26.01.2019 Views

EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Juana de Valois hizo este balance en muy pocos segundos, es decir, en menos tiempo<br />

del que hemos empleado para expresarlo. Tras este rápido reconocimiento, preguntó con<br />

la mayor cortesía, a qué feliz circunstancia debía aquella visita. Las dos mujeres se<br />

miraron, y, a una señal de la mayor, dijo la más joven:<br />

—Madame, vos estáis casada, según creo.<br />

—Tengo el honor de ser la esposa del señor conde de la Motte, madame, un excelente<br />

caballero.<br />

—Nosotras, señora condesa, pertenecemos al consejo superior de una fundación de<br />

buenas obras. Nos han dicho, referente a vuestra condición, cosas que nos han<br />

interesado, y deseamos conocer algunos detalles sobre vos y sobre todo lo que os<br />

concierne.<br />

Juana se detuvo un momento antes de responder.<br />

—Señoras mías —dijo, notando la reserva de la segunda visitante—. Ved ahí el retrato<br />

de Enrique III, es decir, del hermano de mi abuelo, porque yo llevo realmente en mis<br />

venas sangre de los Valois, como sin duda se os habrá dicho.<br />

Y esperó una segunda pregunta con una especie de engreída modestia.<br />

—Madame —interrumpió entonces la voz grave y dulce de la mayor de las dos<br />

damas—, ¿es verdad, como se dice, que vuestra señora madre fue portera de una casa<br />

llamada Fontette, situada cerca de Bar-sur-Seine?<br />

Juana enrojeció ante este recuerdo; pero replicó sin turbarse:<br />

—Es verdad, madame. Mi madre era la portera de una casa llamada Fontette.<br />

—¡Ah...! —dijo su interlocutora.<br />

—Como Marie Fossel, mi madre, era de una rara belleza —prosiguió Juana—, mi padre<br />

se enamoró de tal modo de ella que la hizo su esposa. Es, pues, de mi padre de quien me<br />

viene la nobleza de estirpe. Madame, mi padre era un Saint-Remy de Valois,<br />

descendiente directo de los Valois que han reinado.<br />

—¿Cómo habéis descendido, pues, a este grado de miseria? —preguntó la misma dama<br />

que la había interrogado.<br />

—Oh, es fácil de comprender.<br />

—Os escucho.<br />

—Vos no ignoráis que, después del advenimiento de Enrique IV, quien hizo pasar la<br />

corona de la casa de Valois a la de Borbón, la familia despojada tenía todavía algunos<br />

vástagos, oscuros sin duda, pero incontestablemente salidos del tronco común: los<br />

hermanos que perecieron de manera tan fatal.<br />

Las damas hicieron un gesto que podía pasar por asentimiento.<br />

—Entonces —continuó Juana—, los descendientes de los Valois, temiendo, a pesar de<br />

su oscuridad, hacer sombra a la nueva familia real, cambiaron su nombre de Valois por<br />

el de Remy, tomado de una tierra, y se les conoció, a partir de Luis XIII, bajo este<br />

nombre en la genealogía, hasta el penúltimo Valois, mi abuelo, quien, al ver afirmada la<br />

monarquía y olvidada la antigua rama, no creyó necesario privarse por más tiempo de<br />

un nombre ilustre, su única herencia. Volvió a tomar, pues, el nombre de Valois y lo<br />

arrastró, en la sombra y en la pobreza, por las tierras de su provincia, sin que nadie de la<br />

corte de Francia pensara que, fuera del esplendor del trono, floreciera un antiguo<br />

descendiente de nuestros antiguos reyes, si no de los más gloriosos, sí, por lo menos, de<br />

los más infortunados.<br />

Juana se interrumpió. Había hablado con gran naturalidad, con una moderación que no<br />

pasó inadvertida.<br />

—Sin duda tendréis vuestras pruebas en orden, madame —dijo la mayor de las<br />

visitantes, con delicadeza y fijando los ojos en la que se decía descendiente de los<br />

Valois.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!