24.02.2019 Views

Edición 296-301118

Edición número 296 del periódico Enlace de la Costa, editado y distribuido en la Costa de Oaxaca, con información de la región y sus municipios.

Edición número 296 del periódico Enlace de la Costa, editado y distribuido en la Costa de Oaxaca, con información de la región y sus municipios.

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

2<br />

ESPECIAL<br />

RELATOS ORALES<br />

______________________________________________________________________________<br />

Rescatando la historia de Huatulco<br />

DIRECTORIO<br />

Tío Mino<br />

>> Las fiestas de antes y la llegada de<br />

los Huatulqueños<br />

? Erika Greco<br />

Enlace de la Costa<br />

Santa María Huatulco<br />

---------------------------------<br />

Cuando creí que no daría<br />

con la casa de Tío Mino,<br />

después de haber caminado<br />

más de una vez sobre la<br />

avenida principal del pueblo y<br />

hacer un par de llamadas sin<br />

éxito, un buen samaritano se<br />

apiadó de mí. Ese día había decido<br />

no volver a casa hasta no<br />

tener la entrevista con él. Tanto<br />

me habían hablado de su<br />

historia que me juré no regresar<br />

hasta dar con su casa. Lo<br />

curioso es que ya había estado<br />

antes ahí, pero mi atinado sentido<br />

de orientación me hizo<br />

dar vueltas sobre la misma calle<br />

sin atreverme a seguir mis<br />

instintos. Llamé una, dos, tres<br />

veces, a diferentes personas,<br />

pero nadie respondió, creo que<br />

todos estaban en la misma reunión,<br />

¡Ay, ajá! – mi sarcasmo<br />

sale a relucir. Mi aferrada terquedad<br />

hace deslizar mis dedos<br />

sobre el teléfono una vez<br />

más. Del otro lado una voz que<br />

no esperaba responde:<br />

- ¡Hola, Erika! Doña Ary no te<br />

puede contestar, pero su secretario<br />

te toma el recado- Su evidente alegría<br />

por la pequeña broma me hizo<br />

reír sonoramente.<br />

Después de un saludo cordial<br />

le cuento mi pequeña frustración.<br />

Sin necesidad de más explicación<br />

sale a mi encuentro y amablemente<br />

me dirige hasta la entrada de<br />

un corredor techado, claro, no sin<br />

antes gritar desde la entrada, ¡TÍO<br />

MINO! ¡TÍO MINO! -A veces sale<br />

el perro- me dice en tono de advertencia,<br />

- y me ha pegado unos<br />

buenos sustos. Así que más vale<br />

prevenir.<br />

Bajo el techo del corredor descansan<br />

pacientemente Don Mino y<br />

su esposa, ambos no esperaban mi<br />

visita, pero tan solo al ver de quien<br />

iba acompañada, su sonrisa se<br />

hizo notar. Ambos se fundieron un<br />

abrazo, me presentó rápidamente<br />

y se retiró.<br />

Recostado sobre una concha<br />

tejida en amarillo y verde, y con el<br />

aire fresco de la noche, Tío Mino<br />

no se hace esperar a que tenga<br />

lista mi libreta ni mi grabadora,<br />

incluso antes que pudiera acomodarme<br />

sobre la silla, comienza a<br />

compartirme una las historias más<br />

fascinantes que he escuchado hasta<br />

ahora.<br />

-Después de que Chona Manzano<br />

vendió las tierras del Arenal,<br />

desde la playa de Iztapa, hasta el<br />

lugar denominado Tecomatillo a<br />

los turcos, se desató un conflicto<br />

por la posesión de tierras. Los turcos<br />

empecinados con sus tractores<br />

y maquinaria avanzaban sobre lo<br />

que se pusiera enfrente. Pero no<br />

contaban que un hombre pasaría a<br />

la historia por defender el derecho<br />

de tierras de su gente, Ambrosio<br />

Ramírez, quien se ganó el título<br />

al primer jefe de Huatulco en los<br />

años treinta.<br />

La misma gloria que lo llevó a<br />

ser nombrado jefe, le trajo muchos<br />

enemigos, un día de buenas a primeras<br />

juró con su primo Pancho<br />

Vásquez (quien en ese entonces<br />

era jefe de Coyula) que, de morir<br />

en manos de terceros, vengarían la<br />

muerte del otro. Quizás ya presentía<br />

que sus días estaban contados.<br />

Al tiempo, le hicieron saber que<br />

se habían robado las arcas de dinero<br />

donde se depositaban las limosnas<br />

