26.01.2019 Views

EL COLLAR DE LA REINA

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

El collar de la Reina, libro segundo sobre la revolución francesa de Alejandro Dumas. - 1848

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

eina, y cuando estábamos en el Trianón escondíamos a esa muchacha a los ojos de la<br />

corte.<br />

—Ya estáis viendo, monsieur de Crosne. Esto os debe interesar.<br />

—Mucho, madame.<br />

—Seguid, mi querida Andrea.<br />

—Esa muchacha, que era un espíritu inquieto y ambicioso, se aburría al verse aislada,<br />

encontró sin duda una mala amistad, y una noche, cuando iba a acostarme, me<br />

sorprendió no verla. La buscamos y fue inútil. Había desaparecido.<br />

—¿Os había robado algo?<br />

—No, madame; yo no tenía nada.<br />

Juana seguía el diálogo con una atención fácil de imaginar.<br />

—¿No sabíais nada de esto, monsieur de Crosne? —preguntó la reina.<br />

—No, madame.<br />

—Es decir, que existe una mujer cuyo parecido conmigo es sorprendente, y vos no lo<br />

sabíais. De modo que un acontecimiento de esta importancia se produce en el reino,<br />

causando graves desórdenes, y no sois vos el primero en enterarse. Entonces,<br />

confesemos que la policía está mal organizada.<br />

—Me permito —respondió el magistrado— aseguraros que no, madame. Dejemos al<br />

vulgo colocar las funciones del lugarteniente de policía a la altura de un dios, pero<br />

Vuestra Majestad, colocada por encima de mi en este Olimpo terrestre, sabe que los<br />

magistrados del rey son únicamente hombres. Yo no tengo poder sobre todos los<br />

acontecimientos, y los hay tan extraños que la inteligencia humana apenas puede<br />

comprenderlos.<br />

—Monsieur, cuando un hombre ha recibido todos los poderes para penetrar hasta en el<br />

pensamiento de sus semejantes; cuando con sus agentes paga a los espías; cuando con<br />

sus espías puede saber hasta los gestos que hago delante de mi espejo, si este hombre no<br />

es el dueño de los acontecimientos...<br />

—Madame, cuando Vuestra Majestad pasó la noche fuera de su apartamento, yo lo<br />

supe. ¿Estaba, entonces, mi policía mal organizada? Ese día Vuestra Majestad había ido<br />

a casa de la dama que está aquí, en la calle Saint-Claude, en Marais. Eso ya no interesa.<br />

Cuando os presentasteis en la cubeta de Mesmer con madame de Lamballe, mi policía<br />

cumplió bien, ya que los agentes os vieron. Cuando fuisteis a la Ópera...<br />

La reina levantó la cabeza.<br />

—Dejadme continuar, madame. Os digo lo mismo que el señor conde de Artois os dijo:<br />

si el cuñado se confunde con los rasgos de su hermana, con más razón se confundirá un<br />

agente a quien se le paga un escudo por día. El agente creyó veros y así lo informó. Mi<br />

policía estaba bien organizada ese día. Diréis también, madame, que mis agentes no han<br />

seguido bien el asunto del gacetillero Reteau, golpeado por monsieur de Charny.<br />

—¡Por monsieur de Charny! —exclamaron a la vez Andrea y la reina.<br />

—El acontecimiento es reciente, madame, y los bastonazos están aún calientes sobre la<br />

espalda del libelista. He ahí una de esas aventuras que constituían el triunfo de De<br />

Sartines, mi predecesor, cuando las contaba tan espiritualmente al rey difunto o a la<br />

favorita.<br />

—¿De Charny puso las manos sobre ese miserable?<br />

—Lo he sabido por mi policía, tan calumniada, madame. Y estaréis de acuerdo conmigo<br />

en que esa policía ha tenido necesidad de un poco de inteligencia para descubrir el duelo<br />

que ha seguido a este asunto.<br />

—¿Un duelo de De Charny? ¿De Charny se ha batido? —exclamó la reina.<br />

—¿Con el gacetillero? —dijo Andrea vivamente.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!