Diario Reflexivo. Brenda

Diario Reflexivo
Teologías feministas y queer
Brenda Jimenez Arguello

UNIDAD II
Semana 5: Del 11 al 17 de febrero
En esta semana 5 del curso, la profesora nos brinda dos lecturas para la comprensión y análisis
de las mismas. Con el fin de poder introducirnos en un análisis de la realidad, las lecturas nos
abren paso a un sin números de análisis, en especial sobre el espacio del cuerpo.
Desde las lecturas podemos comprender como la teología de la encarnación comprende los
cuerpos vividos, aquellas palabras que han encarnado sobre cuerpos que cargan con el peso
impuesto por significados justificados por lo “divino”. El cuerpo ha sido espacio por donde pasa
y se han vivido las opresiones, así como las resistencias. Hemos dejado que la carne nos muestre
lo divino, en vez de que lo divino moldee la experiencia de la carne
Una teología desde los cuerpos nos permite observar la diversidad de expresiones que han sido
ocultadas por el sistema heteronormativo, que nos dice que expresiones son “normales”, cuales
son “anormales”, cuales debemos seguir por ser “moralmente divinas” o cuales son “pecado”.
Todas estas respondiendo a las normas impuestas que moldean y construyen los cuerpos.
Los textos bíblicos utilizados en interpretaciones deben comprender no solo el espacio del
simbolismo, sino los cuerpos encarnados desde los cuales se expresa la multiplicidad, misma
que no puede ser dejada a un lado y la cual conlleva a comprender como estos diversos cuerpos,
forman parte de un sistema el cual ha limitado con el binarismo mujer-hombre, no solo un tipo
de clase y etnia, sino de un solo tipo de hombre y de ser mujer. Dejando de lado la multiplicidad
de ser hombre o mujer.
Es claro que el cuerpo se ha encontrado moldeado, estructurado y manejado desde parámetros de
“funcionalidad” del sistema patriarcal, el lenguaje mismo es parte de ello, sus concepciones
poseen ya todo un contexto patriarcal, sin embargo estos cuerpos son parte opresión, parte
resistencia.
Sabemos que las guerras aprenden de las estructuras patriarcales y las aplica, buscando cada
vez formas más eficientes y rápidas de destrucción y uno de ellos es el papel que asignado a la

mujer de reproducción. En Costa Rica se habla de ser un país sin guerra, sabemos que estas
nuevas guerras las vemos en el narcotráfico, las pandillas, la trata de personas, la prostitución,
todas ellas muestran esa característica de destrucción del cuerpo de la mujer, su objetivización es
muestra en cada anuncio de televisión, en cada expresión popular, en canciones, en un cuerpo
estereotipado y cargado de contenido denigrante.
Es importante por ende, visibilizar como los aparatos reguladores de estos cuerpos, se entrelazan
con aspectos políticos y legales y llegan a las leyes en nuestro país como es la penalización al
aborto.

Semana 6: Del 18 al 24 de febrero
En esta semana, entramos en discusión con varias lecturas, en las cuales el tema de género sigue
siendo foco central de análisis. Las masculinidades dentro de este análisis se presenta como parte
importante en el estudio de género.
En “traficando con hombres: La antropología de la masculinidad” de Matthew C. Gutmann, se
trabaja sobre la importancia dentro de la antropología de trabajar sobre la categoría de
masculinidad. Este trabajo comprende categorías de sujetos que tienen género a la vez que lo
otorgan, sujetos que han sido también parte de la construcción social, parte de un sistema de
poderes que nombran y reproducen las características de lo que es ser “macho”, “viril”.
Como menciona Tiger en su análisis, la capacidad que ha perdido la religión de justificar la
ideología de género, ha sido sustituida por la biología. Esto ha permitido que el binarismo
hombre-mujer, se justifique por una sexualidad para y por la reproducción, así como el espacio
público de los hombres y el privado a la mujer, para el cuido de los niños y ancianos,
naturalizando ciertos roles y destinándolo como “naturales”.
El análisis de las relaciones entre los cuerpos materiales y las relaciones culturales han permitido
comprender por qué y cómo todas esas imposiciones del género, las mismas que no solo han
puesto a las mujeres en ese lado del otro-oprimido-, sino también a algunos hombres como los
homosexuales al no calzar dentro de la línea de heteronormatividad. Estas situaciones de
desigualdad deben ser analizadas dentro de las diferentes situaciones históricas y culturales con
el fin de comprender el contexto y poder así comprender las mejores vías para la crítica y el
cambio.
Es importante al hacer estudios, tener presente como dentro de los discursos sobre la
masculinidad, se ha mantenido un discurso hegemónico que ha dado por entendido la noción de
un tipo de ser varón, ese que ha sido mantenido bajo la idea de un Dios varón-blanco, dejando
por fuera todas esas otras formas de serlo, como lo son los afrodescendentes, los indígenas, los
homosexuales, etc.

