26.01.2019 Views

EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

—Pero...<br />

—¿Pero?...— exclamó el desgraciado príncipe.<br />

—Pero yo, monseñor, desde hace diez años he estado a punto veinte veces de morirme<br />

de hambre o de apuros, al lado de este papel, que representaba para mí medio millón; y<br />

no obstante, para no poneros en un aprieto, he esperado. Creo, pues, que estamos en<br />

paz, poco más o menos.<br />

—¡En paz, caballero!— exclamó el príncipe—. No digáis eso, porque está en favor<br />

vuestro el haberme prestado generosamente una cantidad de tal importancia. ¡En paz!<br />

¡Oh, no, no! Yo os debo quedar eternamente agradecido. Lo único que hago, conde, es<br />

preguntaros por qué pudiendo haberme pedido la devolución de esta cantidad durante<br />

estos diez años, habéis guardado silencio. Durante este tiempo yo hubiera tenido veinte<br />

ocasiones de devolvérosla sin la menor molestia.<br />

—¿Mientras que hoy?...— preguntó Cagliostro.<br />

—No os tengo que ocultar que hoy— confesó el cardenal— esta restitución que me<br />

exigís, porque me la exigís, ¿no es verdad?...<br />

—¡Ay, monseñor!...<br />

—Pues bien, me pone en un terrible compromiso.<br />

Cagliostro hizo con la cabeza y con los hombros un gesto como dando a entender:<br />

"¿Qué queréis, monseñor? Es así y no puede ser de otra manera".<br />

—Pero vos que lo adivináis todo— continuó el príncipe—, vos que sabéis leer en el<br />

fondo de los corazones y hasta en el fondo de los armarios, lo que a veces es peor, no<br />

tenéis seguramente que averiguar por qué tengo tanto interés en conservar este dinero y<br />

cuál es el uso sagrado y misterioso a que lo destino.<br />

—Os equivocáis, monseñor— dijo Cagliostro en tono glacial—. Lo ignoro y mis<br />

secretos me han producido bastantes penas, decepciones y miserias para que tenga que<br />

ocuparme de los secretos de los demás a no ser que me interesen. Me interesaba saber si<br />

teníais o no dinero, toda vez que os lo tenía que reclamar. Pero sabiéndolo, ya no<br />

importaba el destino que pensabais darle. Por otra parte, monseñor, si conociese en este<br />

momento la causa de vuestro apuro, quizás me pareciese tan grave y respetable, que<br />

acaso tendría la debilidad de contemporizar, lo que en las presentes circunstancias me<br />

ocasionaría el mayor perjuicio. Prefiero, pues, ignorarlo.<br />

—Caballero— exclamó el cardenal, herido en su orgullo por las últimas palabras—, no<br />

creáis que trato de ablandaros hablando de mis compromisos personales. Vos tenéis<br />

vuestros intereses, que están garantizados con este recibo firmado por mi mano; es<br />

bastante. Os voy a entregar vuestras quinientas mil libras.<br />

Cagliostro se inclinó.<br />

—Yo sé bien— continuó el cardenal, devorado por el dolor de perder en un minuto<br />

tanto dinero penosamente reunido— que este documento no es más que un<br />

reconocimiento de la deuda que no fija en él vencimiento alguno para el pago.<br />

—Vuestra Eminencia me excusará— contestó el conde—, pero me puedo atener al texto<br />

del recibo, que dice lo siguiente:<br />

"Reconozco haber recibido del señor José Bálsamo la suma de quinientas mil libras, que<br />

le pagaré a la primera indicación suya. Firmado: Luis de Rohan".<br />

El cardenal se estremeció; no sólo había olvidado la deuda, sino los términos en que<br />

estaba reconocida.<br />

—Ya veis, caballero— continuó Bálsamo—, que no os pido lo imposible. No podéis<br />

pagar; de acuerdo. Lamento tan sólo que Vuestra Eminencia olvide que la cantidad fue<br />

entregada por José Bálsamo espontáneamente, en un momento supremo, al señor de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!