a la virgen de la Concepción,<br />

Ambrosio, no titubeó en exclamar<br />

que colgaría al presidente a media<br />

plaza. Pronunciamiento que más<br />

tarde le costaría la vida. En memoria<br />

del juramento hecho a su primo,<br />

Pancho Vásquez intentó saldar su<br />

muerte, pero ésta le encontró primero.<br />

Sin jefe en el Arenal y Coyula,<br />

el pueblo no tenía a quién pedirle<br />

consentimiento en las decisiones<br />

importantes, y era menester hacerlo,<br />

nombrándose así, a Benigno<br />

González Palafox, (ranchero nacido<br />

en esas tierras), a partir aquí se<br />

escribiría otra parte de la historia<br />

no muy grata, pero necesaria de<br />

contarse.<br />

Y, para situarnos en esta parte<br />

de la historia, tenemos que recordar<br />

a quienes pusieron de por medio<br />

su vida para defender el honor<br />

de su pueblo y su gente; los jefes de<br />

Huatulco fueron: Aurelio Salinas,<br />

Benigno González, Adrián Salinas<br />

y Pedro Herrera, por su parte Pochutla<br />

lo encabezaban: Pedro Díaz,<br />

Juventino López y Chano Díaz.<br />

Las codiciadas tierras de Coyula<br />

se convirtieron en campos de<br />

batalla. Por sus laderas se derramó<br />

sangre inocente, sus ríos y playas<br />

fueron testigos presenciales de encuentros<br />

furtivos a media noche.<br />

Los lugareños huyeron entre montes<br />

y veredas, trotaron cerro abajo<br />

con el pesar sobre sus hombros a<br />

la tierra más cerca, el Arenal. Las<br />

familias se dividieron, los hombres<br />

llevaron a sus mujeres y niños<br />

a crear nuevos asentamientos, y<br />

ellos, con carrillera sobre el pecho,<br />

vigilaban sigilosamente los movimientos<br />

del contrario.<br />

Este ir y venir comenzó en los<br />

años cincuenta y llegó a su fin en<br />

el cincuenta y cinco con la muerte<br />

de Aurelio Salinas, y más tarde,<br />

cobrando venganza con la vida de<br />

Pedro Díaz en su natal Pochutla.<br />

Para ese entonces, yo tendría doce<br />

años, mi padre Cayetano Martínez<br />

Pérez vivía en el Arenal, él llegó a<br />

darle posada a quienes huyeron de<br />

Coyula, yo solo hacía los mandados,<br />

pero me acuerdo de todo. No<br />

había otro tema de conversación<br />

en el pueblo que no tuviera que ver<br />

con el pleito entre los Huatulco y<br />

Coyula.<br />

Cuando la aparente calma había<br />

llegado, y después de tenderse<br />

lazos de hermanamiento, otro<br />

conflicto se desarrolló, el raterismo;<br />

lo cierto es que no podemos<br />

echarle la culpa a nadie más, el<br />

mismo pueblo se robó entre sí; ganado,<br />

caballos, mulas, yeguas. Y sí,<br />

si recuerdo quien era, su nombre<br />

fue, Crescencio Escobar, él robaba<br />

con otras gentes. Él era un hombre<br />

bueno, no se metía con nadie, lo hicieron<br />

ratero las mismas autoridades,<br />

porque le dieron amplitud de<br />

que hiciera lo que quisiera y quien<br />

en ese entonces era presidente<br />

Municipal de Huatulco, Esteban<br />

Canseco.<br />

Pero la historia de los bajos no<br />

termina ahí, muy a pesar que Benigno<br />

González figuró como uno<br />

de los que iban al frente por Huatulco<br />

en la defensa de sus tierras,<br />

la gente de Coyula y Huatulco se<br />

unieron para derrocarlo. No lo querían,<br />

así nomás. Los mismos que<br />

hicieron el negocio con Ambrocio,<br />

quisieron hacerlo con este señor.<br />

La política estaba de por medio en<br />

este asunto, el propio presidente<br />

municipal tuvo la culpa porque lo<br />

permitió, les decía: -Tu haz lo que<br />

tú quieras-. Con todo y eso, no lo<br />

mataron, no pudieron con Benigno<br />

González, no de esa forma. -<br />

La noche se percibe más densa,<br />

a nuestro alrededor casi todo<br />

es penumbra, un delicado hilo de<br />

luz que provee el farol de la calle<br />

alumbra la entrada de la casa de<br />

Tío Mino, miro de reojo sobre mis<br />

hombros y caigo en cuenta que el<br />

tiempo ha pasado sin notarlo. La<br />

plática es tan amena que no noté el<br />

transcurrir de las horas. Su esposa,<br />