Es por ende que romper con la idea y los estudios que analizan el ser hombre como una norma,
conlleva a comprender las múltiples masculinidades, y de esta manera comprender mejor las
relaciones sociales, así como los mecanismos de poder que mantienen dichas categorías.
En el texto del hijo pródigo y los hombres gays Una relectura de Lucas 15,11-32, en la
perspectiva de las teorías de género y de sexualidad de Andres Musskopk, se expresa la
importancia de indagar en quien lo interpreta y las categorías de genero existentes en el texto que
nos permitan buscar la liberación en nuestros contextos.
Comprender como los textos bíblicos fueron concebidos e interpretados dentro de un contexto, y
a partir de una ideología patriarcal, nos permite realizar un mejor análisis, acoplado a nuestro
contexto, y comprendiendo por qué y para que de su función en su época.
Cuando tratamos de entender los textos bíblicos es importante comprender que tanto en la
actualidad como en ese contexto, el sexismo y la misoginia, característicos del patriarcado, están
relacionados con la homofobia y el heterosexismo, lo cual genera grandes consecuencias para la
lectura e interpretación de los textos, desde las categorías de género y sexualidad.
El tema de migrar central en el texto, es parte importante a la hora de analizar las realidades
vividas por personas homosexuales, donde es visto como única salida para poder vivir su
sexualidad en libertad, lejos de ese sentimiento de culpa. La aceptación del padre muestra la
ruptura a ese sistema patriarcal, presupone un cambio en cómo se percibe la estructura,
presupone posibilidades, las mismas que surgen al abordar la biblia desde las teorías de género y
queer.

Semana 7: Del 25 de febrero al 3 de marzo
Al empezar esta semana se nos presentan un grupo de lecturas, las cuales nos adentran aún más
en el estudio del género. Joan W. Scott en su texto “género: una categoría útil para el análisis
histórico” presenta el género como una categoría social impuesta sobre los cuerpos sexuados,
pasando a ser una forma de denotar las construcciones culturales de ideas sobre los roles que
definen el ser hombre y mujer.
Dentro del estudio de género Scott nos muestra la importancia de descubrir el impacto que tienen
estos roles sexuales, así como el simbolismo de los mismos en las distintas culturas y tiempos.
Este conocimiento ayuda a comprender como ha funcionado el género en las relaciones humanas
y para quienes o para qué.
En Scott el lenguaje se muestra como un punto clave en el análisis del género, su sistema de
significados, ordenes simbólicos; moldean y son expresión de los poderes y las normas en los
cuerpos sexuados. Este uso el lenguaje también construye el significado de la experiencia,
mismo que es importante tomar en cuenta a la hora de realizar estudios sobre experiencias
vividas.
Es por este motivo que la antropóloga Michelle Rosaldo menciona: "Me parece entonces que el
lugar de la mujer en la vida social humana no es producto, en sentido directo, de las cosas que
hace, sino del significado que adquieren sus actividades a través de la interacción social
concreta" ( Scott, 2019. 22)
Por ende, comprender que los cambios en la organización de las relaciones sociales son parte de
cambios en las representaciones del poder. Ante esto, el género se presenta como un modo de
comprender la complejidad de las interacciones humanas.
En esta interconexión de sistemas económicos y de género se crean experiencias sociales e
históricas, las cuales deben redefinirse por medio de la equidad política y social no solamente en
el sexo, sino en su conjunto de clase y raza.
Desde la visión de Butler, Scott cuestiona como la diferencia biológica no puede ser pensada
fuera de formas de poder en la cultura y en la historia. Por ende el tiempo entra en la importancia

