26.01.2019 Views

EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Es seguro que Dios había oído la oración de Andrea, porque De Charny superó aquellas<br />

horas en que su fiebre había alarmado al médico. Al día siguiente, mientras Andrea se<br />

enteraba, con esperanza y miedo, de las noticias que le llegaban del herido, éste, gracias<br />

a los cuidados del buen doctor Louis, había pasado de la muerte a la vida. A la crisis la<br />

habían vencido su fortaleza y el tratamiento.<br />

Una vez salvado De Charny, el doctor se ocupó muy poco de él, pues el enfermo, como<br />

caso, dejaba de ser interesante. Para el médico, el paciente redivivo ya no cuenta, sobre<br />

todo cuando la convalecencia es el augurio de un restablecimiento absoluto. Sólo<br />

después de ocho días, durante los cuales Andrea fue viendo cómo se alejaba el peligro,<br />

el doctor, que no olvidaba las manifestaciones de su enfermo cuando deliraba, decidió<br />

que había que trasladar a De Charny a un sitio más distante, pero bastó que lo insinuase<br />

para que De Charny se rebelase. Iracundo, mirando fijamente al doctor, le dijo que<br />

estaba en el palacio del rey y que nadie tenía el derecho de alejar a un hombre al cual Su<br />

Majestad ofrecía su hospitalidad, pero el doctor, que no admitía imposiciones de los<br />

convalecientes, llamó a cuatro servidores y les ordenó que se llevasen al herido, quien<br />

se resistió, aferrándose a los barrotes de la cama y golpeando rabiosamente a uno de los<br />

ayudantes y amenazando a los demás, como Carlos XII a Bender9.<br />

El doctor Louis le razonó el porqué de sus medidas, que oyó con cierta mansedumbre,<br />

pero al ver que insistían en llevárselo, hizo tal esfuerzo que la herida volvió a abrirse,<br />

sangrándole otra vez. Inmediatamente se le repitió el delirio con más violencia que la<br />

primera vez. Y comenzó a gritar que se le quería alejar de allí para privarlo de las<br />

visiones que había tenido en sus sueños, pero que era en vano, que las visiones le<br />

sonreirían siempre, que él las esperaba y que volverían, a pesar del doctor, pues aquella<br />

a quien él amaba era de un rango que no admitía la intervención de nadie.<br />

Al oír estas palabras, el doctor se alarmó y en el acto despidió a los criados, vendó de<br />

nuevo la herida y decidió cuidar tanto la mente como el cuerpo, pero no pudo detener el<br />

delirio, el cual le asustó más que antes, temiendo un principio de locura. De Charny<br />

empeoró tanto en un día que el doctor Louis pensó en remedios heroicos, pues el<br />

enfermo no solamente se perdía, sino que también perdía a la reina. En vez de hablar,<br />

gritaba; en vez de recordar, inventaba, y en sus escasos momentos lúcidos no había<br />

síntomas de que mejorase. De Charny estaba más loco que su propia locura.<br />

Extremadamente molesto, Louis, no pudiendo ampararse en la autoridad del rey porque<br />

el enfermo la invocaba también, resolvió informar a la reina, y aprovechó para ir a verla<br />

un momento en que De Charny dormía, exhausto de tanto gritar y tanto agitarse.<br />

Encontró a María Antonieta pensativa y radiante a la vez, porque suponía que el doctor<br />

le llevaba buenas noticias de su enfermo, pero se quedó anonadada al oír que el enfermo<br />

había empeorado.<br />

—¿Cómo? —exclamó la reina—. Ayer iba bien.<br />

—No, madame; iba muy mal.<br />

—He enviado a madame de Misery y le habéis dado muy buenas noticias.<br />

—Me engañaba y os engañaba.<br />

—Pero entonces... Si no mejora, ¿por qué se me tiene que ocultar?<br />

—Madame...<br />

—Y si mejora, ¿por qué se me deja en mi inquietud cuando se trata de un buen servidor<br />

del rey? ¿Qué ocurre con el enfermo? ¿Hay peligro?<br />

—Para él menos quizá que para los demás, madame.<br />

—Ya empezamos con los enigmas, doctor —exclamó la reina, con impaciencia—.<br />

Explicaos.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!