

es salvar la vida y restaurar la perfusión de los órganos<br />

vitales; la fase de “optimización”, en donde se busca<br />

mantener la circulación restaurada; la fase de “estabilización”,<br />

para prevenir la disfunción orgánica, y la fase de<br />

“de-escalación”, en la cual se va retirando el soporte<br />

instaurado gracias a la mejoría de la función hemodinámica<br />

intrínseca. La resucitación con fluidos tiene sus<br />

peculiaridades en cada una de estas fases.<br />

1. Fase de “salvataje”:<br />

• Típicamente entre 0 y 24 horas.<br />

• Hipovolemia sintomática altamente probable,<br />

especialmente en trauma y sepsis severa.<br />

• La mayor parte del volumen de resucitación<br />

se recibe en esta fase, sobre todo en las 6 primeras<br />

horas.<br />

• Los cristaloides, sobre todo los balanceados<br />

serían los fluidos de primera línea en esta fase,<br />

con las atingencias arriba mencionadas.<br />

• La albúmina tendría un lugar particular en<br />

los pacientes con sepsis severa, shock séptico.<br />

• Se inicia con una dosis de carga de 20 a 30<br />

ml/kg peso real. Un reciente estudio sobre la<br />

terapia temprana dirigida por objetivos mostró<br />

que dosis menores serían igualmente<br />

efectivas 113 .<br />

• El estudio FEAST 114 en niños febriles con<br />

hipotensión compensada, de una zona pobre,<br />

mostró que tanto coloides como cristaloides<br />

incrementaban la mortalidad cuando se administraban<br />

en bolos 115,116 . Aunque no es extrapolable<br />

a adultos, ha sido una llamada de atención para<br />

prestarle sumo cuidado a la forma como se administran<br />

los fluidos en cada paciente.<br />

• Cada vez más, el uso temprano de vasopresores,<br />

tales como la noradrenalina o adrenalina,<br />

se recomienda como una estrategia de resucitación<br />

concomitante durante la fase de salvataje,<br />

principalmente reduciendo el volumen de resucitación<br />

y mejorando la perfusión de los órganos<br />

vitales a través del incremento del retorno<br />

venoso, la presión arterial media y el GC.<br />

2. Fase de “optimización”:<br />

• Típicamente entre 24 y 72 horas.<br />

• Existe menos incidencia de hipovolemia.<br />

• Cantidades menores de fluidos son administrados<br />

durante esta fase (5-15 ml/kg peso real),<br />

con el objeto de realizar una evaluación diagnóstica<br />

ante la sospecha de hipovolemia (reto de<br />

fluidos) basada en los datos clínicos y paraclínicos<br />

inicialmente detallados.<br />

• No existen datos suficientes que apoyen la<br />

estrategia de administración de fluidos en esta<br />

etapa para mejorar la función de órganos vitales.<br />

• El efecto neto inicial es un balance hídrico<br />

neto positivo, y un incremento del edema intersticial<br />

iatrogénico patológico. El efecto negativo<br />

de este proceso (incremento de la mortalidad y<br />

prolongación de la ventilación mecánica) ha sido<br />

demostrado para sepsis 117 y síndrome de distrés<br />

respiratorio del adulto 118 .<br />

3. Fase de “estabilización”:<br />

• Normalmente ocurre entre las 72 y 96 horas.<br />

• La estrategia del manejo de fluidos en esta<br />

etapa es esencialmente la misma que en la fase<br />

de optimización.<br />

• La FT en esta etapa debe quedar estrictamente<br />

relegada a los pocos casos en donde se<br />

demuestre fehacientemente hipovolemia por<br />

pérdidas medibles y objetivas.<br />

• Aún hoy en día se discute el beneficio o no<br />

de una estrategia “restrictiva” de fluidos en esta<br />

etapa. No existe suficiente evidencia o consenso<br />

que definan tal estrategia 2 .<br />

4. Fase de “de-escalación”:<br />

• Después de las 96 horas, o cuando haya<br />

retornado la estabilidad hemodinámica intrínseca.<br />

• La prioridad es alcanzar un balance hídrico<br />

negativo ya sea con restricción de fluidos (lo más<br />

recomendable) y/o incrementando la eliminación<br />

de estos ya sea de forma espontánea o con la<br />

administración de diuréticos; aun cuando esto<br />

último no mejora el edema intersticial ya<br />

establecido.<br />

• No hay suficiente evidencia para recomendar<br />

la hemofiltración como estrategia para lograr<br />

este objetivo en ausencia de insuficiencia renal.<br />

I. Resucitación con fluidos:<br />

La resucitación con fluidos implica la rápida intervención<br />

con cristaloides, coloides y componentes sanguíneos,<br />

cuando sea pertinente, en el paciente que se<br />

encuentra con evidentes signos de hipoperfusión acompañados<br />

de hipotensión arterial que suele aún no haber<br />

sido manejado hasta ese momento. Implica un déficit<br />

mínimo de volumen intravascular de 1500 a 2000 ml<br />

(Véase Cuadro 1).<br />

Independientemente del tipo y la etiología del SC (a<br />

excepción del shock cardiogénico por falla ventricular<br />

izquierda con edema pulmonar cardiogénico: Killip IV +<br />

24 Intensivismo Intensivismo 25

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