de su análisis feminista, la categoría como concepto es en ella misma un cambio histórico, el cual
vale la pena prestar atención.
Visualizar a través de cuales medios surgen las ideas dominantes, conlleva a comprender el para
qué y porque surgen, y como han venido a organizar el esquema conceptual del cual se organiza
la vida social o lo llamado “experiencia”.
La historicidad de dichos términos, es revelada por medio del cuestionamiento, y este
cuestionamiento nos permite refutar la idea de diferencia, pero también la idea de igualdad de la
cual no debemos ver como un bien en su fin, ya que muchas de las expresiones de igualdad solo
responden a la normalización, a seguir en el sistema patriarcal, como lo podemos ver en nuestras
realidades, cuando como mujeres se nos invita a ser “mujeres empoderadas” pero este
empoderamiento se trata no necesariamente de una ruptura al sistema o al concepto de
feminidad, sino que nos obliga a ser mujeres para el hogar y además ser profesionales exitosas ,
lo que implica tener un buen cargo, dinero y ojala un buen carro, respondiendo al sistema
capitalista. Generando estrés en quienes a pesar de su esfuerzo laboral siguen ganando menos
que muchos hombres o para quienes no teniendo la oportunidad de estudiar, se sienten “menos
valiosas”.
En este punto me hizo recordar esta fecha que está cercana: “el día internacional de la mujer”, en
televisión, exactamente en canal 7, se nos presentan anuncios haciendo alusión al logro que
algunas mujeres han tenido a lo largo de la historia de Costa Rica. Se nos presentan las primeras
jugadoras de football, la primer mujer que ejerció el voto, entre otras; sin embargo esta
presentación se guía más a mostrar cómo estas mujeres entraron en discursos y espacios
patriarcales, desde leguajes dominantes, y no necesariamente partiendo desde la ruptura al
sistema que las ha oprimido, es como querer encajar donde no se ha dado espacio a esa pieza.
Por ello, se menciona que no solo las mujeres tomaron posición en el espacio público, sino que
también el espacio llego a configurarse para que se pudieran encontrar a ellas mismas hablando y
siendo ellas como categoría un sitio de enunciación.
Esta diferencia sexual de la cual Scott menciona es producida y productiva, y es por ello que el
feminismo crítico de Scott revela la importancia de estudiarlo. La categoría por la cual
identificamos a los sujetos es normativa y posibilitadora, por ende el feminismo no debe dar por

