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Lili y Anelakai Balanga saltan<br />
a las aguas de Keauhou Bay.<br />
Abajo: La zona es un lugar<br />
especial para ver delfines<br />
‘Ohana<br />
LILINOE, TIENE CINCO AÑOS Y NO<br />
PUEDE DECIDIR SI SALTA O NO del<br />
bote de su familia a los brazos de<br />
su papá, su mamá y su hermana mayor que<br />
están disfrutando de las límpidas aguas de<br />
color aguamarina de Keauhou Bay. Con las<br />
altas tierras verdes del distrito cafetero de<br />
Kona como telón de fondo, sesenta delfines<br />
han estado ofreciendo un show durante la<br />
última media hora, salpicando, zambulléndose<br />
y saliendo a la superficie una y otra<br />
vez alrededor de la bahía y a unos pocos<br />
metros de la canoa. “¡Saltá Lili, saltá!” le<br />
grita su hermana Anelakai de 10 años. “Si<br />
lo hacés, esta noche te pinto las uñas. ¡De<br />
rosa Barbie!” Ante semejante propuesta,<br />
Lili salta.<br />
Estoy en la canoa con la ‘ohana Balanga, o<br />
familia – los padres Iko y Holly, y sus dos<br />
hijas. Iko construyó la canoa él mismo, dos<br />
cascos unidos entre sí, y entre una zambullida<br />
y otra compartimos historias, risas y<br />
bocados de algas japonesas y trozos de dulce<br />
y fresco ananá espolvoreados con polvo<br />
chino li hing mui de sabor salado-amargo.<br />
Un hombre vivaz de pelo negro muy<br />
corto, Iko trabajaba en la construcción antes<br />
de dedicarse al negocio de las canoas para<br />
pasar más tiempo con su esposa e hijos.<br />
“Son lo más importante en mi vida, pero la<br />
‘ohana en Hawái incluye a más personas<br />
que la familia nuclear. Las personas con las<br />
que trabajé durante tantos años, los<br />
maestros y otros padres de la escuela de las<br />
niñas, nuestros buenos amigos – me siento<br />
conectados con todos ellos. Todos son<br />
‘ohana y, después de pasar un par de horas<br />
contigo, vos también lo sos”.<br />
De regreso al muelle, después de decir<br />
hui hou – hasta que nos volvamos a ver – a<br />
Iko, Holly y las niñas, Iko apoya su frente y<br />
su nariz con las mías e inhalamos juntos.<br />
Eso es honi, un saludo tradicional polinesio,<br />
y en muchos años de visitar Hawái<br />
nunca antes lo había experimentado.<br />
“Ohana no se trata de la sangre que corre<br />
por tus venas”, explica Iko. “Es lo que está<br />
en tu corazón”.<br />
Los paseos personalizados en canoa Hawáiana<br />
cuestan US$120pp (anelakaiadventures.com)<br />
PHOTOGRAPHS:<br />
42<br />
Marzo <strong>2019</strong>