Doña Josefina me observa detenidamente<br />

y entrecerrando los ojos<br />

recuerda que me ha visto antes, -Tú<br />

venías con… -y sin dejarle termina<br />

la frase, asiento con la cabeza -ah,<br />

¡claro!, ¡sí!, tu cara no se me puede<br />

olvidar, pero, ¿venías de pantalón,<br />

cierto? - lo acentúa porque mi vestido<br />

de flores que elegí para ese<br />

día la había hecho dudar por un<br />

segundo si era la misma persona<br />

que estuvo en su casa en una visita<br />

anterior. Yo no olvido una cara fácilmente,<br />

menos la tuya. - termina<br />

por afirmar. No me queda más que<br />

sonreírle, aunque por dentro pienso:<br />

- ¿A qué se habrá referido con<br />

? Dejémoslo así,<br />

creo que prefiero no saber.<br />

De esta manera Doña Josefina<br />

ha atraído mi atención y se ha colado<br />

en nuestra conversación. La<br />

noto visiblemente emocionada, y<br />

no es para menos, lo que agregará<br />

a la narración es tan digno de escucharse<br />

como de leerse que vuelvo<br />

a centrar toda mi atención en<br />

ellos y me pierdo en el tiempo.<br />

La fiesta del 8 de diciembre, la<br />

patrona del pueblo, la virgen<br />

de la concepción.<br />

-En esos tiempos el presidente<br />

municipal enviaba un oficio a los<br />

rancheros del pueblo que especificaba<br />

que les tocaba poner una vaca<br />

para la fiesta, y ellos no se negaban.<br />

Era la costumbre.<br />

Ernesto García y Juan Altamirano,<br />

de oficio carniceros, se<br />

encargaban primero de despedazar<br />

el animal, luego lo cocinaban<br />

mientras las mujeres preparan tepache<br />

y pulque, y por supuesto, el<br />

chínguere ¿Chínguere? - pregunté<br />

extrañada –Sí, no podía faltar, -<br />

¿Quieres saber cómo se preparaba?,<br />

te voy a contar, - le ponían: caña,<br />

plátano verde y alcohol. La caña la<br />

machacaban bien, después se fermentaba,<br />

y por último se hervía. El<br />

agua de sandía, jamaica o la fruta<br />

de la temporada también eran parte<br />

de la festividad. Llegada la hora<br />

de la comida, a cada uno de le daban<br />

su jícara de morro y un plato<br />

de carne que se servía en platos de<br />

barros que nos traían de Miahuatlán,<br />

Ejutla y Ocotlán, y la mejor parte<br />

es que todo era regalado.<br />

Continuará…<br />

Tito García Pérez<br />

Director General<br />

--------------------------------<br />

Antonio García<br />

Subdirector<br />

--------------------------------<br />

Martha L. Martínez R.<br />

Aux. Redacción<br />

--------------------------------<br />

Lic. Belén Guzmán G.<br />

Dulce R. García Alvarado<br />

Administración<br />

---------------------------------<br />

C.P. Francisca Jiménez B.<br />

C.P. Olegario Giral López<br />

Asesores Contables<br />

---------------------------------<br />

Lic. Javier Rodríguez Cruz<br />

Lic. Claudia E. Canseco Ochoa<br />

Asesores Jurídicos<br />

---------------------------------<br />

Oficinas:<br />

Calle Laguna Grande,<br />

Manzana 23, Lote 17, Sector<br />

U2, Santa Cruz Huatulco,<br />

Oaxaca, México. Código<br />

Postal: 70989<br />

Teléfonos:<br />

(01-958) 583-45-79<br />

(044-958) 589-24-88<br />

Correo Electrónico:<br />

enlacedelacosta<br />

@hotmail.com<br />

Página Web:<br />

enlacedelacosta.com<br />

Redes Sociales:<br />

---------------------------------<br />

Enlace de la Costa es una publicación<br />

quincenal que se<br />

edita y distribuye en la Costa<br />

de Oaxaca, México.<br />

Todas las notas publicadas<br />

son responsabilidad de<br />

quien las firma.<br />

Los espacios de publicidad<br />

y pagados son responsabilidad<br />

del contratante y no necesariamente<br />

representan la<br />

postura de este medio informativo.<br />

Las ofertas y productos<br />

son responsabilidad de los<br />

anunciantes.<br />

Este medio informativo forma<br />

parte de la Asociación<br />

Civil de Periodistas, Editores<br />

y Redactores de la Costa<br />

(Percosta).<br />

Viernes 30 / Noviembre / 2018 Año: XVII / N° <strong>296</strong> enlacedelacosta.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!