sentado los significados, desde ahí se deben estudiar estas diferencias sexuales y relaciones de
género.
Es desde la contradicción donde se surge la paradoja, y ella en sí misma es un mecanismo de
cambio histórico.
Desde la lectura de Genilma Boehler sobre “Teorías, teologías, género e ideologías” partimos de
un tema reciente y controversial hoy en día como lo es la llamada “ideología de género”. Su
estudio parte de un andamiaje sobre las luchas feministas que se han dado para llegar a lo que
hasta el día de hoy se ha logrado, pasando posteriormente a mostrar lo que en nuestra realidad
latinoamericana hemos estado viviendo desde hace años, que es la incursión de voceros y
campañas antigénero desde los espacios del poder político y religioso. Estas campañas surgen de
esferas políticas internacionales con elaboración teológica, las cuales al sentir que algo está
escapando del control religioso, tal como el control sobre los cuerpos, sobre todo el de las
mujeres (destinados a la reproducción y el cuidado) utilizan sus armas para ridiculizar, desvirtuar
y hostilizar estos logros feministas.
La incursión del término “ideología de género” por parte iglesias pentecostales y neopentecostales
en sus discursos fascistas y excluyentes, son muestra de los miles de años de
ideología patriarcal que en nuestro siglo brotan de los poderes fascistas que desean seguir con el
control de la sociedad. Estos discursos fascistas se incorporaron en las elecciones presidenciales
de enero del 2018, y lograron tener gran repercusión en la población menos informada y con una
cultura patriarcal muy marcada.
Esta semana el tema ha sido de gran ayuda para la comprensión de una realidad, que si bien
muchos no veían venir, ha estado latente en el contexto de muchas personas. El miedo al cambio
es una de las razones del porque muchas personas en esta campaña presidencial buscaron apoyar
los derechos a la tal llamada “familia”, la cual hace referencia a la familia tradicional. Otros de
los aspectos de importancia en tal decisión, son los relacionados con la sexualidad y el cuerpo,
donde muchos de los votantes basaron sus votos en un partido donde temas como el derecho al
aborto, matrimonios en personas del mismo sexo, así como la implementación de las guías de
sexualidad en los centros educativos, eran el eje central en su campaña, para negar los derechos a
esas personas y continuar con lo “conocido”, con el “designio de Dios”.

Aunque las elecciones pasaron, el interés de analizar cómo está construido el conocimiento en
nuestra sociedad, quedo latente. Hacer una reflexión crítica desde el significado de la
“ideología” es fundamental, ya que como se menciona en el texto: “detrás de una reflexión sobre
Dios o una Cristología, hay una visión ordenadora del mundo y de sus relaciones que a la larga,
influyen en el desarrollo de ideas económicas de los pueblos.” P.24.
Es importante por ende, conocer que el análisis de género contribuye a percibir como los
discursos teológicos no son neutrales, estos se encuentran bajo el influjo de juegos de poder de
los que surgieron y se han interpretado.
Para concluir con mí análisis considero clave darle importancia a interrogantes como las que
plantea la autora Marcella Althaus en el texto presentado por Boehler: ¿Habrá espacio en la
teología latinoamericana más allá de la normativa, de la narrativa heterosexual que lucha contra
nuestros deseos y no entiende nuestros fragmentos? Siendo tema de gran importancia ante
políticas reductoras de otredades como las que vivimos hoy en día, donde aún vemos como la
política va de la mano de la religión y como una creencia religiosa (La Virgen de los Ángeles)
fue determinante en los resultados electorales del pasado enero en Costa Rica.
Imagen que muestra el manejo de mal-información para las elecciones 2018 en Costa Rica

Semana 8: Del 4 al 10 de marzo
En esta octava semana de camino de reflexión, iniciamos con una lectura de Mar. Fournier
Pereira sobre su texto: “Interseccionalidad: La fibra que teja lo abyecto. Aportes para pensar las
zonas del ser y del no ser con el feminismo decolonial”.
Este texto trabaja sobre la interseccionalidad, es decir, los puntos donde se amarran la raza, clase,
género, sexualidad, así como otros sistemas de dominación, tanto dentro de la zona del ser como
del no ser. Su función es hacer visible como dentro del sistema de opresión no solo entra a tomar
partida la raza como los decoloniales lo habían trabajado, sino que el género es parte esencial en
su análisis y construcción. Es por ende que Oyewùmi señala como el género es, como la raza,
una imposición colonialista que ha creado la idea de que han estado desde el inicio de las
sociedades, este es parte importante en el sistema mundo donde el capitalismo, el patriarcalismo
y el colonialismo nos imponen sus ideas, normas y expresiones.
La fragmentación además de ser un producto del colonialismo, es la forma de mantener la
hegemonía, ya que separadas las luchas es difícil crear cambios. Por ende la lucha por la
homofobia debe verse en solidaridad con las luchas feministas, entre otras luchas, ya que debe
crearse un tejido tupido el cual permita comprender las múltiples formas de opresión
perfeccionadas bajo las tecnologías de poder.
Por otro lado en la lectura de Monique Wittig: "Las lesbianas no somos mujeres" Monique
Wittig:"Devenir lesbiana" se trabaja sobre la lucha por la desaparición de las categorías sexuales,
conllevando esto a la propia categoría de mujeres, como un desafío al feminismo tradicional, una
crítica a la heterosexualidad en tanto que régimen político.
Para Wittig el concepto lesbiana, es el único que se encuentra más allá de las categorías de sexo
mujer y hombre, ya que este sujeto designado lesbiana no es una mujer ni económicamente, ni
políticamente, ni ideológicamente.
“Ni se nace mujer, ni hay por qué llegar a serlo.” Variación de Beauvoir

En “Sexualizando la Trinidad: Aportes desde una teología de la liberación queer a la
compresión del misterio divino” de Hugo Córdova Quero, se expresa la importancia del lenguaje
en la construcción y reconstrucción de los conceptos tanto de expresión del ser humano, como de
lo divino. El lenguaje puede comprenderse como el vehículo por el cual el heteropatriarcalismo,
heterosexualismo y el colonialismo han construido y siguen construyendo simbolismos que
mantienen su hegemonía.
Comprender como la trinidad ha sido parte de esta hegemonía opresora, nos permite analizar de
qué manera hemos concebido la imagen de Dios, como esto ha conllevado a justificar bajo la
idea del dios blanco no solo la supremacía del hombre, sino del hombre blanco y heterosexual.
Esta imagen de lo divino se ha naturalizado, comprendiéndola como el “verdadero” orden.
Ante ello, trabajar bajo una trinidad queer nos puede brindar otras formas de interpretación más
inclusivas, donde se reconozca el rol que posee el lenguaje en el proceso de colonización de los
cuerpos. Al ser los cuerpos la geografía desde donde el colonialismo heterosexual ha mantenido
cautiva la sexualidad, el cristianismo ha tenido partida al colocarlos en el espacio de lo
prohibido.
Discursos como estos, son mecanismos de control sobre las personas, como una forma de seguir
manteniendo el control por medio de la culpa, que reprime los cuerpos; como lo es en su
sexualidad, en su manera de vestir, de expresarse, de interactuar y de conocer su cuerpo. Desde
niños y niñas los discursos religiosos nos han presentado el cuerpo como intocable, malo, sucio,
pero a la vez como templo de Dios, como nos lo muestran en los diez mandamientos. Es a base
del miedo a sentirnos culpables que escogemos el camino de la obediencia y disciplinamiento en
nuestra forma de actuar y de pensar y es así como expreso que la obediencia lleva a la permisión
de normas, y con ello a permitir que construyan nuestros cuerpos como si se tratara de un taller,
en donde llegamos y nos los moldean, restringiendo y negando gran parte de nuestra sexualidad,
gozo y placer.
El cuerpo de la mujer, ha sido víctima de la constante culpa impuesta a sentir gozo, placer y
alegría. La sexualidad femenina se ha visto envuelta entre títulos de pecado que niegan y anulan
su libre expresión, el cuerpo se ha utilizado como el medio por el cual se concreta el pecado,

produciendo culpabilización y llevando esta culpa a una necesidad de perdón, la cual se ejecuta o
se lograra al recibir un castigo.
Uno de los mitos cristianos que ha contribuido a la noción de pecado y desobediencia es el mito
de Adán y Eva, donde el sentimiento de culpa heredado a la mujer es uno de los responsables de
que se mantenga veracidad de tal mito aún en nuestros días. Como lo menciona la Teóloga
feminista Ivone Gebara “…. A la mujer le tocó la peor parte, la de cargar en sus hombros la
flaqueza de haber cedido a la tentación de la serpiente. La tradición cristiana la acusó siempre
de ese pecado y, por eso, en nombre de Dios, la relegó a un papel secundario en la historia.”
(Gebara, 1995: 54).
Construcción binaria de buena/mala:

Referencias bibliográficas
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Fournier-Pereira, Mar. Interseccionalidad: la fibra que teje el abjecto. Aportes para pensar las zonas del
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